Children

Los niños que viven con el VIH: por detrás de los adultos en el acceso a los medicamentos

08 de marzo de 2021

La cobertura de tratamiento entre los niños que viven con el VIH está por detrás de la de los adultos en la mayoría de los países de África subsahariana, donde hay graves epidemias de VIH.  En 2019, en todos los países la cobertura de tratamiento entre los niños que viven con el VIH fue solo del 53 % [36-64 %], lo que representa un fracaso global a la hora de proporcionar medidas de soporte vital a 840 000 de los 1,8 millones [1,3 millones-2,2 millones] de niños que viven con el VIH.

Cobertura de la terapia antirretroviral entre niños y adultos, países del África subsahariana foco de la iniciativa Start Free, Stay Free, AIDS Free (2019)

A medida que las infecciones por transmisión vertical disminuyen, la proporción de niños entre 5 y 14 años que viven con el VIH ha aumentado. Se calcula que de los 840 000 niños que viven con el VIH que en 2019 no recibieron tratamiento, 560 000 de ellos tenían entre 5 y 14 años.  Hay que incrementar los esfuerzos para localizar y tratar a estos niños que aún no disponen de un diagnóstico de VIH.  Una de las medidas es garantizar que se llega a los niños que han perdido a uno o a ambos progenitores por una enfermedad relacionada con el sida integrando servicios de pruebas del VIH en los programas de apoyo a los huérfanos y otros niños en situación de vulnerabilidad.

Además, algunos estudios indican que una gran parte de las personas sometidas a tratamiento contra el VIH tienen familiares, entre ellos niños, cuyo estado serológico es desconocido.  La realización de pruebas a los posibles casos índice de la familia, basadas en los derechos y sensibles a las cuestiones de género, puede ser una estrategia eficaz para identificar a los niños más mayores que viven con el VIH.  Las pruebas realizadas a los posibles casos índice favorecen, a su vez, una atención sanitaria oportuna, con una tasa de iniciación de un 42-96 %, como indican varios estudios. Estos enfoques familiares también permiten que los padres y sus hijos accedan a la atención médica conjuntamente, lo que puede mejorar el mantenimiento.

Nuestra acción

Niños y VIH

Declaración conjunta para instar a todos los países a ampliar de forma urgente el acceso nacional a un tratamiento para el VIH de calidad dirigido a los bebés y los niños que viven con el VIH

22 de diciembre de 2020

Los socios mundiales comprometidos con poner fin al sida pediátrico se han reunido para solicitar a todos los países que rápidamente amplíen el acceso a un tratamiento para el VIH que permita salvar la vida de recién nacidos y niños. Entre los socios están el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, la Organización Mundial de la Salud (OMS); ONUSIDA; el Plan de emergencia del Presidente de los Estados Unidos para paliar los efectos del SIDA; el Fondo Mundial de lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria; la Fundación Elizabeth Glaser para el sida pediátrico y la Iniciativa mundial Clinton de acceso a la salud.

Los niños que viven con el VIH siguen siendo los grandes olvidados de la respuesta mundial al sida. En el año 2019, solo el 53 % (950 000) de los 1,8 millones de niños (de entre 0 y 14 años) que viven con el VIH  en todo el mundo fueron diagnosticados y se les administró tratamiento, en comparación con el 68 % de los adultos.[1] Los 850 000 niños restantes que viven con el VIH aún no disponen de un diagnóstico ni disponen de un tratamiento para el VIH que les salve la vida. Dos terceras partes de esos niños que faltan tienen entre 5 y 14 años y no acuden de forma rutinaria a las instalaciones sanitarias. Para que estos niños puedan acceder al tratamiento y empezar a utilizarlo, las comunidades y las familias de las personas que viven con el VIH, la tuberculosis y otras enfermedades han de demostrar su compromiso y poner en marcha servicios familiares.

En 2019 se calcula que 95 000 niños fallecieron como consecuencia de enfermedades relacionadas con el sida. Esta cifra se debió, en parte, a la falta del diagnóstico temprano del VIH entre los bebés y los niños, y a la tardanza observada en lo que respecta al comienzo de los tratamientos antirretrovirales que salvan vidas Sin tratamiento, el 50 % de los bebés infectados por el VIH durante el parto morirá antes de cumplir los dos años. [1]

La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) hace bien poco dio su visto bueno a la primera fórmula genérica de los comprimidos dispersables de dolutegravir 10 mg. [2] Dicha aprobación fue el resultado de una innovadora alianza entre Unitaid, la Iniciativa mundial Clinton de acceso a la salud y ViiV Healthcare, quienes, junto con los proveedores de genéricos, lograron adelantar, y por varios años, el calendario del desarrollo. Esta autorización por parte de la FDA vino seguida del anuncio el Día Mundial del Sida de un acuerdo sin precedentes negociado por Unitaid y la Iniciativa mundial Clinton de acceso a la salud, en virtud del cual se reducen los gastos del tratamiento para el VIH en torno a un 75 % en los países de bajos y medianos ingresos, donde los comprimidos dispersables de dolutegravir 10 mg se venderán en envases de 90 unidades y tendrán un precio de 4,5 dólares estadounidenses. [3] 

Por tanto, esto significa que el tratamiento antirretroviral de primera línea y recomendado por la OMS está ahora disponible en una fórmula genérica más asequible económicamente hablando y mejor para los bebés y los niños a partir de cuatro semanas de edad y más de 3 kg de peso. [4]  La rápida transición a este tratamiento, en combinación con un mejor diagnóstico del VIH para niños y otras medidas de apoyo, nos ayudará a reducir de forma urgente las 95 000 muertes infantiles evitables relacionadas con el sida.

Los antirretrovirales basados en dolutegravir funcionan muy bien en niños. Se trata de un fármaco que tiene menos posibilidades de crear resistencia y que logra más pronto la supresión de la carga viral. Además, los comprimidos dispersables, formulados especialmente para niños, mejoran sobremanera la adherencia al tratamiento debido a que se reduce la cantidad de pastillas que hay que ingerir y a que estas resultan más fáciles de administrar. Todos estos factores permiten que los niños consigan y mantengan la supresión de la carga viral, sin duda un estándar de oro para medir la efectividad de un tratamiento para el VIH. El dolutegravir es también el tratamiento habitual en el caso de los adultos. El comenzar con este tratamiento desde los primeros años de la infancia disminuye la necesidad de cambiar de tratamiento a lo largo de las diferentes etapas de la vida de una persona (infancia, adolescencia y edad adulta). El hecho de que haya pocas pautas de tratamiento y estas cambien poco simplifica la gestión de la atención sanitaria, mejora la gestión del stock y reduce el despilfarro. 

La OMS lleva recomendando el uso de antirretrovirales basados en dolutegravir para bebés y niños desde el año 2018 [4] y el pasado mes de julio de 2020 publicó recomendaciones de dosificación para bebés y menores a partir de cuatro semanas de edad y más de 3 kg de peso.

