CAF

Los grupos de las comunidades reparten medicamentos en la aislada República Centroafricana

21 de noviembre de 2019

Zemio es una ciudad apartada del mundo. En esta remota área suroriental de la República Centroafricana son pocos los convoyes que logran pasar y resulta complejo hacer llegar suministros. Apenas hay infraestructuras y los controles ilegales en manos de hombres armados copan las carreteras.

Debido al conflicto, hay más de 40 000 personas desplazadas en la zona y al menos 30 000 se han visto obligadas a huir a las regiones vecinas de Sudán del Sur y la República Democrática del Congo.

Según el Gobierno, la región de Haut-Mbomou, donde se ubica Zemio, concentra la mayor prevalencia del VIH de la República Centroafricana: un 12 % (más del triple que el resto del país). 

Sin embargo, los grupos de terapia antirretrovírica de la comunidad, creados en 2016 por Médicos Sin Fronteras, están ayudando a las personas que viven con el VIH a apoyarse y ayudarse las unas a las otras.

En Zemio, los grupos de terapia antirretrovírica de la comunidad son un halo de esperanza en medio de un conflicto olvidado.

Invertir en las comunidades para lograr un cambio en África occidental y central

09 de octubre de 2019

África occidental y central, hogar de 5 millones de personas que viven con el VIH, no está en el buen camino para poner fin al sida en 2030. Cada día más de 760 personas se infectan por el VIH en la región y solo 2,6 millones de personas que viven con el VIH de los 5 millones que hay están en tratamiento.

La insuficiente voluntad política, los precarios sistemas sanitarios y el frágil apoyo que reciben las organizaciones de la comunidad, así como barreras tales como la criminalización relacionada con el VIH, son los obstáculos más significativos que nos encontramos para el progreso. Con el plan de aceleración regional lo que se persigue es ayudar a la región a alcanzar el objetivo de triplicar el número de personas que reciban una terapia antirretrovírica para 2020 y lograr el control de la epidemia. Si bien se está progresando, lo cierto es que no se está haciendo al ritmo necesario. Los niños suponen una principal preocupación, pues solo el 28 % de los menores de 15 años que viven con el VIH en la región tienen acceso al tratamiento antirretrovírico.

«Necesitamos políticas y programas que se centren en las personas y no en las enfermedades, para asegurarnos de que las comunidades estén plenamente comprometidas desde el principio en el diseño, la planificación y la puesta en marcha de estrategias en materia de salud», señaló Gunilla Carlsson, Directora Ejecutiva en funciones de ONUSIDA en la sexta conferencia de reposición del Fondo mundial de lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria que se celebró en Lyon, Francia, los días 9 y 10 de octubre.

Tenemos muchos ejemplos de cómo, al invertir en las comunidades, podemos cambiar la situación. «La respuesta es más rápida y más eficiente cuando es llevada a cabo por los más interesados», confesó Jeanne Gapiya, quien lleva años viviendo con el VIH y preside ANSS, la asociación nacional y no gubernamental de Burundi que brinda apoyo a seropositivos y pacientes con sida en el país.

La prevención y las pruebas del VIH dirigidas por la comunidad son muy efectivas, particularmente en el caso de los grupos marginados. «A la mayoría de las personas a las que las comunidades realizaron las pruebas no se había podido llegar antes, lo que demuestra plenamente cómo las organizaciones de la comunidad son únicas y esenciales», insistió Aliou Sylla, director de Coalition Plus Afrique.

El reducir el número de las nuevas infecciones por el VIH entre niños y el garantizar que las mujeres tengan acceso a los servicios que precisen sigue siendo uno de los mayores desafíos de la región. Las redes de madres que viven con el VIH y se apoyan unas a otras para estar sanas y ayudar a que sus hijos nazcan libres del virus han resultado ser una fórmula efectiva para mejorar tanto la salud de las madres como la de sus hijos.

«Nuestro enfoque basado en la comunidad funciona, está funcionando. En los sitios en los que estamos trabajando hemos logrado el objetivo de cero nuevas infecciones entre niños y todos los niños que acuden a nosotros están en tratamiento», explicó Rejae Zio, de Sidaction.

