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Poner fin al sida para 2030 exige invertir en la reducción del daño para las personas que se inyectan drogas
10 Octubre 2016
10 Octubre 2016 10 Octubre 2016Para poner fin a la epidemia de sida para 2030, la respuesta mundial al VIH no debe olvidarse de nadie, ni siquiera de las personas que se inyectan drogas. Requiere unas políticas sobre drogas y unos servicios de prevención, tratamiento, atención y ayuda relacionados con el VIH que se ajusten tanto los derechos humanos como a las necesidades sanitarias de las personas que se inyectan drogas.
Las estimaciones muestran que en todo el mundo hay aproximadamente 12 millones de personas que se inyectan drogas, 1,6 millones (14 %) de las cuales viven con el VIH y 6 millones (50 %) con hepatitis C. La prevalencia del VIH entre las mujeres que se inyectan drogas con frecuencia es superior a la de sus iguales masculinos. ONUSIDA calcula que 140 000 personas que se inyectan drogas se infectaron por el VIH en 2014 en todo el mundo y que no ha habido un descenso en la cifra anual de nuevas infecciones por el VIH entre las personas que se inyectan drogas entre 2010 y 2014.
El informe de ONUSIDA Do no harm: health, human rights and people who use drugs (No hacer daño: salud, derechos humanos y personas que consumen drogas) muestra que tener leyes y políticas que no perjudiquen a las personas que consumen drogas y aumentar las inversiones en programas y servicios de reducción del daño se traduce en un descenso de las nuevas infecciones por el VIH y una mejora de los resultados en materia de salud y ofrece unos beneficios sociales más amplios.
La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y ONUSIDA recomiendan utilizar estos programas y servicios como un paquete integral, como se señala en las directrices consolidadas de la OMS sobre prevención, diagnóstico, tratamiento y atención en materia del VIH para las poblaciones clave.
La reducción del daño funciona
Los datos son abrumadores: la reducción del daño funciona. La terapia de sustitución de opiáceos se ha asociado a una reducción del 54 % en el riesgo de infección por el VIH entre las personas que se inyectan drogas y se ha demostrado que reduce el riesgo de infección por hepatitis C, aumenta el cumplimiento del tratamiento antirretrovírico contra el VIH, disminuye los gastos sanitarios adicionales y reduce el riesgo de sobredosis con opiáceos en casi un 90 %.
En Australia, 10 años de programas de agujas y jeringas han reducido el número de casos de VIH en hasta un 70 % y disminuido la cifra de casos de hepatitis C en hasta un 43 %.
Los datos también son claros acerca de que las leyes y las políticas que dificultan el acceso a los servicios sanitarios a las personas que usan drogas no funcionan. Por ejemplo, la vigilancia policial de los centros de asistencia sanitaria y los servicios de reducción del daño disuaden a las personas que se inyectan drogas de acceder a ellos.
"Acelerar la respuesta al sida exige el fomento de los derechos de las personas que usan drogas de acceder a servicios de reducción del daño contra el VIH fundamentados en pruebas y de gran calidad y la eliminación de los obstáculos para acceder a estos servicios", afirma Aldo Lale-Demoz, director ejecutivo adjunto de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.
Contar con leyes que ofrezcan alternativas a la persecución y el encarcelamiento por el consumo y la posesión de drogas para el uso personal reduce los efectos dañinos en la salud asociados al consumo de drogas y no se traduce en un aumento de este consumo.
Los programas de reducción del daño dirigidos por la comunidad pueden llegar a las personas que se inyectan drogas con el intercambio de agujas y jeringas y otros servicios y ponerlas en contacto con los servicios de pruebas de detección, tratamiento y atención para las personas que viven con el VIH. En Pakistán, por ejemplo, el Nai Zindagi Trust, un programa de divulgación dirigido por iguales, funciona desde hace 25 años y llega a unas 13 000 personas que viven en la calle y se inyectan drogas gracias a más de 600 educadores entre iguales cualificados.
