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El tema central de la CSW fue el derecho a la salud sexual y reproductiva de mujeres y niñas que viven con el VIH

25 de febrero de 2011

(Empezando por la izquierda): Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA; Irene Khan, activista por los derechos humanos; Michelle Bachelet, directora ejecutiva de ONU Mujeres; Babatunde Osotimehin, director ejecutivo de UNFPA. 24 de febrero de 2011. Fotografía: ONUSIDA/B. Hamilton

El VIH es la principal causa de muerte en mujeres en edad fértil de todo el mundo. Con el fin de que esta situación cambie, la respuesta mundial al VIH ha de reconocer plenamente el papel clave que desempeñan las desigualdades de género para acentuar la vulnerabilidad al VIH de mujeres y niñas.

En una consulta de alto nivel, conjuntamente organizada por ONUSIDA, UNFPA y ONU Mujeres, influyentes expertos, líderes y defensores de la causa debatieron sobre las formas de mejorar y proteger la salud sexual y reproductiva así como los derechos de las mujeres y niñas que viven con el VIH.

El encuentro, que tuvo lugar el 24 de febrero, fue auspiciado por Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA, Michelle Bachelet, directora ejecutiva de ONU Mujeres,y el director ejecutivo de UNFPA, Babatunde Osotimehin.

Si lográramos capacitar a los jóvenes, en especial a mujeres y niñas, que viven con el VIH, para que puedan defender sus derechos y acceder a la educación, información y servicios, estaríamos hablando de una revolución en toda regla

El Sr. Babatunde Osotimehin, director ejecutivo de UNFPA

Muchas voces manifestaron su preocupación por las denuncias de violaciones de los derechos a la salud sexual y reproductiva de las mujeres y niñas que viven con el VIH, lo cual tiene un gran impacto en su deseo de ser madres, así como en el acceso a la prevención, tratamiento, atención y apoyo. Algunos participantes describieron la experiencia de algunas jóvenes que viven con el VIH y que han de enfrentarse al estigma y la discriminación cuando deciden recurrir a los servicios sanitarios de salud sexual y reproductiva. Se ofrecieron ejemplos de mujeres VIH-positivas a quienes se les recomendó que se abstuvieran de mantener relaciones sexuales y se les recriminó que recurrieran a atención sanitaria estando embarazadas, lo cual supuso un obstáculo a la hora de acceder a servicios de prevención contra la transmisión maternoinfantil y para un parto seguro.

Los participantes identificaron algunas oportunidades estratégicas con vistas a proteger y promover la salud sexual y reproductiva, y el derecho a la misma. Una de las acciones propuestas consiste en el sostenimiento y la mejora de la inversión en las mujeres y niñas que viven con el VIH. Se produjo consenso en que una respuesta al sida sensible a cuestiones de género puede contribuir a que los países avancen hacia un acceso universal a la prevención contra el VIH, servicios de tratamiento, atención y apoyo, así como hacia el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Este es el enfoque recomendado por ONUSIDA, en línea con su Agenda para las mujeres y las niñas, y su Estrategia 2011-2015 .

A favor de una mejor integración del VIH en los planes de desarrollo, el Dr. Nafsiah Mboi, secretario de la Comisión nacional sobre el sida en Indonesia, hizo hincapié en que "el VIH no es una cuestión de salud, sino de desarrollo".

Durante la sesión de apertura del encuentro, Michel Sidibé habló de la Estrategia de ONUSIDA y de su Agenda para las mujeres y las niñas, recalcando el compromiso del Programa con el objetivo de que la igualdad de género y los derechos de las mujeres constituyan una parte fundamental de la respuesta al sida. Alentó a las mujeres y las niñas que viven con el VIH a alzar sus voces en pro del cambio social, a pesar del riesgo del estigma, la discriminación y la exclusión social:

"Tenemos que sacar al sida del aislamiento y facilitar a las jóvenes oportunidades de negociar sus relaciones sexuales y de recibir educación sexual, de tal forma que sean capaces de protegerse a sí mismas de la infección", afirmó el Sr. Sidibé. "Si no actuamos así, nuestra visión de conseguir las cero infecciones no será más que un sueño".

La respuesta de ONU Mujeres a estos aspectos clave en la desigualdad de género la aportó Michelle Bachellet, quien sostuvo que "no sólo tenemos que integrar los servicios que prestamos, sino también a los movimientos sociales y políticos actuales, sin olvidar los relacionados con el VIH y el empoderamiento de las mujeres".