La financiación continúa siendo un problema y, aunque los recursos totales para la respuesta al sida han aumentado y el VIH sigue siendo la mayor área prioritaria para la asistencia al desarrollo para la salud, las inversiones nacionales representan solo un 38 % de los recursos totales disponibles para el VIH en África occidental y central, mientras que en el resto del mundo el porcentaje es de un 57 %. Para lograr la acción acelerada en la respuesta nacional, se necesitan mayores inversiones nacionales reforzadas por un apoyo más fuerte por parte de donantes internacionales. Bintou Dembele, directora ejecutiva de ARCAD-Sida, en Mali, expresó: «Contamos con la experiencia de la comunidad, pero carecemos de los fondos para satisfacer la necesidad existente».

Los enfoques basados en la comunidad reciben cada vez un mayor apoyo en la región. Conscientes de la importancia del trabajo llevado a cabo por la comunidad, Expertise France y el Instituto de la sociedad civil para la salud y el VIH en África occidental y central anunciaron una nueva forma de colaboración y trabajo conjunto el pasado 9 de octubre. «El instituto reúne a 81 organizaciones de 19 países que quieren asegurar mejor la influencia política mundial y nacionalmente, e impulsar la pericia de la sociedad civil en lo concerniente a la ejecución de los programas. Esta nueva colaboración supone un reconocimiento a nuestra importantísima contribución», destacó Daouda Diouf, director de Enda Santé y presidente del comité directivo del instituto. «La situación en África occidental y central continúa siendo una prioridad. Está claro que los enfoques basados en la comunidad son ágiles y adecuados para responder a las pandemias», corroboró Jeremie Pellet, de Expertise France.

El cambio a un enfoque basado en las personas ha estado en la base de las reformas en la región. Una solución general creciente para acelerar la respuesta y fortalecer los enfoques dirigidos por la comunidad que han resultado funcionar que transmite esperanza para el futuro de la epidemia del VIH en África occidental y central.

Más información

WCA Catch-up plan

Se necesita actuación urgente para combatir el VIH en Haut Mbomou (República Centroafricana)

15 de abril de 2019

En la frontera entre Sudán del Sur y la República Democrática del Congo, Haut Mbomou es la provincia más afectada por el VIH de toda la República Centroafricana, con una prevalencia del 11.9 % frente a la media nacional de 4 %.

Aunque en un principio se salvó del conflicto que tuvo lugar en el país entre 2013 y 2014, Haut Mbomou es, desde 2018, víctima de los enfrentamientos de grupos armados rivales, de la inseguridad constante y del desplazamiento de población a gran escala. Más de 47 000 personas han abandonado la provincia debido a la inseguridad y a la violencia, y ahora se suman a los 3500 refugiados procedentes de Sudán del Sur y de la República Democrática del Congo.

Un Equipo de Tareas formado por el Ministerio de Salud de la República Centroafricana, el Consejo Nacional sobre el Sida, la Organización Mundial de la Salud, la Delegación del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados y ONUSIDA visitaron Haut Mbomou del 8 al 12 de abril tras recibir avisos alarmantes acerca del permanente desabastecimiento de medicamentos, la deficiente atención de las personas seropositivas y los obstáculos para acceder a los servicios sanitarios y del VIH a causa de la inseguridad en el país. A 1000 km de la capital, Bangui, esta provincia es una de las que cuenta con menos recursos sanitarios y sociales. De hecho, la mitad de los centros de salud permanecen cerrados por falta de personal o por el deterioro de las instalaciones.

En las ciudades de Obo y Zemio, el equipo se reunió con las autoridades locales, proveedores sanitarios, líderes religiosos y comunitarios, desplazados internos, refugiados y personas que viven con el VIH. «Este Equipo de Tareas reúne el alcance de la experiencia nacional, así como el de las Naciones Unidas, para ofrecer soluciones prácticas a los retos sanitarios y del VIH en esta provincia, que vive una seria situación», dijo Patrick Eba, Director Nacional de ONUSIDA de la República Centroafricana.

El equipo señaló los efectos de la inseguridad sobre la población, así como sobre el acceso a la sanidad y a otros servicios. Las rutas de suministro principales permanecen cerradas y la violencia en las zonas periféricas de la ciudad limita en gran medida el acceso a los medicamentos, alimentos y a otros bienes esenciales.

