Travel restrictions

El presidente de Fiji comprometido con la respuesta al sida

27 de agosto de 2011

El director ejecutivo de ONUSIDA, Michel Sidibé, y el presidente Ratu Epeli Nailitikau conversan durante el ICAAP 10.
Fotografía: UNAIDS/Kim

En una reunión con el presidente de Fiji el 27 de agosto, el director ejecutivo de ONUSIDA, Michel Sidibé, elogió al líder de Fiji y a su gobierno por las recientes enmiendas al decreto de 2011 sobre el VIH/Sida de este país. Aprobadas oficialmente el 25 de agosto, las enmiendas eliminan las restricciones de viaje relacionadas con el VIH y garantizan una mayor protección para los derechos de las personas que viven con el VIH.

"Señor Presidente, las Naciones Unidas dan la bienvenida a la valiente y clara decisión tomada por su gobierno esta misma semana de levantar todas las restricciones de viaje para las personas que viven con el VIH", dijo el Sr. Sidibé. "Las personas de todo el mundo necesitan una voz como la suya. Quiero agradecerle sinceramente y reconocer sus esfuerzos en la respuesta global al sida".

Tras denominar al sida "un gran desafío humanitario", el presidente Ratu Epeli Nailitikau afirmó que estaba comprometido, no solo con la prevención de las nuevas infecciones por el VIH, sino también con el trabajo con las personas que viven con el VIH y sus familias.

Señor Presidente, las Naciones Unidas dan la bienvenida a la valiente y clara decisión tomada por su gobierno esta misma semana de levantar todas las restricciones de viaje para las personas que viven con el VIH

Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA

"No veo ninguna causa más noble que el sida", dijo el presidente Nailitikau. "En la historia de Fiji hemos perdido un tercio de la población debido al sarampión; murieron generaciones enteras de la comunidad. La gripe tuvo el mismo efecto devastador. Con una población de solo 800.000 habitantes, no podemos permitirnos la pérdida de más población. Esta es, para mí, la fuerza que impulsa mi compromiso".

La oficina de ONUSIDA en el Pacífico está trabajando actualmente con el gobierno de Fiji para traducir en acciones las recomendaciones de la Reunión de Alto Nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre el Sida de junio de 2011. Las principales áreas de atención son la eliminación de las nuevas infecciones por el VIH entre los niños, la garantía de disponibilidad de los servicios para el VIH para las poblaciones clave afectadas y la ejecución del decreto sobre el VIH/Sida recientemente enmendado.

Según las cifras del gobierno, en Fiji la cobertura de los servicios para la prevención de las nuevas infecciones por el VIH en niños es baja. Aunque se han realizado avances en la expansión de los servicios para el VIH para poblaciones con mayor riesgo de infección por el VIH, el estigma y la discriminación siguen siendo importantes barreras para acceder a ellos.

Durante el ICAAP 10, el presidente de Fiji presidió una sesión centrada en la respuesta al sida en la región del Pacífico. Los participantes trataron el papel de las organizaciones confesionales y de los jóvenes en la respuesta al VIH, así como la importancia de proporcionar un entorno legal propicio para proteger los derechos de las personas que viven con y están afectadas por el VIH.

Restricciones para viajar relacionadas con el VIH: obstáculo principal al acceso universal para el migrante

27 de agosto de 2011

Sarath, trabajador migrante, habla sobre sus experiencias con el panel.
Fotografía: ONUSIDA/Kim

Todavía existen cerca de 50 países, territorios y áreas en el mundo que imponen alguna forma de restricción a la entrada, estancia y residencia de las personas que viven con el VIH. Dichas restricciones siguen siendo una forma crucial de discriminación, que afecta los derechos y la libertad de movimiento de muchos migrantes que viven con el VIH y posibles migrantes.

Un simposio celebrado en el 10° Congreso Internacional sobre el Sida en Asia y el Pacífico el 27 de agosto reunió a panelistas expertos de diversos países con y sin restricciones para viajar relacionadas con el VIH, con el fin de hablar sobre las experiencias de los trabajadores migrantes y de los sistemas sanitarios públicos. Su objetivo era plantear recomendaciones y políticas concretas necesarias para eliminar las restricciones para viajar de los trabajadores migrantes.

Organizado por la Iniciativa conjunta de las Naciones Unidas sobre movilidad y el VIH/sida en Asia Sudoriental (JUNIMA) y patrocinado por ONUSIDA, el PNUD y la OIT, el panel fue presidido por Clifton Cortez, jefe del equipo de prácticas sobre el VIH, la salud y el desarrollo del PNUD para Asia y el Pacífico.

Alrededor de 15 países de Asia y el Pacífico imponen alguna forma de restricción en la entrada, estancia y residencia de personas que viven con el VIH. Sin duda podemos hacer algo mejor que eso

Clifton Cortez, jefe del equipo de prácticas sobre el VIH, la salud y el desarrollo del PNUD para Asia y el Pacífico

“El VIH no es una afección que debería determinar el permiso para trabajar o no; no obstante, alrededor de 15 países de Asia y el Pacífico imponen alguna forma de restricción en la entrada, estancia y residencia de personas que viven con el VIH. Sin duda podemos hacer algo mejor que eso”, dijo el Sr. Cortez.

El Sr. Cortez estuvo reunido con el Dr. Chanvit Tharathep, ministro de salud pública de Tailandia, la Sra. Maria Lourdes Marin, directora ejecutiva de Action for Health Initiatives (ACHIEVE), Inc. de Filipinas y el Dr. Lee Hang-Sun del Ministerio de Salud Pública de Corea del Sur.

Sarath, trabajador migrante, comparte con el panel la experiencia de las limitaciones impuestas por las restricciones para viajar: “Las pruebas para el VIH y la deportación de personas seropositivas no tienen sentido ni desde la perspectiva de la salud pública ni desde el punto de vista financiero. Generamos muchos beneficios económicos tanto para los países de origen como para los de destino y generalmente no conseguimos nada a la hora de acceder a los servicios sociales, en especial cuando estamos fuera de nuestro país”.

