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La dura legislación sobre drogas socava la salud y los derechos humanos en Asia y el Pacífico

01 de marzo de 2023

Rosma Karlina y Yulistyo Dwi viven con sus dos hijos pequeños en la lluviosa ciudad de Bogor, en el sur de Yakarta.

La Sra. Karlina relató: “A veces vamos a museos para introducir a los niños a la historia o damos de comer a los ciervos del Palacio Presidencial. Es un entretenimiento sencillo, pero puede enseñar a los niños a amar incluso a los animales”.

Si su vida familiar es tradicional, su vida laboral es todo menos eso. La Sra. Karlina es la fundadora y Directora de Suar Perempuan Lingkar Napza Nusantara (también denominada en inglés Womxn's Voice), una organización que defiende y atiende a mujeres y a mujeres trans que consumen drogas. Bambang, conocido popularmente como Tedjo, fundó la AKSI Keadilan Indonesia (también conocida como Indonesian Justice Action Foundation). Desde 2018, su equipo ofrece asistencia jurídica y apoyo a personas que consumen drogas y defiende sus derechos.

Sus jornadas de trabajo son una mezcla de organización comunitaria, burocracia paralegal y atención a llamadas de socorro. Una clienta denunció violencia doméstica por parte de su marido. Cuando la policía llegó a la casa, el marido informó a los agentes del consumo de drogas de su mujer y la detuvieron a ella en lugar de a él.

Las organizaciones abogaron con éxito por que un hombre saliera de un centro de rehabilitación obligatoria para que pudiera acceder al tratamiento del VIH. De lo contrario, habría estado tres meses sin tomar sus medicamentos.

Las organizaciones han sido testigos de muchos ejemplos de mujeres que viven con el VIH que se enfrentan a un desprecio extremo. En una ocasión, un agente de policía arrojó un paquete de compresas a la celda de una mujer en lugar de pasárselo y alegó miedo de estar cerca de ella.

La Sra. Karlina afirmó: “Desde 2018 he visto muchas violaciones de derechos perpetradas por agentes de la autoridad: abuso físico, psicológico e incluso económico”. Y, además, puntualizó que “extorsionan a las familias por dinero para que sus seres queridos puedan volver a casa”.

La actual Rosma Karlina, educadora y apasionada activista, evolucionó tras casi dos décadas de abuso de sustancias. Ha estado 17 veces en centros de rehabilitación. Tocó fondo durante un encarcelamiento de 18 meses por posesión de heroína.

“Mi familia pagó mucho dinero a la fiscalía, pero aún así, seguía en prisión. Perdí la custodia de mi hijo mayor. El juez pensó que no merecía ser madre porque consumía drogas”, relató.

Tedjo también evolucionó de la adicción al activismo.

“Consumí drogas entre 1989 y 2015. Ha sido un largo viaje”, reflexionó. “Cuando mi vida era un desastre, hice daño a mucha gente. No fue fácil demostrar que había mejorado”.

Estas personas son dos de las más destacadas por alzar su voz con respecto a cómo la dura legislación penal sobre posesión y consumo de drogas acarrea violaciones de los derechos de las personas que consumen drogas, al tiempo que reduce el acceso a los servicios sanitarios.

Un análisis político y jurídico de 38 países realizado por ONUSIDA y el PNUD reveló que 14 países de la región cuentan con castigo corporal o pena capital por el uso o posesión de drogas. Algunos estados han justificado los asesinatos extrajudiciales por delitos por consumo o posesión de drogas.  Se estima que, en 2021, el 12 % de las nuevas infecciones por el VIH en Asia y el Pacífico se produjeron entre personas que se inyectaban drogas.

 “La guerra contra las drogas ha creado un gran estigma social y una cultura que ve a toda una comunidad como criminales. Cuando accedemos a la asistencia sanitaria, nos tratan como si fuéramos malas personas”, manifestó Tedjo.

Francis Joseph, el Coordinador Regional de la Network of Asian People who Use Drugs (NAPUD, por sus siglas en inglés), explicó que al carecer de entornos legalmente favorables, estas personas no tienen acceso a los servicios adecuados.

“Los profesionales sanitarios y los organismos del orden público los tratan con violencia y abuso”, confesó. “Por ello, no quieren destaparse y reconocer: 'He compartido agujas y jeringas y ahora necesito una prueba del VIH'.  Puesto que las personas que consumen drogas no son bienvenidas en nuestros centros sanitarios, lo que provoca esto es que huyan del sistema y se queden fuera de él”.

Lord Lawrence Latonio, un estudiante de derecho y socio de la Community Access to Redress and Empowerment (CARE, por sus siglas en inglés), ha puntualizado que Filipinas también criminaliza la posesión de lo que se considera parafernalia de drogas. Asimismo, esto implica que los educadores inter pares que distribuyen agujas y jeringas limpias tengan que estar alerta para no ser detenidos.

Afortunadamente, los defensores presionaron con éxito para que se incluyera la protección a los trabajadores sanitarios que proporcionan servicios para el VIH en la Ley de Política sobre el VIH y el Sida de 2018. Parte de la labor de CARE consiste en impartir conocimientos jurídicos básicos para que las comunidades puedan comprender sus derechos. Y también cuenta con una red de funcionarios inter pares trabajando en diferentes regiones para apoyar a los miembros de las comunidades de población clave y a las personas que viven con el VIH a obtener reparación en casos donde se hayan violado sus derechos.

Veintiún países de la región cuentan con centros estatales de detención y rehabilitación obligatoria o centros similares para personas que consumen drogas. Estos consisten en una forma de confinamiento donde aquellos acusados o conocidos por consumo de drogas son ingresados de manera involuntaria para su desintoxicación y supuesto tratamiento. Se ha indicado que las condiciones incluyen trabajo forzoso, falta de nutrición adecuada y acceso limitado a asistencia sanitaria.

En 2012 y 2020, los organismos de las Naciones Unidas exigieron el cierre definitivo de estos centros de internamiento involuntario. Pero según un informe de 2022 se han paralizado, en gran medida, los avances en este asunto en el Este y el Sudeste Asiático.

