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ONUSIDA acoge con enorme agrado la decisión de la Asamblea General de las Naciones Unidas de celebrar una reunión de alto nivel en materia de VIH y sida en 2021

GINEBRA, 25 de febrero de 2021—ONUSIDA acoge con enorme agrado la decisión de la Asamblea General de las Naciones Unidas de celebrar la reunión de alto nivel en materia de VIH y sida entre el 8 y el 10 de junio de 2021. Esta reunión de alto nivel analizará el progreso realizado en lo referente a la reducción del impacto del VIH desde la última reunión del mismo tipo celebrada en el año 2016. La Asamblea General espera adoptar una nueva declaración política que guíe la dirección futura de la respuesta al sida. Dicha reunión tendrá lugar precisamente cuando se cumplen 40 años del primer caso diagnosticado de sida y cuando ONUSIDA celebra su 25.º aniversario.

«Los líderes mundiales han de aprovechar la oportunidad que se les brinda con esta nueva reunión de alto nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas en materia de VIH y sida para mantener su foco de atención y su compromiso para acabar con el sida como amenaza para la salud pública, en el margo de su Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible», recalcó Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA. «La epidemia de sida sigue siendo un asunto pendiente. Debe dejar de existir en todo el mundo y para todas las personas, incluyéndose aquí las mujeres jóvenes, las adolescentes y otros grupos de población desproporcionadamente afectados por el VIH. El derecho a la salud nos asiste a todos».

El progreso para acabar con la epidemia de sida como amenaza para la salud pública para 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible ha sido muy irregular, y no se han alcanzado los objetivos mundiales para 2020 adoptados en la Declaración política de las Naciones Unidas de 2016 para acabar con el sida. El estigma y la discriminación, la marginalización y la criminalización de comunidades enteras y la falta de acceso a la atención sanitaria, la educación y otros servicios esenciales continúan alimentando la epidemia. Las mujeres y las chicas en el África Subsahariana y los grupos de población clave (gais y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, trabajadores sexuales, personas trans, usuarios de drogas inyectables y presos) siguen siendo en todos los rincones las personas más desproporcionadamente afectadas por la epidemia del VIH.

ONUSIDA está actualmente trabajando en el desarrollo de una nueva estrategia mundial en materia de sida para 2021-2026 que permita incluir a todas las partes interesadas en la respuesta al sida. El borrador final de esta estrategia será revisado en marzo de 2021 por la Junta de Coordinación del ONUSIDA con vistas a su adopción. La nueva estrategia mundial del sida incluirá nuevos objetivos para garantizar que nadie quede atrás en la respuesta al sida, con independencia de dónde viva o quién sea. De lograrse estos objetivos, el número de nuevas infecciones por el VIH se reduciría hasta 370 000 para 2025, y el número de personas que mueren por enfermedades relacionadas con el sida caería hasta 250 000 en 2025.

Incluso lo ya ganado contra el VIH se ve ahora amenazado por las interrupciones y la desorganización provocada por la pandemia de la COVID-19. La reunión de alto nivel brinda la oportunidad de garantizar que el mundo hoy refuerce la resiliencia de la respuesta al sida, se comprometa a una rápida recuperación tras el COVID-19 y aproveche las lecciones aprendidas tanto de la epidemia del VIH como de la COVID-19 para crear sociedades más resilientes y sistemas sanitarios preparados para encarar los futuros desafíos que se presenten en materia de salud.

«La respuesta al sida nos ha enseñado que la responsabilidad global es fundamental para lograr un progreso más sostenido frente al impacto de amenazas sanitarias como la de la COVID-19», insiste la Sra. Byanyima. «Debemos aunar esfuerzos internacionalmente para reducir las desigualdades entre los países y dentro de cada uno de ellos, con el fin de fortalecer así la capacidad mundial de contener y derrotar los futuros desafíos mundiales en materia de salud que ponen en riesgo vidas y medios de subsistencia en todo el mundo».