Generamos muchos beneficios económicos tanto para los países de origen como para los de destino y generalmente no conseguimos nada a la hora de acceder a los servicios sociales, en especial cuando estamos fuera de nuestro país

Sarath, trabajador migrante de la región de Asia-Pacífico

Reintegración de los migrantes

La Sra. Marin habló sobre el proceso de reintegración cuando los migrantes deportados debido a su estado serológico vuelven a su país. Este es un problema real para  Filipinas, que envía un gran número de migrantes al exterior.

“El proceso de reintegración debe basarse en las necesidades y dar respuesta en los contextos específicos de los migrantes. Debe tener un enfoque holístico y abordar todas las dimensiones del VIH, tales como la económica, política y psicosocial”, dijo la Sra. Marin. “Para ello es necesario tener debates teniendo en cuenta todas las etapas del ciclo migratorio, incluidas la previa a la partida y la posterior a la llegada”.

Algunos países sostienen que las restricciones para viajar relacionadas con el VIH se imponen para proteger a sus ciudadanos de las enfermedades ‘foráneas’ y para evitar mayores costes sanitarios. El Dr. Chanvit de Tailandia, país que no impone restricciones para viajar relacionadas con el VIH, refutó este fundamento:

“Al proporcionar acceso universal a la asistencia sanitaria para todos, incluidos los migrantes, no hemos experimentado un desbordamiento del sistema sanitario debido a los migrantes. No obstante, hemos observado que podemos controlar mejor las enfermedades infecciosas y proporcionar tratamiento y asistencia a las personas que lo necesitan”.

El Dr. Lee habló sobre la experiencia en Corea del Sur: “Algunas personas en Corea del Sur todavía creen que el VIH es un virus que viene de fuera del país. Espero que el ICAAP nos brinde la oportunidad de unir nuestros esfuerzos con la sociedad civil y trabajar para abordar estos conceptos erróneos relacionados con el VIH”.

El camino a seguir

El panel exploró una serie de recomendaciones para eliminar las restricciones para viajar relacionadas con el VIH y para fomentar el acceso universal para los trabajadores migrantes que viven con el VIH. Estas son:

  • Concertar políticas nacionales sobre el VIH y la migración, promover la colaboración entre los ministerios pertinentes y los grupos de la sociedad civil, así como fomentar los diálogos bilaterales y plurinacionales sostenidos entre los países de origen y los de destino;
  • Establecer las normas laborales y los derechos sanitarios mínimos de los trabajadores migrantes, y asegurar que los migrantes dispongan de sistemas de protección y apoyo en los países de destino;
  • Generar la capacidad de los países asiáticos de origen de reintegrar con eficacia a los migrantes seropositivos que vuelven a su país.

JUNIMA congrega a gobiernos (incluida la Secretaría de la ASEAN), redes de ONG líderes y la familia de las Naciones Unidas con el fin de fomentar el acceso universal a la prevención, el tratamiento, la asistencia y el apoyo debido al VIH para los trabajadores migrantes de Asia Sudoriental y del sur de China.

Los socios se reúnen para reducir el riesgo del VIH de las poblaciones migrantes y móviles

10 de junio de 2011

(De izquierda a derecha): Paul De Lay, Director ejecutivo adjunto de ONUSIDA; Dra. Rosilyne Borland, Coordinadora para la Promoción de la Salud y la Lucha contra el VIH de la OIM; Embajador William Lacy Swing, Director General de la OIM; Sr. Udo Janz, Director de ACNUR en Nueva York; Dra. Sophia Kisting, Directora de OIT/SIDA; en el acontecimiento sobre migración y VIH celebrado en la sede de las Naciones Unidas en la ciudad de Nueva York el 10 de junio de 2011.
Fotografía: ONUSIDA/B. Hamilton

Para los 214 millones de migrantes internacionales y 740 millones de migrantes internos del mundo, las condiciones a veces difíciles del proceso de migración pueden dejarlos vulnerables a la infección por el VIH. No obstante, a pesar del creciente interés en los derechos humanos y de salud de este grupo clave, todavía no se comprenden ampliamente los vínculos entre migración, movilidad de población y VIH.

Durante la Reunión de Alto Nivel sobre el Sida de la Asamblea General en Nueva York, los gobiernos, los interlocutores de la sociedad civil y los organismos intergubernamentales se reunieron para explorar la relación entre la migración y la epidemia de sida y para examinar las maneras de aumentar el acceso a los servicios relacionados con el VIH para las personas desplazadas.

El acontecimiento paralelo, celebrado el 10 de junio, fue patrocinado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y ONUSIDA.

El embajador William Lacy Swing, Director General de la OIM y el Dr. Paul De Lay, Director ejecutivo adjunto de Programas de ONUSIDA, copatrocinaron el acontecimiento. Esto se debe a que en enero de este año las dos organizaciones firmaron un acuerdo revisado de cooperación, en el que se analiza la potencial vulnerabilidad de los migrantes al VIH y se fortalecen los esfuerzos por integrar a las poblaciones migrantes y móviles a las políticas y programas relacionados con el sida a nivel nacional, regional e internacional.

Debemos aprovechar los beneficios de la migración para los migrantes y los Estados, garantizando el acceso de los migrantes a los servicios de prevención, atención, tratamiento y apoyo relacionados con el VIH.

William Lacy Swing, Director General de la OIM

“Debemos aprovechar los beneficios de la migración para los migrantes y los Estados, garantizando el acceso de los migrantes a los servicios de prevención, atención, tratamiento y apoyo relacionados con el VIH”, dijo el embajador Swing.

El Dr. De Lay planteó una cuestión que muchas ‘personas desplazadas’ enfrentan a diario: la discriminación. Habló sobre la necesidad de hacer frente enérgicamente a la discriminación contra los migrantes y posibles migrantes, lo que impide la libertad de movimiento. En esto se incluyen las restricciones de entrada, estadía y residencia relacionadas con el VIH, impuestas en algunos países. “Cada persona debe tener igualdad de acceso a la libertad de movimiento, independientemente de su estado serológico. ONUSIDA se opone a las restricciones que señalan el VIH para tratamiento especial y que limitan el movimiento basándose exclusivamente en el estado serológico. Tales restricciones constituyen discriminación”.