La Sra. Bachelet incidió, además, en que los derechos humanos no constituyen un argumento suficiente para estimular las inversiones en las mujeres y el VIH, sino que más bien, "lo que necesitamos son razones políticas, económicas y sociales". Asimismo, subrayó la importancia de que la participación sea global y de trabajar de manera coordinada.

El Dr.Osotimehin, por su parte, hizo alusión a la importancia de fortalecer los derechos de las mujeres y niñas. Afirmó que "si lográramos capacitar a los jóvenes, en especial a mujeres y niñas, que viven con el VIH, para que puedan defender sus derechos y acceder a la educación, información y servicios, estaríamos hablando de una revolución en toda regla".

Los resultados de las discusiones servirán como introducción al 55º encuentro de la Comisión de la Condición de la Mujer, así como para el encuentro de alto nivel sobre sida que tendrá lugar en junio del 2011.

Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW)

La 55ª sesión de la CSW se celebra hasta el 4 de marzo del 2011. Representantes de los Estados miembros, entidades de la ONU, y organizaciones no gubernamentales acreditadas por el Consejo económico y social de la ONU (ECOSOC), provenientes de todas las regiones del mundo, se reunirán para evaluar los avances en materia de igualdad de género, identificar retos, fijar principios universales y formular políticas concretas para su promoción y la mejora de la condición de las mujeres en el mundo.

El director ejecutivo de ONUSIDA presenta el informe de progresos ante la Junta

23 de junio de 2010

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(desde la izquierda) Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA; Yoka Brandt, directora general de Cooperación Internacional, Ministerio de Asuntos Exteriores, Países Bajos.
Fotografía: UNAIDS/F. Chironi

La Junta Coordinadora del Programa (JCP), el órgano de gobierno de ONUSIDA, celebra su 26ª reunión del 22 al 24 de junio de 2010 en Ginebra.

El director ejecutivo de ONUSIDA se dirigió a la Junta el 23 de junio para ofrecer una visión general de los progresos que la Secretaría, sus asociados y copatrocinadores han conseguido en los últimos seis meses. También compartió con los miembros de la junta el Informe anual de ONUSIDA 2009
En su discurso, “Ofrecer resultados en tiempos de transformaciones”, Michel Sidibé esbozó una “misión revigorizada” para el Programa Conjunto. También identificó cinco retos para ONUSIDA y describió diversos enfoques para que el programa tenga objetivos más definidos, actúe de manera más estratégica, aumente su flexibilidad y receptividad y mejore la eficiencia de su Secretaría, así como la rendición de cuentas. 

El 22 de junio se celebró una sesión temática bajo el título “Vincular los servicios de salud sexual y reproductiva con intervenciones para el VIH y el sida en la práctica”. En la sesión también se dialogó sobre cuestiones relacionadas con el género y la educación de los jóvenes.

Las partes interesadas en la respuesta al sida siempre han compartido la opinión de que los Objetivos de Desarrollo del Milenio no podrán alcanzarse si no se garantiza el acceso universal a la salud sexual y reproductiva y a la prevención, el tratamiento, la atención y el apoyo relacionados con el VIH.

La mayoría de las infecciones por el VIH se transmiten sexualmente o se asocian al embarazo, el nacimiento o la lactancia, y el riesgo de transmisión y adquisición del VIH puede aumentar por la presencia de ciertas infecciones de transmisión sexual. El VIH es la principal causa de fallecimiento en mujeres en edad reproductiva, especialmente en África subsahariana, y contribuye significativamente a la mortalidad materna.

El director ejecutivo de ONUSIDA ha mantenido que “Si integramos el VIH en los programas de salud materna, podremos progresar enormemente en prácticamente todos los objetivos de desarrollo mundiales. Podemos evitar que las madres mueran por el VIH y reducir drásticamente la mortalidad materna”. La mayoría de los copatrocinadores de ONUSIDA también están volcados con las mejoras en este campo, ampliando los derechos humanos y promoviendo servicios de prevención del VIH.

La sesión temática de la reunión de la Junta ofreció a las partes interesadas y a los participantes una plataforma para revisar los retos que se presentan a la hora de integrar los servicios de salud sexual y reproductiva en las intervenciones para el VIH y viceversa, así como para compartir las lecciones aprendidas y las prácticas óptimas.