El Hospital de Distrito de Obo, el mayor centro de atención sanitaria en toda la provincia, carece de los equipos de pruebas de laboratorio básicos, entre los que se incluyen los equipos para la seguridad hematológica o la detección de tuberculosis. El acceso a los medicamentos antirretrovíricos es muy restringido porque se agotan de forma regular. La falta de pruebas de medición del recuento de linfocitos CD4, de carga vírica y otras de tipo biológico para aquellos que se someten a la terapia antirretrovírica reduce la calidad de la atención que se ofrece a la población inmigrante y a los refugiados. Al equipo también le preocupaba la ausencia de esfuerzos por prevenir el VIH y por concienciar a la población. Un ejemplo de ello es la indisponibilidad de preservativos.

«¿Cómo podemos vivir con dignidad cuando nos enfrentamos constantemente a la falta de tratamiento antirretrovírico y no recibimos un buen trato por parte del personal sanitario? Muchas personas en tratamiento sufren infecciones oportunistas, pero en el hospital no pueden ofrecernos nada», lamentaba una mujer de mediana edad con aspecto frágil que vive con el VIH en Obo, y que también se manifestó con valentía en contra de la discriminación.

El acceso a los alimentos se está convirtiendo en un problema cada vez mayor, ya que, por una parte, la inseguridad reduce la producción agrícola y piscícola, y la caza; y, por otra, frena el apoyo nutricional proporcionado por agencias humanitarias. Para las personas que viven con el VIH, cuya situación es vulnerable, como el de los refugiados o personas desplazadas, esto es fundamental para asegurar la observancia y la eficacia de los antirretrovíricos.

En Zemio, el equipo habló con algunos miembros de los grupos comunitarios creados por Médicos Sin Fronteras en el marco de un novedoso programa que tiene como objetivo facilitar el acceso a los medicamentos antirretrovíricos. Los dirigentes de los grupos recogen y distribuyen estos medicamentos entre las personas que viven lejos de los hospitales. Los miembros señalaron que el bloqueo de carreteras, la inseguridad y las extorsiones de los grupos armados son algunos de los obstáculos a los que se enfrentan. Además, se entabló un diálogo con las comunidades y los dirigentes de los principales grupos armados de Zemio con el fin de enfatizar la necesidad de facilitar el acceso a los centros de salud.

El equipo indicó la compleja naturaleza de los obstáculos a los que se debe enfrentar la respuesta al VIH en una situación como la que vive la República Centroafricana, que se caracteriza por la inseguridad, el desplazamiento de población y el colapso de los sistemas de atención sanitaria. El gobierno, las Naciones Unidas y otras instituciones necesitan dirigir su atención y actuar urgentemente ante estos obstáculos para abordar los nuevos y graves retos sanitarios y los relativos al VIH. «Es muy importante afrontar estos retos para demostrar que no dejamos estas poblaciones olvidadas», dijo Wilfrid Sylvain Nambei, Ministro Coordinador para el Consejo Nacional sobre el Sida. «Si hay una actuación rápida después de que este equipo cumpla con su tarea, se fortalecerá la confianza en el gobierno y en sus asociados. Asimismo, será de gran ayuda en nuestra labor de consolidación de la paz, reconciliación y reconstrucción para no dejar a nadie al margen».

La campaña para la realización de la prueba del VIH reúne a los habitantes de Bangui

19 de febrero de 2019

El barrio PK5 de Bangui (República Centroafricana) es el hogar de una gran parte de la comunidad musulmana de la ciudad.  Mientras que antes se trataba de un área comercial muy concurrida y era el centro de la vida nocturna de Bangui, ahora se ha convertido en una zona de exclusión para muchos.

Como sucedió en gran parte del país, este barrio y sus residentes se vieron gravemente afectados por la violencia que azotó el país entre 2012 y 2013.  Esto desembocó en que los habitantes que no practican la religión musulmana abandonaran el barrio y que, a día de hoy, los grupos armados rivales continúen ejerciendo el control.  En todo el país, las consecuencias de la violencia han propiciado el desplazamiento de grandes masas de población y una crisis humanitaria. A finales del año 2018, se estimó que 2,9 millones de personas, más de la mitad de la población del país, necesitaban ayuda humanitaria y protección.

