Young people

Un análisis recomienda la reforma legislativa en las pruebas del VIH para ayudar Angola a reducir las nuevas infecciones entre los jóvenes y asegurar el tratamiento

11 de mayo de 2022

Angola se enfrenta a un enorme desafío a causa de las nuevas infecciones por el VIH en personas jóvenes. En 2020 se detectaron 7000 nuevas infecciones en jóvenes de edades comprendidas entre 15 y 24 años. Una de las barreras para la reducción de las nuevas infecciones por el VIH en jóvenes y la garantía del tratamiento son las restricciones a la hora de hacerse la prueba.

En varios países, los jóvenes menores de 18 años no pueden hacerse la prueba del VIH sin previo consentimiento paterno. Como los jóvenes a menudo temen hablar con sus padres sobre hacerse la prueba, muchos deciden no solicitarla y, como consecuencia, no conocen su estado serológico. Esto les pone en riesgo y afecta negativamente al trabajo del sector sanitario.

Como parte de los intentos por eliminar estas barreras, Angola ha recibido asistencia por parte del TSM, el mecanismo de apoyo técnico fundado por la USAID, administrado por ONUSIDA y dirigido a nivel nacional que proporciona respaldo a los países para superar las barreras políticas en torno al VIH y las dificultades programáticas.

Un análisis llevado a cabo por el TSM evaluó la equiparación de los reglamentos, legislación y políticas sobre la edad de consentimiento para solicitar asesoramiento y hacerse la prueba del VIH en Angola con las normas y estándares de salud pública y derechos humanos. Asimismo, se evaluó hasta qué punto se crean barreras de acceso a los servicios.

El análisis aportó pruebas que fundamentaron la recomendación de que Angola elimine las barreras legales que obstaculizan el acceso a los servicios de diagnóstico del VIH y tuberculosis a los jóvenes, incluidos los de grupos de población clave. Esto les permitiría a los jóvenes a partir de 14 años (y menores de 14 si tienen madurez suficiente) poder buscar y acceder a las pruebas y asesoramiento del VIH sin necesidad de pedir permiso a sus padres. Esto, a su vez, ayudaría a establecer un entorno jurídico propicio para un diagnóstico temprano del virus. Asimismo, el acceso a los servicios e información sobre el VIH reduciría la probabilidad de transmisión del virus y contribuiría a una disminución en las nuevas infecciones y las muertes relacionadas con el sida.

Al facilitar a los jóvenes el acceso a los servicios de pruebas del VIH, Angola también podrá aprovechar los recursos del Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria y llegar, así, a los jóvenes de los grupos de población clave (un aspecto prioritario para alcanzar los objetivos del VIH). De igual manera, el aprendizaje estratégico a partir de esta experiencia podría aportar una valiosa perspectiva a mecanismos de apoyo técnico similares en África Meridional y Oriental y otras regiones.

“Asegurar que los jóvenes conozcan su estado serológico es esencial. Las disposiciones que, en la práctica, obstruyen  su acceso a las pruebas del VIH al requerir consentimiento paterno provocan una demora en el conocimiento su estado serológico y les impiden el acceso a servicios del VIH vitales. Las leyes que imponen una edad de consentimiento para las pruebas del VIH deben ser derogadas en pro de la salud de todos. Esto salvará vidas y ayudará a Angola a poner fin a la epidemia de sida”, ha afirmado Michel Kouakou, director nacional de ONUSIDA en Angola.

El seguimiento del progreso de los jóvenes hacia los objetivos de 2025 comienza su segunda fase

06 de abril de 2022

Declaración Política de las Naciones Unidas sobre el VIH y el Sida de 2021: Se ha demostrado la importancia del liderazgo de los jóvenes en la respuesta al VIH para acabar con las desigualdades y poner fin al sida para 2030.