Se prestó especial atención a las cuestiones relacionadas con los jóvenes y el género, analizando los progresos conseguidos a la hora de implicar a los hombres y los jóvenes en servicios y programas de salud sexual y reproductiva para hacer frente así a las normas de género opresivas. El hecho de prevenir embarazos no deseados suele motivar más a los jóvenes a utilizar el preservativo que el riesgo de contraer el VIH. Los programas que se centran en ambas cuestiones pueden atraer a más personas y repercutir de manera significativa en la prevención del embarazo y de las infecciones de transmisión sexual. También se dialogó sobre la violencia, la diversidad y la educación sexual respetando los derechos humanos, las cuestiones de género y la mayor participación de las personas que viven con el VIH.

Los participantes fueron invitados asimismo a debatir las oportunidades que las mujeres tienen para controlar o mediar en su propia sexualidad y reproducción y para familiarizarse con el preservativo femenino. Para las mujeres embarazadas que viven con el VIH, la intervención más importante que podría reducir la mortalidad materna y eliminar casi por completo la transmisión vertical (a saber, iniciar a tiempo la terapia antirretrovírica) sigue normalmente infrautilizándose.

ONUSIDA fue creado en 1994 en virtud de una resolución del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas y comenzó a funcionar en enero de 1996. Está dirigido por una Junta Coordinadora del Programa (JCP), formada por los representantes de 22 gobiernos de todas las regiones, los copatrocinadores de ONUSIDA y cinco representantes de organizaciones no gubernamentales, entre los que se encuentran representantes de asociaciones de personas que viven con el VIH.

ONUSIDA subraya la relación que existe entre la salud materna e infantil y el sida antes de la Cumbre del G8

01 de junio de 2010

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la directora ejecutiva adjunta de Dirección y relaciones exteriores de ONUSIDA, Jan Beagle, pronunció el discurso de apertura de un evento celebrado para los parlamentarios canadienses. 25 de mayo de 2010.

Del 25 al 26 de junio de 2010, Canadá acogerá en Huntsville, Musoka, la cumbre anual que reúne a todos los jefes de gobierno de los países miembros del Grupo de los Ocho (G8). En la Cumbre de Musoka, se pretende debatir acerca de los ambiciosos compromisos pactados a lo largo de todas las cumbres del G8 celebradas desde 1997 relacionados con la salud, el desarrollo, el medio ambiente, la seguridad y la buena gestión gubernamental.

El G8, que está formado por los gobiernos de Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido, Estados Unidos, Canadá y Rusia, se reunió el año pasado en Italia, donde todos los miembros reafirmaron sus compromisos para con la salud mundial, entre los que se encontraban los siguientes: destinar un presupuesto total de 60.000 millones de dólares estadounidenses a cuestiones de salud en un periodo máximo de 5 años, proporcionar 100 millones de mosquiteros contra la malaria para el 2010, y lograr el acceso universal al tratamiento del VIH a lo largo de este año. Asimismo, se tomó una Decisión conjunta sobre salud materna que implicaba, entre otros, brindar apoyo a aquellos países que decidiesen proporcionar servicios gratuitos a mujeres y niños. Con todo, cuando se publicó el primer marco de responsabilidad del G8, fue posible comprobar en los informes de progreso individuales de cada país que no se habían cumplido algunos de los principales compromisos establecidos por el G8.

Reducir el número de casos de fallecimiento entre los niños con edades comprendidas entre los cero y los cinco años constituye el cuarto Objetivo de Desarrollo del Milenio (ODM 4), mientras que conseguir lo mismo en las madres durante el embarazo o el parto representa el quinto objetivo (ODM 5). Por lo general, suele hacerse referencia a estos dos Objetivos como los ODM relacionados con la salud, además de la búsqueda de una respuesta al sida, a la malaria y a otras enfermedades. Estos tres objetivos están estrechamente vinculados entre sí, y los últimos informes elaborados demuestran que el VIH ha constituido un obstáculo para conseguir avances en la mejora de la salud materna y la reducción de la mortalidad infantil.