Sin embargo, la gente que habita el PK5 se mantiene firme. Tras percibir la necesidad de una mayor concienciación sobre el VIH en la comunidad, los dirigentes juveniles musulmanes y el Catholic University Center, con el apoyo de ONUSIDA, organizaron una campaña de sensibilización y de realización de pruebas del VIH del 23 de enero al 13 de febrero en el hospital Henri Dunant en el PK5.

Esta ha sido la primera de este tipo que ha tenido lugar en la zona desde los conflictos acontecidos entre 2012 y 2013. En las dos semanas que duró la campaña, 1500 personas se realizaron voluntariamente las pruebas del VIH y accedieron a los servicios de asesoramiento. De esta forma, se asignó el tratamiento pertinente a aquellos que obtuvieron un resultado positivo. 

El encargado de dar comienzo a la campaña fue Pierre Somse, Ministro de Sanidad, durante un evento al que asistieron líderes religiosos, mujeres y jóvenes. Este ministro se sometió a la prueba del VIH y señaló la importancia de que todas las personas sepan su estado serológico. Las estadísticas de conocimiento de este siguen siendo muy bajas, ya que solo el 53 % de las personas que viven con el VIH son conscientes de su estado.

«El gobierno se ha comprometido a aumentar los esfuerzos dedicados a proporcionar servicios sanitarios y sociales para toda la población centroafricana. No hemos olvidado la delicada situación que se sufre en el PK5 y no se dejará de lado a su población en nuestro intento de facilitar el acceso a las pruebas, el tratamiento, la atención y el apoyo del VIH», dijo Pierre Somse.

Pamela Ganabrodji, Directora de Información y Asesoramiento en el hospital Henri Dunant, añadió lo siguiente: «Estamos muy orgullosos de todo lo que hemos conseguido con esta campaña contra el VIH, pero los desafíos siguen ahí. Nos dirigimos al gobierno y a los colaboradores internacionales para que continúen financiando las actividades contra el VIH destinadas a mejorar los cuidados de salud sexual y reproductiva del hospital Henri Dunant, que son fundamentales en una comunidad en la que los tabúes sociales y culturales suponen una gran barrera».

El último día de la campaña, la población se reunió para tratar los desafíos que afronta la gente del PK5 con respecto al VIH y a la salud sexual y reproductiva. Se ha llegado a la conclusión de que se necesita mejorar los servicios sociales y de atención sanitaria básica, así como suplir la ausencia de oportunidades económicas que sufre la población. Esto se debe a que el escaso acceso a los anticonceptivos actuales, el desconocimiento sobre qué es el VIH y la pobreza siguen propiciando la vulnerabilidad ante el VIH de los jóvenes y las mujeres.

«Con esta campaña, nosotros, los jóvenes del PK5, demostramos que no estamos indefensos y que formamos parte de la solución para el problema del VIH y otras cuestiones sociales», dijo Aroufay Abdel Aziz, Presidente de la Juventud Musulmana de la República Centroafricana.

La segunda fase de la campaña de sensibilización y de realización de pruebas del VIH se prolongará hasta finales de marzo. Esta incluirá mensajes de prevención junto con las tareas de concienciación llevadas a cabo por educadores entre iguales y debates en grupos sobre el VIH y otras cuestiones de salud sexual y reproductiva.

«ONUSIDA seguirá cooperando con el gobierno y con otros organismos de las Naciones Unidas para reforzar la participación de los jóvenes en la respuesta al VIH», dijo Patrick Eba, el Director Nacional de ONUSIDA para la República Centroafricana.

ONUSIDA trabajará con las fuerzas armadas en la República Centroafricana para acabar con la violencia sexual, los malos tratos y las nuevas infecciones por el VIH

09 de octubre de 2018

La nueva iniciativa busca que militares y otro personal uniformado sean parte activa de la concienciación, la prevención y el tratamiento del VIH, además de trabajar para poner fin a la violencia de género y sexual por parte de las fuerzas de seguridad

BANGUI/GINEBRA, 9 de octubre de 2018—ONUSIDA ha firmado un memorando de entendimiento (MoU) con el Ministerio de Defensa Nacional y Reconstrucción del Ejército, el Ministerio de Sanidad y Población y el Comité Nacional de Lucha contra el SIDA de la República Centroafricana. El objetivo del memorando es reducir nuevos contagios de VIH entre miembros del ejército y otro personal uniformado, reducir la violencia sexual y los malos tratos por parte de las fuerzas del orden e incrementar el uso del tratamiento contra el VIH y los servicios de atención y apoyo.  

