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Reducir el impacto del VIH entre las adolescentes

11 Noviembre 2016

Alrededor de 180 mujeres jóvenes y adolescentes de Malawi, Kenya y Uganda han emprendido un proyecto piloto bautizado como Empowerment + Engagement = Equality (Capacitación + Compromiso = Igualdad). Este programa tiene como objetivo fortalecer el liderazgo de mujeres jóvenes y adolescentes para que participen en las evaluaciones a nivel nacional que ha emprendido la plataforma All In to #EndAdolescentAIDS, que busca erradicar el sida entre los adolescentes. Empowerment + Engagement = Equality aborda las cuestiones de desigualdad de género que aumentan la vulnerabilidad de las adolescentes ante la infección por el VIH y facilita espacios seguros donde poder compartir experiencias.

La iniciativa ha sido diseñada e implementada por ONU Mujeres y la International Planned Parenthood Federation (Federación internacional de planificación de la familia), y ha movilizado a más de 1000 defensores jóvenes, entre ellos mujeres jóvenes que viven con el VIH, quienes han manifestado sus preocupaciones a nivel local, regional y nacional. Los participantes, además de compartir conocimientos entre ellos, han celebrado reuniones cara a cara y en línea con padres, profesores, líderes religiosos y otros actores de la comunidad para debatir cómo cambiar normas de género dañinas y desigualdades que aumentan el riesgo de contraer la infección por el VIH.

La Primera Dama de Malawi, Gertrude Mutharik, ha participado en uno de los debates y se ha comprometido a enfrentar los factores que aumentan el riesgo de contraer la infección por el VIH en las mujeres jóvenes. Entre estos problemas se incluye la violencia de género. Los líderes jóvenes siguen interviniendo al más alto nivel; prueba de ello es su participación en los debates de la Conferencia Internacional sobre el Sida que ha tenido lugar en Durban (Sudáfrica) en julio de 2016. 

"Lo más gratificante de mi trabajo como parte de este proyecto es apoyar a otras chicas como yo para que se sientan seguras, capaces y en control de sus propias vidas", declaró Divina Kemunto, de Kenya. "Compartí mi experiencia personal y animé a las niñas que viven con el VIH a creer que ellas también pueden caminar con la cabeza bien alta y con una sonrisa en la cara".

Si queremos poner fin a la epidemia de sida en el mundo para el año 2030, es fundamental evitar casos de nuevas infecciones por el VIH entre las adolescentes y mujeres jóvenes del África subsahariana. En 2015, el 75% de las nuevas infecciones por el VIH registradas entre adolescentes en el África subsahariana tuvo lugar en chicas de 10 a 19 años. Para evitar las infecciones hay que capacitar a las mujeres jóvenes y a las niñas para que permanezcan en el colegio y así tengan mejores perspectivas económicas. Además, es importante garantizar que dispongan de los conocimientos, la información y las herramientas necesarias para evitar embarazos no deseados e infecciones de transmisión sexual y asegurar que sepan cómo actuar cuando se enfrenten a la violencia sexual.

Debemos eliminar las leyes y políticas que discriminan a las mujeres y las niñas, así como respetar plenamente sus derechos y su salud reproductiva y sexual. 

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Los esfuerzos de una organización jamaicana por la capacitación de las adolescentes que viven con el VIH

10 Noviembre 2016

Rushell Grey relata con decisión su viaje de ida y vuelta hasta el borde del abismo. Tras sufrir abusos cuando tenía nueve años, contrajo la infección por el VIH; sin embargo, su hija de ocho años es seronegativa. "Ha sido difícil. Al ser una niña, la comunidad hizo oídos sordos y me culpó a mí", declaró. "Nadie dijo que ese hombre debería ir a la cárcel. Llegué al punto de darme por vencida, porque era demasiado estresante", recuerda.

Joven y de constitución menuda, Rushell Grey se muestra elocuente y segura de sí misma. Afirma que su vida cambió por completo gracias a la organización no gubernamental de Jamaica Eve for Life y a su programa transformador. Mediante una combinación de asesoramiento, desarrollo personal y educación para la vida, se ha convertido en una de las educadoras del incansable grupo Mentor Moms (Madres Mentoras).