ONUSIDA valora sobremanera y agradece el duro trabajo llevado a cabo por los cofacilitadores de la reunión de alto nivel y las misiones permanentes a las Naciones Unidas de Australia y Namibia en el marco de la adopción de la resolución. Del mismo modo, pone de manifiesto el gran papel desempeñado por el Presidente de la Asamblea General para liderar el proceso.

Teniendo en cuenta las restricciones impuestas para frenar la propagación de la pandemia de la COVID-19, aún no se ha decidido si la reunión de alto nivel consistirá en un encuentro en persona, en una asamblea virtual o en una mezcla de ambos formatos. En línea con la resoluci´ón, ONUSIDA anima a participar al mayor número posible de Estados miembros de las Naciones Unidas y recuerda también la importancia de contar en la reunión de alto nivel con la presencia de representantes de las organizaciones de la sociedad civil y de las personas que viven con el VIH o corren el riesgo de contraerlo. ONUSIDA también espera que tenga lugar la sesión con las distintas partes interesadas, pues la considera una gran ocasión para escuchar las voces de las personas que viven con el VIH, que corren el riesgo de infectarse o que están afectadas por el virus, incluyéndose aquí los grupos de población clave.

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ONUSIDA celebra el nombramiento de Andrew Spieldenner como director ejecutivo de MPact

GINEBRA, 23 de febrero de 2021—ONUSIDA recibe con gran satisfacción el nombramiento de Andrew Spieldenner como director ejecutivo de MPact Global Action for Gay Men's Health and Rights. MPact trabaja desde 2006 por la intersección de la salud sexual y los derechos humanos de los hombres gays y bisexuales. Además, está enlazado con más de 120 organizaciones de base comunitaria en un total de 62 países. Desde hace mucho tiempo es un aliado clave de ONUSIDA, ya que su trabajo es fundamental para promover la salud y los derechos de los hombres gays y bisexuales, así como de sus comunidades, al igual que para poner fin a la epidemia de sida.

«Andrew Spieldenner es desde hace tiempo un respetado investigador y activista por la prevención del VIH. En los últimos años, ha prestado un servicio inestimable a ONUSIDA y a la respuesta mundial al sida desde su puesto de delegado en la Junta de Coordinación del Programa de ONUSIDA», declaró Winnie Byanyima, la directora ejecutiva de ONUSIDA. «Esperamos seguir trabajando en estrecha colaboración con él, ahora en este nuevo cargo, y reforzar nuestra relación con MPact para hacer frente a los retos y desigualdades a los que se enfrentan las comunidades de lesbianas, gays, bisexuales, personas trans e intersexuales a la hora de acceder a los servicios sanitarios y disfrutar plenamente de sus derechos humanos en todo el mundo».

El compromiso del señor Spieldenner con las personas que viven con el VIH, con las comunidades de lesbianas, gays, bisexuales, personas trans e intersexuales, con los principios feministas y la justicia racial ha sido patente a lo largo de sus 30 años como activista. Como organizador, comunicador y mentor experimentado, aporta a su nuevo puesto en MPact un largo historial de compromiso con las redes de personas que viven con el VIH. A través de su trabajo en organizaciones locales, redes nacionales de personas que viven con el VIH, departamentos de salud y el mundo académico, ha estado al frente de los movimientos por la justicia social, liderando desde dentro, en colaboración con las comunidades de las que forma parte.

Spieldenner asumirá su nuevo cargo el 1 de marzo de 2021.

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ONUSIDA saluda la decisión de los Estados Unidos de América de apoyar la salud, la seguridad y los derechos de las mujeres

GINEBRA, 3 de febrero de 2021- ONUSIDA acoge con tremendo agrado el anuncio realizado por el presidente de los Estados Unidos de América, Joe Biden, con relación a la rescisión de la medida Protección de la vida en la asistencia global de salud (PLGHA, por sus siglas en inglés, y antes conocida como Política de la Ciudad de México). Esta política obligaba a las organizaciones extranjeras no gubernamentales a aceptar como condición para recibir financiación del Gobierno de los Estados Unidos que no realizarían ni promoverían directamente abortos con fondos procedentes de cualquier fuente (incluyéndose aquí fondos de fuera de los Estados Unidos).

