Reportaje

Los proveedores de base continúan movilizándose en Ucrania

12 de mayo de 2022

Muchos servicios de salud vitales dejaron de funcionar tras el estallido de la guerra en Ucrania.

Sin embargo, los proveedores de base, como la Alianza para la Salud Pública, han encontrado formas de avanzar. Pese a la presencia de minas antipersona en las carreteras y aunque muchos puentes están derribados, el proyecto de Detección de Casos de VIH Móvil (Mobile HIV Case-Finding, en inglés) usó sus 16 furgonetas para repartir comida, tratamiento contra el VIH y otros productos básicos por todo el país. También ayudó a encontrar refugio a aquellos que lo necesitaban.

Iryna, la coordinadora del equipo de la clínica móvil en la región de Chernígov, cuenta cómo la guerra ha complicado su trabajo enormemente. Chernigov se encuentra al norte del país, en la frontera con la Federación de Rusia y Bielorrusia.

“Había muchos desplazados moviéndose de un sitio a otro”, relata. “Fue un trabajo muy duro”.

Pero desde mediados de marzo, la Alianza para la Salud Pública ha restaurado muchos de sus servicios. La organización no gubernamental trabaja fundamentalmente con personas que se inyectan drogas y sus parejas.

“La sustancial cantidad de casos nuevos de VIH que se registran en Ucrania entre los usuarios de drogas inyectables se debe a prácticas de riesgo en la inyección de drogas”, explica el director nacional de ONUSIDA en Ucrania, Raman Hailevich.

Es consciente de que recoger datos sobre los usuarios de drogas ya era un reto antes de la guerra y lo es aún más ahora. El crédito, dice, deben llevárselo los grupos de la sociedad civil.

“Las organizaciones de base comunitaria que trabajan con este tipo de población, difícil de acceder, contribuyen a difundir información a estos grupos. Sin ellas, sería imposible proporcionar programas de prevención a las personas que consumen drogas”, señala.

Como consecuencia de la inseguridad, la Alianza para la Salud Pública registró un descenso en el número de pruebas de VIH y hepatitis C. Sin embargo, Iryna se muestra orgullosa, ya que, como dijo, el equipo ha proporcionado tratamiento a más de 1400 personas a lo largo de marzo y abril a través del correo postal o con envíos personales a domicilio.

El Proyecto de Detección de Casos de VIH Móvil, fundado en 2019, se encuentra bajo la gestión de la Alianza para la Salud Pública y el Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria y es financiado por CDC y PEPFAR.