El memorando llega en un momento crítico. La República Centroafricana tiene la segunda tasa más alta de VIH de África central, estimada en un 4% en 2017. Sin embargo, entre el personal uniformado, la prevalencia del VIH se estima que es del 7,8%. Los conocimientos sobre el VIH entre el personal uniformado de la República Centroafricana son particularmente bajos. Además, abundan las denuncias de abuso sexual y violencia por parte del colectivo militar.

"Tenemos la responsabilidad de proteger a nuestro pueblo de la violencia y del VIH, y en especial a las mujeres y a las niñas, ya que son el grupo más vulnerable. Nos centramos en el personal uniformado con el objetivo de transformar la relación entre el nuevo ejército y la población, como un puente hacia la reconstrucción” manifestó Faustin-Archange Touadéra, presidente de la República Centroafricana.

Gracias al memorando, los partidos involucrados movilizarán a asociados nacionales para responder a la violencia de género y al VIH a través de la defensa y las fuerzas de seguridad. El objetivo es reducir la incidencia y prevalencia del VIH y mejorar las relaciones entre la defensa y las fuerzas de seguridad con el resto de la población general a través de actividades integradas en torno a la prevención del VIH y la violencia de género.

“Este protocolo es el punto de partida”, afirmó Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA. “Plasma en hechos la resolución del Consejo de Seguridad de 1983. Sitúa la prevención en el centro de nuestros esfuerzos para terminar con la violencia de género, a la que considera una causa y consecuencia del VIH. Esto es imprescindible y complementario a todos los esfuerzos para endurecer las penas por violencia sexual en la República Centroafricana”.

Se pondrá especial énfasis en formar y concienciar a las fuerzas de seguridad usando métodos que han dado resultados a la hora de reducir la violencia de género y prevenir el VIH. Estos incluyen una mejora en los mecanismos para denunciar la violencia sexual, proporcionar apoyo a las supervivientes y asegurar el acceso a herramientas efectivas de prevención del VIH. También habrá programas de apoyo psicosocial para los miembros de la defensa y las fuerzas de seguridad y sus familias.

Los principales beneficiarios de los programas y actividades serán la defensa y las fuerzas de seguridad de República Centroafricana, que incluyen el ejército, la policía, la gendarmería, funcionarios aduaneros, responsables de la gestión del agua y el sector forestal, y la policía municipal. La implementación del memorando también beneficiará al resto de la población, gracias a varias actividades integrales entre el ejército y los civiles, al impacto de los programas de prevención, tratamiento y atención del VIH y a los esfuerzos para eliminar la violencia relacionada con cuestiones de género y sexualidad, así como los malos tratos.

ONUSIDA proporcionará liderazgo y apoyo técnico a la iniciativa y movilizará a sus asociados y copatrocinadores, en especial a las organizaciones que trabajan en cuestiones de género y salud, con el fin de apoyar la implementación de las actividades desarrolladas en el memorando. ONUSIDA también garantizará una colaboración efectiva entre todos los asociados; aquí se incluye la participación activa de la sociedad civil. También jugará un papel fundamental en la demanda de recursos y en el apoyo de la monitorización, la evaluación y la documentación de la iniciativa.

La Misión Unidimensional Integrada de las Naciones Unidas para la Estabilización en la República Centroafricana y la Misión de Entrenamiento de la Unión Europea en la República Centroafricana se han comprometido a apoyar la iniciativa.

Los nuevos compromisos jugarán un papel importante en lo que respecta al avance del Plan Nacional de Recuperación y Consolidación de la Paz 2017-2021 en la República Centroafricana. Forman parte del conjunto de esfuerzos que se han puesto en marcha para implementar la resolución del año 1983 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que recalca la importancia de concentrar los esfuerzos para acabar con la violencia relacionada con el género y la orientación sexual, así como para responder al VIH durante y después de los conflictos.  