“ONUSIDA está trabajando con la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés) para alentar a estos países a pasar de centros de internamiento involuntario a tratamientos voluntarios de base comunitaria que proporcionen servicios basados en pruebas y en derechos humanos”, anunció el Asesor Jurídico y de los Derechos Humanos de ONUSIDA Asia y el Pacífico, Quentin Lataire.

ONUSIDA Indonesia está colaborando con Womx'n Voice para poner a prueba un programa piloto multisectorial de refugio y educación para mujeres y niños en Bogor. Sus acciones incluyen protección social, respaldo jurídico, apoyo a la salud mental, educación sanitaria y sobre el VIH y acompañamiento a los servicios.

La Sra. Karlina ha pedido mayores inversiones en asistencia a la salud mental, reducción de la pobreza y educación. “Necesitamos evaluaciones adecuadas para poder analizar mejor cada situación y encontrar la solución más eficaz. La cárcel no es la respuesta. Si nos veis como seres humanos, nos cuidaréis como seres humanos”, insistió.

Entrenando a los trabajadores de la salud de Indonesia para mejorar los servicios del VIH dirigidos a las poblaciones clave

30 de marzo de 2022

“Los jóvenes no acceden de forma regular a los servicios relacionados con el VIH. Me encantaría invitar a mis amigos a realizarse la prueba, pero todos tienen miedo. No disponen de información suficiente ni de apoyo por parte de sus familias y les da miedo conocer su estado serológico”, afirmó Andika Bayu Aji, una persona joven procedente de la provincia de Papua Occidental, en Indonesia.

Se ha pasado por alto la epidemia de VIH entre los jóvenes de Asia y el Pacífico, aunque aproximadamente un cuarto de las nuevas infecciones por el VIH en la región se da en personas de entre 15 y 24 años. La gran mayoría de jóvenes afectados por el VIH de la región pertenecen a poblaciones vulnerables (personas que viven con el VIH, hombres gays y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, personas trans, trabajadores sexuales y personas que se inyectan drogas).

Al igual que en muchos otros países de la región, las infecciones por el VIH en jóvenes de Indonesia, que suponen casi la mitad de las nuevas infecciones, se atribuyen al estigma y la discriminación, a la poca sensibilización sobre el VIH en el ámbito educativo, a la falta de servicios adaptados a las necesidades de los jóvenes y a los tabúes sociales.

“Los jóvenes a menudo sufren el estigma y la discriminación en los centros de atención sanitaria. Los profesionales de la salud son trabajadores de primera línea. Si los servicios son de mala calidad, los jóvenes no los usarán y les dirán a otros jóvenes que no los usen. Estamos limitados por las clínicas a las que podemos acceder porque muchas, si no la mayoría, no están adaptadas a sus necesidades”, afirmó Sepi Maulana Ardiansyah (conocido como Davi), coordinador nacional de Inti Muda, la red nacional para los grupos de población clave de Indonesia.

Un estudio reciente de Inti Muda y la Universidad de Padjajaran concluyó que la voluntad de los jóvenes de acceder a los servicios en provincias como Papua Occidental era muy baja. Esto se debía, sobre todo, a la falta de servicios adaptados a sus necesidades y al desconocimiento de las cuestiones relacionadas con las poblaciones clave por parte de los trabajadores sanitarios. Los jóvenes a menudo se encuentran con dificultades para acceder a los servicios por la lejanía de las clínicas y hospitales y se topan con barreras como la edad de consentimiento para las pruebas.

El estigma y la discriminación (y, en especial, la discriminación por parte de los profesionales de la salud) desalienta el acceso a los servicios del VIH de muchos grupos jóvenes de población clave. Algunos de los retos principales son la preocupación por la intimidad y la confidencialidad. Otros obstáculos adicionales incluyen los horarios de apertura de las clínicas públicas, que con frecuencia no se ajustan a las rutinas de la gente, así como los prejuicios y actitudes juzgadoras de los trabajadores sanitarios en lo que respecta a la orientación sexual, la identidad de género y la salud mental.

Entre el 14 y el 18 de marzo, Inti Muda, con el apoyo técnico de Youth LEAD y ONUSIDA, organizó un curso de sensibilización para los trabajadores sanitarios de Sentani y Jayapura, dos ciudades de Papua Occidental, en el que participaron más de 50 personas.  Unos días antes, Inti Muda organizó también un festival para más de 80 jóvenes en un esfuerzo por involucrarlos en la respuesta al VIH y generar demanda de los servicios del VIH.

“Antes del curso no conocía las distintas necesidades de los grupos de población clave, lo que dificulta el poder llegar a ellos. Aprendimos técnicas importantes para llegar a los jóvenes como pueden ser los servicios de asesoramiento adaptados a sus necesidades, las intervenciones digitales o el animarlos a hacerse la prueba”, dijo Kristanti, de la oficina de salud del distrito.

“Aprendí que las necesidades de los jóvenes son diversas. Esta formación nos permitirá mejorar nuestros servicios para adaptarlos a ellos, lo que es ahora nuestra máxima prioridad”, añadió Hilda Rumboy, la matrona a cargo del departamento de los servicios para el VIH del centro de salud primaria de Waibhu.

Tanto el curso como el festival recibieron el respaldo del Ministerio de Asuntos Exteriores y Comercio de Australia. La reciente inversión de 9,65 millones de dólares australianos tomados del sexto reaprovisionamiento del Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria (el Fondo Mundial) por parte del Gobierno australiano, que incluía una financiación del Ministerio de Asuntos Exteriores de 2 millones de dólares previamente comprometidos a ONUSIDA, tiene como objetivo reducir el número anual de nuevas infecciones por el VIH en los grupos de población clave de Camboya, Indonesia, Papua Nueva Guinea y Filipinas.

