Latin America

ONUSIDA agradece la decisión del Tribunal Constitucional de Colombia de revocar la sección del código penal que criminaliza la transmisión del VIH

13 de junio de 2019

GINEBRA, 13 de junio de 2019 – ONUSIDA acoge con infinito agrado la decisión del Tribunal Constitucional de Colombia de eliminar la sección del código penal que criminaliza la transmisión del VIH y la hepatitis B. La criminalización excesivamente amplia de la transmisión del VIH resulta inefectiva, discriminatoria y no apoya los esfuerzos para evitar nuevas infecciones por el VIH.

«Los objetivos de salud pública no pueden perseguirse negando a las personas sus derechos individuales. La decisión del Tribunal Constitucional de Colombia es un paso concreto para garantizar que la ley funcione para la respuesta al VIH, y no en contra de ella —señaló Gunilla Carlsson, directora ejecutiva en funciones de ONUSIDA—. ONUSIDA continuará abogando por un entorno legal protector y por la eliminación de leyes, políticas, prácticas, estigmas y discriminación punitivas que bloqueen las respuestas efectivas al VIH».

El Tribunal Constitucional de Colombia estableció que la ley violaba los principios de igualdad y no discriminación, al señalar a las personas que viven con el VIH, estigmatizarlas y limitar sus derechos. El Tribunal dejaba constancia de que la ley creaba un tratamiento diferente que no era razonable y que, consecuentemente, daba lugar a la discriminación. Además, apuntaba que esa ley violaba los derechos sexuales de las personas que viven con el VIH y que resultaba inefectiva para alcanzar los objetivos de salud pública.

La aplicación demasiado amplia e inapropiada de la ley criminal contra las personas que viven con el VIH continúa suponiendo una gran preocupación en todo el mundo. Nueve jurisdicciones en las regiones de América del Sur y América Central y al menos otras 77 en todo el mundo todavía criminalizan la no divulgación, exposición y transmisión del VIH.

ONUSIDA presentó una denuncia ante el Tribunal Constitucional de Colombia en la que indicaba que no había ningún dato que apoyara que la amplia aplicación de la ley criminal para la transmisión del VIH fuera eficaz para prevenir la transmisión del virus. Muy al contrario, dicha medida se arriesga a debilitar los objetivos en materia de salud pública y las protecciones de los derechos humanos. ONUSIDA elogia encarecidamente la decisión adoptada por el Tribunal Constitucional de Colombia de restaurar la dignidad y los derechos de las personas que viven con el VIH en el país.

En 2018, ONUSIDA, la Asociación internacional de proveedores de atención al sida y la Sociedad internacional del sida constituyeron un grupo de científicos que desarrolló una Declaración de consenso sobre la ciencia del VIH en el contexto del derecho penal. Dicha declaración insta al sistema de justicia criminal a garantizar que la ciencia informe respecto de la aplicación de dicha ley en casos penales relacionados con el VIH.

ONUSIDA

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

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La lucha contra el desabastecimiento de medicamentos para el VIH en la República Bolivariana de Venezuela

14 de febrero de 2019

Raiza Farnataro vive en Barquisimeto, una bulliciosa ciudad de la República Bolivariana de Venezuela, que se encuentra a cinco horas de Caracas.  Hace 18 años que tiene VIH. El sistema de salud pública solía proporcionarle tratamiento, sin embargo, con el empeoramiento de la situación económica del país, los medicamentos empezaron a escasear y Raiza temía por su vida.  Tras pasar dos años sin recibir tratamiento, se fue hasta la frontera colombiana, donde podía bien comprar los medicamentos por un excesivo precio en las farmacias o conseguirlos gracias a las donaciones de organizaciones no gubernamentales.

Según la Red Venezolana de Gente Positiva, Raiza solo es una entre los aproximadamente 62 000 ciudadanos que tienen VIH, pero no reciben los medicamentos antirretrovíricos regularmente. Las consecuencias han sido graves. La tasa de personas con VIH hospitalizadas se ha disparado y se calcula que cada día mueren de 20 a 30 personas por causas relacionadas con el sida. En septiembre de 2018, alrededor de 7700 venezolanos con VIH ya se habían sumado a la corriente migratoria con destino a los países vecinos.

