Comunicado de prensa

Los países preparan una “respuesta rápida” para acabar con la epidemia de sida para 2030

El panel de alto nivel insiste en establecer un plazo de cinco años para acelerar de forma rápida y masiva la prestación de servicios de tratamiento y prevención relacionados con el VIH. Un nuevo acuerdo para reducir los costes de las pruebas de carga vírica del VIH hasta menos de 10 dólares estadounidenses contribuirá a mejorar la calidad de vida de millones de personas que siguen el tratamiento del VIH.

GINEBRA/NUEVA YORK, 25 de septiembre de 2014—Una nueva estrategia de respuesta rápida propone un aumento de forma rápida y masiva de los programas de prevención y tratamiento del VIH, basado en un enfoque centrado en las personas, para acabar con la epidemia de sida para 2030. Este llamamiento y los nuevos compromisos asociados al mismo se establecieron en el evento paralelo de alto nivel Respuesta rápida: acabar con la epidemia de sida para 2030.

Acabar con la epidemia de sida: una prioridad para la agenda posterior a 2015

El evento paralelo de alto nivel se celebró durante la 69ª Asamblea General de las Naciones Unidas, y fue organizado conjuntamente por Ghana y Suiza, en colaboración con el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA). Los líderes mundiales coincidieron en que era posible acabar con la epidemia de sida como una amenaza de salud pública para 2030, y que esta meta debería ocupar un lugar central en la agenda de los objetivos posteriores a 2015.

“Nuestra meta es una generación libre de sida. Está en nuestras manos hacerlo posible. Las naciones tendrán que unirse en pro de este objetivo común y trabajar en estrecha colaboración, con fuerza y determinación”, afirmó Didier Burkhalter, presidente de Suiza. “El objetivo está claro: ¡acabar con el sida para 2030!”.

La estrategia de respuesta rápida: rapidez, situación y población como ejes centrales

Esta estrategia hace un llamamiento a todos los países, particularmente a aquellos con una carga elevada de VIH, para que ofrezcan de forma prioritaria servicios de tratamiento y prevención relacionados con el VIH a las personas expuestas a un mayor riesgo de contraer la infección en áreas con una alta prevalencia del VIH, así como en lugares con una alta densidad de personas que viven con el VIH; y todo ello en el corto plazo de cinco años. La puesta en práctica de este enfoque reducirá significativamente la cantidad de nuevas infecciones por el VIH y de muertes relacionadas con el sida, hasta llegar a mínimos nunca antes registrados.

“Creo firmemente que acabar con el sida debería formar parte de la agenda posterior a 2015”, afirmó Dramani Mahama, presidente de Ghana. “Se trata de una epidemia para la que pensamos que nunca habría un final, pero con los avances actuales, sabemos que se puede conseguir”.

Si bien el sida continúa siendo una realidad en todas las regiones, es en 30 países donde se registra más del 80% de las nuevas infecciones que se dan cada año en el mundo. En estos países, la epidemia suele concentrarse en las grandes ciudades, en determinados distritos y en ciertas áreas localizadas. Los grupos de población afectados varían en función de la zona. Todo esfuerzo dedicado a llegar a las poblaciones expuestas a un mayor riesgo en estos países, así como en dichas áreas localizadas, contribuirá a maximizar los logros en materia de prevención de nuevas infecciones por el VIH, además de a frenar las muertes relacionadas con el sida.

Un corto plazo de cinco años

El éxito de la estrategia de respuesta rápida consiste en que los países realicen las inversiones necesarias para acelerar la prestación de servicios relacionados con el VIH y, en especial, la expansión de la terapia antirretrovírica. Esta estrategia demostrará ser de gran rentabilidad.

“Quisiera hacer un llamamiento a los países, el sector privado y la sociedad civil, a fin de que aprovechen esta oportunidad para acabar con la epidemia de sida para 2030”, declaró Ban Ki-Moon, Secretario General de las Naciones Unidas. “Para ello, se necesitará innovación, liderazgo y una responsabilidad compartida para asegurarnos de que no se deja a nadie de lado”.

ONUSIDA, en colaboración con los gobiernos, la sociedad civil y otros asociados, ayudará a los países a identificar las áreas en las que la inmediata prestación de servicios relacionados con el VIH tendrá un impacto mayor.

 “Contamos con un corto plazo de cinco años para conseguir que el mundo se encamine, de una vez por todas, hacia el final de la epidemia de sida”, apuntó Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA. “Aprovechar esta oportunidad de acelerar la respuesta al VIH contribuirá a salvar millones de vidas. No actuar ahora es algo impensable”.

De aplicarse plenamente, este enfoque de respuesta rápida ayudará a evitar 18 millones de nuevas infecciones por el VIH y 11 millones de muertes hasta 2030. Esto último dará lugar a una reducción de la inversión total que se necesita para la respuesta al sida a partir de 2020. Con todo, los modelos elaborados por ONUSIDA indican que si los objetivos para 2020 no se consiguen hasta una década más tarde, los costes seguirán creciendo.

Objetivos ambiciosos para 2020 en materia de tratamiento y prevención del VIH

Los nuevos objetivos se centrarán en reducir la brecha de acceso al tratamiento y la prevención del VIH a través de la fijación, a su vez, de nuevas metas para 2020. Entre ellas se incluirá el gran objetivo de ofrecer acceso a la terapia antirretrovírica para 2020. El objetivo 90-90-90 consistiría en conseguir que el 90% de las personas que viven con el VIH conozcan su estado serológico, que el 90% de las personas que lo conocen tengan acceso al tratamiento para el VIH, y que el 90% de las personas que lo tengan logren una represión viral efectiva.