“Asegurar que los jóvenes y los grupos vulnerables tengan acceso a información veraz sobre la prevención del VIH y que los centros de pruebas sean asequibles y accesibles es crucial para poner fin a la epidemia de sida. Nos enorgullece trabajar con las comunidades locales y ONUSIDA para incrementar la disponibilidad de información sobre el VIH, mejorar el alcance y la calidad de los servicios sanitarios y animar a los jóvenes y grupos vulnerables a hacerse la prueba”, dijo Simon Ernst, ministro asesor interino para la gobernanza y el desarrollo humano en la embajada de Australia en Indonesia.

El curso se basa en el manual que desarrolló Youth LEAD en 2021, financiado con la ayuda del programa del Fondo Mundial para la sostenibilidad de los servicios del VIH para las poblaciones clave en Asia y el Equipo de Apoyo Regional de ONUSIDA de Asia y el Pacífico. Con la concesión para los próximos dos años del Ministerio de Asuntos Exteriores australiano, Youth LEAD expandirá la formación a dos países más, Camboya y Filipinas, y apoyará a las redes dirigidas por los jóvenes de ambos países para desarrollar los cursos.

“Los jóvenes todavía se enfrentan a muchos retos que les impiden el acceso a la atención sanitaria esencial que necesitan. La delegación nacional de ONUSIDA en Indonesia está trabajando estrechamente con el Equipo de Apoyo Regional de ONUSIDA y el Ministerio de Asuntos Exteriores australiano para asegurar que las redes lideradas por los jóvenes tengan la capacidad y las habilidades de liderazgo necesarias para tomar el control de la respuesta al VIH y participar directamente en la creación de espacios seguros donde los jóvenes puedan acceder a los servicios sin estigma ni discriminación”, afirmó Krittayawan Boonto, la directora nacional de ONUSIDA de Indonesia.

La plataforma Hollaback! Yakarta trabaja para acabar con el acoso contra las mujeres

03 de marzo de 2020

«Iba andando a trabajar como cada mañana. Había un hombre en una moto al final de la calle y, cuando pasé a su lado, me agarró los pechos y aceleró».   Esta cita está tomada de las muchas historias que aparecen en la página web de Hollaback! Jakarta.   

Para las mujeres en Indonesia, el acoso sexual y otras formas de violencia de género continúan siendo cuestiones de gravedad. De acuerdo con el informe anual de la Comisión Nacional para la Violencia Contra la Mujer, en 2019 hubo más de 400 000 casos registrados de violencia contra mujeres, de los cuales un 28 % se dio en espacios públicos. Las instalaciones públicas, el transporte público y las calles se han convertido en sitios donde las mujeres no se sienten seguras y protegidas.

Hollaback! Jakarta es parte del movimiento mundial para acabar con el acoso en sitios públicos.  Para alcanzar el objetivo de crear lugares públicos más seguros para las mujeres, Hollaback! Jakarta colabora con compañías de aplicaciones de transporte de viajeros, servicios de transporte público, escuelas y campus para ofrecer formación en materia de violencia de género. 

«A través de la formación de conductores de mototaxis, no solo entienden las diferentes formas de acoso, sino que pueden participar activamente e intervenir cuando vean un caso en los espacios públicos», afirmó Noval Auliady, codirector de Hollaback! Jakarta. En Yakarta, una ciudad en la que las calles están llenas de mototaxis, esto supone un gran avance.

En la actualidad, las mujeres no cuentan con una protección legal completa ante la violencia de género. Si bien existe legislación, aún continúa habiendo vacíos legales.  Para cubrir esos vacíos, se elaboró el proyecto de ley para la eliminación de la violencia sexual, que proponía una definición ampliada de la violencia sexual y se centraba en la protección y la restitución de las víctimas.

Durante muchas semanas de septiembre de 2019, estudiantes, activistas y jóvenes tomaron las calles de las ciudades más importantes de Indonesia para reclamar que se aprobara el proyecto de ley. Hollaback! Jakarta! realizó una labor fundamental en la campaña creando alboroto mediático, movilizando a la gente y reuniéndose con los parlamentarios. 

Lamentablemente, en la última sesión parlamentaria no se aprobó el proyecto de ley, ya que los grupos conservadores lucharon enérgicamente contra las cláusulas sobre la penalización de las violaciones conyugales. Cabe destacar que el proyecto se ha vuelto a incluir en la lista de prioridad de este año del programa nacional de legislación. El apoyo masivo de la sociedad civil para con este proyecto de ley aumenta las posibilidades de que se apruebe y da esperanzas a la lucha para acabar con la violencia de género en Indonesia.

Además, Internet se ha convertido en un gran aliado del movimiento. Las redes sociales no fueron solo vitales a la hora de movilizar a la gente para apoyar el proyecto de ley, sino que también se han convertido en una plataforma potente para difundir el importante mensaje de acabar con la violencia contra las mujeres.

En su página web, Hollaback! Jakarta anima a que la gente comparta sus historias para mostrar lo extendidas, graves y familiares que las experiencias de violencia son para las mujeres.  Al igual que en la cita anterior, las personas comparten tanto sus experiencias personales como las que han presenciado por la calle.

 En la página de Hollaback! Jakarta, ya se han publicado más de 300 historias de mujeres que han sufrido diferentes formas de violencia de género, desde comentarios inapropiados en público hasta abusos. Además, cualquiera puede mostrar su solidaridad con cada historia a través del botón de «I’ve got your back» (Tienes mi apoyo).  Mediante la página web y la presencia en las redes sociales, Hollaback! Jakarta reconoce el potencial de crear un espacio virtual seguro para las mujeres que sufren violencia de género.

«Cuantas más historias haya, más gente se atreverá a hablar y mostrar su apoyo, y más transeúntes intervendrán cuando lo vean de primera mano.  Eso es exactamente lo que queremos conseguir», declaró el Sr. Auliady.

Conozca a Marlo: a quien acudir para informarse sobre el VIH

29 de marzo de 2019

Los debates sobre sexo y VIH en Indonesia se siguen considerando tabú. Además, la limitada información que existe es, a menudo, confusa, por lo que no es fácil ni asimilarla ni contradecirla. Esta es la razón por la que muchos jóvenes están empezando a usar nuevas plataformas tecnológicas para buscar respuestas a las preguntas relacionadas con la salud y el bienestar.