«La actual crisis humanitaria está causando un alarmante retroceso en la respuesta nacional al sida. Se puede decir que es igual, o incluso peor, que durante los comienzos de la epidemia de VIH en la década de 1980», afirma Alberto Nieves, activista de Acción Ciudadana Contra el sida (ACCSI) «Las mayores consecuencias de esta crisis para los ciudadanos con VIH son la muerte, el deterioro progresivo de la salud, el hambre, la privación de atención sanitaria y tratamiento contra el VIH, la discriminación, emigración masiva y xenofobia».

En 2017, una investigación de ONUSIDA por encargo de ACCSI expuso por primera vez la escasez de medicamentos antirretrovíricos entre otros, y agentes anticuerpos del VIH

La prevención contra el VIH también ha sufrido daños. A los expertos les preocupa que el tratamiento irregular pueda generar resistencia a los medicamentos tanto en la República Bolivariana de Venezuela como en los países vecinos. Solo a una cuarta parte de las embarazadas se les hacen análisis de VIH y sífilis. Muchas madres con VIH deciden amamantar ellas mismas a sus hijos por la falta de alimentos.

En los dos últimos años, ONUSIDA ha colaborado con el Ministerio del Poder Popular para la Salud, con los ciudadanos, con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y otras entidades de las Naciones Unidas para mejorar el acceso a los tratamientos para adultos y niños con VIH que residen dentro o fuera del país. ONUSIDA se unió para combatir el VIH con los ciudadanos y con la OPS. El Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria les concedió 5 millones de dólares estadounidenses como parte de un programa que tiene como objetivo para organizar la ayuda en la lucha nacional contra el VIH, la tuberculosis y la malaria.   

ONUSIDA, en colaboración con Aid for Aids International, recibió más de 60 toneladas de medicamentos antirretrovíricos que los centros de distribución del Estado repartieron a la población. ONUSIDA también ha organizado la donación y distribución de pruebas de diagnósticos y sucedáneos de la leche materna.

«Gracias al apoyo de ONUSIDA, la Red Venezolana de Gente Positiva y otros socios estratégicos hemos conseguido asegurar que en 2018 han recibido y distribuido el tratamiento en el país». «Nuestra labor ha contribuido a reducir las repercusiones de la crisis y le ha garantizado el tratamiento a un importante número de personas con VIH», explicó el director ejecutivo de Aid for AIDS, Jesús Aguais. «De lo contrario, la tragedia podría haber sido mayor», añadió.  

La actuación conjunta ha salvado vidas. En los últimos seis meses, Raiza Farnataro ha recibido los medicamentos antirretrovíricos por medio del sistema de salud pública gracias a la donación de Aid for AIDS International.  

Como miembro de la Plataforma Regional de Coordinación Interagencial de Refugiados y Migrantes de Venezuela, ONUSIDA también aboga por los derechos y las necesidades de tratamiento de los emigrantes con VIH.  Entre sus prioridades están crear un observatorio de los ciudadanos para controlar el acceso a la servicios sanitarios y casos de discriminación; la distribución de materiales para la prevención, el tratamiento y la atención del VIH, y la defensa para combatir la discriminación y la xenofobia.  

A pesar de todo esto, ONUSIDA insiste en la necesidad de seguir reforzando la respuesta nacional al VIH.  «Necesitamos cooperación continua con colaboradores nacionales e internacionales para asegurar el bienestar de los venezolanos y garantizar la salud y calidad de vida de todas las personas con VIH de la República Bolivariana de Venezuela», dijo la directora nacional de ONUSIDA, Regina López de Khalek. «Trabajamos para no marginar a los ciudadanos en la lucha global contra el sida».

ONUSIDA celebra el llamamiento del papa Francisco a poner fin a la discriminación

28 de enero de 2019

 

CIUDAD DE PANAMÁ/GINEBRA, 28 de enero de 2019--Durante una visita a la Fundación Casa Hogar El Buen Samaritano de Panamá dedicada a las personas que viven con el VIH, el papa Francisco ha instado a todas las personas a no discriminar al prójimo. A día de hoy, la Casa Hogar El Buen Samaritano acoge a 16 personas que viven con el VIH de entre 16 y 60 años. Dichas personas se encontraron entre las primeras a las que Su Santidad saludó durante su visita.

