Press Statement

Cumplir con el objetivo de poner fin al sida para 2030 y sostener la respuesta al VIH más allá: la transición de ONUSIDA dentro de la visión UN80

GINEBRA, 19 de septiembre de 2025 — El Secretario General de las Naciones Unidas ha presentado propuestas de reforma de la ONU en su nuevo informe de progreso UN80, Shifting Paradigms: United to Deliver, que ONUSIDA planea discutir con su Junta y las partes interesadas. Tal como subrayó el Secretario General, corresponde a los Estados Miembros y a los órganos de gobierno determinar la manera de implementar las reformas de UN80.

ONUSIDA ha estado trabajando dentro de la visión UN80 del Secretario General y ha consultado con el equipo de UN80 mientras desarrollaba sus planes de transformación. ONUSIDA ha avanzado en su ruta de transición y se enorgullece de liderar el camino en el proceso de reforma del sistema de la ONU.

Un nuevo modelo operativo y una ruta de transición compuesta por dos fases se desarrollaron mediante un proceso de consulta amplio e inclusivo, y fueron aprobados por la Junta de ONUSIDA en junio de 2025. Este proceso se basó en las recomendaciones del Panel de Alto Nivel sobre un Programa Conjunto de ONUSIDA resiliente y adecuado para su propósito, integrado por diversos Estados Miembros, sociedad civil y otras partes interesadas. En julio de 2025, el ECOSOC tomó nota del nuevo modelo operativo y del proceso de transformación propuesto.

Este nuevo modelo operativo se alinea con la visión UN80 para un sistema de desarrollo de la ONU más integrado, coherente y con mayor impacto. Se trata de una transformación en dos fases: la primera ya en implementación, y la segunda que comenzará en 2027, conduciendo a una integración más completa en el sistema de la ONU.

La primera fase de la transformación incluye una reducción del 55% en el personal de la Secretaría de ONUSIDA (de 661 a 294 personas). La presencia de ONUSIDA en los países se está consolidando de 85 a 54 países, con una presencia más ligera en 40 de ellos. Este despliegue prioriza los países donde vive el 80% de las personas con VIH y donde ocurren el 71% de las nuevas infecciones. Se prevé que Coordinadores/as Senior de ONUSIDA se integren en 21 oficinas de Coordinadores Residentes de la ONU (40% de la cobertura de ONUSIDA en países), y que la experiencia programática se traslade a centros regionales en Nairobi, Johannesburgo y Bangkok. La presencia en Ginebra se reducirá en más del 80%.

En la segunda fase, según la decisión de la Junta de ONUSIDA, el Programa Conjunto presentará en junio de 2027 un plan para su consideración, con el fin de transformar, consolidar e integrar aún más, con miras a cerrar eventualmente la Secretaría de ONUSIDA en su forma actual. Esto incluirá mayores fusiones y consolidaciones con Copatrocinadores y la transferencia de algunas funciones a países y otras entidades, como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de África (CDC África). Con base en las decisiones de la Junta, la resolución programada del ECOSOC sobre el Programa Conjunto en 2027 revisará el mandato de ONUSIDA.

La prioridad de ONUSIDA es apoyar respuestas nacionales al VIH inclusivas, multisectoriales y sostenibles, lideradas por gobiernos y comunidades, y cada vez más financiadas con recursos internos. El sida no ha terminado; la respuesta mundial al sida se ha visto afectada en los últimos meses y se necesita hacer mucho más para alcanzar la meta de los ODS de poner fin al sida para 2030.

En 2025 y 2026, en paralelo con la implementación de su nuevo modelo operativo, ONUSIDA se centra en llevar adelante una ambiciosa nueva Estrategia Mundial contra el Sida 2026-2031 y en lograr el consenso de los Estados Miembros sobre las metas del VIH para 2030 en la Reunión de Alto Nivel sobre el VIH en junio de 2026. ONUSIDA está comprometida a garantizar que las nuevas innovaciones en prevención del VIH —capaces de cambiar decisivamente la trayectoria de las nuevas infecciones— estén disponibles, y que las más de 40 millones de personas que viven con el VIH continúen teniendo acceso ininterrumpido al tratamiento y mantengan la supresión viral.

Feature Story

Las mujeres afrodescendientes colombianas están dando forma a la respuesta al VIH en sus propios términos

06 Agosto 2025

Esta historia apareció por primera vez en el informe Actualización mundial sobre el SIDA 2025 de ONUSIDA .

