PAK

Mantener el tratamiento disponible en Pakistán durante el COVID-19

15 de abril de 2020

Sentada junto a una ventana rota mientras cuenta sus pendientes, Ashee Malik (nombre ficticio), una mujer transgénero que vive en la provincia de Punyab, Pakistán, se da cuenta de que sus ingresos han caído en picado. Su única fuente de dinero es el baile, la limosna y entretener a sus clientes, pero desde que se impuso el confinamiento el 20 de marzo para parar el COVID-19, no ha podido salir de casa. Su ropa colorida está en el armario, al igual que su kit de maquillaje, que no se usa desde hace semanas. «Estamos preocupadas por nuestro bienestar, puesto que no tenemos suficientes recursos para mantenernos ni a nosotras mismas ni a nuestras familias», afirma.

La historia de Malik es parecida a la de la mayoría de las personas transgénero que viven en Pakistán, que se enfrentan al estigma, la discriminación y el aislamiento social. El acceso a los servicios de salud, la educación y el empleo es una de las muchas dificultades a las que se enfrentan las personas transgénero en el país, a pesar de la aprobación de la Ley de Protección de Derechos de las Personas Transgénero de 2018. El COVID-19 y el correspondiente confinamiento solo están complicando la situación. El 15 de abril, había más de 5900 casos confirmados de coronavirus en Pakistán y 107 muertes. 

Debido a la restricción del movimiento de personas, hay un verdadero riesgo de interrupción de los servicios esenciales para las personas que viven con el VIH, que afecta de manera desproporcionada a las personas transgénero en Pakistán.

La Asociación Khawaja Sira (KSS, por sus siglas en inglés), que trabaja con personas transgénero, ha intervenido para proporcionar apoyo trabajando con los más marginados y difundiendo información sobre cómo prevenir el VIH y el COVID-19.

«La comunidad transgénero es incluso más vulnerable debido a los prejuicios, el estigma y la discriminación que sufre. Necesitamos desarrollar un modelo de prevención para el COVID-19 teniendo presentes las dinámicas y los problemas de la comunidad en esta pandemia», declaró Mahnoor Aka Moon Ali, Directora de Programas del KSS.

Durante las conversaciones que el KSS tuvo con 150 personas transgénero, de las que aproximadamente el 30 % vive con el VIH, hubo algunos problemas que se plantearon en repetidas ocasiones. Entre ellos se encuentran la falta de ingresos y el reducido tamaño de las Dheras, hogares comunitarios para las personas transgénero en los que viven juntas cuatro o cinco personas, lo que imposibilita el distanciamiento físico. Debido a que la mayor parte de las personas transgénero contactadas son analfabetas, las campañas de salud pública sobre cómo prevenir la infección por el coronavirus no surten efecto. El miedo a la enfermedad aumenta, lo que afecta a la salud mental. El Gobierno de Pakistán ha anunciado que se facilitará ayuda alimenticia, pero las personas transgénero encuentran dificultades para acceder al programa, ya que dependen de la verificación basada en la tarjeta de identificación nacional, algo que la mayoría de las personas transgénero del país sencillamente no tienen.   

Durante el confinamiento, se están utilizando cada vez más las redes sociales y, junto con la sección de ONUSIDA de Pakistán, la KSS está difundiendo información sobre higiene, medidas preventivas y distanciamiento social en las redes sociales, además de involucrarse con la comunidad en lo relativo al COVID-19. La KSS, junto con las autoridades de los gobiernos provinciales, también está trabajando para asegurar que las personas que viven con el VIH puedan recibir en su casa repuestos multimensuales de terapia antirretrovírica.

«Como personas transgénero viviendo con el VIH sentimos que estamos en riesgo cuando visitamos los centros de terapia antirretrovírica administrados por el gobierno. Necesitamos que se nos administre terapia antirretrovírica», afirma Guddi Khan, una mujer transgénero que vive con el VIH.

Dado que el suministro ininterrumpido de terapia antirretrovírica es esencial para las personas que viven con el VIH, la Unidad de Gestión Común de Pakistán para el sida, la tuberculosis y la malaria, en colaboración con ONUSIDA y otros asociados, ha establecido plataformas virtuales y líneas telefónicas de ayuda para garantizar la continuidad de la coordinación. Se ha facilitado una reserva de emergencia de terapia antirretrovírica para los próximos dos meses a las personas que viven con el VIH. Además, se está poniendo a su disposición una reserva de estabilización por medio del Fondo Mundial para la Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y el Paludismo a fin de evitar interrupciones en caso de que se alteren las importaciones de medicamentos.  

