Comunicado de prensa

ONUSIDA y MPact muestran una enorme preocupación por los informes que reflejan que la comunidad LGBTI está siendo culpada y acosada durante el brote de COVID-19

ONUSIDA y MPact instan a los Gobiernos y a los socios a proteger, apoyar y respetar los derechos humanos de la comunidad LGBTI durante la respuesta al COVID-19.

GINEBRA, 27 de abril de 2020 - ONUSIDA y MPact Global Action for Gay Men's Health and Rights están extremadamente preocupados por el hecho de que las personas lesbianas, gais, bisexuales, transgénero e intersexuales (LGBTI) están siendo señaladas, culpadas, maltratadas, encarceladas y estigmatizadas como vectores de la enfermedad durante la pandemia de COVID-19. Tanto ONUSIDA como MPact reconocen sentir gran angustia, ya que las prácticas discriminatorias están agravando los desafíos a los que la comunidad LGBTI ya tiene que enfrentarse al acceder a sus derechos, incluyéndose aquí el acceso a servicios sanitarios seguros y de calidad.

«El VIH nos enseñó que la violencia, el bullying y la discriminación solo sirven para marginar aún más a las personas que más lo necesitan», recuerda Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA. «Todas las personas, con independencia de su orientación sexual, identidad de género y expresión de género, tienen derecho a disfrutar de su salud, protección y seguridad sin excepción alguna. El respeto y la dignidad son ahora más necesarios que nunca».

En Belice, se han denunciado abusos por parte de la policía a un hombre gay que fue arrestado, humillado y apaleado por saltarse el toque de queda impuesto para frenar la expansión de coronavirus. Este joven de 25 años que vivía con el VIH se cree que falleció como consecuencia de las complicaciones sufridas tras los golpes perpetrados por la policía.

«Estamos recibiendo denuncias por actitudes de Gobiernos y líderes religiosos, ya que en algunos países están haciendo afirmaciones falsas y generando desinformación respecto al COVID-19, lo cual ha incitado a la violencia y a la discriminación contra la comunidad LGBTI», señala George Ayala, director ejecutivo de MPact. «Se están registrando organizaciones y viviendas, se está acosando a la comunidad LGBTI, y se ha detectado también un aumento en el número de arrestos y amenazas de deportación a quienes buscan asilo dentro de la comunidad LGBTI».

En Uganda, veinte personas de la comunidad LGBTI fueron hace poco arrestadas durante el registro a una vivienda, lo cual, según las autoridades policiales, se produjo porque desobedecieron las normas en cuanto a distancia social. En Filipinas, tres personas de la comunidad LGBTI estaban entre un grupo que fue públicamente humillado como castigo por incumplir el toque de queda. Después de que partes del incidente se hicieran virales en las redes, el responsable de la policía fue obligado a disculparse por tratar de manera diferente a los miembros de la comunidad LGBTI y obligarlos a bailar y besarse unos a otros.

«Estamos también cada vez más preocupados por la privacidad y la confidencialidad, puesto que los Gobiernos están recurriendo a las tecnologías basadas en Internet y a los smartphones para controlar los movimientos de la gente durante esta época de confinamientos y toques de queda», insiste el Sr. Ayala. «Los hombres gais y las personas disconformes con su género suelen ser el primer objetivo, y están también a la cabeza de las personas más afectadas por el aumento de la vigilancia policial y el control». 

Para algunas personas de la comunidad LGBTI, el autoaislamiento y la distancia física suponen un gran desafío, e incluso un peligro. Muchas de ellas bien son víctimas de la violencia, bien están siguiendo tratamientos mientras están confinadas en sus hogares con miembros de su familia cuyo comportamiento es inaceptable. Los miembros de las comunidades LGBTI pueden sufrir también violencia dentro de la pareja durante todo este tiempo en casa, pero ser incapaces de denunciar los abusos a la policía por miedo a represalias. El aislamiento puede también exacerbar los problemas de salud mental preexistentes, por ejemplo, sentimientos de soledad, depresión, ansiedad y tendencias suicidas, los cuales son ya de por sí habituales entre las personas de la comunidad LGBTI.