En Colombia, las mujeres afrodescendientes están tomando las riendas de la respuesta al VIH. Ante el racismo, la desigualdad y la violencia —factores que las hacen más vulnerables al VIH—, se organizan, alzan la voz y exigen un mejor acceso a la atención médica, la protección y los derechos.

En las regiones costeras del Caribe y el Pacífico de Colombia, las mujeres representan la mitad de las personas diagnosticadas con VIH, en comparación con solo una quinta parte a nivel nacional. Esta brecha está estrechamente vinculada a la desigualdad de género y otras barreras estructurales, como la violencia y el acceso deficiente a servicios básicos de salud, incluidas las pruebas y el tratamiento del VIH. Además, el estigma, agravado por el racismo y el sexismo, dificulta que muchas mujeres obtengan educación, encuentren trabajo o reciban atención médica adecuada, dejándolas más expuestas a los riesgos del VIH.

Los conflictos armados y los desplazamientos forzados han afectado a las comunidades, exacerbando la pobreza y la exposición a la violencia, incluida la violencia sexual.

ONUSIDA, con la ayuda de donantes clave, apoya a diversas organizaciones que lideran la respuesta al VIH en comunidades afrocolombianas, indígenas y rurales. La Fundación Afro Mata 'e Pelo trabaja para mejorar el acceso a la información sobre salud sexual y reproductiva en la región Caribe colombiana, donde los mitos, el estigma, la discriminación y las deficiencias en la formación del personal sanitario siguen siendo desafíos comunes.

En el departamento del Valle del Cauca, ubicado a lo largo de la costa Pacífica y dentro de la región Andina, la Fundación RedLujo apoya a mujeres trans, trabajadoras sexuales y personas no binarias mediante estrategias artísticas y pedagógicas para generar conciencia sobre el VIH y abogar por políticas públicas inclusivas que garanticen el acceso a la prevención y atención del VIH.

Estas organizaciones están impulsando cambios en sus comunidades, liderando la respuesta al VIH e impulsando un acceso justo y respetuoso a la atención médica. Trabajan con instituciones del Gobierno colombiano para garantizar que las políticas de prevención y atención del VIH reflejen las realidades locales e incluyan las voces y necesidades de las comunidades.

“Es un reto visibilizar a las mujeres, especialmente en los contextos y territorios donde viven mujeres negras e indígenas”, afirma Yaneth Valencia, activista contra el VIH y fundadora de la Asociación Lila Mujer , una organización comunitaria enfocada en las mujeres del suroeste de Colombia. A través de sus sesiones, las mujeres aprenden sobre la prevención del VIH y comparten sus experiencias. La organización aboga por un mejor acceso a los servicios y promueve la participación de las mujeres como agentes de cambio en sus territorios.

Estos espacios de hermandad —de comadre , como los llamamos en las comunidades— nos permiten hablar con nuestras comadres . Pueden ser grupos de autoayuda o asesoras de pares con quienes podemos hablar y confiar. También se trata de recuperar toda esa ascendencia que nos permite reconectarnos y resistir, porque no solo existimos, sino que resistimos en un contexto machista, racista, clasista y muy blanco.

Las mujeres afrodescendientes lideran esfuerzos comunitarios en Colombia para responder al VIH con un enfoque en los derechos humanos. Garantizan que la respuesta satisfaga las necesidades reales de sus comunidades. Su trabajo da voz a personas que a menudo quedan excluidas de las iniciativas contra el VIH y defiende su derecho a la salud y la dignidad.

Region/country

Press Release

Los países deben intensificar urgentemente la transformación de sus respuestas al VIH en medio de una crisis de financiación internacional que pone en riesgo millones de vidas

GINEBRA/JOHANNESBURGO, 10 de julio de 2025 —ONUSIDA lanzó hoy su Actualización mundial sobre el sida 2025, SIDA, crisis y el poder de transformar , que muestra que una crisis de financiación histórica amenaza con desbaratar décadas de progreso a menos que los países puedan realizar cambios radicales en la programación y la financiación del VIH.

El informe destaca el impacto que los recortes repentinos y a gran escala de la financiación de los donantes internacionales están teniendo en los países más afectados por el VIH. Sin embargo, también muestra algunos ejemplos inspiradores de resiliencia, con países y comunidades que se movilizan ante la adversidad para proteger los logros alcanzados e impulsar la respuesta al VIH.

Aproximadamente 25 de los 60 países de ingresos bajos y medianos incluidos en el informe han indicado aumentos en sus presupuestos nacionales para sus respuestas al VIH en 2026. El aumento estimado entre los 25 países asciende a un 8 % con respecto a los niveles actuales, lo que se traduce en aproximadamente 180 millones de dólares estadounidenses en recursos nacionales adicionales. Si bien esto es prometedor, no es suficiente para reemplazar la magnitud de la financiación internacional en países con una alta dependencia.