“El buen samaritano, sea en la parábola o en todas vuestras casas, nos muestra que el prójimo es, en primer lugar, una persona, alguien con rostro real, concreto, no algo que pueda evitarse o ignorarse, cualquiera que sea su situación”, exponía el papa.

El papa Francisco viajó a Panamá del 23 al 27 de enero para celebrar la Jornada Mundial de la Juventud en la compañía de jóvenes de todo el mundo. La visita a la Casa Hogar El Buen Samaritano tuvo lugar el último día de su viaje. Su Santidad dijo que la labor del hogar confirma la fe de las personas “ungiendo sus heridas, renovando su esperanza e infundiendo su fe”. 

La Casa Hogar El Buen Samaritano lleva 15 años proporcionando asistencia integral para ayudar a las personas que viven con el VIH a recuperar su salud y su dignidad y a reconectar con sus comunidades y familias. También ofrece educación en prevención del VIH a miles de personas, entre los que se incluyen jóvenes en edad escolar y aquellos que pueden estar en riesgo de contraer el VIH.  

Lorena Castillo, primera dama de Panamá y embajadora especial de ONUSIDA para el sida en América Latina, también se unió a la visita, así como Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA.

“La Casa Hogar El Buen Samaritano recibe a todos con los brazos abiertos, sea cual sea su estado serológico o de salud”, afirmaba el Sr. Sidibé. “Las organizaciones confesionales como El Buen Samaritano tienen un potencial impresionante para transformar las vidas de las personas a las que más difícil resulta llegar y para eliminar las barreras que suponen el estigma y la discriminación. El que las comunidades religiosas se expresen abiertamente en relación al VIH nos puede acercar más al fin de la epidemia de sida”, añadió.

ONUSIDA colabora estrechamente con la Iglesia católica y la Santa Sede en los objetivos en común, como la eliminación de las nuevas infecciones por el VIH entre los niños y el incremento del acceso a las pruebas y el tratamiento pediátricos. Para lograr dichos objetivos, la cero discriminación resulta fundamental.

A nivel mundial, sigue habiendo importantes deficiencias en la prevención, diagnóstico y tratamiento del VIH entre los niños. En 2017, en el mundo se produjeron 180 000 nuevas infecciones por el VIH entre niños. A tan solo la mitad (el 52%) de los pequeños de todo el mundo que habían estado expuestos al VIH se les realizaron pruebas para el diagnóstico temprano en bebés durante los primeros dos meses de vida y, en ese mismo año, únicamente el 52% de los niños que viven con el VIH tuvieron acceso al tratamiento.

El Vaticano ha convocado un debate de alto nivel, Ampliación del Diagnóstico y el Tratamiento Tempranos de los Niños y Adolescentes, en el que se congregarán líderes de las empresas farmacéuticas, organizaciones multilaterales, donantes y gobiernos. Aunque aún queda mucho por hacer, la ampliación del diagnóstico y el tratamiento pediátricos han cosechado resultados positivos. ONUSIDA seguirá trabajando con todos los colaboradores, incluyendo el Vaticano, para ampliar los servicios para el VIH para los niños.

ONUSIDA

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

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Reflexión del fundador de un hogar sobre los 15 años que llevan combinando el tratamiento, asistencia y prevención del VIH con la fe

27 de enero de 2019

La última mañana de la Jornada Mundial de la Juventud 2019 de Panamá, el papa Francisco visitará la Casa Hogar El Buen Samaritano. El hogar, que toma su nombre de la parábola bíblica, se encuentra a las afueras de la ciudad de Panamá, y ofrece asistencia integral para ayudar a las personas que viven con el VIH a recuperarse y reintegrarse en la sociedad.

La necesidad es el único requisito de acceso. La política del centro es recibir con los brazos abiertos a cualquier persona, independientemente de su género, edad, religión, ocupación, orientación sexual, capacidades o procedencia.