La Red global de jóvenes que viven con el VIH (Y+ Global) y PACT son dos redes innovadoras ideradas por jóvenes que han demostrado de manera constante la innovación y el ingenio de los jóvenes en la respuesta al VIH. Con el apoyo de ONUSIDA, están desarrollando en la actualidad la #UPROOT Scorecard 2.0, una herramienta de monitoreo dirigido por jóvenes en siete países: Burundi, Ghana, Kirguistán, Filipinas, Uganda, Vietnam, y Zimbabwe.

Esta es la segunda fase de los trabajos de monitoreo dirigidos por jóvenes, que comenzó en 2017 con la campaña #UPROOT. El sistema de puntuación involucra a los jóvenes, uniéndolos para evaluar cómo está funcionando la respuesta al VIH de su país y si están cumpliendo el compromiso sobre los jóvenes requerido para llegar a los objetivos de HIV en 2025 y lograr el Objetivo Sostenible 3.

Tinashe Grateful Rufurwadzo, el director de Programas, Gestión y Gobernanza de Y+ Global ha estado trabajando de cerca con ONUSIDA en el despliegue. “La equidad, la inclusión y la solidaridad son principios fundamentales para garantizar poner fin a la epidemia de sida en 2030. El sistema de puntuación #Uproot 2.0 continuará reforzando el monitoreo dirigido por jóvenes a nivel nacional, para seguir recopilando pruebas para la defensa y para hacer que nuestros gobiernos se responsabilicen. Existe una necesidad constante de mejorar la calidad de la atención que reciben los jóvenes que viven con y están afectados por el VIH en nuestra diversidad y de garantizar que todos llevemos una vida feliz, saludable y plena. El sistema de puntuación #UPROOT 2.0 es una plataforma para alzar nuestras voces y asegurar nuestro futuro”, comentó.

Ekanem Itoro, presidente de PACT, reiteró la necesidad de contar con datos sobre los jóvenes. “En la respuesta global al VIH es crucial reforzar el compromiso de los adolescentes y los jóvenes mediante sistemas de datos en tiempo real y plataformas interpersonales para influir de manera positiva en el conocimiento, las actitudes y el cambio social y de comportamiento, así como para mejorar la conciencia social de los proveedores de servicios y los responsables de la toma de decisiones para mejorar la calidad de vida de los jóvenes que viven con el VIH y otras minorías sexuales”.

Los jóvenes componen el 16% de la población mundial, pero representan el 27% de las nuevas infecciones por el VIH en 2020. A pesar de la desproporcionada carga del VIH en los jóvenes, estos siguen siendo objeto de discriminación y exclusión por edad de los servicios de salud y derechos sexuales y reproductivos, de paliación de daños y del VIH. Mediante la realización del sistema de puntuación, PACT y Y+ Global pretenden generar datos cualitativos precisos para que las organizaciones nacionales y de base dirigidas por jóvenes puedan exigir a sus Gobiernos y proveedores de servicios que se responsabilicen por los compromisos hechos respecto a la salud y el bienestar de los jóvenes. Esto ayudará a catalizar la defensa en las prioridades nacionales identificadas para lograr los objetivos establecidos la Declaración Política sobre el SIDA y la Estrategia Mundial sobre el Sida 2021-2026: Poner fin a las desigualdades, poner fin a la epidemia de sida.

“Se ha reconocido el liderazgo de los jóvenes es clave para lograr los objetivos mundiales que se han establecido y la obtención de esos datos será esencial para ampliar la ya imprescindible labor de las redes de los jóvenes alrededor del mundo”, afirmó Suki Beavers, directora del Departamento de Igualdad de Género, Derechos Humanos y Participación Comunitaria de ONUSIDA.

ONUSIDA continuará asociándose con organizaciones dirigidas por jóvenes para fomentar el liderazgo de los jóvenes en la respuesta al VIH.

Nuestra acción

Jóvenes

Entrenando a los trabajadores de la salud de Indonesia para mejorar los servicios del VIH dirigidos a las poblaciones clave

30 de marzo de 2022

“Los jóvenes no acceden de forma regular a los servicios relacionados con el VIH. Me encantaría invitar a mis amigos a realizarse la prueba, pero todos tienen miedo. No disponen de información suficiente ni de apoyo por parte de sus familias y les da miedo conocer su estado serológico”, afirmó Andika Bayu Aji, una persona joven procedente de la provincia de Papua Occidental, en Indonesia.