Una emergencia mundial: los recortes masivos y el debilitamiento del consenso sobre la ayuda amenazan con revertir el progreso

A pesar de los notables avances en la respuesta al VIH en 2024, el debilitamiento del consenso sobre la ayuda y los importantes y abruptos déficits de financiación en la respuesta al VIH en 2025 han provocado una perturbación generalizada en los sistemas de salud y recortes a los trabajadores sanitarios de primera línea, deteniendo los programas de prevención del VIH y poniendo en peligro los servicios de tratamiento del VIH.

Solo en Mozambique, más de 30 000 profesionales sanitarios se vieron afectados. En Nigeria, el inicio de la profilaxis preexposición ( PrEP ) se ha desplomado de 40 000 a 6000 personas al mes. Si los servicios de tratamiento y prevención del VIH financiados por Estados Unidos colapsan por completo, ONUSIDA estima que podrían producirse 6 millones de nuevas infecciones por VIH y 4 millones de muertes adicionales relacionadas con el sida entre 2025 y 2029.

“Esto no es solo un déficit de financiación, es una bomba de relojería”, declaró Winnie Byanyima, directora ejecutiva de ONUSIDA. “Hemos visto desaparecer servicios de la noche a la mañana. El personal sanitario ha sido enviado a casa. Y las personas, especialmente los niños y las poblaciones clave, están siendo expulsadas de la atención médica”.

Incluso antes de las interrupciones a gran escala de los servicios, los datos reportados para 2024 muestran que 9,2 millones de personas que vivían con VIH aún no tenían acceso a servicios de tratamiento vitales el año pasado. Entre ellas, había 620 000 niños de entre 0 y 14 años que vivían con VIH pero no recibían tratamiento, lo que contribuyó a 75 000 muertes infantiles relacionadas con el sida en 2024.

En 2024, 630 000 personas murieron por causas relacionadas con el sida, el 61 % de ellas en África subsahariana. Más de 210 000 adolescentes y mujeres jóvenes de entre 15 y 24 años contrajeron el VIH en 2024, lo que representa un promedio de 570 nuevas infecciones diarias.

Los servicios de prevención del VIH se ven gravemente afectados. Los servicios comunitarios, vitales para llegar a las poblaciones marginadas, están perdiendo financiación a un ritmo alarmante. A principios de 2025, más del 60 % de las organizaciones de VIH lideradas por mujeres encuestadas habían perdido financiación o se vieron obligadas a suspender sus servicios. El Plan de Emergencia del Presidente de los Estados Unidos para el Alivio del SIDA (PEPFAR) brindó servicios integrales de prevención del VIH a 2,3 millones de adolescentes y mujeres jóvenes en 2024 y permitió que 2,5 millones de personas utilizaran la PrEP del VIH ; muchos de estos programas ya se han suspendido por completo.

Mientras tanto, el aumento de leyes punitivas que penalizan las relaciones entre personas del mismo sexo, la identidad de género y el consumo de drogas está agravando la crisis, haciendo inaccesibles los servicios para el VIH. Países como Uganda, Malí y Trinidad y Tobago han experimentado recientemente cambios perjudiciales y discriminatorios en sus leyes penales dirigidos a poblaciones clave, alejándolas aún más de la atención médica y aumentando drásticamente su riesgo de contraer el VIH.

Un faro de esperanza: los países y las comunidades están intensificando sus esfuerzos para proteger los avances esenciales en el tratamiento del VIH y se están logrando avances.

Sudáfrica financia actualmente el 77% de su respuesta al sida y su revisión presupuestaria para 2025 incluye un aumento anual del 5,9% en el gasto sanitario durante los próximos tres años, incluyendo un aumento anual del 3,3% para los programas de VIH y tuberculosis . El gobierno pretende financiar el desarrollo de un sistema de información para pacientes, un sistema centralizado de dispensación y distribución de medicamentos para enfermedades crónicas y un sistema de vigilancia de las reservas de medicamentos en los centros.

Para diciembre de 2024, siete países (Botsuana, Esuatini, Lesoto, Namibia, Ruanda, Zambia y Zimbabue) habían alcanzado las metas 95-95-95: el 95 % de las personas con VIH conocen su estado serológico, el 95 % de ellas reciben tratamiento y el 95 % de las personas en tratamiento presentan supresión viral. Estos logros deben mantenerse y seguir ampliéndose.

la PrEP inyectable de acción prolongada , incluido Lenacapavir , que ha demostrado una eficacia casi completa en ensayos clínicos, aunque la asequibilidad y el acceso siguen siendo desafíos clave.