Ayer, mientras los voluntarios se afanaban de un lado para otro para tener todo a punto para la llegada de Su Santidad, el padre Domingo Escobar, fundador y director de El Buen Samaritano, se tomó un momento para reflexionar sobre la evolución del centro.

Comenzó siendo una iniciativa pastoral de la parroquia de Santa María del Camino. Las personas que viven con el VIH, muchas de ellas sin hogar, podían acudir a la iglesia en búsqueda de resguardo, consejo y alimento. La idea de que los más marginados necesitaban un apoyo más estructurado comenzó a tomar forma y, hace 15 años, se fundaba la Fundación Casa Hogar El Buen Samaritano de acuerdo a la visión más amplia de ayudar a construir una sociedad sin discriminación, prejuicios y estigmatización.

“Creo que es necesario poner en valor la dignidad del ser humano y respetar a los demás, ya que, como dice la Biblia, todos somos el templo del Espíritu Santo, todos y cada uno de nosotros...”, explicaba el padre Escobar. 

Desde sus inicios, El Buen Samaritano ha atendido a más de 300 residentes. La clave reside en combinar el tratamiento médico con la asistencia espiritual. Al reforzar su fe, los pacientes acrecientan su optimismo, su “entusiasmo” a la hora de tomar las medicinas y su confianza en que el tratamiento vaya a resultar eficaz. De acuerdo al director de El Buen Samaritano, los factores que más socavan el cumplimiento del tratamiento son la falta de apoyo y el miedo a los prejuicios.

“Por culpa del temor al rechazo y la discriminación, se lo guardan para sí mismos y no lo comparten con su familia ni con los demás”, afirmaba.

En respuesta directa a este desafío, una rama de la fundación evolucionó específicamente para atender a las personas VIH-positivas que viven con sus familias y que cuentan con recursos limitados. Además de alimentos y medicinas, El Buen Samaritano proporciona sensibilización y formación a los miembros de la familia, fortaleciendo su capacidad para procurar apoyo emocional a sus seres queridos.

Así mismo, la fundación ha ido más allá de la asistencia y el tratamiento del VIH y fomenta la prevención mediante seminarios y medidas dirigidas a los niños, los jóvenes, incluidos aquellos que están en riesgo, y los adultos. El año pasado, llegaron a más de 4500 personas con sus programas de prevención. Su programa Joven, Infórmate promueve una “educación sexual con valores” en los institutos.

ONUSIDA lleva años colaborando con El Buen Samaritano, ayudando en las negociaciones para el suministro de los medicamentos antirretrovíricos del Ministerio de Salud y cooperando en la lucha por la visibilidad y la concienciación.

La labor del padre Domingo con las personas de Panamá que viven con el VIH y se encuentran desamparadas da cuenta del increíble potencial de las comunidades religiosas para tender puentes no solo en lo tocante al tratamiento y la asistencia, sino también en relación a la prevención y a la eliminación del estigma y la discriminación.

La contribución de la fundación a la comunidad, el país y la respuesta al sida es sumamente valiosa. Se calcula que en Panamá viven con el VIH 25 000 personas. El país ha logrado grandes avances en cuanto al tratamiento y la reducción de la mortalidad. Al término de 2017, tres cuartas partes (el 76%) de las personas diagnosticadas en Panamá estaban bajo tratamiento, y hubo menos de 1000 muertes asociadas al sida. Sin embargo, las aproximadamente 1600 nuevas infecciones de ese mismo año dejan patente la necesidad de iniciativas sólidas para la prevención. Según el padre Escobar, para afrontar este desafío todo el mundo tiene que arrimar el hombro.

“Es necesario que comprendamos e interioricemos que la tarea de la prevención es un reto transversal”, exponía el cura. “Tiene que estar presente en la familia, en las políticas públicas, en la infancia, entre los jóvenes y en la labor pastoral. Es problema de todos, y todos podemos aportar algo”.