Los proveedores ya han indicado su capacidad para satisfacer las nuevas y más elevadas ambiciones mundiales. Es fundamental proporcionar previsiones precisas de la demanda con el fin de informar de los planes de producción y los plazos de sumistro. Por consiguiente, es prioritario que los programas nacionales empiecen a incluir los comprimidos dispersables de dolutegravir 10 mg en sus nuevos programas de adquisición, que revisen sus stocks y pedidos de tratamientos para niños distintos a los de dolutegravir, que compartan sus predicciones con los socios responsables de la adquisición de los tratamientos para el VIH y que efectúen sus pedidos lo antes posible.

Los socios han contraído el firme compromiso de apoyar y respaldar a los Gobiernos nacionales mientras estos elaboran planes de transición rápidos que van desde los tratamientos para el VIH ya existentes y que han demostrado ser insuficientes, hasta los tratamientos a base de dolutegravir para bebés y niños, incluyéndose aquí la defensa del compromiso político; la movilización de recursos nacionales e internacionales; las nuevas políticas y directrices; la gestión del suministro, la distribución y el stock de medicamentos; la formación de los profesionales sanitarios, y la sensibilización y el compromiso de las comunidades afectadas para garantizar que los niños que viven con el VIH y sus cuidadores soliciten el tratamiento y comprendan su pauta, con el objeto de asegurar así la rápida aceptación de estas nuevas fórmulas.

La OMS pone a disposici´´on de los programas nacionales y los socios más información respecto a las pautas y las recomendaciones. [5]º En el HIV New Product Introduction Toolkit de la Iniciativa Clinton de acceso a la salud se han dedicado recursos para ayudar a los países a lograr la transición al uso de dolutegravir pediátrico.

Citas de los socios

«Los Gobiernos nacionales, los socios que están sobre el terreno y las comunidades afectadas han de trabajar juntos para identificar y tratar a los bebés y los niños cuyas vidas pueden ser salvadas por estos nuevos medicamentos», insistió Shannon Hader, directora ejecutiva de programas de ONUSIDA. «Los nuevos medicamentos son más económicos, más eficaces y mejores para la edad pediátrica que los tratamientos que actualmente se están utilizando en niños y adolescentes. Tenemos que incluirlos ya en las clínicas para lograr salvar vidas».

«El proporcionar medicamentos antirretrovirales a las personas que viven con el VIH constituye el eje principal en torno al cual se articula todo nuestro apoyo a los programas nacionales para el VIH», señaló Peter Sands, director ejecutivo del Fondo Mundial de lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria. «Este nuevo y asequible tratamiento antirretroviral especialmente recomendado para los niños supone un tremendo paso adelante que mejorará y salvará las vidas de algunas de las personas más vulnerables de nuestra sociedad: los pequeños que viven con el VIH. Estamos comprometidos a apoyar a los países para que todos ellos logren una transición rápida a estos nuevos medicamentos».

«Los niños de los países de bajos y medianos ingresos a menudo tienen que esperar años para acceder a los mismos medicamentos que los adultos. Todo este tiempo no hace sino minar su calidad de vida e, incluso, provocar muertes que se podían haber evitado. Nos sentimos tremendamente orgullosos de haber trabajado con más socios en este acuerdo pionero e innovador gracias al cual los niños dispondrán de comprimidos dispersables y de gran calidad de dolutegravir en un tiempo récord», destacó Philippe Duneton, director ejecutivo de Unitaid. «Si logramos garantizar el acceso a este tratamiento, transformaremos las vidas de los niños que viven con el VIH, y los ayudaremos a permanecer en tratamiento y salvar miles de vidas».

«Por primera vez, los niños que viven con el VIH en los países de bajos y medianos ingresos tendrán acceso a los mismos medicamentos antirretrovirales de primera línea que los pequeños de países de altos ingresos», insistió Iain Barton, director ejecutivo de la Iniciativa Clinton de acceso a la ciudad. «Esta alianza debería servir como modelo para derribar las barreras que obstaculizan el desarrollo de las fórmulas pediátricas para suministrar medicaciones de primera línea de forma rápida y asequible».

«La brecha constante en lo referente al tratamiento entre los adultos y los niños nos impide hacer realidad el sueño de una generación libre de sida», recalcó Chip Lyons, presidente y director ejecutivo de la Fundación Elizabeth Glaser para el sida pediátrico. «Los niños que viven con el VIH en todo el mundo necesitan con urgencia fórmulas eficaces, adecuadas para su edad y accesibles. La aprobación de dolutegravir dispersable supone un avance trascendental, si bien puede tornarse insignificante si esta nueva fórmula no se extiende de inmediato y llega a los bebés y los niños pequeños cuyas vidas dependen de él. La Fundación Elizabeth Glaser para el sida pediátrico está plenamente comprometida con apoyar el desarrollo, la aceptación y el suministro de nuevos y eficaces medicamentos antirretrovirales pediátricos en colaboración con los líderes mundiales, regionales y locales».

«La persistente brecha de tratamiento entre madres y niños es inaceptable, y más ahora que disponemos de grandes avances científicos que están a nuestro alcance para cambiar la trayectoria», destacó Chewe Luo, director asociado y ejecutivo en materia de VIH del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia. «El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia se alegra infinitamente de los compromisos mundiales adquiridos y el progreso logrado en lo referente a mejores diagnósticos y pautas de tratamientos pediátricos para conseguir grandes resultados».

«Este hallazgo tiene el potencial de cambiar del todo, y a mejor, las reglas del juego para los niños que viven con el VIH», subrayó Meg Doherty, directora de los programas mundiales sobre VIH, hepatitis y enfermedades de transmisión sexual de la OMS. «Tenemos la obligación de hacer todo lo que esté en nuestras manos para ayudar a los países a conseguir este nuevo dolutegravir pediátrico de 10 mg para todos los niños que lo necesiten».


[1] ONUSIDA. Start Free Stay Free AIDS Free - 2020 report. 07 de julio de 2020. https://www.unaids.org/en/resources/documents/2020/start-free-stay-free-aids-free-2020-progress-report

[2] https://www.accessdata.fda.gov/drugsatfda_docs/pepfar/214521PI.pdf

[3] Comunicado de prensa de UNITAID. Groundbreaking Agreement Reduces by 75% the Cost of HIV Treatment for Children in Low-and Middle-Income Countries. https://unitaid.org/news-blog/groundbreaking-agreement-reduces-by-75-the-cost-of-hiv-treatment-for-children-in-low-and-middle-income-countries/#en 

[4] Organización Mundial de la Salud. Updated recommendations on first-line and second-line antiretroviral regimens and post-exposure prophylaxis and recommendations on early infant diagnosis of HIV. Interim guidance. 1 de diciembre de 2018. https://www.who.int/publications/i/item/WHO-CDS-HIV-18.51.

[5] Organización Mundial de la Salud. Considerations for introducing new antiretroviral drug formulations for children. Policy brief. 1 de julio de 2020. https://www.who.int/publications/i/item/9789240007888.

[6] Iniciativa Clinton de acceso a la salud. HIV new product introduction toolkit. Pediatric 10 mg dispersible, scored resources, https://www.newhivdrugs.org/.