El problema de la inversión
A pesar de la gran cantidad de datos, sin embargo, solo 80 de los 158 países en los que se ha documentado el consumo de drogas tienen al menos un centro que ofrezca terapia de sustitución de opiáceos y solo 43 países cuentan con programas en las cárceles. Los programas de agujas y jeringas únicamente existen en 90 países y solo 12 países suministran el umbral recomendado de 200 agujas estériles por persona que se inyecta drogas al año.
La combinación de la falta de disponibilidad de servicios de reducción del daño y una cobertura insuficiente, si es que existe, pone en riesgo el avance de la respuesta al VIH. También niega los servicios sanitarios que salvan vidas a millones de personas que se inyectan drogas.
"Cuando se trata de personas que usan drogas, los datos son necesarios, pero insuficientes, para catalizar los compromisos necesarios de gobiernos y donantes. La reducción del daño es una tecnología de prevención del VIH que claramente funciona, que las personas necesitadas desean y que cuesta poco. La desinversión no tiene sentido ni moral ni científico", afirma Daniel Wolfe, de la Open Society Foundations.
Las inversiones actuales en servicios de reducción del daño son insuficientes. Y el mantenimiento del nivel actual no basta para poner fin a la epidemia de sida para 2030 y satisfacer los compromisos adquiridos en la Declaración Política para Poner Fin al Sida 2016. La mayoría de las personas que se inyectan drogas viven en países de ingresos medios y altos, aunque las actuales políticas de donación desvían la ayuda internacional fuera de los países de ingresos medios, lo que pone en peligro la continuación de los servicios existentes y crea el riesgo de reversión de los éxitos logrados hasta la fecha.
Se espera que los gobiernos de los países afectados, la reposición exitosa del Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria, y las nuevas iniciativas, como el Fondo de Inversión para Poblaciones Clave, contribuyan de forma importante al aumento de los programas fundamentados en datos para las personas que se inyectan drogas.
"Las personas que se inyectan drogas se encuentran entre aquellas que la respuesta mundial al VIH ha dejado más olvidadas", dice Mauro Guarinieri, del Fondo Mundial. "Debemos reconocer que el grado de criminalización, discriminación y violencia al que se enfrentan las personas que consumen drogas solo puede dar como resultado el aumento de las conductas de riesgo que les excluyen de los sistemas de ayuda social y sanitaria que necesitan. Debemos avanzar hacia el tratamiento universal para todas las personas, incluidas las que consumen drogas, como seres humanos que son".
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Descentralización de los servicios de detección del VIH para aumentar el acceso de las personas que se inyectan drogas en Viet Nam
12 Octubre 2016
12 Octubre 2016 12 Octubre 2016En Viet Nam, la Autoridad para el Control del VIH/Sida y el Ministerio de Sanidad crearon un programa piloto de divulgación de los servicios de detección del VIH para aumentar su uso entre las personas que se inyectan drogas y sus parejas. Dos veces al mes se ofrecían las pruebas del VIH en pueblos donde había grandes comunidades de personas que se inyectan drogas.
El equipo de divulgación incluía a dos profesionales del sistema sanitario, un trabajador sanitario del pueblo y un educador entre iguales. Se invitaba a las personas que se inyectan drogas y sus parejas a un lugar adecuado y se les ofrecía asesoramiento sobre el VIH y la realización de las pruebas rápidas de detección del VIH. Las muestras que daban resultados positivos se sometían a las pruebas de confirmación y a los clientes con un diagnóstico confirmado de VIH se les ofrecía asesoramiento y se les ponía en contacto con un hospital para que recibieran tratamiento y atención.
De septiembre de 2014 a enero de 2015, al 8,9 % de las personas a las que se realizó las pruebas se les diagnosticó el VIH. Aproximadamente cuatro veces más que el porcentaje observado en los centros de salud primaria de los diferentes barrios. Los resultados de este programa piloto sugieren que la prestación de servicios de detección del VIH en la comunidad es un método factible y eficiente de aumentar el conocimiento del estado serológico entre las personas que se inyectan drogas y sus parejas, así como en otras poblaciones clave. Los educadores entre iguales y los trabajadores sanitarios de los pueblos fueron fundamentales para llegar a la población objetivo. Este modelo servirá para conformar el desarrollo de unas directrices nacionales sobre las pruebas del VIH de base comunitaria. Fuente: http://who.int/hiv/pub/guidelines/hiv-testing-services/en/.