«Estamos trabajando estrechamente con la Asociación de Personas que Viven con el VIH, los gobiernos federales y provinciales y la familia de ONUSIDA para vigilar la situación y ayudar rápidamente a eliminar los obstáculos que impiden el acceso a los servicios relacionados con el VIH que permiten salvar vidas en estos tiempos extremadamente difíciles de la crisis del COVID-19», afirma Elena Borromeo, Directora Nacional de ONUSIDA para Pakistán y Afganistán.

Nuestra acción

COVID-19 y VIH

Pakistán: acercando los servicios a las comunidades afectadas por el brote del VIH

03 de julio de 2019

En Ratodero (Pakistán), se va a abrir un centro pediátrico recién reformado para servir a las familias afectadas por el último brote del VIH en el distrito de Larkana. Se espera que el centro esté operativo a mediados de julio.

Alia (nombre ficticio), madre de una niña de dos años, vive en el pueblo de Mirpur Bhutto, en Ratodero Taluka, distrito de Larkana.  El mundo de Alia se ha desmoronado desde que su familia se ha visto afectada por el brote del VIH que se ha producido en la zona.

«A mi hija le diagnosticaron el VIH hace tan solo unos días, y el debilitamiento ha sido tan rápido. No podía comer nada de lo que le dábamos», señala Alia. Después del diagnóstico de Sameera (nombre ficticio), la derivaron al hospital infantil de Sheikh Zayed, ubicado en Larkana, para que empezara su tratamiento antirretrovírico.  El hospital está a más de 50 km del hogar familiar.

«Conseguí los comprimidos dispersables para Sameera y algunas otras medicinas para la fiebre y, desde que empezó el tratamiento, he visto mejoras en la salud de mi hija. Ya no tiene fiebre y antes tuvo también una diarrea de la que también se recuperó», explica la madre de Sameera.

El marido de Alia es agricultor y gana menos de dos dólares al día. «Apenas podemos mantener a nuestra familia de diez miembros», explica.  

Las malas condiciones de la carretera y la compleja situación económica dificultan a Alia y a su hija el viaje desde su pueblo a Larkana, la capital del distrito, donde actualmente está el complejo sanitario más cercano en el que su hija puede recibir el tratamiento que necesita.

Desde que a finales de abril se dio a conocer el brote en Larkana, ONUSIDA, UNICEF, la Organización Mundial de la Salud, el Programa de control del sida de Sindh y otros socios están solicitando un nuevo centro de atención pediátrica en Ratodero que acerque los servicios del VIH a las comunidades afectadas. Como resultado de estos esfuerzos y en el marco de la Respuesta al brote de sida de Sindh, mayo de 2019-abril de 2020, UNICEF está reformando el centro pediátrico para el tratamiento del VIH dentro de las oficinas del hospital de Taluka, en Ratodero, con el fin de que el tratamiento esté disponible en la zona en la que viven Alia y su hija. Cuando el nuevo centro abra, los servicios responsables del tratamiento del VIH que necesita Sameera estarán a tan solo 10 km de su casa.

«Sé que Sameera se pondrá bien y que se casará y tendrá hijos.  Eso es lo que me dijo el médico. Pero, para que eso suceda, debe continuar con su tratamiento de por vida.  Yo seguiré las instrucciones del médico, porque eso es lo que salvará la vida de mi hija», relata Alia.

A finales de junio, 877 personas acababan de ser diagnosticadas del VIH en el distrito de Larkana. Más del 80 % de los nuevos casos se han registrado en niños y niñas menores de 15 años. Un total de 721 personas ya se habían inscrito en los programas de atención sanitaria y 482 (de ellas 365 menores de 15 años) estaban en tratamiento.

«ONUSIDA está trabajando conjuntamente con el Gobierno, organizaciones de la sociedad civil, la asociación de personas que viven con el VIH, agencias de las Naciones Unidas y otros socios para garantizar que se implementen y mantengan tanto la respuesta inmediata al brote del VIH como las medidas programáticas a largo plazo», apuntó Maria Elena Borromeo, directora nacional de ONUSIDA en Pakistán y Afganistán.

ONUSIDA sigue apoyando la respuesta al brote de VIH en Pakistán

18 de junio de 2019

ONUSIDA sigue apoyando a Pakistán en su respuesta al brote de VIH en Larkana, durante el cual más de 800 personas han sido diagnosticadas recientemente con el virus. Más del 80 % de los nuevos casos se han registrado en niños y niñas menores de 15 años, principalmente en niños y niñas menores de 5 años.  A fecha de 17 de junio, 396 personas habían sido remitidas a tratamiento.