«La anulación de la PLGHA demuestra el firme compromiso de la nueva Administración de los Estados Unidos a la hora de apoyar a las mujeres en la defensa de sus derechos y el acceso a la información y los servicios relacionados con su salud sexual y reproductiva», destaca Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA.  «Estamos deseando trabajar codo con codo con la nueva Administración de los Estados Unidos de América para garantizar que todas las mujeres y las chicas puedan disfrutar del ejercicio efectivo de los derechos humanos, y tener acceso a la información relativa a la salud reproductiva y sexual, y todos esos servicios que quieren y necesitan».

La anterior Administración de los Estados Unidos llevó las antiguas restricciones establecidas por la Política de la Ciudad de México a un nuevo nivel al aplicar la política a la asistencia sanitaria mundial brindada por todos los departamentos y agencias del Ejecutivo. La medida limitó gravemente el acceso a los servicios básicos de atención sanitaria sexual y reproductiva, y ahogó los esfuerzos locales en materia de esos derechos. A su vez, dicha política minó los derechos humanos en general, y en particular los relacionados con la atención sanitaria sexual y reproductiva en todo el mundo.

ONUSIDA se congratula ante la llamada de la Casa Blanca a renunciar a todos aquellos condicionantes vinculados a la PLGHA en cualquier subvención actual, y con efecto inmediato; a notificar a los beneficiarios de dichas ayudas, cuanto antes, que esas condiciones han sido eliminadas, y a dejar de imponer cualquiera de esas condiciones en toda ayuda financiera futura.

«El hecho de que las mujeres y las chicas puedan disfrutar del pleno acceso a los servicios relacionados con su salud sexual y reproductiva y vean respetados sus derechos influye directamente en su seguridad, salud y bienestar. Esperamos que esta sea la base para la Ley mundial de asistencia sanitaria, capacitación y derechos, la legislación diseñada para derogar para siempre la PLGHA», añade la Sra. Byanyima.

ONUSIDA también transmite su enorme satisfacción ante el anuncio realizado por el presidente de los Estados Unidos, quien ha señalado que retomará la financiación al Fondo de Población de las Naciones Unidas, una organización clave copatrocinadora de ONUSIDA que trabaja en todo el mundo para proporcionar atención en lo referente a la salud reproductiva a las mujeres y las personas jóvenes. ONUSIDA agradece profundamente el sólido compromiso adquirido por el secretario de Estado de los Estados Unidos de América, Anthony Blinken, de destinar este año 32,5 millones de dólares estadounidenses al UNFPA.

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ONUSIDA hace un llamado para la liberación de cinco trabajadores humanitarios detenidos en Venezuela

GINEBRA, 29 de enero de 2021 — El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA) está profundamente preocupado por la detención, por parte de la policía militar, de los ciudadanos venezolanos y trabajadores humanitarios Johán León Reyes, Yordy Bermúdez, Layners Gutiérrez Díaz, Alejandro Gómez Di Maggio y Luis Ferrebuz; todos miembros de la organización no gubernamental Azul Positivo. Los cinco se encuentran detenidos desde el pasado 12 de enero de 2021.

“Hago un llamado a las autoridades venezolanas a que liberen de la custodia policial a los cinco trabajadores humanitarios que trabajan para la organización no gubernamental Azul Positivo y que devuelvan el equipo esencial incautado en el momento de su arresto”, dijo la Directora Ejecutiva de ONUSIDA, Winnie Byanyima. “Una sociedad civil fortalecida y empoderada juega un papel central en la prestación de servicios a los más necesitados; y es fundamental para una efectiva respuesta al VIH y otros retos en materia de salud en Venezuela”.