Para obtener más información sobre la reducción del año, visite la página sobre reducción del daño de la Organización Mundial de la Salud en http://who.int/hiv/topics/idu/es/ .
Resources
Consolidated guidelines on HIV testing services
Do no harm - Health, human rights and people who use drugs
Consolidated guidelines on HIV prevention, diagnosis, treatment and care for key populations
Guidance on prevention of viral hepatitis B and C among people who inject drugs
Harm Reduction International “Global State of Harm Reduction”
Region/country


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Reducción del daño
10 Octubre 2016
10 Octubre 2016 10 Octubre 2016Las personas que se inyectan drogas se encuentran entre las poblaciones clave con un mayor riesgo de contraer o transmitir el VIH. Y además están también entre los grupos con un menor acceso a los servicios de prevención, asistencia y tratamiento contra el VIH, porque con frecuencia el consumo de drogas está estigmatizado y penalizado.
Las herramientas y estrategias necesarias para mejorar la salud y la vida de las personas que consumen drogas son bien conocidas y están fácilmente disponibles. Los programas de agujas y jeringas reducen la transmisión del VIH, la hepatitis C y otros virus de transmisión hemática. La terapia de sustitución de opiáceos y otras formas de tratamiento de la drogodependencia fundamentadas en las pruebas frenan el consumo de drogas, reducen la vulnerabilidad a las enfermedades infecciosas y mejoran el uso de los servicios sanitarios y sociales.
La abrumadora cantidad de datos sobre la eficacia de la reducción del daño, incluso en cárceles y otros entornos de reclusión, es la base de un exhaustivo conjunto de intervenciones recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) y el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) para evitar la transmisión del VIH y reducir otros daños asociados al consumo de drogas. A pesar de ello, pocos países han alcanzado una cobertura suficiente de los servicios de reducción del daño.
Hands up for #HIVprevention





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Hablando claro: sacar los preservativos a la luz
05 Octubre 2016
05 Octubre 2016 05 Octubre 2016"Quiero triunfar en el mundo empresarial " dice Millicent, de 19 años, a la que todos llaman Milly. Esta estudiante de marketing de la Universidad de Botswana rezuma sofisticación y confianza en sí misma.
Pero Milly no ha estado siempre tan segura de tomar las decisiones adecuadas. No siempre se ha sentido capaz de protegerse de las infecciones de transmisión sexual, incluido el VIH, ni de un embarazo no deseado. Le avergonzaba que la vieran como una persona sexualmente activa y no se sentía cómoda recibiendo los preservativos gratuitos en un centro sanitario del gobierno. Y su novio, Peter, se sentía cohibido al comprar preservativos en la farmacia, por lo que no siempre tenían relaciones sexuales con protección.
Milly dice que la gente suele vincular el uso del preservativo con la promiscuidad. "Existe un estereotipo sobre los adolescentes que utilizan preservativos", explica. "Se dice que los preservativos son para adultos. La gente no quiere hablar de ellos". En la clínica "no podías simplemente entrar y tomar uno", explica. "Te criticaban por ser joven y querer preservativos".
Los padres de Milly solo le ofrecieron una información muy general sobre la prevención del VIH, incluso a pesar de que su padre es médico. Las normas culturales de Botswana impiden que padres e hijos hablen abiertamente sobre sexo; se presupone que si los adolescentes conocen los preservativos, "querrán experimentar", dice Milly. Ella y Peter leyeron un poco sobre los preservativos, pero aun no sabían bien cómo utilizarlos. "Sabíamos que nos estábamos arriesgando", declara.
Milly y Peter pertenecen al grupo de edad, el de entre 15 y 24 años, con mayor riesgo de infección por el VIH y ONUSIDA informa de que las mujeres de entre 15 y 24 años tienen el doble de probabilidades que los hombres de vivir con el VIH. Kabo Ngombe, del Ministerio de Sanidad de Bostwana, afirma que la reticencia a hablar de los preservativos es uno de los motivos por el que los jóvenes no los utilizan más. "Muchas personas conocen el VIH y los métodos de prevención, pero no cambian su comportamiento", declara. "Los jóvenes carecen de modelos que imitar. Sus padres no les hablan del VIH. Prefieren aprender de otros jóvenes".
