WFP World Food Programme

Fomentar una mayor atención al VIH en las emergencias humanitarias

06 de julio de 2015

Las estrategias y los trabajos contra el sida deben dar una mayor prioridad a las emergencias humanitarias y a los millones de personas afectadas, esto es lo que acordaron los miembros del organismo directivo de ONUSIDA en el segmento temático de las 36ª reunión de la Junta Coordinadora del Programa (JCP) de ONUSIDA, que se celebró el 2 de julio en Ginebra (Suiza).

Los nuevos datos presentados en la sesión temática por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y el secretariado de ONUSIDA estiman que de los 314 millones de personas afectadas por emergencias humanitarias en 2013, 1,6 millones - o 1 de cada 22 - viven con el VIH, y muchos miles más están en riesgo.

"Hablamos de una cantidad increíble de personas y de varias capas de vulnerabilidad. La escala y el impacto son demasiado grandes como ser obviados. Debemos garantizar que los servicios de prevención y tratamiento del VIH se integren sistemáticamente en las respuestas a las emergencias", dijo el Sr. Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA.

La sesión temática contempló el vasto y complejo asunto del VIH en las situaciones de emergencia, incluida la prestación de servicios de atención sanitaria y contra el VIH en situaciones de conflicto, desastres naturales, emergencias de salud pública, desplazamientos y migración. En materia de protección, se debatieron temas como la vulnerabilidad al VIH debido a la violencia sexual, las violaciones de los derechos humanos, las restricciones y las leyes y políticas punitivas. En lo referente a la resiliencia, los participantes hablaron sobre la necesidad de refuerzo y preparación de las comunidades.

Los expertos, procedentes de una amplia variedad de países como Burundi, República Centroafricana, Djibouti, Haití, Líbano, Liberia, Nepal, Nigeria, Sierra Leona y Ucrania, comentaron las realidades sobre el terreno. Hablaron de obstáculos y oportunidades y dieron ejemplos de acciones exitosas emprendidas por gobiernos y sociedad civil para combatir el VIH en una amplia variedad de situaciones de emergencia humanitaria.

En su discurso inaugural, el antiguo refugiado, el Sr. Noé Seisaba, de Burundi, quien fundó la organización Stop SIDA que lleva iniciativas esenciales contra el VIH a campos y entornos de refugiados, hizo un llamamiento a la comunidad de personas que viven con el VIH para que se implique en todos los aspectos de la planificación y la puesta en práctica. "Me enfrenté a una fuerte discriminación, pero rompí el silencio sobre el VIH para conseguir que trabajar en el VIH fuera un asunto comunitario y mostrar que podemos intervenir como refugiados, porque realmente conocemos los problemas y las realidades", afirmó. "Me alegra constatar que estamos hablando de este tema, pero quiero ver acciones concretas".

Muchos participantes reiteraron que es esencial la implicación y el empoderamiento de la comunidad de personas que viven con el VIH y están más afectadas por el virus para alcanzar resultados para las personas en estos contextos tan difíciles. "Si queremos poner fin a la epidemia de sida para 2030, debemos poner de relieve las causas principales de vulnerabilidad en situaciones de emergencia humanitaria y aumentar las acciones para fomentar el respeto por los derechos y la dignidad humana básica", declaró el Sr. George Okoth-Obbo, ayudante del Alto Comisionado de Operaciones en ACNUR.

Se animaron las estrategias entre diversas regiones para lograr un impacto y un alcance máximos. El problema de la violencia sexual en situaciones de emergencia y la desigualdad entre sexos se destacaron como aspectos fundamentales a los que se debe prestar más atención, acción e inversión.

Alimentación y nutrición: esenciales para lograr los objetivos de Acción acelerada

31 de mayo de 2015

La alimentación y la nutrición para ayudar a las personas que viven con el VIH son elementos clave para alcanzar los objetivos de Acción acelerada ONUSIDA, de acuerdo con los participantes en una consulta reciente sobre nutrición y VIH celebrada en Ginebra (Suiza).

El acto, organizado conjuntamente por el Programa Mundial de Alimentos y ONUSIDA, se centró en la importancia crítica de la ayuda a la alimentación y la nutrición para los objetivos de tratamiento de 90–90–90, pero también para evitar las nuevas infecciones por el VIH, especialmente entre chicas adolescentes y mujeres jóvenes.