Según los datos arrojados por un reciente informe creado para evaluar el progreso alcanzado hacia el ODM 4, los casos de mortalidad en menores de 5 años han disminuido desde 11,9 millones de muertes en 1990 a 7,7 millones en 2010 en todo el mundo. Un estudio similar, esta vez centrado en el ODM 5, establece que, en 2008, se dieron 342.900 casos de mortalidad materna en todo el mundo, a diferencia de los 526.300 registrados en 1980. En dicho estudio se afirma, asimismo, que el número de fallecimientos se habría reducido hasta los 281.500 de no haber sido por la infección del VIH.

Salud materna e infantil, y el sida

Antes de la Cumbre, y a fin de hacer hincapié en la importante relación que existe entre la atención especial prestada por el G8 a la salud materna e infantil en 2010 y sus anteriores compromisos para con la respuesta al sida, la directora ejecutiva adjunta de Dirección y relaciones exteriores de ONUSIDA, Jan Beagle, pronunció el discurso de apertura de un evento celebrado para los parlamentarios canadienses. La reunión, cuya anfitriona fue la Federación canadiense de los sindicatos de enfermeras y enfermeros (CFNU, por sus siglas en inglés), tuvo lugar el Ottawa el pasado 25 de mayo, y a ella acudieron diferentes parlamentarios, funcionarios de la salud, representantes de la sociedad civil y varios embajadores africanos. La CFNU representa a 158.000 enfermeros y enfermeras, así como estudiantes de la profesión, y normalmente acoge eventos organizados para los miembros de los parlamentos en los que se tratan temas de interés público o relacionados con la salud.

En su discurso, la Sra. Beagle puso de manifiesto el ánimo del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA) por la atención principal que ha prestado la Presidencia canadiense del G8 a la salud materna e infantil.

“Dado que el VIH constituye la principal causa de muerte en las mujeres que se encuentran en edad fértil, podemos y debemos potenciar la respuesta mundial al sida de manera más efectiva, a fin de cubrir las necesidades sanitarias de todas la mujeres”, afirmó la Sra. Beagle.

Asimismo, apuntó que la iniciativa emprendida en Muskoka se ajusta a lo establecido en el Plan de acción conjunta mundial del secretario general de las Naciones Unidas sobre la salud de las mujeres y los niños, que fue presentado en abril de 2010.

La Sra. Beagle hizo un llamamiento para la aplicación de un enfoque integrado en lo referente a la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, y apuntó que los ODM 4 y 5 no se pueden conseguir sin el establecimiento de un compromiso verdaderamente fuerte, así como la puesta en práctica de acciones reales, en materia de acceso universal a la prevención, el tratamiento, la atención y el apoyo relacionados con el VIH.

Los programas de PTMI constituyen una excelente plataforma para una buena prestación de servicios. La reciente ampliación de los programas de prevención de transmisión maternoinfantil del VIH permite que las mujeres también puedan disfrutar de dichos servicios en las mismas instalaciones donde tienen acceso a los servicios de PTMI. La existencia de servicios integrados puede contribuir a optimizar la capacidad del sistema sanitario, pues se potencia el empleo de recursos humanos para alcanzar la consecución de muchos más objetivos en materia de salud.

"Que uno de los temas principales sea la salud materna e infantil representa una oportunidad única para que Canadá demuestre al G8 la estrecha relación que existe entre este objetivo y los compromisos del G8 con la respuesta al sida", afirmó la Sra. Beagle. "Además, también constituye una oportunidad irrepetible para destacar ante el G8 la importancia de asumir responsabilidades y de hacer un seguimiento de los avances conseguidos en los compromisos fijados con anterioridad".

La apertura de la 54ª sesión de la Comisión del estatus de la mujer hace un llamamiento para la acción en materia de género e igualdad

02 de marzo de 2010

Una versión de este reportaje se publicó anteriormente en  www.unfpa.org

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Durante una de las mesas redondas de alto nivel celebradas a lo largo del día de apertura de la 54ª sesión de la Comisión del estatus de la mujer, la directora ejecutiva del PNUD, Thoraya A. Obaid, subrayó, en nombre de las Naciones Unidas, la estrecha relación que existe entre el derecho a una salud sexual y reproductiva, la capacitación de las mujeres, la igualdad de género y la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

Durante las dos primeras semanas de marzo, la 54ª Comisión del estatus de la mujer llevará a cabo una revisión de los 15 años transcurridos desde la aprobación de la Declaración y la Plataforma de acción de Beijing. Esta Plataforma, aprobada en 1995 durante la Cuarta conferencia mundial sobre la mujer, contribuyó a reforzar los derechos y la capacitación de las mujeres, tal y como se había establecido un año antes en el Cairo. Entonces, se hizo un llamamiento para la acción en lo referente a las siguientes 12 cuestiones primordiales: la pobreza, la educación y la formación, la salud, la violencia contra las mujeres (una de las nueve áreas prioritarias de ONUSIDA), los conflictos armados, el poder y la toma de decisiones, los mecanismos institucionales, los derechos humanos, los medios de comunicación, el medio ambiente y las niñas.