Esto es lo que le pasó a Milly. Un día vio un camión de colores brillantes avanzando lentamente por la calle con la palabra CONDOMIZE! pintada en un lateral y rodeado por una animada multitud de jóvenes. De pie sobre la plataforma del camión había otros jóvenes, todos con camisetas blancas con las palabras "Love Smart! Play Safe! CONDOMIZE!” escritas sobre el pecho en letras rosa chillón. También llevaban cascos rosas en la cabeza. Sonaba música rock mientras invitaban cálidamente a los transeúntes a subir e informarse sobre los informativos.
"Ese camión arrastraba a toda una muchedumbre", dice Milly. "Yo quería saber quiénes eran y qué hacían en nuestra comunidad. ¡Resultó que estaban educando a los jóvenes sobre cómo utilizar los preservativos! ¡Y que eran jóvenes como yo! Como adolescente, quiero que otros adolescentes me den información, no que alguien me critique. Fue genial!"
Hasta la fecha, este camión y otro más pequeño han recorrido 2000 kilómetros por todo Botswana. Son una importante atracción de la campaña nacional CONDOMIZE!, iniciada en junio de 2014 por el Fondo de Población de las Naciones Unidas para la Población y el Proyecto Condom para llamar la atención sobre los preservativos de un modo amigable, cordial y divertido que atrae a jóvenes como Milly. Los jóvenes del camión eran algunos de los 35 voluntarios locales formados para educar a sus iguales acerca de los preservativos. Botswana es uno de los seis países africanos en los que se desarrollan las campañas CONDOMIZE! desde 2011.
El camión aparcó en un parque donde se había instalado una mesa con brillantes expositores de preservativos y la muchedumbre siguió agolpándose. El equipo CONDOMIZE! repartió cajas llenas de preservativos de colores y paquetes de lubricantes de base acuosa y animaba a todos a servirse. "Fue increíble", dice Milly. "No sabía que existían preservativos de colores". Los preservativos que vio ese día eran de muchas variedades y colores, de diferentes colores y texturas (estriados, punteados, etc.), diferentes grosores y atrayentes aromas (plátano, fresa, chocolate) y con un atractivo envase. Por contra, los preservativos gratuitos del gobierno son de una sola talla, forma y color: naranja. Se consideran inferiores porque no son de marca y la gente dice que huelen mal y se rompen con facilidad.
Pero los nuevos preservativos se repartieron como rosquillas. "Yo cogí un montón", dice Milly con una risilla. "¡Fue tan divertido!" Todo el mundo estaba muy sorprendido, muy impresionado y muy contento de que esa campaña les informara y les diera preservativos gratuitos"".
En la actualidad, Milly y Peter utilizan preservativos de manera habitual y correcta, incluido el preservativo femenino, que era nuevo para ellos. Disfrutan de una gran variedad de texturas, colores y aromas, así como de los lubricantes, que no conocían antes. Milly se ha cruzado con otros eventos CONDOMIZE! desde entonces y cuenta con un buen suministro de preservativos.


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Preservativos
03 Octubre 2016
03 Octubre 2016 03 Octubre 2016Los preservativos constituyen el centro del enfoque de prevención del VIH combinado; también son unas herramientas rentables para prevenir otras infecciones de transmisión sexual y embarazos no deseados. Se calcula que mediante el uso del preservativo se han evitado 45 millones de infecciones por el VIH desde 1991 en todo el mundo. Alcanzar el objetivo mundial de preservativos para 2020 evitaría 3,4 millones de nuevas infecciones. El coste por infección que se evitaría sería de aproximadamente 450 dólares, muy por debajo del coste de administrar un tratamiento antirretrovírico durante toda la vida.
CARENCIAS EN PREVENCIÓN
- Estancamiento de los fondos nacionales e internacionales para la adquisición de preservativos
- Un déficit anual de más de 3000 millones de preservativos masculinos en el África subsahariana.