Datos del VIH en la República Centroafricana en 2017:

  • Aproximadamente 160 000 personas (entre 130 000 y 190 000) vivían con el VIH.
  • El 53% de las personas que vivían con el VIH conocía su estado serológico.
  • El 32% de las personas que viven con el VIH tenían acceso a la terapia antirretrovírica.
  • Unas 8 700 personas (entre 7 600 y 11 000) contrajeron nuevas infecciones por el VIH.
  • Unas 15 000 personas (entre 12 000 y 17 000) murieron a causa de enfermedades relacionadas con el sida.

ONUSIDA

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

Contacto

UNAIDS
Sophie Barton-Knott
tel. +41 22 791 1697
bartonknotts@unaids.org

Un grito de alianza y unión: Es el momento de conseguir que el sistema de atención sanitaria sea más flexible e innovador

16 de abril de 2018

Siete meses después de lanzar el plan de emergencia en África central y occidental, el avance en lo que respecta al número de personas que siguen un tratamiento antirretrovírico continua siendo lento en la región. Muchos países no alcanzarán los principales objetivos para el 2010 si los sistemas actuales no cambian.

Michel Sidibé, Director Ejecutivo de ONUSIDA, comentó lo siguiente: "En general, ha habido un aumento del 10 % en el número de personas que están en tratamiento, pero esta cifra no es suficiente". También añadió que "ahora una sensación de urgencia aun mayor".

De todos modos, Sidibé subrayó el éxito en la República Democrática del Congo, donde hubo un claro aumento del número de personas que viven con el VIH que pudo acceder a tratamientos antirretrovíricos. Entre las razones de esta evolución positiva, se encuentranla sociedad civil y los líderes políticos, que trabajan en estrecha colaboración, y las pruebas del VIH en las comunidades y la formación de 11.000 trabajadores del sistema sanitario, herramientas que también desempeñan un papel importante.

Sidibé afirmó que "ahora más que nunca debemos poner en tela de juicio los sistemas sanitarios y buscar alternativas para que las personas puedan acceder a la atención sanitaria". 

La petición para delegar en las comunidades la atención al paciente fue una importante solicitud de movilización durante la AFRAVIH, la conferencia internacional francófona sobre el VIH y la hepatitis que tuvo lugar en Burdeos (Francia) a principios de abril. En la ceremonia de apertura, Sidibé compartió brevemente el escenario con la organización de la sociedad civil Coalition PLUS. Dijeron que la clave del éxito para poner fin al sida era unir fuerzas entre médicos y trabajadores comunitarios de la salud, así como dar un margen mayor a las comunidades para responder a las necesidades locales de su población.

Bajo el lema "Desmedicalizar", la organización explicó que los médicos nunca iban a reemplazarse, pero que había pocos y que las personas que vivían con el VIH no necesitaban cuidados intensivos.

El último informe de Coalition Plus estableció que los gobiernos y los profesionales de la salud deberían encomendar más tareas a las enfermeras y los trabajadores comunitarios de la salud. Además de posibilitar una prevención más precisa y un acceso más rápido al tratamiento, esta delegación de tareas no médicas podría aligerar la sobrecarga que sufren los sistemas sanitarios. Tanto África central como África occidental representan el 17 % del total de la población que vive con el VIH, pero el 30 % de las muertes en esta zona se debe a enfermedades relacionadas con el VIH. Según ONUSIDA y sus colaboradores, se trata de una región que puede beneficiarse enormemente de los modelos de atención de la comunidad.

Lo que preocupa a Médicos Sin Fronteras (MSF) es el riesgo de un descenso significativo de los recursos destinados a los tratamientos, ya que afectará negativamente a las recientes mejoras en África central y occidental. Esta preocupación tiene que ver con que el Fondo Mundial estima una caída del 30 % en la asignación de fondos para la región para el período 2018–2020 en comparación con las subvenciones para el VIH que se firmaron en el último período de asignación. En 2016, MSF estuvo entre los primeros que dieron la voz de alarma por el elevado número de víctimas del VIH y por un porcentaje de hasta un 80 % de niños que no tienen acceso a terapia antirretrovírica. Nathalie Cartier, Asesora Política y Responsable de la Acción sobre el sida para MSF, dijo que ellos apoyaban el plan de emergencia de África central y occidental, pero que necesitaba aplicarse de forma completa. Declaraba lo siguiente: "La voluntad política ha sido prometedora, pero ahora es momento de hacer que sea una realidad sobre el terreno para que las personas que viven con el VIH puedan beneficiarse".

