Reportaje

Las redes de jóvenes están salvando vidas

10 de julio de 2019

Un estudio llevado a cabo por Watipa y comisionado por ONUSIDA y the PACT como parte de la campaña #uproot reveló que la gente joven desempeña un papel fundamental a la hora de solicitar la creación de servicios y promover el vínculo a la atención y el acercamiento a los servicios para el VIH y la salud y los derechos en materia sexual y reproductiva.

El informe que se hace eco de los resultados, titulado La participación de los jóvenes en las respuestas al VIH basadas en la comunidad: de beneficiarios pasivos a agentes del cambio activos (en inglés), nos muestra que la gente joven, sobre todo quienes sirven de modelo a otros jóvenes y los líderes que viven con el VIH desempeñan un papel clave al facilitar el acceso al tratamiento del VIH y contribuir al mantenimiento de la atención sanitaria. Los resultados mostraron que el apoyo brindado por la gente joven a sus iguales tiene un efecto positivo en la adherencia a la terapia antirretroviral, la divulgación y el mantenimiento de una actitud positiva para vivir con el VIH. Si entramos en detalle con relación a los tipos de apoyo, se observa que las personas jóvenes se involucran activamente en el apoyo psicosocial a otros jóvenes, en las consultas entre jóvenes, en los procesos de participación política, en la movilización de jóvenes en torno a determinadas campañas y proyectos, y en el acceso a hospitales y cuidados apoyados por jóvenes.

Los jóvenes, incluyéndose aquí los grupos clave de población joven y las personas jóvenes que viven con el VIH, desempeñan también un papel clave en la prevención primaria del VIH, las pruebas precoces y el diagnóstico. La educación de los jóvenes, el alcance y el compromiso de la comunidad son áreas en las que la gente joven se está informando y está influenciando a sus compañeros. En algunos ejemplos, la gente joven está trabajando apoyando a otros jóvenes y como voluntarios suministrando servicios relacionados con las pruebas del VIH y asesoramiento, distribuyendo preservativos y colaborando junto a los profesionales sanitarios basados en la comunidad.

El 62 % de las personas entrevistadas pertenecientes a una organización juvenil para la respuesta al VIH indicaron que ellas mismas directamente proporcionaban servicios relacionados con el VIH a otros jóvenes. Se trataba de servicios diseñados para beneficiar y llegar a la gente joven, considerada un grupo clave. Los servicios proporcionados incluían información sobre salud y derechos en materia sexual y reproductiva (51 %), apoyo psicosocial (42 %), promoción y distribución de preservativos (41 %), apoyo a la adherencia a la terapia antirretroviral (32 %) y servicios de asesoramiento y pruebas del VIH (30 %). Muchas de las organizaciones entrevistadas ofrecían servicios integrados, como referencias, prevención y pruebas y tratamiento para otras infecciones de transmisión sexual (ITS) (38 %) o hepatitis B y C (22 %).

Como respondió uno de los entrevistados claves, «es fácil diseminar el conocimiento entre nosotros mismos porque, si soy parte de él, entonces resulta más fácil hablarle a alguien de mi misma edad sobre ello».

Los primeros datos se recogieron mediante tres métodos: 1) una encuesta online cuantitativa de 32 preguntas en cinco idiomas distintos (árabe, inglés, francés, ruso y español); entrevistas a otros jóvenes, las cuales eran entrevistas cualitativas semiestructuradas llevadas a cabo por gente joven en seis países distintos bien en inglés, bien en su lengua local, y entrevistas a informadores clave, cualitativas y semiestructuradas, realizadas en inglés a través de Skype por dos asesores responsables del equipo de investigación. Se contó con un total de 143 participantes, de edades comprendidas entre los 20 y los 29 años.

El papel de la gente joven en las respuestas al VIH basadas en la comunidad resulta esencial para conseguir y mantener resultados sanitarios positivos en el contexto del VIH. Otro entrevistado clave explicó que «los jóvenes que viven con el VIH están cambiando las reglas de juego en la comunidad. Son educadores de gente joven, mentores, apoyan a otros jóvenes en las centros de atención sanitaria y los dirigen a los servicios correspondientes, con el fin de agilizarles el proceso mientras reciben dichos servicios.  Mucha gente joven se implica también en la abogacía y pone voz a los jóvenes».

Sin embargo, la falta de remuneración apropiada y proporcional para el papel que desempeñan los jóvenes pidiendo la creación de servicios y facilitando el acceso a la atención parece ser una barrera crítica para la implicación significativa, efectiva y sostenida de los jóvenes. Otras de las barreras que impiden su participación son las que tienen que ver con la falta de financiación para el apoyo institucional, la falta de capacidad o de apoyo para lograr el conocimiento necesario de cara a la participación en reuniones técnicas, y la falta de herramientas y recursos a medida para apoyar la participación en distintos procesos y mecanismos.

El estudio proporciona también 13 recomendaciones ofrecidas por la gente joven que participó en la investigación, y las cuales van dirigidas a las autoridades gubernamentales, las entidades de las Naciones Unidas, los donantes, las organizaciones de la sociedad civil y otros socios en la respuesta al VIH. Entre estas recomendaciones está la necesidad de implicar a los jóvenes en el diseño, la planificación y la aplicación de políticas, programas y servicios en materia del VIH. Asimismo, se reconoce el papel esencial que la gente joven desempeña al acercar los servicios a sus coetáneos.