SEN

Las destrezas y el saber locales ayudan a las organizaciones senegalesas lideradas por la comunidad

18 de junio de 2020

Mascarillas faciales, desinfectantes y jabón. Paquetes de alimentos y dinero para pagar el alquiler. Información para saber cómo protegerte y proteger a tus seres queridos del virus. Y un largo etcétera.

Cuesta cubrir todas las necesidades que están surgiendo durante la pandemia de COVID-19. Sin embargo, las comunidades se están organizando y están siendo capaces de prestar servicios y proporcionar los bienes más básicos a las personas más faltas de recursos. Las comunidades que ya tuvieron que responder a otras epidemias están volcando las lecciones aprendidas antaño en la lucha para vencer a la COVID-19. 

«Las organizaciones lideradas por, y dirigidas a, las personas que viven con el VIH y los grupos de población clave están dirigiendo la puesta en marcha de todos aquellos programas que con urgencia se precisan para plantarle cara a la COVID-19 y proteger la salud y el bienestar de las comunidades», explicó Demba Kone, director nacional de ONUSIDA para Senegal.

Al igual que en muchos otros países de todo el mundo, en Senegal hay escasez de mascarillas y otros equipos de protección individual. Por ello, la organización no gubernamental Enda Santé dio con una solución rápida y eficiente: recurrir a los muchos sastres y costureras locales, quienes están totalmente preparados y tienen acceso al suministro de tejidos. Los profesionales de la costura respondieron a la llamada de «ven a trabajar con nosotros» y fabricaron miles de mascarillas de gran calidad en un tiempo récord y a muy bajo coste. Además, esta producción local significó que el dinero permaneció en la economía local, la cual se había visto extremadamente afectada por la pandemia.

Enda Santé también ha comenzado a negociar con los donantes que financian los programas para el VIH. Los fondos que se habían destinado a actividades relacionadas con el VIH que no se pudieron llevar a cabo debido a la situación se han reasignado para apoyar otras actividades referentes a la COVID-19 en las comunidades más afectadas.

El situar los recursos adecuados en el lugar adecuado resulta crucial para responder a los brotes, los cuales están viajando a gran velocidad de una comunidad a otra.  Por ese motivo, Enda Santé se propuso trabajar para identificar a aquellas comunidades más vulnerables y con mayores necesidades.

A partir de las estadísticas proporcionadas por el Gobierno y de su propio saber en cuanto a la demografía, la disponibilidad y la accesibilidad de los servicios sanitarios, Enda Santé se fijó en el nivel de pobreza de las comunidades, y trató de dar con aquellos barrios más superpoblados donde la gente tenía más dificultad para acceder a la atención sanitaria. Una cosa estaba clara: quienes más vulnerables eran al VIH, más vulnerables eran ahora también a la COVID-19.

Enda Santré concentró sus esfuerzos en esas comunidades, en las que repartió materiales de protección, movilizó a los líderes jóvenes y a las mujeres, y los formó para que fueran puerta a puerta explicando a la gente cómo protegerse, cómo identificar los casos y cómo trasladar al enfermo al centro de tratamiento.

Era evidente que las personas afectadas por el VIH con las que Enda Santé más se volcó (personas que viven con el VIH, trabajadores sexuales, personas que se inyectan drogas, y mujeres jóvenes y chicas adolescentes) habían perdido sus ingresos como consecuencia del confinamiento y estaban enfrentándose al triple impacto que en sus vidas habían tenido el VIH, la COVID-19 y la pobreza. En respuesta a sus necesidades, Enda Santé organizó el reparto de alimentos y las transferencias de dinero.

Daouda Diouf, director ejecutivo de Enda Santé, se detiene a reflexionar sobre el proceso: «Ya habíamos aprendido a realizar todo este trabajo en el contexto del VIH, por lo que decidimos extraer las lecciones aprendidas a lo largo de los 25 años de respuesta al sida y llevarlas a la lucha contra la COVID-19. Actuar rápido, lograr el compromiso de los miembros de la comunidad, ponerlos en el centro del trabajo, fomentar la atención puerta a puerta, adelantarse al riesgo de transmisión, suministrar paquetes de prevención, etc. Conseguimos actuar de inmediato».

Nuestra acción

COVID-19 y VIH

Invertir en las comunidades para lograr un cambio en África occidental y central

09 de octubre de 2019

África occidental y central, hogar de 5 millones de personas que viven con el VIH, no está en el buen camino para poner fin al sida en 2030. Cada día más de 760 personas se infectan por el VIH en la región y solo 2,6 millones de personas que viven con el VIH de los 5 millones que hay están en tratamiento.

La insuficiente voluntad política, los precarios sistemas sanitarios y el frágil apoyo que reciben las organizaciones de la comunidad, así como barreras tales como la criminalización relacionada con el VIH, son los obstáculos más significativos que nos encontramos para el progreso. Con el plan de aceleración regional lo que se persigue es ayudar a la región a alcanzar el objetivo de triplicar el número de personas que reciban una terapia antirretrovírica para 2020 y lograr el control de la epidemia. Si bien se está progresando, lo cierto es que no se está haciendo al ritmo necesario. Los niños suponen una principal preocupación, pues solo el 28 % de los menores de 15 años que viven con el VIH en la región tienen acceso al tratamiento antirretrovírico.