- Un uso irregular en muchas de las poblaciones y lugares más necesitados, incluso con problemas para que las mujeres negocien el uso del preservativo.
- Disponibilidad insuficiente de lubricantes y preservativos femeninos.
QUÉ DEBE HACERSE
- Aumentar los recursos para el abastecimiento, la distribución y la promoción de los preservativos.
- Facilitar preservativos masculinos y femeninos en paquetes de prevención combinada.
- Diversificar los productos relacionados con los preservativos, incluida la provisión de preservativos femeninos junto con los preservativos masculinos y los lubricantes.
- Desarrollar nuevos enfoques para aumentar el uso y mejorar la percepción positiva del preservativo entre las diversas poblaciones necesitadas.
- Implicar a las comunidades en la provisión de preservativos y utilizar mecanismos innovadores de prestación de servicios.
Se estima que en 2015 unos 1,9 millones de adultos (mayores de 15 años) se infectaron por el VIH, la amplia mayoría por transmisión sexual, y que unos 357 millones de personas contrajeron clamidia, gonorrea, sífilis o tricomoniasis. Cada año, más de 200 millones de mujeres presentan carencias en materia de anticoncepción, lo que conduce aproximadamente a 80 millones de embarazos no deseados. Los preservativos previenen de manera efectiva todas estas situaciones. Los buenos programas de distribución y promoción del preservativo forman una parte esencial de los ambiciosos objetivos mundiales para proporcionar acceso a unos servicios de prevención integrales para el 90 % de las personas en riesgo de infección por el VIH y para reducir las infecciones por el VIH a menos de 500 000 en todo el mundo. En reconocimiento de este hecho, los países acordaron en la Declaración Política sobre VIH y sida de 2016 el aumento de la disponibilidad anual de preservativos a 20 000 millones para 2020. Esto incluye aproximadamente 7000 millones de preservativos para el África subsahariana al año y entre 30 y 50 preservativos al año por varón en los países con alta prevalencia.


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NYC Condom llega a las poblaciones clave con una distribución selectiva, acciones de marketing y una aplicación móvil
03 Octubre 2016
03 Octubre 2016 03 Octubre 2016La ciudad de Nueva York fue la primera del mundo en tener su propia marca municipal de preservativos y en la actualidad cuenta con el mayor programa de distribución gratuita de preservativos de los Estados Unidos de América. Incluso en esta ciudad cosmopolita y con altos ingresos, la distribución gratuita de preservativos sirve para prevenir el VIH, otras infecciones de transmisión sexual y embarazos no deseados entre las poblaciones clave. La distribución gratuita de preservativos se incluye como una estrategia de prevención rentable y que ahorra costes dentro del Plan de acción 2015 para poner fin a la epidemia de sida en el estado de Nueva York para 2020.
Nuevos casos de VIH diagnosticados en la ciudad de Nueva York, 2012-2014
Fuente: Departamento de Sanidad de la ciudad de Nueva York
El programa de preservativos gratuitos de Nueva York comenzó en 1971, con la distribución gratuita de preservativos en todos los centros sanitarios de la ciudad para las infecciones de transmisión sexual. En 2007, el Departamento de Sanidad presentó el programa NYC Condom. Desde entonces, cada Día Nacional de Concienciación sobre el Preservativo (que se celebra el día de San Valentín) se modifica la apariencia del envase del NYC Condom o se añade una nueva capa de marketing social al programa.
El Departamento de Sanidad suministra preservativos masculinos y femeninos y lubricante de forma gratuita a cualquier organización o empresa de la ciudad de Nueva York que desee distribuirlos. En 2011 el Departamento de Sanidad creó el NYC Condom Finder, una aplicación para móviles que utiliza el GPS para ayudar a los usuarios a encontrar puntos de venta de preservativos en toda la ciudad; decenas de miles de personas se han descargado esta aplicación.