En un intento por mejorar la calidad de la información que se ofrece a los jóvenes, la Delegación Nacional de ONUSIDA en Indonesia ha desarrollado Tanya Marlo, o Ask Marlo, una aplicación de conversación informática que funciona a base de inteligencia artificial y que está diseñado para ser la fuente de información a la que acudir para todos los temas relacionados con el VIH.

Marlo es amable y ofrece información básica sobre el VIH a través de contenido fácil de usar y entender como infográficos, cuestionarios y preguntas frecuentes. Además, en apenas unos minutos, los usuarios de esta aplicación pueden reservar cita para realizarse las pruebas del VIH en centros de salud situados en Yakarta, Indonesia. Los jóvenes se interesan por chats más profesionales, en los cuales puedan hablar con asesores cualificados, quienes se encuentran a la espera para hablar, proporcionar orientación y recomendar diversos servicios especializados.

Estos asesores reciben una cantidad de preguntas que atañen a cómo acceder a los servicios y tratamiento contra el VIH.

«Muchas personas de Yakarta, en especial los jóvenes, aún no conocen la información básica sobre el VIH. Espero que, como asesor que trabaja en Marlo, pueda contribuir a cambiar esta situación», afirmó uno de los asesores.

Ask Marlo se incluye dentro de la aplicación de mensajería móvil LINE. Los usuarios que quieran iniciar una conversación con Marlo, simplemente tienen que añadir a @tanyamarlo en LINE y pueden empezar a chatear. Indonesia es uno de los principales mercados de LINE, con alrededor de 90 millones de personas que la usan. Aproximadamente un 80 % de estos usuarios son jóvenes, muchos de los cuales usan LINE Today para conocer noticias e información y para realizar compras.

Desde su lanzamiento el día 1 de diciembre de 2018, el número de usuarios de Ask Marlo ha aumentado hasta alcanzar casi 3000 seguidores a finales de marzo. Las críticas positivas sobre esta aplicación muestran lo importante y necesario que es este servicio para los jóvenes. 

Al usar Ask Marlo por primera vez, un graduado en Psicología por la Universidad de Indonesia señaló, «¡Es ideal para los jóvenes! Mis amigos y yo usamos mucho LINE, por lo que es la plataforma perfecta para Ask Marlo. Estoy realmente sorprendido de que se pueda usar una aplicación de conversación informática para transmitir información sobre algo tan complejo como el VIH».

A una estudiante de la Universidad Atma Jaya, le gusta el anonimato que proporciona esta aplicación. «Con Ask Marlo, no tenemos que avergonzarnos de hacer preguntas relacionadas con el VIH».

Estudiantes universitarios, profesionales jóvenes, diversas comunidades, activistas de sociedades civiles y el Ministerio de Salud han apoyado el uso de Ask Marlo.  Además, muchos influidores de las redes sociales y creadores de contenido para Youtube han dado su visto bueno a esta aplicación. Su apoyo ha ayudado a fomentar y a hacer llegar esta aplicación a un público más amplio. La idea es que su uso se extienda hasta el punto que se puedan ofrecer estas pruebas en otras ciudades principales de Indonesia.

Corren para asegurar que las personas que viven con el VIH reciban su tratamiento tras el terremoto en Sulawesi Central

19 de octubre de 2018

El 28 de septiembre, la provincia de Sulawesi Central, Indonesia, se vio afectada por un fuerte terremoto seguido de un tsunami. Murieron miles de personas y otras cientos de miles tuvieron que ser desplazadas. Cuando se da una catástrofe humanitaria, es difícil cubrir las necesidades básicas. Esto afecta en especial a las personas que viven con el VIH en Sulawesi Central.

Los hospitales de la localidad de Palu han sufrido graves daños pero siguen funcionando. Allí aún quedan reservas de tratamiento antirretrovírico, pero no se sabe cuanto van a durar. Según los datos del gobierno, antes de la catástrofe, se calculaba que había 1913 personas que viven con el VIH en Sulawesi Central. De todas ellas, 334, entre las que se incluyen 3 niños, estaban bajo tratamiento antirretrovírico.

La gente de la región se ha movilizado para apoyar a las personas que viven con el VIH. Yuli trabaja para la Coalición por el sida de Indonesia, una organización de la sociedad civil que supervisa el respaldo que recibe la terapia antirretrovírica en Makassar, Sulawesi Sur, Indonesia. El 2 de octubre, un trabajador suyo le informó de las graves perturbaciones en el suministro de medicamentos antirretrovirales en Palu, mientras se dirigía a Donggala para visitar a su familia, una zona afectada por el terremoto.

Yuli y sus compañeros de trabajo se dirigieron a Palu para prestar ayuda y se pusieron en contacto con hospitales y otros proveedores de servicios para reunir los medicamentos antirretrovirales restantes y distribuirlos a los necesitados. Su misión se convirtió rápidamente en un compromiso para ofrecer apoyo en la lucha contra el VIH en Palu, incluyendo la ayuda en la búsqueda de contactos y la prestación de apoyo social a las personas que viven con el VIH en la zona.

"La razón por la que sigo aquí más de dos semanas después del desastre es porque es imposible ver las condiciones actuales y no echar una mano", dijo Yuli, y explicó que la gente de Célebes Central necesita apoyo para sus necesidades básicas y apoyo psicosocial, además de medicina antirretroviral.

Para el 16 de octubre, 92 de las 344 personas que anteriormente recibían terapia antirretroviral habían tenido acceso al suministro de medicamentos antirretrovirales para un mes, ya sea a través de Yuli y su equipo o directamente desde las clínicas.

"Mi principal preocupación es que quiero asegurarme de que, a pesar de la catástrofe, las personas que viven con el VIH tengan acceso a la terapia antirretrovírica y no dejen de recibir tratamiento", dijo Yuli. 

