Middle East and North Africa

Los Estados miembros del Consejo de Cooperación del Golfo hacen un llamamiento para alcanzar un enfoque colaborador y eficaz en la respuesta al sida

28 de abril de 2011

La Sra. Hind Khatib Othman, directora del Equipo de Apoyo Regional para Oriente Medio y África septentrional de ONUSIDA participando en la iniciativa saudita “Combatir el sida en los países del CCG”. Del 16 al 18 de abril de 2011 en Riad (Reino de Arabia Saudita).

El ministro de Sanidad de Arabia Saudita, el Dr. Abdullah bin Abdul Aziz Al Rabeeah, así como los ministros de Sanidad de los Estados del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), acogieron el día 16 de abril en Riad una nueva iniciativa: “Combatir el sida en los países del Consejo de Cooperación del Golfo”.

Esta iniciativa constituye un llamamiento para adoptar un enfoque cooperativo capaz de mantener baja la prevalencia del VIH en los países del CCG, y reafirma el compromiso político del Consejo para hacer frente al sida de manera eficaz. El Consejo de Cooperación del Golfo constituye una unión política y económica de los Emiratos Árabes Unidos, Bahrein, Arabia Saudita, Omán, Qatar y Kuwait.

El Dr. Abdullah Al Rabeeah destacó que el sida no es solo un asunto sanitario, sino que también está relacionado con el desarrollo y supone una “gran amenaza para el crecimiento a largo plazo de la región”. “Los países del CCG colaborarán estrechamente con el fin de elaborar recomendaciones que contribuyan a preparar una hoja de ruta eficaz en la respuesta al sida”, afirmó el Dr. Al Rabeeah.

Los participantes se mostraron de acuerdo en la necesidad de aunar esfuerzos con el propósito de entender y conocer mejor las epidemias en sus países. Durante la reunión, compartieron experiencias mundiales y regionales, identificaron los obstáculos que dificultan una respuesta eficaz y acordaron fortalecer las estrategias nacionales del sida centradas en los derechos humanos, basadas en pruebas y orientadas a la obtención de resultados. Asimismo, se identificaron los asuntos clave que dificultan una respuesta eficaz al sida en la región, a saber: el estigma y la discriminación hacia las personas que viven con el VIH, el débil sistema de vigilancia, las restricciones para viajar y la obligatoriedad de las pruebas del VIH, así como las desigualdades de género. 

Los países del CCG colaborarán estrechamente con el fin de elaborar recomendaciones que contribuyan a preparar una hoja de ruta eficaz en la respuesta al sida.

El ministro de Sanidad de la Arabia Saudita, el Dr. Abdullah bin Abdul Aziz Al Rabeeah

La Sra. Hind Khatib Othman, directora del Equipo de Apoyo Regional para Oriente Medio y África septentrional observó que un elevado número de personas en la región son inmigrantes que buscan trabajo, especialmente en los países del CCG. A menudo, los trabajadores inmigrantes apenas tienen derecho a protección jurídica o social en el país de acogida, y por lo general, no disponen de acceso a servicios relacionados con el VIH ni a información sobre el virus.

La Sra. Khatib Othman destacó la importancia de incluir a los grupos de población móviles o inmigrantes en las estrategias nacionales del sida. Como parte del proceso de concesión de visados en algunos países, los inmigrantes por motivos de trabajo deben someterse a un examen médico, que incluye la prueba del VIH, en un centro certificado. Sin embargo, apenas tienen oportunidad de acceder a servicios de tratamiento o apoyo quienes han obtenido un resultado positivo en las pruebas del VIH. Si el resultado es positivo, la mayoría de los países de la región deportará al trabajador inmigrante sin ninguna explicación, con apenas compensación económica y sin tener en consideración su dignidad ni sus derechos.

Personas que viven con el VIH participaron activamente en el acontecimiento e hicieron sus aportaciones para conformar las recomendaciones definitivas. Acogieron favorablemente la decisión del Gobierno de Arabia Saudita de proporcionar servicios gratuitos de tratamiento y atención del VIH, así como sus políticas de protección en relación con las solicitudes de trabajo y el mantenimiento del empleo. Sin embargo, invitaron al sector privado a seguir los pasos del Gobierno. “Estoy sano, quiero y necesito trabajar, no quiero depender de las donaciones y la compasión del resto”, señaló un representante de una red para personas que viven con el VIH.