El Fondo Mundial apoyó el punto de vista de MSF y declaró claramente que el número de desafíos y la escasez de tratamientos antirretrovíricos ha disminuido gracias al lanzamiento del plan de emergencia en numerosos países. Desde su punto de vista, la movilización de una financiación nacional suplementaria en materia sanitaria es vital para la titularidad nacional, así como para la construcción de programas sostenibles. Esta no es más que una razón más para descentralizar los sistemas sanitarios e invertir capital en innovación para mantener bajos los costes sanitarios.  La prueba de autodiagnóstico del VIH, las nuevas medicinas y las estrategias de alto impacto en las que participen las comunidades son vitales para aumentar la eficiencia.  

Cheick Tidiane Tall, Director de Réseau EVA, una red de pediatras especializados en atención del VIH, dijo lo siguiente: "Con los análisis mediante los puntos de atención (POC, por sus siglas en inglés) en comunidades y hogares, los retrasos entre el diagnóstico y el inicio del tratamiento son mínimos". A lo que añadió: “A largo plazo, se salvan un gran número de personas y de recursos”.

El profesor de Enfermedades Infecciosas y Tropicales de Côte d'Ivoire , Serge Eholié, no podría estar más de acuerdo.  Comentaba que "los sistemas de atención sanitaria flexibles y que invierten en innovación son muy útiles". Girándose hacia el Ministro de Salud de la República Centroafricana, Pierre Somse, le preguntaba: "¿Qué dice usted al respecto?"

Somse, que también es un médico curtido, le respondía: "Nosotros, los médicos, seguiremos siendo médicos. Sin embargo, necesitamos apoyarnos en las comunidades y viceversa".  Añadió que "el quid de la cuestión son los pacientes, que son y siempre deben ser la prioridad".

Acelerar la respuesta al sida en África Occidental y Central

31 de mayo de 2017

Solo 1,8 de los 6,5 millones de personas seropositivas en África Occidental y Central estaban bajo tratamiento antirretrovírico al término de 2015. Este 28 % de cobertura del tratamiento a los seropositivos en la región contrasta con el 54 % de cobertura en África Oriental y Meridional en ese mismo año.

En respuesta a la falta de tratamiento para el VIH en África Oriental y Central, ONUSIDA, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otros colaboradores de la región han desarrollado planes de emergencia nacionales para acelerar la respuesta al sida. El objetivo de estos planes es triplicar los tratamientos del VIH durante los próximos tres años.

En una reunión celebrada dentro de los actos paralelos a la 70ª Asamblea mundial de la salud para apoyar el plan de emergencia, los ministros de Salud y otros representantes de los países de la región se comprometieron a fortalecer el liderazgo gubernamental, a hacer cambios estructurales en sus sistemas de salud y a reforzar la transparencia.

La reunión, organizada por la Oficina Regional para África de la OMS y ONUSIDA, contó con la presencia de los ministros de Salud de Benín, Burkina Faso, la República Centroafricana, Chad, Costa de Marfil, Gabón, Liberia y Nigeria, y con representantes de Camerún, Guinea y Sierra Leona. Todos ellos coincidieron en implantar medidas sólidas para acelerar el tratamiento del VIH en sus países.

Todos los participantes estuvieron de acuerdo en que hay que transformar los modelos de prestación de servicios sanitarios, en especial, posibilitando que los profesionales sanitarios de la comunidad asuman un mayor protagonismo en los mismos. La OMS y ONUSIDA continuarán trabajando con los países durante la implementación de sus planes para aumentar el acceso al tratamiento del VIH.

ONUSIDA está trabajando con los países para lograr que, de acuerdo a la Declaración política de las Naciones Unidas para poner fin al sida de 2016, se comprometan a garantizar que 30 millones de personas seropositivas puedan acceder al tratamiento mediante el cumplimiento de los objetivos 90–90–90 para 2020.

Citas

"La situación es grave. Debemos estar muy atentos a África Oriental y Central. Debemos asegurarnos de que nuestros líderes políticos se movilizan y de que concentran sus energías en estos países".