Tenemos más posibilidades de resolver los problemas del mundo si hombres y mujeres se unen en igualdad de género para buscar soluciones innovadoras.

Directora ejecutiva del UNFPA, Thoraya A. Obaid

Así, la comisión hará hincapié en el intercambio de prácticas óptimas y, además, analizará los obstáculos y las lagunas todavía existentes, sobre todo en los aspectos relacionados con la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, cuya evolución a lo largo de los últimos 10 años será también estudiada el próximo septiembre. Con motivo del Día internacional de la mujer 2010 (8 de marzo), la directora ejecutiva del UNFPA ha anunciado la sinergia entre las tres plataformas de desarrollo a través de una declaración pública.

“En 1994, en la Conferencia internacional sobre la población y el desarrollo (CIPD), los diferentes líderes allí presentes afirmaron, por primera vez, que la salud reproductiva y los derechos son dos aspectos clave para la lograr la capacitación de las mujeres, la igualdad de género y un desarrollo sostenible. Asimismo, hace 15 años, en la Cuarta conferencia mundial sobre la mujer, los líderes mundiales llegaron a un acuerdo para crear una plataforma de acción para la igualdad, el desarrollo y la paz”.

“En la actualidad, muchos de esos acuerdos ya se han visto reflejados en los Objetivos de Desarrollo del Milenio establecidos por los líderes mundiales, tales como reducir la pobreza o encaminar al mundo hacia un desarrollo más sostenible… Las ideas se difunden hoy más rápido que nunca y, por ello, ha llegado el momento de presentar esta nueva: Tenemos más posibilidades de resolver los problemas del mundo si hombres y mujeres se unen en igualdad de género para buscar soluciones innovadoras”.

Dentro de la comisión, el UNFPA participa también en una serie de eventos paralelos no sólo sobre derechos en materia de salud sexual y reproductiva, sino también sobre el HIV, la violencia contra las mujeres, la paz y la seguridad, el papel de los hombres y los niños como asociados para la igualdad de género, y la migración de las mujeres. Asimismo, el Fondo publicará un resumen de todas sus contribuciones a la consecución de los compromisos de Beijing, que llevará por título, 15 Años de Beijing: El UNFPA y sus asociados trazan el camino a seguir (2010) (en inglés).

Otra de las iniciativas emprendidas para promover la idea de la igualdad de género y la capacitación de las mujeres a lo largo del año 2010 es la puesta en marcha de una serie de programas especiales de radio/audio sobre dichas cuestiones, especialmente centrados en las jóvenes y las adolescentes. Estos programas, producidos por la radio de las Naciones Unidas con el apoyo del UNFPA, analizarán los retos a los que se enfrentan las niñas adolescentes, así como sus sueños para el futuro. A lo largo de todo el año, también se llevarán a cabo otras actividades adicionales en las que se hará especial referencia a la Plataforma de Beijing y a su estrecha relación con la Conferencia internacional sobre la población y el desarrollo, y los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

Cómo pueden los hombres ayudar a eliminar la violencia contra las mujeres

10 de diciembre de 2009

La primera versión en inglés de de esta historia ha sido publicada en www.unfpa.org

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This portrait of father and son from El Salvador is one of 38 images depicting positive images in the “Influential Men photography exhibit”
Credit: David Isaksson

Se suponía que esa noche sería la más feliz de sus vidas. Un joven soldado y su esposa se encontraban solos por primera vez en su noche de bodas. Para sorpresa de él, no hubo sangre cuando consumaron el matrimonio. Ambos sabían el peligro que corrían si alguien se enteraba; las mujeres mayores del pueblo querrían ver las sábanas y si no estaban manchadas de sangre, la joven novia podría ser lastimada, o incluso asesinada, por mancillar la honra de su familia.