ONUSIDA

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

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Niños

 

Tratamiento del VIH

ONUSIDA se une a sus asociados para reivindicar mejores pruebas, tratamiento y prevención del VIH y la tuberculosis en los niños

20 de noviembre de 2020

En el Día Universal del Niño, ONUSIDA se une a sus asociados para reivindicar un acceso más rápido a mejores herramientas para prevenir, diagnosticar y tratar el VIH en niños y la tuberculosis (TB) en niños que viven con VIH a través de una declaración conjunta que anuncia la puesta en marcha del Plan de Acción de Roma 2020.

La respuesta al VIH está dejando de lado de manera desproporcionada a los niños que viven con el VIH. La cobertura de tratamiento a niños a escala mundial es extremadamente baja.  En 2019, solo el 53 % de los 1,8 millones de niños que se calcula que viven con VIH fue diagnosticado y recibió tratamiento. Esto significa que 850 000 niños que viven con el VIH no reciben tratamiento contra el VIH que salva vidas. Más de la mitad de esos niños restantes se encuentra en solo cinco países —la República Democrática del Congo, Kenia, Mozambique, Nigeria y Sudáfrica— y dos tercios de esos niños tienen entre 5 y 14 años. Además, no estamos haciendo lo suficiente para prevenir nuevas infecciones por el VIH, con 150 000 nuevos casos en niños de menos de 15 años en 2019. Por tanto, se deben poner en marcha programas y actividades específicos lo antes posible para llegar a esos niños y permitirles beneficiarse de las extraordinarias mejoras en las innovaciones pediátricas.

Esto se debe a varias razones. No se hacen pruebas del VIH a las madres durante el embarazo y la lactancia, por lo que no pueden recibir un tratamiento contra el VIH que las mantendrá sanas y evitará que su hijo se contagie de VIH. A los niños no se les hace la prueba del VIH en el momento del nacimiento o poco después, por lo que no se pueden beneficiar de un tratamiento temprano para el VIH con mejores resultados. Los tratamientos disponibles contra el VIH más comunes no son aptos para niños: a menudo tienen un sabor amargo y no se pueden disolver ni espolvorear en alimentos para lactantes y niños pequeños que no pueden tragar pastillas.

Los niños y, en especial, los niños que viven con el VIH son especialmente vulnerables a la TB, que es la causa de muerte más común entre las personas que viven con el VIH. La TB en niños que viven con el VIH es difícil de diagnosticar y el tratamiento es complicado y desagradable de tomar, especialmente combinado con el tratamiento contra el VIH.

«El Plan de Acción de Roma ha impulsado nuevos diagnósticos y tratamientos más efectivos, asequibles y de mejor sabor para niños que viven con el VIH. Ahora, tenemos una obligación moral de garantizar que esas herramientas realmente lleguen a los niños que más las necesitan», dijo Shannon Hader, Directora Ejecutiva Adjunta del Programa de ONUSIDA. «Necesitamos actuar: para llegar a esos niños, los países necesitan centrarse en sus datos, ser conscientes de cómo y dónde es más probable que se llegue a los niños que faltan y eliminar cualquier barrera artificial —desde la creación de la política hasta su puesta en marcha— que se interponga en su camino. Y en cuanto a la innovación —mejores diagnósticos y tratamientos tanto para el VIH como para la TB en niños— aún queda mucho por hacer. Seguiremos luchando y creando aliados para innovar más y mejor».

Desde 2016, como parte de la iniciativa conjunta de fe de ONUSIDA y el Plan de Emergencia del Presidente de los Estados Unidos para el Alivio del Sida, el Vaticano ha estado reuniendo a asociados clave en una serie de diálogos de alto nivel para encontrar maneras mejores de prevenir, diagnosticar y tratar el VIH en niños, y este año también se centró en la TB en los niños que viven con VIH por primera vez. El 5 y 6 de noviembre, el cardenal Turkson del Vaticano convocó la reunión virtual de Roma Cinco. Este innovador diálogo reunió a líderes de sectores privado y público, gobiernos, autoridades reguladoras, organizaciones basadas en la fe y en la comunidad y otros asociados en la ejecución, a fin de encontrar soluciones para reducir el impacto del VIH y la TB en los niños.

La reunión tuvo como resultado un nuevo Plan de Acción de Roma para 2020, un conjunto de ambiciosos compromisos contraídos por las organizaciones participantes y destinados a superar los obstáculos a los que se enfrentan los servicios del VIH y la TB para niños. Entre los muchos compromisos contraídos por las organizaciones asociadas, ONUSIDA se ha comprometido a apoyar a los gobiernos en la recopilación y notificación de datos sobre el impacto del VIH y la TB en los niños para que las respuestas nacionales puedan destinarse a donde más se necesiten. ONUSIDA establecerá e informará de ambiciosos objetivos por edad a nivel mundial para prevenir, realizar pruebas y tratar el VIH en niños y la TB en niños que viven con el VIH. ONUSIDA seguirá luchando al más alto nivel político por el aumento de la inversión y el cumplimiento de las acciones previstas a nivel nacional para que el mundo se ponga en marcha y ponga fin al sida y a la TB en niños que viven con el VIH.

Nuestra acción

Niños

Pese al gran progreso desde el principio, la respuesta al VIH sigue fallando a los niños

07 de julio de 2020

GINEBRA, 7 de julio de 2020 - El último informe sobre el progreso para la consecución de los objetivos Start Free, Stay Free, AIDS Free muestra que, a pesar del gran avance logrado desde los primeros días de la epidemia, la respuesta al sida centrada en los niños se mantiene en posición rezagada. Año tras año se sigue sin alcanzar el gran objetivo de eliminar las nuevas infecciones entre los niños, y los más pequeños siguen muriendo innecesariamente como consecuencia de enfermedades relacionadas con el sida. Muertes que podrían evitarse con tratamientos sencillos y económicos si se diagnosticara y tratara a tiempo a los más pequeños de la sociedad.

«Supone una auténtica tragedia el ver que disponemos de muchísimas herramientas, el saber que se han evitado muchas nuevas infecciones entre niños, el comprobar que son muchos los niños seropositivos que están bien, mientras que hay muchos otros muriendo sin disfrutar de ningún paso de los que hemos dado hacia adelante», expresa Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA. «Nos negamos a aceptar que cada año decenas de miles de niños sigan infectándose por el VIH y muriendo como consecuencia de enfermedades relacionadas con el sida».

El marco Start Free, Stay Free, AIDS Free parte de tres conceptos sencillos. En primer lugar, los bebés tienen derecho a llegar al mundo libres del VIH (Start Free). En segundo lugar, mediante la prevención del VIH, los niños, los adolescentes y las mujeres jóvenes tienen derecho a permanecer libres del virus (Stay Free). En tercer lugar, los niños y adolescentes que contraen el VIH tienen todo el derecho a ser diagnosticados, tratados y cuidados, para que permanezcan libres de sida todo el tiempo (AIDS Free).