ONUSIDA y sus asociados de la zona se han unido para formar el Equipo central nacional de respuesta al VIH en situaciones humanitarias. El equipo está trabajando de forma activa para respaldar la respuesta al VIH en las zonas afectadas, intentando descubrir el estado serológico de las personas que viven con el VIH y todavía no lo saben, y asegurando la distribución de medicamentos antirretrovíricos a aquellos que lo necesiten. Se ha establecido un puesto de mando para el VIH en Palu, con un equipo monitorizando la disponibilidad de medicamento antirretrovírico en la región afectada. 

“A menudo se pasa por alto el VIH en situaciones de emergencia. Debemos trabajar duro para asegurar que las personas que viven con el VIH no sean olvidadas en tiempos de necesidad. Aplaudimos la rápida iniciativa y dedicación de Yuli y sus compañeros y continuaremos ofreciéndoles nuestro apoyo” manifestó Krittayawan Tina Boonto, directora nacional de ONUSIDA en Indonesia.

La delegación de ONUSIDA en Indonesia ha movilizado recursos para financiar seis visitas al terreno por parte de personas en la misma situación. Estas visitas permitirán a las personas que viven con el VIH viajar a Palu para proporcionar asistencia inmediata. ONUSIDA también llevará a cabo una evaluación total de las necesidades para VIH, tuberculosis y malaria en Célebes Central para crear peticiones de financiación y proporcionar asistencia a medio y largo plazo. Además, establecerá planes de emergencia en el caso de futuros desastres en Indonesia.

Transformándoles la vida a personas que se inyectan drogas por medio de un tratamiento voluntario

16 de marzo de 2017

Hendro trabajaba como conductor para una empresa privada en Yakarta (Indonesia) cuando, hace dos años, comenzó a consumir heroína por influencia de un compañero.

“Empecé a volverme adicto”, dijo Hendro, que prefiere usar solo su nombre. “Pronto dejé de sentirme bien si no consumía drogas. No me podía concentrar. Y esta situación duró unos siete meses hasta que mi vida se sumió en el caos”.

Su rendimiento laboral se vio afectado y empezó a tener discusiones diarias con su mujer. Se susurraba a sí mismo “Esto no está bien. Acabaré conmigo mismo. Todos los días intentaba, sin cesar, mantenerme alejado de las drogas, pero el ansia por consumir era muy dolorosa. Era inconcebible”.

Un día Hendro se enteró de que existía un innovador programa sobre drogas con sede en una gran casa de la ciudad de Bogor, a una hora de Yakarta. El edificio, alegre y con el césped recién cortado, ofrece un ambiente acogedor y afectuoso que se acentúa con la presencia de dos perros que saludan a los visitantes con unos amables olisqueos.

Sam Nugraha fundó el programa Rumah Singgah PEKA en 2010. “El centro de tratamiento PEKA es diferente a cualquier otro, ya que es completamente voluntario”, declaró. “Cada cliente ha decidido participar por cuenta propia”.

En la región Asia-Pacífico hay 4 millones de usuarios de drogas inyectables, lo que equivale a un tercio de las personas que se inyectan drogas a escala mundial. Este hecho sitúa a la región a la vanguardia del mayor problema de drogas inyectables del mundo.

Una respuesta común al uso de drogas en la región es el confinamiento de los usuarios de drogas inyectables en centros obligatorios de tratamiento y rehabilitación.

“El enfoque de PEKA no puede aplicarse a todo el mundo. Los clientes deben ser conscientes de lo que tienen que hacer y estar dispuestos a realizar cambios”, dijo el Sr. Nugraha.

Antes de inscribirse en el programa PEKA, los participantes se someten a un largo proceso de evaluación para determinar si el centro se adapta a sus necesidades.

“Cuando entré a formar parte de PEKA estaba decidido a recuperarme y a redescubrir a esa persona que estaba perdida por culpa de las drogas”, recordó Hendro.

Los clientes analizan con sus asesores cuál es el mejor plan de tratamiento. Pueden elegir entre vivir dentro o fuera de PEKA, pero si optan por la primera opción, deben respetar la condición del centro de cero tolerancia por el consumo de drogas en sus instalaciones. Algunos clientes eligen una abstinencia completa, otros se inscriben en terapias de sustitución de opiáceos y, para aquellos que quieren continuar inyectándose drogas, PEKA cuenta con un programa de agujas y jeringuillas. Además, a todos los clientes se les anima a participar en sesiones de terapia grupales e individuales.

“El 90 % de nuestro personal tiene experiencia en el uso de las drogas”, afirmó el Sr. Nugraha, “así que comprenden los retos a los que hacen frente los clientes, así como el tipo de apoyo que necesitan”.

Hendro decidió vivir en el centro de PEKA y participar en el programa de tratamiento de mantenimiento con metadona. Un asesor acudió con él a una clínica pública, donde un médico fijó su dosis óptima de metadona. Empezó con 50 mg al día, pero después de un año ha ido reduciendo la cantidad.

PEKA trabaja en asociación con clínicas públicas. El personal no solo acompaña a los clientes para que tengan acceso a la metadona, sino que también recogen y llevan al centro un suministro de cinco días de metadona para personas que han establecido una rutina constante.

“Las clínicas de salud pública han limitado sus horas de trabajo, así que nosotros suplimos esa carencia prestando servicios las 24 horas”, dijo el Sr. Nugraha. “La gente puede venir en cualquier momento”.

Agustina Susana Iswati, directora de la clínica sanitaria Gedung Badak, está de acuerdo. “La cooperación con grupos comunitarios es necesaria, ya que ellos son los que saben lo que está ocurriendo realmente”.

Los usuarios de drogas inyectables son vulnerables al VIH, la hepatitis, la tuberculosis y otras enfermedades infecciosas. La prevalencia del VIH entre personas que se inyectan drogas supera el 30% en varias ciudades asiáticas. Además, solamente el 30% de los usuarios de drogas inyectables en Asia y en el Pacífico conocen su estado serológico.