Los participantes compartieron datos y experiencias sobre las repercusiones de la desnutrición y la inseguridad alimentaria en el tratamiento del VIH y sobre el modo en que la seguridad alimentaria y la protección social contribuyen a evitar nuevas infecciones por el VIH y a mejorar el cumplimiento terapéutico entre los adolescentes. Los participantes también indicaron que la realización de las pruebas de detección del VIH junto con el control del crecimiento infantil pueden permitir un diagnóstico y un tratamiento más tempranos de los niños desnutridos que viven con el VIH.

Lucie Cluver, profesora asociada de la Universidad de Oxford, indicó que en Sudáfrica, las adolescentes que recibían comida en el colegio presentaban una reducción del 40 % en el sexo ocasional o sin protección en comparación con aquellas que no la recibían. Y los adolescentes que recibían tratamiento para el VIH y estaban bien alimentados tenían 2,5 veces más probabilidades de cumplir el tratamiento contra el VIH que sus compañeros que no lo estaban.

Según los participantes, la nueva estrategia de ONUSIDA 2016-2012 debe centrarse en mejorar la calidad de los servicios prestados a las personas que viven con y están más afectadas por el VIH. La estrategia debe basarse en enfoques multisectoriales que permitan la prestación de paquetes integrados de ayuda que incluyan la alimentación y la nutrición, la protección social, el apoyo a la subsistencia y la educación.

Citas

"Solo poniendo a las personas en el centro podemos lograr el fin de la epidemia del sida. La alimentación y la nutrición son esenciales para alcanzar los objetivos de acción acelerada. Es necesaria una sistematización y comunicación efectivas de los datos sobre la alimentación y la nutrición para conformar las políticas y los programas sobre el VIH".

Luiz Loures, director ejecutivo adjunto de ONUSIDA

“Creo que podemos alcanzar el objetivo de los tres ceros, pero la falta de ayuda para la alimentación y la nutrición sigue siendo un obstáculo. Las personas desnutridas que viven con el VIH tienen entre dos y seis veces más probabilidades de morir en los primeros seis meses de tratamiento y el hambre es uno de los obstáculos para el cumplimiento terapéutico a largo plazo. Es hora de dar prioridad a la alimentación y la nutrición en el enfoque de Acción acelerada".

Martin Bloem, asesor principal sobre nutrición y coordinador mundial de ONUSIDA, Programa Mundial de Alimentos

"La ayuda a la nutrición y la alimentación para las personas que viven con el VIH es uno de los cinco elementos incluidos en el United States Congressional Care and Treatment Earmark para la ayuda bilateral del PEPFAR".

Amie N. Heap, asesora principal sobre nutrición de la Agencia para el Desarrollo Internacional de los Estados Unidos

Guinea: la ayuda nutricional del PMA ayuda a una madre a afrontar el reto de vivir con el VIH

31 de enero de 2014

Una versión de esta historia apareció primero en www.wfp.org

Djamilatou vive en los suburbios de Conakry, la capital de Guinea. Cada semana, esta madre de 34 años acude al Dream Centre, una clínica ambulatoria que ayuda a las personas que viven con el VIH, ofreciéndoles tratamiento contra el VIH, asesoramiento y, gracias al Programa Mundial de Alimentos, una alimentación nutritiva.

Durante su primer embarazo descubrió que era seropositiva. "Fui al hospital, porque siempre me sentía enferma", dijo. Tras algunas pruebas, el médico le dio la noticia. "Al principio no podía creérmelo. Fue un gran golpe. Nunca me había planteado que el VIH podría afectarme".

Una amiga aconsejó a Djamilatou que fuera al Dream Centre y ella dice que este consejo le cambió la vida. "Antes de venir aquí, había perdido mucho peso y fuerza. Nunca habría tenido dinero para comprar todos los medicamentos del tratamiento".

Pero lo más importante para ella fue el apoyo y los consejos que recibió para ayudarla durante un embarazo complicado y el nacimiento de su hijo mediante cesárea. "Estoy muy agradecida de que mis dos hijos estén sanos. Mi hijo Alpha tiene 3 años y mi hija pequeña, Mariama, acaba de cumplir 5 meses. En el centro también recibí educación nutricional para asegurarme de que crezca sana y fuerte”.

Ahora el estado nutricional de Djamilatou es estable, al igual que su salud, y espera volver a empezar a trabajar pronto. Para ella el centro no es sólo un lugar donde recibe tratamiento y nutrición, es un lugar que le da esperanzas.