Atravesar ríos y selvas para llegar a los pueblos indígenas de las zonas más remotas de Brasil

10 de enero de 2019

La trabajadora sanitaria indígena Jijuké Hukanaru Karajá trabaja como enfermera en el distrito sanitario indígena de Araguaia, que toma su nombre de uno de los principales ríos de Brasil, situado en la cuenca oriental del Amazonas. Lleva muchos años trabajando con los pueblos indígenas, yendo y viniendo de las ciudades a los pueblos brasileños para proporcionar servicios sanitarios fundamentales. La Sra. Karajá se siente muy orgullosa de formar parte del sistema sanitario indígena de Brasil, tal y como hiciera su padre.

“He trabajado en la ciudad y en mi pueblo indígena, con mi propia gente, y es sumamente gratificante poder ayudarles de esta forma”, afirma.

La Sra. Karajá cree que el hecho de ser indígena facilita la comunicación al minimizar el choque cultural. Aunque la prevalencia del VIH y la sífilis sigue siendo baja entre los pueblos indígenas de Brasil, teme que la creciente interacción con las ciudades cercanas cambie ese hecho.

Los servicios sanitarios indígenas, establecidos en 2010, atienden a todas y cada una de las comunidades indígenas, por remoto que sea su emplazamiento. Un equipo formado por 800 médicos, enfermeros, técnicos de atención sanitaria, psicólogos, asesores y personal sanitario indígena trabajan sin descanso y cubriendo enormes distancias. Realizan pruebas de detección del VIH, la sífilis y otras infecciones de transmisión sexual. De acuerdo a la Sra. Karajá, las comunidades indígenas los reciben con los brazos abiertos.

“Las pruebas siempre se realizan después de una serie de charlas y talleres sobre la prevención del VIH y otras infecciones de transmisión sexual que se llevan a cabo en los pueblos, por lo que todo el proceso fluye con naturalidad”, explica. Si el resultado a la prueba del VIH de alguien es positivo, puede contar con asesoramiento inmediato. Cabe destacar que, en el contexto de este sistema único, los esfuerzos de la respuesta al VIH también incorporan las creencias culturales.

Hace una década, un innovador proyecto iniciado por Adele Benzaken que, por aquel entonces, era investigadora en Fundação Alfredo da Matta de Manaos, recibió financiación de la Fundación Bill y Melinda Gates para realizar pruebas a más de 46 000 indígenas en sus propias comunidades. Las actividades se centraron principalmente en los estados de Amazonas y Roraima, dos zonas selváticas y remotas donde viven más de la mitad de los pueblos indígenas de Brasil. Las prioridades incluían poner fin a la violencia de género y evitar que los niños nacieran con sífilis congénita y VIH.

“Antes del proyecto, esta población indígena apenas tenía acceso a cualquier clase de diagnóstico, tratamiento o prevención”, rememora la Sra. Benzaken, quien hoy en día dirige el Departamento Nacional de ITS, Sida y Hepatitis Vírica del Ministerio de Salud de Brasil. “Eran vulnerables y no tenían acceso a los programas”.

En 2012, las pruebas rápidas se establecieron como política pública tanto para la población general como para la población indígena de Brasil. En cinco años, la distribución de pruebas rápidas del VIH a los 34 distritos sanitarios indígenas en funcionamiento prácticamente se triplicó hasta alcanzar las 152 000 en 2017 y, ese mismo año, la distribución de pruebas rápidas de la sífilis ascendió a más del doble, por encima de 65 000.

Los trabajadores sanitarios viajan en barco, por carretera y a pie por territorios inmensos para concienciar y hablar sobre los métodos de prevención, como los preservativos.

En Brasil viven cerca de 900 000 indígenas, y sus territorios representan más del 12% del país. En total, el país cuenta con 305 grupos étnicos que hablan 274 idiomas diferentes. De ellos, el más numeroso es el de los ticuna.

Vinicios Ancelmo Lizardo (o Pureenco, en su nombre indígena original de Avaí) trabaja como sanitario sobre todo en el estado de Amazonas. “Para ayudar a mi pueblo tengo que hacerles comprender la verdadera importancia que la salud tiene para ellos”, menciona. Antes de explicar en su propio idioma la prevención del VIH a un grupo de ticunas, les habla sobre el amor, el sexo y la libertad y, mientras les enseña cómo se debe utilizar un preservativo masculino (con la ayuda de un consolador auténtico), les hace reír.