“Gracias a la Iniciativa Clinton de Acceso a la Salud, ONUSIDA, el PEPFAR y el Fondo Mundial, las negociaciones han dado lugar a la reducción del precio de las pruebas de carga vírica, y no solo para Sudáfrica, sino para todo el mundo”, afirmó Jacob Zuma, presidente de Sudáfrica. “Ahora contamos con las herramientas necesarias para acabar con la epidemia de sida”.     

Sudáfrica, la Iniciativa Clinton de Acceso a la Salud, ONUSIDA y la empresa farmacéutica Roche han anunciado un nuevo acuerdo sobre la rebaja de los costes vinculados a las pruebas de carga vírica. Las pruebas de carga vírica son de gran importancia para hacer un seguimiento del impacto del tratamiento del VIH en las personas. Su elevado coste supone una barrera para su práctica en los países de ingresos bajos y medios. Gracias a esta reducción del 60% en los costes, estas herramientas de diagnóstico, que pueden salvar vidas, serán más accesibles.

Teniendo en cuenta los resultados de las consultas realizadas a nivel regional, así como con expertos mundiales en materia de tratamiento, ONUSIDA ha publicado 90-90-90: Un ambicioso objetivo para ayudar a acabar con la epidemia de sida, con el fin de apoyar la aplicación de la nueva meta para 2020 sobre tratamiento del VIH. El documento incluye los fundamentos, las pruebas científicas y la estrategia necesarios para expandir de forma rápida el acceso al tratamiento del VIH.

Además de garantizar que ningún niño vuelva a contraer la infección por el VIH, se propone un nuevo objetivo que consiste en reducir los nuevos casos de infección por el VIH en adultos de 2,1 millones en 2010 a 500.000 en 2020 y a 200.000 en 2030. Ello se puede lograr combinando el potencial de la terapia antirretrovírica para prevenir las nuevas infecciones por el VIH con otros métodos de prevención del virus ya demostrados, tales como los preservativos femeninos y masculinos, las medidas de reducción del daño, la circuncisión médica masculina voluntaria, los servicios de salud sexual y reproductiva y los nuevos programas de seguridad social como las transferencias de efectivo.

“Tenemos que centrarnos en los datos, la responsabilidad mutua y la transparencia para lograr un gran impacto; debemos apostar por intervenciones en materia de atención, tratamiento y prevención relacionadas con el VIH que funcionen. Además, tenemos que seguir estableciendo nuevos valores de referencia. Me complace saber que el PEPFAR está absolutamente centrado en lograr los ambiciosos objetivos en áreas con alta prevalencia del VIH. No cabe duda de que el reto es enorme, ni tampoco de su importancia”, declaró John Kerry, Secretario de Estado de los Estados Unidos.

Cero discriminación - No dejar a nadie de lado

Además de los ambiciosos objetivos relacionados con el tratamiento y la prevención del VIH, es necesario reafirmar el objetivo mundial de cero discriminación. Él éxito alcanzado en cuanto a la respuesta al sida ha sido posible principalmente gracias a un inquebrantable compromiso para con la protección de los derechos humanos. Los objetivos en materia de derechos humanos son esenciales para garantizar que las personas que viven con el VIH no tengan que enfrentarse al estigma y la discriminación, que las poblaciones marginadas estén protegidas y que el derecho a la salud se convierta en una realidad.

Independientemente del lugar en el que vivan o el estatus legal de sus conductas, los grupos de poblaciones clave (los profesionales del sexo, los homosexuales y los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, los transexuales y los usuarios de drogas) necesitan tener acceso a los servicios relacionados con el VIH cerca de su entorno, y libres de estigma y discriminación.

Las jóvenes y las mujeres de países con una alta prevalencia de VIH necesitan opciones para mitigar su vulnerabilidad y el riesgo de contraer la infección por el VIH. En África subsahariana, la prevalencia del VIH en chicas jóvenes y mujeres es mayor que en el caso de los hombres.

“Cuando pienso en el final de la epidemia de sida, sueño con poder estar viva en 2030. Quiero ver con mis propios ojos que mi marido está libre del VIH y que mi hija no corre el riesgo de contraer la infección”, afirmó Tereisa Otieno, presidenta de la Comunidad internacional de mujeres que viven con el VIH. “No quiero volver aquí en 2030 y hablar del mismo tema. Debemos acabar con esta epidemia, pero solo lo lograremos si las mujeres que viven con el VIH ocupan un lugar central en la respuesta”.

El sida en cifras

Los datos recogidos por ONUSIDA indican que actualmente se registra el menor índice de nuevas infecciones de todo el siglo: 2,1 millones [1,9 millones – 2,4 millones]. Tan solo en los últimos tres años, los casos de nuevas infecciones por el VIH han descendido en un 13%.

Se calcula que, a finales de 2013, había 35 millones de personas en el mundo que vivían con el VIH. El actual índice de muertes relacionadas con el sida es el más bajo registrado desde las máximas alcanzadas en 2005, tras un descenso del 35%.

Las nuevas infecciones por el VIH en niños, por su parte, han caído en un 58% desde el año 2001, y ya son menos de 200.000 en los 21 países más afectados de África.

Qué significa acabar con la epidemia de sida

Acabar con la epidemia de sida significa controlar o contener la expansión del VIH, y reducir el impacto del virus en la sociedad y en la vida de las personas. Ello daría lugar a un descenso significativo del estigma, así como de la cifra total de enfermedades, muertes y huérfanos. Acabar con la epidemia de sida también implica aumentar la esperanza de vida, aceptar incondicionalmente la diversidad y los derechos de las personas, aumentar la productividad y reducir los costes a medida que disminuye el impacto del sida.

ONUSIDA

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

Contacto

ONUSIDA Ginebra
Sophie Barton-Knott
tel. +41 79 514 6896 / +41 22 791 1697
bartonknotts@unaids.org

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