Los mejores resultados no se obtienen con las mujeres u hombres trabajando por su propia cuenta para eliminar la violencia de género; lo que tiene mayor impacto y alcance son las alianzas entre ellos.

Thea Fierens, Directora Regional del FNUAP para Europa oriental y Asia central

Sin embargo, varios meses antes, el soldado había asistido a un curso de capacitación sobre salud sexual y reproductiva, igualdad entre los sexos y prevención de la violencia de género. En ese curso aprendió que una mujer puede ser virgen y no sangrar durante el coito, y que la honra de una mujer es algo más que su virginidad. Para poner a salvo a su esposa, se hirió el dedo y manchó con su sangre las sábanas.

El soldado relató su historia a sus instructores y ésta llegó hasta los directivos del ministerio de salud, a las Fuerzas Armadas Turcas y al Fondo de Población de las Naciones Unidas (FNUAP), quienes la conservan como recordatorio de que un solo día de instrucción puede cambiar —y quizá salvar— la vida de una persona.

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Comprehensive training on reproductive health for the Turkish Armed Forces is one of the programmes described in the new publication, Partnering with men to end gender-based violence
Credit Nezih Tavlas

El curso de capacitación formaba parte de un ambicioso esfuerzo para educar a todos los jóvenes turcos sobre la importancia de la salud sexual y reproductiva, la igualdad entre los sexos y la prevención de la violencia por razón de género. Su organización estuvo a cargo del FNUAP, en colaboración con el Ministerio de Salud de Turquía y las Fuerzas Armadas Turcas.

Dado que en Turquía no existe un programa escolar formal sobre salud sexual, para muchos soldados este curso fue la primera vez que tuvieron la oportunidad de aprender a usar los preservativos o de reflexionar sobre la violencia de género. A la fecha, 3 millones de hombres han recibido capacitación y el proyecto se ha vuelto permanente en virtud de un decreto de las Fuerzas Armadas Turcas. Muchos soldados dicen que el curso cambió sus creencias sobre el derecho de las mujeres a tomar sus propias decisiones y a vivir sin violencia.

Esta historia es uno de cinco estudios de casos presentados en la nueva publicación del FNUAP: Alianza con los hombres para erradicar la violencia por razón de género: prácticas de Europa oriental y Asia central que funcionan . Otros estudios documentan las experiencias con organizaciones no gubernamentales de Ucrania, comunidades de Armenia, instituciones rumanas y oficiales de policía turcos. Los estudios proporcionan un análisis paso a paso de la manera en que los proyectos que abordan la violencia por razón de género se llevaron a cabo y el proceso mediante el cual se pusieron en práctica.

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La Directora Regional del FNUAP para Europa oriental y Asia central, la Sra. Thea Fierens, señaló que “una enseñaza fundamental que se puede extraer de los estudios de casos es la importancia de la alianza entre las mujeres y hombres”. Y agregó: “Los mejores resultados no se obtienen con las mujeres u hombres trabajando por su propia cuenta para eliminar la violencia de género; lo que tiene mayor impacto y alcance son las alianzas entre ellos. Cada estudio de caso ejemplifica a su manera este hecho, y ofrece una ventana —así sea pequeña— a lo que sería un mundo sin violencia.”.

Para el ONUSIDA, eliminar la violencia contra las mujeres y niñas es un problema que suscita gran preocupación, por lo cual ha sido destacado como una las nueve áreas prioritarias descritas en Acción conjunta para obtener resultados. Marco de resultados del ONUSIDA de 2009 a 2011

Además de la publicación presentada, el FNUAP ha encargado una exposición de fotografías que lleva el título de “Hombres influyentes” y hace hincapié en el poder de los modelos de comportamientos masculinos positivos. El objetivo es sensibilizar a la gente sobre la importancia de incluir y hacer partícipes a los hombres y niños en la creación de un mundo en el que todos los individuos sean tratados con dignidad y respeto.

Haga clic aquí para ver la fotogalería de la exposición.