Todos los países del globo han mostrado su acuerdo respecto a establecer objetivos relacionados con la prevención y el tratamiento. Con el fin de que los niños empiecen sus vidas libres del VIH, uno de los objetivos consistía en reducir el número de nuevas infecciones infantiles por el VIH a menos de 40 000 para 2018, y a 20 000 para el año 2020. Sin embargo, de acuerdo con los últimos datos publicados, en 2019 se infectaron 150 000 niños, cifra que supone una reducción desde el año 2010, pero que sigue siendo cuatro veces superior al objetivo fijado para 2018.

Si se garantiza que las mujeres embarazadas que viven con el VIH sean diagnosticadas a tiempo, empiecen su tratamiento y se mantengan adheridas a la terapia antirretrovírica durante el embarazo, el parto y la lactancia, las posibilidades de que transmitan el virus están por debajo del 1 %. En todo el mundo, en el año 2019 recibió tratamiento antirretrovírico el 85 % de las mujeres que viven con el VIH. Pese a esa elevada cobertura, los niños se siguen infectando debido al desigual acceso a los servicios de tratamiento (principalmente en África occidental y central), las mujeres no reciben las atenciones necesarias, y las embarazadas y las lactantes contraen el VIH.

«Como comunidad global, hemos avanzado ingentemente para controlar la pandemia del VIH, pero todavía tenemos pendiente llegar a muchos niños, adolescentes y mujeres jóvenes», insistió Angeli Achrekar, subdirectora y coordinadora en materia de sida mundial en Estados Unidos, y responsable del Plan de emergencia del presidente de los Estados Unidos para el alivio del sida (PEPFAR). «Debemos redoblar esfuerzos todos para llegar de manera inmediata a todas esas poblaciones críticas. PEPFAR sigue plenamente comprometido con llevar a cabo su parte».

El componente stay-free (mantente sin) fija el objetivo de reducir las nuevas infecciones por el VIH entre chicas adolescentes y mujeres jóvenes a menos de 100 000 para el año 2020. Las chicas adolescentes y las mujeres jóvenes llevan mucho tiempo siendo, con gran diferencia, las más afectadas por el VIH en los países más centrados en la iniciativa Start Free, Stay Free, AIDS Free. Las chicas adolescentes y las mujeres jóvenes son el 10 % de toda la población, pero representan el 25 % de las nuevas infecciones por el VIH, y corren casi dos veces el mismo riesgo de contraer la infección por el VIH que sus coetáneos masculinos. No obstante, las nuevas infecciones entre las mujeres jóvenes sí han descendido. En Sudáfrica, donde se combinan distintos programas de prevención para chicas adolescentes y mujeres jóvenes, las nuevas infecciones entre este grupo de edad han caído en torno a un 35 %. Y en Eswatini, las nuevas infecciones por el VIH entre las mujeres jóvenes de 15-24 años han caído en torno a un 54 %.

«Durante muchísimo tiempo, la respuesta al VIH se ha pasado por alto en el caso de los niños, las chicas adolescentes y las mujeres jóvenes», recalca Henrietta Fore, directora ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia. «Mas albergamos esperanza. El impulso reciente para reducir las nuevas infecciones entre chicas adolescentes y mujeres jóvenes que se está observando en países como Eswatini y Sudáfrica nos demuestra todo lo que es posible conseguir cuando los Gobiernos y las comunidades, lideradas por las propias chicas, aúnan fuerzas. No podemos permitir que la COVID-19 y el viento en contra que trae consigo nos hagan aminorar la marcha. Debemos permanecer fuertes y ambiciosos en nuestro esfuerzo conjunto por garantizar que la siguiente generación de niños nazca libre del VIH y el sida».

Para que los niños y los adolescentes vivan AIDS-free (libres de sida), los países llaman a establecer objetivos ambiciosos, pero realistas, con relación al tratamiento infantil para el VIH: para el año 2020, administrar un tratamiento antirretrovírico a los 1,4 millones de niños que viven con el VIH. En el año 2019, sin embargo, solo 950 000 (53 %) de los 1,8 millones de pequeños que viven con el VIH recibieron tratamiento antirretrovírico, una cifra muy inferior al 67 % de los adultos que están en tratamiento.  Está claro que, para salvar vidas, los 840 000 menores que no están en tratamiento (aproximadamente dos tercios de los que se calcula que hay de entre 5 y 14 años) deben ser diagnosticados y tratados con carácter urgente.

«La falta de medicamentos para el VIH óptimos con formulaciones pediátricas adecuadas lleva siendo desde hace años una gran barrera para mejorar los resultados en salud de los niños que viven con el VIH, y lleva a la baja cobertura del tratamiento», explica Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud. «El acceso a los servicios para los grupos vulnerables se debe expandir mediante un compromiso de la comunidad más sólido, un mejor suministro de servicios, y un gran esfuerzo para poner fin al estigma y la discriminación».

A pesar de todos los fracasos, la buena noticia es que sí sabemos de qué manera el mundo podría alcanzar los objetivos de Start Free, Stay Free, AIDS Free. Y comprometiéndonos como debemos, aún podemos salvar los obstáculos que nos impiden lograr los objetivos y revertir los fracasos.

«La década pasada ha estado marcada por la innovación y el progreso en el campo del VIH pediátrico. Sin embargo, el enorme incumplimiento de los objetivos para con los niños que se refleja en el último informe es plenamente inadmisible. Debemos renovar, de forma urgente, nuestro compromiso para luchar por una generación libre de sida. Sin embargo, hoy en día, como comunidad mundial, estamos fallando a todos aquellos más vulnerables que están a nuestro alrededor: los niños y los jóvenes», apuntó Elizabeth Glaser, presidenta y directora ejecutiva de Pediatric AIDS Foundation.

«Podemos hacerlo mejor. Debemos hacerlo mejor», añadió la Sra. Byanyima. «Sabemos bien cómo salvar vidas y frenar el número de nuevas infecciones ente los niños. Solo pido que no escatimemos esfuerzos. Todo lo que suponga hacer algo menos es una vergüenza por nuestra parte». 

ONUSIDA y el Plan de emergencia del presidente de los Estados Unidos para el alivio del sida lanzaron la iniciativa Start Free, Stay Free, AIDS Free en 2016 con el fin de integrar los logros del Plan mundial para eliminar las nuevas infecciones por VIH en niños para el 2015 y para mantener con vida a sus madres, el cual terminó en 2015.

ONUSIDA

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

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Informe de 2020

El posible alto coste de la COVID-19 en las nuevas infecciones infantiles por el VIH

19 de mayo de 2020

Según los nuevos modelos observados, la pandemia de COVID-19 podría tener un mayor impacto en las nuevas infecciones infantiles por el VIH en el África subsahariana.

Desde el año 2010, las nuevas infecciones infantiles por el VIH en el África subsahariana han descendido en torno a un 43 %, al pasar de los 250 000 casos en el año 2010 a los 140 000 en 2018, como consecuencia de la gran cobertura en la región de los servicios del VIH para las madres y sus hijos. Sin embargo, si dichos servicios se vieran alterados como consecuencia de la respuesta a la COVID-19, volveríamos a desandar lo andado. Con una interrupción de seis meses, veríamos cómo las nuevas infecciones infantiles por el VIH aumentarían de forma drástica, tanto como un 83 % en Mozambique, un 106 % en Zimbabwe, un 139 % en Uganda y un 162 % en Malawi.