Prácticas óptimas

En el acontecimiento paralelo se recalcó la importancia de compartir las prácticas óptimas y lecciones aprendidas por los gobiernos y la sociedad civil en la gestión de la migración y el VIH y la garantía de los derechos de los migrantes al acceso a los servicios sanitarios y sociales.

Se reconoció que, si bien la movilidad de por sí no necesariamente implica mayores riesgos para la salud, las condiciones a veces difíciles del proceso de migración (antes de la migración, durante el desplazamiento, en las comunidades de destino y a su regreso) pueden afectar a la salud de los migrantes y hacerlos más vulnerables al virus.

Compromisos internacionales

Durante la reunión se exploró el avance en un número de compromisos internacionales y marcos de políticas tales como secciones de la Declaración de compromiso en la lucha contra el VIH/SIDA 2001 de la UNGASS, la cual facilita el acceso a los programas relativos al VIH para los migrantes y trabajadores móviles.  

También se debatieron los aspectos relacionados con la migración de la Recomendación de la OIT sobre el VIH/SIDA y el mundo del trabajo, 2010 (n.° 200). La Dra. Sophia Kisting, Directora de OIT/SIDA, destacó que el estigma y la discriminación, las difíciles condiciones laborales y la prolongada separación de sus familias y culturas incrementan la vulnerabilidad al VIH de los trabajadores migrantes. “Por dichas razones, la Recomendación hace mención especial de los trabajadores migrantes. Insta a los países de origen, tránsito y destino a que adopten medidas para garantizar el acceso a los servicios de prevención, tratamiento, atención y apoyo relacionados con el VIH para tales trabajadores”.

Cada persona debe tener igualdad de acceso a la libertad de movimiento, independientemente de su estado serológico

Dr. Paul de Lay, Director ejecutivo adjunto de Programas de ONUSIDA

En sus proyectos de cooperación técnica, la OIT ha fomentado un enfoque integrado con diversos participantes, tales como el gobierno, los organismos de contratación y los sindicatos. Los programas en Indonesia, Nepal y Sri Lanka han demostrado la utilidad de este enfoque y han tenido éxito en incluir formación sobre el VIH para los trabajadores migrantes antes de su partida, así como en iniciar el diálogo sobre políticas entre los países de origen y los de destino.

Es de crucial importancia abordar dichas cuestiones, dado que, por ejemplo, de acuerdo al comité nacional sobre el sida de Sri Lanka, alrededor del 30-40% de las mujeres de Sri Lanka VIH-positivas han vuelto a su país después de vivir en Oriente Medio.

Udo Janz, Director de la oficina del ACNUR en Nueva York, aprovechó la oportunidad del acontecimiento paralelo para consolidar los progresos logrados y trazar futuras acciones con el fin de garantizar los servicios relacionados al VIH para los migrantes y poblaciones móviles, incluidas las personas que han sido desplazadas a la fuerza.    

Reunión de Alto Nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre el sida

Transcurridos treinta años desde el comienzo de la epidemia del sida y diez años desde la histórica Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre VIH/Sida, el mundo se ha reunido para evaluar los avances y definir el rumbo futuro de la respuesta mundial al sida en la Reunión de Alto Nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre el sida del 8 al 10 de junio en Nueva York. Se espera que los Estados miembros adopten una nueva declaración que reafirme sus compromisos actuales y se comprometa con acciones que guíen y respalden la respuesta mundial al sida.

A la espera de que el mundo cambie: restricciones para viajar

23 de noviembre de 2010

La versión completa de este reportaje apareció en el informe OUTLOOK 2010 de ONUSIDA

Para los muchos millones de personas que viven con el VIH en todo el mundo, las restricciones de viaje constituyen un recordatorio diario de que no tienen la libertad para circular internacionalmente, o lo que es aún peor, que quizás tengan que irse del lugar que consideran su hogar.

Unos 49 países, territorios y zonas actualmente imponen alguna forma de restricción a la entrada, la estancia y la residencia de personas debido a su estado serológico respecto al VIH.

Cuando Mark Taylor*, un ciudadano canadiense que trabaja para una empresa del sector financiero de Nueva York, se enamoró de su vida en la Gran Manzana, nunca dudó en solicitar la residencia permanente en los Estados Unidos de América. Corría el año 1995 y le iba muy bien en la vida tanto profesional como personal.

“Mi nuevo empleador dijo que patrocinaría mi residencia permanente, e iniciamos el trámite para obtener todas las aprobaciones requeridas”, relató Taylor.

A comienzos de 2002, al completar la documentación para la residencia, le aconsejaron que se realizara un examen médico en Canadá para acelerar el trámite.

“Cuando fui a buscar los resultados, me dijeron que la prueba del VIH había dado positivo. Como pueden imaginarse, me sentí desolado. El resultado de mi última prueba en Canadá había sido negativo. No sólo tenía que preocuparme por mi salud y bienestar, sino que estaba seguro de que me obligarían a irme de Nueva York y dejar mi empleo y todos los amigos que tenía allí. De inmediato caí en una profunda depresión; me sentía desesperanzado e impotente”.

Durante los 22 años en que los Estados Unidos mantuvieron una prohibición de viaje para las personas que viven con el VIH, las historias como la de Taylor eran frecuentes. Comenzó en 1987, cuando en Estados Unidos se agregó la infección por el VIH a una lista de afecciones que convertían a una persona “médicamente inadmisible”; de esta manera, se excluía del país a aquellos que vivían con el VIH. Era una penuria impuesta sobre muchas personas.