La iniciativa del Consejo también destaca el papel que puede desempeñar la sociedad civil a la hora de fortalecer la respuesta al VIH en los países del CCG. “Los líderes religiosos y los medios de comunicación pueden desempeñar un papel importante para terminar con el silencio y movilizar a otros sectores de la sociedad”, declaró la Dra. Mongia Souahi, profesora de ciencias islámicas en la Universidad Ezzitouna de Túnez. También subrayó el papel fundamental de las mujeres, incluidas las líderes religiosas, en los esfuerzos de prevención del VIH así como en la lucha contra el estigma y la discriminación.

El encuentro finalizó con la redacción del borrador de la Carta de Riad (Riyadh Charter). Los delegados de salud del CCG aprobaron el documento, y el viceministro de Sanidad de Arabia Saudita, el Dr. Ziad Memish, se encargó de ratificarlo en nombre del Ministerio. La Carta incluye diez recomendaciones de actuación para los países del CCG. Dichas recomendaciones son las siguientes:

  • Llevar a cabo las investigaciones necesarias en los países del CCG para identificar las vías principales de transmisión, las nuevas infecciones por el VIH, y la naturaleza y origen de los grupos de población clave.
  • Aumentar la colaboración y coordinación entre los ministerios, los sistemas sanitarios y las autoridades religiosas y sociales, en lo relativo a los programas de formación y sensibilización sobre el VIH.
  • Que el Comité del Golfo trabaje con las autoridades pertinentes en la creación de una Carta de los medios de comunicación que aborde los asuntos relacionados con el VIH en los medios.
  • Fomentar la disponibilidad de servicios para prevenir la transmisión maternoinfantil del VIH.
  • Aumentar el tratamiento del VIH, así como los programas de atención y apoyo para las personas que viven con el VIH.
  • Reconsiderar y aprobar leyes y normas que respeten los derechos humanos de las personas que viven con el VIH.
  • Ampliar los programas de asesoramiento y pruebas del VIH de carácter voluntario.
  • Reafirmar el compromiso de la sociedad civil y el sector privado en la respuesta al sida.
  • Desarrollar programas de prevención del VIH centrados en los jóvenes y adolescentes.
  • Desarrollar una estrategia y adoptar mecanismos que aseguren la puesta en marcha de la Carta de Riad.

El borrador de la Carta de Riad será analizado de forma individual por los países, con la esperanza de que los ministros de Sanidad del CCG la ratifiquen en un acontecimiento paralelo durante la Asamblea Mundial de la Salud. ONUSIDA prometió su apoyo para asegurar que la Carta de Riad se traduzca en un plan de acción operativo.

Para disipar el estigma en torno al VIH en Egipto, una película de próximo estreno cuenta la historia de una mujer que supera el miedo y el rechazo social

21 de abril de 2011

La siguiente fase de la historia está a la vuelta de la esquina, pues la película se estrenará este año, después de pasar por varios festivales de cine de todo el mundo.

«No le he contado a mi familia ni a mis amigos que soy seropositivo. Estoy agobiado por la enfermedad y por mi secreto. Me siento culpable, pero temo que si lo contara, sería rechazado», dice Ali, un hombre de 25 años que vive con el VIH.

Esa sensación de aislamiento y baja autoestima es muy común para muchas personas que viven con el VIH en Egipto. Hasta la fecha, nadie que viva con el VIH en ese país lo ha divulgado públicamente. Así que, para la mayoría de los egipcios, el sida sigue sin tener un rostro personal, lo cual fomenta las concepciones erróneas y el miedo acerca de la enfermedad.