«Necesitamos políticas y programas que se centren en las personas y no en las enfermedades, para asegurarnos de que las comunidades estén plenamente comprometidas desde el principio en el diseño, la planificación y la puesta en marcha de estrategias en materia de salud», señaló Gunilla Carlsson, Directora Ejecutiva en funciones de ONUSIDA en la sexta conferencia de reposición del Fondo mundial de lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria que se celebró en Lyon, Francia, los días 9 y 10 de octubre.

Tenemos muchos ejemplos de cómo, al invertir en las comunidades, podemos cambiar la situación. «La respuesta es más rápida y más eficiente cuando es llevada a cabo por los más interesados», confesó Jeanne Gapiya, quien lleva años viviendo con el VIH y preside ANSS, la asociación nacional y no gubernamental de Burundi que brinda apoyo a seropositivos y pacientes con sida en el país.

La prevención y las pruebas del VIH dirigidas por la comunidad son muy efectivas, particularmente en el caso de los grupos marginados. «A la mayoría de las personas a las que las comunidades realizaron las pruebas no se había podido llegar antes, lo que demuestra plenamente cómo las organizaciones de la comunidad son únicas y esenciales», insistió Aliou Sylla, director de Coalition Plus Afrique.

El reducir el número de las nuevas infecciones por el VIH entre niños y el garantizar que las mujeres tengan acceso a los servicios que precisen sigue siendo uno de los mayores desafíos de la región. Las redes de madres que viven con el VIH y se apoyan unas a otras para estar sanas y ayudar a que sus hijos nazcan libres del virus han resultado ser una fórmula efectiva para mejorar tanto la salud de las madres como la de sus hijos.

«Nuestro enfoque basado en la comunidad funciona, está funcionando. En los sitios en los que estamos trabajando hemos logrado el objetivo de cero nuevas infecciones entre niños y todos los niños que acuden a nosotros están en tratamiento», explicó Rejae Zio, de Sidaction.

La financiación continúa siendo un problema y, aunque los recursos totales para la respuesta al sida han aumentado y el VIH sigue siendo la mayor área prioritaria para la asistencia al desarrollo para la salud, las inversiones nacionales representan solo un 38 % de los recursos totales disponibles para el VIH en África occidental y central, mientras que en el resto del mundo el porcentaje es de un 57 %. Para lograr la acción acelerada en la respuesta nacional, se necesitan mayores inversiones nacionales reforzadas por un apoyo más fuerte por parte de donantes internacionales. Bintou Dembele, directora ejecutiva de ARCAD-Sida, en Mali, expresó: «Contamos con la experiencia de la comunidad, pero carecemos de los fondos para satisfacer la necesidad existente».

Los enfoques basados en la comunidad reciben cada vez un mayor apoyo en la región. Conscientes de la importancia del trabajo llevado a cabo por la comunidad, Expertise France y el Instituto de la sociedad civil para la salud y el VIH en África occidental y central anunciaron una nueva forma de colaboración y trabajo conjunto el pasado 9 de octubre. «El instituto reúne a 81 organizaciones de 19 países que quieren asegurar mejor la influencia política mundial y nacionalmente, e impulsar la pericia de la sociedad civil en lo concerniente a la ejecución de los programas. Esta nueva colaboración supone un reconocimiento a nuestra importantísima contribución», destacó Daouda Diouf, director de Enda Santé y presidente del comité directivo del instituto. «La situación en África occidental y central continúa siendo una prioridad. Está claro que los enfoques basados en la comunidad son ágiles y adecuados para responder a las pandemias», corroboró Jeremie Pellet, de Expertise France.

El cambio a un enfoque basado en las personas ha estado en la base de las reformas en la región. Una solución general creciente para acelerar la respuesta y fortalecer los enfoques dirigidos por la comunidad que han resultado funcionar que transmite esperanza para el futuro de la epidemia del VIH en África occidental y central.

Más información

WCA Catch-up plan

ONUSIDA y Luxemburgo aúnan esfuerzos en África occidental y central

09 de octubre de 2019

África occidental y central continúa a la zaga respecto del resto del continente africano en lo referente a la prevención y el tratamiento para el VIH. En estas regiones millones de personas se encuentran en situación de vulnerabilidad frente a la infección por el VIH y hay 2,4 millones de personas que viven con el VIH sin tratamiento alguno. Tras las llamadas a la acción realizadas en la Reunión de alto nivel para poner fin al sida de 2016 y en la cumbre de la Unión Africana de julio de 2016, ONUSIDA y sus socios lanzaron un plan para acelerar los esfuerzos con el objeto de detener las nuevas infecciones por el VIH y de garantizar que todo el mundo de la región tuviera acceso a un tratamiento que le salvara la vida.

Si bien los recursos disponibles en África occidental y central para responder al VIH aumentaron alrededor de un 65 % entre 2006 y 2016 (se alcanzaron aproximadamente los 2,1 mil millones de dólares estadounidenses), la mayoría de los países a día de hoy continúan dependiendo casi del todo de los donantes. Sin embargo, la financiación internacional sigue cayendo y los niveles de inversión actuales están muy por debajo de lo que en realidad se necesita para lograr un cambio sostenible.