En una rueda de prensa celebrada el 14 de junio, las autoridades expusieron los resultados de una investigación preliminar acerca del brote. Se llegó a la conclusión de que las prácticas deficientes de control de la infección, tales como la falta de esterilización y la reutilización de jeringas y goteros intravenosos, son los factores más importantes que explican el aumento de nuevas infecciones.

«Queda muchísimo trabajo por delante para mejorar el control de la infección y apoyar a los niños afectados y a sus familias», declaró el director regional de ONUSIDA, Eamonn Murphy, durante la rueda de prensa celebrada en Karachi (Pakistán). «ONUSIDA seguirá contribuyendo y coordinándose con las diferentes agencias de las Naciones Unidas y con otros socios para garantizar que el apoyo necesario se preste de manera efectiva y eficaz», añadió Murphy.

Además de mejorar los procedimientos de control de la infección, las investigaciones preliminares revelaron que la educación de la comunidad es un factor decisivo para la concienciación acerca de la prevención del VIH y para hacer frente al estigma y la discriminación. Las conclusiones de una breve valoración sobre los conocimientos relacionados con el VIH presentadas en la rueda de prensa indicaron que la información sobre el VIH es muy limitada entre las comunidades afectadas.  Muchos padres y cuidadores obtuvieron información acerca del VIH por primera vez el día en el que diagnosticaron a sus hijos o a través de los medios de comunicación informando sobre el incremento de los casos. La falta de información adecuada provocó pánico y algunas familias de niños diagnosticados con VIH han sido rechazadas y marginadas.

En este contexto, ONUSIDA, en asociación con UNICEF, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), la Organización Mundial de la Salud y el Instituto de Investigación y Formación del JSI, ha estado prestando su apoyo a los socios nacionales para elaborar un plan de respuesta comunitaria destinado a promover la educación sanitaria y reducir el estigma y la discriminación. El Programa de Control del SIDA de Sindh, junto con ONUSIDA y UNICEF, ha comenzado a formar a los profesionales sanitarios para la gestión de casos pediátricos y se han organizado sesiones de educación sanitaria con la participación de organizaciones dirigidas por la comunidad y líderes religiosos. También se están llevando a cabo sesiones de formación para los medios de comunicación locales sobre la información responsable sobre el VIH.

ONUSIDA está trabajando estrechamente con el gobierno federal y regional con el fin de facilitar apoyo técnico in situ para ayudar con la respuesta al brote de VIH y reducir el impacto de la crisis. El ministro de Sanidad de Sindh ha aumentado sus esfuerzos para prevenir prácticas sanitarias no autorizadas e informales y, como resultado, se han cerrado 900 clínicas y bancos de sangre no autorizados.

Las investigaciones preliminares han estado dirigidas por la Organización Mundial de la Salud en asociación con organizaciones como el Programa de Control del SIDA de Sindh, la Universidad Aga Khan, el Programa de Formación en Epidemiología de Campo y Laboratorio, la Universidad de Medicina Dow de Karachi, la Sociedad de Microbiología de Enfermedades Infecciosas y diferentes organismos de las Naciones Unidas, incluidos ONUSIDA, UNICEF y el UNFPA.

Con 20 000 nuevas infecciones por el VIH en 2017, Pakistán cuenta con la segunda epidemia de SIDA de más rápido crecimiento de la región de Asia y el Pacífico, y el virus afecta de forma desproporcionada a los más vulnerables y marginados, especialmente a los grupos de población clave. ONUSIDA continúa trabajando con el Gobierno y otros socios en Pakistán para reforzar la respuesta en el país.

Respuesta al brote de VIH en Larkana

11 de junio de 2019

Ahmed (nombre ficticio) cuenta su historia con preocupación: a su hijo Mukhtar, de tan solo cinco años, le acaban de diagnosticar el VIH. Ahmed, un profesional sanitario que trabaja en un hospital local de la ciudad de Ratodero, al sudeste de Pakistán, llevó a su hijo Mukhtar a hacerse la prueba del VIH cuando los medios de comunicación locales comenzaron a advertir del aumento de casos de VIH entre los niños que viven en su zona de la provincia de Sindh.

A finales de abril, siguiendo las advertencias de un médico de Ratodero de que varios niños a su cargo habían dado positivo en la prueba del VIH en un corto período de tiempo, los profesionales sanitarios ampliaron las pruebas de detección del virus en la localidad de Larkana. Tras más de seis semanas de pruebas, se han diagnosticado más de 750 casos recientes de VIH, de los cuales un 80 % de los casos confirmados pertenece a niños. El hijo de Ahmed es uno de ellos. Antes del brote, poco más de 1000 niños vivían con el VIH en todo el país. Aunque se están llevando a cabo ulteriores investigaciones para desvelar la causa del brote, los expertos señalan que las prácticas deficientes de control de la infección, tales como la falta de esterilización y la reutilización de jeringas y goteros, podrían ser un factor.