El New York City’s Condom Availability Program (NYCAP) cuenta con más de 3500 socios de distribución de preservativos y en 2014 distribuyó más de 37,1 millones de preservativos masculinos y casi 1,2 millones de preservativos femeninos en los cinco distritos. Estos socios centran la distribución en los barrios con las mayores tasas de VIH de la ciudad y en los puntos que atienden a las personas que viven con el VIH y a las poblaciones clave, como hombres homosexuales y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres.
El programa permite aumentar la concienciación, disponibilidad y accesibilidad de los preservativos a los residentes de la ciudad de Nueva York manteniendo una sólida presencia en la comunidad. En 2014, NYCAP participó en más de 105 eventos comunitarios, realizó 825 presentaciones en los centros sanitarios del Departamento de Sanidad para las infecciones de transmisión sexual y participó en los actos oficiales y no oficiales del Día del Orgullo Gay, llegando a más de 53 500 personas.
La concienciación y el acceso a los NYC Condoms son altos entre las poblaciones clave. Más del 75 % de las personas encuestas en los actos del Día del Orgullo Gay y en un desfile del Día Afroamericano había visto u oído hablar de los NYC Condoms y los había conseguido.
En los centros del Departamento de Sanidad de tratamiento de las infecciones de transmisión sexual, el 86 % de las personas encuestas conocía los NYC Condoms y el 76 % los había conseguido. El uso del preservativo también era elevado e iba del 69 % al 81 % entre las personas que recibieron los NYC Condoms.
Desde el lanzamiento del NYC Condom, se han distribuido más de 300 millones de preservativos NYC Condoms. La tendencia en los nuevos casos de infección por el VIH de transmisión heterosexual se ha invertido, con una reducción del 52 % entre 2007 y 2014.


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Incluir los preservativos en la respuesta acelerada como un método de prevención del VIH eficaz y rentable
03 Octubre 2016
03 Octubre 2016 03 Octubre 2016El Informe sobre las carencias en materia de prevención de ONUSIDA muestra que los esfuerzos de prevención del VIH deben reforzarse si el mundo desea mantener la acción acelerada para poner fin a la epidemia de sida para 2030. Para lograr este objetivo de reducción acelerada del número de nuevas infecciones por el VIH a menos de 500 000 para 2020, se necesitan un mayor compromiso político y un aumento de la inversión en prevención del VIH, incluido el fomento del preservativo.
En 2015, se estima que 1,9 millones [1,7 millones - 2,2 millones] de adultos de 15 años o más se infectaron por el VIH, la amplia mayoría mediante transmisión sexual, y unos 500 millones de personas contrajeron clamidia, gonorrea, sífilis o tricomoniasis. Cada año, más de 200 millones de mujeres presentan necesidades no cubiertas en materia de anticoncepción, lo que conduce a 80 millones de embarazos no deseados. Los preservativos previenen de manera eficaz todas estos problemas.
Los preservativos masculinos y femeninos son muy eficaces y la herramienta de prevención más ampliamente disponible, incluso en contextos de bajos ingresos, para personas en riesgo de infección por el VIH, otras infecciones de transmisión sexual y embarazos no deseados. Los preservativos son baratos, rentables y fáciles de almacenar y transportar, su uso no requiere la ayuda de personal médico o sanitario y cualquier persona sexualmente activa puede utilizarlos. Un reciente análisis de modelos globales estimó que los preservativos habían evitado hasta 45 millones de nuevas infecciones por el VIH desde el inicio de la epidemia del VIH. Para muchos jóvenes de todo el mundo, los preservativos siguen siendo la única opción realista para protegerse.
El fomento de un uso constante de los preservativos es un componente esencial de la prevención combinada del VIH. La utilización de preservativos complementa al resto de métodos de prevención del VIH, incluso a la reducción del número de parejas sexuales, la circuncisión médica masculina voluntaria, la profilaxis previa a la exposición (PrEP) y el tratamiento como prevención para parejas serodiscordantes.
A pesar del aumento del uso de los preservativos durante las últimas dos décadas, los estudios muestran que el uso de preservativos notificado durante el encuentro sexual más reciente de una persona con una pareja no habitual iba desde el 80 % en algunos países hasta menos del 30 % en otros. Hay una necesidad urgente de que los países refuercen la demanda y el suministro de preservativos y lubricantes de base acuosa. En la Declaración política para poner fin al sida 2016 los países acordaron aumentar la disponibilidad habitual de preservativos en países de ingresos bajos y medios hasta los 20 000 millones para 2020.