“Ofrecemos a todos nuestros clientes el acceso a pruebas del VIH. Si el resultado de la prueba es positivo, les ayudamos a que comiencen con un tratamiento antirretrovírico tan pronto como sea posible”, expuso el Sr. Nugraha.

Evi Afifah, del hospital Mahdi Bogor, considera que la colaboración con PEKA en materia de servicios relacionados con el VIH resulta provechosa. “PEKA nos ayuda a llegar hasta nuestros amigos, quienes más necesitan pruebas del VIH, tratamiento y atención”, afirmó.

Desde el año 2010, PEKA ha ofrecido una serie de servicios a casi 1000 clientes. Las encuestas de asesoramiento realizadas a personas que pasaron por todo el programa de tratamiento muestran resultados prometedores. Un número significativo de clientes informó de que su drogodependencia y calidad de vida habían mejorado, y de que su implicación en actividades delictivas se había reducido considerablemente.

Todo este éxito ha ganado reconocimiento local. En 2014 y 2016, el alcalde de Bogor reconoció a la organización como una institución excelente.

“PEKA es una organización que ha superado la prueba del tiempo”, manifestó Bima Arya Sugiarto, alcalde de Bogor. “Con su amplia experiencia, PEKA se merece nuestro reconocimiento, que a su vez puede motivar a otros grupos comunitarios para que sean constantes y se centren en su trabajo”.

Quizá el respaldo más importante para PEKA son sus clientes, entre los cuales algunos están trabajando actualmente para la organización.

Iko, un compañero asesor sobre el VIH, dijo: “Aparte de ayudar a personas que se inyectan drogas, también me estoy ayudando a mí mismo. Eso es lo más importante. Me hace feliz”.

Después de nueve meses viviendo en PEKA, Hendro fue capaz de regresar a casa con su familia y pudo volver a trabajar como conductor. Su experiencia le cambió la vida.

“En PEKA me volví a sentir acogido por una familia. Cuando consumía drogas estaba apartado y abandonado. Aquí encontré la fuerza otra vez”, dijo Hendro.

 

ONUSIDA está trabajando para apoyar a los países con el objetivo de que alcancen los objetivos establecidos en la Declaración Política sobre el VIH y el sida de las Naciones Unidas de 2016, lo que incluye asegurar el acceso a opciones de prevención combinada del VIH, entre ellas la reducción de daños, para el 90% de los usuarios de drogas inyectables.

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El liderazgo y el interés por los grupos de población clave afectados enmarcan la respuesta al VIH de Indonesia

27 de octubre de 2014

Una delegación de la Junta Coordinadora del Programa de ONUSIDA (JCP) realizó una visita sobre el terreno a Indonesia del 22 al 24 de octubre para observar cómo el país ha puesto en práctica una respuesta integrada y descentralizada al sida que ha acelerado el uso estratégico del tratamiento contra el VIH, ha aumentado las pruebas y el asesoramiento y ha fortalecido los servicios de prevención del VIH para los grupos de población clave.

Indonesia demuestra que un enfoque multisectorial frente al VIH, combinado con un liderazgo firme en todos los niveles, está ayudando al país a estabilizar la epidemia, acelerar el tratamiento y proporcionar completos e innovadores servicios relacionados con el VIH. La respuesta al sida del país se basa en una estrategia de inversión, desarrollada con el apoyo de ONUSIDA, que centra los esfuerzos y recursos en donde más se necesitan.

“La respuesta de Indonesia demuestra que el compromiso y el liderazgo intersectoriales, con una participación activa e intensa de la sociedad civil, es fundamental para convertir estas estrategias en acciones”, afirmó Jan Beagle, Directora Ejecutiva Adjunta de ONUSIDA y encargada de dirigir la visita. “Si marcamos como objetivo el año 2030 para acabar con la epidemia del sida, será esencial un compromiso permanente en todos los ámbitos para que tenga una repercusión efectiva, en las agendas tanto del sida como de salud y desarrollo en general”. 

Según estimaciones nacionales, en toda Indonesia hay 638.000 personas que viven con el VIH. Los últimos datos a nivel nacional señalan que se está estabilizando el número de nuevas infecciones, si bien han aumentado en los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres. La epidemia en Indonesia se concentra, sobre todo, en los grupos de población clave; entre ellos los trabajadores del sexo y sus clientes, los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, las personas que se inyectan la droga y las personas transgénero. Aunque la prevalencia del VIH a nivel nacional es baja, en los grupos de población clave y determinadas zonas geográficas, como en entornos urbanos y las provincias de Papua, la carga del VIH es mayor.

La respuesta de Indonesia demuestra que el compromiso y el liderazgo intersectoriales, con una participación activa e intensa por parte de la sociedad civil, es fundamental para convertir estas estrategias en acciones

Jan Beagle, Directora Ejecutiva Adjunta de ONUSIDA

La delegación, que incluye miembros de Australia, Brasil, El Salvador, Irán (República Islámica del), Luxemburgo, Ucrania y Zimbabwe, así como la delegación de las ONG de la JCP y los copatrocinadores de ONUSIDA, se reunieron con distintos asociados nacionales, entre ellos varios altos representantes gubernamentales a escala nacional, provincial y local, la Comisión Nacional de Lucha contra el Sida, asociados para el desarrollo, organizaciones de la sociedad civil y el equipo de las Naciones Unidas en el país. Asimismo, la delegación visitó diversos lugares para ver ejemplos de la expansión del acceso a las pruebas y el tratamiento del VIH y maneras de combatir el estigma y la discriminación.

Durante una reunión con la delegación de la JCP, el Gobernador interino de Yakarta, Basuki Tjahaja Purnama, destacó la respuesta al VIH del gobierno local en la capital. El Gobernador interino subrayó las importantes inversiones que ha llevado a cabo el gobierno local con respecto a los programas del VIH, incluida la ampliación del acceso al tratamiento contra el VIH, y expresó su voluntad de priorizar la educación y la salud, así como el empleo y la vivienda para las personas que viven con el VIH, garantizando que nadie quede excluido.