Mukhtar se sienta silencioso en el regazo de su padre, mientras Ahmed continúa contando su historia.

«Cuando se lo dije a mi mujer, empezó a hacerme preguntas: de dónde venía, por qué le había pasado esto a nuestro hijo y si iba a sobrevivir.» El miedo y la ansiedad se han extendido en la familia de Ahmed y en toda la provincia.  Cada día cientos de padres hacen cola ante los centros de detección y acuden a hospitales y clínicas para hacerles las pruebas a sus hijos. Muchos de ellos saben muy poco del VIH.

Como respuesta inmediata al brote, el Programa de Control del SIDA de Sindh (SACP, por sus siglas en inglés) ha llevado a cabo una importante campaña ampliando los centros de pruebas del VIH y estableciendo un nuevo centro de pruebas en el Hospital de la Sede de Taluka en Ratodero. Estas medidas han permitido hacerle las pruebas de detección a más de 26 000 personas, en su mayoría niños.  El ministro de Sanidad de Sindh ha intensificado sus esfuerzos para prevenir prácticas sanitarias no autorizadas e informales y, como resultado, se han cerrado 900 clínicas y bancos de sangre no autorizados.

Para garantizar el acceso inmediato al tratamiento del VIH, se ha establecido una nueva clínica de tratamiento antirretroviral para niños en Larkana y se han incorporado más profesionales de atención sanitaria. Estos esfuerzos están salvando vidas y 356 personas, entre ellas el hijo de Ahmed, ya están inscritas en los servicios de atención para el VIH y han empezado la terapia antirretroviral. «Tenía miedo, pero mi hijo recibió el tratamiento que necesitaba», dice Ahmed. «Ahora solo tenemos que asegurarnos de que el tratamiento antirretroviral seguirá estando disponible en nuestra localidad».

Las Naciones Unidas en Pakistán están trabajando estrechamente con el gobierno federal y regional con el fin de facilitar apoyo técnico in situ para ayudar a los socios locales de manera efectiva en su respuesta al brote de VIH y reducir el impacto de la crisis. Las Naciones Unidas, con la plena participación de la Organización Mundial de la Salud, UNICEF, ONUSIDA, UNFPA y otros organismos de la ONU, están prestando apoyo para la aplicación del «Plan de respuesta al brote de VIH de Sindh, mayo de 2019 - abril de 2020», que incluye medidas a corto y largo plazo para identificar las causas del brote de VIH, abordarlo y fortalecer la continuidad de los servicios de prevención, tratamiento, atención y apoyo relacionados con el VIH.

Un equipo integrado por el SACP y otros asociados nacionales con el apoyo de las Naciones Unidas fueron los primeros en responder a la crisis. Posteriormente, a petición del gobierno federal, se recurrió al apoyo y a la experiencia internacional para llevar a cabo una investigación epidemiológica que permitiera comprender la fuente, el alcance y la cadena de transmisión del VIH y formular directrices al respecto. La investigación, cuyos resultados preliminares se presentarán el 14 de junio, está dirigida por la OMS con el apoyo de la Universidad Aga Khan (AKU), el Programa de Epidemiología de Campo y Capacitación de Laboratorio (FELTP), ONUSIDA, UNICEF, la Universidad Médica Dow de Karachi y la Sociedad de Microbiología de Enfermedades Infecciosas de Pakistán.

Las Naciones Unidas también están prestando apoyo a los asociados nacionales para que elaboren un plan de respuesta comunitaria en el que participen las comunidades a todos los niveles con el fin de reducir el estigma y la discriminación existentes y promover la educación sanitaria. El SACP formará a los profesionales sanitarios para la gestión de casos pediátricos y organizará sesiones de sensibilización y educación sanitaria con la participación de organizaciones dirigidas por la comunidad y líderes religiosos. También se llevarán a cabo sesiones de formación para los medios de comunicación locales sobre la cobertura y la información responsable sobre el VIH.  «Tenemos que asegurarnos de que se atajan las causas de raíz de este brote para evitar que se repitan tragedias como esta en el futuro», dice Ahmed.

Con 20 000 nuevas infecciones por el VIH en 2017, Pakistán cuenta con la segunda epidemia de SIDA de más rápido crecimiento de la región de Asia y el Pacífico, y el virus afecta de forma desproporcionada a los más vulnerables y marginados, especialmente a los grupos de población clave. ONUSIDA sigue abogando por una respuesta firme a la epidemia.