Hubo aproximadamente 30 000 nuevas infecciones infantiles por el VIH (de 0 a 14 años) cada año en Uganda desde 1990 hasta principios del año 2000. El suministro de medicamentos antirretrovíricos para prevenir la transmisión maternoinfantil aumentó y pasó de llegar a solo el 9 % de madres embarazadas que vivían con el VIH en 2004 a más del 95 % en el año 2014. Esa alta cobertura se viene manteniendo desde entonces. Las nuevas infecciones infantiles por el VIH (de 0 a 14 años) se desplomaron hasta aproximadamente los 11 000 casos en el año 2014, y siguieron bajando hasta los 7500 en 2018. Aun así, el impacto causado por la COVID-19 podría ser enorme.

 

El posible alto coste de las nuevas infecciones infantiles por el VIH en el África subsahariana

Aumento porcentual de las nuevas infecciones infantiles por el VIH

 

Posible impacto de la COVID-19 en las nuevas infecciones infantiles por el VIH en Uganda

Número de nuevas infecciones infantiles por el VIH, Uganda, 1990-2018

¿Cómo contraen el VIH los bebés en África?

11 de febrero de 2020

En África, una mujer embarazada que vive con el VIH puede determinar en gran medida que su bebé nazca o no con VIH, así como la manera en la que éste puede contraerlo. 

Son muchas las razones por las que puede darse la transmisión vertical (maternoinfantil), entre las que se encuentran las siguientes: las mujeres que no reciben servicios preventivos y prenatales de transmisión vertical del VIH durante el embarazo o la lactancia; las mujeres que comienzan la terapia antirretrovírica, pero dejan de recibirla durante el embarazo o la lactancia; y las mujeres que contraen el VIH durante el embarazo o la lactancia. Sin embargo, no todos los países se enfrentan a los mismos retos. Para progresar rápido en la eliminación de la transmisión vertical es fundamental saber qué medios de transmisión protagonizan la mayoría de los nuevos casos de infección de VIH entre los niños de un país o región en concreto.

Aunque las causas de la transmisión vertical del VIH varían según la región, una cosa es segura: son demasiados los bebés que siguen contrayendo el VIH.

Más información

Niños

 

Datos

Lanzamiento de la guía dirigida a las primeras damas africanas

10 de febrero de 2020

Recientemente ha visto la luz una guía de defensa para apoyar la campaña llevada a cabo por las primeras damas en África con el fin acabar con el VIH infantil y lograr la buena salud de las madres. Dicha guía se ha desarrollado dentro de la campaña Nacer libre para brillar, una iniciativa de la Organización de primeras damas para el desarrollo (OAFLAD, por sus siglas en inglés) y otros socios para abordar la creciente complacencia en la respuesta al VIH infantil en África.

Hasta ahora se han conseguido grandes progresos en la respuesta al sida para mujeres y niños. Se calcula que desde 2010, en África se han evitado 1,5 millones de nuevas infecciones por el VIH entre niños de 0 a 14 años. El porcentaje de mujeres embarazadas que viven con el VIH y que están en tratamiento antirretrovírico ha pasado del 44 % en 2010 al 84 % en 2018. Sin embargo, seguimos encontrándonos con infinidad de desafíos por todo el continente. El sida sigue siendo la principal causa de muerte entre mujeres en edad fértil. Solo la mitad de todos los niños que viven con el VIH tienen acceso a la terapia antirretrovírica, con lo que aún hay 742 000 menores que ni pueden realizarse las pruebas ni son tratados por el VIH. En los últimos tres años, la cobertura de los servicios para prevenir la transmisión maternoinfantil del VIH se ha detenido en los países del este y el sur de África, y ha descendido en África occidental y central.

La guía establece las tres áreas en las que las primeras damas deberían centrarse: mantener a las mujeres y las chicas libres del VIH, prevenir la transmisión vertical del VIH y dar con los niños y los adolescentes que, sin saberlo, viven con VIH para garantizar que reciban los servicios que precisan por su estado serológico. Además de mostrar cómo se deben concentrar los esfuerzos en estas áreas principales, la guía establece el marco previo de las tres y lanza mensajes clave. Se trata de un marco para la acción que subraya cómo deberían usar las primeras damas su posición privilegiada para concienciar, reunir a las partes interesadas, actuar y promover el liderazgo de la comunidad.

En su comparecencia durante el acto de presentación, Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA, señaló: «Tenemos que centrarnos en el siguiente paso que hemos de dar para conseguir el progreso, acelerar nuestros esfuerzos para que las mujeres y las chicas estén libres del VIH, prevenir la transmisión maternoinfantil del VIH y encontrar a los niños y adolescentes seropositivos que no tienen acceso ni a las pruebas ni al tratamiento».

«Hemos dado auténticas zancadas en la lucha contra el sida, pero aún nos queda muchísimo por hacer. Seguimos viendo que la transmisión maternoinfantil no deja de subir en muchos países, y tenemos que dar prioridad a todos esos grupos de población vulnerables. Solo con programas más fuertes y orientados, y con campañas como Nacer libres para brillar podremos poner el foco sobre las necesidades de las mujeres y los niños, y lograr así una generación libre de sida», insistió Chip Lyons, presidente y director ejecutivo de la fundación Elizabeth Glaser Pediatric AIDS.

OAFLAD, la fundación Elizabeth Glaser Pediatric AIDS y ONUSIDA lanzaron la guía el día 9 de febrero en Addis Abeba durante la reunión de la asamblea general de OAFLAD.

guía de defensa

campaña Nacer libre para brillar

Una atención rápida y efectiva para los niños VIH positivos

26 de diciembre de 2019

Las innovaciones en las pruebas rápidas y los medicamentos adaptados a los niños están salvando vidas en Uganda.

Por Karin Schermbrucker y Adrian Brune — Originalmente publicado por UNICEF

El año pasado, cada día casi 450 lactantes contrajeron el VIH, la mayoría de ellos durante el parto. Estos niños corren un riesgo extremadamente alto de morir en los dos primeros años de vida. Sin embargo, muchos de ellos nunca reciben ni un diagnóstico ni un tratamiento.

Las pruebas y el tratamiento inadecuados del VIH entre los niños constituyen un problema generalizado. Aunque la tasa mundial de tratamiento para las madres que viven con el VIH se sitúa en 2019 en el 82 %, la tasa de diagnóstico y tratamiento de los niños con VIH es de tan solo el 54 % en la mayoría de las regiones.

Esta falta de cobertura se debe a menudo a que los procesos de diagnóstico tienden a ser más complicados y laboriosos para los niños. A los lactantes es preciso administrarles un tipo especial de prueba del VIH (virológica) que no está fácilmente disponible en la mayoría de los países de bajos y medianos ingresos.

Y aunque existen medicamentos antirretrovirales para niños que son apropiados para su edad, pueden resultar difíciles de encontrar en muchas zonas, debido, en gran medida, a la falta de inversión para poner a prueba estos medicamentos.

