ONUSIDA celebra el anuncio del gobierno colombiano que permitirá a las personas acceder al tratamiento del VIH más adecuado para ellas

12 de junio de 2023

ONUSIDA da la bienvenida a la emisión de la Resolución 881 de 2023 por parte del Ministerio de Salud de Colombia, la cual inicia el procedimiento administrativo para evaluar la existencia de razones de interés público que justifiquen la emisión de una licencia obligatoria para los regímenes basados en dolutegravir (DTG). Según la resolución ministerial, el impacto de esta medida podría significar una reducción significativa de más del 80% en el precio del DTG.

El dolutegravir (DTG) es un antirretroviral inhibidor de la integrasa, recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como opción de tratamiento de primera línea para las personas que viven con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). En cuanto a la supresión viral y la reducción de la enfermedad, los tratamientos que incorporan regímenes basados en DTG han demostrado una mayor adherencia debido a su menor incidencia de acontecimientos adversos, al tiempo que presentan una mayor eficacia, seguridad y menor probabilidad de desarrollo de resistencias.

Las licencias obligatorias son una disposición del Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio ("Acuerdo sobre los ADPIC") de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que permite a los gobiernos suministrar a sus ciudadanos versiones genéricas de tratamientos patentados, ya sea a través de la producción nacional o de importaciones, garantizando que los precios de los medicamentos sean asequibles. La Declaración Interministerial de Doha de 2001 de la OMC reafirmó los derechos de los Estados miembros a hacer uso de todas las flexibilidades del acuerdo para proteger la salud pública, incluidas las licencias obligatorias, "y la libertad de determinar los motivos por los que se conceden dichas licencias". Más recientemente, en la Declaración Política de 2021 de la Reunión de Alto Nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre el SIDA, los países se han comprometido a hacer uso de las flexibilidades del ADPIC "específicamente orientadas a promover el acceso a los medicamentos."

"Esta resolución es un paso adelante para brindar un acceso igualitario y sostenible a las mejores opciones de tratamiento del VIH para todas las personas que viven con el VIH en Colombia, tanto nacionales como migrantes. Esta acción muestra el compromiso del gobierno de cerrar la brecha de tratamiento con medicamentos esenciales de calidad garantizada, asequibles, fáciles de tomar y muy bien tolerados", dice Andrea Boccardi, Directora de UNAIDS para los Países Andinos (Perú, Ecuador, Bolivia y Colombia). "El gobierno emitió directrices nacionales en 2021, de acuerdo con las recomendaciones de la OMS, pero hasta ahora los altos precios del DTG han sido un obstáculo para que sea ampliamente accesible a las personas que viven con el VIH en Colombia."

La Liga Colombiana de Lucha contra el Sida y la Fundación IFARMA también celebraron la decisión del gobierno colombiano. Ambas instituciones participaron en representación de la sociedad civil en la actualización de la Guía de Práctica Clínica (GPC) basada en evidencia científica para la atención de la infección por VIH/SIDA en adultos, mujeres embarazadas y adolescentes.

"La decisión valida iniciativas pasadas de la sociedad civil en Colombia para lograr una mayor cobertura de tratamientos simplificados con menos efectos adversos al menor precio posible, al tiempo que revigorizará los esfuerzos de las organizaciones comunitarias en educación y promoción de la adherencia a los ARV, reconociendo que las barreras estructurales son factores que facilitan o dificultan la adherencia a los tratamientos antirretrovirales", afirma Jorge Pacheco, Director de la Liga Colombiana de Lucha contra el Sida.

"Con esta medida Colombia da un paso importante para garantizar el acceso de las personas a la medicación más adecuada para ellas en línea con las recomendaciones y compromisos internacionales", afirma Luisa Cabal, Directora Regional de ONUSIDA para América Latina y el Caribe. "El acceso oportuno a un tratamiento eficaz contra el VIH puede salvar vidas, mejorar los resultados sanitarios, mejorar la calidad de vida y contribuir al bienestar general de las personas que viven con el VIH. Esta medida muestra el compromiso con el esfuerzo mundial para combatir las desigualdades en el acceso a la salud."

ONUSIDA elogia y apoya al Ministerio de Salud por su enfoque proactivo para perseguir el interés público e insta a todas las partes interesadas a colaborar en la aplicación de la Resolución 881 de 2023.

ONUSIDA

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

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Brasil acoge el anuncio sobre la creación del Consejo mundial sobre desigualdad, sida y pandemias

06 de junio de 2023

ONUSIDA constituye un grupo para obtener pruebas de las desigualdades que impulsan las pandemias y defiende la adopción de enfoques multisectoriales para fortalecer la respuesta al sida y otras pandemias 

BRASILIA/GINEBRA, 6 de junio de 2023 - Brasil alberga el anuncio del nuevo Consejo mundial sobre desigualdad, sida y pandemias presidido por la primera dama de Namibia, Monica Geingos; el director del University College London Institute for Health Equity, sir Michael Marmot, y el economista ganador del Premio Nobel, Joseph E. Stiglitz. La ministra de Salud de Brasil, Nísia Trindade, es miembro fundador.

«Para mí es un placer presentar el Consejo mundial sobre desigualdad, sida y pandemias. Ha llegado el momento de poner en práctica las lecciones aprendidas. Para ello, hemos de reducir las desigualdades que impulsan las crisis sanitarias actuales y fortalecer nuestra preparación para las pandemias del futuro», afirmó la Sra. Trindade. «Brasil tiene el firme compromiso de aportar su granito de arena mediante una mayor cooperación y una formulación de políticas basada en pruebas para construir así sistemas de salud más resilientes en todo el mundo».

Las desigualdades sociales y económicas dentro de los países y entre ellos están agravando y perpetuando las pandemias, y amplificando su impacto entre los más pobres y más vulnerables. Las mismas desigualdades interrelacionadas que impulsan el VIH, la COVID-19, la viruela símica y otras enfermedades están dejando a los países y comunidades en riesgo de futuros brotes y pandemias. Sin embargo, la experiencia demuestra que hay acciones a nivel global, regional y nacional que pueden generar respuestas a la pandemia que, en lugar de exacerbar, reducen la desigualdad.

La labor del Consejo mundial consistirá en reunir las pruebas fundamentales para los responsables políticos y elevar la atención política sobre la necesidad de tomar medidas para acabar con las desigualdades que impulsan el sida y otras pandemias. De manera significativa, el Consejo animará y apoyará a las comunidades de primera línea a la hora de defender los cambios políticos necesarios para combatir las pandemias actuales y prepararse mejor para los brotes futuros.