Un grupo de madres jóvenes y de jóvenes capacitadas que viven con el VIH participan en el programa Mentor Moms para ayudar a otros a lo largo del camino. Resuelven dudas y ofrecen apoyo, acompañan a las adolescentes durante sus visitas clínicas y ofrecen consejos sobre la toma de medicamentos. Asimismo, recomiendan evitar la lactancia materna y acudir a las citas con el médico.

Rushell Grey aclara que los problemas que afrontan sus pupilas no se limitan al VIH. "No tienen recursos, no están seguras en sus hogares, temen que su pareja o su familia pueda echarlas. Puede que tengan dos hijos o más", explicó. Según una encuesta realizada en 2012 por el Jamaica National HIV/STI Programme (programa nacional de respuesta al VIH y control de las ITS del Ministerio de sanidad de Jamaica), una de cada cinco adolescentes de entre 15 y 19 años declara haber sufrido violencia sexual en Jamaica.

La directora ejecutiva y cofundadora de la organización Eve for Life, Patricia Watson, observó que hay muchas niñas que no están siendo atendidas. "Un estudio reciente mostró que de entre las niñas al cuidado del estado, el 30% sufren infecciones de transmisión sexual, el 41% han intentado suicidarse y el 35% han sido forzadas a mantener relaciones sexuales. Además, los niños que han nacido con el VIH están creciendo y comienzan a ser sexualmente activos, y algunos de ellos no han sido informados sobre su estado", afirmó.

Para la organización, combatir el VIH entre las adolescentes es mucho más que difundir mensajes de sexo seguro. Se trata fundamentalmente de ofrecer protección social y de hacer frente a los problemas estructurales y sociales que aumentan la vulnerabilidad de las niñas.

Durante los últimos dos años, Eve for Life ha encabezado la campaña nacional Nuh Guh Deh! (¡No vayas por ahí!) para poner fin a las relaciones sexuales con niñas.

"El objetivo general es contribuir a la reducción del abuso sexual de niñas en Jamaica", declaró la señora Watson.

La campaña pretende movilizar a los jamaicanos para que denuncien los actos de violencia sexual y aumentar la concienciación sobre los efectos a largo plazo del abuso y los vínculos con el VIH. Las historias de los supervivientes ponen de manifiesto los graves problemas a los que se enfrentan. El enfoque maximiza la participación y adhesión de adolescentes y mujeres jóvenes que han sobrevivido el abuso sexual.

La canción Nuh Guh Deh del grupo jamaicano de poesía dub No-Maddz tiene como objetivo reducir la aceptación social de las relaciones predatorias entre hombres adultos y niñas. 

Region/country

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#WhatWomenWant en la respuesta al VIH: un nuevo espacio para nuevas conversaciones

10 Noviembre 2016

#WhatWomenWant es un espacio virtual que pretende dar voz a las mujeres jóvenes, ya que les permite compartir conocimientos y experiencias vitales, encontrar soluciones y reforzar las redes de los temas, sectores y movimientos relacionados con el género.

La Red ATHENA y sus asociados, entre los que se incluye ONUSIDA, se inspiraron en el impacto del activismo digital vinculado a la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de 2016 y utilizaron este impulso para construir una plataforma donde las mujeres pudieran movilizarse en torno a la Reunión de alto nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas para poner fin a la epidemia de sida. Entre mayo y julio de 2016, una campaña en los medios de comunicación llegó a trece millones de cuentas de Twitter y organizó cinco conversaciones en esta plataforma en las que participaron 120 000 personas. Sus objetivos eran escuchar los deseos de las mujeres y descubrir qué acciones específicas son necesarias para cambiar la vida de las mujeres y las niñas.

La iniciativa sigue involucrando a una red en expansión integrada principalmente por organizaciones dirigidas por mujeres, que trabajan para promover la igualdad de género y se centran en las áreas que atañen tanto a la salud como a los derechos.

#WhatWomenWant busca:

  • Centrar su atención en la necesidad urgente de abordar los derechos de la mujer y las disparidades de género dentro y fuera de la respuesta al VIH.
  • Actuar como catalizador de una acción conjunta en la que se cruzan la igualdad de género, los derechos humanos, los temas relacionados con la salud sexual y reproductiva, la violencia de género y la respuesta al VIH.
  • Permitir que las mujeres sean quienes tomen sus propias decisiones en el día a día.
  • Aprovechar la experiencia de las mujeres para crear mecanismos de defensa que les permitan presentar sus propias soluciones en cualquier lugar.
  • Identificar las oportunidades de las mujeres para obtener la participación de los interesados y para involucrarse de manera significativa en los procesos de toma de decisiones que más afectan a sus vidas.