Azul Positivo se estableció en 2004 para trabajar en la prevención del VIH en el estado de Zulia, en Venezuela. ONUSIDA ha apoyado el trabajo de Azul Positivo durante muchos años y ha sido testigo del impacto positivo de sus contribuciones en la comunidad.

ONUSIDA apoya firmemente el pleno empoderamiento y participación de las organizaciones de la sociedad civil en la respuesta al sida y el trabajo humanitario. Espera continuar trabajando con organizaciones de base comunitarias y de la sociedad civil de Venezuela, así como con las autoridades gubernamentales, para garantizar que todas las personas afectadas por el VIH tengan acceso a los servicios de prevención, tratamiento y apoyo social y que sus derechos humanos sean protegidos.

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ONUSIDA hace un llamamiento para que la comunidad LGBT de Uganda sea tratada siempre con respeto y dignidad

GINEBRA, 12 de enero de 2021—ONUSIDA se muestra completamente preocupada por el desprecio a las personas de comunidades lesbianas, gais, bisexuales y transgénero (LGBT) en Uganda, el cual podría llevar a mayores niveles de violencia, estigma y discriminación contra ellas y reducir su acceso a los servicios relacionados con el VIH y otros servicios esenciales. En una entrevista reciente con los medios de comunicación, el presidente del país africano, Yoweri Museveni, habló de ser LGBT como una «desviación»

«El utilizar un lenguaje ofensivo que describe a las personas LGBT como una “desviación“ es algo completamente inaceptable», señaló Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA. «El estigma y la discriminación basados en la orientación sexual viola los derechos y aleja a las personas de los servicios relacionados con las pruebas, el tratamiento, la prevención y los cuidados para el VIH La epidemia del VIH no verá nunca su fin mientras siga habiendo grupos de personas excluidos de los servicios sanitarios».

ONUSIDA defiende con legisladores, otras autoridades gubernamentales y la sociedad civil en todo el mundo el establecer leyes antidiscriminatorias y protectoras que sean capaces de acabar con la discriminación y la violencia sufrida por la comunidad LGBT. Asimismo, todos ellos trabajan para hacer realidad el derecho a la salud de todas las personas sin excepción.

Uganda ha logrado un importante progreso contra la epidemia del VIH en los últimos años. Del millón y medio de personas que se calcula que vivían con el VIH en Uganda en el año 2019, alrededor de 1,3 millones conocían su estado serológico y 1,2 millones estaban en tratamiento. Más del 95 % de las mujeres embarazadas y lactantes que viven con el VIH en Uganda están en tratamiento antirretroviral para mantenerse sanas y evitar la transmisión del virus a sus hijos.

Sin embargo, en el país ugandés los gais y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres tienen menos posibilidades de acceder a los servicios relacionados con las pruebas, el tratamiento, la prevención y los cuidados para el VIH que hacen que se encuentren sanos y bien, en parte debido al estigma y la discriminación a la que se enfrentan en los centros de atención sanitaria y en toda la sociedad. 

«No cabe duda de que, para poner fin a la epidemia de sida en Uganda, urge construir una sociedad más inclusiva en la que todo el mundo disfrute del derecho a la salud. ONUSIDA está lista para aportar su grano de arena junto a todos los socios y poner fin al estigma y la discriminación contra la comunidad LGBT, y lograr el pleno respeto a los derechos humanos universales», reiteró la Sra. Byanyima.

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ONUSIDA celebra las inversiones de Suecia y Alemania destinadas a la respuesta al VIH y a la COVID-19

GINEBRA, 18 de diciembre de 2020— ONUSIDA acoge con gran satisfacción el anuncio de Suecia durante la 47ª reunión de la Junta de Coordinación del Programa de ONUSIDA de renovar su compromiso de financiación anual con ONUSIDA de 300 millones de coronas suecas en financiación básica para 2021, equivalente a 36 millones de dólares, lo que demuestra el continuo liderazgo del país en la respuesta mundial al sida. Al hacer el anuncio, Suecia destacó el papel fundamental de ONUSIDA en el trabajo a favor de la salud y los derechos sexuales y reproductivos.