La pandemia de COVID-19 deja a muchos hombres gais y mujeres transgénero desprovistos de las herramientas adecuadas que necesitan para tener el control de sus derechos y de su salud sexual. Los hombres gais representan el 20 % del conjunto de nuevas infecciones por el VIH que se producen a nivel mundial y tienen 22 veces más posibilidades de infectarse con el VIH que cualquier otro hombre. Las mujeres transgénero llevan a sus espaldas un riesgo 12 veces mayor de contraer el VIH que la población general.

El confinamiento, sobre todo cuando se impone sin contemplar flexibilidades, acrecienta las dificultades que estos grupos de por sí ya experimentan a la hora de acceder a la terapia antirretrovírica y los servicios de prevención del VIH y afirmación de género, entre ellos, las terapias hormonales. Esto es algo especialmente cierto en el caso de los miembros de la comunidad LGBTI que carecen de recursos económicos, se encuentran en situación de desempleo, han perdido sus hogares o residen en viviendas marginales.

ONUSIDA y MPact están instando a los países a:

  • Denunciar la desinformación en la que se apoyan quienes calumnian y buscan chivos expiatorios para culpar a la comunidad LGBTI de la expansión del COVID-19.
  • Poner fin a las redadas y los registros en las organizaciones lideradas por la comunidad LGBTI, sus viviendas y espacios, y dejar de arrestar a personas por razón de su orientación sexual, identidad y expresión de género.
  • Garantizar que todas las medidas para proteger la salud pública sean proporcionadas, se fundamenten en pruebas y respeten los derechos humanos.
  • Evitar la vigilancia por parte del Estado sobre las tecnologías de la comunicación utilizadas por la comunidad LGBTI.
  • Invertir en la respuesta al COVID-19, velando por los fondos y protegiendo los programas en materia de salud sexual y VIH, los cuales son inclusivos y sensibles a las necesidades de la comunidad LGBTI.
  • Salvaguardar el acceso continuado a los apoyos médicos que salvan vidas, incluyéndose aquí los programas para la reducción del daño, los preservativos y lubricantes, la profilaxis preexposición, la terapia antirretrovírica, las terapias de reemplazo hormonal y los servicios de salud mental para la comunidad LGBTI.
  • Ofrecer opciones flexibles para la prestación de servicios, que van desde la dispensación multimensual hasta la entrega en la comunidad, las consultas virtuales y las opciones de apoyo.
  • Valorar el considerar proveedores de servicios esenciales a las organizaciones de servicios lideradas por la comunidad, de manera que puedan prestar servicios clave de una manera segura y flexible.
  • Incluir a la comunidad LGBTI dentro de los programas nacionales de protección social, incluyéndose aquí los relacionados con el apoyo económico.
  • Aumentar el acceso a las viviendas seguras y de emergencia para las personas de la comunidad LGBTI que están sin hogar y que han sido desahuciadas.
  • Implicar a la comunidad LGBTI en la elaboración de los planes de salud pública y en la difusión de mensajes relacionados con el COVID-19.
  • Poner en marcha programas de control de la seguridad y mitigar la piratería informática durante las reuniones virtuales.

Ahora más que nunca, debemos alzar la voz y aunar fuerzas para proteger la salud y los derechos humanos de las personas LGBTI en todo el mundo.

MPact

MPact Global Action for Gay Men’s Health and Rights fue fundada en el año 2006 por un grupo de activistas preocupados por las disparidades relacionadas con el VIH, el estigma, la discriminación, la violencia y la criminalización experimentada en todos los rincones del mundo por gais y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres. MPact es hoy una sólida organización de defensa internacional dedicada a garantizar el acceso igualitario a los servicios del VIH a todos los hombres gais, velando y fomentando siempre la salud y los derechos humanos. Está directamente relacionada con casi 150 organizaciones lideradas por la comunidad y presentes en 62 países, y con miles de otros defensores a través de sus distintas plataformas de redes sociales. MPact logra su misión supervisando la acción de los Gobiernos, los patrocinadores y otros responsables de las tomas de decisiones; fortaleciendo las capacidades de las organizaciones lideradas por la comunidad y los proveedores sanitarios; apoyando la proliferación de redes lideradas por hombres gais; dirigiendo y llevando a cabo investigaciones; y facilitando intercambios de información interregional.

ONUSIDA

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

Contacto

UNAIDS Geneva
Sophie Barton-Knott
tel. +41 79 514 68 96
bartonknotts@unaids.org

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Greg Tartaglione
gtartaglione@mpactglobal.org

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