Declaración de prensa

En el Día Internacional del Consumidor de Drogas, ONUSIDA hace un llamamiento en contra de la penalización de las personas que consumen drogas y para que se pongan en marcha programas de reducción del daño liderados por la propia comunidad

GINEBRA, 1 de noviembre de 2021—En el Día Internacional del Consumidor de Drogas, ONUSIDA hace un llamamiento urgente en contra de la penalización de las personas que consumen drogas, para que se corrijan los efectos negativos que tiene sobre el VIH, la hepatitis viral y otros problemas de salud; para que se respeten los derechos humanos y para que se destinen más fondos a los programas de reducción del daño dirigidos por la comunidad.

“ONUSIDA se compromete a apoyar a los países en el proceso de despenalización de la posesión de drogas y en la implementación de programas de reducción del daño a gran escala,” menciona la Directora Ejecutiva de ONUSIDA, Winnie Byanyima. “ONUSIDA hace un llamamiento para que las comunidades de personas que consumen drogas se impliquen plenamente en alcanzar la reforma legal, que conducirá a la despenalización y a la organización de dichos programas a nivel nacional. Esto nos ayudará a acabar con las desigualdades y a poner fin al sida”.  

Las personas que consumen y se inyectan drogas se encuentran entre los grupos con mayor riesgo de contraer el VIH y, aun así, siguen estando marginadas y a menudo se les impide acceder a los servicios sanitarios y sociales. Un 9% de las nuevas infecciones por el VIH que se produjeron en 2020 fueron personas que se inyectan drogas. Fuera del África subsahariana esta cifra se eleva al 20%. Si bien las mujeres representan menos del 30% de las personas que consumen drogas, aquellas que sí las emplean son más propensas a vivir con el VIH que sus homólogos masculinos.

La implementación oportuna, accesible y a gran escala de programas de reducción del daño pueden prevenir las infecciones por el VIH, así como muchos de los casos de hepatitis B y C, tuberculosis y sobredosis. El sistema de las Naciones Unidas se ha unido en la promoción de estos programas y en la despenalización de la posesión de drogas, basándose en los datos que demuestran que otorgan beneficios sustanciales para la salud pública y personal y no aumentan el número de personas con drogodependencia. A pesar de esta postura, que se refleja en la posición común del sistema de las Naciones Unidas en apoyo a la implementación de la política internacional de fiscalización de drogas mediante una colaboración interinstitucional eficaz, la realidad muestra que menos del 1% de las personas que se inyectan drogas vive en países donde la disponibilidad de agujas, jeringuillas y terapias de sustitución de opiáceos se sitúa por debajo de los niveles recomendados por las Naciones Unidas; el déficit de financiación destinada a la reducción del daño en países de renta media y baja se encuentra en un 95%.

Incluso allí donde están disponibles los servicios para la reducción del daño, no siempre son accesibles. Se ha demostrado que las leyes y las políticas punitivas para la fiscalización de drogas, así como las prácticas para el cumplimiento de la ley, se encuentran entre los principales obstáculos para la obtención de atención sanitaria en muchos países. La penalización del consumo de drogas y los castigos severos (como el encarcelamiento, las multas elevadas o la separación de los hijos de sus padres) desalientan el uso de los servicios relacionados con el VIH, animando a estas personas a la clandestinidad con prácticas de inyección poco seguras, que aumentan el riesgo de sobredosis. Las mujeres que consumen drogas son más propensas a condenas de cárcel más largas que los hombres, lo que conlleva un aumento en los niveles de estigmatización y discriminación a los que se enfrentan en los centros de atención sanitaria. En efecto, la penalización por el uso y la posesión de drogas de uso personal tiene un gran impacto negativo en el derecho a la sanidad.

A principios de año, los Estados Miembros de las Naciones Unidas establecieron unos objetivos mundiales muy ambiciosos sobre la despenalización de la posesión de drogas de uso personal y sobre la desestigmatización y discriminación de personas que consumen drogas y otros grupos de población clave. Desde este preciso momento, se deberían empezar a aplicar acciones estratégicas a nivel nacional si se desea alcanzar los objetivos propuestos en el 2025.

 

OBJETIVOS EN MATERIA DE FACILITADORES SOCIALES CONTRA EL SIDA PARA EL 2025

  • Menos del 10% de los países penaliza el uso y la posesión de cantidades pequeñas de drogas.
  • Menos del 10% de las personas que consumen drogas sufre estigmatización y discriminación.
  • Menos del 10% de las personas que consumen drogas carece de mecanismos para que las personas que viven con el VIH y grupos de población clave puedan denunciar los abusos y la discriminación, y obtener ayuda.
  • Menos del 10% de las personas que consumen drogas no dispone de acceso a servicios legales.
  • Menos del 10% del personal sanitario y de las autoridades policiales informa de actitudes negativas acerca de las personas que consumen drogas.
  • Menos del 10% de las personas que consumen drogas sufre agresiones físicas o sexuales.

OBJETIVOS GLOBALES DE PREVENCIÓN PARA EL 2025

  • El 90% de las personas que se inyectan drogas tiene acceso a servicios completos de reducción del daño, que integren o estén vinculados a la hepatitis C, al VIH y a servicios de salud mental
  • El 80% de la prestación de servicios en materia de programas de prevención del VIH para personas que consumen drogas se impartan a manos de organizaciones dirigidas por personas que usan drogas

 

Día Internacional del Consumidor de Drogas

El 1 de noviembre es el Día Internacional del Consumidor de Drogas, momento en el que las personas que consumen drogas se reúnen para celebrar su historia y seguir luchando por sus derechos. La Red Internacional de Personas que usan drogas (INPUD) celebra los logros de las diversas comunidades, al tiempo que reconoce que su trabajo es más importante que nunca.

ONUSIDA

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

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UNAIDS Geneva
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