«La respuesta al sida es uno de los mejores ejemplos de cómo las comunidades que están experimentando desigualdades interseccionadas pueden unirse para superarlas y salvar millones de vidas», afirmó con relación al anuncio Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA y miembro del Consejo Mundial y de Brasil. «Un gran movimiento de personas que viven infectadas y afectadas por el VIH ha conseguido reducir el precio de los medicamentos y las pruebas diagnósticas, ha fortalecido las respuestas sanitarias nacionales, ha permitido el aumento de una sólida red de organizaciones lideradas por la comunidad y ha garantizado la eliminación de las leyes discriminatorias punitivas en muchos países. No obstante, las políticas y los enfoques basados en evidencias deben aplicarse en todas partes y para todos, y lamentablemente ese no es el caso en este momento». 

Las desigualdades basadas en el género ponen en peligro la salud de las mujeres de todo el mundo. Por ejemplo, en países como Ghana, Costa de Marfil y Liberia, la prevalencia del VIH entre las mujeres jóvenes es más de 5 veces superior a la de los hombres jóvenes de la misma edad, lo que refleja, en parte, la desigualdad económica y educativa.

«La desigualdad de género alimenta pandemias como la del sida y la COVID-19» afirmó Monica Geingos, primera dama de Namibia. «Aumenta la vulnerabilidad de las mujeres y las niñas a los virus mortales puesto que limita el acceso a la información, los recursos económicos y las elecciones de vida, y socava su habilidad para protegerse a sí mismas y a sus familiares. Tenemos que reinventar las respuestas a la pandemia capaces de reducir la desigualdad y no de exacerbarla».

«Las desigualdades en el acceso a la salud y otros servicios esenciales son, en gran medida, el resultado de decisiones políticas deliberadas», dijo Joseph Stiglitz. «Para luchar contra las futuras pandemias, debemos conocer las lecciones aprendidas de la respuesta al VIH y adoptar métodos que migren la desigualdad para hacer del mundo un lugar más saludable, justo y seguro para todos».

Los logros y fracasos de la respuesta al VIH proporcionan valiosas lecciones sobre cómo el mundo puede hacer frente a futuras pandemias. Por ejemplo, los hombres gais tienen más probabilidades de vivir con el VIH. Pero sucede que las leyes y políticas impulsan el tamaño de la brecha. En Malasia, donde los gais son criminalizados y arrestados, los hombres gais tienen 72 veces más probabilidades de infectarse que otros adultos; pero en Tailandia, donde las relaciones entre personas del mismo sexo son legales y la respuesta comunitaria a la pandemia es fuerte, los hombres gais solo presentan 12 veces más probabilidades. Los virus atraviesan los grupos de población. Estos contribuyen a por qué Tailandia, con una desigualdad menor, se está acercando al control de la epidemia mientras Malasia está perdiendo terreno en la lucha contra el sida.

Mientras tanto, el problema de la desigualdad va más allá del VIH y se hace extensible a otras pandemias. Así, por ejemplo, los países con una desigualdad de ingresos más acusada han experimentado una mayor mortalidad por COVID-19. En el mayor pico de la pandemia de COVID-19, los países ricos gastaron miles de millones de dólares en respuestas, pero casi la mitad de los países en desarrollo se vieron obligados a reducir el gasto sanitario, lo que sin duda socavó la capacidad para combatir las pandemias globales. Varios países de África continúan indicando un número significativo de muertes por MPox durante la pandemia, pero las vacunas que se utilizan en los países de ingresos altos no están disponibles.

Incluso en los países que han hecho un buen progreso contra el VIH, algunas comunidades han tenido dificultades para beneficiarse del asombroso ritmo de los avances médicos. En Brasil, las infecciones por el VIH están cayendo drásticamente entre la población blanca, ya que se ha ampliado el acceso al tratamiento y se están implementando nuevas herramientas de prevención, como la profilaxis previa a la exposición. Sin embargo, las infecciones por el VIH entre la población negra siguen aumentando.

«Las estrategias basadas en pruebas para abordar los determinantes sociales de la salud son cruciales no solo para mejorar los resultados sanitarios de las personas, sino también para construir economías más sólidas y sociedades más justas», subrayó sir Michael Marmot, de Brasilia. «La salud es un buen marcador de lo bien que una sociedad lo está haciendo en general. Hablar de equidad sanitaria es hablar de desigualdades sociales». 

ONUSIDA

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

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ONUSIDA celebra el Mes del Orgullo e insta a la despenalización de las relaciones entre personas del mismo sexo

31 de mayo de 2023

GINEBRA, 1 de junio de 2023 — Mientras el mundo se une para celebrar el Mes del Orgullo, ONUSIDA mantiene su solidaridad con las comunidades de personas lesbianas, gais, bisexuales, transgénero, queer e intersexuales (LGBTQI) de todo el mundo. El Mes del Orgullo nos brinda la oportunidad de celebrar la resiliencia, la diversidad y los logros de las personas LGBTQI, al tiempo que nos permite reflexionar sobre los desafíos a los que siguen enfrentándose. Esta ocasión memorable sirve como recordatorio de nuestro compromiso colectivo con los derechos humanos, la igualdad y la urgente necesidad de despenalizar las relaciones entre personas del mismo sexo.

Cleiton Euzebio, asesor principal de las comunidades y los grupos de población clave de ONUSIDA, afirmó: «Como gay y como activista de la justicia social para todos, me enorgullece trabajar para el Programa Conjunto de las Naciones Unidas para poner fin al sida. Las Naciones Unidas están con las comunidades, apoyando su liderazgo en la respuesta al VIH, afrontando el estigma y construyendo sociedades en las que se valora a cada persona. Este mes y todos los meses, todo el mundo debe sentise orgulloso de ser quien es».

Gracias, en gran parte, a los esfuerzos liderados por los grupos de población clave, el mundo ha experimentado un progreso sustancial en la respuesta al VIH. El fin del sida es posible. Sin embargo, las desigualdades se interponen en el camino. La discriminación, la violencia y el estigma contra las personas LGBTQI aún persisten en muchas partes del globo, y limitan el acceso a los servicios fundamentales, incluidos la prevención del VIH, el tratamiento, el cuidado y el apoyo.

La penalización de las relaciones entre personas del mismo sexo sigue siendo un obstáculo importante para lograr la justicia social y la igualdad para las personas LGBTQI, así como para garantizar la salud de todos. Las leyes que criminalizan las relaciones sexuales consentidas entre personas del mismo sexo perpetúan el estigma, contribuyen a la violencia y la discriminación, y obstaculizan el acceso a los servicios sanitarios que salvan vidas. ONUSIDA insta a todos los gobiernos a derogar urgentemente las leyes y políticas discriminatorias, y a trabajar para crear un entorno legal y social propicio que respete y proteja los derechos de las personas LGBTQI.