Este retraso en el diagnóstico y el tratamiento no tiene por qué ocurrir. UNICEF y el Ministerio de Salud de Uganda realizaron hace poco reformas en el tratamiento del VIH para los niños con las que cosecharon gran éxito. Con la ayuda de un grupo de asociados y de instrumentos de diagnóstico innovadores, 553 establecimientos de todo el país pudieron proporcionar terapia antirretroviral a los niños, en comparación con los 501 establecimientos de 2017.

UNICEF/UNI211885/Schermbrucker

El 20 de agosto de 2019, el Dr. Denis Nansera, pediatra, examina a Kansiime Ruth, de 25 años, y a sus hijas de 1 y 4 años, en el Hospital Regional de Referencia de Mbarara, en el distrito de Mbarara, en la región occidental de Uganda.  «Había un buen número de madres que no recibía atención prenatal. Pero con los avances médicos se reducen enormemente el tiempo que se tarda en diagnosticar a un niño y el tiempo que se tarda en medicarlo», dice el Dr. Nansera. Foto: UNICEF/UNI211885/Schermbrucker

UNICEF/UNI211886/Schermbrucker

La hija de 1 año de Kansiime durante una sesión para pesarla y medirla en el Hospital Regional de Referencia de Mbarara el 20 de agosto de 2019. UNICEF, en colaboración con el Ministerio de Salud de Uganda y la Iniciativa Clinton de Acceso a la Salud, ha puesto en práctica pruebas de diagnóstico temprano del lactante en el punto de atención. Este rápido proceso de pruebas utiliza dispositivos fáciles de transportar, operar y mantener, lo que permite que haya más centros de salud que diagnostican a los lactantes. Con un diagnóstico temprano, los bebés pueden iniciar inmediatamente la terapia antirretroviral. Foto: UNICEF/UNI211886/Schermbrucker

UNICEF/UNI211916/Schermbrucker

Enoch Turyatemba, técnico de laboratorio del Hospital Regional de Referencia de Mbarara, toma una muestra de sangre de un bebé para realizarle pruebas de diagnóstico precoz, las cuales detectan la presencia del VIH y determinan los resultados el mismo día.   «Antes de [que se instalaran] las máquinas en el Punto de Atención (POC), teníamos que tomar muestras de sangre seca y enviarlas lejos. El tiempo de respuesta a veces era de meses», dice Enoch. «Con una máquina en el POC, los niños seropositivos pueden comenzar el tratamiento al día siguiente. Estamos salvando vidas», añade Enoch. Foto: UNICEF/UNI211916/Schermbrucker

UNICEF/UNI211884/Schermbrucker

Enoch Turyatemba analiza una muestra de sangre con la máquina POC. Además de las pruebas rápidas, el Ministerio de Salud ha aprobado el uso de píldoras orales de medicamentos pediátricos contra el VIH, las cuales pueden mezclarse con alimentos y/o leche materna para disimular el sabor amargo del medicamento. Además, las píldoras no necesitan refrigeración, lo que supone un gran avance. Foto: UNICEF/UNI211884/Schermbrucker

UNICEF/UNI211905/Schermbrucker

Kenyonyozi Joseline sostiene a su bebé dentro de la clínica POC del Hospital Mbarara.  Las adolescentes son más vulnerables a la infección por el VIH porque sus sistemas reproductivos no están plenamente desarrollados. La desigualdad de género y las normas patriarcales en Uganda también dificultan el que las niñas y las jóvenes puedan acordar relaciones sexuales sin riesgo, lo que las predispone a los embarazos precoces y al VIH. Foto: UNICEF/UNI211905/Schermbrucker

UNICEF/UNI211891/Schermbrucker

Kenyonyozi lleva a su bebé a la espalda a las afueras de la clínica POC. Los servicios pediátricos del VIH están muy por detrás de los de los adultos y las mujeres embarazadas.  Mientras que el 82 % de las madres que viven con el VIH reciben tratamiento, solo el 54 % de los niños que viven con el VIH tienen acceso a medicamentos que salvan vidas. Apenas el 59 % de los bebés nacidos de madres que viven con el VIH se someten a la prueba del VIH durante los dos primeros meses de vida. Foto: UNICEF/UNI211891/Schermbrucker

UNICEF/UNI211907/Schermbrucker

Kansiime y sus hijas llegan al Hospital Mbarara.  Los tres miembros de la familia viven con el VIH y van a la clínica habitualmente para recoger sus medicamentos.  «Cuando voy al hospital, estoy rodeada de otras mujeres que han venido a recibir tratamiento.  Estamos allí por la misma razón», dice Kansiime. «Esto me ha ayudado a superar el estigma y me ha dado fuerzas». Foto: UNICEF/UNI211907/Schermbrucker

UNICEF/UNI211882/Schermbrucker

Kansiime da un medicamento pediátrico para el VIH a su bebé en su hogar en Uganda occidental. Su hija toma ahora las píldoras orales en lugar del jarabe amargo que solía recibir, lo que ha ayudado a reducir su carga viral. «Es mucho más fácil darle las píldoras mezcladas con la comida para que no tenga problemas con el sabor», dice Kansiime. «Mi consejo a otras madres: dadles a vuestros hijos la medicación que necesitan para que puedan vivir más tiempo y educar a los demás». Foto: UNICEF/UNI211882/Schermbrucker

UNICEF/UNI211903/Schermbrucker

La hija de Kansiime, de 4 años, asoma la cabeza por la puerta de su casa. Ella nació con el VIH y necesita tomar medicamentos todos los días.  Sin embargo, ha sobrevivido más allá del período crítico para los niños pequeños y los lactantes, lo que hace más probable su supervivencia en la adolescencia y más allá. «Me encanta cantar, mi canción favorita es una canción llamada Sconto», dice. Foto: UNICEF/UNI211903/Schermbrucker

UNICEF/UNI211928/Schermbrucker

Kabiite, de 32 años, ayuda a su bebé a tomar sus medicamentos pediátricos contra el VIH en su casa de Isongo, Uganda. Ambas viven con el VIH.  «Le doy a mi bebé medicamentos una vez al día», dice. «Inicialmente, la medicina la debilitaba y la hacía vomitar. Pero hoy en día ella está bien con la medicina, ya que yo machaco la píldora y la pongo en agua, y se la toma fácilmente». Foto: UNICEF/UNI211928/Schermbrucker

UNICEF/UNI211933/Schermbrucker

Kabiite juega con su hija a las puertas de su casa. Kabiite es seropositiva, pero la medicación regular mantiene su fuerza y su espíritu arriba. «Me encanta jugar con mis hijos, llevarlos a jugar a la plantación de plátanos, cocinar juntos», confiesa Kabiite. «¡A mi hija le encanta jugar al fútbol! ¡Y es buena!». Foto: UNICEF/UNI211933/Schermbrucker

En este Día Mundial de la Lucha contra el Sida, UNICEF hace un llamamiento a todos los Gobiernos y aliados para que cierren urgentemente la brecha que existe en las pruebas y el tratamiento de los niños y los adolescentes que viven con el VIH y el sida; para que establezcan comunidades de apoyo libres de estigma que ofrezcan oportunidades para la realización de pruebas y el tratamiento de la enfermedad; y para que promulguen mejores políticas y derechos para que las personas que viven con esta epidemia puedan sobrevivir.

