Reportaje

El liderazgo como un proceso influyente

11 de junio de 2019

Para poner fin a la epidemia de sida, es fundamental acelerar el proceso hacia la igualdad de género y la capacitación de la mujer. Y todo ello empieza en ONUSIDA.

En 2018 ONUSIDA lanzó su Plan de acción sobre la igualdad de género para el periodo 2018-2023, dirigido a mejorar la efectividad de ONUSIDA al promover el liderazgo de la mujer en la organización y garantizar que todo el personal, hombres y mujeres, fueran conscientes de las cuestiones de género que aumentan el riesgo de infección por VIH en las mujeres.

El primer informe anual de progreso en cuanto al Plan de acción sobre la igualdad de género para el periodo 2018-2023 refleja avances en la consecución de los objetivos, aunque muestra que queda mucho por hacer. «El Plan de acción sobre la igualdad de género de ONUSIDA es una herramienta para el cambio», afirmó Gunilla Carlsson, Directora ejecutiva adjunta de ONUSIDA. «Elaborado a partir del impresionante progreso alcanzado tan solo un año después de su puesta en marcha, resulta clave para mantener el impulso y, con el tiempo, cosechar logros».

De las 30 acciones identificadas para alcanzar los cuatro objetivos establecidos en el Plan de acción sobre la igualdad de género, ONUSIDA avanzó con éxito en veinte de ellas durante los primeros doce meses. «El Plan de acción sobre la igualdad de género importa porque trata de igualdad, equilibrio, justicia e imparcialidad», señaló Helene Badini, asesora regional de la comunidad en el equipo regional de apoyo en Dakar (Senegal).

El plan brinda oportunidades de formación y mecenazgo, e incluye objetivos obligatorios en materia de trabajo relacionados con la igualdad de género y un amplio apoyo de la organización. «Todo el mundo que trabaja en mi oficina tiene un objetivo formativo con relación al género, y yo  me manifiesto en contra de la violencia de género», apuntaba Francoise Ndayishimiye, directora nacional de ONUSIDA en Gabón. «Asimismo, como miembro de ONU Plus (UN Plus), quiero estar conectada con otras mujeres VIH-positivas que trabajan en ONUSIDA con el fin de unir nuestras fuerzas y avanzar juntas», añadió.

En África occidental y central, la mayoría de los trabajadores de ONUSIDA son hombres y la mitad de los puestos de directores del país están ocupados por mujeres, quienes gestionan pequeños equipos en países pertenecientes a una región que lucha contra una de las epidemias de sida que más rápidamente crece  en el mundo y que mayores desafíos plantea en cuanto a la seguridad y los desastres humanitarios y naturales. Maria Engel, consejera del programa regional en Dakar, considera que «contar con una red de mujeres compañeras de trabajo supone una herramienta única y poderosa para avanzar en el liderazgo de la mujer. Por eso es por lo que, desde mi papel actual, estoy facilitando la colaboración entre las alumnas del Programa de liderazgo para mujeres de África occidental y central».

El Plan de acción sobre la igualdad de género nos recuerda que la igualdad de género es un derecho humano y que es fundamental para el desempeño y la efectividad de ONUSIDA. Ya se reconoce sobremanera la importancia de avanzar en igualdad de género, incluyéndose aquí los pasos dados a través de la paridad de género.   

El plan, inicialmente concebido para el personal, enseguida se traduce en una acción programada. En la República Democrática del Congo, por ejemplo, ONUSIDA ayuda a las mujeres que forman parte de las redes de la sociedad civil de personas que viven con el VIH a desarrollar sus destrezas y reducir la autodiscriminación y el autoestigma. Los miembros de la red viajaron a Nueva York en 2018 con el propósito de participar en la Comisión de la condición jurídica y social de la mujer para compartir sus experiencias. La mujer que está detrás de este trabajo es Natalie Marini Nyamungu, consejera en materia de derechos humanos e igualdad de género en la oficina de ONUSIDA en el país.

«Yo desarrollé destrezas que me permitieron crearme un entorno de trabajo positivo en cuyo centro estaban la igualdad y el respeto hacia la diversidad, y en el que no había cabida para la discriminación y el prejuicio», destacó Nyamungu. «También he ayudado a nuestras socias de la sociedad civil a desarrollar nuevas capacidades, recursos y la autoconfianza que necesiten para impulsar su liderazgo».

Apoyar el liderazgo de las mujeres es esencial para el Plan de acción sobre la igualdad de género. La experiencia del personal femenino en ONUSIDA ha convencido a muchos de que el liderazgo es un proceso de influencia, y no una mera posición en la jerarquía internacional.

Así lo resume Aminata Ouattara, oficial ejecutivo en el equipo de apoyo regional de ONUSIDA en Dakar.

«El Plan de acción sobre la igualdad de género de ONUSIDA ha logrado el mismo efecto que cuando nos subimos al transporte público. En vez de coger tu coche, el autobús se pelea con el tráfico por ti y tú llegas a tu destino mucho más rápido».