La despenalización de las relaciones entre personas del mismo sexo es un paso crucial en nuestros esfuerzos colectivos para poner fin a la pandemia de sida. Cuando las comunidades marginadas son criminalizadas o estigmatizadas, su vulnerabilidad a la infección por el VIH aumenta y su acceso a los servicios de prevención del VIH, tratamiento, ciudado y apoyo se ve obstaculizado.

En muchas partes del mundo se ha avanzado significativamente en lo referente a los derechos de las personas LGBTQI, incluída la  despenalización de las relaciones entre personas del mismo sexo en varios países, desde Angola hasta Singapur y Barbados. Sin embargo, otros países todavía promulgan leyes más estrictas para tratar de impedir las relaciones entre personas del mismo sexo. Descriminar la homosexualidad es fundamental para garantizar el fin del sida.

ONUSIDA participará en el desfile del Orgullo de Ginebra el día 10 de junio. El Mes del Orgullo es un recordatorio fundamental de la necesidad de que los gobiernos, las organizaciones civiles y las personas se unan para proteger y promover los derechos humanos para todos, con independencia de la orientación sexual, la identidad de género o la expresión. Juntos, podemos construir un mundo que vele por la igualdad, la justicia y la dignidad para todos.

ONUSIDA

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Descubra qué países criminalizan a las poblaciones clave

ONUSIDA avisa a los países sobre una posibilidad sin precedentes de poner fin a las nuevas infecciones por el VIH, acabar con el sida y prepararse para futuras pandemias

24 de mayo de 2023

GINEBRA, 24 de mayo de 2023- ONUSIDA insta a los países a aprovechar al máximo las nuevas oportunidades para aumentar los fondos, ampliar las nuevas y demostradas tecnologías de prevención del VIH y eliminar los obstáculos a los servicios para el VIH. Tomar medidas hoy impulsará el progreso para poner fin al sida y dar respuesta a las pandemias actuales y futuras.   

En paralelo a la 76.ª Asamblea Mundial de la Saludlos ministros de Sanidad se reunieron con los líderes y expertos sanitarios mundiales en un evento de alto nivel de la°Coalición Mundial para la Prevención del VIH . Durante el evento, organizado por ONUSIDA, se llamó a fomentar el compromiso político, abordar las políticas y las leyes que impulsan las desigualdades y las pandemias, garantizar financiación adicional y promover la implementación a escala de programas eficaces en materia de VIH.  

«Nunca  ha sido tan grande la posibilidad de prevenir el VIH», destacó Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA. «Disponemos de herramientas y tecnologías, pero ninguna de ellas se ha extendido lo suficiente como para llegar a todo el mundo. Hacer justicia ante esta oportunidad única requiere un liderazgo audaz y una inversión renovada en la prevención del VIH, con el fin de proporcionar elecciones de prevención eficaces a todos los que las necesitan».  

El informe En peligro°elaborado por ONUSIDA reveló que en el año 2021 se produjeron 1,5 millones de nuevas infecciones por el VIH en todo el mundo, más de tres veces el objetivo de 500 000 a finales de 2021. El objetivo para 2025 es reducir las nuevas infecciones por el VIH a menos de 370 000.  Para alcanzar esa meta, los países tendrán que reducir el 82,5 % con respecto a 2010, tal y como se describe en la Hoja de ruta para la prevención del VIH para 2025, una guía práctica de 10 pasos para alcanzar las metas para 2025. 

«Esta es la mejor oportunidad que hemos tenido, probablemente en toda la historia de la pandemia de sida, de reinventar la prevención del VIH y hacerlo con equidad y con impacto», insistió Mitchell Warren, copresidenta de la Coalición Mundial para la Prevención del VIH. 

De los 28 países prioritarios identificados por la Coalición Mundial para la Prevención del VIH, un nuevo resumen de los datos de ONUSIDA muestra que cinco países (Costa de Marfil, Zimbabwe, Malawi, Lesoto y la República Islámica de Irán) redujeron las nuevas infecciones por el VIH en más del 61 % de 2010 a 2021, justamente el nivel de progreso necesario. Además, doce países registraron una reducción de más del 40 %. 

Sin embargo, los datos también muestran que los nuevos casos de infección por el VIH están aumentando en 38 países, algunos con grandes epidemias de VIH. Lamentablemente, esta preocupante tendencia exige acelerar la prevención y ampliar la Coalición a estos países. 

De acuerdo con los resultados de los países de la Coalición Mundial para la Prevención del VIH (GPC) de ONUSIDA en 2022, los programas específicos de prevención del VIH dirigidos a chicas adolescentes y mujeres jóvenes solo están presentes en el 41 % de los distritos con una incidencia del VIH de moderada a alta en el África subhariana. 

Según los estudios, en los países con datos disponibles en los que la Coalición se centró, el 63 % de los trabajadores sexuales, el 49 % de los gais y otros hombres que tienen relaciones con hombres y el 36 % de las personas que se inyectan drogas tuvieron acceso a  los servicios de prevención del VIH en 2021. El alto estigma que arrastra la prestación generalizada de servicios sanitarios, la criminalización de los grupos de población clave, las prácticas dañinas para garantizar la aplicación de las leyes, y las barreras de género y estructurales siguen siendo a día de hoy los principales obstáculos para acceder a los servicios de prevención del VIH.  

«Las pruebas y los programas para el VIH basados en los derechos humanos, que implican significativamente a los grupos de población clave, no cuentan con la financiación suficiente y se está escatimando darles alcance. Por ejemplo, en lo referente a las personas que consumen drogas, solo el 2 % de nosotros vivimos en países con una gran cobertura de servicios básicos de reducción del daño», afirmó Judy Chang, de la Red Internacional de Personas que Consumen Drogas. «Si no logramos realizar inversiones basadas en el derecho de todos a la salud pública, y solo lo hacemos apoyándonos en lo que se conoce como agendas morales, fallaremos a la salud mundial. Por eso necesitamos que los países inviertan en la prevención del VIH y en los sistemas comunitarios». 

El acceso a los preservativos, la profilaxis previa a la exposición (medicamentos para prevenir el VIH) y la circuncisión médica masculina voluntaria siguen siendo muy desiguales. Solo Uganda y Zimbabwe satisfacían más del 80 % de la necesidad de distribución de preservativos. Los datos también sugieren que el uso del preservativo ha disminuido en varios países desde el año 2015, lo que deja ver la imperiosa necesidad de detener e invertir las tendencias decrecientes en el uso del preservativo. Aunque la adopción de la profilaxis previa a la exposición aumentó rápidamente en los 28 países de interés, el número absoluto todavía se mantiene muy bajo (1,5 millones de usuarios a finales de 2021) en comparación con el objetivo global de más de 10 millones.  