#WhatWomenWant continúa fortaleciendo los vínculos con los movimientos que buscan acabar con el matrimonio infantil, detener la violencia sexual, garantizar el derecho al aborto seguro y legal y avanzar en la educación integral sobre sexualidad.

"En una época en la que la financiación de los derechos de la mujer está en declive, la campaña digital #WhatWomenWant ofrece un espacio en el que las feministas jóvenes pueden contribuir e influir en los debates políticos mundiales acerca de la respuesta al VIH", dice Catherine Nyamburra, una joven activista de Kenia. "Proporciona un espacio de difusión para las voces jóvenes feministas a través de diversos canales de participación, así como para el liderazgo de pensamiento feminista en la respuesta al VIH".

Día mundial del sida 2016 - Materiales para la campaña #prevenciónVIH

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La supresión de la carga vírica a prueba

14 Noviembre 2016

Seguir fielmente la terapia antirretrovírica hace que la carga vírica se reduzca hasta niveles indetectables entre las personas que viven con el VIH y disminuye considerablemente el riesgo de transmisión del virus. Se ha demostrado que esta terapia tiene un efecto preventivo en una comunidad cuando una gran proporción de personas que viven con el VIH reciben tratamiento.  Cumplir el objetivo de tratamiento 90-90-90 de ONUSIDA para el año 2020, así como cubrir eficazmente los principales programas de prevención del VIH puede suponer el fin de la epidemia del sida para el año 2030. El objetivo de tratamiento 90-90-90 implica que el 90% de las personas que viven con el VIH conozcan su estado serológico. Entre ellas, se pretende que el 90% tengan acceso al tratamiento y que el 90% de las personas que lo sigan hayan suprimido la carga vírica.

Sin embargo, en 2015 todavía no se había logrado el objetivo 90-90-90. A nivel mundial, 11,9 millones de personas que vivían con el VIH no conocían su estado serológico, 12,7 millones necesitaban tratamiento antirretrovírico y 13 millones de personas que vivían con el VIH no habían suprimido la carga vírica.

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Educación integral sobre sexualidad en Zambia

09 Noviembre 2016

Se estima que en todo el mundo sólo 3 de cada 10 mujeres jóvenes y adolescentes de entre 15 y 24 años tienen un conocimiento correcto y amplio sobre el VIH.

Con un conocimiento insuficiente, los jóvenes están mal preparados para tomar decisiones sanas y seguras sobre su salud sexual. Sin embargo, pese a que el conocimiento constituye una base fundamental, no es suficiente para modificar por sí mismo los patrones de comportamiento ni de reducir el riesgo de infección por el VIH. Se debe combinar dicho conocimiento con las destrezas y actitudes adecuadas, que pueden enseñarse y desarrollarse a través de una educación integral de alta calidad sobre sexualidad.

Esta educación no sólo desempeña un papel importante en la prevención de resultados negativos en la salud sexual y reproductiva, sino que también ofrece una plataforma para tratar las cuestiones de género y los derechos humanos, así como para promover las relaciones infundadas en el respeto y en la no violencia. Sin embargo, la educación sobre sexualidad y el VIH con perspectiva de género y basado en la preparación para la vida solo se incluye en el plan nacional del 15% de los 78 países analizados en el Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo. Este ha sido creado recientemente por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.

Los programas de educación integral sobre sexualidad tendrán mayor probabilidad de contribuir a la reducción de infecciones de transmisión sexual y embarazos no deseados cuando se centran en las relaciones de género y poder que los programas que hacen caso omiso de este vínculo.

Un programa de este tipo con perspectiva de género se ha aplicado en Zambia, que es un signatario del Compromiso Ministerial de 2013 sobre la educación integral sobre sexualidad y servicios de salud sexual y reproductiva para adolescentes y jóvenes en África oriental y meridional.

El plan de acción en Zambia se centra en la pubertad, la prevención del VIH, la igualdad de género, la salud sexual y reproductiva, las relaciones y los derechos humanos. El objetivo es que los adolescentes y jóvenes de Zambia disfruten de una salud sexual y reproductiva más adecuada, así como de mejores resultados con respecto a su salud general.