«Necesitamos un trabajo continuo con las partes interesadas nacionales e internacionales para abordar de forma eficaz las graves deficiencias en la prevención de nuevas infecciones por el VIH y garantizar la salud y el bienestar de todas las personas que viven con el VIH en Pakistán, de modo que el país no quede al margen de los esfuerzos por acabar con el SIDA», afirma María Elena F. Borromeo, directora nacional de ONUSIDA en Pakistán.

ONUSIDA felicita al Parlamento de la República Islámica del Pakistán por la promulgación del proyecto de ley sobre personas transgénero

11 de mayo de 2018

GINEBRA/ISLAMABAD, 11 de mayo de 2018—ONUSIDA felicita al Parlamento de la la República Islámica del Pakistán por la promulgación del proyecto de ley sobre (protección de los derechos de las) personas transgénero de 2018. El proyecto de ley es transformador para las personas transgénero que, en el pasado, tuvieron que vivir con documentos de identificación formales que no reflejaban de manera precisa su género o bien vivir sin documentos de identidad. Este cambio en la legislación permitirá a las personas transgénero solicitar un permiso de conducir y un pasaporte. Asimismo, podrán requerir que se modifique la información que consta en la Dirección Nacional de Bases de Datos y Registros para que refleje su género.

Las personas transgénero suelen ser víctimas de discriminación cuando se les pide que utilicen los documentos de identidad tales como el permiso de conducir y el pasaporte, pues no coinciden con su identidad o expresión de género. A estas personas se les ha denegado el acceso a servicios o apoyo, por ejemplo, en el contexto de la atención sanitaria, porque no tienen documentos de identidad oficiales en los que se reconozca su identidad o expresión de género.

El nuevo proyecto de ley reviste una gran importancia para las personas transgénero, pues les concede protección jurídica. Estos innovadores cambios proporcionan acceso a los derechos que antes se les denegaban a las personas transgénero. Desde ahora, tendrán derecho a heredar propiedades, a votar en todas las elecciones de los gobiernos nacional, provincial y local, así como a presentarse como candidatos a cargos públicos. Todo ello sin miedo a sufrir discriminación. El proyecto de ley también prevé medidas concebidas para responder a las necesidades específicas de las personas transgénero. Por ejemplo, la creación de centros de protección y hogares seguros, así como programas especiales de formación profesional.  

"El proyecto de ley contempla un entorno facilitador para que las personas transgénero puedan acceder a la atención sanitaria, la justicia social, la igualdad y la dignidad en la sociedad, al tiempo que disfrutan de vidas productivas", dijo Michel Sidibé, Director Ejecutivo de ONUSIDA. "Constituye un paso muy positivo que ayudará al Pakistán a poner fin al sida como una amenaza para la salud pública hasta 2030." 

Las personas transgénero presentan una tasa de prevalencia del VIH del 7,1% en el Pakistán.  El 52% de las personas transgénero denuncian ser víctimas de estigma y discriminación. La cifra aumenta hasta un 55,8% en el caso de los trabajadores sexuales transgénero.

El proyecto de ley prohíbe el acoso contra las personas transgénero, tanto en sus hogares como en el ámbito público. Desde ahora, la ley prohíbe la discriminación de cualquier tipo contra las personas transgénero por parte de empleadores, instituciones educativas, servicios sanitarios, comerciantes, transporte público, propietarios o vendedores inmobiliarios.

"La promulgación de este proyecto de ley es un sueño hecho realidad para muchas personas transgénero", afirmó Bubbly Malik, Director Ejecutivo de la Wajood Society. "Hemos recorrido un largo camino y hemos luchado mucho para llegar aquí. No nos detendremos ahora. Este es el primer paso hacia el empoderamiento.  Estaremos ahí para comprobar que se aplica de manera efectiva. El proyecto de ley aborda la salud, el empleo y los servicios educativos, lo cual me hace muy feliz."

En junio de 2016, los Estados Miembros de las Naciones Unidas se comprometieron mediante la Declaración Política sobre el VIH y el sida "a promover leyes y políticas que aseguren que losniños, adolescentes y jóvenes, en particular los que viven con el VIH, en riesgo de contraerlo o afectados por él, puedan disfrutar plenamente de todos los derechos humanos y las libertades fundamentales, a fin de eliminar el estigma y la discriminación que sufren."

ONUSIDA insta a todos los gobiernos a realizar todos los derechos humanos de las personas que viven con el VIH o estén en riesgo decontraerlo, también mediante la facilitación de una protección jurídica firme y la ejecución de programas destinados a poner fin a la discriminación y promover el acceso a la justicia.