El número de hombres que se sometieron a la circuncisión médica masculina voluntaria para la prevención del VIH (que los estudios aseguran que previene el VIH en hasta un 60 % para los hombres) ha sido siempre superior a los 4 millones al año desde 2017 hasta 2019. Sin embargo, disminuyó en un 40 % en 2020 y en 2021, y llegó a mantenerse en 2,8 millones en 2021. Solo Etiopía, Tanzania y Zambia cumplieron las metas establecidas en la Estrategia mundial contra el sida 2021-2026, lo que demuestra la necesidad de un enfoque renovado. 

Este análisis de datos no hace sino poner de manifiesto tanto los logros alentadores como las constantes brechas en los programas nacionales de prevención del VIH. El hecho de haber cosechado ya éxitos en varios países, junto con las nuevas tecnologías disponibles, brinda una oportunidad única para que las acciones concertadas pongan fin a las nuevas infecciones por el VIH, acaben con el sida y refuercen la preparación y la respuesta a la pandemia.

ONUSIDA

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ONUSIDA insta a todos los países a despenalizar la homosexualidad como paso fundamental para garantizar la salud de las personas

17 de mayo de 2023

Publicado con motivo del Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia - 17 de mayo de 2023

GINEBRA, 15 de mayo de 2023. En todo el mundo, 67 países continúan tipificando como delito las relaciones entre personas del mismo sexo y en 10 de ellos, incluso a día de hoy se sigue imponiendo la pena de muerte. La diversidad de género está también penalizada en 20 países, y estas leyes no hacen sino minar la salud pública de todas las personas y costar vidas. La salud pública y los derechos humanos van de la mano.

«No se puede subestimar la importancia de despenalizar la homosexualidad y la diversidad de género», afirmó Christine Stegling, directora ejecutiva adjunta de Política, Defensa y Conocimiento de ONUSIDA. «La despenalización salvará vidas y es un paso crucial hacia la igualdad, la dignidad y la salud de todas las personas».

En todas las culturas, la orientación sexual, la identidad de género y la expresión son diferentes. Las personas LGBTQI+ forman parte de todas las sociedades de todos los países desde tiempos inmemoriales, pero continúan siendo marginadas y excluidas, ya sea en el ámbito legal, cultural o social, o en una combinación de todos ellos.

La penalización, junto con la discriminación y la violencia generalizadas, impiden que las personas LGBTQI+ accedan a los servicios que salvan vidas. En un número creciente de casos, los proveedores de servicios sanitarios sufren también el acoso por parte de vigilantes o de la policía por proporcionar servicios que salvan vidas a las personas LGBTQI+.

ONUSIDA insiste en que en aquellos países en los que se penalizan las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo, la prevalencia del VIH es cinco veces mayor entre los gais y los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres que en los países en los que no se penalizan la relaciones sexuales entre personas del mismo sexo. En aquellos casos en los que se han llevado a cabo procesos judiciales recientemente, esto aumenta a 12 veces más.

Conscientes de que las leyes penales ejercen un impacto perjudicial en la respuesta al VIH, los Estados miembros de las Naciones Unidas se comprometieron a alcanzar metas ambiciosas en la Declaración Política sobre el VIH de 2021, durante la Asamblea General de las Naciones Unidas, con el fin de eliminar las leyes penales que están socavando la respuesta al VIH y dejando atrás a los grupos de población clave. Al reconocer la despenalización como un elemento fundamental en la respuesta al VIH, los países se comprometieron a que, para 2025, menos del 10 % de países mantuvieran entornos jurídicos y políticos punitivos que afectaran a la respuesta al VIH.

Ha habido una oleada de avances muy positiva. En el último año, Antigua y Barbuda, San Cristóbal y Nieves, Singapur, Barbados y las islas Cook han derogado las antiguas leyes coloniales que habían penalizado las relaciones entre personas del mismo sexo. La corte de Kuwait revocó una ley que había penalizado la «imitación del sexo contrario».

Brasil es uno de los países que impulsan el progreso en el avance de los derechos humanos de las personas LGBTQI+. El ministro de Sanidad y el ministro de Derechos Humanos anunciarán que el país se unirá a la Alianza mundial de acciones para eliminar todas las formas de estigma y discriminación relacionadas con el VIH durante un evento que se celebrará el 17 de mayo. Dicho evento se centrará en el acceso a la atención y la justicia por parte de las comunidades trans y de género diverso.

Sin embargo, la oposición a esta ola de progresos es un impulso internacional renovado, bien financiado y bien organizado para sembrar prejuicios y promover una nueva legislación discriminatoria y dañina contra la homosexualidad y la legislación antitransición.

En caso de convertirse en ley, no hay duda de que tendrá consecuencias extremadamente dañinas para la salud pública, ya que impedirá que las personas LGBTQI + accedan a los servicios sanitarios y obstaculizará la prestación de servicios que salvan vidas, incluidos todos aquellos para prevenir y tratar el VIH. Precisamente por eso, para la salud pública es fundamental que seamos capaces de detener esta corriente tremendamente dañina.

En el Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia, ONUSIDA insta a todos los países a eliminar las leyes punitivas y poner fin a los prejuicios contra las personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales. Un mundo más justo, equitativo y amable es, sin duda, un mundo más saludable para todos. 

ONUSIDA

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ONUSIDA apela a que los centros penitenciarios garanticen el acceso a los servicios de prevención, tratamiento y atención del VIH, incluidos los servicios de reducción del daño que salvan vidas

07 de mayo de 2023

Las políticas y prácticas en materia de reducción del daño ayudan a las personas que consumen drogas a mantenerse vivas y protegidas frente al VIH y la hepatitis C

Publicado con anterioridad al Día Internacional de la Reducción del Daño - 7 de mayo de 2023

GINEBRA, 5 de mayo de 2023 - Muchos sistemas penitenciarios se ven con dificultades para lidiar con la sobrecarga, los recursos inadecuados, el acceso limitado a la atención sanitaria y otros servicios de apoyo, la violencia y el consumo de drogas en sus centros. Solo en 2021, el número estimado de personas en prisión aumentó un 24 % en comparación con el año anterior, hasta alcanzar los aproximadamente 10,8 millones de personas, algo que incrementó la presión sobre unos sistemas carcelarios ya de por sí sobrecargados.   

Es innegable que en las cárceles el consumo de drogas es una realidad. La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito estima que en algunos países hasta el 50 % de las personas en prisión consumen o se inyectan drogas. Las prácticas no seguras de inyección de drogas suponen un factor de riesgo importante para la transmisión del VIH y la hepatitis C debido al acceso limitado a los servicios de reducción del daño, entre los que se incluyen preservativos, agujas y jeringuillas limpias, y a la falta de programas integrales de tratamiento farmacológico, en concreto la terapia de sustitución de opiáceos.