Como coordinadora clínica, Fatoumata Sylla sostiene: "La vertiente social de las raciones de comida semanales es muy importante: para algunos pacientes son una de las principales razones para acudir regularmente... Esto nos da la posibilidad de crear una relación estable con nuestros pacientes". Además, el apoyo nutricional ofrecido por el PMA tiene una repercusión especial en el avance del tratamiento.

"Las necesidades nutricionales de las personas que viven con el VIH son mayores debido a la debilidad de su sistema inmunitario", explica la Sra. Sylla. "Podemos mejorar la eficacia de nuestro tratamiento si suministramos a los pacientes no solo medicación, sino también una alimentación nutritiva".

Como Djamilatou, más de 650 personas que viven con el VIH reciben tratamiento en el Dream Centre cada mes. El PMA también ofrece supercereal + azúcar (CSB+), una combinación especializada de micronutrientes, como vitaminas y minerales, que ayuda a mejorar rápidamente el estado nutricional de las personas que viven con el VIH. La cantidad de ración de CSB+ depende del índice de masa corporal (IMC) de cada paciente. Además, el Programa Mundial de Alimentos también ayuda a los familiares de las personas que viven con el VIH con raciones de arroz y aceite fortificadas con vitaminas A y D.

La gira de North Star Alliance destaca la labor de las clínicas móviles en las rutas de transporte de África

29 de marzo de 2011

Un contenedor de transporte reformado de 12 metros recorre las ciudades europeas y pone de relieve la labor de North Star Alliance. Créditos: ONUSIDA

Un contenedor de transporte reformado de 12 metros recorre las ciudades europeas y pone de relieve la labor de North Star Alliance. Esta asociación público-privada se ha comprometido a construir una red de clínicas al borde de la carretera en “puntos neurálgicos” del transporte en África. Su objetivo es proporcionar atención sanitaria básica a los camioneros de larga distancia, los profesionales del sexo y las comunidades de la zona.

El equipo de North Star Alliance llegó esta semana a Ginebra, con su centro de bienestar montado en un contenedor de transporte. Los trabajadores de ONUSIDA y de la Organización Mundial de la Salud pudieron comprobar en directo cómo funcionan exactamente estos centros. Además, muchos aprovecharon la oportunidad para hacerse revisiones médicas gratuitas, incluida la prueba de la presión arterial.

Desde la prevención del VIH hasta los antihistamínicos

Es una de las mejores asociaciones público-privadas que conozco. Funciona bien. Cada socio aporta pericia y conocimientos especializados para llevar a cabo una intervención fuerte y unificada que realmente está marcando la diferencia.

Robin Jackson, representante de ONUSIDA en North Star

Entre la gran variedad de servicios que ofrece un centro de bienestar típico se incluyen la distribución de preservativos, el tratamiento de enfermedades de transmisión sexual, la información sobre el VIH y la nutrición, exámenes básicos de la vista, el tratamiento de la malaria, e incluso la distribución de antihistamínicos para el resfriado común. La mayoría de los centros también ofrecen asesoramiento y pruebas del VIH y acceso a especialistas en comunicación para el cambio de comportamiento. North Star pretende ampliar sus servicios e incluir un mayor apoyo a la terapia antirretrovírica y a la detección de la tuberculosis.

Actualmente, existen 22 centros de bienestar en 10 países de África oriental y meridional. A finales de 2014, habrá 100 centros de este tipo, que cubrirán el 85% de las rutas de transporte más importantes del continente. 

En la práctica, los contenedores de transporte se colocan en puestos fronterizos o poblaciones de paso donde se reúnen los camioneros. Además, se abren tarde, cuando los conductores han aparcado para pasar la noche y comienza el comercio sexual. En general, los trabajadores móviles, que suelen pasar largos períodos lejos de sus familias, pueden tener varias parejas y utilizar los servicios de los trabajadores del sexo.

Una alianza ejemplar

Se ofrece una gran variedad de servicios, que incluyen la distribución de preservativos, el tratamiento de enfermedades de transmisión sexual, la información sobre el VIH y la nutrición, exámenes básicos de la vista y el tratamiento de la malaria. Créditos: ONUSIDA

North Star Alliance es una organización no gubernamental independiente que recibe el apoyo de cinco socios clave: la compañía de transporte urgente TNT, la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte, el Programa Mundial de Alimentos, ONUSIDA y ORTEC, un gran proveedor de software logístico. Se trata de un gran ejemplo de asociación público-privada.