“Una enorme diversidad de frustraciones y restricciones ridículas pesaban sobre las posibilidades de las personas de visitar los Estados Unidos, hacer negocios allí, visitar a la familia, ver a sus amigos o asistir a bodas o funerales”, comentó la directora ejecutiva de Immigration Equality, Rachel Tiven.

A través de los años, su organización sin ánimo de lucro recibía anualmente un promedio de 1500 llamadas telefónicas en su línea de ayuda, un cuarto de ellas con preguntas acerca de las restricciones de viaje relacionadas con el VIH.

“La gente nos llamaba para decirnos ‘Estoy en el Aeropuerto JFK y encontraron mis medicamentos cuando pasé por aduanas y me dicen que tengo volver a subirme al avión, ¿es así?’”, contó.

Con mucha frecuencia era verdad, la gente debía regresar al avión. Para la Reunión de Alto Nivel sobre Sida de la Asamblea General de las Naciones Unidas, mantenida en 2006 en Nueva York, tuvo que solicitarse una exención especial a fin de que los delegados que vivían con el VIH pudieran entrar al país para participar. Es una de las razones por las que el director ejecutivo del ONUSIDA, Michel Sidibé, hizo del levantamiento de las restricciones de viaje una prioridad.

“No poder participar en los mismos debates acerca de tu futuro no es aceptable”, sostuvo. Y agregó, “todos deben gozar de igual libertad de circulación mundial”.

Tiven añadió, “Simplemente no es una forma eficaz de limitar la propagación del virus. Sabemos que no es sólo retórica, es una buena práctica de salud pública que las personas conozcan su estado serológico y busquen tratamiento, que sean claros respecto a su estado con sus íntimos y evitar que las restricciones de viaje sean el motivo por el que las personas no se sometan a las pruebas para conocer su estado serológico o por el que no lo revelen”.

Justamente en esta misma situación se encontraba Taylor: no se hizo las pruebas de VIH de rutina en los Estados Unidos y, al final, se sintió afortunado de habérselas hecho en Canadá, donde por ley sus resultados no podían ser revelados a nadie si él no prestaba su consentimiento. Taylor pospuso su esperanza de obtener la residencia permanente, pero se enteró de que podía permanecer en los EE. UU. con su visa actual por un período prolongado. Eran buenas noticias, pero con una advertencia.

“Sólo podría quedarme en los Estados Unidos si tenía empleo en la empresa que me patrocinaba. Durante los agitados tiempos que la industria financiera atravesó los últimos ocho años, siempre temía estar en la próxima ronda de despidos y tener que abandonar el país”, contó.

Si bien Taylor buscó atención médica y asesoramiento, cree que su carrera resultó muy perjudicada. Intentó llevar una vida lo más normal posible, pero siempre sentía que sólo le bastaría un revés más para tener que dejar la vida que había establecido.

“Era reacio a discrepar u objetar a mis colegas en cuestiones del trabajo. Siempre tenía el temor subyacente de que no podía hacer nada que pusiera en peligro mi empleo”, agregó. “Durante esa época también entablé una relación seria, y sólo pensar en que me apartaran de mi pareja me provocaba más ansiedad aún”.

Unos 49 países, territorios y zonas actualmente imponen alguna forma de restricción a la entrada, la estancia o la residencia de personas debido a su estado serológico respecto al VIH. Las Directrices internacionales sobre el VIH, el sida y los derechos humanos estipulan que cualquier limitación de la libertad de circulación o de la elección de residencia fundada exclusivamente en la situación real o presunta respecto del VIH, incluida la prueba del VIH para los viajeros internacionales, es discriminatoria.

El compromiso internacional sobre el asunto es cada vez mayor. En octubre de 2009, el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas adoptó una resolución en la que exigía la eliminación de las restricciones. La Unión Interparlamentaria, en su 186ª sesión de abril de 2010, adoptó una declaración para alentar a los “parlamentarios de los países con restricciones a desempeñar un papel principal en su eliminación, mediante las reformas de las leyes y el control de las reglamentaciones, políticas y prácticas de las autoridades pertinentes de cada país.

China es el último país que eliminó sus prohibiciones de viaje para las personas que viven con el VIH. El anuncio llegó apenas unos días antes de la apertura de la Expo 2010 Shanghai. El Juez Edwin Cameron del Tribunal Constitucional Sudafricano, que vive con el VIH, había viajado a China dos veces en los 18 meses previos y se había reunido con funcionarios del gobierno para tratar el tema de las prohibiciones de viaje.

“Me complace especialmente conocer esta decisión, ya que las restricciones a las visas eran ilógicas. Casi llevaron a la cancelación de mi último viaje a China debido a un malentendido entre departamentos de gobierno. Me alivia saber que esto no le volverá a suceder a ninguna persona que vive con el VIH”, aseguró.

A principios de 2009, al ver signos de un movimiento hacia un cambio en las reglamentaciones en los EE. UU., Taylor decidió reactivar su solicitud de residencia permanente. Era arriesgado probar suerte, ya que apostaba por que las nuevas reglamentaciones estarían vigentes para cuando su solicitud ingresara en el sistema.

“Durante todo el año, seguí de cerca el proceso normativo. Solía visitar obsesivamente los sitios web del gobierno durante todo el día para enterarme de cualquier novedad”, comentó.

La noticia llegó a finales de 2009: los Estados Unidos eliminaban su prohibición de entrada, estancia y residencia, y el presidente Barack Obama dijo en la conferencia de prensa, “Si queremos ser líderes mundial en la lucha contra el VIH y el sida, debemos actuar como tales”.

Es un anuncio que el Sr. Taylor recuerda bien. “Di un suspiro de alivio que había contenido durante más de seis años. Unas semanas después, recibí la notificación de que mi solicitud había sido aprobada, y una semana más tarde mi tarjeta de residente permanente apareció en el correo”.

Y para las organizaciones como Immigration Equality, significa un cambio hacia la divulgación y la educación al público acerca de la revocación. La organización también vigilará su ejecución en los Estados Unidos para cerciorarse de que todas las personas que viven con el VIH puedan disfrutar del efecto positivo del levantamiento de la prohibición.