Las personas en prisión tienen 7,2 veces más probabilidades de vivir con el VIH que los adultos de la población general. ONUSIDA informa de que la prevalencia del VIH entre las personas en prisión aumentó un 13 % desde 2017, hasta llegar a alcanzar el 4,3 % en 2021. Aunque los datos son limitados, se cree que alrededor de una de cada cuatro personas de la población total de los centros de reclusión tiene hepatitis C.

«El acceso a la atención sanitaria, incluidos los servicios de reducción del daño, es un derecho humano fundamental, y no se debe negar a nadie ese derecho por estar encarcelado», afirmó Eamonn Murphy, director regional de ONUSIDA para Asia Pacífico, Europa Oriental y Asia Central. «Las cárceles suelen pasar inadvertidas entre los esfuerzos nacionales por responder al VIH. Precisamente por eso, urge un enfoque multisectorial y multifacético para salvar vidas, que incluya el acceso a agujas y jeringuillas limpias, así como un tratamiento eficaz para reducir la dependencia a los medicamentos opiáceos y para minimizar el estigma y la discriminación».

Entre los países que informaron a ONUSIDA en 2019 sobre la situación de sus centros de reclusión, solo 6 de 104 países contaban con programas de agujas y jeringuillas en al menos una cárcel; solo 20 de 102 países tenían en marcha programas de terapia de sustitución de opiáceos en al menos una cárcel, y 37 de 99 países ofrecían preservativos y lubricantes en algunas cárceles.

ONUSIDA, UNODC y OMS llevan mucho tiempo apoyando la ampliación de los servicios de reducción del daño a todas las cárceles. Sin embargo, según Harm Redution International, solo 59 países de todo el mundo proporcionan tratamiento con agonistas opioides en los centros de reclusión.

Algunos países ya han realizado grandes progresos al respecto en los últimos años. A pesar de los desafíos a los que se enfrentan los refugiados y de las repercusiones de la guerra en Ucrania, Moldova, que tiene una prevalencia del VIH del 3,2 % en sus cárceles, en comparación con el 0,4 % de la población general, ha destinado muchos más recursos a sus centros penitenciarios.

A principios de los 2000, en pocas de sus cárceles se ofrecían servicios de reducción del daño. Hoy en día, los 17 centros penitenciarios del país prestan servicios relacionados con la reducción del daño, entre los que se incluyen el suministro de metadona (un tratamiento agonista opioide), el acceso a psiquiatras, médicos y programas de tratamiento, el intercambio de agujas y jeringuillas, y la prevención del VIH, con sus respectivas pruebas, tratamiento y atención.

Svetlana Plamadeala, directora nacional de ONUSIDA en Moldova, afirmó: «Se trata de anteponer a las personas, tratarlas como iguales y adoptar un enfoque sólido y de salud pública, basado en los derechos humanos y las pruebas».

ONUSIDA, UNODC, UNFPA, OMS, OIT y PNUD recomiendan 15 intervenciones completas y fundamentales para salvar vidas y garantizar un programa eficaz contra el VIH en los centros de reclusión. Entre ellas destacan la prevención del VIH, las pruebas y el tratamiento, los preservativos, el lubricante, el tratamiento con agonistas opiáceos y la profilaxis posterior a la exposición. Sin embargo, esto no es más que solo una parte de la solución. ONUSIDA también recomienda que los países modifiquen sus leyes con el fin de despenalizar la posesión de drogas para uso personal.

ONUSIDA ha establecido unos ambiciosos objetivos para 2025, entre los que se incluyen: El 95 % de las personas en cárceles y otros centros de internamiento conocen su estado serológico, el 95 % que conocen su estado serológico están en tratamiento y el 95 % en tratamiento están suprimidos viralmente; el 90 % de los reclusos utilizaron preservativos en su última relación sexual con una pareja no estable; el 90 % de los reclusos que se inyectan drogas usaron agujas y jeringuillas estériles en su última inyección; y el 100 % de los reclusos tienen acceso regular a un sistema de salud adecuado o a los servicios liderados por la comunidad.

ONUSIDA no se cansa de defender el papel activo de las comunidades a la hora de planificar, proporcionar y supervisar los servicios para el VIH. Sin embargo, esto no siempre resulta sencillo en los entornos carcelarios. Sin el compromiso de la comunidad no será posible alcanzar las metas globales contra el sida. 


Para obtener más información sobre el trabajo de Moldova en relación con el VIH en las cárceles, se recomienda leer Moldova lleva los servicios de reducción del daño a todas las cárceles y ver https://youtu.be/JQYtnsiJKs0


El VIH y las personas recluidas en centros penitenciarios y otros lugares de reclusión

 

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El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

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El VIH y las personas recluidas en centros penitenciarios y otros lugares de reclusión

Nadie puede quedar a atrás, tampoco las personas que consumen drogas

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Related story: Moldova expands harm reduction services to all prisons

ONUSIDA celebra la despenalización de las relaciones homosexuales aprobada por el Parlamento de las Islas Cook

15 de abril de 2023

BANGKOK, 15 de abril de 2023 — ONUSIDA aplaude la decisión tomada hoy por los responsables políticos de las Islas Cook de suprimir de la Ley de Delitos (Crimes Act) las leyes que prohíben actos sexuales consentidos entre hombres. Con la despenalización de las relaciones sexuales entre parejas del mismo sexo, la nación del Pacífico se une a un movimiento mundial de afirmación de los derechos humanos en defensa de la no discriminación y de la intimidad.

"La última medida de las Islas Cook forma parte de una oleada de avances mundiales en torno a la eliminación de leyes que dañan a los ciudadanos. Inspirará a países de todo el Pacífico, Asia y del resto del mundo a seguir su ejemplo. La despenalización salva vidas", declaró Eamonn Murphy, Director Regional de ONUSIDA para Asia y el Pacífico.

La criminalización de las relaciones homosexuales socava los derechos humanos de las personas lesbianas, gays, bisexuales y trans (LGBT). Las leyes punitivas refuerzan la estigmatización y la discriminación contra las personas LGBT y socavan su acceso a los derechos, tratamientos y oportunidades que sí están a la disponibilidad de las demás personas. Estas leyes también obstaculizan el acceso a servicios vitales, entre ellos la asistencia sanitaria sexual y reproductiva.

“Esta decisión de las Islas Cook va a salvar vidas”, afirmó el Sr. Murphy. “La abolición de leyes coloniales punitivas y discriminatorias en todo el mundo es fundamental para la preservación de la salud pública y para garantizar también el fin de la epidemia del sida”.

El apoyo bipartito que recibió el proyecto de ley Crimes (Sexual Offences) Amendment Bill demuestra que los responsables políticos, la sociedad civil y las comunidades pueden llegar a un acuerdo para elaborar leyes que construyan sociedades más justas y equitativas.