Según Robin Jackson, representante de ONUSIDA en North Star: “Es una de las mejores asociaciones público-privadas que conozco. Funciona bien. Cada socio aporta pericia y conocimientos especializados para llevar a cabo una intervención fuerte y unificada que realmente está marcando la diferencia”.

La seguridad alimentaria como respuesta al VIH y a la violencia de género en el norte de Uganda

07 de octubre de 2010

Fotografía: ONUSIDA

El norte de Uganda fue durante muchos años conocido como uno de los graneros del país ya que, gracias a la fertilidad de sus tierras, la región logró abastecer con sus excedentes los mercados locales e internacionales. Sin embargo, las dos décadas de conflicto civil entre las Fuerzas de Defensa del Pueblo de Uganda (UPDF, por sus siglas en inglés) y el Ejército de Resistencia del Señor (LRA, de su denominación inglesa) dejaron las subregiones de Acholi y Lango en la miseria.

De hecho, entre 1986 y 2006 alrededor de 1.800.000 personas huyeron de sus aldeas para buscar refugio en campamentos temporales. Por ejemplo, alrededor del 95% de la población de los distritos de Kitgum, Gulu, Pader y Amuru  se vio obligada a vivir en dichos campamentos.

La guerra causó reveses importantes en materia de educación, sanidad, producción alimentaria e infraestructuras. Al mismo tiempo, aumentó la vulnerabilidad, especialmente entre niñas y mujeres, y empezaron a registrarse mayores carencias en el servicio de provisión para el tratamiento del VIH de los desplazados internos.

"Lo han perdido casi todo: recursos, sustento... Han perdido hasta sus habilidades. Antes se dedicaban a la agricultura, por lo que el hecho de tener que permanecer en los campamentos significó que toda una generación perdiera las destrezas necesarias para desempeñar su tarea habitual", afirmó Winifred Nalyongo, especialista en medios de subsistencia de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

En 2006, tras la firma de un acuerdo de cese de hostilidades entre el Gobierno de Uganda y el Ejército de Resistencia del Señor, los desplazados internos comenzaron a regresar bien a sus lugares de origen, bien a poblaciones cercanas a estos.  La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) calculó que en enero de 2009 más del 70% de todos los desplazados internos habían vuelto a sus hogares o a campamentos de transición.

VIH y violencia de género en entornos de recuperación inicial

La FAO ha estado trabajando en estos entornos de recuperación inicial a través de los programas "Escuelas de vida y campo para agricultores" y "Escuelas de vida y campo para agricultores jóvenes " (FFLS y JFFLS respectivamente por sus siglas en inglés) con el firme propósito de restablecer la forma de vida de las comunidades afectadas por el conflicto. Estos programas incluyen un proceso de aprendizaje en grupo a través del cual hombres y mujeres adquieren valiosas habilidades sociales y agrícolas que les permiten mejorar sus condiciones de vida y reducir su vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria, el VIH y  la violencia de género, entre otros.

Se sabe que tanto los conflictos como los desplazamientos son factores que agudizan la exposición al VIH. El alcoholismo y la violencia sexual son hechos generalizados en los campamentos de desplazados internos situados en el norte de Uganda. Los representantes de la FAO explican que, en una situación de inactividad e incapacidad para alimentar a sus familias, los hombres pueden verse frustrados y recurrir al alcohol, lo cual agrava las desigualdades de género y vuelve a mujeres y niños más vulnerables al virus.

Fotografía: ONUSIDA

El informe de política sobre el VIH y los refugiados realizado por ONUSIDA y ACNUR menciona, por un lado, las dificultades con que se encuentran los refugiados para cubrir necesidades básicas como comida, agua y refugio. Por otro lado, refleja cómo en numerosas ocasiones se fuerza a mujeres y niñas a realizar servicios sexuales a cambio de dinero, comida o protección. Asimismo, los niños que viven sin apoyo paternal, ya sea debido a la separación o a la muerte de los familiares, son especialmente vulnerables a la violencia física y sexual y a la explotación.

Un estudio de 2005 realizado por UNICEF en uno de los mayores campamentos de desplazados internos del norte de Uganda reveló que seis de cada diez mujeres sufrían agresiones físicas y sexuales por parte de los hombres.

Según indica un informe del Ministerio de Sanidad realizado entre 2004 y 2005, la prevalencia del VIH en las zonas del norte de Uganda afectadas por los conflictos bélicos es de un 8,3% mientras que la media nacional está en un 6,4%.

