Reportaje

Los pros y los contras de ser pequeño

27 de septiembre de 2019

Ser pequeño tiene sus ventajas. En la mayor parte de los países del Caribe, las clínicas locales o los hospitales no están muy lejos. Los sólidos sistemas de atención primaria y el gran nivel de acceso de las mujeres embarazadas a los sistemas de salud se encuentran a la cabeza del éxito de la región en lo que concierne a la prevención de las nuevas infecciones por el VIH entre los niños. Un total de siete islas del Caribe han sido avaladas por la Organización Mundial de la Salud por haber conseguido eliminar la transmisión maternoinfantil del VIH. Estas zonas van desde el territorio británico de ultramar de Montserrat, con una población de 5000 personas, hasta Cuba, que alberga a más de 11 millones. 

Antigua y Barbuda recibieron su reconocimiento por eliminar la trasmisión madre-hijo del VIH en 2017. De acuerdo con la directora médica Rhonda Sealey-Thomas, el ministro de salud concibió algunas ideas para garantizar que todas las mujeres embarazas se sientan capacitadas y apoyadas para empezar su cuidado prenatal lo antes posible. El estado compuesto por dos islas gemelas utiliza un modelo de enfermería comunitaria en el que las enfermeras del distrito realizan visitas a los hogares para animar a las mujeres a asistir a los centros de atención sanitaria al comienzo de su embarazo y a seguir acudiendo a todas las citas. El país cuenta con sus 26 clínicas para asegurar que todas las mujeres gocen de un fácil acceso geográfico al cuidado prenatal.

En Bahamas, tanto el ministro de salud, como la mayor respuesta al sida avanzan juntos para conseguir su validación. De hecho, esta región se encuentra entre los cinco países caribeños que  en 2018 lograron una cobertura del 100 % para el diagnóstico temprano en la infancia.

Nikkiah Forbes, directora del programa nacional de VIH/sida y enfermedades infecciosas en el ministerio de salud de las Bahamas, pone de manifiesto la importancia de contar con un sistema de salud robusto que ofrezca cuidados prenatales gratuitos y disponga de laboratorios fuertes. El cuidado prenatal tiene un carácter universal en las Bahamas y está disponible en todas las clínicas de la comunidad presentes en la isla. Se anima a las madres para que accedan a estos cuidados lo antes posible y en la primera visita se les habla de la posibilidad de someterse a una prueba del VIH. Las pruebas de detección del VIH en laboratorio se realizan a las 32 semanas. Enfermeras especializadas se ocupan de que todas las madres y los niños permanezcan bajo cuidados sanitarios y de que reciban el apoyo adicional que necesiten.

«Tienes que salir a las calles si vas a proporcionar cuidados para el VIH. Vamos a las clínicas a estar con las mujeres para poderles transmitir así apoyo y consejos. Vamos al campo y les realizamos las pruebas a sus parejas. Nos ocupamos realmente de hacer un seguimiento para tener la certeza de que van a las clínicas, se sienten cómodas y se les aceleran los trámites. Nos aseguramos de que estén adquiriendo su medicación, de que todos los laboratorios sigan ahí y de que reciban también el apoyo nutricional que precisan. Si ellas no vienen a nosotros,  vamos nosotros a ellas», explicó una enfermera.

Sin embargo, una población pequeña también se enfrenta a sus propios desafíos. En el caso de los migrantes, está a menudo la vulnerabilidad añadida de destacar al acceder a los servicios. Antigua y Barbuda proporcionan atención sanitaria a todos los migrantes. «Los servicios en los centros de atención sanitaria de la comunidad son totalmente gratuitos. No importa la nacionalidad. El hecho de que los migrantes no puedan permitirse económicamente la atención sanitaria supone un mayor gasto a largo plazo. Al proteger la salud de los migrantes, estás protegiendo indirectamente la salud de tu población», insistió la Sra. Sealey-Thomas.

En Bahamas también hay mecanismos para que los haitianos puedan acceder a los cuidados. «Contamos con intérpretes que hablan criollo haitiano en una clínica centralizada. Los materiales educativos también se traducen a criollo haitiano», apuntó la Sra. Forbes.

Sin embargo, en el caso de los ciudadanos que pertenecen a comunidades muy estrechamente relacionadas, se han de adoptar medidas especiales para reforzar la confidencialidad y abordar las cuestiones relacionadas con el estigma y la discriminación en los entornos de atención sanitaria. Los proveedores de cuidados sanitarios que trabajan por toda la región han recibido una formación para combatir el estigma y la discriminación, de manera que puedan hacer frente a cuestiones como los sesgos inconscientes y la confidencialidad. 

Aun así, todavía en los países del Caribe es relativamente alta la probabilidad de que la gente conozca o reconozca a otras personas en los lugares a los que se acude para recibir la atención pertinente. Se trata de un desafío que los países han de superar con el fin de acelerar los resultados en la atención sanitaria continuada a los adolescentes, las mujeres y los hombres por igual.