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Los líderes africanos asumen nuevos compromisos para poner fin a la epidemia de sida

20 de febrero de 2023

ADDIS ABABA, 20 de febrero de 2023—Los líderes y colaboradores africanos se han reunido en un evento de alto nivel celebrado en paralelo a la 36ª Sesión de la Unión Africana para comprometerse con una serie de acciones que impulsen el avance hacia la erradicación del sida. Dicho evento, llamado Financiación sanitaria y acción continuada para acabar con el sida y las enfermedades transmisibles y no transmisibles relacionadas, ha sido organizado conjuntamente por la Unión Africana, NEPAD, ONUSIDA y PEPFAR.

Durante el mismo, los jefes de Estado y de Gobierno han aprobado una declaración en la que se comprometen a asumir su responsabilidad personal y a ejercer un liderazgo activo en la respuesta al sida, así como a defender la ciencia y movilizar el apoyo político y financiero nacional.

Nardos Bekele-Thomas, Directora General de la Agencia de desarrollo de la Unión Africana (AUDA-NEPAD) inauguró el acto y afirmó que era el momento idóneo para reflexionar sobre los compromisos anteriores, las puestas en práctica, lo que ha funcionado y lo que no. "La pandemia del COVID-19 nos trajo lecciones fundamentales que debemos emplear para configurar el futuro de nuestros sistemas sanitarios, el continente africano lideró acciones colectivas para responder mejor. Además, vimos cómo el sector privado se unía para colaborar con los Gobiernos en la prestación de servicios a quienes los necesitaban".

Estos compromisos se dan en un momento crítico porque, a pesar de los logros sin precedentes, el sida en África dista mucho de haber terminado. La enorme repercusión de las pandemias paralelas de COVID-19 y VIH ha puesto de manifiesto enormes deficiencias en los sistemas sanitarios de toda África, por lo que el continente no está en condiciones de lograr un África libre de sida para 2030.

"La entrada en vigor del tratado de la Agencia Africana de Medicamentos (AMA) es un hito importante para el continente. Unos sistemas de regulación armonizados y coordinados abrirán el mercado continental a los productos farmacéuticos y permitirán a nuestros fabricantes aprovechar las ventajas del ACFTA. La AUDA-NEPAD seguirá asumiendo el liderazgo técnico en la puesta en marcha del AMA, que nos situará un paso más cerca en nuestra lucha contra el Sida", declaró Nardos Bekele-Thomas.

África se ha visto enormemente afectada por la pandemia de sida: el 67 % de las personas seropositivas viven en el continente africano. La propagación de la enfermedad ha afectado a todos los estratos de la sociedad africana.

"Este acto llega en el momento oportuno, ya que nos permitirá recapitular los progresos realizados y los retos pendientes, así como estudiar la manera de poner fin al Sida para 2030", declaró Su Excelencia el Embajador. Minata Samate Cessouma, Comisionada de Salud, Asuntos Humanitarios y Desarrollo Social de la Comisión de la Unión Africana. Una hoja de ruta que incluirá la consecución de los objetivos 95-95-95, el acceso a medicamentos y diagnósticos, la reducción de nuevas infecciones, una financiación diversificada y sostenible, y al mismo tiempo la desaparición de la brecha de equidad. Permítanme reafirmar que siempre que nuestros dirigentes han emprendido iniciativas y acciones audaces se han logrado avances significativos. Espero que haya una Cumbre Extraordinaria dedicada a dar pasos concretos hacia un África libre de Sida para 2030", concluyó.

África, unida en los esfuerzos por acabar con el sida, con el apoyo de colaboradores como ONUSIDA, PEPFAR y el Fondo Mundial de Lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria, ha logrado resultados extraordinarios. Las nuevas infecciones por VIH se han reducido en un 60 % desde el pico de 1996 y en algunos países hasta en un 95 %. Las muertes relacionadas con el sida se han reducido en un 72 % desde el pico de 2004, y en 2021, el 88 % de las personas que vivían con el VIH en África conocían su estado serológico, de ellas el 89 % accedían al tratamiento antirretroviral.

Sin embargo, por primera vez en más de dos décadas, el progreso mundial contra el sida está flaqueando. En África, seis de cada siete nuevas infecciones por VIH entre adolescentes de 15 a 19 años se produjeron entre chicas. Las mujeres y las jóvenes constituyeron el 62 % de todas las nuevas infecciones por VIH en 2021 y solo el 50 % de los niños que viven con el VIH recibieron el tratamiento vital que necesitan.

Durante el acto, los líderes se comprometieron a crear un entorno favorable a nivel estructural, jurídico, normativo y político con el fin de abordar las constantes brechas de equidad relacionadas con el VIH, promover la igualdad de género, respetar los derechos humanos y eliminar la discriminación y el estigma contra las personas que viven con el VIH.

EE. UU. El Dr. John Nkengasong es el embajador general y coordinador de las actividades gubernamentales de los Estados Unidos para combatir el VIH/sida y supervisa el PEPFAR. Declaró lo siguiente: "Cuando el VIH/sida haya terminado, nuestro legado será el establecer una industria regional en el continente africano, para así luchar contra las enfermedades infecciosas en todo el continente y en todo el mundo".

La declaración destacaba que lo que obstaculiza los avances es la debilidad de los sistemas sanitarios, en cuanto a la insuficiencia de recursos humanos en salud, la debilidad de las cadenas de suministro de medicamentos y productos básicos, la falta de control de calidad o la inadecuada integración de los servicios relacionados con el VIH con otros servicios sanitarios y sociales. La imposibilidad de fomentar la capacidad, financiar e incluir a las organizaciones comunitarias en calidad de socios críticos y valiosos en la respuesta al VIH también está impidiendo un progreso acelerado.

Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA, considera clave la atención sanitaria universal. "La Cobertura Sanitaria Universal es una oportunidad más para la autosuficiencia africana, con la creación de planes nacionales de seguros, a través de los que recaudar recursos y ofrecer el seguro a todos aquellos que no puedan permitírselo", afirmó. "Esto debe incluir los servicios del VIH. Las personas que viven con el VIH son ciudadanos como los demás", añadió.

También suscitó una gran preocupación que fueran, en su mayoría, los donantes externos quienes gestionan, ejecutan y financian una parte considerable de los programas relacionados con el VIH, y no los gobiernos. Así como el hecho de que menos del 10 % de los 55 Estados miembros de la Unión Africana hayan cumplido el compromiso contraído en la declaración de Abuya de destinar el 15 % del presupuesto anual a la mejora del sector sanitario. En la nueva declaración, los líderes se comprometieron a cumplir el objetivo de Abuya del 15 % de financiación nacional en sanidad, y al mismo tiempo a dejar de depender de la financiación de sus asociados.