“Aún hay tiempo para convertir esta crisis en una oportunidad”, afirmó la Sra. Byanyima. “Los países están intensificando su apoyo con fondos nacionales. Las comunidades están demostrando lo que funciona. Ahora necesitamos una solidaridad global que esté a la altura de su valentía y resiliencia”.

Un llamado a la solidaridad

La Actualización Mundial sobre el SIDA 2025 concluye con un llamado urgente: la respuesta mundial al VIH no puede depender únicamente de los recursos nacionales. La comunidad internacional debe unirse para reducir la brecha financiera, apoyar a los países para cerrar las brechas restantes en los servicios de prevención y tratamiento del VIH, eliminar las barreras legales y sociales, y empoderar a las comunidades para que lideren el camino a seguir.

ONUSIDA enfatiza que cada dólar invertido en la respuesta al VIH no solo salva vidas, sino que también fortalece los sistemas de salud y promueve objetivos de desarrollo más amplios. Desde el inicio de la epidemia, se han evitado 26,9 millones de muertes mediante el tratamiento y 4,4 millones de niños han sido protegidos de la infección por VIH mediante la prevención de la transmisión vertical.

“En tiempos de crisis, el mundo debe optar por la transformación en lugar de la retirada”, afirmó la Sra. Byanyima. “Juntos, aún podemos acabar con el sida como amenaza para la salud pública para 2030, si actuamos con urgencia, unidad y un compromiso inquebrantable”.

El informe de ONUSIDA se presenta antes de la Conferencia Científica sobre el SIDA IAS 2025 que tendrá lugar en Kigali, Ruanda, del 13 al 17 de julio de 2025.

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Informe de 2025 del Secretario General de las Naciones Unidas sobre el VIH

29 de mayo de 2025

Informe de 2025 del Secretario General de las Naciones Unidas sobre el VIH - La urgencia del ahora: el sida frente a una encrucijada: informe sobre los progresos realizados acerca de las metas para 2025 y orientaciones estratégicas para el futuro - Aplicación de la Declaración de Compromiso en la Lucha contra el VIH/Sida y las declaraciones políticas sobre el VIH/sida - A/79/869* - Septuagésimo noveno período de sesiones

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Informe del Secretario General de las Naciones Unidas sobre el VIH

29 Mayo 2025

El Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, presentará su informe sobre el VIH ante la 79.ª Asamblea General de las Naciones Unidas en la sede de la ONU en Nueva York el 5 de junio de 2025.

El informe, «La urgencia del ahora: el sida frente a una encrucijada: informe sobre los progresos realizados acerca de las metas para 2025 y orientaciones estratégicas para el futuro», contiene un análisis del progreso hacia el cumplimiento de los objetivos y compromisos establecidos en la Declaración Política sobre el VIH/sida de 2021 y un resumen del trabajo que aún queda por delante.

Este informe llega en un momento crítico de la respuesta mundial al VIH, cuando se necesitan medidas urgentes para proteger los logros alcanzados con tanto esfuerzo y acelerar el progreso hacia la erradicación del sida como amenaza para la salud pública.

ONUSIDA ha estado apoyando a los países para que reduzcan gradualmente su dependencia de la ayuda externa.

La actual Estrategia Mundial contra el Sida 2021-2026 ha liderado la respuesta al VIH con una visión audaz: acabar con las desigualdades que siguen agravando la epidemia. La revisión intermedia de la Estrategia, publicada como parte de la Actualización Mundial sobre el SIDA anual en julio de 2024, destacó los logros clave y los desafíos pendientes para orientar el desarrollo de la siguiente fase de la respuesta.

Con la estrategia actual, en 2023, menos personas contrajeron el VIH que en cualquier otro momento desde finales de la década de 1980. Más de 30 millones de personas recibían terapia antirretroviral vital, lo que redujo las muertes relacionadas con el SIDA a su nivel más bajo desde el pico de 2004. Se han logrado avances significativos en África subsahariana, lo que subraya la eficacia de las intervenciones existentes para erradicar el SIDA como amenaza para la salud pública para 2030. A medida que las Naciones Unidas se acercan a su octogésimo aniversario, los resultados de la respuesta al VIH constituyen un poderoso testimonio del impacto de la acción multilateral y deben protegerse.