Se ha pasado por alto la epidemia de VIH entre los jóvenes de Asia y el Pacífico, aunque aproximadamente un cuarto de las nuevas infecciones por el VIH en la región se da en personas de entre 15 y 24 años. La gran mayoría de jóvenes afectados por el VIH de la región pertenecen a poblaciones vulnerables (personas que viven con el VIH, hombres gays y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, personas trans, trabajadores sexuales y personas que se inyectan drogas).

Al igual que en muchos otros países de la región, las infecciones por el VIH en jóvenes de Indonesia, que suponen casi la mitad de las nuevas infecciones, se atribuyen al estigma y la discriminación, a la poca sensibilización sobre el VIH en el ámbito educativo, a la falta de servicios adaptados a las necesidades de los jóvenes y a los tabúes sociales.

“Los jóvenes a menudo sufren el estigma y la discriminación en los centros de atención sanitaria. Los profesionales de la salud son trabajadores de primera línea. Si los servicios son de mala calidad, los jóvenes no los usarán y les dirán a otros jóvenes que no los usen. Estamos limitados por las clínicas a las que podemos acceder porque muchas, si no la mayoría, no están adaptadas a sus necesidades”, afirmó Sepi Maulana Ardiansyah (conocido como Davi), coordinador nacional de Inti Muda, la red nacional para los grupos de población clave de Indonesia.

Un estudio reciente de Inti Muda y la Universidad de Padjajaran concluyó que la voluntad de los jóvenes de acceder a los servicios en provincias como Papua Occidental era muy baja. Esto se debía, sobre todo, a la falta de servicios adaptados a sus necesidades y al desconocimiento de las cuestiones relacionadas con las poblaciones clave por parte de los trabajadores sanitarios. Los jóvenes a menudo se encuentran con dificultades para acceder a los servicios por la lejanía de las clínicas y hospitales y se topan con barreras como la edad de consentimiento para las pruebas.

El estigma y la discriminación (y, en especial, la discriminación por parte de los profesionales de la salud) desalienta el acceso a los servicios del VIH de muchos grupos jóvenes de población clave. Algunos de los retos principales son la preocupación por la intimidad y la confidencialidad. Otros obstáculos adicionales incluyen los horarios de apertura de las clínicas públicas, que con frecuencia no se ajustan a las rutinas de la gente, así como los prejuicios y actitudes juzgadoras de los trabajadores sanitarios en lo que respecta a la orientación sexual, la identidad de género y la salud mental.

Entre el 14 y el 18 de marzo, Inti Muda, con el apoyo técnico de Youth LEAD y ONUSIDA, organizó un curso de sensibilización para los trabajadores sanitarios de Sentani y Jayapura, dos ciudades de Papua Occidental, en el que participaron más de 50 personas.  Unos días antes, Inti Muda organizó también un festival para más de 80 jóvenes en un esfuerzo por involucrarlos en la respuesta al VIH y generar demanda de los servicios del VIH.

“Antes del curso no conocía las distintas necesidades de los grupos de población clave, lo que dificulta el poder llegar a ellos. Aprendimos técnicas importantes para llegar a los jóvenes como pueden ser los servicios de asesoramiento adaptados a sus necesidades, las intervenciones digitales o el animarlos a hacerse la prueba”, dijo Kristanti, de la oficina de salud del distrito.

“Aprendí que las necesidades de los jóvenes son diversas. Esta formación nos permitirá mejorar nuestros servicios para adaptarlos a ellos, lo que es ahora nuestra máxima prioridad”, añadió Hilda Rumboy, la matrona a cargo del departamento de los servicios para el VIH del centro de salud primaria de Waibhu.