Además, para Taylor, el anuncio llegó justo cuando había aceptado una indemnización por retiro voluntario ofrecida por la empresa. Ahora tiene la libertad de pensar qué hacer en el futuro en Nueva York.

Taylor concluyó: “Finalmente me siento como todos los demás”.

 

* Algunos nombres se han cambiado.

“Ahora más que nunca”: Los manifestantes piden que se protejan los derechos humanos en la respuesta al VIH en Viena

21 de julio de 2010

Mr Michel Sidibé (right), UNAIDS Executive Director; Dr Julio Montaner (left), President of International AIDS Society on the human rights march in downtown Vienna on 20 July 2010. Mr Michel Sidibé (right), UNAIDS Executive Director; Dr Julio Montaner (left), President of International AIDS Society on the human rights march in downtown Vienna on 20 July 2010. Credit: UNAIDS/Heimo Aga

El centro de Viena fue el telón de fondo de la marcha y la concentración que se celebraron ayer por la noche, 20 de julio, a favor de la respuesta al VIH y los derechos humanos. Este acto público tuvo lugar con motivo de la XVIII Conferencia internacional sobre el sida, que ha conseguido reunir a unos 20.000 activistas y profesionales del VIH en la capital de Austria.

Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA, saludó a los miles de participantes al final de la marcha, a los que definió como “una fuerza para el cambio…una fuerza para los derechos humanos”.

“Es un privilegio estar aquí hoy con vosotros en el acto más emocionante de la Conferencia, unirme con vosotros a favor de de los derechos humanos. Para poner fin a esta epidemia debemos conseguir que gobiernos, sociedad civil, las Naciones Unidas y nosotros mismos seamos responsables con los derechos humanos.”

Mr Michel Sidibé on stage addressing the rally at the end of the human rights march in Vienna on 20 July 2010Mr Michel Sidibé on stage addressing the rally at the end of the human rights march in Vienna on 20 July 2010. Credit: UNAIDS/Heimo Aga

A continuación, Sidibé presentó en el escenario a la última embajadora internacional de buena voluntad de ONUSIDA, la cantante Annie Lennox, que encabezó la marcha. “Ahora procedo a presentaros a una mujer y activista de los derechos humanos que conocéis bien. Artista, cantante y estrella. Somos realmente afortunados de que nos haya ofrecido su corazón, su canción y su voz para ayudarnos a luchar contra el VIH. ¡Annie Lennox!

Lennox actuó en directo y mostró una serie de cortos cinematográficos sobre el impacto del VIH en la vida de las personas y sobre su campaña SING.

Entre los participantes de alto nivel que participaron en la concentración tras la marcha estaban el Ministro austríaco de Salud, Alois Stöger; Michel Kazatchkine, director ejecutivo del Fondo Mundial de lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria; y Sonja Wehsely, concejala ejecutiva para la Salud Pública y los Asuntos Sociales de la Ciudad de Viena, así como miembros de la sociedad civil.

Derechos Humanos y VIH y sida: Ahora más que nunca

Esta marcha fue un acto paralelo a la conferencia, dirigido por una coalición mundial de organizaciones, como la campaña SING de Lennox y la Sociedad Internacional de Sida, y también contó con el apoyo de Open Society Institute y asociados locales como Aids Hilfe Wien y Homosexuelle Initiative Wien (HOSI).

La campaña Ahora más que nunca ha crecido gracias a las tres Conferencias internacionales sobre el sida sucesivas: desde Toronto en 2006, donde se publicó la primera declaración conjunta, pasando por Ciudad de México en 2008, donde los activistas organizaron por primera vez en una Conferencia internacional sobre el sida una zona de redes en pro de los derechos humanos, así como una marcha y concentración para el mismo fin; hasta Viena, donde miles de personas se han unido para participar en una marcha, una concentración y un concierto a favor de los derechos humanos.

El poder judicial y la respuesta al sida

30 de junio de 2010

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La epidemia de sida ha planteado retos nuevos y complejos en el ámbito jurídico y de los derechos humanos que han contribuido a que las resoluciones jurídicas para cuestiones relacionadas con el VIH se hayan convertido en parte de la jurisprudencia de muchos países. Mediante la interpretación de las constituciones nacionales, la legislación y los tratados internacionales de derechos humanos, el poder judicial ha conseguido en ocasiones repercutir positivamente en la respuesta nacional al VIH y en su percepción pública.

Este tipo de jurisprudencia habilitante ha surgido en países tan diversos como Australia, Botswana, Brasil, India, Irán, Kenya, Namibia, Sudáfrica, Reino Unido, Estados Unidos de América y Venezuela, e incluye sentencias en ámbitos como el derecho laboral,  el acceso a la educación, seguros médicos, tratamiento en las prisiones, segregación, confidencialidad, acceso a los medicamentos y derechos de los reclusos. Aplicando la legislación en función de las pruebas y de manera contrastada y protectora, el poder judicial puede crear el tipo de entorno jurídico y social necesario para detener y reducir la epidemia de sida, ofrecer acceso a la justicia a los afectados, y cumplir los compromisos nacionales para alcanzar el acceso universal a la prevención, el tratamiento, la atención y el apoyo relacionados con el VIH.

Más allá de los tribunales, los miembros del poder judicial son líderes en sus comunidades y sociedades y deberían implicarse en la respuesta al VIH. Su postura, actitudes y conductas en torno a los temas relacionados con el VIH, a las personas seropositivas y a los miembros de las poblaciones más expuestas al riesgo de infección pueden ayudar a definir la actitud social hacia estas poblaciones.

Los miembros del poder judicial pueden retar al estigma y a las prácticas discriminatorias que sufren estas personas tanto en los tribunales como en la comunidad en general

Sin embargo, en el área de cuestiones jurídicas, médicas y legales, que evoluciona con rapidez, los jueces han tenido pocas oportunidades de analizar los avances epidemiológicos y científicos. Tampoco se ha explorado debidamente el papel de los miembros del poder judicial como agentes de justicia y protectores de los derechos humanos, ni se ha utilizado para hacer frente a la vulnerabilidad al VIH y garantizar la protección de los derechos humanos para todos en el contexto de la epidemia.