Michel Sidibé director ejecutivo de ONUSIDA

"Mientras seguimos avanzando juntos para alcanzar los objetivos, es fundamental dar un nuevo impulso al país bajo el liderazgo de los ministros para acelerar la respuesta, sin olvidarnos de que las personas seropositivas tienen que ser el eje fundamental de la misma".

Matshidiso Moeti Directora regional de la Organización Mundial de la Salud para África

Cientos de personas que viven con el VIH reanudan el tratamiento en la República Centroafricana

17 de marzo de 2015

Más de 540 personas que viven con el VIH en Bangui, la capital de la República Centroafricana, han podido reanudar el tratamiento antirretrovírico gracias a un proyecto conjunto llevado a cabo por ONUSIDA y el Gobierno de la República de Corea.

La reciente inestabilidad en el país obligó a muchas personas a abandonar sus hogares e instalarse en campamentos para desplazados internos, donde los servicios sanitarios son limitados. Además, durante la crisis muchos centros sanitarios se destruyeron o quedaron inaccesibles o sin personal. Aproximadamente una tercera parte de las personas que estaban con terapia antirretrovírica en todo el país no pudieron continuar con el tratamiento.

Los servicios sociales y los voluntarios comunitarios localizaron a 544 de las 1500 personas que habían abandonado los programas de tratamiento en Bangui y les dieron la oportunidad de reanudar el acceso a los medicamentos que les pueden salvar la vida. ONUSIDA, junto con el Gobierno de la República de Corea, pretenden ampliar el proyecto a otras provincias y empezar a reconstruir algunas de las instalaciones de atención sanitaria del país que fueron destruidas.

En 2013, un total de 120 000 personas vivían con el VIH en la República Centroafricana y aproximadamente 16 500 recibían tratamiento antirretrovírico.

Citas

"La reanudación del tratamiento antirretrovírico para las personas que viven con el VIH facilitará, sin duda, alcanzar los objetivos 90–90–90 para el año 2020".

Marguerite Samba Maliavo, Ministra de Salud de la República Centroafricana

"Estas medidas encajan perfectamente con la estrategia de ONUSIDA de Respuesta Rápida en relación con el sida en las ciudades y la movilización de las comunidades locales para acelerar la respuesta al VIH y acabar con la epidemia de sida para 2030".

Léopold Zekeng, Director Adjunto del Equipo de apoyo regional de ONUSIDA para África Occidental y Central

"Cuando empezó la guerra, tuve que huir a un campamento para desplazados. Una vez allí, no tenía acceso a mis medicamentos y mi salud empeoró. Sentí que me iba a morir. Cuando llegaron los trabajadores sociales al campamento para decirnos que podíamos ir a una clínica para reanudar el tratamiento, lo tuve claro. Ahora he recuperado fuerzas y tengo esperanza".

Persona que vive con el VIH

Africa Rising: los líderes se reúnen para debatir sobre un desarrollo sostenible que no deje a nadie atrás

22 de septiembre de 2014

Cómo hacer realidad el potencial de África para el futuro de todos sus pueblos y crear una ayuda internacional para el desarrollo del continente fueron las preguntas clave que se analizaron en la primera sesión del Foro Africa Rising celebrado esta semana en Nueva York.

El acto, que se celebró el 22 de septiembre en el Africa Center y que fue organizado por la Fundación Mo Ibrahim, reunió a numerosos jefes de estado africanos, socios de las Naciones Unidas y líderes de la sociedad civil y la comunidad empresarial de África.

Todos ellos estudiaron cómo ir más allá de las palabras sobre la necesidad de una transformación económica de base amplia y un desarrollo sostenible dando pasos concretos para convertirlos en realidad, en especial con respecto al programa de desarrollo posterior a 2015.

En un debate sobre cómo garantizar la prosperidad compartida estudió la manera de mejorar la movilización de inversiones y recursos, impulsar el espíritu emprendedor y asegurar la protección social. En otra se destacó que el desarrollo no puede lograrse sin la existencia de un buen gobierno, paz, seguridad y respeto por los derechos humanos.

Se acordó que garantizar la salud para todos era una faceta fundamental del crecimiento de África y que acabar con la epidemia de sida como una amenaza pública para 2030 es ahora un objetivo realista. También hubo consenso acerca de que el crecimiento del continente no solo debe medirse en términos de riqueza global generada, sino por la inclusión de un progreso socioeconómico que no se olvida de nadie.

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