Reducir la vulnerabilidad

Las Escuelas de vida y campo para agricultores promovidas por la FAO subrayan la importancia de la seguridad alimentaria y la autosuficiencia como medios para reducir la vulnerabilidad al VIH y a la violencia de género. Hacen hincapié en que vean la agricultura como un negocio y una fuente de ingresos, pero también les enseñan valores tan importantes como la sensibilidad de género, la protección a la infancia, la higiene, la nutrición y la conciencia sobre el VIH.

Se anima a las personas que viven con el virus a unirse a las Escuelas de vida y campo para agricultores, donde reciben educación nutricional, un aspecto fundamental para aquellos que viven con el VIH. Además, pueden aprender a trabajar con cultivos menos exigentes como el quingombó y los jardines de vegetales.

Aprendizaje temprano de nuevas destrezas

En la aldea de Dubaju, las Escuelas de vida y campo para agricultores jóvenes ayudan a los huérfanos y a los niños vulnerables a ser más autosuficientes y a mejorar su seguridad alimentaria. Mediante debates en las aulas, se les enseña a mantenerse sanos y protegidos del VIH. Por ejemplo, los niños aprenden a preservar los cultivos de las plagas o a tratar los cultivos enfermos. Igualmente se les muestra la relación existente entre el correcto cuidado del cuerpo y la prevención del VIH.

ONUSIDA insta a mejorar la integración de la prevención y el tratamiento del VIH en los programas de salud materna, neonatal e infantil en Etiopía

30 de julio de 2010

UNAIDS Executive Director Mr Michel Sidibé (left) met with H.E. Dr Tedros Adhanom Ghebreyesus,El director ejecutivo de ONUSIDA, Michel Sidibé (a la izquierda) se reunió con el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, ministro de Sanidad de Etiopía en el Ministerio de Sanidad en Addis Abeba, el miércoles 28 de julio de 2010.

El director ejecutivo de ONUSIDA, Michel Sidibé, visitó Etiopía para hablar sobre formas de acelerar el progreso para alcanzar el acceso universal a los servicios relacionados con el VIH, así como los Objetivos de Desarrollo del Milenio en el país.

El análisis de los progresos realizados en Etiopía, así como los desafíos a los que se enfrenta a la hora de prevenir la transmisión maternoinfantil del VIH (PTMI) constituyó uno de los puntos principales de la agenda.

Sidibé visitó el centro de tratamiento del VIH y la sala de maternidad del hospital St. Paul en Addis Abeba, donde el apoyo nutricional está integrado en la prestación sanitaria que reciben las personas que viven con el VIH. Durante la visita, Michel Sidibé tuvo la oportunidad de participar en los “Debates del grupo de apoyo para madres”, un grupo de apoyo inter pares compuesto por mujeres seropositivas que se reúnen cada 15 días para prestarse apoyo psicológico mientras comparten sus experiencias e intercambian opiniones sobre diferentes aspectos sociales, entre los que se encuentran el estigma, el estado seropositivo con respecto al VIH, comunicar a sus parejas su estado serológico, la asistencia a las clínicas y la planificación familiar.

El director ejecutivo de ONUSIDA, Michel Sidibé (a la izquierda) escucha un debate en el que participan beneficiarias del programa de PTMI en el centro de distribución de alimentos de Gulele, en Addis Abeba, el miércoles 28 de julio de 2010.

Para terminar su visita, Sidibé se reunió con periodistas para hacer hincapié en la necesidad de renovar el compromiso con la eliminación de la transmisión maternoinfantil del VIH, y de aplicar enfoques innovadores que apoyen la respuesta.

Michel Sidibé elogió los esfuerzos que está realizando el gobierno
de Etiopía para acabar con la transmisión maternoinfantil del VIH e hizo un llamamiento al liderazgo para que se intensifiquen los esfuerzos destinados a ampliar el acceso a los servicios de PTMI a la vez que se atienden los factores que lo socavan, entre los que se encuentran la desigualdad entre géneros, el estigma y la discriminación, y la participación insuficiente de la comunidad.

Sidibé también instó a mejorar la integración del tratamiento y la prevención del VIH en los programas de salud materna, neonatal e infantil.