Contacto

UNAIDS
Shona Wynd
tel. +41 22 791 1098
wynds@unaids.org

Una exposición fotográfica dirigida a reducir el estigma y la discriminación causados por el VIH en Pakistán

07 de septiembre de 2015

El 7 de septiembre se inauguró en Islamabad (Pakistán) una exposición fotográfica que retrata las edificantes historias de personas que viven con el VIH.

"Una historia en imágenes de las personas que viven con el VIH en Pakistán" es una colección de 25 retratos de hombres y mujeres que viven con el VIH y que han tomado la decisión de compartir con el público sus historias sobre el estigma relacionado con el VIH. Es la primera exposición de Pakistán que pone el punto de mira en la resiliencia de las personas que viven con el VIH. Cada foto se acompaña de una breve entrevista en la que la persona expresa sus dificultades y preocupaciones, pero también su determinación por participar en el cambio y eliminar el estigma y la discriminación.

Nazir Masih, director ejecutivo de la New Lights AIDS Control Society, una organización sin ánimo de lucro dedicada a proporcionar tratamiento, atención y ayuda a las personas que viven con el VIH, es una de las personas retratadas en la exposición. Según sus declaraciones: "El VIH es un problema de seres humanos y no una cuestión de una religión o una nación determinadas. Por ese motivo los obstáculos y las amenazas no pueden disuadirme de ayudar a aquellos que lo necesitan y no me detendrán, pase lo que pase, porque he nacido para esto".

En Pakistán a menudo ha sido difícil difundir información esencial sobre el VIH debido a las barreras sociales y culturales. El objetivo de esta exposición es poner rostro humano a la epidemia, ya que las fotografías tendrán un impacto duradero y se pueden compartir en diversas plataformas.

"Elogiamos el coraje y la voluntad de los hombres y mujeres representados en esta exposición de revelar a estado con la esperanza de transformar la sociedad", declaró Steve Kraus, director del equipo de apoyo regional de ONUSIDA para Asia y el Pacífico, que inauguró la exposición. "Abracemos a nuestros hermanos y hermanas que viven con el VIH. Solo cuando lleguemos a los cero casos de discriminación podremos acabar con la epidemia de sida en Pakistán".

El estigma y la discriminación hacia las personas que viven con el VIH sigue siendo un problema generalizado en Pakistán. El índice nacional de estigma de las personas que viven con el VIH, calculado en 2010, reveló un alto grado de estigma y exclusión de las familias y las actividades religiosas y de discriminación en el empleo. Un tercio de los encuestados comunicó que se le había denegado el acceso a la atención sanitaria en los últimos 12 meses.

Abdul Baseer Khan Achakzai, director del Programa Nacional de Control del Sida, dijo: “El gobierno de Pakistán se compromete a ampliar las intervenciones dirigidas a prevenir el aumento de la prevalencia del VIH entre poblaciones clave y vulnerables y a promover una respuesta nacional organizada que detenga las nuevas infecciones por el VIH, a mejorar la salud y la calidad de vida de las personas con y afectadas por el VIH y a iniciar una campaña de detección del VIH basada en la comunidad para reducir la diferencia entre los casos de VIH registrados y los estimados".

La exposición se realizó en colaboración con el Programa Nacional de Control del Sida de Pakistán, el Centro de Información de las Naciones Unidas y ONUSIDA.

El presidente de Pakistán ratifica el compromiso de aumentar los esfuerzos en la lucha contra el VIH

30 de abril de 2014

Mamnoon Hussain, presidente de Pakistán, confirmó su compromiso de continuar y aumentar los esfuerzos para responder al VIH en el país. Durante una reunión con el enviado especial del Secretario General de las Naciones Unidas para el sida en Asia y el Pacífico, Prasada Rao, y el director del equipo de apoyo regional de ONUSIDA para Asia y el Pacífico, Steven Kraus, el presidente también enfatizó que, con la puesta en marcha de unos sistemas de apoyo eficaces, el VIH puede ser manejable, tratable y prevenible.

La delegación de las Naciones Unidas visitó Pakistán del 22 al 26 de abril para examinar los desafíos y las oportunidades de la respuesta al VIH en el país, donde la epidemia se ha ido expandiendo durante la última década.

Entre 2001 y 2012, en Pakistán se multiplicaron por ocho las nuevas infecciones por el VIH. Se calcula que en 2012 unas 87.000 personas vivían con el VIH. Como la mayoría de países de Asia y el Pacífico, la prevalencia del VIH se concentra en poblaciones clave con un mayor riesgo, incluidos los usuarios de drogas, las personas que compran y venden sexo, los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y las personas transgénero.