En cualquier lugar del mundo, los medios de comunicación juegan un papel muy importante en la formación de la opinión pública sobre cuestiones sociales y mostrando las repercusiones y la complejidad de cuestiones difíciles. Según el representante de ONUSIDA en Egipto, Wessam El Beih, los medios de comunicación egipcios, y en especial la industria del cine, han propagado información errónea y han retratado de manera sesgada a las personas que viven con el VIH, «suscitando prejuicios y discriminación».

En los últimos años, ONUSIDA en Egipto ha fomentado que guionistas y productores de cine produzcan largometrajes que den un rostro humano al VIH mediante la creación de personajes con que las personas puedan identificarse. Esa idea estuvo inspirada por personas que viven con el VIH, que creyeron que la visión de la sociedad sería más compasiva si sus experiencias reales se mostraran en una película.

Esta película fue un tremendo viaje exploratorio. Quería que reflejara la ira que sentí ante las injusticias que vi.

Amr Salama, guionista y director de Asmaa

En 2007, un joven guionista y director, Amr Salama, aceptó el reto, tras asistir a una reunión convocada por ONUSIDA con un grupo de personas que viven con el VIH. Escuchó sus historias y se conmovió con sus experiencias, y pasó un año entero, en colaboración con ONUSIDA, redactando varias versiones de un guión con la historia real de una mujer que vivía con el VIH y murió por la injusticia. Anhelaba transmitir la misma intensidad emocional que había experimentado al escuchar las historias de las personas.

«Esta película fue un tremendo viaje exploratorio. Quería que reflejara la ira que sentí ante las injusticias que vi», dijo el Sr. Salama. «No estaba enojado simplemente por la gente que conocí que vivía con el VIH, sino más bien por el silencio y la injusticia que casi se habían convertido en normas de nuestra sociedad.» Su película se titula Asmaa, un nombre de mujer que en árabe significa «nombres».

Vencer el miedo a hablar

El siguiente gran reto para el proyecto fue atraer el interés de un productor. Mohamed Hefzy, un joven productor que había trabajado en temas sociales, como los niños de la calle y el autismo, se interesó en darle vida a la película. Su convicción sobre el papel de los medios de comunicación para abordar las cuestiones de derechos humanos le llevó a creer que valdría la pena invertir en este proyecto.

Espero que esta película, como la revolución, faculte a las personas que viven con el VIH a hacer lo mismo y que, de resultas de ello, la percepción de la sociedad cambie irreversiblemente.

Mohamed Hefzy, productor de la película

«Es irónico que esta película, que trata de una mujer que decide romper la barrera del miedo y exigir sus derechos básicos a la asistencia sanitaria, se hiciera antes de la revolución egipcia. Después de todo, la revolución solo fue posible porque los egipcios superaron su miedo a hablar. Espero que esta película, como la revolución, faculte a las personas que viven con el VIH a hacer lo mismo y que, de resultas de ello, la percepción de la sociedad cambie irreversiblemente», afirma el señor Hefzy.

Las personas que viven con el VIH han estado involucradas en muchos de los pasos para crear esta película, algunos incluso actuaron ante las cámaras, y sus experiencias han inspirado e informado los puntos de vista de los actores.

La película ha contado con el respaldo de algunas estrellas. La famosa actriz tunecina Hind Sabry, que vive en Egipto, interpreta el papel principal de la película, el personaje de Asmaa. Esta es la historia de una mujer que se arma de valentía y supera sus propios miedos y el rechazo social para reclamar sus derechos.

La actriz tunecina Hind Sabry interpreta el papel principal de la película, el personaje de Asmaa.

Hind Sabry defiende los derechos de las personas que viven con el VIH desde hace años. Ha participado en anuncios de la televisión pública y ha dado voz a las personas que viven con el VIH en varios foros. Para preparar su papel, ONUSIDA facilitó reuniones entre la actriz y mujeres que viven con el VIH.

«Quizás la película sea criticada, ya que aborda temas espinosos, pero Asmaa supone una experiencia artística y humanitaria», afirmó la señora Sabry.

La siguiente fase del proyecto está a la vuelta de la esquina, pues la película se estrenará este año, después de pasar por varios festivales de cine de todo el mundo. Mucha gente —en Egipto y en muchas otras partes— espera con impaciencia el estreno y alberga grandes esperanzas de que se produzca un cambio social positivo.