Previamente, el director ejecutivo de ONUSIDA había visitado uno de los proyectos urbanos sobre el VIH que cuenta con el apoyo del Programa Mundial de Alimentos (PMA). Esta iniciativa proporciona alimentos y asistencia nutricional a mujeres embarazadas y lactantes que viven con el VIH y reciben servicios de PTMI. Sidibé se reunió con un grupo de madres que participan en este proyecto y elogió la iniciativa que protege las vidas de madres e hijos al proporcionarles alimentos y apoyo nutricional.

Alimentos por prescripción: documento de GAIN sobre la situación

16 de noviembre de 2009

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La Cumbre Mundial sobre la Seguridad Alimentaria se inauguró  el 16 de noviembre en Roma. En muchas regiones del mundo la ausencia de seguridad alimentaria y una deficiente nutrición agravan los efectos de la epidemia del VIH.

Aunque cada vez aumenta más la disponibilidad de pruebas del VIH y se han intensificado apreciablemente las iniciativas para satisfacer las necesidades nutricionales de las personas que viven con el VIH, los proveedores de servicios de terapia antirretrovírica siguen informando de que muchos pacientes se presentan ante ellos en un estado avanzado de la enfermedad y con una malnutrición aguda. En algunos de los programas de tratamiento antirretrovírico, hasta un 33% de los pacientes que acuden por primera vez a la clínica son incapaces de caminar sin ayuda, a lo que se añade una alta tasa de mortalidad en los primeros 90 días de tratamiento. Como respuesta, ha habido una rápida proliferación de los programas de alimentos por prescripción (FBP, por sus siglas en inglés), diseñados para garantizar una atención nutricional eficiente y efectiva y la rehabilitación de las personas inmersas dentro de los programas de tratamiento y atención del VIH.

Este documento de la Alianza mundial para mejorar la nutrición (GAIN, por sus siglas en inglés) ofrece una visión general del pensamiento actual sobre los modos de provisión y los principales aspectos en torno a la aplicación de los programas de FBP. Pretende así documentar el pensamiento y la experiencia actuales e identificar áreas de convergencia y divergencia. Esto ofrecerá un punto de partida para futuras consultas, en las que se podrán elaborar y priorizar cuestiones clave y desarrollar un plan de acción para el futuro.
Dada la escasez de información sobre estos programas, la información de este informe se recopiló principalmente a partir de entrevistas semiestructuradas realizadas a informantes clave de gobiernos, organizaciones de la sociedad civil, organismos de asistencia técnica, donantes y grupos beneficiarios.

El documento revela que, en menos de una década, han surgido una gran variedad de mecanismos y diseños de los FBP para alcanzar uno o más de los tres objetivos centrales. Los programas de Alimentos por prescripción se centran principalmente en la rehabilitación y/o el apoyo nutricional del paciente para mejorar su bienestar y los resultados del tratamiento. Sin embargo, muchos programas han ampliado este cometido para incluir la provisión de redes de seguridad social que fomenten la adherencia al tratamiento y protejan la integridad de los hogares. Además, diversos programas han comenzado a respaldar actividades para ayudar a que las personas ganen su sustento con el objetivo de fomentar una recuperación productiva y una adherencia continua. Los diseños de los programas están muy contextualizados: algunos se centran en uno o dos de estos objetivos mientras que otros buscan un enfoque más general mediante asociaciones y redes de derivación de pacientes. Algunos programas operan dentro de una clínica; otros desde un punto de apoyo estable dentro de la comunidad, mientras que otros han formado vínculos estratégicos que se extienden por hogares, comunidades y entornos clínicos

Los entrevistados comparten cierto sentimiento de urgencia respecto al rápido desarrollo de estos programas y reconocen que queda mucho por aprender para hacerlo de manera correcta. En este momento, todavía no se ha llegado a un consenso sobre cuál es la localización óptima. Aunque se coincide de manera general en que la entrada al programa debe estar regulada por criterios antropométricos, existen divergencias en lo que respecta a los criterios de rehabilitación. Actualmente se usan diferentes opciones de productos básicos, pero no hay ninguna base probatoria que pueda servir de guía para la toma de decisiones. En muchos lugares, se necesita diferenciar con mayor claridad la rehabilitación nutricional en el plano del paciente de la inseguridad alimentaria en los hogares. Se necesitan asimismo orientaciones y armonizar los objetivos, normas y protocolos.

Este documento se articuló según diferentes temas, identificados en fases previas del proceso.