Muchos países aun no han fijado unos objetivos ambiciosos de distribución y uso de los preservativos y la previsión de los programas es insuficiente, con carencias en la creación de demanda y suministro. Pocos programas de preservativos abordan de manera adecuada los obstáculos que dificultan el acceso y el uso de los preservativos por parte de los jóvenes, en concreto las adolescentes y las jóvenes, los hombres homosexuales y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y profesionales del sexo. En muchos países, los preservativos no son fáciles de conseguir para los jóvenes en los colegios ni en el exterior de las instalaciones sanitarias. En algunos contextos, los profesionales del sexo tienen sexo sin protección con sus clientes, ya que llevar preservativos está penalizado y la policía lo utiliza como prueba para hostigar o demostrar la participación en el comercio sexual. Algunos programas solo ofrecen un puñado de preservativos a cada profesional del sexo en cada visita, por lo que tienen muchos más clientes que preservativos. Existe además un acceso insuficiente a los lubricantes, menos del 25 % de los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres en 165 países tiene un fácil acceso a lubricantes gratuitos y muchos profesionales sexuales además, desean acceder a ellos, pero no pueden. La mayoría de países no tiene previsto distribuir lubricantes en sus planes estratégicos nacionales ni en los programas de preservativos.
En los últimos años se ha estancado la financiación internacional para la compra de preservativos en el África subsahariana y la financiación nacional no ha aumentado lo suficiente. La financiación para la distribución y el fomento del uso de preservativos incluso ha disminuido. En 2015, había una carencia estimada de más de 3000 millones de preservativos en el África subsahariana, mientras que existía una necesidad total de 6000 millones.
Para tener éxito, los programas integrales en materia de preservativos deben abordar elementos como el liderazgo y la coordinación, el suministro y la seguridad de productos básicos, la demanda, el acceso y el fomento de la utilización y el apoyo técnico y logístico. Es fundamental que los gobiernos creen un entorno propicio entre los responsables de las políticas y los proveedores de servicio, de manera que los usuarios sean conscientes de sus riesgos, se sientan libres para demandar y acceder a los preservativos masculinos y femeninos de manera correcta y sistemática. Los jóvenes y las poblaciones clave son fuertes aliados en el fomento del acceso a los preservativos. En la última Conferencia Internacional sobre el Sida celebrada en Durban (Sudáfrica), por ejemplo, la juventud sudafricana se manifestó por el acceso a los preservativos y otros servicios sobre salud sexual y reproductiva y productos sanitarios básicos, como compresas.
El fomento eficaz del preservativo debe adaptarse a las personas con un mayor riesgo de infectarse por el VIH u otras infecciones de transmisión sexual o de tener un embarazo no deseado, como jóvenes, profesionales del sexo y sus clientes, usuarios de drogas inyectables y hombres que tienen relaciones sexuales con hombres. Muchas jóvenes y niñas, especialmente las que mantienen relaciones largas, y las profesionales del sexo, no tienen el poder de negociar el uso del preservativo, ya que muchos hombres se resisten a utilizarlo. Los preservativos también se deben distribuir en las cárceles y otros entornos de reclusión y en situaciones de crisis humanitaria.
También debe haber un mayor aprovechamiento de las redes sociales, los medios sociales de comunicación y las nuevas tecnologías para fomentar el uso del preservativo y una mejora de la sensibilización. La campaña CONDOMIZE! de la UNFPA para acabar con el estigma y fomentar el uso del preservativo se está implantando en nueve países, bajo la dirección de los gobiernos nacionales, con dos lanzamientos adicionales previstos en 2016. La campaña implica activamente a jóvenes como embajadores, blogueros y educadores entre iguales. En los Estados Unidos de América, los preservativos se promocionan cada vez y se distribuyen gratuitamente en los colegios para el tratamiento de asuntos sanitarios como los embarazos no deseados en adolescentes, las infecciones de transmisión sexual y el VIH. Ciudades como Nueva York y Washington D.C. han establecido un objetivo de distribución gratuita de preservativos para llegar a poblaciones clave y personas con un mayor riesgo. En Francia, se han instalado máquinas distribuidoras de preservativos en las escuelas y el Departamento de Educación de Sudáfrica está revisando sus políticas para permitir el fomento del uso y la distribución de preservativos en los colegios.
