Reportaje

Incluir los preservativos en la respuesta acelerada como un método de prevención del VIH eficaz y rentable

03 de octubre de 2016

El Informe sobre las carencias en materia de prevención de ONUSIDA muestra que los esfuerzos de prevención del VIH deben reforzarse si el mundo desea mantener la acción acelerada para poner fin a la epidemia de sida para 2030. Para lograr este objetivo de reducción acelerada del número de nuevas infecciones por el VIH a menos de 500 000 para 2020, se necesitan un mayor compromiso político y un aumento de la inversión en prevención del VIH, incluido el fomento del preservativo.

En 2015, se estima que 1,9 millones [1,7 millones - 2,2 millones] de adultos de 15 años o más se infectaron por el VIH, la amplia mayoría mediante transmisión sexual, y unos 500 millones de personas contrajeron clamidia, gonorrea, sífilis o tricomoniasis. Cada año, más de 200 millones de mujeres presentan necesidades no cubiertas en materia de anticoncepción, lo que conduce a 80 millones de embarazos no deseados. Los preservativos previenen de manera eficaz todas estos problemas. 

Los preservativos masculinos y femeninos son muy eficaces y la herramienta de prevención más ampliamente disponible, incluso en contextos de bajos ingresos, para personas en riesgo de infección por el VIH, otras infecciones de transmisión sexual y embarazos no deseados. Los preservativos son baratos, rentables y fáciles de almacenar y transportar, su uso no requiere la ayuda de personal médico o sanitario y cualquier persona sexualmente activa puede utilizarlos. Un reciente análisis de modelos globales estimó que los preservativos habían evitado hasta 45 millones de nuevas infecciones por el VIH desde el inicio de la epidemia del VIH. Para muchos jóvenes de todo el mundo, los preservativos siguen siendo la única opción realista para protegerse.

El fomento de un uso constante de los preservativos es un componente esencial de la prevención combinada del VIH. La utilización de preservativos complementa al resto de métodos de prevención del VIH, incluso a la reducción del número de parejas sexuales, la circuncisión médica masculina voluntaria, la profilaxis previa a la exposición (PrEP) y el tratamiento como prevención para parejas serodiscordantes.

A pesar del aumento del uso de los preservativos durante las últimas dos décadas, los estudios muestran que el uso de preservativos notificado durante el encuentro sexual más reciente de una persona con una pareja no habitual iba desde el 80 % en algunos países hasta menos del 30 % en otros. Hay una necesidad urgente de que los países refuercen la demanda y el suministro de preservativos y lubricantes de base acuosa. En la Declaración política para poner fin al sida 2016 los países acordaron aumentar la disponibilidad habitual de preservativos en países de ingresos bajos y medios hasta los 20 000 millones para 2020.

Muchos países aun no han fijado unos objetivos ambiciosos de distribución y uso de los preservativos y la previsión de los programas es insuficiente, con carencias en la creación de demanda y suministro. Pocos programas de preservativos abordan de manera adecuada los obstáculos que dificultan el acceso y el uso de los preservativos por parte de los jóvenes, en concreto las adolescentes y las jóvenes, los hombres homosexuales y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y profesionales del sexo. En muchos países, los preservativos no son fáciles de conseguir para los jóvenes en los colegios ni en el exterior de las instalaciones sanitarias. En algunos contextos, los profesionales del sexo tienen sexo sin protección con sus clientes, ya que llevar preservativos está penalizado y la policía lo utiliza como prueba para hostigar o demostrar la participación en el comercio sexual.  Algunos programas solo ofrecen un puñado de preservativos a cada profesional del sexo en cada visita, por lo que tienen muchos más clientes que preservativos. Existe además un acceso insuficiente a los lubricantes, menos del 25 % de los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres en 165 países tiene un fácil acceso a lubricantes gratuitos y muchos profesionales sexuales además, desean acceder a ellos, pero no pueden. La mayoría de países no tiene previsto distribuir lubricantes en sus planes estratégicos nacionales ni en los programas de preservativos.

En los últimos años se ha estancado la financiación internacional para la compra de preservativos en el África subsahariana y la financiación nacional no ha aumentado lo suficiente. La financiación para la distribución y el fomento del uso de preservativos incluso ha disminuido. En 2015, había una carencia estimada de más de 3000 millones de preservativos en el África subsahariana, mientras que existía una necesidad total de 6000 millones.

Para tener éxito, los programas integrales en materia de preservativos deben abordar elementos como el liderazgo y la coordinación, el suministro y la seguridad de productos básicos, la demanda, el acceso y el fomento de la utilización y el apoyo técnico y logístico. Es fundamental que los gobiernos creen un entorno propicio entre los responsables de las políticas y los proveedores de servicio, de manera que los usuarios sean conscientes de sus riesgos, se sientan libres para demandar y acceder a los preservativos masculinos y femeninos de manera correcta y sistemática. Los jóvenes y las poblaciones clave son fuertes aliados en el fomento del acceso a los preservativos. En la última Conferencia Internacional sobre el Sida celebrada en Durban (Sudáfrica), por ejemplo, la juventud sudafricana se manifestó por el acceso a los preservativos y otros servicios sobre salud sexual y reproductiva y productos sanitarios básicos, como compresas. 

El fomento eficaz del preservativo debe adaptarse a las personas con un mayor riesgo de infectarse por el VIH u otras infecciones de transmisión sexual o de tener un embarazo no deseado, como jóvenes, profesionales del sexo y sus clientes, usuarios de drogas inyectables y hombres que tienen relaciones sexuales con hombres. Muchas jóvenes y niñas, especialmente las que mantienen relaciones largas, y las profesionales del sexo, no tienen el poder de negociar el uso del preservativo, ya que muchos hombres se resisten a utilizarlo. Los preservativos también se deben distribuir en las cárceles y otros entornos de reclusión y en situaciones de crisis humanitaria.

También debe haber un mayor aprovechamiento de las redes sociales, los medios sociales de comunicación y las nuevas tecnologías para fomentar el uso del preservativo y una mejora de la sensibilización. La campaña CONDOMIZE! de la UNFPA para acabar con el estigma y fomentar el uso del preservativo se está implantando en nueve países, bajo la dirección de los gobiernos nacionales, con dos lanzamientos adicionales previstos en 2016. La campaña implica activamente a jóvenes como embajadores, blogueros y educadores entre iguales. En los Estados Unidos de América, los preservativos se promocionan cada vez y se distribuyen gratuitamente en los colegios para el tratamiento de asuntos sanitarios como los embarazos no deseados en adolescentes, las infecciones de transmisión sexual y el VIH. Ciudades como Nueva York y Washington D.C. han establecido un objetivo de distribución gratuita de preservativos para llegar a poblaciones clave y personas con un mayor riesgo. En Francia, se han instalado máquinas distribuidoras de preservativos en las escuelas y el Departamento de Educación de Sudáfrica está revisando sus políticas para permitir el fomento del uso y la distribución de preservativos en los colegios.

Incluir los preservativos en la acción acelerada y lograr un uso de preservativos del 90 % entre las personas en riesgo que tienen relaciones sexuales una pareja no habitual evitaría otros 3,4 millones de nuevas infecciones por el VIH para 2020 y tendría además un impacto significativo en la prevención de otras infecciones de transmisión sexual y embarazos no deseados.