Luxemburgo es un país que continúa comprometido con su inversión en África occidental y central. Marc Angel, presidente del comité de asuntos exteriores y desarrollo en el Parlamento de Luxemburgo, y defensor acérrimo de los objetivos 90-90-90 de ONUSIDA, se unió al Programa en una visita reciente a Senegal para comprobar en persona cómo, con la contribución de Luxemburgo a ONUSIDA para acelerar la respuesta al sida en África occidental y central, la situación estaba cambiando.

Respaldados económicamente por Luxemburgo, ONUSIDA y los demás socios han abierto en África occidental y central un innovador instituto de la sociedad civil para el sida y la salud. El instituto funciona como un mecanismo de coordinación para las alrededor de 80 organizaciones no gubernamentales que trabajan velando por los intereses de las personas afectadas por el VIH en 20 países a lo largo y ancho de toda el África occidental y central.

Uno de esos grupos es CEPIAD, el primer centro para la reducción del daño destinado a las personas que se inyectan drogas en África occidental. El personal médico y los asistentes sociales son pioneros en la región, al tratar a las personas consumidoras de drogas desde el punto de vista de la salud pública, sin emitir juicios sobre ellas. En Mbour, en el centro de tratamiento para los grupos de población clave, el Sr. Angel escuchó lo que le contaron antiguos usuarios de drogas, quienes no dudaron en compartir sus historias personales sobre cómo el centro los había ayudado a reinsertarse en sus familias y en la sociedad.

«Solo al incluir a los grupos de población clave, se podrán hacer realidad los objetivos de 90-90-90», señaló el Sr. Angel. «Los actores de la sociedad pública y civil de Senegal han de seguir trabajando codo con codo para lograr este objetivo». Para la cooperación al desarrollo de Luxemburgo, la clave está en la dimensión que tengan los derechos humanos tanto en la lucha contra el sida como en la salud mundial. Junto con ONUSIDA, nosotros también hemos de asegurarnos de que las voces de las comunidades se escuchen. Para ello hemos de trabajar por todo el país, sobre todo con las poblaciones más vulnerables, incluidos los niños.

El Sr. Angel también visitó la clínica destinada a los tratamientos pediátricos del Albert Royer Hospital, donde disfrutó de un rato con jóvenes que viven con el VIH, quienes compartieron con él sus experiencias relacionadas con el tratamiento del VIH, gracias al cual llevaban una vida normal. Se dio cuenta del progreso alcanzado al haber detenido las nuevas infecciones por el VIH entre los niños senegaleses y también del importante trabajo en materia de salud sexual y reproductiva y el VIH, mediante la cual se había conseguido evitar las nuevas infecciones por el VIH entre adolescentes.

Durante las reuniones con el ministro de salud y acción social de Senegal, Abdoulaye Diouf Sarr, y con el secretario general del Comité nacional de sida de Senegal, Safiatou Thiam, el Sr. Angel ensalzó a Senegal por lograr reducir de ese modo la prevalencia nacional del VIH.

A pesar de ello, también puso de manifiesto áreas que son objeto de preocupación, como la elevada prevalencia del VIH entre los grupos de población clave. Insistió en que dar acceso al tratamiento a los grupos de población clave es decisivo si queremos acabar con el sida para 2030. También alzó la voz para pedir más recursos nacionales, con el objeto de responder al VIH en Senegal de manera efectiva y sostenible.

ONUSIDA, UNICEF y la OMS instan a los países de África occidental y central a acelerar la respuesta al VIH para los niños y adolescentes

16 de enero de 2019

 

DAKAR/GINEBRA, 16 de enero de 2019          En la reunión de alto nivel celebrada en Dakar (Senegal), ONUSIDA, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) solicitaron a los países de África occidental y central que tomen más medidas para detener las nuevas infecciones por el VIH entre los niños y adolescentes y que aumenten la cobertura de las pruebas y el tratamiento del mismo.

En 2017, alrededor de 67 000 niños (de 0 a 9 años) y 69 000 adolescentes (de 10 a 19 años) contrajeron el VIH. Dos tercios (46 000) de esas nuevas infecciones se produjeron entre niñas. Pese a que en algunos países se han observado avances en la prevención de nuevas infecciones (once países registraron una reducción de más del 35% entre 2010 y 2017[1]), en otros, entre los que se cuenta Nigeria, el país de la región donde la epidemia es más grave, no hubo descenso alguno.

“Los países de África occidental y central tienen ante sí una verdadera oportunidad de cambiar las cosas para los niños y jóvenes”, afirmaba Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA. “Para salvar los obstáculos y salvar vidas, es necesario abordar urgentemente los problemas subyacentes, como la falta de inversiones nacionales, la fragilidad de los sistemas sanitarios, las tasas impuestas a los usuarios, la desigualdad de género y el estigma y discriminación generalizados”.