Los dirigentes observaron con satisfacción el esquema de la Hoja de ruta para 2030: "Mantener la respuesta al sida, reforzar los sistemas sanitarios y garantizar la seguridad sanitaria" y sus seis pilares, y pidieron a la Comisión y a AUDA-NEPAD que elaboraran una Hoja de ruta hasta 2030 costeada en su totalidad y la presentaran a la Asamblea en la próxima sesión.

También invitó a la Asamblea, 10 años después de la declaración Abuja+12, a celebrar una sesión especial sobre el fin de la epidemia de sida, las muertes maternas evitables y el fortalecimiento de los sistemas de salud para 2030, a más tardar en julio de 2024. También pidió a los socios, especialmente a PEPFAR, ONUSIDA, al Fondo Mundial, al sector privado africano y a otros, que apoyasen la aplicación de esta Declaración y la Hoja de ruta para 2030.

ONUSIDA

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Veronica Davison
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El nuevo centro colaborador de ONUSIDA en Georgetown aprovecha los puntos fuertes del derecho, los reglamentos y la política en materia de VIH/sida

12 de abril de 2023

WASHINGTON D.C., 12 de abril de 2023El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) ha designado hoy la iniciativa Global Health Policy and Politics de Georgetown centro colaborador de las Naciones Unidas para apoyar y hacer avanzar las políticas y leyes que afectan al VIH/sida con el preponderante objetivo de abordar las desigualdades que impulsan la pandemia.

En colaboración con la Georgetown School of Health y el O’Neill Institute for National & Global Health Law, la iniciativa Global Health Policy and Politics aprovecha los conocimientos académicos y técnicos de los expertos en política y derecho de toda la Universidad de Georgetown. Matthew Kavanagh, Director de la iniciativa Global Health Policy and Politics del O'Neill Institute y profesor adjunto de salud mundial en la School of Health, será quien dirija el centro colaborador.

"Las fuerzas jurídicas y políticas siguen configurando no solo el sida, sino todas las pandemias de nuestro tiempo. Con Kavanagh como líder, esta nueva relación con el centro colaborador ayudará a reforzar el trabajo que realizó en ONUSIDA durante el último año y medio y a profundizar nuestros esfuerzos conjuntos para crear el entorno jurídico y político necesario para acabar con el sida", declaró Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA, durante una visita a Georgetown el 12 de abril.

De septiembre de 2021 a enero de 2023, Kavanagh fue Director Ejecutivo Adjunto Interino de ONUSIDA y Asesor Especial de Byanyima en la creación de una nueva rama de política, activismo y conocimiento en ONUSIDA. Kavanagh asentó las bases para lograr la nueva y ambiciosa Estrategia Mundial contra el Sida, centrada en acabar con las desigualdades que subyacen a esta persistente pandemia.

"En nuestro centro colaborador estamos deseando trabajar con compañeros de las Naciones Unidas de todo el Programa Conjunto para profundizar en los determinantes políticos de la salud y contribuir a la elaboración de leyes y políticas que ayuden a poner fin a la pandemia de VIH/sida y a aumentar la resiliencia ante futuras pandemias", declaró Kavanagh. "Junto a mis compañeros de salud global en el O'Neill Institute, en la School of Health y a través del Global Health Georgetown Institute, podremos amplificar nuestro trabajo colectivo para seguir avanzando en el uso eficaz del derecho y la política en respuesta a los desafíos de salud pública mundial, incluido el VIH".

El trabajo de la iniciativa Global Health Policy & Politics incluye el HIV Policy Lab, un esfuerzo conjunto entre la Universidad de Georgetown, ONUSIDA y la Red Mundial de Personas que Viven con el VIH para documentar, monitorizar y, en última instancia, mejorar los entornos políticos relacionados con el VIH en todo el mundo, así como trabajar en el seguimiento dirigido por la comunidad y en la investigación en ciencias sociales sobre los factores políticos determinantes de la salud.  La iniciativa se creó en el O’Neill Institute, uno de los principales institutos de derecho y política sanitarios que considera que el derecho es una herramienta esencial para resolver problemas de salud críticos en el mundo.

“Estamos encantados de poder colaborar con ONUSIDA para lanzar este innovador centro colaborador”, declaró Lawrence O. Gostin, Juris Doctor y Decano del O’Neill Institute, también designado centro colaborador de la OMS. “Durante los últimos 15 años, la misión del O’Neill Institute ha sido luchar por la sanidad y la justicia promoviendo leyes y políticas con el objetivo de afrontar los críticos retos sanitarios en todo el mundo. El sida ha cambiado el mundo y ha demostrado el poder de la movilización social. Bajo la extraordinaria dirección de Matt Kavanagh y en colaboración con la School of Health, el centro va a marcar una gran diferencia en la salud pública y justicia mundiales. Estoy orgulloso de que podamos trabajar en estrecha colaboración con ONUSIDA”.

“Esta colaboración refleja nuestro compromiso con la equidad y presenta nuevas oportunidades interdisciplinares a estudiantes y profesores para potenciar sus conocimientos y formular políticas en el nexo entre desigualdad, derecho, política y VIH”, detalló Christopher J. King, decano de la School of Health, un hogar para que académicos y estudiantes puedan trabajar colaborando entre disciplinas para abordar la salud y el bienestar humanos desde diferentes perspectivas. “También somos muy afortunados de trabajar junto a los miembros de la facultad del Global Health Institute de Georgetown, los cuales aportan importantes conocimientos académicos y fortalezas técnicas en muchos aspectos del trabajo en la lucha contra el VIH/sida”.

Firmado hoy mismo, este acuerdo establecido con el centro colaborador proporciona un marco para el diálogo y la cooperación interinstitucionales. En los meses siguientes, las instituciones trabajarán para poner en marcha un conjunto de actividades centradas en la desigualdad, para celebrar reuniones formales y bilaterales de consulta y para ayudar a compartir datos y análisis políticos en los próximos años.

ONUSIDA

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

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Karen Teber, Georgetown
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Sophie Barton-Knotts, UNAIDS
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Un Triple Dividendo: la financiación íntegra de la respuesta al VIH en África

12 de abril de 2023

Financiar plenamente la respuesta al VIH para encarrilarla de nuevo hacia la consecución de los objetivos de 2030 generará importantes beneficios sanitarios, sociales y económicos en los países africanos. Estas conclusiones se destacan en el nuevo informe, Un triple dividendo: los beneficios sanitarios, sociales y económicos de la financiación de la respuesta al VIH en África, que se presentará el 12 de abril en un acto interactivo en Washington D.C. coorganizado por ONUSIDA y PEPFAR

WASHINGTON D.C. / GINEBRA, 12 de abril de 2023 — Las investigaciones y análisis realizados por Economist Impact en 13 países africanos demuestran que la financiación íntegra de la respuesta al VIH salvará millones de vidas y generará importantes beneficios sanitarios, sociales y económicos.