Reconociendo el papel potencial y actual del poder judicial en la repuesta al sida, ONUSIDA se ha comprometido a ofrecer asistencia en las siguientes áreas:

  • Ofrecer oportunidades para que el poder judicial pueda recibir una educación continua y mantener diálogos sobre los últimos avances en la respuesta al VIH y sus implicaciones jurídicas.
  • Ayudar a los jueces a conseguir que los tribunales sean más accesibles para todas las personas afectadas por el VIH.
  • Estimular un entorno normalizado que respete los derechos humanos y se fundamente en pruebas sobre cuestiones jurídicas relacionadas con el VIH y los derechos humanos por y para los miembros del poder judicial.
  • Crear oportunidades para que los miembros del poder judicial puedan interactuar con las partes interesadas en la respuesta al VIH, incluidas personas que viven con el VIH, mujeres afectadas por el virus y miembros de las comunidades más expuestas al riesgo de infección.

El apoyo de ONUSIDA al liderazgo del poder judicial se guía por su compromiso de trabajar con los principales actores nacionales e internacionales para eliminar las “leyes punitivas, políticas, prácticas, estigma y discriminación que bloquean las respuestas efectivas al sida”, como se indica en el Marco de resultados del ONUSIDA de 2009 a 2011.

ONUSIDA ve a los miembros del poder judicial como partes esenciales a la hora de apoyar y reforzar un entorno de protección jurídica para la respuesta al VIH.

Según Susan Timberlake, asesora de ONUSIDA sobre derechos humanos y legislación,  “Mediante los tribunales, los jueces pueden defender la no discriminación basada en el estado respecto al VIH, proteger a las poblaciones clave de la violencia y la exclusión de los servicios, y acabar con las leyes opresivas que violan los derechos humanos en el contexto de la epidemia”.
Como parte de los esfuerzos de implicar al poder judicial en la respuesta al sida, en diciembre de 2009 se celebró una reunión sin precedentes de eminentes juristas africanos en Johannesburgo, Sudáfrica, para dialogar sobre el VIH y la legislación en el siglo XXI. 

El Secretario General de las Naciones Unidas celebra la eliminación de las restricciones de entrada en los Estados Unidos y en la República de Corea basadas en el estado serológico del VIH

04 de enero de 2010

ONUSIDA hace un llamamiento a la libertad de movimiento mundial en 2010

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Mapa de países, territorios y zonas que imponen algún tipo de restricción relacionada con el VIH para la entrada, estancia o residencia

El ONUSIDA acoge con gran satisfacción la eliminación de las restricciones para viajar en la República de Corea, efectiva a partir del 1 de enero de 2010. Asimismo, elogia a los Estados Unidos por aplicar por completo la ley que elimina definitivamente estas restricciones de entrada en el país, lo que significa que los viajeros seropositivos podrán desde ahora entrar libremente a los Estados Unidos de América.

El Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, felicitó al presidente Lee Myung-bak por la decisión adoptada por la República de Corea. “Felicito al Presidente Lee por el liderazgo mostrado por su país a la hora de acabar con las restricciones que afectan a las personas seropositivas que no tienen acceso a las prestaciones de sanidad pública” afirmó Ban Ki-moon.

Reitero mi llamamiento a todos aquellos países donde existen restricciones discriminatorias para que adopten las medidas necesarias con vistas a eliminarlas lo antes posible.

Ban Ki-moon, Secretario General de las Naciones Unidas

“Reitero mi llamamiento a todos aquellos países donde existen restricciones discriminatorias para que adopten las medidas necesarias con vistas a eliminarlas lo antes posible”.

El Secretario General también felicitó al Presidente Barack Obama cuando en octubre de 2009 se anunció el cambio en la política estadounidense. El hecho de que hoy se hayan eliminado las restricciones relacionadas con el VIH a la hora de entrar, permanecer o residir en los Estados Unidos, también conocidas como la “prohibición de viajar”, pone fin a una política vigente desde 1987.

El director ejecutivo del ONUSIDA, Michel Sidibé, también elogió a los Estados Unidos y a la República de Corea por acabar con las restricciones de entrada que afectaban a las personas seropositivas y afirmó que estos cambios políticos son “una victoria de los derechos humanos en ambas partes del globo”.

Hago un llamamiento a un movimiento de libertad mundial para las personas que viven con el VIH en 2010, año en el que los países se han comprometido a conseguir el acceso universal a la prevención, el tratamiento, la atención y el apoyo relacionados con el VIH.

Michel Sidibé, director ejecutivo del ONUSIDA

“Hago un llamamiento a un movimiento de libertad mundial para las personas que viven con el VIH en 2010, año en el que los países se han comprometido a conseguir el acceso universal a la prevención, el tratamiento, la atención y el apoyo relacionados con el VIH”, afirmó el director ejecutivo del ONUSIDA, Michel Sidibé.

“Ningún país debe bloquear a alguien debido a su estado en relación con el VIH. Tal discriminación no tiene sitio en el mundo actual, donde la población se mueve constantemente”, continuó Sidibé.

Unos 57 países, territorios y zonas cuentan con algún tipo de restricción en la entrada, estancia o residencia de las personas que viven con el VIH. Algunas prohíben por completo la entrada de una persona seropositiva independientemente de su motivo para viajar o de la duración de la estancia, otras afectan a los visados para estancias cortas (por ejemplo, visados turísticos), y/o para estancias más largas (visados de residencia, inmigración, asilo o reasentamiento, estudio, empleo internacional y servicio consular). Tales restricciones, a las que el ONUSIDA se opone por completo, son discriminatorias y no protegen la salud pública.