En 2017, cerca de 800 000 niños y adolescentes entre los 0 y los 19 años de África occidental y central vivían con el VIH, lo que representa la segunda cifra más alta del mundo después de África oriental y meridional.

“La mayoría de los niños que viven con el VIH en esta región no recibe asistencia ni tratamiento porque no saben que lo tienen, ya que no se les han realizado pruebas”, exponía Marie-Pierre Poirier, directora regional de UNICEF para África occidental y central. “Si adoptamos un enfoque para las pruebas y el tratamiento del VIH que se centre en las familias e introducimos tecnologías innovadoras en los puntos de asistencia que reduzcan la distancia entre los centros de atención sanitaria primaria y las comunidades donde viven los niños, podemos revertir esta tendencia”.

Menos de la mitad de todas las mujeres embarazadas que viven con el VIH en la región (el 47%) tuvo acceso a los medicamentos antirretrovíricos para evitar la transmisión del virus a sus hijos y tan solo al 21% de los bebés que habían estado expuestos se les realizaron pruebas para su detección durante los dos primeros meses de vida.

“No podemos seguir dejando que el futuro de África se vea amenazado por el sida”, afirmaba Matshidiso Moeti, directora regional de la OMS para África. “Para abordar eficazmente el VIH en niños y adolescentes hacen falta servicios sanitarios sólidos y de calidad. Comprometiéndose a facilitar cobertura sanitaria universal, los países pueden acelerar los progresos hacia una generación libre de sida en África occidental y central”.

Si bien es cierto que en África occidental y central se han producido avances en la cobertura del tratamiento antirretrovírico para los niños, que se incrementó del 18% en 2014 al 26% en 2017, la región sigue teniendo la cobertura más baja del mundo. En 2017, en torno a 52 000 niños y adolescentes de 0 a 19 años murieron por enfermedades relacionadas con el sida. De ellos, 34 000 lo hicieron antes de cumplir cinco años.

En la Declaración Política sobre el VIH y el Sida de la Asamblea General de las Naciones Unidas de 2016, los países de África occidental y central se comprometieron a trabajar para que en 2020 el número de nuevas infecciones por el VIH entre niños y adolescentes menores de 15 años se reduzca a 6000 y para garantizar el acceso al tratamiento para esos 340 000 niños y adolescentes menores de 15 años.

Sin embargo, las promesas de acelerar la respuesta al VIH no se han acompañado de un incremento en la movilización de recursos. Los recursos íntegros necesarios para una respuesta eficaz en África occidental y central eran un 81% superiores a los fondos de que se dispusieron en 2017.

Para que los compromisos se traduzcan en hechos, es necesario que los líderes políticos y comunitarios se impliquen, que las inversiones se incrementen drásticamente, que se aumenten las tecnologías innovadoras (como los puntos de asistencia para el diagnóstico temprano en bebés), que haya estrategias diferenciadas para la prestación de servicios (incluyendo pruebas familiares y prescripciones de medicamentos antirretrovíricos de mayor duración) y que se apliquen enfoques de traspaso de tareas en los servicios de asistencia y tratamiento del VIH para los niños de la región.

Como parte de las iniciativas conjuntas para impulsar los avances en la región, ONUSIDA, UNICEF y la OMS convocaron la Reunión de Alto Nivel sobre la Eliminación de la Transmisión Maternoinfantil del VIH y la Cobertura Sanitaria Universal de las Pruebas y el Tratamiento del VIH Pediátrico en África Occidental y Central, con el fin de identificar los desafíos, compartir buenas prácticas y enfoques innovadores para enfrentarse a los atolladeros persistentes, acordar las medidas correctivas a emprender y garantizar que los países y colaboradores se comprometan a actuar.

La reunión, organizada por el Gobierno de Senegal, tendrá lugar del 16 al 18 de enero de 2019 y reunirá a ministros de Salud, expertos, representantes de la sociedad civil y colaboradores de toda la región, así como representantes de alto nivel de las organizaciones de las Naciones Unidas, la Unión Africana, la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental y la Comunidad Económica de los Estados de África Central.

Se espera que en dicha reunión los países y los socios renueven su compromiso a lo que se recogió en el Llamamiento a la Acción de Dakar de 2015 para Acelerar la Eliminación de las Nuevas Infecciones por VIH en los Niños y el Acceso al Tratamiento para los Niños y Adolescentes que Viven con el VIH para 2020.

[1] Benín, Burkina Faso, Burundi, Camerún, Cabo Verde, Costa de Marfil, la República Democrática del Congo, Liberia, Senegal, Sierra Leona y Togo

UNICEF

UNICEF trabaja en algunos de los lugares más rigurosos del mundo para llegar a los niños más desfavorecidos. UNICEF lucha en todas partes, en más de 190 países y territorios, por todos los niños, para construir un mundo mejor para todos.  Para obtener más información sobre UNICEF y sus labores para los niños de África occidental y central, visite https://www.unicef.org/wca/ y siga a UNICEF África Occidental y Central en Twitter y Facebook.