Zambia cuenta actualmente con la mayor población de jóvenes de toda su historia; el 52,5% de ellos son menores de 18 años. Durante la etapa escolar de los jóvenes, los profesores y expertos en salud sexual tienen una oportunidad única para hacer llegar a los estudiantes información adecuada en materia de educación sanitaria. El inicio de la adolescencia no solo conlleva cambios físicos, sino que también expone a los jóvenes a posibles violaciones de los derechos humanos, en particular en los ámbitos de la sexualidad, el matrimonio y la maternidad.

Harriet Lilanda, estudiante de 13 años de la escuela primaria de Twalumba, en Lusaka (Zambia), considera que un nuevo programa de educación sexual es fundamental para los jóvenes. "No era fácil hablar abiertamente sobre sexualidad, pues los chicos podrían pensar que soy una chica fácil. En casa, los padres también son muy reservados al respecto; creo que la educación que estamos recibiendo en clase ahora me ayudará", afirmó.

Tanto los profesores como los estudiantes en Zambia han acogido con satisfacción la educación integral sobre sexualidad en las escuelas y valoran el impacto que tendrá en la actitud de los jóvenes.

"Tuve la necesidad de involucrarme más en la educación integral sobre sexualidad a raíz de ver cómo nuestra sociedad oculta este tipo de información", declara Agather Shindende, profesora de la escuela primaria de Kabulonga. "Recuerdo que, cuando era pequeña, nos decían que si nos sentábamos al lado de un niño nos quedaríamos embarazadas. No quiero que esta generación tenga que pasar por lo que nosotros pasamos".

Los colegios tienen el potencial necesario para contribuir a un comportamiento individual saludable, así como para impartir mejores normas sociales sobre la igualdad de género y la no violencia, pero esto no podrá llevarse a cabo si al mismo tiempo son escenario de desigualdades de género y violencia. El acceso a un entorno de aprendizaje seguro debe combinarse con la educación sobre la igualdad de género, el comportamiento no violento y la salud sexual y reproductiva universal.

"De todo lo que he aprendido, el género es lo más interesante", afirma Harriet Lilanda. "Me gusta porque nos enseña a ser igualitarios. Los niños y las niñas pueden hacer las mismas cosas: matemáticas, ciencias, economía doméstica y dibujo técnico. He aprendido que debemos respetarnos los unos a los otros y que las tareas del hogar deben realizarlas tanto los niños y como las niñas".

Las diferentes prácticas relacionadas con el género, las normas y los valores influyen en las relaciones, la reproducción y la sexualidad. Las relaciones desiguales de género hacen que sea difícil para las mujeres y las niñas tomar decisiones sobre su sexualidad, además de aumentar su vulnerabilidad a la violencia, al matrimonio precoz y a resultados adversos en lo que respecta a su salud sexual y reproductiva.

Agather Shindende valora los beneficios de la educación integral sobre sexualidad y poco a poco comienza a ver los resultados. "La actitud y el comportamiento de los alumnos con respecto a las normas de género están mejorando lentamente, especialmente entre los niños", afirma. "Antes, los niños nunca querían cursar asignaturas como economía doméstica porque consideraban que era sólo para niñas. Hoy en día, sin embargo, de un total de 45 alumnos, 20 son varones y fueron ellos mismos los que escogieron voluntariamente economía doméstica como una de sus asignaturas optativas. Esto pone de manifiesto que la enseñanza de la educación integral sobre sexualidad desde una edad temprana puede abrir las mentes de nuestros jóvenes. También tenemos muchas niñas que van a clases de arte y diseño, incluyendo el dibujo técnico, que antes eran exclusivamente para niños".

Si las mujeres jóvenes y adolescentes, antes de ser sexualmente activas, tienen acceso a una educación integral sobre sexualidad apropiada para su edad, es más probable que tomen decisiones fundamentadas sobre su sexualidad y que enfoquen sus relaciones con más confianza en sí mismas. Se ha comprobado además que la educación integral sobre sexualidad está vinculada a un mayor uso del preservativo entre las adolescentes, a un incremento en el número de mujeres jóvenes que realizan voluntariamente las pruebas del VIH y a una reducción de embarazos adolescentes. Estos beneficios son particularmente visibles cuando la educación integral sobre sexualidad se suma a servicios sanitarios no relacionados con el centro educativo ofrecidos en un entorno libre de estigma donde los jóvenes se encuentren cómodos.

