Tuberculosis TB

Estamos ante un año crucial en materia de TB

19 de marzo de 2018

El 2018 es un año crucial para la comunidad internacional que sigue avanzando hacia el fin de la epidemia mundial de la tuberculosis (TB) que se pretende conseguir para el año 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Los Estados Miembro de las Naciones Unidas se darán cita en septiembre de este año en Nueva York con motivo de la Reunión de Alto Nivel de las Naciones Unidas en materia de Tuberculosis. Así pretenden mostrar su liderazgo y compromiso político con respecto a la erradicación de la TB para el 2030. En esta reunión de alto nivel, se tratarán algunos de los principales retos a la hora de dar respuesta, entre los que se incluyen la necesidad de equidad y la garantía de acceso a servicios de TB para los grupos de población vulnerables. Asimismo, también se debatirán tanto la necesidad de facilitar pruebas y tratamiento para la TB a través de los servicios de atención sanitaria primaria, como la necesidad urgente de movilización de recursos.

En aras de prepararse para este hito histórico que constituirá la primera Reunión de Alto Nivel de las Naciones Unidas en materia de Tuberculosis de la historia, los líderes mundiales se reunieron en Nueva Delhi (India) los días 14 y 15 de marzo en la Cumbre para Erradicar la Tuberculosis que se celebró al calor de la 30ª Reunión del Consejo de la Iniciativa Alto a la Tuberculosis.

En esta reunión, se congregó un gran número de líderes mundiales en materia de TB. J. P. Nadda, ministro de salud y bienestar familiar del Gobierno de la India, afirmó durante el evento lo siguiente: “Nos aseguraremos de que se cumplan los objetivos a los que nos comprometimos para erradicar la tuberculosis. Para lograr los objetivos, se necesitarán tanto innovación como una nueva puesta en práctica de ideas. La India reafirma su compromiso de apoyo a los países vecinos en la lucha contra esta enfermedad”.

En el año 2016, el déficit de financiación estimado en programación de TB fue de 2,3 mil millones de USD. Además, se produjo un desplome de 1,2 mil millones de USD en investigación del TB y ciencia. Se hará mención especial a la necesidad urgente de inversiones más cuantiosas en innovación los días previos a esta reunión de alto nivel. Esto formará parte de los esfuerzos para conseguir diagnósticos, tratamientos y una vacuna en el siglo XXI para dar respuesta a la TB.

Isaac Folorunso Adewole, ministro de sanidad de Nigeria, declaró lo siguiente: “Los líderes mundiales tienen que aprovechar esta oportunidad, comprometerse firmemente y conseguir una resolución para así poder ser testigos de la erradicación de la tuberculosis por la vía rápida. Las medidas que se empleen para cumplir estos compromisos necesitarán la ayuda de iniciativas sólidas por parte de los ministerios de sanidad, el resto de ministerios, el sector privado, la sociedad civil y las comunidades”.

La tuberculosis existe desde hace miles de años y todavía sigue siendo una gran crisis sanitaria a nivel mundial. La Organización Mundial de la Salud estimaba que, en 2016, alrededor de 1,3 millones de personas murieron de TB y que más de 400,000 que vivían con el VIH murieron de coinfección de TB y VIH; a nivel mundial, se consideró que estas muertes tenían relación con el sida.

Soumya Swaminathan, Directora General Adjunta para Programas de la OMS, decía así: “No podemos erradicar la tuberculosis con tan solo un enfoque verticalista. Debemos trabajar todos juntos para proporcionar los instrumentos necesarios a las comunidades y así apoyarles en la lucha contra la tuberculosis. Este movimiento debe extenderse mucho más allá de la comunidad médica”.

Las personas que viven con el VIH se ven particularmente afectadas por la TB. Uno de cada diez casos de TB se da entre personas que viven con el VIH, y una de cada cuatro muertes producidas por la TB se asocian al VIH. A pesar de tener cura y ser una enfermedad prevenible, la TB fue en 2016 la novena principal causa de muerte a nivel mundial.

Según Tim Martineau, Director Ejecutivo Adjunto en ONUSIDA: “Todavía hay mucha gente que no tiene acceso a tratamiento. Tenemos que buscar estrategias para ampliar el acceso a los servicios de atención, concretamente para los más marginados que no están teniéndolo en estos momentos”.