OMS | Región de África

La Oficina Regional de la OMS para África es una de las seis oficinas regionales con que la OMS cuenta en todo el mundo. Trabaja para la OMS Región de África, que comprende a 47 Estados miembros y la Oficina Regional de Brazzaville (República del Congo). Como principal autoridad sanitaria dentro del sistema de las Naciones Unidas, lucha junto con los Estados miembros de la región de África y los colaboradores para el desarrollo por mejorar la salud y bienestar de las personas.

ONUSIDA

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

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África Occidental lanza un nuevo modelo legislativo en materia de drogas

12 de septiembre de 2018

Las leyes injustas pueden obstaculizar el acceso a los servicios de prevención o tratamiento del VIH, y lo que las personas que consumen drogas necesitan es ayuda y asistencia, no castigo: estas son las dos premisas sobre las que se ha construido el nuevo modelo legislativo en materia de drogas para África Occidental. El objetivo del modelo, que se lanzó el 11 de septiembre en Dakar (Senegal), es el de servir como orientación para que los responsables de las políticas de la región formulen leyes más adecuadas.

La tesis de que las leyes en materia de drogas actuales son ineficaces y muy costosas cada vez goza de mayor aceptación. El modelo legislativo muestra a los países cómo pueden modificar sus leyes para proteger la salud y bienestar de las personas permitiendo a un mismo tiempo que las fuerzas del orden se concentren en los delitos más graves relacionados con drogas.

“El riesgo de contraer VIH es 23 veces más alto entre las personas que se inyectan drogas y, además, tienen que enfrentarse a violaciones de los derechos humanos, entornos jurídicos punitivos y la exclusión de los programas sanitarios y de lucha contra el VIH”, apuntaba Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA. “Es fundamental que los países adopten un enfoque basado en los derechos humanos y la evidencia científica que incluya servicios esenciales de reducción del daño para proteger la salud y el bienestar de las personas que se inyectan drogas y sus comunidades”.

El modelo legislativo en materia de drogas, redactado por la Comisión de África Occidental sobre las Drogas, un grupo de expertos de la región seleccionados por Kofi Annan, señala la necesidad de eliminar las barreras que impiden a las personas que consumen drogas acceder a los servicios sanitarios. Las personas que se inyectan drogas son uno de los grupos con un mayor riesgo de exposición al VIH, pero continúan estando marginados y, a menudo, fuera del alcance de los servicios sociales y sanitarios.

El modelo legislativo en materia de drogas sugiere eliminar las sanciones penales para las personas que consumen drogas y facilitar la disponibilidad de las medidas de reducción del daño. La eficacia de la reducción del daño está demostrada: cuando hay servicios de reducción del daño disponibles, el índice de nuevas infecciones por el VIH disminuye drásticamente. El modelo establece alternativas a las medidas punitivas y condenatorias para el consumo de drogas y la posesión para consumo personal.

“Nuestras leyes actuales en materia de drogas estigmatizan y penalizan a las personas que consumen drogas. Sin embargo, aislarlas de la sociedad o encerrar a un número cada vez mayor de ellas no resuelve el problema. Al contrario, agrava los problemas de salud y congestiona unos sistemas de justicia penal que ya están tremendamente saturados”, afirmaba Olusegun Obasanjo, expresidente de Nigeria y presidente de la Comisión de África Occidental sobre las Drogas.

El modelo legislativo en materia de drogas también pretende mejorar el acceso a medicamentos esenciales, como la morfina u otros opiáceos, para el tratamiento del dolor. Muchas personas de África Occidental no pueden utilizar los analgésicos que necesitan porque los médicos y otros profesionales sanitarios no los prescriben por temor a las consecuencias legales. Para contribuir a eliminar los obstáculos para acceder a dichos analgésicos, el modelo propone que se proteja de forma especial al personal sanitario.

La experiencia atesorada a lo largo de todo el mundo demuestra que es posible cambiar las leyes en materias de drogas para mejor. El nuevo modelo supone un paso adelante para lograr dichos cambios en África Occidental.

Fortalecer la educación para mejorar la salud y poner fin al SIDA

02 de febrero de 2018

Durante la reunión de la Alianza Mundial para la Educación celebrada el 2 de febrero bajo el auspicio de Senegal y Francia, Michel Sidibé, el director ejecutivo de ONUSIDA, trató la importancia de la educación y la salud. “La integración de la educación y la salud es fundamental para que logremos controlar con éxito la epidemia entre los jóvenes. Sin unos sistemas sanitarios y educativos eficientes, de calidad y sostenibles, estaremos fallándoles a los jóvenes”, afirmó el Sr. Sidibé.

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Marieme Faye  Sall, primera dama de Senegal, y Brigitte Macron, primera dama de Francia, inauguran un centro cardio-pediátrico que proporcionará tratamiento quirúrgico a niños afectados por enfermedades cardiológicas. El centro, financiado por la Cuomo Foundation de Mónaco, presta asistencia a mujeres y niños de Senegal.

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Es esencial evitar la transmisión maternoinfantil del VIH e implicar a la comunidad, según subrayaba el Sr. Sidibé durante su reunión con la Sra. Sall. La región occidental y central de África va a la zaga en lo que respecta al acceso al tratamiento y la prevención, razón por la cual ONUSIDA y sus colaboradores lanzaron un plan de emergencia para dicha región.