Entre estos temas están el potencial de integración y estandarización; la distribución de recursos; los requisitos y retos con relación a los recursos humanos; la gestión de productos básicos; los servicios transversales; el seguimiento y la evaluación; y la perspectiva y el punto de vista a largo plazo del beneficiario. El informe concluye con un resumen de problemas comunes y una lista preliminar de los temas que necesitan seguimiento.

El PMA reconoce el papel fundamental que desempeñan la alimentación y la nutrición en la respuesta global al VIH/sida

11 de agosto de 2009

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El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA) y sus asociados examinaron el papel tan importante que desempeña la seguridad alimentaria y nutricional para las personas que viven con el VIH durante una reunión satélite en el ICAAP 09.Fotografía: PMA/Jim Holmes

A lo largo de una reunión satélite que tuvo lugar en el IX Congreso internacional sobre el sida en Asia y el Pacífico (ICAAP), celebrado en Bali (Indonesia), El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA) y sus asociados examinaron el papel tan importante que desempeña la seguridad alimentaria y nutricional para las personas que viven con el VIH. Los participantes estudiaron distintas formas de integrar este aspecto clave en el tratamiento, la atención y el apoyo relacionados con el VIH, así como las posibilidades y los retos que supone su puesta en práctica.

La comida y la nutrición constituyen dos componentes fundamentales de la respuesta mundial al sida que han pasado a gozar de un reconocimiento mayor tras el apoyo brindado por el PMA y otros organismos. Mejorar el estado nutricional de las personas que viven con el VIH representa una práctica óptima que ha sido científicamente demostrada. Sin la alimentación adecuada, las personas que viven con el VIH están desnutridas y, en consecuencia, el tratamiento no es tan efectivo. Por ello, el PMA está haciendo cada vez más hincapié en la necesidad de integrar la atención nutricional en el sector sanitario.

Dado que la epidemia del HIV se manifiesta de un modo diferente en cada país, las respuestas al sida nacionales deben reflejar la realidad y hacerle frente en su propio contexto, teniendo cuenta los riesgos y sus vulnerabilidades. Según el PMA, a través del mensaje de apoyo emitido por ONUSIDA que dice “Conoce tu epidemia y actúa en consecuencia”, lo que se quiere transmitir es que las respuestas al sida nacionales contarán con el factor alimentario cuando así sea necesario.

En Asia, existen aproximadamente 5 millones de personas que viven con el VIH. La transmisión viral se da principalmente en los grupos de poblaciones más vulnerables y susceptibles a la infección, tales como los trabajadores del sexo o los usuarios de drogas inyectables. En este contexto, la acción que está tomando el PMA en materia de sida refleja la actual tendencia de la epidemia, con actividades como la inclusión de redes de mitigación y seguridad especiales para dichos grupos dentro de los planes de acción nacionales o la creación de diferentes estrategias para reducir la pobreza.

El Dr. Martin W. Bloem, jefe del departamento de políticas sobre nutrición y VIH/sida del PMA, fue el encargado de dirigir la reunión satélite que llevó por título “Distintas formas de integrar la seguridad alimentaria y nutricional en el tratamiento, la atención y el apoyo relacionados con el VIH en la región de Asia: oportunidades y retos”. En la reunión también participaron los siguientes conferenciantes: El profesor Emeritus Praphan Phanuphak, director del Centro de investigación sobre el sida de la Cruz Roja en Tailandia; la Dra. Angela Kelly, jefa de equipo del Instituto de investigación médica de Papua Nueva Guinea; y la Sra. Ms Kaniz Fatima, principal responsable del proyecto principal sobre el VIH del PMA en Bangladesh.

Todos intercambiaron su experiencia y sus conocimientos acerca del impacto de la seguridad nutricional y alimentaria en las personas que viven con el VIH; debatieron sobre las oportunidades y retos que puede llegar a plantear el diseño de un programa de nutrición adecuado, así como la creación de unas directrices sobre nutrición y VIH; y finalmente discutieron acerca las prioridades y el desarrollo de futuras estrategias.

 

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Los copatrocinadores de ONUSIDA participan en el IX Congreso Internacional sobre el sida en Asia y el Pacífico (ICAAP)

09 de agosto de 2009

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Los 10 copatrocinadores de ONUSIDA van a presentarse de forma extraordinaria como una gran familia: miles de delegados se reunirán en Bali (Indonesia), con motivo del IX Congreso Internacional sobre el sida en Asia y el Pacífico (ICAAP), a fin de intercambiar sus ideas, sus conocimientos y sus mejores prácticas, así como para compartir sus lecciones y sus propios descubrimientos, fruto de su trabajo de investigación.   