ONUSIDA y la Iniciativa Alto a la Tuberculosis mantienen una colaboración de larga duración gracias a la cual trabajan mano a mano para promover, monitorizar y prestar apoyo a los programas destinados a poblaciones y países afectados por las epidemias conjuntas de la TB y el VIH. El Consejo de la Iniciativa Alto a la Tuberculosis proporciona dirección e indicaciones, controla la implementación de las políticas, planes y actividades acordadas en el marco de esta asociación, y garantiza una coordinación fluida entre los diferentes componentes de la Iniciativa Alto a la Tuberculosis.

La Conferencia Ministerial Mundial concluye con la aprobación de la Declaración de Moscú para Poner Fin a la Tuberculosis

23 de noviembre de 2017

La conferencia ministerial mundial celebrada en Moscú, Federación de Rusia, el 16 y 17 de noviembre, reunió a más de 1000 participantes, entre ellos 75 ministros y 114 delegaciones nacionales, y concluyó con la aprobación de la Declaración de Moscú para Poner Fin a la TB.

Esta Declaración establece un nuevo compromiso para acelerar la actuación multisectorial y aumentar la responsabilidad en la respuesta mundial a la tuberculosis (TB) con el objetivo de poner fin a esta epidemia para 2030. Dicha declaración servirá de guía para la Reunión de Alto Nivel sobre la TB que la Asamblea General de las Naciones Unidas celebrará en 2018, donde se tratará de promover el compromiso de los jefes de estado y de gobierno para acabar con la TB.

La declaración subraya la importancia de la actuación internacional para abordar cuestiones prioritarias en la respuesta a la TB: la financiación sostenible, la ciencia, la investigación y el desarrollo y el establecimiento de una directiva de responsabilidad multisectorial.

La Primera Conferencia Ministerial de la Organización Mundial de la Salud, titulada “Poner fin a la tuberculosis en la era del desarrollo sostenible: una respuesta multisectorial”, fue inaugurada por el Presidente de la Federación de Rusia, Vladimir Putin. El acto contó con la asistencia de altos cargos de las Naciones Unidas, como Amina J. Mohammed, Asesora Especial de la Secretaría General de las Naciones Unidas, Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la Organización Mundial de la Salud, y Michel Sidibé, Director Ejecutivo de ONUSIDA.

La TB es la enfermedad infecciosa más letal del mundo (en 2016, 1,7 millones de personas murieron a causa de esta enfermedad) y acarrea consecuencias económicas y sociales de gran alcance. La crisis para la salud pública que representa la tuberculosis multirresistente persiste y la TB es la principal causa de muerte entre las personas que viven con el VIH. 

Durante la conferencia, la representante de la organización TBpeople (la red euroasiática de personas que viven con la tuberculosis) Mariam Avanesova, quien recibió tratamiento contra la tuberculosis multirresistente en Armenia desde el 2010 hasta el 2012, presentó la campaña #StepUpforTB. Es un llamamiento urgente a los ministros de sanidad de los principales países afectados por la TB para garantizar que sus políticas y prácticas sobre esta enfermedad están en consonancia con los estándares internacionales definidos por la Organización Mundial de la Salud, como las pruebas y el tratamiento de la TB y sus formas farmacorresistentes. La petición, impulsada por Médicos Sin Fronteras y la alianza Alto a la Tuberculosis, ya la han firmado más de 30 000 personas de 120 países.

La Declaración de Moscú para Poner Fin a la TB está disponible en el siguiente enlace:  http://www.who.int/tb/features_archive/Online_Consultation_MinisterialConferenceDeclaration/en/.

Citas

"Somos conscientes de nuestra responsabilidad y de la importancia tan grande de este asunto, y estamos concentrando nuestros esfuerzos y recursos en resolverlo... Reducir la mortalidad por tuberculosis está entre nuestras prioridades estatales, junto con la reducción de la mortalidad por enfermedades cardiovasculares y cáncer".