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El Sr. Sidibé también se reunió con Abdoulaye Diouf Sarr, ministro de Salud y Acción Social de Senegal, y destacó que, independientemente de la persona de que se trate o de lugar del que venga, todo el mundo tiene derecho a la salud, a la educación, a la igualdad de oportunidades y a prosperar.

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Michaëlle Jean, secretaria general de la Organización Internacional de la Francofonía, planteará el asunto de los medicamentos falsos en la próxima Asamblea mundial de la salud, que se celebrará en mayo. Fotografía: UNAIDS/B. Deméocq.

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Nikolai Astrup, ministro de Desarrollo Internacional de Noruega, y el Sr. Sidibé se reunieron durante los actos paralelos a la reunión.

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El Sr. Sidibé junto a Nicole Bintner, embajadora de Luxemburgo. Luxemburgo ha sido un participante activo y ha donado fondos para el plan de emergencia en África occidental y central.

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La buena salud permite que las muchachas prosperen, crezcan, piensen, exploren y puedan aportar a su comunidad. Saber cómo preservar su salud y tener acceso a servicios sanitarios de calidad les permite evitar la enfermedad, comer bien, tener control sobre su salud sexual, tener bebés sanos cuando lo decidan y cultivar su propio bienestar personal. La educación y la salud son dos de los elementos que más pueden transformar la vida de las muchachas.

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La sociedad civil dispone de soluciones que ONUSIDA y sus colaboradores tienen que aprovechar

21 de febrero de 2018

Los líderes de la sociedad civil de África central y occidental han trazado una hoja de ruta para asumir un papel más activo en la ampliación de los servicios de prevención y tratamiento del VIH en la región. Los ocho líderes reiteraron que sin su implicación y sin su ayuda, resultaría mucho más difícil llegar a las personas y alcanzar los objetivos de tratamiento.

“Queremos implicarnos más porque somos nosotros quienes estamos aquí y somos nosotros los afectados”, exponía Daouda Diouf, director de ENDA Dakar y ponente del encuentro de tres días entre la sociedad civil, ONUSIDA y sus colaboradores, que tuvo lugar del 19 al 21 de febrero en Ginebra (Suiza).

En 2016, la región occidental y central de África afrontó un número de muertes relacionadas con el sida desproporcionadamente mayor de lo que cabría suponer de acuerdo al porcentaje que supone su población con respecto a la población mundial. Aunque la prevalencia del VIH en la región sigue siendo baja, son pocas las personas que viven con el VIH allí que tienen acceso al tratamiento.

Los líderes señalaron la cantidad de dificultades a las que tienen que hacer frente. En numerosos países francófonos, la asistencia médica sigue estando demasiado centralizada y se lleva a cabo casi exclusivamente en las clínicas, lo que limita las posibilidades de intervenir de los educadores inter pares y de los trabajadores comunitarios. Apuntaron además que el estigma y la discriminación impiden a muchos acceder a ella. Las políticas nacionales de salud a menudo impiden que la sociedad civil preste servicios fundamentales, como las pruebas del VIH.

Por otro lado, los costes extra que tiene que pagar el paciente por los servicios sanitarios también hacen que mucha gente no busque ayuda, y la financiación y la voluntad política se han reducido en los últimos años, por lo que la cobertura ha empeorado.

Aliou Sylla, director de Coalition Internationale Sida-Plus, hizo hincapié en que la sociedad civil cuenta con muchas soluciones y con la experiencia de los programas piloto cuya eficacia ha quedado demostrada.

“Tenemos clínicas que no parecen clínicas, llevamos a cabo pruebas del VIH inter pares y ofrecemos asesoramiento, y es por todo ello que estamos en una posición mucho mejor para llegar a las personas en situación de vulnerabilidad”, sostenía. “Solo necesitamos que se confíe en nosotros”.

Su colega coincidía plenamente con su afirmación. Ibrahima Ba, coordinador de la organización no gubernamental Bokk Yakkar y líder de la red regional para las personas que viven con el VIH, añadió que la sociedad civil no solo puede llegar a la gente, sino que también puede hacer el seguimiento del progreso de los planes nacionales y regionales para el VIH. “Podéis contar con nosotros para supervisar los programas además de para implementarlos; de esta forma, los gobiernos no tendrán otra opción que responsabilizarse”.

La hoja de ruta incluye la próxima reunión regional en la que se reunirá a la sociedad civil de 12 países de África Central y Occidental para que aporten sus puntos de vista en relación a los planes nacionales para el VIH. ONUSIDA les estará apoyando para que logren una mayor influencia en sus países.

Al finalizar el encuentro, Luiz Loures, director ejecutivo adjunto, dijo “Los datos y las pruebas muestran que no estamos sacando el máximo partido de nuestros esfuerzos por dar una respuesta al sida en esta región”. Y, mirando a los líderes de la sociedad civil, concluyó, “La sociedad civil tiene que ser nuestro motor”.