 

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Capacitar a las mujeres jóvenes y a las niñas

07 Noviembre 2016

Las mujeres jóvenes de entre 15 y 24 años corren un riesgo especialmente alto de contraer la infección por el VIH. En el año 2015, constituían el 20% de los casos nuevos de infección por el VIH registrados entre adultos a nivel mundial, a pesar de representar tan sólo el 11% de la población adulta. En el África subsahariana, el 56% de los casos nuevos de infección por el VIH entre adultos se produjeron en mujeres, siendo el 25% jóvenes. Las desigualdades de género, incluida la violencia de género, incrementan la vulnerabilidad fisiológica de las mujeres y las niñas ante el VIH e impiden que estas tengan acceso a los servicios relacionados con el VIH. A los jóvenes se les niega el acceso a la información, así como la posibilidad de tomar decisiones de forma libre y fundamentada sobre su salud sexual, por lo que la mayoría carecen de los conocimientos necesarios para protegerse a sí mismos frente al VIH. El impacto de estos obstáculos es más fuerte en zonas con una alta prevalencia, especialmente en África oriental y meridional.

Hands up for #HIVprevention — World AIDS Day campaign

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Ampliar el alcance de un nuevo método de prevención del VIH: la PPrE

01 Noviembre 2016

La profilaxis pre-exposición (PPrE) consiste normalmente en una combinación de tenofovir y emtricitabina que se toma diariamente por vía oral en forma de comprimido. Esta es extremadamente eficaz en la prevención de infecciones por el VIH cuando se toma con regularidad.

Se recomienda la profilaxis pre-exposición a las personas que son seronegativas, pero que pertenecen a grupos de población clave con mayor probabilidad de estar expuestos a la infección por el VIH. Las personas que más se pueden beneficiar de la PPrE viven en zonas donde existen altas tasas de VIH sin tratamiento y donde no siempre se utiliza preservativo. Se incluyen a los gays y a otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, a las personas transgénero, a los trabajadores sexuales, a las parejas serodiscordantes en las que uno de los miembros con VIH aún puede transmitir el virus, y a las mujeres jóvenes y niñas en áreas del África subsahariana con las tasas más elevadas de VIH.

Las personas que comiencen el tratamiento de la profilaxis pre-exposición deben ser seronegativas y someterse a las prueba del VIH cada tres meses. Los efectos secundarios de la PPrE suelen ser leves y de corta duración. El riesgo de desarrollar resistencia a la medicación de la PPrE es extremadamente bajo, siempre y cuando se confirme que la persona es seronegativa al comenzar el tratamiento.

En los últimos dos años, la administración de la PPrE se ha incrementado exponencialmente. Se calcula que en octubre de 2016, alrededor de 100 000 personas seguían la PPrE en más de 30 países, la mayoría de ellas en los Estados Unidos de América. El objetivo de ONUSIDA es que para el año 2020 este tratamiento cuente con tres millones de usuarios en todo el mundo.

En la actualidad existen programas nacionales de la PPrE vigentes en Australia, Francia, Kenya, Noruega, Sudáfrica y los Estados Unidos de América. Botswana está tratando de establecer una regulación y está creando un plan de ejecución, mientras que Tailandia y Zimbabwe, entre otros, están elaborando guías sobre la implantación de la PPrE. Además, más de 20 proyectos en todo el mundo están explorando el uso de este tratamiento.

Sin embargo, incluso donde ya existe un programa a nivel nacional, la administración de la PPrE es desigual y la población que más se beneficiaría del tratamiento no siempre tiene acceso a él. Muchos activistas por la respuesta al VIH continúan criticando esta desigualdad. "La PPrE es de gran alcance y tiene que llegar a los más desfavorecidos", afirmó Nöel Gordon, miembro de la organización Human Rights Campaign.

La PPrE se suma al paquete de opciones de prevención eficaces ya disponible. La PPrE debe utilizarse junto con otros métodos de prevención, como los preservativos masculinos y femeninos, la circuncisión voluntaria médica masculina y la terapia antirretrovírica para todas las personas que viven con el VIH. Cuando la terapia antirretrovírica es eficaz en una persona que vive con el VIH, el virus se vuelve indetectable en la sangre de la persona y el riesgo de transmitir el virus a la pareja se aproxima a cero. No existe ningún método de prevención del VIH que asegure un 100% de protección, y la PPrE no impide el contagio de otras enfermedades de transmisión sexual ni previene embarazos no deseados. Los preservativos siguen siendo la herramienta de prevención del VIH más asequible y con mayor disponibilidad y, por ello, siempre se deben ofrecer junto con la PPrE.