Alumnos de Maestría en Salud Internacional comienzan un nuevo módulo sobre VIH en la Universidad Senghor de Alejandría

19 de abril de 2011

Veintidós alumnos del África Subsahariana, el Magreb y Egipto participaron en el curso de cinco días, que se inauguró el 17 de abril de 2011. Fotografía: Universidad Senghor de Alejandría.

En 2010, ONUSIDA y la Universidad Senghor de Alejandría firmaron un acuerdo de cooperación para incluir un módulo específico de 25 horas sobre el sida en los programas de estudio de la Universidad para sus títulos de Maestría en Salud Internacional.

La sesión inaugural de este nuevo módulo, organizado conjuntamente por la Universidad Senghor y ONUSIDA, tuvo lugar el 17 de abril de 2011. Veintidós alumnos del África Subsahariana, el Magreb y Egipto participaron en el curso de cinco días.  

Entre los asistentes a la inauguración del curso se encontraba Jean-Elie Malkin, asesor especial del director ejecutivo de ONUSIDA, al cual representó en esta ocasión. Junto a él se encontraban otros altos funcionarios de ONUSIDA, incluida la directora del Equipo de Apoyo Regional de ONUSIDA para África Occidental y Central, Meskerem Grunitzky-Bekele y el director del Equipo de Apoyo Regional de ONUSIDA para Oriente Medio y África del Norte, Hind Khatib-Othman. El Dr. Christian Mésenge, director del Departamento de Salud de la Universidad Senghor de Alejandría, asistió en representación del Sr. Albert Lourde, rector de la Universidad.

Oriente Medio y África septentrional están preparados para ampliar los servicios de reducción de daños en la respuesta al sida

13 de abril de 2011

Un hombre recibe terapia de sustitución de opiáceos como parte del programa de reducción de daños en la República Islámica del Irán. Créditos: ONUSIDA/P.Virot

El consumo de drogas inyectables y la creciente epidemia de VIH en Oriente Medio y África septentrional constituyeron los temas centrales de la conferencia Reducción del daño 2011, que tuvo lugar en Beirut (Líbano) entre el 3 y el 7 de abril de 2011.

Unos 1000 científicos, investigadores, usuarios de drogas inyectables, médicos y políticos de 80 países participaron en la primera conferencia internacional sobre aspectos relacionados con los estupefacientes que se celebra en la región de Oriente Medio y África septentrional (MENA, por sus siglas en inglés).

Los debates se centraron en la existencia de una legislación en la zona que impide la ejecución de programas de reducción de daños. Casi un millón de personas en Oriente Medio y África septentrional (MENA) consumen drogas inyectables. Este se ha convertido en el modo más frecuente de transmisión del VIH en Afganistán, Pakistán, la República Islámica del Irán (más del 67% de los casos registrados) y Libia (más del 90%). También tiene una incidencia significativa en Omán y Bahrein, y ha crecido en Marruecos y Egipto.

Poco a poco, en la región se está aumentando la disponibilidad de programas de reducción de daños, aunque los países se encuentran en etapas diferentes del proceso para la introducción de los distintos componentes de este tipo de programas. La República Islámica del Irán es un referente, debido a su próspero plan para proporcionar equipos de inyección, terapia de sustitución de opiáceos (TSO), asesoramiento y pruebas del VIH, y servicios de tratamiento para las infecciones de transmisión sexual. Asimismo, Marruecos ha incluido políticas de reducción de daños en su plan estratégico nacional sobre el sida. Se han establecido centros pilotos de acogida y consulta con intercambio de equipos de inyección y se están preparando para introducir TSO.

El apoyo del Gobierno a las medidas de reducción de daños, como el suministro de buprenorfina, se basa en nuestra creencia de que dichas medidas son imprescindibles.

Dr. Walid Ammar, director general del Ministerio de Salud Pública en Libia.