Vladimir Putin Presidente de la Federación de Rusia

"La tuberculosis es un problema complejo y multisectorial que requiere una respuesta sistémica y altamente coordinada para hacer frente a las condiciones que propician la propagación de la enfermedad. El marco de la rendición de cuentas que hemos decidido desarrollar marca un nuevo comienzo y, con el apoyo de la Organización Mundial de la Salud para coordinar y seguir los progresos, esperamos que la Declaración de Moscú para Poner Fin a la TB nos sirva de guía para la reunión de alto nivel sobre la tuberculosis que la Asamblea General de las Naciones Unidas celebrará en 2018".

Veronika Skvortsova Ministra de Sanidad de la Federación de Rusia

"Hoy se produce un punto de inflexión en la lucha contra la tuberculosis. Este hito demuestra el compromiso mundial que se tiene desde hace mucho tiempo para acabar con la muerte y el sufrimiento causado por este antiguo asesino".

Tedros Adhanom Ghebreyesus Director General de la Organización Mundial de la Salud

"Aquí, en Europa Oriental y en todo el mundo, los programas relacionados con el VIH necesitan hacer mucho más para diagnosticar, tratar y prevenir la tuberculosis entre personas que viven con el VIH".

Michel Sidibé Director Ejecutivo de ONUSIDA

"Considero inaceptable que haya personas que se estén muriendo por un diagnóstico tardío o porque los medicamentos no son efectivos, o simplemente porque dejan el tratamiento porque los efectos secundarios de 20 pastillas al día durante dos años fueron demasiado. Hago un llamamiento a todos los gobiernos para que se esfuercen por hacer accesibles las pruebas y el tratamiento de la tuberculosis a todas las personas que lo necesiten".

Mariam Avanesova TBpeople, Red euroasiática de personas que viven con tuberculosis

Viven con el VIH, pero mueren de tuberculosis

03 de noviembre de 2017

El progreso mundial para acabar con la tuberculosis no es lo suficientemente rápido como para alcanzar los objetivos mundiales contra la TB y el VIH

La tuberculosis (TB) sigue siendo la enfermedad infecciosa más letal del mundo. Según el último informe de la OMS publicado esta semana (WHO Global Tuberculosis Report 2017), el avance mundial hacia la reducción de nuevos casos de tuberculosis (TB) es insuficiente para la consecución de los objetivos mundiales contra la TB y el VIH, a pesar de que la mayor parte de las muertes se pueden prevenir con el diagnóstico precoz y el tratamiento adecuado de estas enfermedades.

En el marco de los esfuerzos mundiales por conseguir avances en la respuesta a la TB, este objetivo adquiere cada vez más importancia en el programa mundial de desarrollo, tal y como prueban la asistencia de cientos de líderes mundiales a la primera Conferencia Ministerial Mundial de la OMS para poner fin a la TB, celebrada en Moscú del 14 al 17 de noviembre, y la Reunión de Alto Nivel sobre la TB de la Asamblea General de las Naciones Unidas programada para 2018.

"Tenemos una oportunidad sin precedentes para que la atención política se centre en las desigualdades que impulsan las epidemias de TB y VIH", declaró Michel Sidibé, Director Ejecutivo de ONUSIDA. "El rendimiento de la inversión en la TB y el VIH no debe medirse solamente en dólares, sino en voces escuchadas, derechos protegidos y vidas salvadas".

En 2016, el riesgo de desarrollar la TB entre los 37 millones de personas que viven con el VIH era aproximadamente 21 veces mayor que el riesgo que corría el resto de la población mundial. Hubo más de un millón de casos de TB entre personas que viven con el VIH: el 10% de todos los casos de esta enfermedad que se registraron a nivel mundial ese mismo año. Las personas que viven con el VIH son mucho más propensas a morir de TB que las personas seronegativas, y una de cada cinco muertes por tuberculosis (el 22%) se produce entre personas que viven con el VIH. En 2016, se registraron 374 000 fallecimientos por TB entre personas que viven con el VIH, lo que representa casi el 40% de todas las muertes relacionadas con el sida.

Las muertes por TB y la propia enfermedad pueden evitarse con una terapia preventiva, pero la mayoría de personas que viven con el VIH y que pueden beneficiarse de ella no la están recibiendo. En 2016, menos de un millón de las personas inscritas en el programa de atención del VIH comenzaron el tratamiento preventivo de la TB. Sudáfrica representa la mayor parte del total con un 41%. Le siguen Mozambique, Zimbabwe y Malawi.