El Sr. Lizardo admite que sortear las barreras culturales y tender puentes entre la ciencia y la tradición representa todo un desafío. Sin embargo, sabe muy bien que el aislamiento de la mayoría de las comunidades indígenas no puede continuar, y es por ello que hay que evitar que queden excluidas.

Formar a los instructores en cuanto al VIH y la protección social

29 de noviembre de 2018

Para ayudar más a los países de América Latina y el Caribe a vincular sus programas de protección social y contra el VIH con Acción acelerada, ONUSIDA y sus asociados están formando a altos representantes gubernamentales y representantes de la sociedad civil de 14 países de la zona (incluyendo a las personas que viven con el VIH), en lo que se refiere a la herramienta de evaluación del VIH y la protección social.

La formación capacitará a los instructores, que a su vez capacitarán a las partes interesadas de los países para que realicen evaluaciones sobre el VIH y la protección social. Esas evaluaciones del VIH y la protección social generarán información que ayudará a los países a mejorar su capacidad para vincular la respuesta al sida con los programas de protección social y otros para paliar la pobreza y la exclusión.

En la zona de América Latina y el Caribe, el VIH sigue afectando gravemente a las poblaciones clave, incluidas las personas transgénero, los hombres homosexuales y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres. La epidemia en la zona se ve exacerbada por el estigma y la discriminación, el desempleo, la violencia de género, el acceso limitado a educación, servicios sanitarios y sociales de calidad, la inseguridad alimentaria y la pobreza. La protección social sensible al VIH ayuda a abordar el estigma y la discriminación y a satisfacer las múltiples necesidades de las personas que viven con el VIH y que están afectadas por el virus, a fin de mejorar el acceso a los servicios de salud y de lucha contra el VIH.

Los 14 países de la zona de América Latina y el Caribe que fueron analizados en una evaluación rápida de 2018 acerca de la situación de la protección social sensible al VIH encargada por ONUSIDA tienen un plan de protección social que incluye a las personas vulnerables. Sin embargo, sólo Argentina, Brasil, Guatemala y Perú incluyen explícitamente a las poblaciones clave. 

La formación de instructores tendrá lugar en Panamá del 28 al 30 de noviembre.

Citas

"Debemos fortalecer el funcionamiento de los programas de protección social para que lleguen mejor a todos, incluidas las poblaciones clave".

César Antonio Núñez Director del Equipo de Apoyo Regional de ONUSIDA para América Latina y el Caribe

"Debemos desarrollar la capacidad de la sociedad civil y de los individuos para reclamar su derecho a la protección social y responsabilizar a los encargados de prestar de servicios de calidad".

Jaime Luna Grupo Génesis Panamá +

"Para mantener la integridad de la protección social como una responsabilidad del Estado hacia todas las personas, debemos basar las prestaciones de protección social en los estatutos y leyes nacionales".

Ana Monica de Mello Consultora Técnica del VIH y la Hepatitis Viral, Programa Nacional de sida, Brasil

La labor de ONUSIDA en materia de...

PROTECCION SOCIAL

Guidance for policy-makers, and people living with, at risk of or affected by HIV

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HIV and social protection assessment tool

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Las innovaciones de Ecuador para la prevención del VIH en sus ciudades

07 de noviembre de 2018

En la Ciudad Vieja de Quito, un grupo de hombres está jugando a una versión diferente del Jenga rodeado por unos majestuosos edificios centenarios. Cada bloque de madera que extraen cuidadosamente de una torre corresponde a una lección sobre salud sexual. Prestan absoluta atención mientras el educador demuestra cómo se usa el preservativo femenino. Una mesa más allá, los jóvenes se encuentran reunidos para ver una demostración de preservativos masculinos. Puede que la gente pase por los puestos para medir su presión arterial o hacerse un análisis de azúcar en sangre, pero se queda por la interesante educación sobre las relaciones sexuales seguras.