El enviado especial y el Sr. Kraus subrayaron la importancia de garantizar unos datos de calidad y actualizados con regularidad que contribuyan a entender mejor y realizar un seguimiento de la epidemia y la respuesta actual. La rápida expansión de las pruebas de detección del VIH, el aumento de los programas de prevención del VIH, incluidos el tratamiento sustitutivo con opiáceos y los enfoques urbanos, también se destacaron como importantes para la respuesta al sida en marcha. La delegación instó a una rápida ampliación de los programas para prevenir nuevas infecciones por el VIH en los niños.

El presidente dio la bienvenida a la colaboración y el apoyo de ONUSIDA y el conjunto del sistema de las Naciones Unidas para contribuir a hacer avanzar los esfuerzos en Pakistán, en especial en las áreas de concienciación entre poblaciones clave con un mayor riesgo y en la eliminación del estigma y la discriminación.

Citas

"Podemos garantizar el compromiso del gobierno de Pakistán con la erradicación de este problema. Además, observaremos a otros países de la región para aprender unos de otros y reproducir las mejores prácticas en Pakistán. Les garantizo un cambio positivo en los próximos años en Pakistán en la gestión del problema del VIH/sida".

Mamnoon Hussain, presidente de Pakistán

"El 90% de los casos de VIH se dan en las 10 o 12 ciudades más importantes de Pakistán. El país debe desarrollar unos programas sanitarios sólidos centrados en las ciudades a fin de lograr los objetivos globales y los compromisos referentes al VIH. También se deben realizar esfuerzos importantes para ampliar los servicios de realización de pruebas de detección del VIH. Pakistán está entrando en un nuevo ciclo de desarrollo y las nuevas iniciativas pueden salvar vidas".

J.V.R. Prasada Rao, enviado especial del Secretario General de las Naciones Unidas para el sida en Asia y el Pacífico

"Las Naciones Unidas y sus socios se comprometen totalmente a trabajar codo con codo para desarrollar aún más la respuesta en Pakistán. Trabajando en diversos sectores y en colaboración con las comunidades y la sociedad civil podemos acercarnos hacia el objetivo de poner fin a la epidemia de sida en Pakistán".

Steve Kraus, director del equipo de apoyo regional de ONUSIDA para Asia y el Pacífico

La falta de recursos debilita la respuesta al VIH en Pakistán

05 de febrero de 2010



La capacidad de Pakistán de responder de manera efectiva a la epidemia del VIH podría verse entorpecida debido a la falta de recursos para aplicar un nuevo Marco estratégico nacional revisado. El marco, aprobado por todos los asociados implicados en la respuesta, ofrece orientaciones estratégicas contrastadas para hacer frente de manera urgente al aumento de los niveles de infecciones por el VIH entre usuarios de drogas inyectables y para evitar su propagación a la población general.

A pesar de tener una prevalencia del VIH de menos de un 0,1% entre la población general, la epidemia del VIH de Pakistán ha pasado de ser baja a concentrada debido a que la prevalencia entre usuarios de drogas inyectables ha aumentado sin cesar de un 10,8% en 2005 a cerca de un 21% en 2008.

En parte, esta gran importancia del uso de drogas inyectables en la región se debe a la presencia desde hace tiempo de rutas de tráfico de opio ilegal. Los opiáceos son la droga utilizada por el 65% de los pacientes que están en rehabilitación en Asia, aunque las tendencias de consumo varían significativamente dentro de la región. Se estima que en Pakistán viven 92.000 usuarios de drogas inyectables, de los que, en los entornos urbanos, casi uno de cada cuatro (el 23%) está infectado por el VIH.

En vistas de las pautas de la epidemia entre usuarios de drogas inyectables, el programa de intercambio de jeringas y la reducción de daños relacionados con las drogas, incluido un programa de desintoxicación para usuarios de drogas inyectables, son esenciales. En Pakistán, los servicios de reducción de daños y de prevención del VIH comenzaron en 2002-2003, y el país ahora debe poner a prueba la terapia de sustitución entre usuarios. Las ONG asociadas se están encargando de poner en marcha los servicios de reducción de daños, ya que pueden desempeñar un papel crucial a la hora de difundir y ampliar la provisión de los estos servicios.

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Si se tuvieran más recursos disponibles, aumentaría la provisión de servicios para la reducción de daños que, están consiguiendo resultados positivos mitigando la propagación del VIH entre usuarios de drogas inyectables. Fotografía: P.Virot

Los estudios de vigilancia biológica y de conductas muestran que ha mejorado el conocimiento del VIH, se utiliza más el preservativo y que entre los usuarios de drogas inyectables que están en contacto con las actividades de reducción de daños ha disminuido el uso compartido de jeringas y agujas. Sin embargo, la cobertura de estos programas sigue siendo baja, pues los servicios de prevención del VIH solo llegan a unos 17.000 usuarios de drogas inyectables en el país. Si se tuvieran más recursos disponibles, aumentaría la provisión de servicios de reducción de daños que, como estos, están consiguiendo resultados positivos mitigando la propagación del VIH entre usuarios de drogas inyectables.