Las ventajas de elegir la PPrE pueden ser tanto psicológicas como físicas, y el uso de la PPrE puede contrarrestar la ansiedad y el aislamiento que padecen algunas personas que consideran que no son capaces de controlar su riesgo de exposición al VIH. La PPrE puede ofrecer una mayor autonomía a la hora de tomar decisiones de carácter sexual, a lo que también puede añadirse una reducción del riesgo. La PPrE puede ayudar a mejorar la comunicación y la intimidad en la pareja, a reducir el miedo a la violencia dentro de la pareja, a mejorar la autoestima y a lograr un mayor compromiso en todos los aspectos relacionados con la salud sexual.

Ofrecer la PPrE puede animar a más personas en riesgo sustancial de VIH a acudir a clínicas de VIH, a someterse a la prueba del VIH y a tener acceso a la PPrE o a un tratamiento, en función del resultado de la prueba. En cualquiera de los casos, el resultado es beneficioso tanto para el individuo, como para la prevención del VIH.

La PPrE ofrece una herramienta más que podemos utilizar para adaptar mejor el paquete de prevención a las necesidades personales de cada individuo, que pueden variar con el tiempo. La PPrE no es para todos y no es para siempre. La rutina de seguimiento de la PPrE consta de una revisión periódica de la salud sexual en general que incluye el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades de transmisión sexual y la discusión de estrategias apropiadas para la prevención combinada del VIH y la contracepción, según el caso.

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La PPrE en Sudáfrica

04 Noviembre 2016

Muchas personas que pertenecen a grupos de población clave con mayor probabilidad de contraer la infección por el VIH solicitan el tratamiento de la PPrE, pero este aún no está disponible en numerosas áreas. En aquellos lugares en los que la PPrE no está disponible por medio de programas debidamente estructurados, la población intenta en ocasiones obtener el tratamiento mediante vías no oficiales. Automedicarse con la PPrE tendría como resultado un seguimiento inadecuado sin vinculación con los servicios sanitarios y un aumento del riesgo de utilizar productos de calidad inferior, así como de adquirir resistencia al medicamento y reducir el efecto del tratamiento.

Sudáfrica ha asumido estos retos y constituye el primer país de África en aprobar el uso de medicamentos antirretrovíricos para la prevención. El país ha tenido acceso a un suministro genérico de la PPrE, lo que reduce el precio de los medicamentos. Además, su entrega se integra en otros servicios.

 

El modelo de la PPrE sudafricano se basa tanto en derechos como en necesidades, y está destinado principalmente a los trabajadores sexuales, que presentan las mayores tasas de prevalencia del VIH en Sudáfrica y se enfrentan a altos niveles de estigma y discriminación. En colaboración con trabajadores sexuales, se han creado servicios de fácil acceso para el usuario. No obstante, la decisión de seguir el tratamiento de la PrEP continúa siendo una opción personal, libre de coerción.

 

Añadir el tratamiento de la PPrE al resto de servicios de prevención combinada es viable a nivel económico pese a los costes de distribución, ya que se espera que estos se vean cubiertos gracias a los ahorros procedentes de evitar nuevas infecciones por el VIH y a los beneficios derivados del mayor contacto entre los programas de salud sexual y los grupos de población clave con mayor probabilidad de contraer la infección por el VIH.

Con frecuencia me preguntan: "¿Cómo puede permitirse poner en práctica nuevas intervenciones?", y yo siempre respondo: "¿Cómo podemos permitirnos no hacerlo?" "Una vez que respondan a esta cuestión, sabrán lo que hay que hacer", comenta Aaron Motsoaledi, ministro de salud de Sudáfrica.

 

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Los países asiáticos empiezan a introducir la PrEP

02 Noviembre 2016

La Clínica Anónima de la Cruz Roja Tailandesa (TRCAC) se encuentra a espaldas de una bulliciosa calle de Bangkok (Tailandia). Es un lugar familiar para Jonas Bagas, que visita el frondoso recinto porque toma la profilaxis previa a la exposición (PrEP) como parte de un proyecto dirigido por la clínica.

La PrEP es el uso del antirretrovírico en forma de una pastilla diaria para evitar que la gente contraiga el VIH. Se ha demostrado que es muy eficaz en la prevención de la transmisión del VIH entre las personas con un alto riesgo de infección.