Este compromiso práctico es el resultado de la colaboración entre los directores de Salud e Inclusión Social de la Municipalidad de Quito y algunas organizaciones de la sociedad civil, incluida la Corporación Kimirina. Dos años después de convertirse en la primera ciudad andina que firmó la Declaración de París para poner fin a la epidemia del sida en las ciudades, Quito ha aumentado notablemente las pruebas del VIH y los programas de prevención. A 400 kilómetros de distancia, la ciudad de Guayaquil le sigue de cerca mientras amplia la prevención del VIH y las pruebas comunitarias.

Durante el último año se ha puesto mucho énfasis en las pruebas comunitarias, lo que ha aportado resultados tangibles. La proporción de nuevas personas diagnosticadas que han sido remitidas a servicios sanitarios ha aumentado un cuarto en Quito y un tercio en Guayaquil.

“No hablas solo de la epidemia; también utilizas enfoques prácticos”, dijo el director ejecutivo de ONUSIDA, Michel Sidibé, durante una visita a Ecuador el 30 de octubre. “Hay personas que ya están recibiendo educación y que disfrutan del acceso a servicios y a pruebas. Cualquier cosa que hagamos con el apoyo de la comunidad es sostenible”.

La importancia de la implicación de la comunidad es una característica clave del nuevo plan estratégico nacional por el VIH de Ecuador. Durante el lanzamiento simbólico del plan, el 30 de octubre, la ministra de Salud Pública de Ecuador, Verónica Espinosa, destacó que las misiones para acabar con el SIDA y construir una sociedad mejor son una sola.

“Estamos trabajando para garantizar una vida sin prejuicios y el derecho a la sanidad para todos sin discriminación”, dijo Espinosa.

Y el enfoque de los servicios para el VIH basado en los derechos humanos no termina con los ciudadanos de Ecuador. Ecuador ha mostrado un gran liderazgo en lo que respecta a la inmigración, incluyendo atención sanitaria garantizada para los refugiados y migrantes que viven con el VIH.

“Habéis abierto vuestros brazos y corazones a personas que vienen de otros lugares”, expresó Sidibé. “Al dar acceso a tratamiento a personas que podrían ser discriminadas están dejando el listón muy alto, no solo con ustedes mismos, sino con el resto del mundo”.

Lanzamiento de una red de cooperación de la sociedad civil para las Américas y el Caribe

02 de noviembre de 2018

El 30 de octubre se inauguró en Quito (Ecuador) una nueva red regional de cooperación de la sociedad civil para las Américas y el Caribe con el fin de apoyar a las organizaciones no gubernamentales que trabajan para erradicar el SIDA. Esta iniciativa que fue lanzada por Coalition PLUS, apoyará la coordinación y el desarrollo de capacidad entre las organizaciones comunitarias que participan en las respuestas al sida de América del Norte, Central y del Sur y del Caribe.

"Aunque tenemos servicios para el VIH disponibles, las personas no tienen acceso porque se les criminaliza y estigmatiza. El movimiento comunitario nos está ayudando a poner fin a la conspiración del silencio sobre la discriminación. Necesitamos que la sociedad civil muestre mayores esfuerzos para conseguir políticas progresistas que despejen el camino para acabar con el sida", afirmó Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA.

Desde 2014, Coalition PLUS, una alianza internacional de más de 100 organizaciones no gubernamentales que contribuyen a la respuesta al SIDA, ha estado construyendo y fortaleciendo mecanismos para la colaboración regional. Esas redes ya existen en África occidental y central, Oriente Medio y África septentrional, el Océano Índico y Europa.

El presidente de Coalition PLUS, Hakima Himmich, dijo que la red aumentará el acceso de las organizaciones a nuevos recursos y enfoques relevantes para sus contextos locales. Señaló que era especialmente importante fortalecer la capacidad de la sociedad civil para atender las necesidades de los más vulnerables.

“Tenemos retos enormes en relación con el estigma y la discriminación contra poblaciones enteras. Para conseguir controlar la epidemia, también debemos ocuparnos de los derechos humanos”, afirmó Himmich.

Los datos de ONUSIDA muestran que en 2017 los grupos de población clave y sus parejas sexuales supusieron las tres cuartas partes de las nuevas infecciones por el VIH y dos tercios de las nuevas infecciones en el Caribe. Los hombres homosexuales y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, junto a las mujeres transgénero, se ven afectados de forma desproporcionada. Algunos países informan de tasas de VIH en estos colectivos que superan el 15%.