En los últimos años, Indonesia ha incrementado su gasto nacional hasta el 42% del total invertido en el país en la lucha contra el sida. Durante la visita, se hizo hincapié en el compromiso político para continuar aumentando la financiación nacional en todos los ámbitos. No obstante, los funcionarios del gobierno igualmente destacaron que la financiación internacional sigue siendo fundamental para ampliar la respuesta y, sobre todo, acelerar el acceso al tratamiento contra el VIH.

Los servicios tolerantes con la comunidad son fundamentales para una respuesta sostenible

En una reunión de grupos de la sociedad civil, en la que participaron redes de personas que viven con el VIH y resultan más afectadas por el virus, se presentó a la delegación un panorama general sobre cómo las organizaciones juveniles movilizan a los jóvenes de Indonesia, como parte de la iniciativa ACT 2015, para asegurar que el VIH y la salud y los derechos sexuales y reproductivos continúen siendo una prioridad para el nuevo gobierno del país y en la siguiente era de desarrollo.

Las visitas sobre el terreno a diferentes instituciones públicas y privadas proveedoras de servicios relacionados con el VIH en Yakarta y Denpasar sirvieron para mostrar cómo los servicios tolerantes con la comunidad y dirigidos por ella mejoran la aceptación de estos servicios y reducen el estigma y la discriminación. Entre los ejemplos cabría citar el hospital de referencia para el tratamiento contra el VIH de Yakarta, que lleva a cabo programas para sensibilizar al personal sobre las necesidades específicas de los grupos de población clave más vulnerables, y la Fundación Yayasan Kertipraja y la Clínica Bali Medika de Benpasar, donde los grupos de población clave dirigen varios programas que proporcionan servicios de fácil acceso después del trabajo y los sábados. Al mismo tiempo que aumenta la demanda en los grupos de población clave, estos programas también han favorecido una aceptación más temprana del tratamiento contra el VIH. La Comisión Nacional de Lucha contra el Sida, con el apoyo de ONUSIDA, está estudiando formas para reproducir e intensificar estos modelos en todo el país.

Acelerar la respuesta al VIH en Indonesia

12 de mayo de 2014

Indonesia es el cuarto país más poblado del mundo y cuenta con una gran extensión geográfica. Asimismo, es un país clave para la respuesta al sida.

Dado el creciente número de nuevas infecciones por el VIH en los últimos años, el gobierno y sus asociados están acelerando las acciones en todo el país para ayudar a incrementar la programación y para reducir el número de nuevas infecciones y de muertes por el VIH, así como para aumentar el acceso al tratamiento del VIH.

En 2013, se adoptó una estrategia a nivel nacional para ampliar rápidamente el acceso a la terapia antirretrovírica, con el fin de optimizar la prevención. A través del programa, el inicio temprano de la terapia antirretrovírica, independientemente del recuento de linfocitos CD4, se ofrece ahora a las mujeres embarazadas, las parejas serodiscordantes, a todos los miembros de los grupos de población clave que viven con el VIH, así como a todas las personas que viven con el VIH, la tuberculosis y/o coinfección de hepatitis B y C.  El programa se está poniendo actualmente en marcha en colaboración con las autoridades, la sociedad civil y asociados de desarrollo e internacionales en 13 distritos del país, y se ampliará a otros 75 a finales del año 2014.

Paralelamente, Indonesia continúa intensificando los esfuerzos de prevención del VIH, centrándose en los grupos de población clave afectados. Datos recientes obtenidos en 16 ciudades de Indonesia muestran que los esfuerzos para aumentar el acceso a los preservativos, especialmente para los trabajadores sexuales, y su uso efectivo ha disminuido el número de infecciones de transmisión sexual, como por ejemplo, la sífilis, y por lo tanto se ha reducido el riesgo de transmisión del VIH.

"El aumento de los programas de tratamiento y prevención, así como el enfoque de las respuestas teniendo en cuenta la zona geográfica y entre los grupos de población clave, son ejemplos del progreso. Y ahora es necesario reproducirlos, rápidamente, para seguir avanzando", dijo la directora ejecutiva adjunto de ONUSIDA, Jan Beagle, quien realizó una visita oficial a Indonesia el pasado abril.

Es hora de actuar

Asociados en la respuesta al sida de Indonesia coinciden en que hay que continuar intensificando los esfuerzos. En el año 2012, se calcula que se produjeron unas 76.000 nuevas infecciones por el VIH. El número de personas con acceso a la terapia antirretrovírica incrementó hasta casi 40.000 en el año 2013 (un aumento del 27% desde el año 2012). Si bien puede haber signos de que las epidemias entre los trabajadores sexuales y personas que consumen drogas se están estabilizando en algunas zonas, la prevalencia del VIH entre hombres que tienen relaciones sexuales con hombres se ha incrementado de manera significativa a nivel nacional, desde el 5,3% en 2007 al 8,5% en 2011, y en Yakarta ha aumentado de un 8,1% en 2007 a un 17,2% en 2011, según los datos nacionales del 2007 y 2011 proporcionados por la encuesta de vigilancia biológica y de comportamiento integrado.

"En un país descentralizado como Indonesia, tenemos que trasformar las estrategias en progreso y acción a nivel provincial y de distrito. Para ello tenemos que asegurarnos de que contamos con excelentes asociaciones", dijo el viceministro de Salud, Ali Ghufron Mukti, en el encuentro con el Director Ejecutivo Adjunto de ONUSIDA en Yakarta. "Estamos trabajando arduamente con nuestras autoridades locales en los distritos y con la sociedad civil y las comunidades", agregó.

Bali es una provincia alabada por tener un número cada vez mayor de estrategias e iniciativas que están mostrando resultados positivos. Por ejemplo, el programa de Bali para prevenir la transmisión sexual del VIH se ha fortalecido a través de actualización de las regulaciones concernientes a los trabajadores sexuales que permitirán a estos tener un acceso más fácil y confidencial a los servicios del VIH y de salud sexual. Bali también ha estado en la vanguardia a la hora de poner en marcha el programa nacional sobre el uso estratégico de la terapia antirretrovírica, proporcionando tratamiento a todos los grupos de población clave sin hacer referencia a los niveles de linfocitos CD4.