Los copatrocinadores son una parte esencial de la respuesta de las Naciones Unidas a la epidemia mundial de sida, y ONUSIDA contribuye a aunar todos sus esfuerzos y recursos.

Basándose en el tema del Congreso “Capacitar a las personas – reforzar las redes”, los copatrocinadores organizarán y presentarán diversos simposios, talleres de capacitación y reuniones satélite. Gracias a dichas actividades, se reunirá, así, a un amplio número de participantes llegados de diferentes disciplinas de estudio, con el único fin de ayudar a construir y a alimentar las asociaciones existentes para reafirmar la respuesta al sida en la región.   

Algunos de los eventos programados han sido parte de la iniciativa conjunta de los copatrocinadores. Por ejemplo, el simposio que lleva por título “La prevención del VIH y los jóvenes de mayor riesgo”, y que tendrá lugar el 10 de agosto, está patrocinado por el UNFPA, el UNICEF, la UNESCO, el PNUD, la OMS y ONUSIDA. Dicho simposio, el cual será presentado por el Grupo regional consultivo de las Naciones Unidas para Asia y el Pacífico especializado en los jóvenes de mayor riesgo, ha sido especialmente diseñado para identificar las necesidades específicas de los grupos de población a los que, por lo general, no siempre llegan los servicios de prevención del VIH. Entre estas poblaciones están los usuarios de drogas inyectables, los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, y los profesionales del sexo y sus clientes.  En esta mesa redonda participarán, asimismo, algunos representantes de dichos grupos, un acto que constituye un ejemplo más de cómo las actividades del ICAAP han sido creadas con el objetivo de involucrar también a las poblaciones clave.

Otra de las actividades organizadas por los copatrocinadores es la colaboración conjunta del PNUD, la OIT y ONUSIDA (junto con la Iniciativa conjunta de las Naciones Unidas sobre movilidad y el VIH/sida en Asia Sudoriental) en la presentación de un simposio que tendrá lugar el 12 de agosto bajo el título “El impacto de la crisis económica en la migración de la mano de obra y el VIH”; en él, pondrán en común sus conocimientos y tratarán esta urgente cuestión internacional.  ACNUR, por su parte, y en colaboración con ONUSIDA, celebrará una reunión satélite el 12 de agosto llamada “Oportunidades y retos en materia de VIH entre las distintas poblaciones”.  Por otro lado, el PMA aprovechará una reunión satélite que se celebrará el 11 de agosto para estudiar el papel fundamental que desempeña la seguridad nutricional y alimentaria para las personas que viven con el VIH y, junto con sus asociados, se centrarán en el tema “Modelos para la integración de la seguridad nutricional y alimentaria en la atención, el apoyo y el tratamiento relacionados con el VIH en la región asiática: Oportunidades y retos”. 

El día 10 de agosto, el Banco Mundial respaldará, asimismo, la proyección de la película Suee (“Aguja”), de Sai Paranjpye, ganadora del Festival de cine de Cannes. En esta obra cinematográfica se refleja cómo es la vida de los usuarios de drogas inyectables y el estigma “antisida” al que tienen que hacer frente cada día. La película se creó gracias al Mercado de desarrollo de la región de Asia meridional, un programa de ayuda financiera promovido por el Banco Mundial y que recibe el apoyo de numerosos asociados como ONUSIDA, el UNICEF, la ONUDD y el PNUD.

Durante  los cinco días que durará el congreso, los participantes también tendrán a su disposición un amplio abanico de actividades encabezadas por los copatrocinadores, que aparecerán recogidas en el sitio web de ONUSIDA, además de un informe del progreso de la Conferencia.

ONUSIDA y sus diez copatrocinadores trabajan para prestar apoyo técnico a los países y ayudarles a potenciar sus planes nacionales sobre el sida.  Una “división de trabajo” es la encargada de dirigir el apoyo técnico ofrecido, a fin de mejorar la coordinación, evitar que la fragmentación del trabajo y proporcional los mejores servicios. Además, cada una de las organizaciones copatrocinadores encabeza, al menos, un área técnica. Entre dichas organizaciones se encuentran las siguientes:


Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR)

Fondo de las Naciones Unidas para la infancia (UNICEF)

Programa Mundial de Alimentos (PMA)

Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)

Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA)

Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD)

Organización Internacional del Trabajo (OIT)

Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO)

Organización Mundial de la Salud (OMS)

Banco Mundial

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