Tanto el curso como el festival recibieron el respaldo del Ministerio de Asuntos Exteriores y Comercio de Australia. La reciente inversión de 9,65 millones de dólares australianos tomados del sexto reaprovisionamiento del Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria (el Fondo Mundial) por parte del Gobierno australiano, que incluía una financiación del Ministerio de Asuntos Exteriores de 2 millones de dólares previamente comprometidos a ONUSIDA, tiene como objetivo reducir el número anual de nuevas infecciones por el VIH en los grupos de población clave de Camboya, Indonesia, Papua Nueva Guinea y Filipinas.

“Asegurar que los jóvenes y los grupos vulnerables tengan acceso a información veraz sobre la prevención del VIH y que los centros de pruebas sean asequibles y accesibles es crucial para poner fin a la epidemia de sida. Nos enorgullece trabajar con las comunidades locales y ONUSIDA para incrementar la disponibilidad de información sobre el VIH, mejorar el alcance y la calidad de los servicios sanitarios y animar a los jóvenes y grupos vulnerables a hacerse la prueba”, dijo Simon Ernst, ministro asesor interino para la gobernanza y el desarrollo humano en la embajada de Australia en Indonesia.

El curso se basa en el manual que desarrolló Youth LEAD en 2021, financiado con la ayuda del programa del Fondo Mundial para la sostenibilidad de los servicios del VIH para las poblaciones clave en Asia y el Equipo de Apoyo Regional de ONUSIDA de Asia y el Pacífico. Con la concesión para los próximos dos años del Ministerio de Asuntos Exteriores australiano, Youth LEAD expandirá la formación a dos países más, Camboya y Filipinas, y apoyará a las redes dirigidas por los jóvenes de ambos países para desarrollar los cursos.

“Los jóvenes todavía se enfrentan a muchos retos que les impiden el acceso a la atención sanitaria esencial que necesitan. La delegación nacional de ONUSIDA en Indonesia está trabajando estrechamente con el Equipo de Apoyo Regional de ONUSIDA y el Ministerio de Asuntos Exteriores australiano para asegurar que las redes lideradas por los jóvenes tengan la capacidad y las habilidades de liderazgo necesarias para tomar el control de la respuesta al VIH y participar directamente en la creación de espacios seguros donde los jóvenes puedan acceder a los servicios sin estigma ni discriminación”, afirmó Krittayawan Boonto, la directora nacional de ONUSIDA de Indonesia.

“Mi misión en la vida es acabar con el estigma y la discriminación, y eso comienza con I = I”: una historia sobre el activismo del sida en Tailandia

01 de marzo de 2022

Pete vivía una vida bastante normal en Bangkok, Tailandia, y como un día cualquiera fue a trabajar. Tenía una empresa que importaba y exportaba verduras frescas de países vecinos en Asia sudoriental, un negocio familiar que compartía con su hermana. Era feliz, se encontraba en una relación seria y duradera con su novio, y todo parecía perfecto. Ese día, él y su pareja acudieron a realizarse pruebas de VIH, y ahí fue cuando su vida comenzó a cambiar.

“Me enteré de mi estado serológico en 2016 y justo después abandoné mi trabajo porque no sabía si viviría mucho más. Sin la orientación ni el apoyo profesional de salud mental, tenía muchos conceptos erróneos sobre el VIH, y empecé a sufrir de depresión”, dijo.

“Me culpé por haber contraído el VIH, y fui incapaz de sobrellevar este pensamiento. Me convertí en un usuario de drogas, practicaba el ‘chemsex’, rompí con mi novio y sobreviví a intentos de suicidio”, continuó. “Pero tras recibir el respaldo de organizaciones locales de personas que viven con el VIH, decidí retomar el control de mi vida. Comencé a hablar abiertamente sobre el VIH para ayudar a otros jóvenes a vivir con un diagnóstico positivo. Aunque nunca fue mi plan, sabía que tenía que hacerlo. Por eso me convertí en un activista del sida”, añadió.