ONUSIDA también celebra que Alemania anunciara en la misma reunión su decisión de invertir 5 millones de euros adicionales en las respuestas complementarias de ONUSIDA a las epidemias de VIH y COVID-19 del año que viene. Esto se basa en la contribución de 20 millones de euros del país a la respuesta al VIH y a la COVID-19 de ONUSIDA en junio de este año y se añade a la contribución anual de Alemania a ONUSIDA por valor de 5 millones de euros. Al hacer el anuncio, Alemania reconoció el impresionante trabajo desempeñado por ONUSIDA en su respuesta a las pandemias coexistentes de VIH y COVID-19 e instó a otros donantes a que consideraran el aumento de sus contribuciones.

«Quiero agradecer a Suecia y Alemania su fuerte liderazgo en la respuesta al sida, así como su apoyo y la confianza depositada en ONUSIDA», dijo Winnie Byanyima, la directora ejecutiva de ONUSIDA. «Estas contribuciones permitirán a ONUSIDA mantener su respuesta a la pandemia de VIH, a la vez que se mitigan los efectos de la COVID-19 sobre los grupos vulnerables y se movilizan la respuesta al sida, su infraestructura y su conocimiento contra la COVID-19».

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ONUSIDA aplaude el voto del parlamento de Bhután a favor de derogar la legislación que penaliza y discrimina a las personas LGBT

GINEBRA, 14 de diciembre de 2020—ONUSIDA da la enhorabuena al parlamento de Bhután por votar a favor de derogar los artículos 213 y 214 del Código Penal del país. Estas disposiciones penalizaban ciertos actos sexuales privados y llevaban a la discriminación contra las personas lesbianas, gais, bisexuales y transgénero (LGBT), y a su marginalización. El parlamento del país votó a favor de la derogación el Día de los Derechos Humanos, el 10 de diciembre.

«No puedo sino elogiar a los parlamentarios de Bhután por votar por crear una sociedad más compasiva, tolerante e inclusiva y por reconocer que las personas LGBT del país merecen privacidad, respeto y dignidad», dijo Winnie Byanyima, directora ejecutiva de ONUSIDA. «Este paso dado el Día de los Derechos Humanos también ayudará a asegurar que las personas LGBT de Bhután reciban los servicios básicos que necesiten, incluidos el tratamiento y la prevención del VIH y los servicios de atención sanitaria».

Bhután se ha convertido en el país que más recientemente ha despenalizado las relaciones sexuales consentidas entre personas del mismo sexo. Desde 2014, Angola, Botswana, Gabón, India, Mozambique, Nauru, Palau, las Seychelles y Trinidad y Tabago han tomado esta misma medida. Sin embargo, las relaciones sexuales consentidas entre personas del mismo sexo siguen estando penalizadas en al menos 68 países y territorios de todo el mundo.

La penalización de las relaciones sexuales consentidas entre personas del mismo sexo impide que las personas accedan a los servicios de prevención del VIH, realización de pruebas y tratamiento, y los utilicen. Asimismo, aumenta su riesgo de contraer el VIH. Legitima el estigma, la discriminación y la violencia contra las personas LGBT y es una violación de los derechos humanos.

A escala mundial, el riesgo de contraer el VIH es 26 veces mayor entre hombres homosexuales y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres que entre la población general y 13 veces mayor para las personas transgénero. Los marcos legales y normativos prohibitivos y la falta de servicios adaptados a los grupos de población clave aumentan su vulnerabilidad al VIH. ONUSIDA insta a todos los países a asegurar el pleno respeto de los derechos humanos de todas las personas, con independencia de su orientación sexual, mediante la derogación de legislación que prohíbe los actos sexuales entre adultos con consentimiento mutuo y en privado, la aplicación de legislación que protege a las personas de violencia y discriminación, el abordamiento de la homofobia y la transfobia, y la garantía de que haya disponibles servicios sanitarios cruciales.