El poder de la televisión como herramienta educativa y de entretenimiento en África occidental

07 de febrero de 2018

Un bebé abandonado en una clínica sanitaria, un novio violento, historias de citas por internet o medicamentos falsos. Todos estos son giros argumentales de C’est la vie (Así es la vida), una serie de televisión ambientada y producida en África. Esta sitcom, grabada en Senegal, tiene lugar en la ficticia Ratanga, una clínica sanitaria donde unas matronas interactúan con los pacientes y trabajan en varios casos. Las historias de sus vidas y de su trabajo entran en juego para que el argumento gane intriga, pero el objetivo principal es sensibilizar a través del entretenimiento.

La serie, la primera de África occidental, está inspirada en el mexicano Miguel Sabido, que fue pionero en usar telenovelas para fomentar la alfabetización y la planificación familiar, así como en Shuga, la serie de televisión educativa. Es una serie de MTV emitida en inglés, que ahora va por su sexta temporada, con tanto éxito que ha cambiado la ubicación de su rodaje de Kenya a Nigeria y Sudáfrica para contar nuevas historias.

La Red Africana de Educación en Salud (RAES por sus siglas en francés), una ONG respaldada por varias agencias de las Naciones Unidas y por el gobierno francés, fundó la productora Keewu para emitir el programa.

La motivación de Alexandre Rideau, miembro fundador de RAES y ahora productor en Keewu, a emitir C’est la vie era llegar a millones de personas a través de la televisión. "Las estadísticas hablan por sí mismas en África occidental", aseguró Rideau. "La gente joven no tiene ni idea de sexualidad, prevención del VIH y cosas simples como la menstruación." Además, añadió que estaba claro que, por la cantidad de preguntas recibidas, la gente tenía muchas dificultades a la hora de acceder a la información.

El programa destaca muchas de las realidades de la región, desde los altos niveles de mortalidad hasta la infección por el VIH. Cuatro de cada cinco niños que viven con el VIH en África occidental y central todavía no reciben un tratamiento antirretrovírico que pueda salvarles la vida, y las muertes relacionadas con el sida entre adolescentes de entre 15 a 19 años siguen aumentando en esta zona según Step up the pace, el informe de ONUSIDA y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia. 

En su segunda temporada, C’est la vie ganó popularidad. Tanto es así que la gente ya reconoce a los actores por la calle. Rideau contaba que en una ocasión en una cabina de peaje de Dakar no dejaban pasar a una actriz que interpretaba a un personaje antipático en la serie.

El programa llega a tener unos 100 millones de espectadores en su emisión en países de África occidental y central por A+ y TV5 Monde Afrique. Rideau explicaba que la serie no necesariamente cambia el comportamiento de la gente pero sí que consigue que se hable de problemas sanitarios. En Senegal y en Togo se organizan debates en las plazas públicas sobre los temas de la serie después de una emisión.

Rideau tiene intención de emitir el programa en otros seis países en 2018. Ahora mismo se está emitiendo un spinoff radiofónico en Níger.

VÍDEO PROMOCIONAL - C'est la vie! - Temporada 1 de producciones Keewu en Vimeo.

Arranca la plataforma regional para ampliar las pruebas y el tratamiento del VIH en África occidental y central

14 de diciembre de 2015

El pasado 7 de diciembre en Dakar, Senegal, ONUSIDA y sus asociados pusieron en marcha una plataforma regional con el objetivo de acelerar el acceso a las pruebas del VIH y a la terapia antiretrovírica en África occidental y central. La plataforma permite una mejora en los métodos de análisis y tratamiento, lo que exige un aumento del número de pruebas del VIH y el apoyo inmediato a las personas que dan positivo en la prueba para que tengan acceso al posterior tratamiento.

La plataforma regional es un mecanismo innovador –funciona a la vez como laboratorio de ideas y como fuerza operativa- que tiene como objetivo identificar y analizar puntos de congestión y proponer rápidamente acciones correctivas que aumenten el acceso a las pruebas y al tratamiento del VIH, así como también a las pruebas de carga viral. La plataforma fomentará la investigación operativa y favorecerá la aparición de nuevas soluciones y mecanismos de supervisión para medir el progreso y permitir que los socios compartan sus experiencias y conocimientos. También servirá de soporte para los países a la hora de movilizar recursos para una respuesta sostenible al sida.

Entre los socios cabe destacar organismos de las Naciones Unidas, comités nacionales para el sida, organizaciones técnicas y financieras, así como también de la sociedad civil y de la comunidad, laboratorios, investigadores y expertos.

Todos los socios se han comprometido a contribuir colectivamente con esta plataforma, el objetivo es alcanzar las metas del tratamiento 90-90-90 en África occidental y central y poner a la región en el camino hacia el fin de la epidemia de sida como amenaza para la salud pública para el año 2030.

Citas

“Con la estrategia de Respuesta acelerada de ONUSIDA y el logro de las metas del tratamiento 90-90-90, podemos cambiar la situación. Hay esperanza. Necesitamos acelerar los esfuerzos, apoyo completamente la creación de esta plataforma”.

Awa Marie Coll-Seck, Ministra de Salud y Bienestar Social de Senegal

“En África occidental y central hemos formado una alianza única entre las Naciones Unidas, los colaboradores técnicos y la sociedad civil. Esta plataforma regional es una herramienta complementaria que sirve para lograr un mayor apoyo a los países en su labor de aprovechar la frágil ventana de oportunidades entre este momento y 2020”.