Hoy en día, Pete (más conocido en Internet como Pete Living with HIV) es un reconocido activista en Tailandia y ha llegado lejos desde su diagnóstico. Ha pasado los últimos años construyendo una comunidad en línea para las personas que viven con el VIH. En este espacio seguro, las personas pueden relacionarse y estar lo suficientemente cómodas para compartir sus historias y experiencias en un entorno abierto y libre de estigma y discriminación. Su grupo de Facebook, que tiene estrictos requisitos de afiliación (por razones obvias), cuenta con más de 1300 miembros.

“Creé este espacio porque no disponía de un lugar donde contar mi historia. Quería crear una plataforma donde las personas que viven con el VIH puedan estar orgullosas de sí mismas y recordar que no están solas. Nadie merece ser estigmatizado, acosado, deshumanizado o despreciado. Toda persona es digna de ser amada, respetada y aceptada”, comentó.

En 2019, el país anunció la Asociación para la Cero Discriminación de Tailandia, que aboga por intensificar la colaboración entre el gobierno y la sociedad civil para trabajar contra el estigma y la discriminación más allá de los centros de atención sanitaria, entre ellos los lugares de trabajo, el sistema educativo, y el sistema legal y judicial. ONUSIDA lleva implicada desde que se lanzó la iniciativa y colabora activamente proporcionando asistencia técnica para elaborar la estrategia de cero discriminación y el plan de acción quinquenal, desarrollar un plan de monitorización y evaluación, y hacer realidad la estrategia aunando esfuerzos con el Gobierno tailandés y la sociedad civil.

Pete piensa que esta iniciativa es una piedra angular para acabar con la epidemia de sida, ya que el estigma y la discriminación siguen siendo el principal obstáculo para los servicios relacionados con el VIH. “Aunque ha mejorado mucho a lo largo de los años, sigo sufriendo el estigma y la discriminación cuando acudo a las revisiones periódicas de las infecciones de transmisión sexual. Todavía recibo juicios de las enfermeras y doctores”, señaló.

Pete además se ha convertido en un apasionado activista y habla de la importancia de la campaña I = I (indetectable = intransmisible) en foros internacionales y conferencias. “I = I cambió mi vida. Continúo luchando y fomentando I = I porque sus mensajes tienen el poder de cambiar la vida de las personas que viven con y están afectadas por el VIH. Sin embargo, lo más importante es que puede modificar las actitudes sociales y abordar el estigma y la discriminación”, afirmó.

Gracias a I = I, el tratamiento contra el VIH ha transformado el panorama de la prevención. El mensaje es claro y transformador: al estar en un tratamiento contra el VIH y tener una carga viral indetectable, las personas que viven con el virus no pueden transmitirlo a sus parejas. Saber que ya no pueden transmitir el VIH en sus relaciones sexuales puede permitir que las personas que viven con el VIH se sientan firmemente comprometidas con la prevención a la hora de abordar sus relaciones presentes o futuras.

Pete impulsó una campaña en 2020 centrada en I = I y la defensa de la salud mental. “A través de mis redes sociales, conciencio sobre la importancia de escuchar a las personas y sus experiencias y respetarlas.  I = I es fundamental para ayudar a que las personas que viven con el VIH superen la autoestigmatización y los sentimientos negativos, como la vergüenza, que les disuaden de acceder el tratamiento o de seguirlo. I = I es alentador; puede ayudar a recordar a las personas que viven con el VIH que deben estar orgullosas de sí mismas”, indicó.

Pete está reforzando ahora las asociaciones con las partes interesadas nacionales y aliados de la respuesta al VIH para garantizar que los mensajes relacionados con I = I, la prevención del VIH, y la cero discriminación se amplíen y lleguen a diferentes audiencias. También es un representante de un grupo de trabajo multisectorial para diseñar y aplicar el Índice de estigma en personas que viven con el VIH en Tailandia, que se llevará a cabo este año. Ha apoyado a las Naciones Unidas en Tailandia en varias campañas, como la de  “Todas las personas merecen amor” en el Día de San Valentín y la de Cero discriminación, en la que participan jóvenes de todo el país.