Durante la conferencia, el ministro libio de Sanidad anunció la puesta en marcha de un programa piloto consistente en la primera venta legal de buprenorfina en hospitales estatales, destinada a los consumidores de drogas inyectables. El Dr. Walid Ammar, director general del Ministerio de Salud Pública de Libia declaró lo siguiente: “El apoyo del Gobierno a las medidas de reducción de daños, como el suministro de buprenorfina, se basa en nuestra creencia de que dichas medidas son imprescindibles. Su aplicación ha ayudado a contener las infecciones por el VIH y la hepatitis entre los consumidores de drogas inyectables de todos los países en los que se han introducido estas medidas”.

Pese a estos cambios positivos que se están dando en algunos países, en la región aún predominan las medidas represivas y la criminalización de los consumidores de drogas. Ello aleja de los servicios para el tratamiento del VIH a quienes se encuentran en mayor riesgo de transmisión.

Obtención de fondos para la reducción de daños

La aceptación de programas para la reducción de daños se ha producido lentamente en la mayor parte de la región debido a la falta de concienciación de Gobiernos y organizaciones de la sociedad civil, así como por la falta de capacidad para desarrollar actividades efectivas para la reducción de daños.

Para contrarrestar esta situación, el Fondo mundial para la Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria ha donado 8,3 millones de dólares estadounidenses a un proyecto plurinacional. Con ello se pretende concienciar, defender y capacitar a las organizaciones de la sociedad civil para aumentar su provisión de servicios para la reducción de daños en 12 países durante los próximos tres años. Los 12 países incluidos en el proyecto son Irán, Pakistán, Libia, Líbano, Siria, Jordania, Bahrein, Marruecos, Egipto, Afganistán, Omán, Cisjordania y Gaza.

El proyecto se pondrá en marcha en julio de 2011 y su coordinación correrá a cargo de la Asociación para la Reducción de Daños en Oriente Medio y el Norte de África (MENAHRA, por sus siglas en inglés), con sede en Beirut. 

Romper el silencio: hechos y prioridades de la respuesta al sida en Oriente Medio y en el norte de África

21 de febrero de 2011

Créditos: Banco Mundial

Hasta ahora ha sido muy escasa la Información sobre la propagación del VIH en Oriente Medio y en el norte de África, y ha faltado una visión global sobre la epidemia emergente. El Banco Mundial convocó recientemente un debate en torno al primer análisis científico global realizado hasta la fecha sobre la epidemia, que supone una notable contribución al conocimiento cada vez mayor sobre el sida en esa región.

Un novedoso informe, fruto de un esfuerzo conjunto del Banco Mundial, ONUSIDA y la Organización Mundial de la Salud, fue el tema central de la reunión celebrada en la sede del Banco en Washington el pasado 15 de febrero, a la que asistieron responsables de formular las políticas para la región, políticos, investigadores, actores de la sociedad civil y asociados. Allí se debatió sobre los hallazgos y las implicaciones para la priorización de recursos en la actual coyuntura de fundamentales cambios sociales y políticos en dicha región.

El VIH en el norte de África y en Oriente Medio

La infección por el VIH ha llegado a todos los rincones del norte de África y Oriente Medio. Hay diferencias sustanciales en la forma en que se propaga el virus en la región y se dan contextos de riesgo diversos. La epidemia se ha generalizado en Djibouti y Sudán, aunque la prevalencia en la población en general es baja en la mayoría de los demás países. El VIH afecta especialmente a casi un millón de personas, entre quienes se inyectan drogas (0,2 % de la población), hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y sus parejas sexuales y profesionales del sexo. Un número significativo de personas ha contraído el virus mientras vivían y trabajaban en el extranjero.

Las prioridades están claras para abordar el problema de la creciente epidemia en la región y es hora de que actúen los responsables de formular las políticas y los asociados

Laith J. Abu-Raddad, profesor adjunto de Salud Pública y director del Centro de Investigación Bioestadística y Biomatemática de la Facultad de Medicina Weill Cornell de Qatar

Numerosos países de la región presentan altos niveles de comportamiento de riesgo, como el uso de materiales de inyección no esterilizados, lo cual confirma la posibilidad de que se dé una mayor propagación del VIH entre las poblaciones clave.