La educación sobre sexualidad, imprescindible para los niños y jóvenes en un mundo afectado por el sida

10 de diciembre de 2009

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(From L to R) Mark Richmond, UNESCO’s Global Coordinator on HIV and AIDS, Dr Mariangela Batista Galvao Simao, Director, Brazil National STD/AIDS Programme, Michel Sidibé, UNAIDS Executive Director, Elizabeth Mataka, member of the Global Advisory Group on Sexuality Education and the UN Secretary-General’s Special Envoy for AIDS in Africa and Marijke Wijnroks, the AIDS ambassador for the Netherlands
Credit: UNAIDS/D.Bregnard

En muchas partes del mundo, la combinación de tabúes y falta de información sólida y de recursos e infraestructura dificultan a los niños y jóvenes el acceso a la educación sobre sexualidad, cuyo objetivo es mejorar los conocimientos y reducir los riesgos. Esta situación deja a muchos jóvenes vulnerables frente a actos coercitivos, abusos, explotación, embarazos no deseados e infecciones de transmisión sexual, entre ellas, la infección por el VIH.

Según el Informe sobre la epidemia mundial de sida 2008 del ONUSIDA, sólo 40% de los jóvenes de 15 a 24 años tenían conocimientos correctos sobre el VIH y su transmisión. No debe sorprender entonces que, con estos antecedentes de conocimientos insuficientes, los jóvenes de este grupo de edad representaran el 40% de las infecciones nuevas (Situación de la epidemia de sida 2009).

En respuesta a este problema, la UNESCO, en colaboración con el ONUSIDA, el FNUAP, el UNICEF y la OMS, elaboraron la Guía Técnica Internacional sobre la Educación relativa a la Sexualidad, de carácter voluntario y no obligatorio, para ayudar a las autoridades educativas, sanitarias y otras a concebir y poner en práctica materiales y programas escolares relacionados con la educación sobre la sexualidad. La Guía se basa en un examen riguroso de los datos probatorios relativos a los programas de educación sobre sexualidad y está dirigida a los profesionales y responsables de adoptar las decisiones en los sectores educativo y sanitario.

Si queremos repercutir favorablemente en los niños y jóvenes antes de que inicien su vida sexual activa, la educación integral sobre la sexualidad debe formar parte de los programas escolares oficiales y estar a cargo de profesores bien capacitados y que cuenten con apoyo.

Michel Sidibé, Director Ejecutivo del ONUSIDA

La educación sobre la sexualidad puede desempeñar una función clave para mejorar los conocimientos y reducir los comportamientos sexuales de riesgo entre los jóvenes, ya que al disponer de más conocimientos, información y destrezas, estarán facultados para tomar decisiones fundamentadas en relación con su sexualidad.

“Si queremos repercutir favorablemente en los niños y jóvenes antes de que inicien su vida sexual activa, la educación integral sobre la sexualidad debe formar parte de los programas escolares oficiales y estar a cargo de profesores bien capacitados y que cuenten con apoyo”, dijo el Sr. Michel Sidibé, Director Ejecutivo del ONUSIDA . “Los profesores siguen siendo fuentes confiables de conocimientos y habilidades en todos los sistemas educativos y constituyen un recurso muy preciado para la respuesta del sector educativo frente al sida.”

Los autores de la Guía Técnica Internacional sobre la Educación relativa a la Sexualidad son expertos destacados en el campo de la educación sobre sexualidad, además, la guía fue objeto de un examen amplio y observaciones por parte de un grupo mundial de expertos y profesionales de organizaciones de la sociedad civil, ministerios de la educación y organismos internacionales. El primer volumen se centra en los argumentos que justifican la educación sobre la sexualidad y ofrece asesoramiento técnico sólido sobre las características de los programas eficaces. Es el resultado de un examen riguroso de la literatura sobre el impacto de los comportamientos sexuales y la educación relativa a la sexualidad, basado en 87 estudios de todo el mundo.

Numerosos estudios indican que si los jóvenes disponen de la información y habilidades correctas, pueden cambiar sus comportamientos de modo que su riesgo de contraer la infección por el VIH o de transmitirla a otros disminuya.

Mark Richmond, Coordinador General de la UNESCO para el VIH y el Sida

El segundo volumen se centra en los temas y objetivos de aprendizaje que deben cubrirse en un “paquete básico mínimo” de educación sobre sexualidad para los niños y jóvenes de 5 a 18 años o mayores, e incluye una bibliografía de recursos útiles. Se conformó sobre la base de un examen de los programas de 12 países, así como de otros modelos internacionales.