El Secretario General de las Naciones Unidas insta a los países a seguir el ejemplo de los Estados Unidos de América y levantar las restricciones de viaje para las personas que viven con el VIH

31 de octubre de 2009

Ginebra/Nueva York, 31 de octubre de 2009 — El ONUSIDA celebra el anuncio hecho por el Presidente Obama de adoptar una disposición final por la que se eliminan de la política de los EE.UU. las restricciones de entrada basadas en el estado relativo al VIH. La decisión de eliminar las restricciones de viaje relacionadas con el VIH en los EE.UU. anula una política que estaba en vigor desde 1987. Esas restricciones, a las cuales se había opuesto enérgicamente el ONUSIDA, son discriminatorias y no protegen la salud pública.

“Felicito al Presidente Obama por el anuncio de eliminar las restricciones de entrada en los Estados Unidos para las personas que viven con el VIH,” ha declarado el Sr. Ban Ki-moon, Secretario General de las Naciones Unidas. “Insto a los demás países que tienen estas restricciones a adoptar medidas para eliminarlas lo más pronto posible.”

El Secretario General de las Naciones Unidas ha hecho de la eliminación del estigma y la discriminación que sufren las personas que viven con el VIH una cuestión personal. En este sentido, en su alocución ante la Asamblea General durante la Reunión de Alto Nivel sobre el Sida de 2008, hizo por primera vez un llamamiento a eliminar las restricciones de viaje. “El hecho de que estas personas sean discriminadas, incluido a través de restricciones en su capacidad para viajar entre los países, debería llenarnos a todos de vergüenza,” dijo el Secretario General en un discurso pronunciado en la Conferencia Mundial del Sida en agosto del año pasado.

A petición suya, algunos países, incluido su país natal, la República de Corea, se encuentran en las últimas fases del proceso para eliminar las restricciones de viaje. Entre otros países que están estudiando esta posibilidad figuran China y Ucrania. En 2008, la Junta del ONUSIDA alentó enérgicamente a todos los países a eliminar las restricciones específicas del VIH en cuanto a entrada, estancia y residencia, y a asegurar que las personas que viven con el VIH dejen de ser excluidas, detenidas o deportadas sobre la base del estado relativo al VIH.

“Imponer restricciones de viaje a las personas que viven con el VIH no tiene ninguna justificación de salud pública. Además, es una violación de los derechos humanos,” declaró el Sr. Michel Sidibé, Director Ejecutivo del ONUSIDA. “Confiamos en que los demás países que siguen teniendo estas restricciones las eliminen lo más pronto posible.”

Cerca de 59 países tienen alguna forma de restricciones de viaje para las personas que viven con el VIH. Las Directrices Internacionales sobre el VIH/Sida y los Derechos Humanos establecen que toda restricción en la libertad de movimiento o elección de residencia basadas únicamente en el estado real o percibido de infección por el VIH, incluida la detección sistemática del VIH en los viajeros internacionales, es discriminatoria. Las restricciones de viaje tampoco tienen una justificación económica. Ahora las personas que viven con el VIH pueden tener una vida laboral larga y productiva, un hecho que modifica el argumento económico que subyacía a las restricciones globales. Por otro lado, la preocupación acerca de la sangría que pueden suponer los migrantes para los recursos sanitarios debe ponderarse debidamente con su contribución potencial. .

El ECOSOC adopta una resolución sobre ONUSIDA

27 de julio de 2009

20090706_ecosoc_260_200 Fotografía: ECOSOC

El Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (ECOSOC) aprobó por consenso una resolución sobre ONUSIDA en su periodo de sesiones sustantivo del 24 de julio de 2009. La negociación del documento estuvo encabezada por la delegación de los Países Bajos, en su calidad de vicepresidenta de la Junta Coordinadora de ONUSIDA y miembro de ECOSOC, y contó con la colaboración de 31 países de todas las regiones.

Esta resolución elogia el Marco de resultados de ONUSIDA por ser una herramienta en pro del acceso universal, así como por el énfasis que pone en la prevención de la transmisión sexual. Asimismo, celebra las iniciativas para abordar el sida en las agendas de salud y desarrollo internacionales, un aspecto central del mandato de ONUSIDA, especialmente los Objetivos de Desarrollo del Milenio relacionados con la salud (como la eliminación de las barreras jurídicas y socioeconómicas o explotando al máximo la flexibilidad del acuerdo sobre los ADPIC para facilitar el acceso a medicamentos antirretrovíricos asequibles y de calidad).

ECOSOC instó a todos los Estados Miembros a eliminar las restricciones en la entrada, estancia o residencia de una persona en un país en función de su estado serológico, y pidió a todas las partes interesadas que colaboren a nivel nacional para desarrollar respuestas nacionales transparentes, responsables y efectivas, en consonancia con el principio de los "Tres unos". La asistencia económica y política que se presta actualmente para la investigación y el desarrollo de tecnologías de prevención, incluida una vacuna efectiva para el VIH, era realmente necesaria.

Otra cuestión que se mencionó fue la necesidad de que el Programa Conjunto amplíe y fortalezca considerablemente su labor para solventar las deficiencias en los servicios destinados a los usuarios de drogas inyectables en todos los entornos. Los obstáculos que dificultan la respuesta persisten, y las asociaciones para superarlos serán clave, tal y como se señala en el Marco de acción de ONUSIDA: Acceso universal para hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y personas transexuales (en inglés).
Reconociendo la naturaleza interrelacionada de los ODM relativos a la salud y el género, los Estados Miembros celebraron el actual desarrollo y puesta en práctica de un Marco de acción sobre mujeres, niñas, igualdad de género y VIH, a cuyo frente se encuentra el director ejecutivo de ONUSIDA.

A nivel nacional, se instó a realizar iniciativas para fortalecer la asistencia técnica de la división de trabajo de ONUSIDA, así como el concepto de un equipo y un programa conjunto de Naciones Unidas sobre el sida, con el fin de armonizar el apoyo técnico, fortalecer la coherencia de los programas y mejorar la rendición de cuentas colectiva del sistema de las Naciones Unidas. Asimismo, se reconoció y promovió el papel que desempeña ONUSIDA actualemente en el proceso de reforma de la ONU y en la prestación general de asistencia para el desarrollo.