Día de la Cero Discriminación 2022

Las leyes de consentimiento paterno dejan a los adolescentes vulnerables frente al VIH

14 de febrero de 2022

Las primeras relaciones sexuales suelen comenzar durante la adolescencia. En muchos países, la edad de consentimiento sexual es incongruente con las restricciones de edad mínima para acceder a información y servicios sobre salud sexual y reproductiva sin contar con el consentimiento paterno.  Esto significa que los adolescentes pueden mantener relaciones sexuales legalmente antes que se les permita acceder a información y servicios sobre métodos anticonceptivos o prácticas sexuales seguras, exponiéndolos a un mayor riesgo de infección por el VIH, otras infecciones de transmisión sexual (ITS) y embarazos no deseados.

La eliminación de leyes que exigen control paterno para acceder a servicios relacionados con la salud sexual y reproductiva y la prevención, pruebas y tratamiento del VIH ha demostrado una mejora en comportamientos de demanda de atención sanitaria. Este efecto se ve reforzado cuando los colegios pueden proporcionar una educación integral sobre sexualidad apropiada para cada edad a las personas jóvenes, para que puedan protegerse frente al HIV, las ITS, los embarazos no deseados y la violencia sexual y por razón de género. 

Cuarenta países han informado a ONUSIDA en 2021 de que cuentan con legislación que exige consentimiento paterno o del tutor legal para que los adolescentes accedan a métodos anticonceptivos hormonales o duraderos. Por su parte, 108 han informado de que este consentimiento se requiere para una prueba del VIH, 43 para la autoprueba del VIH, 92 para el tratamiento contra el VIH y 22 para la PPrE. Algunos de estos países incluyen excepciones basadas en demostrar suficiente madurez:  10 para anticonceptivos hormonales o de larga duración, 15 para pruebas del VIH, 8 para la autoprueba del VIH y 9 para el tratamiento contra el VIH.  El límite de edad en la legislación sobre consentimiento paterno varía según el servicio.  La mayoría de países que declararon contar con requisitos de consentimiento paterno o del tutor legal fijaban el límite de edad en 18 años, con la excepción de algunos países en las que los adolescentes de 14 años ya podían acceder algunos de estos servicios sin el consentimiento paterno o del tutor legal, lo que variaba según el tipo de servicio.

Nuestra acción

Datos y VIH

La violencia infantil se mantiene al alza

07 de febrero de 2022

A menudo, la violencia se comienza a sufrir muy pronto. Durante la infancia, puede conllevar un mayor riesgo de padecer VIH y otras enfermedades de transmisión sexual; problemas de salud mental; retraso en el desarrollo cognitivo; bajo rendimiento académico y abandono escolar; embarazo a edad temprana; problemas de salud reproductiva; enfermedades transmisibles y no transmisibles; y lesiones.

En los 11 países que cuentan con datos disponibles entre 2016 y 2020, la violencia (física, sexual y/o emocional) que sufrieron los niños (de entre 13 y 17 años) en los últimos 12 meses osciló entre un 19,2 % en la República de Moldova y Zimbabwe y un 65,4 % en Uganda en el caso de los varones, y entre un 17,7 % en la República de Moldova y un 57,5 % en Uganda en el caso de las mujeres.

El porcentaje de jóvenes (de 18 a 24 años) que sufrió uno o más de un tipo de violencia durante la infancia (antes de los 18 años) es alto en los 11 países que cuentan con datos disponibles entre 2016 y 2020. Varía entre un 26,3 % en Zimbabwe y un 75,6 % en Uganda en el caso de los varones, y un 26,5 % en Zimbabwe y un 75,3 % en Uganda en el de las mujeres.

Ahora más que nunca, necesitamos sus opiniones e ideas sobre cómo poner fin al sida entre niños, adolescentes y madres. Precisamente por eso, se ha lanzado una nueva encuesta mundial en línea

08 de diciembre de 2021

El Programa Conjunto de ONUSIDA y sus socios coinciden en que se necesita una nueva iniciativa para acelerar y apoyar la acción a nivel mundial, regional, nacional y comunitario con el fin de acabar con el sida urgentemente entre niños, adolescentes y madres. Para satisfacer las necesidades de todas las partes interesadas y garantizar el compromiso de todos los socios, estamos llevando a cabo una consulta mundial con el objeto de recopilar ideas y opiniones sobre cuáles deberían ser las prioridades para poner fin al sida entre niños, adolescentes y madres.