ONUSIDA insta a los países a acelerar los esfuerzos y eliminar las carencias existentes en los servicios para poner fin a la epidemia de sida entre niños y adolescentes

22 de julio de 2019

Mientras que los objetivos globales de 2018 no se han alcanzado, el informe Start Free, Stay Free, AIDS Free muestra que los esfuerzos han de concentrarse en los países que están por detrás

GINEBRA/CIUDAD DE MÉXICO, 22 julio de 2019—Un nuevo informe dado a conocer hoy en la X Conferencia del IAS sobre la ciencia del sida celebrada en la Ciudad de México (México) indica que el mundo está yendo a la zaga en su compromiso para acabar con la epidemia de sida entre niños y adolescentes. El informe, titulado Start Free, Stay Free, AIDS Free, muestra un descenso significativo en el ritmo del progreso al reducir las nuevas infecciones por el VIH entre niños y lograr un mayor acceso al tratamiento para niños, adolescentes y embarazadas que viven con el VIH. Asimismo, no se han alcanzado los objetivos propuestos para 2018, aunque en algunos países sí se han conseguido importantes mejoras.  

En todo el mundo, alrededor de 160 000 niños de entre 0 y 14 años contrajeron el VIH en 2018, lo que supone un enorme progreso,                                                                                                                                                           si tenemos en cuenta las 240 000 nuevas infecciones registradas en 2010. Sin embargo, la audaz e importante cifra que se tenía como objetivo para 2018 estaba en menos de 40 000 nuevas infecciones.

De acuerdo con Gunilla Carlsson, Directora ejecutiva adjunta de ONUSIDA, «el no haber alcanzado los objetivos propuestos para 2018 en cuanto a la reducción de las nuevas infecciones por el VIH en niños y adolescentes, y el no haber logrado ampliar el acceso a tratamientos que salvan vidas nos sobrecoge, disgusta y frustra».  «Hemos de actuar rápidamente para revertir la situación y cumplir con nuestro compromiso con el objeto de poner fin a la epidemia de sida para la siguiente generación».

A día de hoy alrededor del 82 % de las mujeres embarazadas que viven con el VIH no pueden acceder a la medicación antirretrovírica. Se ha producido un enorme progreso en países de África oriental y meridional, como en Etiopía, Kenia, Uganda, la República Unida de Tanzania y Zimbabue, donde más del 90 % de las mujeres tienen acceso a la terapia antirretrovírica. El avance es aún superior en Botsuana, Malaui, Mozambique, Namibia y Zambia, donde el 95 %, o más, de las embarazas seropositivas pueden acceder al tratamiento. Todo ello se ha traducido en una reducción del 41 % en el número de nuevas infecciones por el VIH entre niños, y destacan las importantes reducciones logradas desde 2010 en Botsuana (85 %), Ruanda (83 %), Malaui (76 %), Namibia (71 %), Zimbabue (69 %) y Uganda (65 %). El progreso alcanzado por estos países nos muestra que se puede lograr mediante el liderazgo político, la adopción rápida de medidas y la suma de los esfuerzos coordinados de todos los interesados.

El informe arroja luz sobre los huecos que se han de cubrir para evitar nuevos casos de infecciones por el VIH entre la población infantil. Por ejemplo, en África oriental, en el año 2018, 10 000 de las 26 000 nuevas infecciones por el VIH entre niños se debieron a que las madres interrumpieron el tratamiento durante el embarazo y la lactancia. En África oriental, por su parte, 17 000 de las 53 000 nuevas infecciones entre niños se produjeron porque las madres contrajeron el VIH durante el embarazo o la lactancia. Así, un total de 16 000 nuevas infecciones se podrían evitado en África meridional si se hubiera administrado el tratamiento a las madres durante el embarazo y la lactancia. En África occidental y central, casi 27 000 de las 44 000 nuevas infecciones se podrían haber evitado si las madres hubieran tenido acceso a la terapia antirretrovírica.

«Estos nuevos datos nos muestran que, mientras que muchos países han logrado un importante progreso hacia la consecución de los objetivos para 2020, todavía hay otros muy rezagados», apuntó Deborah Birx, coordinadora mundial de los Estados Unidos para el sida y representante especial para la Diplomacia de la salud mundial. «Estas grandes disparidades subrayan el papel fundamental que desempeñan el compromiso político, la rápida puesta en marcha de medidas y las inversiones basadas en datos para acelerar el impacto de la respuesta al sida».

El análisis a nivel nacional de cómo el VIH se transmite de madre a hijo proporciona una información fundamental para dar forma a las respuestas nacionales.

«Poner fin al sida y lograr la cobertura sanitaria universal supone no dejar a nadie detrás. Sin embargo, hay demasiados niños y adolescentes con VIH que todavía no tienen la oportunidad de crecer sanos porque no pueden acceder al tratamiento», destacó Ren Minghui, director general adjunto de la Organización Mundial de la Salud para la cobertura sanitaria universal y las enfermedades transmisibles y no transmisibles. «Hemos de intensificar los esfuerzos y mantener nuestra promesa para con estos niños». 

Los menores que viven con el VIH también son dejados atrás en lo referente a la ampliación de la escala del tratamiento para el VIH. Ni se los diagnostica ni se los trata lo suficientemente a tiempo. Aproximadamente 940 000 niños de edades comprendidas entre los 0 y los 14 años tuvieron acceso al tratamiento en 2018, una cifra que dobla la registrada en 2010, pero que está muy por debajo de los 1,6 millones de niños con acceso al tratamiento que se tenía como objetivo para 2018.

Los niños que viven con el VIH tienen, aún hoy, menos posibilidades de acceder al tratamiento para el VIH que los adultos que viven con el virus, una disparidad que va en aumento en algunos países, sobre todo en África occidental y central. Como resultado de ello, la epidemia de sida todavía se está cobrando la vida de muchos pequeños de entre 0 y 14 años. Los niños en este grupo de edad representaban el 5 % de todas las personas que viven con el VIH en 23 países prioritarios, pero el 18 % de todas las personas que murieron por enfermedades relacionadas con el sida en 2018 en esos países. 

«Sabemos cómo evitar que los niños se infecten por el VIH y cómo prevenir la aparición del sida en los niños una vez que estos se infectan. Han de realizárseles las pruebas y ponerles en tratamiento rápidamente, pero carecemos de oportunidades para poner esta teoría en práctica», explicó Henrietta Fore, directora ejecutiva del Fondo de Naciones Unidas para la infancia. «No basta con saber qué hacer. Debemos aunar esfuerzos y renovar nuestro compromiso con los niños y adolescentes que viven con el VIH con el fin de darles las mejores oportunidades para vivir y crecer.     