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ONUSIDA insta a una cobertura sanitaria universal basada en los derechos humanos y centrada en las personas

GINEBRA, 12 de diciembre de 2020 - Al mundo le quedan únicamente diez años para hacer realidad el objetivo de la cobertura sanitaria universal recogido en los Objetivos de Desarrollo Sostenible. De hoy en diez años, todo el mundo debería tener acceso a unos servicios sanitarios básicos de calidad, y a vacunas y medicamentos seguros, eficaces, de calidad y económicamente asequibles. Sin embargo, ese objetivo hoy parece estar más lejos que nunca. En el año 2017, menos de la mitad de la población mundial tenía cubierta la atención sanitaria esencial y, si las tendencias actuales continúan su camino, se calcula que para 2030 solo el 60 % de las personas de todo el mundo disfrutarán de la cobertura sanitaria universal.

En este Día Internacional de la Cobertura Sanitaria Universal, ONUSIDA llama al mundo a cumplir su obligación y procurar una cobertura sanitaria universal basada en los derechos humanos y centrada en las personas.

Con el lema escogido este año para celebrar este Día Internacional de la Cobertura Sanitaria Universal, «Salud para todos: protejamos a todas las personas», lo que se pretende es insistir en que la salud es un derecho humano fundamental.

Es inaceptable que a día de hoy las desigualdades sigan impactando la capacidad de la gente para acceder a la atención sanitaria. La salud es un derecho humano, pero demasiado a menudo se pasa por alto y se niega, sobre todo a las personas más vulnerables, marginadas y criminalizadas.

Por su estatus socioeconómico, género, edad,  orientación sexual o nacionalidad, a mucha gente se le prohíbe cuidar de su salud. Al igual que sabemos que sucede en la respuesta al VIH, la igualdad es esencial para lograr la cobertura sanitaria universal. De esta forma, para progresar y hacer realidad el derecho a la salud de todos, debemos lograr mayor igualdad, inclusión social y cohesión en nuestras sociedades. Solo acercándonos a la cobertura sanitaria universal a partir de los derechos humanos y con las personas en el centro lograremos garantizar una salud equitativa para todos.

La COVID-19 ha dejado ver cómo se ha relegado los sistemas de salud públicos en muchos países del mundo. Para promover la salud y el bienestar, los países tienen que invertir en las principales funciones de los sistemas sanitarios, incluida la sanidad pública, como bienes comunes para la salud.

El dinero nunca podría ser el motivo por el que una persona pudiera o no recibir atención sanitaria. Nadie debería caer en la pobreza por tener que asumir los costes derivados de los cuidados de su salud. ONUSIDA pide a todos los Gobiernos que eliminen las tasas de usuario y que la salud para todos se financie con fondos públicos.

Aun antes de la pandemia de la COVID-19, la respuesta mundial al sida había perdido fuerza, en parte debido a las mínimas inversiones que se estaban haciendo en los sistemas de salud. La cobertura sanitaria universal y la erradicación del sida no se pueden ni conseguir ni sostener sin sistemas sanitarios resilientes y con un buen funcionamiento capaces de responder a las necesidades de todas las personas, sin discriminación ni estigma.

La respuesta al VIH nos ha demostrado que son las comunidades las que marcan la diferencia. Durante la pandemia de la COVID-19, las organizaciones lideradas por la comunidad, entre ellas las comunidades formadas por personas que viven con el VIH, en todos los rincones del mundo se han movilizado para proteger a los más vulnerables, para lo que han trabajado con los Gobiernos con el fin de mantener en marcha los servicios esenciales.