La eliminación de la transmisión vertical (de madre a hijo) del VIH y el fin del sida entre los niños se encuentran entre las prioridades globales destacadas en la nueva Estrategia mundial contra el sida 2021-2026: Acabar con las desigualdades, acabar con el sida.

En 2020, había en todo el mundo 1,7 millones de niños con VIH de los cuales un 46 %, es decir, casi la mitad, no estaba siguiendo un tratamiento para el VIH que pudiera salvarles la vida. Ese mismo año, se produjeron 150 000 nuevas infecciones por el VIH entre niños. La mayoría de estas nuevas infecciones infantiles podrían haberse evitado si las chicas adolescentes y las mujeres hubieran tenido un acceso universal a los servicios de pruebas, prevención y tratamiento del VIH, y el apoyo que necesitan para recibir atención preventiva o en tratamiento contra el VIH durante todo el embarazo y la lactancia.

Durante la última década, el Plan mundial para eliminar las nuevas infecciones por el VIH en niños para el 2015 y para mantener con vida a sus madres, seguido por el marco Start Free, Stay Free, AIDS Free 2016-2020,ayudó a coordinar, acelerar, apoyar y supervisar la respuesta mundial al VIH entre niños, adolescentes y madres. De 2010 a 2020 se lograron avances significativos, con una cobertura del tratamiento del VIH para prevenir la transmisión vertical para las mujeres embarazadas que viven con el VIH que aumentó del 45 % en 2010 al 85 % en 2020, y con una reducción del 53 % en las nuevas infecciones por el VIH en niños durante el mismo periodo. Sin embargo, este progreso no fue suficiente para alcanzar ninguno de los objetivos mundiales establecidos para finales de 2020.

Se han establecido nuevos objetivos para poner fin al sida entre niños, adolescentes y madres en la Estrategia mundial contra el sida 2021-2026. Se necesita una acción urgente y coordinada desde el nivel mundial hasta el comunitario para alcanzar estos nuevos y ambiciosos objetivos, y necesitamos su opinión sobre cuál es la mejor forma de acelerar la acción, especialmente a nivel comunitario y nacional.

Le rogamos que complete la encuesta en línea, disponible en inglés, francés, ruso y español, antes del 20 de diciembre.

Lento progreso en las muertes relacionadas con el sida entre adolescentes

04 de octubre de 2021

Las actuales desigualdades en las pruebas y el tratamiento del VIH para los niños que viven con el VIH y las tendencias en la cobertura histórica de los servicios para prevenir la transmisión vertical (de madre a hijo) del VIH están impulsando las tendencias interanuales de la mortalidad relacionada con el sida.

Las reducciones en las muertes relacionadas con el sida entre niños y adolescentes son más pronunciadas entre los niños de 0 a 9 años (un 60 % menos desde 2010), lo que refleja tanto la mejora en los esfuerzos por prevenir nuevas infecciones verticales como los esfuerzos por diagnosticar y tratar a los niños en los meses posteriores al parto y durante la lactancia.

Sin embargo, entre los adolescentes (de entre 10 y 19 años), el progreso es más lento, y las muertes relacionadas con el sida se redujeron solo un 37 % en el mismo período.

El mayor reto para el tratamiento pediátrico es encontrar rápidamente a los niños que viven con el VIH y que pasaron desapercibidos durante el parto o la lactancia, y vincularlos con la atención. La ampliación del índice basado en los derechos humanos, las pruebas familiares y domésticas y las pruebas de autodiagnóstico, así como la integración de las pruebas de detección del VIH en otros servicios sanitarios infantiles, pueden ayudar a cerrar esta brecha. 