“Numerosos estudios indican que si los jóvenes disponen de la información y habilidades correctas, pueden cambiar sus comportamientos de modo que su riesgo de contraer la infección por el VIH o de transmitirla a otros disminuya”, señala el Sr. Mark Richmond, Coordinador General de la UNESCO para el VIH y el Sida y Director de la División de Coordinación de las Prioridades de las Naciones Unidas en el campo de la Educación. “Como mínimo, la educación relativa al VIH y el sida debe incluir información sobre el virus y las maneras en que se transmite y, en un momento determinado, debe introducir los temas del sexo y las relaciones, por el simple hecho de que más del 75% de todas las infecciones por el VIH ocurren por transmisión sexual.”

Los organismos de las Naciones Unidas pidieron a los responsables de tomar decisiones que escucharan a los jóvenes, las familias, los maestros y otros profesionales, y que utilizaran la Guía Técnica Internacional sobre la Educación relativa a la Sexualidad, con el fin de que la educación sobre sexualidad forme parte integral de la respuesta nacional frente a la pandemia de VIH.

La UNESCO y sus asociados, entre ellos, el ONUSIDA, el FNUAP, el UNICEF y la OMS, así como una gran variedad de otros socios, prestarán apoyo a los gobiernos para que pongan en funcionamiento la Guía en los niveles regional y nacional. Los dos volúmenes de la Guía se publicarán en los seis idiomas oficiales de las Naciones Unidas (árabe, chino, español, francés, inglés y ruso), y en portugués.

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ONUSIDA reclama un análisis urgente y una mayor investigación en anticonceptivos hormonales y riesgo de infección por el VIH

04 de octubre de 2011


GINEBRA, 4 de octubre de 2011—El Programa conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA) sigue con preocupación los datos de estudios recientes que apuntan que las mujeres que hacen uso de anticonceptivos hormonales tienen un mayor riesgo de contraer el VIH de sus parejas y de transmitirles el virus. Se ha demostrado que la anticoncepción hormonal de calidad tiene beneficios, y éstos han de tenerse en cuenta a la hora de evaluar el potencial de un mayor riesgo de infección por el VIH.

Todas las mujeres deberían tener acceso a métodos seguros de planificación familiar a fin de satisfacer sus necesidades de salud tanto sexuales como reproductivas. Asimismo, el acceso a anticonceptivos seguros es esencial para reducir la mortalidad materna e infantil, y contribuye a disminuir las nuevas infecciones por el VIH en niños.

Se han llevado a cabo numerosos estudios en materia del impacto que pueden tener los anticonceptivos hormonales en lo que se refiere al riesgo de infección por el VIH. Algunos de ellos han demostrado que existe un mayor riesgo, mientras que otros apuntan a que no se produce un aumento significativo de la infección por el virus. Dichos estudios han de analizarse con mayor profundidad a fin de orientar las decisiones políticas y de determinar las implicaciones programáticas.

La Organización Mundial de la Salud reunirá a expertos e investigadores el próximo enero de 2011 para debatir los descubrimientos relacionados con la preparación con el fin de actualizar las guías mundiales sobre el VIH y el uso de anticonceptivos. ONUSIDA está trabajando estrechamente con asociados para facilitar las mejores guías posibles a los países en lo que se refiere a las opciones de anticoncepción y de prevención del virus.

Las mujeres jóvenes se encuentran en un mayor riesgo de tener embarazos no deseados y de contraer el virus en todo el mundo. Esto ocurre especialmente en países de África subsahariana. Hacer llegar a las mujeres jóvenes los servicios relacionados con el VIH es una prioridad importante, sobre todo en este país, donde las mujeres tienen mayores probabilidades que los hombres de contraer el virus.

Los datos más recientes sobre la prevalencia del VIH, del año 2009, muestran que en África subsahariana por cada 13 mujeres que han contraído el virus, son 10 los hombres que lo han hecho. La mitad de las personas que viven con el VIH en todo el mundo son mujeres, y el 76% de todas las mujeres seropositivas residen en África subsahariana. Por ejemplo, una investigación reciente llevada a cabo en la población rural de Vulindlela, en Sudáfrica, muestra que entre los años 2005 y 2008 la prevalencia del VIH en mujeres jóvenes de edades comprendidas entre los 19 y los 20 años era de un 33%, de un 44% entre los 21 y los 22 y de un 51% entre los 23 y los 24 años de edad.


Contacto

ONUSIDA Ginebra
Sophie Barton-Knott
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bartonknotts@unaids.org

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