Las comunidades han hecho grandes campañas para lograr la dispensación multimensual de los antirretrovirales. También han organizado los repartos domiciliarios de los medicamentos y han proporcionado apoyo económico, alimentos y cobijo a las poblaciones en riesgo. Las comunidades forman parte de los sistemas sanitarios y son fundamentales para conseguir la cobertura sanitaria universal. Por ello, su liderazgo merece un reconocimiento y un apoyo mucho mayores. Hay que valorar la inmensidad de sus innovaciones y agradecerles su enorme contribución para lograr que todas las personas en todo el mundo vean respetado su derecho a la salud.

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ONUSIDA insta a los países a anteponer siempre los derechos humanos para poner fin a cualquier pandemia

Mensaje para el Día de los Derechos Humanos de Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA

Los invito a unirse a nosotros hoy, y todos los días, para celebrar este Día de los Derechos Humanos. Queremos, juntos, actuar para reformar nuestros sistemas, para recuperarnos mejor y para luchar por los derechos de todas las personas del mundo.

La crisis de la COVID-19 nos ha demostrado una vez más cómo, en situación de emergencia, los derechos humanos se vulneran demasiado rápido. Todas aquellas desigualdades que llevaban años ignoradas se han hecho más evidentes y se han exacerbado aún más durante la respuesta a la pandemia. Y tal y como ya aprendimos con la respuesta al sida, hoy sabemos mejor que nunca que solo los países que respetan, protegen y hacen realidad los derechos humanos son capaces de progresar, plantar cara a una epidemia y construir sociedades mucho más justas.

Los trabajadores sexuales, los gais y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, las personas transgénero y los consumidores de drogas fueron con mucha frecuencia el blanco de las fuerzas de la ley durante los confinamientos. Se vieron expuestos a un alto volumen de violencia, fueron relegados al olvido en el marco de la protección social y los mecanismos de apoyo financiero, y se les negó el acceso a los servicios sanitarios porque las organizaciones lideradas por la comunidad a menudo se consideraron no esenciales.

A día de hoy aún hay 69 países que criminalizan las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo. Otros 92 criminalizan la transmisión del VIH, su exposición y la no revelación del estado serológico. Por último, en 32 países las personas transgénero son víctimas de una enorme criminalización. Casi todos los países del mundo continúan criminalizando el consumo de drogas y todos los factores que rodean el trabajo sexual. Si hasta ahora no lo ha sido, en este momento debería ser evidente que no hablamos solo de un problema relacionado con el VIH, sino de una cuestión de igualdad y de uno de los principales derechos humanos.

El derecho penal es un instrumento fuerte y contundente. Por eso mismo ha de ser usado con gran cuidado y mesura. Cuando se emplea mal, daña en vez de ayudar y oprime en lugar de capacitar. Además, lejos de ser neutral, crea desigualdades y amplifica las ya existentes, lo que da lugar a una enorme discriminación.

Debemos transformar nuestros sistemas jurídicos y cambiar nuestras leyes. La ley debería estar a disposición de todos y proteger a todo el mundo. Es cierto que reformar las leyes nos llevará un tiempo. Pero no es excusa. Podemos empezar a actuar para imponer una moratoria sobre todos aquellos arrestos en los que las leyes penales y su cumplimiento vulneran y pasan por alto los derechos humanos internacionales.

En este Día de los Derechos Humanos, comprometámonos todos para poner fin a las desigualdades y las injusticias que alimentan el sida y todas las demás pandemias.

 

ONUSIDA es uno de los miembros fundadores de la Alianza Mundial para la Eliminación de Todas las Formas de Estigma y Discriminación Relacionados con el VIH, junto con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, ONU Mujeres, la Red mundial de personas que viven con el VIH y el Fondo mundial de lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria. Este año 18 países se han unido a la alianza. Ojalá que el próximo año seamos muchos más.