"Una razón por la que empecé es porque tenía una pareja sexual seropositiva", explica el Sr. Bagas, que es de Filipinas, pero vive en Bangkok por su trabajo con el Consejo de Organizaciones de Servicio sobre el Sida de Asia y el Pacífico.

La TRCAC comenzó su proyecto de PrEP a finales de 2014. A los usuarios se les cobra 1 dólar al día por el suministro de pastillas, junto con el asesoramiento y las evaluaciones de salud recomendadas. La PrEP es solo para las personas seronegativas, por lo que los usuarios se someten a una prueba inicial del VIH y un chequeo de otras infecciones de transmisión sexual, así como a pruebas adicionales para medir cómo funcionan el hígado y los riñones. Después del primer mes, los usuarios repiten la evaluación y después vuelven a realizarse las pruebas cada tres meses.

Los efectos secundarios más habituales de la PrEP son náuseas, dolor de cabeza y pérdida de peso el primer mes, pero durante los ensayos no se ha observado ninguna toxicidad grave. "A mí me entran unas enormes ganas de dormir después de tomar la PrEP, pero puesto que me la tomo por la noche, no supone una gran desventaja.

Aunque el cumplimiento terapéutico y la realización regular de las pruebas del VIH suponen problemas para aumentar el uso de la PrEP, los investigadores la describen como un avance en la prevención del VIH. El uso habitual del preservativo sigue siendo escaso en Asia. En la mayoría de las grandes ciudades menos de la mitad de los hombres homosexuales y otros hombres que tienen relaciones con hombres utiliza los preservativos habitualmente, lo que es una cifra demasiado baja como para que repercuta en la detención de la epidemia de sida. ONUSIDA y la Organización Mundial de la Salud recomiendan la PrEP como una opción de prevención adicional para las personas con un riesgo importante de exposición al VIH y que están dispuestas a realizarse las pruebas del VIH con regularidad.

"Hemos esperado bastante tiempo para tener un método de prevención del VIH que se pueda usar en la intimidad y sin ansiedad. La PrEP es la respuesta", dijo Nittaya Phanuphak, directora del departamento de Prevención del Centro de Investigación del Sida de la Cruz Roja Tailandesa.

La PrEP no evita otras infecciones de transmisión sexual y no es un método anticonceptivo, por lo que los expertos sanitarios afirman que es mejor integrarla con otros servicios de salud sexual y reproductiva, incluido el suministro de preservativos.

Las encuestas hechas a posible usuarios de Asia revelan que aun existe una escasa concienciación de la PrEP como método de prevención. "Espero que pronto se pueda acceder a la PrEP en Filipinas", dijo el Sr. Bagas.

De hecho, la organización no gubernamental, LoveYourself, arranca en noviembre un proyecto piloto sobre la PrEP, que incluye chequeos regulares, la reducción de riesgos y el asesoramiento para el cumplimiento, en sus dos clínicas de Manila (Filipinas). "Integraremos la educación sobre la PrEP en el proceso de detección del VIH. Así, todos aquellos que se realicen las pruebas del VIH en nuestras clínicas, entre 60 y 100 personas al día, recibirán información sobre la PrEP", declaró Chris Lagman, director de Aprendizaje y Desarrollo de LoveYourself. 

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Profilaxis pre-exposición (PrEP)

31 Octubre 2016

La profilaxis pre-exposición (PrEP) es el último esfuerzo destinado a ampliar las opciones de prevención combinada del VIH en grupos de población clave. Tanto el número de aplicaciones de la PrEP como su repercusión están aumentando a nivel mundial; sin embargo, su alcance y cobertura fuera de los Estados Unidos de América aún son limitados. Se calcula que en octubre de 2016 se comenzó a administrar la PrEP a unas 100 000 personas, la mayoría de ellas en los Estados Unidos de América. Un número significativo de usuarios, pero imposible de cuantificar, tiene acceso a la PrEP a través de medios menos regulados, como Internet. La rápida puesta en marcha de programas regulados por el gobierno facilitará la monitorización y evaluación del empleo de la PrEP, así como su impacto en la epidemia. Hará falta un gran esfuerzo adicional para alcanzar, mediante la PrEP, el nuevo objetivo mundial de reducir a tres millones el número de personas en riesgo sustancial de contraer el VIH para el año 2020.

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