Por otra parte, existe una serie de desafíos sociales que contribuyen a la propagación del virus, como el estigma generalizado.

El camino a seguir

Laith J. Abu-Raddad, el principal autor del informe, que participó en el debate celebrado en el Banco Mundial, cree que, con el mayor conocimiento actual sobre de la epidemia, ha llegado el momento de construir de una respuesta más significativa. «Ya no andamos a tientas, sin conocer nada del VIH en la región. Ahora ya contamos con datos y sabemos bien qué sucede con la transmisión del VIH y con las poblaciones afectadas». Y añadió: «Las prioridades están claras para abordar el problema de la creciente epidemia en la región y es hora de que actúen los responsables de formular las políticas y los asociados».

Los participantes en la reunión coincidieron en que el clima político actual supone una oportunidad para un cambio sostenido. Hicieron un llamamiento a los responsables de formular las políticas para concentrar la inversión en los esfuerzos de prevención fundamentados en pruebas para las poblaciones clave, para lograr salud y prestaciones sociales a largo plazo.

También habrá que afrontar el estigma y la discriminación y ampliar sustancialmente el acceso a las pruebas, la atención y los servicios de tratamiento.

La piedra angular de una implementación efectiva será el establecimiento de una alianza con la sociedad civil, las poblaciones afectadas y las personas que viven con el VIH. Además, se considera esencial fortalecer las organizaciones de base para consolidar los progresos realizados y llegar a las personas más estigmatizadas y vulnerables.

El informe incluye datos sobre Afganistán, Argelia, Bahrein, Djibouti, la República Árabe de Egipto, la República Islámica de Irán, Iraq, Jordania, Kuwait, Líbano, Libia, Marruecos, Omán, Pakistán, Qatar, Arabia Saudita, Somalia, Sudán, la República Árabe Siria, Túnez, los Emiratos Árabes Unidos, Cisjordania y Gaza (Territorios Palestinos Ocupados) y Yemen.

Personas que viven con VIH: pioneras en dar respuesta al VIH en Oriente Medio y África del Norte

16 de noviembre de 2010

(De izquierda a derecha): Zoheira Merah, activista del VIH y miembro de la Asociación Al Hayat para personas que viven con VIH; embajador de buena voluntad de ONUSIDA, Amr Waked; Hind Khatib, Director del Equipo Regional de ONUSIDA para Oriente Medio y África del Norte; Dr. Walid Ammar, Director General del Ministerio de Salud Pública en Líbano; Sr. Elie Aaraj, Presidente de la Red Regional Árabe contra el SIDA (RANAA) y el Sr. Moradi, miembro del Grupo de Recursos Regionales para organizaciones no gubernamentales en Oriente Medio y África del Norte. Fotografía: ONUSIDA.

La prevalencia del VIH en gran parte de Oriente Medio y África del Norte sigue siendo baja en la población general. En muchos entornos, la epidemia se concentra entre grupos de población clave en alto riesgo de infección, como los consumidores de drogas inyectables, los hombres que tienen sexo con hombres y con trabajador@s sexuales. En Djibouti, sur de Sudán y partes de Somalia hay excepciones evidentes a la regla general, donde la prevalencia del VIH hoy excede el 1% entre mujeres embarazadas en la población general.

Sesenta participantes de 18 países del Oriente Medio y África del Norte —incluyendo personas que viven con VIH y organizaciones copatrocinadoras de ONUSIDA— se reunieron la semana pasada en Broumana, Líbano para realizar un encuentro regional orientado a la capacitación de personas que viven con VIH.

Auspiciado por ONUSIDA en colaboración con la Red Regional Árabe contra el SIDA (RANAA, por sus siglas en inglés), UNICEF, PNUD y USAID (Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional), el encuentro se concentró en el desarrollo de habilidades de liderazgo de personas que viven con VIH con una perspectiva de avance hacia el objetivo de cero nuevas infecciones, cero estigma y discriminación y cero muertes relacionadas con el SIDA. Los participantes se comprometieron a fortalecer la coordinación y las asociaciones con actores clave, incluso el gobierno, la sociedad civil y las organizaciones religiosas y el sector privado.