Incluir los preservativos en la acción acelerada y lograr un uso de preservativos del 90 % entre las personas en riesgo que tienen relaciones sexuales una pareja no habitual evitaría otros 3,4 millones de nuevas infecciones por el VIH para 2020 y tendría además un impacto significativo en la prevención de otras infecciones de transmisión sexual y embarazos no deseados.





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Un servicio integral para la salud de los camioneros en Sudáfrica
17 Noviembre 2016
17 Noviembre 2016 17 Noviembre 2016Mandie Pakkies tirita protegida del frío de la noche invernal de Durban con tan solo un fino abrigo negro en una parada de camiones situada en el barrio de las afueras de Marianhill, junto a una de las principales rutas de camiones que parten del puerto con más tráfico de toda África. El flujo constante de camiones que pasan a su lado por la autopista no la molestan, ya que lo que espera es que alguien se pare a repostar e incluso a charlar un rato. Su trabajo es animar a los camioneros a cuidarse la salud, y cuando aparcan para pasar la noche, les invita a visitar una clínica construida con contenedores de carga en un extremo de la parada de camiones.
«Estos camioneros tienen muchas necesidades acuciantes de salud. Es alentador ver cómo vienen a que les tomen la tensión o para saber su estado serológico», afirma Mandie Pakkies. «Les enseño incluso aspectos básicos como que beban agua o que caminen 20 minutos para hacer algo de ejercicio antes de irse a dormir en el aparcamiento».
La clínica abre por las noches para coincidir con la parada para pasar la noche que muchos camioneros hacen antes de cargar en el puerto a primera hora de la mañana. Mandie Pakkies, la educadora, y Thuthuka Xulu, una enfermera profesional, trabajan codo con codo recibiendo a los camioneros y trabajadores sexuales de las calles circundantes, que acuden al aparcamiento con los conductores. Según palabras de Xulu, «No solo proporcionamos servicios básicos de salud, sino que realizamos las pruebas del VIH e infecciones de transmisión sexual y, por supuesto, repartimos multitud de preservativos».
Con el tráfico en Marianhill de 2000 camiones a la semana y en torno a 500 camiones aparcados para pasar la noche, el equipo nunca está de brazos cruzados; y reciben a camioneros de toda Sudáfrica y países vecinos. A causa de sus horarios de trabajo erráticos y su gran movilidad, los camioneros encuentran muchas dificultades para tener acceso a servicios de salud básicos. Para responder a estas necesidades y las de los trabajadores sexuales que trabajan alrededor de la parada de camiones, Truckers Wellness estableció una red de clínicas repartidas por las principales rutas de camiones de todo Sudáfrica.
El Trucking Wellness Centre de Marianhill es una de las 22 clínicas que existen en el país, perteneciente a una red más amplia de proyectos de divulgación para camioneros de toda la región. Este programa, que se inició en 1999, está financiado por el sector del transporte de carga y los propietarios de los camiones y está vinculado a los servicios del Departamento de Salud. En los últimos cinco años hemos realizado la prueba del VIH a más de 10 000 personas, lo que supone una media de 30 pruebas a la semana.
«Cada vez acuden más personas a nosotros para hacerse las pruebas y usar nuestros servicios», añade Xulu, sentada detrás de un escritorio abarrotado de carpetas, una caja de guantes quirúrgicos y equipos de diagnóstico del VIH.
El siguiente paso que se quiere dar en este centro es poder adoptar las directrices de la OMS, de forma que los pacientes puedan iniciar el tratamiento antirretroviral inmediatamente si la prueba da positivo. Afirma con una gran sonrisa que «Eso ampliaría de verdad el alcance de nuestro centro».