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ONUSIDA hace un fuerte llamamiento para erradicar esa pandemia olvidada que es la violencia contra las mujeres y las chicas

GINEBRA, 25 de noviembre de 2020 - Hoy, fecha en que se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, ONUSIDA insta al mundo a aumentar sus esfuerzos para acabar con esa pandemia olvidada que es la violencia contra las mujeres y las chicas en todas sus formas. Una auténtica violación de los derechos humanos extendida por todo el globo y que afecta a una de cada tres mujeres al menos una vez a lo largo de su vida.

Antes de la pandemia de la COVID-19, se calculaba que en todo el mundo 243 millones de mujeres y chicas de entre 15 y 49 años habían sido víctimas de violencia sexual o física perpetrada por su pareja en los últimos 12 meses. Los datos nos dicen que la pandemia de la COVID-19 ha incrementado considerablemente los casos de violencia de género en casi todos los países.

«Cada vez tenemos más pruebas en las que apoyarnos para demostrar que la pandemia de la COVID-19 no está afectando con igual magnitud a ambos sexos», destacó Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA. «Las consecuencias de los confinamientos y las restricciones para viajar que se impusieron en muchos países para frenar la expansión de la COVID-19, el hecho de no considerar servicios esenciales los servicios de salud sexual y reproductiva para las supervivientes de la violencia, y el menoscabo de la seguridad económica de las mujeres han dado lugar a barreras insalvables para las mujeres y las chicas que han sufrido abusos, sobre todo en el caso de todas aquellas que están obligadas a compartir techo con sus abusadores».

Como resultado de la pandemia de la COVID-19, las chicas adolescentes y las mujeres jóvenes están también más abocadas a los matrimonios forzosos tempranos y a la trata de personas, están viéndose obligadas a renunciar a su derecho a la educación por el cierre de las escuelas y, además, carecen de acceso tanto a una educación integral sobre sexualidad como a los servicios de salud sexual y reproductiva, incluyéndose aquí los métodos anticonceptivos y el aborto.

La enfermedad del nuevo coronavirus está haciendo crecer la violencia contra las mujeres y exacerbando las desigualdades de género ya existentes. Además, está multiplicando exponencialmente los riesgos y las vulnerabilidades de las mujeres respecto al VIH. Al tiempo, el acceso a los servicios contra la violencia de género y la salud sexual y reproductiva es cada vez menor, o incluso se ha visto interrumpido durante la pandemia. La violencia contra las mujeres es el gran factor que hace aumentar el riesgo de contraer el VIH. En aquellas zonas en las que hay una fuerte prevalencia del VIH, como el África subsahariana, las mujeres que son víctimas de violencia dentro de la pareja tienen un 50 % más de probabilidades de vivir con el VIH. Se observa también que los hombres que practican la violencia contra las mujeres tienden a correr ellos mismos más riesgo de infectarse por el VIH. Además, tienden a usar con menor frecuencia los preservativos, lo que, a su vez, también hace crecer el riesgo de transmitir el VIH.

La violencia, o la posibilidad de que esta se desate, hace que muchas mujeres y chicas adolescentes que viven con el VIH no revelen su estado serológico positivo a sus parejas, familiares y proveedores de atención sanitaria. Y precisamente esto dificulta sobremanera la adherencia de las mujeres y las chicas al tratamiento para el VIH.

La violencia de género limita la toma de decisiones de las mujeres y las chicas, y mina los derechos y la salud sexual y reproductiva de las mujeres. Se les impide decidir si quieren mantener relaciones sexuales, cómo, cuándo y con quién. Se les niega su derecho a cuidar de su salud, se les bloquea el acceso a los servicios para la prevención del VIH y no se les brinda la oportunidad de seguir un tratamiento.

«La pandemia de la COVID-19 ha puesto sobre la mesa una vez más que es inaceptable continuar con medidas incompletas y no cumplir el compromiso de acabar definitivamente con la violencia contra las mujeres», enfatizó la Sra. Byanyima. «Hemos de tomarnos en serio el lograr la igualdad de género, el acabar con el sida y el prevenir la violencia de género; debe ser nuestra prioridad local, nacional y mundial».

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