Las actividades de la red en la región serán coordinadas por la Corporación Kimirina, una organización ecuatoriana centrada en la combinación de prevención y defensa centrada en las personas. Amira Herdoiza, la directora de la Corporación Kimirina, explicó que la plataforma hará especial énfasis en la investigación coordinada, el desarrollo de habilidades y el activismo, particularmente en torno a temas que afectan a los jóvenes y a las poblaciones clave. 

“Necesitamos más investigaciones entre países para mostrar los matices de nuestras epidemias”, explicó Herdoiza. “A través de esta red se reforzarán las capacidades de nuestra organización para compartir y analizar información. También nos centraremos en compartir experiencias y planificar programas conjuntos.”

Actualmente, hay otros tres miembros de la red regional: la Coalición de Organizaciones Comunitarias de Quebec contra el SIDA en Canadá; AIDES en el Caribe francés; y el Instituto para el Desarrollo Humano del Estado Plurinacional de Bolivia. Otras organizaciones regionales están invitadas a formar parte de la iniciativa.

La lucha de REDLACTRANS por los derechos de las personas transgénero

01 de octubre de 2018

Hoy en día siguen existiendo niveles alarmantes de violencia contra las personas transgénero, cuyos derechos continúan careciendo de reconocimiento. Durante una visita a la sede central de ONUSIDA en Ginebra, Suiza, el 18 de septiembre, Marcela Romero y Venus Tejada, representantes de la Red Latinoamericana y del Caribe de personas Travestis, Transexuales y Transgéner@s (REDLACTRANS), compartieron el alarmante/sorprendente dato de que las mujeres transgénero de la zona tienen una esperanza de vida de tan solo 35 años.

Durante la visita, la Sra. Romero y la Sra. Tejada se reunieron con el director ejecutivo de ONUSIDA, Michel Sidibé, y hablaron sobre el trabajo realizado por REDLACTRANS en 13 países. REDLACTRANS recibió una donación por parte del Fondo Mundial de la lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria que ayudó a crear un centro que recoge testimonios y hace un seguimiento de casos en los que se han cometido violaciones de los derechos humanos contra las mujeres transgénero en América Latina y el Caribe.

"El estigma, la discriminación y la violencia contra las minorías sexuales y de género les impiden acceder a los servicios sanitarios ", dijo el Sr. Sidibé. "Toda persona tiene derecho a la sanidad, independientemente de su género u orientación sexual. Para eso, necesitamos cero discriminación para todos, en cualquier lugar".

La Sra. Romero y la Sra. Tejada también presentaron al Sr. Sidibé una copia del informe de REDLACTRANS, titulado Waiting to die (Esperando la muerte), que recopila casos de violaciones de derechos humanos contra personas transgénero y ofrece recomendaciones a los responsables políticos.

“El estigma y la discriminación representan un obstáculo al acceso a los servicios sanitarios. Hay mujeres transgénero que están muriendo debido a la falta de tratamiento. Sin una atención sanitaria integral no hay igualdad de derechos ni una democracia real”, dijo la Sra. Romero.

Desde su creación en el 2006, REDLACTRANS ha fomentado el desarrollo de las leyes de identidad de género. En lugares como Argentina, el Estado Plurinacional de Bolivia, tres distritos federales de México y Uruguay, donde han sido promulgadas las leyes de identidad de género, los derechos de las personas transgénero se aplican cada vez más y, por lo tanto, disponen de servicios de atención sanitaria. Este tipo de leyes han provocado cambios positivos en los servicios prestados a las personas transgénero y han derivado en una disminución del estigma y la discriminación en las instalaciones de atención sanitaria. “Sin identificación, uno no puede viajar, matricularse en el colegio ni acceder a muchos servicios que son necesarios para vivir en sociedad”, dijo la Sra. Tejada.

La Sra. Romero y la Sra. Tejada pidieron a ONUSIDA que abordase temas como la migración forzosa, las desigualdades y la pobreza, cuestiones que afectan a la calidad de vida de las mujeres transgénero.

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