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40 años de la respuesta al sida

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Educación digital sobre el VIH para los jóvenes de Jamaica durante la COVID-19 y después de ella

22 de marzo de 2021

Desde que cerraron los colegios el pasado mes de marzo debido a la COVID-19, la mayoría de los estudiantes de Jamaica sigue recibiendo las clases exclusivamente online.   Las redes sociales y los servicios de mensajería son más relevantes que nunca como canal para compartir conocimientos y recursos con los jóvenes, así como para recibir sus comentarios.

El U-Report del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) es una herramienta innovadora basada en mensajes y diseñada para involucrar a los jóvenes, proporcionarles información y darles la oportunidad de opinar sobre cuestiones de importancia nacional. Jamaica se convirtió en el primer país del Caribe en lanzar U-Report, uniéndose a un movimiento mundial de más de 5 millones de U-Reporters. ONUSIDA Jamaica colaboró recientemente con UNICEF para averiguar lo que saben los jóvenes, o no, sobre el VIH. El cuestionario de 10 preguntas también proporcionó información correcta a los participantes.

Casi 2.000  jóvenes respondieron al estudio, y sólo 214 obtuvieron una puntuación perfecta. El cuestionario reveló algunas lagunas preocupantes en cuanto a los conocimientos básicos sobre el VIH y el acceso a la información sobre la prevención del VIH. Uno de cada 10 encuestados pensaba de forma equivocada que el VIH podía ser transmitido por los mosquitos, por ejemplo. Casi uno de cada tres no conocía la solución local para impartir educación sexual en las escuelas, el Programa de Educación para la Salud y la Vida Familiar.

Los resultados del estudio corroboran los datos de la última investigación de Conocimientos, Actitudes y Prácticas (CAP) de Jamaica y demuestran que sigue habiendo flagrantes lagunas de conocimientos sobre el VIH entre los jóvenes. El estudio reveló que sólo el 33% de los jóvenes de entre 15 y 24 años identificó correctamente las formas de transmisión del VIH. Esto supuso un declive del 6% del nivel de conocimientos en comparación con el estudio CAP de 2012. El estudio de 2017 también constató que el 40% de los encuestados con múltiples parejas no utilizó un preservativo durante su último encuentro sexual.

«Los resultados del cuestionario U-Report sobre el VIH han reforzado la necesidad de que se realicen esfuerzos para hacer frente a la disminución de los conocimientos sobre la información del VIH entre los jóvenes en Jamaica», afirmó la directora nacional de ONUSIDA para Jamaica, Manoela Manova. «Especialmente en el contexto de la COVID-19, es fundamental que innovemos para asegurar que la mensajería y el compromiso tengan lugar en las plataformas digitales y con el fin de garantizar que no se deje atrás a los niños o los jóvenes».

La herramienta de mensajería social U-Report ha demostrado ser una forma rápida y útil de recopilar información que puede utilizarse para elaborar programas y planes centrados en los jóvenes de Jamaica. UNICEF Jamaica ha apoyado innovaciones para garantizar que los niños y jóvenes tengan acceso a la educación y al apoyo durante la COVID-19, incluidos los servicios de telesalud mental, la formación de instrucción virtual para profesores y las estrategias para terminar con la brecha digital.  

Durante la COVID-19 se han ampliado los diálogos virtuales y la comunicación para el cambio de comportamiento. Una iniciativa apoyada por UNICEF tiene como objetivo subsanar las lagunas en los conocimientos sobre el VIH y la salud sexual y reproductiva de los jóvenes en Jamaica. La Campaña sobre Salud Sexual y Reproductiva de los Adolescentes de la Junta Nacional de Planificación Familiar se centra en la salud de los jóvenes, y se dirige a aquellos sexualmente activos con mensajes sobre el uso del preservativo y disipando los mitos sobre la transmisión del VIH. La campaña difunde información sobre salud sexual y reproductiva/VIH a través de las redes sociales y utiliza personajes animados para llegar a los adolescentes. La campaña también habla de los beneficios de la abstinencia y el control de la natalidad.

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