No solo habría entre un 40 % y un 90 % menos de nuevas infecciones por VIH, dependiendo del país, sino que la inversión en la epidemia del VIH también mejoraría los resultados educativos, especialmente para las mujeres jóvenes y las niñas, reduciría las desigualdades de género e impulsaría el crecimiento económico.

Si en Sudáfrica, por ejemplo, se cumplen los objetivos de financiación íntegra de la respuesta al VIH, las mujeres de entre 15 y 19 años representarían casi el 15 % de la reducción de nuevas infecciones por el VIH en 2030, a pesar de constituir menos del 5 % de la población total. Además, el aumento de las inversiones en VIH en la actualidad contribuiría a unos beneficios económicos más amplios y sostenidos para 2030 y, en última instancia, liberaría los recursos escasos en el futuro para abordar otras prioridades sanitarias críticas. El informe prevé que el PIB de Sudáfrica podría aumentar un 2,8 % y el de Kenya un 1,1 % de aquí a 2030 si se cumplen los objetivos de financiación del VIH.

 Este informe llega en un momento crítico, con pruebas que deberían servir de catalizador para tomar decisiones políticas que garanticen la plena financiación de la lucha contra el VIH, lo que dará lugar a importantes resultados sociales y económicos y, además, encaminará a los países africanos hacia la creación de sistemas sanitarios más resistentes y mejor preparados para prevenir futuras pandemias", declaró Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA. "Es esencial tomar decisiones audaces ahora para acelerar y aprovechar las inversiones en la financiación del VIH y la sanidad para lograr una mayor equidad, sociedades más fuertes y crecimiento económico".

"El Gobierno de Estados Unidos se enorgullece de unirse a otros Estados Miembros de la ONU para adoptar nuevos y audaces compromisos de financiación en la lucha contra el VIH/sida para 2025. Poner fin al VIH/sida como amenaza para la salud pública requiere liderazgo político, programático y financiero. Todos los sectores del gobierno, incluidos los Ministerios de Economía, desempeñan un papel clave en el aumento de la financiación nacional para garantizar que se llega a las poblaciones vulnerables de forma equitativa y que estas reciben los servicios de prevención, atención y tratamiento que necesitan", declaró el Embajador Dr. John N. Nkengasong, EE.UU.,  Coordinador Mundial de los Estados Unidos para el Sida y Representante Especial para la Diplomacia Sanitaria Mundial.

El informe, Un triple dividendo: los beneficios sanitarios, sociales y económicos de la financiación de la respuesta al VIH en África, demuestra que no movilizar la financiación necesaria para acabar con el sida como amenaza para la salud pública en 2030 acarrea considerables costes sanitarios, sociales y económicos.

Para evaluar estos costes, Economist Impact, con el apoyo de ONUSIDA, analizó escenarios en los que se comparaba el 100 % de los recursos financieros necesarios para cumplir los objetivos de la Declaración Política sobre el VIH y el Sida de 2021 con un escenario de financiación habitual en el que se mantienen la cobertura económica y los niveles de servicio actuales para el VIH. Las mejoras resultantes en los efectos sanitarios también aumentarían los beneficios educativos, que combinados, generarían un incremento de la productividad en generaciones presentes y futuras, contribuyendo así a mayores ganancias económicas.

“Los países en África se están enfrentando a grandes desafíos para conseguir los recursos necesarios con el objetivo de aumentar la financiación nacional para la respuesta al VIH. Los legisladores tendrán que pensar de manera creativa en nuevas formas de hacer uso de la financiación actual con más eficacia. Recurrir a las redes existentes centradas en la comunidad podría desempeñar un papel clave tanto en movilizar recursos adicionales para la respuesta al VIH como en garantizar su reparto equitativo y su llegada a los más necesitados”, expuso Rob Cook, director clínico del programa en Economist Impact.

Las crisis mundiales recientes, entre ellas la COVID-19 y la guerra de Ucrania, han obstaculizado los esfuerzos para enfrentarse a la epidemia del VIH y han ejercido gran presión sobre la financiación de la sanidad y otros Objetivos de Desarrollo Sostenible. Las mujeres jóvenes, los niños y otras poblaciones vulnerables serán los que paguen el mayor precio, ya que las desigualdades socioeconómicas y sanitarias preexistentes siguen creciendo. Los importantes retos fiscales a los que se enfrentan los países africanos han limitado su capacidad para aumentar la financiación nacional de la respuesta al VIH y han restringido sus presupuestos destinados a la sanidad general. Las investigaciones de Economist Impact apuntan hacia una necesidad de políticas que tengan como objetivo generar nuevas fuentes de ingresos y aprovechar al máximo el uso de fondos y recursos existentes.

ONUSIDA calcula que los países de renta media y baja necesitarán inversiones de 29 000 millones de dólares anuales para cumplir con los objetivos de poner fin a la epidemia del sida como amenaza para la salud pública en 2030. Los niveles de financiación en 2020 se desplomaron casi un 30 % por debajo de los objetivos, lo que resultó en que las posteriores necesidades de recursos fueran más difíciles de satisfacer y se alejara aún más de los objetivos futuros.

Se esperan más de 7 millones de muertes relacionadas con el sida, pero la mitad de ellas pueden evitarse si la respuesta se financia por completo y si las políticas toman la dirección correcta.  

Entre los objetivos mundiales para el 2025 se incluyen: reducir las nuevas infecciones por el VIH a menos de 370 000 (frente a las 1,5 millones en 2021), disminuir las infecciones por el VIH entre mujeres jóvenes y adolescentes a menos de 50 000 y reducir el número de personas que mueren por enfermedades relacionadas con el sida a menos 250 000 (en comparación con los 650 000 fallecidos en 2021).

El acto Triple Dividendo y el lanzamiento del informe incluirán a:

  • Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA 
  • John Nkengasong, Embajador de Estados Unidos. Coordinador Mundial para el Sida y Representante Especial para la Diplomacia Sanitaria, PEPFAR 
  • Mthuli Ncube, Ministro de Economía de Zimbabwe
  • Allan Maleche, Director Ejecutivo de la ONG Kenya Legal and Ethical Issues Network on HIV and AIDS (KELIN) 
  • David Humphries, Responsable Mundial de Política Sanitaria de Economist Impact

El acto va ser moderado por:

  • Jennifer Kates, Vicepresidenta Senior y Directora del programa Global Health & HIV Policy de la Kaiser Family Foundation (KFF)

Puede seguirlo en línea:

https://youtube.com/live/LHPZsr2VSLs?feature=share

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