Meskerem Grunitzky-Bekele, director del equipo de apoyo regional de ONUSIDA de África Occidental y Central

“Reiteramos la importancia de un mecanismo de tal magnitud, que permitirá que la región y todos los actores jueguen su papel a la hora de acelerar esfuerzos para alcanzar las metas del tratamiento 90-90-90”.

Daouda Diouf, director de Enda Santé (medioambiente y desarrollo en el tercer mundo)

“La creación de esta plataforma nos brinda una oportunidad para abordar las cuestiones más importantes a través de la investigación operativa”

Pierre-Marie Girard, Agencia nacional de investigación sobre el sida (Francia)

Acelerar la acción a favor de los derechos humanos y la igualdad de género en África Occidental y Central

01 de julio de 2015

Con el fin de respaldar la capacidad de los países de integrar los derechos humanos en sus enfoques de Acción acelerada para los programas del VIH, ONUSIDA y la Alliance Nationale Contre le Sida (ANCS) de Senegal celebraron un taller de capacitación de tres días en Dakar del 22 al 24 de junio de 2015.

El taller destacó las continuas dificultades políticas, jurídicas, culturales, sociales y programáticas que obstaculizan los esfuerzos por abordar la epidemia de VIH. Los participantes señalaron que los programas existentes para subsanar estas dificultades en los países de África Occidental y Central siguen siendo claramente insuficientes e inadecuados.

De acuerdo con los participantes, los derechos humanos y la igualdad de género, así como la implicación de las personas que viven con el VIH y las poblaciones clave se citan a menudo en los documentos de planificación sobre el VIH. Aun así, rara vez se traducen en programas específicos sobre los derechos humanos. Y cuando estos programas se incluyen en los documentos de planificación nacional del VIH, estos no se abordan en la fase de costes y presupuestos, existen pocas medidas para realizar un seguimiento del progreso y, cuando se implantan, con frecuencia los programas no se evalúan ni se potencian.

Participantes

El taller reunió a más de 50 participantes de 10 países de África Occidental y Central: Burkina Faso, Camerún, Chad, Côte d'Ivoire, República Democrática del Congo, Ghana, Guinea Bissau, Malí, Nigeria y Senegal.

Los participantes eran responsables de la toma de decisiones y expertos técnicos implicados en la planificación estratégica del VIH a nivel nacional, funcionarios de comisiones nacionales contra el sida, ministros de Sanidad y Justicia, personas que viven con el VIH y otras poblaciones clave y organizaciones comunitarias. En el taller también participó una gran variedad de socios técnicos y de otro tipo, como el PNUD, el Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la Alianza Internacional contra el VIH/Sida y el Centro de Apoyo Técnico para África Occidental y Central.

Este taller fue el séptimo y último de una serie de talleres regionales celebrados desde 2011 con el apoyo de la Fundación Ford.

Principales mensajes

  • Los participantes recalcaron la importancia del taller para destacar enfoques y herramientas que garanticen la inclusión de programas que hagan avanzar los derechos humanos y la igualdad de género.
  • El taller condujo a la elaboración por parte de los equipos de cada país de un plan de acción nacional con compromisos específicos para la integración de programas sobre derechos humanos y género en su respuesta nacional al sida que indiquen claramente los socios y los plazos de puesta en práctica.
  • La reunión concluyó con el desarrollo y la aprobación de la "Declaración de Dakar sobre la ampliación de la respuesta al VIH, el cumplimiento de los derechos humanos y el acceso completo a los servicios para todo el mundo en África Occidental y Central" en la que los participantes se comprometieron a cumplir acciones específicas en sus respectivos países para hacer avanzar programas basados en los derechos y en datos en las respuestas nacionales al VIH.

Citas

"Si los entornos legales y sociales no protegen a las personas que viven y son vulnerables al VIH, la gente no estará dispuesta, o no será capaz de avanzar hacia la prevención y el tratamiento del VIH. Los derechos humanos deben estar en el corazón de nuestros esfuerzos de acción acelerada para poner fin a la epidemia de sida en la región".

Leopold Zekeng, director adjunto del equipo regional de apoyo de ONUSIDA para África Occidental y Central

“Tenemos la ambición de lograr el objetivo 90-90-90, lo que acabará con las nuevas infecciones por el VIH y con la discriminación. Las comunidades deben estar al timón y en el centro de esta objetivo para tener éxito. Sus voces, experiencia y acciones deben escucharse y apoyarse".

Serge Douomong Yotta, Affirmative Action, Camerún

"La respuesta al VIH en África Occidental y Central está en una fase crítica. Los derechos humanos y las cuestiones de género siguen estando entre los principales desafíos de la respuesta. A través de la Declaración de Dakar nos hemos comprometido a adoptar enfoques basados en los derechos y en los datos y sensibles a las cuestiones de género para las acciones dirigidas a poner fin al sida en el año 2030 en la región".

Chidi Victor Nweneka, director adjunto de Políticas y Estrategia de la Agencia Nacional para el Control del Sida (NACA) de Nigeria

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