En medio de los desafíos recientes y la fragilidad de la respuesta al VIH, el mundo se está quedando atrás en el logro de los objetivos del VIH para 2025. Los obstáculos para acceder al tratamiento, la insuficiente programación de prevención, la falta de apoyo adecuado a la labor comunitaria, el aumento de las desigualdades y la falta de voluntad política y apoyo financiero amenazan la respuesta.

La próxima Estrategia Mundial contra el VIH/SIDA, para el período 2026-2031, liderada por ONUSIDA, se está desarrollando en un momento en que la respuesta a la epidemia del VIH se encuentra en una encrucijada. Esta estrategia será una de las más importantes en 40 años de respuesta a la pandemia. Desarrollada en un contexto de inestabilidad para muchos países, en particular en lo que respecta a la financiación relacionada con el VIH, la estrategia será crucial para acelerar el cumplimiento de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y sentar las bases para una respuesta sostenible al VIH después de 2030.

Informe

Press Statement

ONUSIDA se solidariza con las comunidades LGBTQI+

GINEBRA, 16 de mayo de 2025 – En vísperas del Día Internacional contra la Homofobia, la Bifobia y la Transfobia (IDAHOBIT), el 17 de mayo, ONUSIDA se solidariza con las comunidades LGBTQI+.

A pesar de los avances en la respuesta al VIH, las comunidades LGBTQI+ siguen siendo ignoradas. Si bien las nuevas infecciones por VIH han disminuido un 35 % entre los adultos a nivel mundial desde 2010, han aumentado un 11 % entre los hombres gais y un 3 % entre las personas trans. El estigma, la discriminación y la criminalización, así como las restricciones a la capacidad de las organizaciones comunitarias para formarse y operar, actúan como barreras para el acceso a la atención médica esencial.

“Rendimos homenaje a nuestros colegas que forman parte de la comunidad LGBTQI+”, declaró Winnie Byanyima, directora ejecutiva de ONUSIDA. Celebramos su valentía, su autenticidad y su resiliencia, incluso ante la adversidad de la comunidad. Debemos seguir apoyando y promoviendo las alianzas de los movimientos LGBTQI+ con personas que viven con el VIH, mujeres, niñas y otras poblaciones clave. En unidad, las comunidades pueden encontrar el poder para combatir la injusticia e impulsar los cambios necesarios para erradicar el sida.

Las organizaciones lideradas por hombres gay y otros hombres que tienen sexo con hombres se ven cada vez más amenazadas debido a leyes represivas nuevas o reforzadas, prácticas policiales perjudiciales, violencia y la reducción del espacio cívico. Investigaciones han revelado que la prevalencia del VIH entre hombres gay y otros hombres que tienen sexo con hombres es diez veces mayor en países donde existen barreras legales para el funcionamiento de los grupos de la sociedad civil.

Los recientes recortes en la financiación de la ayuda también han tenido un impacto devastador en las organizaciones comunitarias, socavando su capacidad para brindar atención médica, actividades de divulgación entre pares y defender sus derechos.

Las amenazas a la vida y la dignidad de las personas LGBTI están aumentando en todo el mundo, y los recortes a la ayuda exterior y al desarrollo, así como los retrocesos en las políticas de diversidad, equidad e inclusión, solo empeoran la situación, especialmente para nuestras comunidades —declaró Julia Ehrt, Directora Ejecutiva Mundial de ILGA—. A diario, vemos cómo se cierran proyectos y organizaciones que promueven la seguridad, el bienestar y la dignidad.

El tema de IDAHOBIT 2025, «El Poder de las Comunidades», celebra el poder de la acción colectiva, destacando que las comunidades han sido el motor del progreso no solo para las personas LGBTQI+, sino para todos. En la respuesta al VIH, las organizaciones comunitarias desempeñan un papel fundamental porque cuentan con la confianza de sus pares, son capaces de llegar a las personas y grupos más marginados y pueden prestar servicios adaptados a sus necesidades.

También proporcionan datos cruciales para mejorar las políticas y promover el acceso a los servicios, así como para erradicar el estigma y la discriminación.

ONUSIDA teme que la creciente presión y los ataques a las comunidades, junto con los enormes recortes financieros de los donantes internacionales, tengan consecuencias catastróficas para la respuesta al VIH. La pérdida de servicios dirigidos por pares generará mayores niveles de estigma y discriminación, creando aún más barreras para la prevención, las pruebas y el tratamiento vitales.

El activismo y la labor comunitaria han impulsado la respuesta al VIH durante décadas. ONUSIDA afirma que el acceso a la salud es un derecho de todos. Una respuesta al VIH liderada por la comunidad es esencial para erradicar el sida como amenaza para la salud pública para 2030.

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