Acción centrada en las comunidades para impulsar los resultados

Los servicios centrados en la comunidad, así como los dirigidos por la misma, están revelando resultados significativos en lo que concierne a aumentar el interés y la aceptación de dichos servicios. Por ejemplo, a pesar del contexto cultural complejo y delicado en el tema de las relaciones sexuales entre hombres, los grupos de la comunidad ven a la clínica Bali Medika Clinic en Kuta (Bali) como algo positivo para dichas personas. En los últimos años, ha habido un creciente número de pacientes que se han sometido a sus pruebas de forma anónima y que han acudido a su servicio de asesoramiento, lo cual permite el inicio del tratamiento contra el VIH en etapas tempranas.

"La clínica Bali Medika Clinic es una iniciativa dirigida por la comunidad. Nuestros servicios se basan en las necesidades y peticiones de los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres. Nuestros pacientes pueden disfrutar de un enfoque centrado específicamente en ellos y de nuestro servicio de ventanilla única, el cual es asequible y confidencial", dijo Yogi Prasetia, trabajador de la clínica.

Esfuerzo común de ONUSIDA

La fuerte asociación entre las Naciones Unidas sobre el VIH también está contribuyendo a acelerar los esfuerzos en Indonesia. ONUSIDA dirigió el desarrollo de un programa conjunto de apoyo sobre el sida, que representa los esfuerzos combinados de las Naciones Unidas para apoyar al Gobierno de Indonesia y a sus asociados en la respuesta nacional al sida.

El programa responde a las prioridades identificadas en Indonesia dentro del plan estratégico nacional, haciendo especial hincapié en asegurar un mayor acceso a la terapia antirretrovírica. En particular, tiene como objetivo maximizar el impacto de la respuesta colectiva de las Naciones Unidas, armonizar y coordinar mejor la programación, financiación y presentación de informes de los copatrocinadores, así como reducir los costes de duplicación y transacción.

Indonesia: Estrategias de respuesta al VIH en las ciudades

17 de abril de 2014

Durante una visita oficial de la directora ejecutiva adjunta de ONUSIDA, Jan Beagle, a Indonesia, distintos líderes nacionales, provinciales y municipales, así como agencias de desarrollo y organizaciones de la sociedad civil recalcaron la importancia de desarrollar e invertir en estrategias de respuesta al VIH a nivel municipal como una acción crucial para acelerar el progreso de la respuesta al sida.

Al dirigirse a Kamal Siregar, director de la comisión nacional indonesia del sida, Beagle hizo hincapié en la importancia de centrarse en respuestas al VIH a nivel municipal, ya que la mayor parte de personas que viven con el VIH y de los grupos de población clave en situación de riesgo residen y/o trabajan en áreas metropolitanas. Siregar comentó que avanzar en programas y esfuerzos a nivel municipal contribuirá a llegar a más personas que necesitan servicios de tratamiento del VIH, especialmente a los grupos de población clave con mayor riesgo.

Yakarta, la capital de Indonesia, es una de las provincias con mayor índice de nuevas infecciones por el VIH de todo el país. Se estima que en torno a 100.000 personas vivían con el VIH en la ciudad en el año 2013. De acuerdo con los datos de vigilancia nacional, la prevalencia estimada del VIH entre los grupos de población clave con mayor riesgo en la ciudad es mayor que la media nacional, con un 56,4% más de prevalencia entre las personas que consumen drogas, un 17,2% entre los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, y un 10,5% entre las trabajadoras del sexo.

El ministro de Salud adjunto de Indonesia transmitió la necesidad de centralizar la respuesta al VIH en las ciudades, ya que en ellas existe una gran cantidad de población joven, y considera que enfocar el compromiso contra el VIH hacia la juventud es crucial.

El secretario general de la Asociación de Naciones del Asia Sudoriental (ASEAN) también apoyó esta idea que, de hecho, está siendo difundida por su iniciativa "Cities getting to Zero". En el encuentro con Beagle, el secretario general de la ASEAN, Le Luong Minh, hizo hincapié en cómo la iniciativa "Cities getting to Zero" dirige las acciones de distintos países hacia el objetivo de 2012: Declaración de ASEAN sobre la reducción a cero de nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el VIH. Esta  iniciativa se centra en 13 ciudades y municipios de la ASEAN —tres de los cuales se encuentran en Indonesia— que soportan una de las mayores cargas de VIH en sus respectivos países.

ONUSIDA trabaja para mejorar la respuesta al VIH a nivel municipal. Las ciudades y su importancia para la respuesta al VIH también serán tema de debate en la Conferencia Internacional del Sida que se celebrará en Melbourne, Australia del 20 al 15 de julio.

Citas

"Necesitamos ampliar la prevención y el tratamiento del VIH de forma exhaustiva en las ciudades para llegar a la máxima cantidad de personas posible. También necesitamos mejorar la calidad de los programas que ya hemos probado en las ciudades. Es necesario llegar a todas las ciudades para aportar ayuda más rápida y mejores avances".

Kamal Siregar, director de la Comisión Nacional Indonesia del Sida

"Las ciudades de la ASEAN que participan en nuestra iniciativa "Cities getting to Zero" han sido muy activas y han mostrado un gran entusiasmo. Conocer las similitudes y diferencias de las ciudades en la cuestión del VIH es muy importante. Estamos registrando todas estas experiencias que se publicarán a finales de este año".

Le Luong Minh, secretario general de ASEAN

"Tanto desde la perspectiva de la cobertura de los programas, como desde la perspectiva de la inversión eficaz, aumentar la focalización en ciudades y en áreas metropolitanas puede suponer un gran cambio. Las ciudades de Indonesia tienen experiencias significativas que compartir, que ponen de manifiesto éxitos o desafíos".

Jan Beagle, director ejecutivo adjunto de ONUSIDA

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