La carga mundial de tuberculosis farmacorresistente sigue aumentando con unas 600 000 personas que requieren tratamiento, pero en 2016 sólo una de cada cinco se inscribió para recibirlo.

La incidencia mundial de TB sólo está disminuyendo en torno al 2% por año, y el 16% de las personas con TB mueren a causa de esta enfermedad. Para 2020, estas cifras tienen que haber descendido del 4 al 5% por año y al 10%, respectivamente, para alcanzar los primeros objetivos de la estrategia Alto a la Tuberculosis de la OMS, previstos para ese mismo año. En este 2017 sigue habiendo lagunas importantes en la financiación mundial para la prevención y tratamiento de la TB (2 300 millones de dólares estadounidenses) y para la investigación en nuevos medicamentos, vacunas y diagnóstico de esta enfermedad (1 200 millones de dólares estadounidenses).

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ONUSIDA advierte de que los países no lograrán alcanzar la meta de reducir en un 75% para 2020 las muertes por tuberculosis entre las personas que viven con el VIH a menos que se emprendan medidas urgentes

22 de marzo de 2017

GINEBRA, 24 de marzo de 2017—Con motivo del Día Mundial de la Tuberculosis, que se celebra el 24 de marzo, ONUSIDA insta a los países a adoptar muchas más medidas para reducir el número de muertes por tuberculosis entre las personas que viven con el VIH. La tuberculosis es la causa más común de ingreso hospitalario y muerte entre estas personas. En 2015, 1,1 millones de personas murieron por enfermedades relacionadas con el SIDA y, de ellas, en torno a 400.000 personas, de las cuales 40.000 eran niños, murieron de tuberculosis.

"Resulta inaceptable que tantas personas que viven con el VIH mueran de tuberculosis y que la mayoría de casos no se diagnostiquen ni se traten", dice Michel Sidibé, Director Ejecutivo de ONUSIDA. "Solo si se fomenta la colaboración entre los programas de VIH y tuberculosis para acelerar la acción conjunta podrán alcanzarse las importantes metas en materia de VIH y tuberculosis a nivel mundial".

Ocho países, a saber, la República Democrática del Congo, la India, Indonesia, Mozambique, Sudáfrica, la República Unida de Tanzanía y Zambia, representan alrededor del 70% de todas las muertes por tuberculosis entre las personas que viven con el VIH. La intensificación de las acciones en estos ocho países situaría al mundo en la vía adecuada para alcanzar la ambiciosa meta establecida en la Declaración Política de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA de 2016 de reducir las muertes relacionadas con la tuberculosis entre las personas que viven con el VIH en un 75% para 2020.

Las actuales debilidades de los sistemas sanitarios siguen produciendo deficiencias en los diagnósticos de tuberculosis de estas personas, pues en 2015, en torno al 57% de los casos de tuberculosis relacionados con el VIH seguían sin tratarse. Otros factores que no ayudan: los vínculos inadecuados con la atención médica tras el diagnóstico, un escaso acompañamiento de las personas, la falta de seguimiento y la incapacidad para llegar a las personas con más riesgo de contraer la enfermedad, en particular, las poblaciones marginadas, entre ellas las personas que se inyectan drogas, presos y trabajadores migrantes, así como los resultados poco satisfactorios de los tratamientos. En 2014, alrededor del 11% de los pacientes de tuberculosis seropositivos murieron, frente al 3% de los pacientes seronegativos.  La detección temprana y el tratamiento efectivo son esenciales para prevenir las muertes relacionadas con la tuberculosis, especialmente entre las personas que viven con el VIH.

La farmacorresistencia constituye también una preocupación importante; se estima que en 2015 aparecieron unos 480.000 nuevos casos de tuberculosis multirresistente. La reciente aprobación de dos nuevos medicamentos para tratar la tuberculosis, la primera en más de 60 años, está mejorando las perspectivas para las personas con tuberculosis resistente.

ONUSIDA insta a eliminar las muertes por tuberculosis entre las personas que viven con el VIH, fortalecer los sistemas de salud e integrar los servicios para permitir una cobertura más amplia y rápida en las áreas del VIH y la tuberculosis. Los países deben aumentar los programas de prevención y tratamiento del VIH para que incluyan pruebas de detección periódicas de la tuberculosis, tratamiento preventivo y tratamiento temprano, pues se trata de programas simples, asequibles y efectivos en la prevención de las muertes por tuberculosis.