Por último, ECOSOC agradeció a los Estados Miembros que enviaran un total de 147 informes de progreso nacionales en 2008 como parte de un proceso establecido en la Declaración de compromiso sobre el VIH/sida. Estos informes han ofrecido una visión general integral de la respuesta al sida a nivel nacional hasta la fecha, y han alentado a los Estados Miembros a implicarse por completo en la próxima ronda de informes, planificada para el 31 de marzo de 2010.

Tercera reunión del Equipo internacional de trabajo sobre restricciones para viajar relacionadas con el VIH

18 de julio de 2008

La tercera reunión del Equipo internacional de trabajo sobre restricciones para viajar relacionadas con el VIH concluyó con un borrador de recomendaciones que contribuirán a eliminar las limitaciones para entrar, permanecer o residir en un país asociadas al VIH. Durante los próximos meses, estas recomendaciones se finalizarán y se presentarán ante las juntas directivas del Fondo Mundial y de ONUSIDA en noviembre y diciembre.

Restringir la entrada, la estancia o la residencia en un país basándose en el estado serológico es discriminatorio y en un mundo tan caracterizado por la movilidad como el actual, estas limitaciones tienen un impacto aún mayor sobre las personas que viven con el VIH. En la actualidad, cerca de 67 países siguen aplicando este tipo de restricciones.

A principios de 2008, ONUSIDA creó un Equipo internacional de trabajo formado por gobiernos, grupos de la sociedad civil y organizaciones internacionales para recordar que las restricciones para viajar relacionadas con el VIH deben seguir siendo una prioridad dentro de la agenda mundial y para fomentar acciones que conduzcan a su eliminación. Este Equipo de trabajo lo presiden de forma conjunta ONUSIDA y el gobierno de Noruega. Su primera reunión se celebró en Ginebra en febrero de 2008, la segunda en el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, también en Ginebra, en abril de 2008, y su tercera y última reunión tuvo lugar en la sede de la Organización mundial del turismo (OMT) en Madrid.

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En esta tercera reunión, el Equipo de trabajo
evaluó las labores de promoción y las actividades
que han llevado a cabo sus miembros para acabar
con las restricciones y constataron que se están
 haciendo grandes progresos al respecto.
Foto: UNAIDS

Esta última reunión se celebró del 24 al 26 de junio y fue inaugurada por Francisco Elías de Tejada Lozano, antiguo embajador español para el Fondo Mundial, el ministro español de Asuntos Exteriores y Francesco Frangialli, secretario general de la Organización mundial del turismo, que señaló que las restricciones para viajar basadas en el estado serológico son discriminatorias y representan una gran preocupación para el sector turístico.

“El VIH no es algo que se transmita por el aire. Si se van a aplicar restricciones, que sean racionales y reflejen preocupaciones sobre salud pública legítimas. Para responder al VIH lo que se necesita es prevención, información y diálogo”, manifestó Francesco Frangialli.

En esta tercera reunión, el Equipo de trabajo evaluó las labores de promoción y las actividades que han llevado a cabo sus miembros para acabar con las restricciones y constataron que se están haciendo grandes progresos al respecto.

Por ejemplo, los grupos de la sociedad civil realizaron importantes labores de promoción antes de la Reunión de alto nivel sobre sida que se celebró en junio en la Asamblea General de las Naciones Unidas. En la reunión, tanto el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, como el director ejecutivo de ONUSIDA, el Dr. Peter Piot, pidieron en la ceremonia de apertura que se eliminasen las restricciones para viajar relacionadas con el VIH. “El estigma y la discriminación en torno al sida siguen siendo fuertes. En este contexto uno mi voz a la del Secretario General e invito a todos los países a que eliminen las restricciones que impiden que las personas que viven con el VIH entren en su territorio”, declaró el Dr. Peter Piot.

Durante su tercera reunión, los miembros del Equipo señalaron que hay que seguir concienciando a la población y que los países deben prolongar el trabajo del Equipo mediante iniciativas encaminadas a terminar con las restricciones para viajar.

“En este punto de la epidemia, en el que contamos con más de 25 años de experiencia, sería hipócrita que los gobiernos se declarasen comprometidos a acabar con el estigma y la discriminación y que en la práctica no hiciesen cambios”, dijo Craig McClure, director ejecutivo de la Sociedad internacional del sida.

Susan Timberlake, copresidenta del Equipo de trabajo y asesora superior de ONUSIDA sobre derechos humanos y leyes, declaró que había que realizar más esfuerzos para garantizar que los turistas, los migrantes y otras poblaciones nómadas vean satisfechas sus necesidades en las respuestas nacionales al sida.

“Los países deben comprender que en la vulnerabilidad ante el VIH relacionada con la movilidad no solo hay que tener en cuenta a los turistas y a los migrantes, también a la población nacional que entra, vuelve a partir y regresa. Si los gobiernos de verdad quieren reducir la vulnerabilidad ante el VIH relacionada con la movilidad, deberían garantizar que todas las personas que se desplazan se beneficien de programas y servicios del VIH apropiados. En la era del acceso universal y del avance de la globalización, ninguna respuesta integral al sida debe dejar de lado a las personas que se desplazan”, declaró la copresidenta del Equipo de trabajo, Susan Timberlake.

En el marco de la Conferencia internacional sobre el sida que tendrá lugar en México en agosto, se celebrará una reunión especial que abordará las restricciones para entrar, permanecer o residir en un país que se aplican sobre las personas que viven con el VIH. Asimismo, en el Foro Mundial sobre migración y desarrollo que se celebrará en Filipinas el próximo octubre también se hará hincapié sobre este tema. El Equipo de trabajo redactará sus recomendaciones finales en un informe que presentará en la próxima reunión de la Junta Coordinadora del Programa de ONUSIDA en diciembre y ante la Junta directiva del Fondo Mundial de lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria en noviembre.

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