Para obtener resultados óptimos, los niños que contraen el VIH deben acceder al tratamiento lo más rápidamente posible. No obstante, en 2018, únicamente al 63 % de los 1,1 millones de bebés expuestos al VIH en los 23 países más afectados por la epidemia se les realizaron las pruebas a los dos meses.

«De muchas formas, nosotros como comunidad nos hemos conformado con una atención de baja calidad para los niños que viven con el VIH», resaltó Chip Lyons, presidente y director ejecutivo de la fundación Elizabeth Glaser para el sida pediátrico. «Bajo ningún concepto podemos permitir que los niños reciban siempre una atención que esté por debajo del estándar básico que pedimos para los adultos. Especialmente cuando la consecuencia última de ese enfoque es que el número de niños y jóvenes que están muriendo por el VIH es desproporcionadamente e inaceptablemente altísimo».

El mencionado informe también prevé que es imposible alcanzar para 2020 el objetivo de reducir a menos de 100 000 el número anual de nuevas infecciones por el VIH entre las mujeres jóvenes y las adolescentes de 15 a 24 años de edad. En todo el mundo, las nuevas infecciones por el VIH entre las mujeres jóvenes y las adolescentes se redujeron en un 25 % entre 2010 y 2018, hasta alcanzar la cifra de 310 000. Mientras que las nuevas infecciones por el VIH entre las adolescentes y las mujeres jóvenes de entre 15 y 24 años se redujeron en torno a un 40 % en Botsuana, Burundi, Lesoto y Sudáfrica, el no alcanzar los objetivos mundiales supone que hoy en día cada semana todavía contraen el virus 6000 adolescentes y mujeres jóvenes.

Los factores que llevan a la vulnerabilidad de las mujeres jóvenes y las chicas con respecto a las nuevas infecciones por el VIH son sociales, estructurales y conductuales, y han de abordarse para conseguir resultados sostenibles en cuanto a la prevención. La discriminación de género, la violencia de género, el acceso restringido a las oportunidades y la falta de servicios a medida son la causa de su vulnerabilidad frente al VIH. Las respuestas efectivas priorizan un enfoque que combina el acceso a los servicios dedicados al VIH y a la salud sexual y reproductiva con programas sociales, estructurales y conductuales.

«La disparidad en las tasas de supresión de la carga viral entre adolescentes con el VIH en comparación con los adultos es inaceptable y corresponde a la comunidad defender regímenes de tratamiento antirretrovírico más robustos y potentes para los adolescentes, así como apresurar los esfuerzos para evitar las nuevas infecciones en esta población tan críticamente vulnerable», insistió Fatima Tsiouris, directora adjunta de la unidad clínica y de formación y del área para la prevención de la transmisión madre a hijo del Centro internacional para el cuidado del sida y programas de tratamiento (ICAP, por sus siglas en inglés) de la Universidad de Columbia.

El número de circuncisiones médicas masculinas voluntarias llevadas a cabo entre 2015 y 2018 fue de 11 millones entre todos los grupos de edad, lo que significa que al menos 13 millones de intervenciones de este tipo deberán llevarse a cabo para 2020 con el fin de alcanzar el objetivo de 25 millones de circuncisiones voluntarias en hombres y chicos entre 2015 y 2020.

ONUSIDA y el Plan de emergencia del presidente de los Estados Unidos para el alivio del sida lanzaron la iniciativa Start Free, Stay Free, AIDS Free en 2016 con el fin de integrar los logros del Plan mundial para eliminar las nuevas infecciones por VIH en niños para el año 2015 y mantener a sus madres vivas, el cual terminó en 2014. 

ONUSIDA

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

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Pakistán: acercando los servicios a las comunidades afectadas por el brote del VIH

03 de julio de 2019

En Ratodero (Pakistán), se va a abrir un centro pediátrico recién reformado para servir a las familias afectadas por el último brote del VIH en el distrito de Larkana. Se espera que el centro esté operativo a mediados de julio.

Alia (nombre ficticio), madre de una niña de dos años, vive en el pueblo de Mirpur Bhutto, en Ratodero Taluka, distrito de Larkana.  El mundo de Alia se ha desmoronado desde que su familia se ha visto afectada por el brote del VIH que se ha producido en la zona.

«A mi hija le diagnosticaron el VIH hace tan solo unos días, y el debilitamiento ha sido tan rápido. No podía comer nada de lo que le dábamos», señala Alia. Después del diagnóstico de Sameera (nombre ficticio), la derivaron al hospital infantil de Sheikh Zayed, ubicado en Larkana, para que empezara su tratamiento antirretrovírico.  El hospital está a más de 50 km del hogar familiar.

«Conseguí los comprimidos dispersables para Sameera y algunas otras medicinas para la fiebre y, desde que empezó el tratamiento, he visto mejoras en la salud de mi hija. Ya no tiene fiebre y antes tuvo también una diarrea de la que también se recuperó», explica la madre de Sameera.

El marido de Alia es agricultor y gana menos de dos dólares al día. «Apenas podemos mantener a nuestra familia de diez miembros», explica.  

Las malas condiciones de la carretera y la compleja situación económica dificultan a Alia y a su hija el viaje desde su pueblo a Larkana, la capital del distrito, donde actualmente está el complejo sanitario más cercano en el que su hija puede recibir el tratamiento que necesita.

Desde que a finales de abril se dio a conocer el brote en Larkana, ONUSIDA, UNICEF, la Organización Mundial de la Salud, el Programa de control del sida de Sindh y otros socios están solicitando un nuevo centro de atención pediátrica en Ratodero que acerque los servicios del VIH a las comunidades afectadas. Como resultado de estos esfuerzos y en el marco de la Respuesta al brote de sida de Sindh, mayo de 2019-abril de 2020, UNICEF está reformando el centro pediátrico para el tratamiento del VIH dentro de las oficinas del hospital de Taluka, en Ratodero, con el fin de que el tratamiento esté disponible en la zona en la que viven Alia y su hija. Cuando el nuevo centro abra, los servicios responsables del tratamiento del VIH que necesita Sameera estarán a tan solo 10 km de su casa.

«Sé que Sameera se pondrá bien y que se casará y tendrá hijos.  Eso es lo que me dijo el médico. Pero, para que eso suceda, debe continuar con su tratamiento de por vida.  Yo seguiré las instrucciones del médico, porque eso es lo que salvará la vida de mi hija», relata Alia.

A finales de junio, 877 personas acababan de ser diagnosticadas del VIH en el distrito de Larkana. Más del 80 % de los nuevos casos se han registrado en niños y niñas menores de 15 años. Un total de 721 personas ya se habían inscrito en los programas de atención sanitaria y 482 (de ellas 365 menores de 15 años) estaban en tratamiento.

«ONUSIDA está trabajando conjuntamente con el Gobierno, organizaciones de la sociedad civil, la asociación de personas que viven con el VIH, agencias de las Naciones Unidas y otros socios para garantizar que se implementen y mantengan tanto la respuesta inmediata al brote del VIH como las medidas programáticas a largo plazo», apuntó Maria Elena Borromeo, directora nacional de ONUSIDA en Pakistán y Afganistán.

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