Reportaje

Educar a la próxima generación de médicos rusos sobre el estigma y la discriminación relacionados con el VIH

30 de octubre de 2018

A menudo, el estigma y la discriminación entre los trabajadores de la salud en la Federación de Rusia dificultan que las personas que viven con el VIH o que corren el riesgo de contraerlo tengan acceso a los servicios que necesitan. La Facultad de Medicina de Vera del HIV recibió a 20 estudiantes de medicina de todo el país que asistieron recientemente a un curso de una semana de duración, con el fin de aprender la mejor manera de proporcionar servicios médicos en un entorno libre de estigma y discriminación.

“Con frecuencia, los estudiantes de medicina escuchan historias aterradoras sobre las personas que viven con el VIH. Una cosa es que el diagnóstico influya en la forma en la que se trata al paciente, y otra, que se les deniegue el tratamiento por su estado serológico", dijo Anton Yeremin, coordinador del curso.

El curso está diseñado para complementar lo que los estudiantes aprenden en la universidad. "Animamos a los futuros médicos a que desarrollen habilidades específicas para el contexto del VIH, como la relación con los pacientes y la comprensión de algunos de los aspectos sociales y legales de su diagnóstico", afirmó el Sr. Yeremin. El curso consiste en varias conferencias y talleres de trabajo sobre enfoques no discriminatorios para las personas que viven con el VIH y para conocer a dichas personas, doctores, abogados, psicólogos, activistas del VIH y representantes de organizaciones no gubernamentales, con el fin de escuchar sus historias.

Según Dmitry Petrov, un consejero en la fundación benéfica Svetlana Izambayeva, a sus clientes normalmente les niegan la entrada al hospital. “La ambulancia llega y los trabajadores dicen que podemos llevarlo al hospital, pero que no lo dejarán entrar”, dijo. No hace mucho ayudó a una clienta para que pudiera acceder al hospital; no importó que hubiera dos oficiales del centro local del sida y a la mujer se le negó la entrada. Solo consiguió entrar después de que su familia presentara varias reclamaciones a la autoridades supervisoras. Cuando le preguntaron sobre la última vez que le habían negado la entrada a un cliente al hospital, el señor Petrov respondió “Ayer”, sin dudar.

Las historias compartidas por el personal de la Fundación benéfica Svetlana Izambayeva concuerdan con los hallazgos publicados en un informe de Human Rights Watch que indica que las personas que viven con el VIH se enfrentan al estigma con frecuencia y sufren discriminación por parte de trabajadores sanitarios. Se cree que la situación es peor fuera de las grandes ciudades.

La Unión Nacional de Estudiantes de Medicina inició y organizó este curso, que figuraba en una plataforma de crowdfunding llamada No One Left Behind, un proyecto conjunto de la Fundación Centro contra el SIDA de Rusia y ONUSIDA.

Vera Brezhneva, embajadora de buena voluntad de ONUSIDA para Europa oriental y Asia central, está apoyando la causa mediante la proporción de financiamiento para alojamiento y dietas de los participantes. “A ningún médico le debe sorprender ver a una persona que vive con el VIH en algún momento. Queremos que los estudiantes de medicina entiendan que las personas que viven con el VIH son un grupo grande y diverso de personas, y su estado serológico no es una razón para tener actitudes negativas hacia ellos,” afirmó Brezhnevа. “Es crucial contar con una nueva generación de médicos listos para atender a las personas que viven con el VIH con dignidad y un servicio de altas calidades,” añadió.