Conocer tu epidemia

Al igual que la tendencia de otros países de Asia, también conocida como el Modelo de epidemia asiático, la epidemia en Pakistán se caracteriza por la rápida transmisión del VIH y su la alta prevalencia entre usuarios de drogas inyectables en las fases iniciales y la posibilidad de que la infección se propague entre otras poblaciones en riesgo como profesionales del sexo u hombres que tienen relaciones sexuales con hombres. Posteriormente, mediante poblaciones puente como los clientes de los profesionales del sexo o los transportistas, la epidemia podría abrirse paso entre la población general. Los vínculos y los puntos comunes entre el consumo de drogas y el trabajo sexual, junto con la alta prevalencia de las prácticas sexuales sin protección y la falta de concienciación sobre los riesgos, indican que hay posibilidades de que la infección por el VIH se propague rápidamente entre estas poblaciones clave.

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La prevalencia entre usuarios de drogas inyectables ha aumentado sin cesar de un 10,8% en 2005 a cerca de un 21% en 2008. Fotografía: P.Virot

Uno de los logros del país ha sido la aplicación de la vigilancia de segunda generación para hacer un seguimiento de las pautas de la epidemia. Se ha desarrollado una metodología específica para el país que localiza a los grupos de alto riesgo en la primera fase y posteriormente recopila datos biológicos y de conductas. Esto ha generado información actualizada del tamaño de los grupos de riesgo y de la prevalencia del VIH entre ellos.

Los datos epidemiológicos recopilados en los últimos años han permitido confirmar que Pakistán tiene una epidemia “concentrada”. También han puesto de manifiesto que la población general, los jóvenes y los usuarios de drogas inyectables adoptan pocas medidas de prevención del VIH,

Adaptar la respuesta

En función del patrón de la epidemia, y con la ayuda de los últimos datos de vigilancia, el Gobierno de Pakistán ha revisado recientemente su Marco estratégico nacional (NSF-II). La nueva iniciativa (para 2008-2011) se basa en las iniciativas indicadas en el primer marco estratégico nacional y contempla además un nuevo enfoque renovado para ampliar rápidamente los programas de prevención y de prestación de servicios del VIH dirigidos a las poblaciones más expuestas al riesgo de infección, especialmente a los usuarios de drogas inyectables.

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El sida podría repercutir gravemente en algunas comunidades durante la próxima década. Se necesitan por tanto urgentemente recursos económicos y humamos para ampliar la provisión de servicios de prevención, tratamiento, atención y apoyo del VIH.
Fotografía: P.Virot

El país también ha intentado adaptar su política y marco legislativo sobre el sida mediante la Ley sobre la prevención y el tratamiento del VIH y el sida, con el fin de apoyar la labor del gobierno en lo que respecta a la prestación de servicios a las poblaciones más expuestas al riesgo de infección por el VIH debido a su ocupación y/o a sus conductas. Las disposiciones básicas de esta ley pretenden garantizar el acceso a la atención, el apoyo y al tratamiento en condiciones de igualdad para todas las personas que viven con el VIH. También pretende reducir el estigma y la discriminación que sufren las personas seropositivas y mejorar el acceso a la información y a los servicios de prevención del VIH.

Falta de recursos

A pesar de contar con un plan de acción completo, articulado en torno a recomendaciones debidamente contrastadas, el país se enfrenta a una carencia de recursos que podría impedir que se responda de manera efectiva y oportuna a la epidemia.

Un ejercicio de cálculo realizado por el Gobierno estimaba que aplicar el marco NSF II requeriría un total de US$ 293 millones para los cinco años. Durante 2006 y 2007 se destinaron al sida US$ 29,67 millones, de los cuales la mayor parte (el 61%) se utilizó para actividades de prevención.

Aunque el Banco Mundial, la financiación bilateral y los recursos gubernamentales han aportado recursos al país, estos fondos no son suficientes para cubrir las necesidades actuales ni para crear una base sostenible a largo plazo que permita mantener la respuesta al VIH en el futuro.

El sida podría repercutir gravemente en algunas comunidades durante la próxima década. Se necesitan por tanto urgentemente recursos económicos y humamos para ampliar la provisión de servicios de prevención, tratamiento, atención y apoyo del VIH para conseguir controlar el impacto de la epidemia y mitigar sus consecuencias sociales y sanitarias.

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