ONUSIDA sigue apoyando a los países en la aceleración de sus esfuerzos por alcanzar las importantes metas fijadas para 2020 de la Declaración Política de 2016. Como parte de esto, ONUSIDA insta a que intensifiquen las medidas en los 35 países de alta prioridad para acelerar los resultados mediante la aplicación de programas específicos de gran impacto a fin de fomentar los progresos en la erradicación de la epidemia del SIDA.

Si desea obtener más información, consulte unaids.org

 

ONUSIDA

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

Contacto

UNAIDS
Sophie Barton-Knott
tel. +41 22 791 1697
bartonknotts@unaids.org

La amenaza mundial de la resistencia a los medicamentos, destacada en el nuevo informe de la OMS sobre la tuberculosis

13 de octubre de 2016

En el informe de 2016 sobre el estado de la epidemia y la respuesta mundiales a la tuberculosis (TB), la Organización Mundial de la Salud comunicó que se calculaba que en el año 2015 se produjeron 10,4 millones de nuevos casos de tuberculosis, una cantidad superior a la de las estimaciones previas. Sin embargo, en el año 2015 únicamente se detectaron y comunicaron oficialmente 6,1 millones de casos de TB, lo que demuestra la existencia de importantes deficiencias para localizar y aplicar las pruebas a quienes quizás padezcan TB. Seis países representan el 60% de la incidencia mundial total de la TB: China, India, Indonesia, Nigeria, Pakistán y Sudáfrica. La tuberculosis sigue siendo la principal causa de muerte entre quienes viven con el VIH, a pesar de que se podrían curar por un coste reducido. El coste generado por dejar de tratar la tuberculosis es, sin embargo, alto en términos de la propagación de la enfermedad y de la mortalidad.

Se calcula que, en 2015, 1,8 millones de personas murieron de tuberculosis y que, de estas muertes, 0,4 millones se produjeron entre quienes también eran seropositivas. Más del 20% de las personas que viven con el VIH y la enfermedad de la tuberculosis no estaba recibiendo medicamentos antirretrovirales que salvaran su vida, una oportunidad perdida de ofrecer atención y tratamiento completos e integrados. La TB también se puede evitar entre las personas que viven con el VIH recibiendo tratamiento antirretroviral temprano y terapia preventiva con isoniazida, aunque la respuesta a la terapia preventiva sigue siendo insuficiente.

Un hallazgo del informe que es particularmente preocupante se refiere a la respuesta inadecuada ante la creciente incidencia de la TB resistente a múltiples fármacos (MDR en inglés). En el año 2015, solamente una de cada cinco personas que reunían los requisitos recibió tratamiento contra la TB-MDR. Por otra parte, la tasa de curación de la tuberculosis multirresistente sigue siendo decepcionantemente baja: el 52% a nivel mundial, a pesar de las recientes mejoras para acceder a los nuevos tratamientos.

El aumento de la resistencia a los medicamentos es una de las mayores amenazas contra la reducción de la incidencia de la enfermedad y las muertes por enfermedades infecciosas, como el VIH, la tuberculosis y la malaria, que impide que alcancen su pleno potencial muchas personas que viven en países con rentas bajas y medias. Es necesario tomar medidas urgentes que eviten el desarrollo y la propagación de la resistencia a los medicamentos, y es fundamental invertir en investigación para encontrar nuevas terapias que sustituyan a las que han demostrado ser ineficaces debido a la resistencia a los medicamentos.

Citas

“Nos enfrentamos a una ardua batalla para alcanzar los objetivos mundiales contra a la tuberculosis. Tiene que haber un incremento generalizado de los esfuerzos, o los países seguirán corriendo detrás de esta mortífera epidemia, y estas ambiciosas metas no se alcanzarán”.

