Declaración de prensa

ONUSIDA saluda el valiente apoyo de los Estados Unidos de América en la respuesta a las pandemias coexistentes

GINEBRA, 18 de marzo de 2021—ONUSIDA acoge con gran satisfacción la aprobación del Plan Estadounidense de Rescate de 1,9 billones de dólares estadounidenses. Esta legislación histórica proporcionará un alivio muy necesario en lo que respecta a la COVID-19, tanto en los Estados Unidos de América como en el resto del mundo.

La inclusión en el proyecto de ley de 11 mil millones de dólares estadounidenses para inversiones mundiales en la COVID-19 ayudará a salvar muchas vidas. La asignación de 250 millones de dólares estadounidenses para el Plan de Emergencia del Presidente de los Estados Unidos para el Alivio del Sida (PEPFAR) y 3,5 miles de millones para el Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria (Fondo Mundial) ayudará a prevenir que el progreso contra el VIH, la tuberculosis y la malaria se vea perjudicado.

«El apoyo de los Estados Unidos para la respuesta mundial a la COVID es muy loable, especialmente cuando se enfrenta al devastador impacto de esta enfermedad en su país», ha afirmado Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA. «Con el Plan Estadounidense de Rescate, los Estados Unidos demuestran una vez más su firme compromiso con la respuesta al sida y con la lucha contra otras pandemias mundiales. Esperamos continuar con nuestra fuerte asociación con los Estados Unidos en nuestro compromiso común para poner fin al sida y superar la COVID-19», declaró la Sra. Byanyima.

El generoso apoyo bipartidista de los Estados Unidos ha permitido realizar grandes avances contra la pandemia del sida. Las inversiones de los Estados Unidos a lo largo de los últimos 18 años a través de PEPFAR y el Fondo Mundial han demostrado ser transformadoras, puesto que han prevenido millones de infecciones por el VIH y han salvado la vida de millones de personas. Las personas que viven con el VIH que están en terapia antirretroviral ahora pueden disfrutar de vidas largas y sanas, y el número de nuevas infecciones por el VIH y de muertes relacionadas con el sida está descendiendo, aunque el ritmo de descenso todavía es demasiado lento.

«A pesar de los grandes éxitos, el trabajo no ha terminado. El sida sigue siendo una crisis sanitaria mundial», afirmó la Sra. Byanyima.

La media mundial oculta la realidad de que demasiadas personas todavía siguen quedándose atrás. El mundo no alcanzó en 2020 los objetivos de la Acción Acelerada para la prevención y el tratamiento incluidos en la Estrategia de ONUSIDA 2016–2021 y en la Declaración Política sobre el VIH/SIDA de las Naciones Unidas. Muchos países y muchas comunidades no están actualmente avanzando para poner fin a la epidemia del sida en 2030.

Mientras que 26 millones de los 38 millones de personas que viven con el VIH tienen acceso al tratamiento que les puede salvar la vida y que sirve también de prevención al detener la propagación del virus, otros 12 millones siguen sin recibirlo. La tasa de nuevas infecciones por el VIH, especialmente en el caso de las adolescentes y las mujeres jóvenes de África subsahariana, así como de los miembros de los grupos de población clave, sigue siendo elevada. En 2019, otros 1,7 millones de personas en todo el mundo contrajeron el VIH y 690 000 personas murieron de enfermedades relacionadas con el sida. La tasa de nuevas infecciones y muertes por el VIH, especialmente entre las poblaciones más difíciles de alcanzar, significa que el éxito continuo requiere mayor esfuerzo, enfoque y compromisos. Esto es especialmente cierto ahora que el impacto de la COVID-19 ejerce una presión adicional sobre la respuesta al VIH.

"La respuesta mundial al sida estaba mal encaminada antes de la COVID-19. Si no se controla, la COVID-19 amenaza con revertir los valiosos progresos realizados en la respuesta al VIH. Esta confluencia de pandemias requiere una aceleración de los esfuerzos para acabar con las diferencias en lo que se refiere a las pruebas, la prevención y el tratamiento del VIH mientras se trabaja para detener la propagación de COVID-19", dijo Byanyima. "Identificar dónde, por qué y para quién podría mejorarse la respuesta al VIH ha puesto de manifiesto las desigualdades que contribuyen a la propagación del VIH, dentro de los países y también entre ellos. El marcado contraste entre el éxito en algunos lugares y entre algunos grupos de personas y el fracaso en otros confirma que el VIH sigue siendo una pandemia de desigualdades. Por ello, la nueva estrategia mundial contra el sida 2021-2026 contiene nuevos objetivos para ayudarnos a llegar a los que se están quedando atrás".

Afortunadamente, las inversiones para acelerar la respuesta al VIH no se realizan a expensas de la respuesta a la COVID-19, sino que apoyan muchos de sus requisitos más críticos. Las naciones que combaten la COVID-19 ya están aplicando las lecciones aprendidas de la respuesta al VIH, utilizando los sistemas, los recursos humanos, el saber hacer y los laboratorios construidos en las dos últimas décadas.

Los esfuerzos para reforzar y aprovechar la infraestructura construida para acabar con la epidemia de sida pueden optimizar el impacto sanitario y la sostenibilidad de la respuesta a la COVID-19. Aprovechar la experiencia de la respuesta al VIH ofrece una oportunidad única para recuperarse mejor del impacto de la COVID-19.

"Estas nuevas inversiones de los Estados Unidos en COVID-19 salvarán muchas vidas en países de renta media y baja y ayudarán a reforzar los sistemas sanitarios que proporcionan asistencia relacionada con el VIH, la COVID-19 y otras emergencias sanitarias", añadió Byanyima.

ONUSIDA

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

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