Margaret Chan directora general de la Organización Mundial de la Salud

“Cada vez que perdemos un tratamiento efectivo de primera línea contra la enfermedad infecciosa debido al desarrollo de la resistencia a los medicamentos, el mundo pierde otra oportunidad de salvar vidas y de fomentar la salud, el bienestar y el desarrollo de las personas, especialmente de las que viven en la pobreza. La atención urgente, la acción, la inversión y la investigación son necesarias para afrontar esta crisis que se avecina”.

Michel Sidibé director ejecutivo de ONUSIDA

Comunidades unidas para acabar con las epidemias de sida y tuberculosis

07 de abril de 2016

ONUSIDA y la iniciativa Alto a la tuberculosis han celebrado un debate interactivo en Nueva York, EE. UU., con algunos representantes de las organizaciones de la sociedad civil y otras partes interesadas en la respuesta al VIH y a la tuberculosis (TB). El debate tuvo lugar durante la Audiencia Informal Interactiva sobre el VIH con la Sociedad Civil, y fue moderado por el presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas como preparación para la Reunión de alto nivel sobre el sida de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que tendrá lugar en Nueva York del 8 al 10 de junio. 

Durante las conversaciones, los participantes describieron los desafíos que plantea la epidemia y se exploraron distintas ideas para integrar mejor las respuestas. Tanto ONUSIDA como la iniciativa Alto a la tuberculosis han establecido objetivos ambiciosos en un plazo de cinco años para responder a la epidemia y situarse en buen camino para ponerle fin, como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

La estrategia para 2016-2021 de ONUSIDA ha establecido tres metas centradas en las personas y diez objetivos cuantificables que se deben cumplir para 2020, para acabar con la epidemia de sida para 2030. También se debe cumplir el objetivo de tratamiento 90-90-90 para 2020, conforme al cual el 90% de las personas que viven con el VIH debe saber su estado serológico, el 90% de los que saben que son seropositivos tenga acceso al tratamiento antirretrovírico y el 90% de los que reciben tratamiento tenga una carga vírica reducida. Otros objetivos son reducir las nuevas infecciones por el VIH a menos de 500.000 al año para 2020 y llegar a una cero discriminación relacionada con este virus.

El Plan Mundial para detener la tuberculosis es un plan de cinco años de la iniciativa Alto a la tuberculosis para acelerar la respuesta a la enfermedad y prevé un aumento de las inversiones de 2016 a 2020, para cumplir con el objetivo 90-(90)-90. Esto implica llegar hasta, al menos, el 90% de las personas diagnosticadas con TB y permitirles el acceso a una terapia adecuada; llegar hasta el 90%, como mínimo, de los grupos de población clave que viven con tuberculosis y lograr el éxito en el 90% de los casos diagnosticados.

La prevención de VIH y tuberculosis también será clave para poner fin a ambas epidemias. 

La tuberculosis es una causa importante de mortalidad entre las personas que viven con el VIH y, en la actualidad, es responsable de una de cada tres muertes relacionadas con el sida. 

Citas

"No acabaremos con el sida si no superamos el reto que supone la coinfección con tuberculosis. Aquí no tiene cabida un enfoque fragmentado."

Luiz Loures, director ejecutivo adjunto de ONUSIDA

"Estamos ante una encrucijada mundial en lo que respecta al VIH y a la tubeculosis. Sabemos que no podremos acabar con la tuberculosis para 2030 a menos que pongamos fin al sida para ese año. De la misma manera, no tenemos posibilidades de acabar con el sida para entonces si no cambiamos drásticamente nuestra respuesta a la tuberculosis."

Austin Obiefuna, iniciativa Alto a la tuberculosis

"Vengo de Ucrania, el país con la quinta mayor carga de tuberculosis multirresistente del mundo. La causa de muerte para el 60% de las personas seropositivas en Ucrania es la tuberculosis. Algunas de ellas eran amigos míos."

Anton Basenko, Alianza ucraniana para la salud pública

"Me enfurece el hecho de que la tuberculosis se haya cobrado tres vidas en mi familia: mi padre, mi madre y mi hermano. No debería morir nadie si hay una cura y se puede prevenir. Nuestro enfoque a esta enfermedad es erróneo."

Thokozile Phumizile, iniciativa Alto a la tuberculosis, Malawi

"La tuberculosis y el VIH son como hermanos. No los podemos separar."

Anele Yawa, Campaña de acción para el tratamiento, Sudáfrica

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