Amireza Moradi, un activista del VIH y participante del encuentro, elogió los esfuerzos de las personas que viven con VIH en la región.”Mediante nuestra participación como personas que vivimos con VIH, aspiramos a construir una sociedad tolerante”, dijo.

Estamos orgullosos de ser parte de este movimiento positivo en la región y continuaremos apoyando a las personas que viven con VIH para que se las escuche mejor.

Hind Khatib, Director del Equipo Regional de ONUSIDA para Oriente Medio y África del Norte

Hay una serie de factores que continúan entorpeciendo la respuesta al HIV en Oriente Medio y África del Norte que pueden hacer que las personas se resistan a acceder a los servicios del VIH. Esto incluye estigma y discriminación, pruebas obligatorias del VIH, restricciones de viaje relacionadas con el VIH, violaciones a los derechos humanos y desigualdades de género. Aún cuando en todos los países en la región se hayan establecido servicios de tratamiento y atención del VIH y se brinde tratamiento gratuito, la cobertura estimada de los servicios de tratamiento es tan solo del 14%.

A pesar de los desafíos, ha habido un creciente compromiso hacia la respuesta del VIH en la región, tal como quedó expresado en la Declaración de Argel de personas que viven con VIH en el 2005, las recomendaciones de un encuentro regional en Túnez de personas que viven con VIH en 2008 y una declaración de consenso en Dubai sobre el SIDA en el 2010. En los últimos años, las personas que viven con VIH han logrado un significativo progreso en la organización de asociaciones y al poner de manifiesto sus derechos.

Hind Khatib, Director del equipo regional de ONUSIDA para Oriente Medio y África del Norte, reforzó la necesidad de involucrar a personas que viven con VIH y a grupos de población clave a la hora de desarrollar programas, estrategias y políticas relacionadas con el VIH, así como también durante la implementación, monitoreo y evaluación. “Estamos orgullosos de ser parte de este movimiento positivo en la región y continuaremos apoyando a las personas que viven con VIH para que se las escuche mejor”, dijo.

La Universidad Senghor incluirá al SIDA en su plan de estudios del área de salud en colaboración con ONUSIDA

21 de octubre de 2010

Director Ejecutivo de ONUSIDA, Michel Sidibé, y Dr. Christian Mésenge, Director del Departamento de Salud de la Universidad Senghor de Alejandría. Fotografía: ONUSIDA/Chironi

ONUSIDA y la Universidad Senghor de Alejandría firmaron un acuerdo de cooperación para incluir un módulo específico sobre SIDA que consta de 25 horas en el plan de estudios de la universidad para sus títulos de maestría en salud.

El memorándum de entendimiento fue firmado en Ginebra el 21 de octubre de 2010 por el Director Ejecutivo de ONUSIDA, Michel Sidibé, y el Sr. Albert Lourde, Rector de la Universidad Senghor.

El acuerdo también estableció que un grupo selecto de estudiantes que esté cursando el segundo año de la maestría tenga la oportunidad de realizar los tres meses de pasantía obligatorios en diversas oficinas de ONUSIDA del país ubicadas en el oeste y el centro de África así como también en las regiones de Oriente Medio y África del Norte.

ONUSIDA certificará también los cursos de educación continua organizados por la Universidad en toda África de habla francesa cuando dichos cursos estén relacionados con el SIDA.

Esta iniciativa es una consecuencia del acuerdo de cooperación más amplio entre ONUSIDA y la Organización Internacional de la Francofonía (IOF, por sus siglas en inglés) firmado en diciembre de 2009 concentrándose en un diálogo institucional entre gobiernos, socios, partes interesadas en el área y la sociedad civil. La IOF y ONUSIDA fortalecieron su colaboración para el beneficio de poblaciones de habla francesa del mundo, especialmente las más vulnerables.

Las áreas principales de cooperación que se identificaron con las agencias operativas de la francofonía, podrían de esa manera dar forma a nuevos acuerdos hechos a medida y elaborados sobre temas como la democracia y los derechos humanos, con inclusión de aspectos legislativos del VIH y educación e investigación, en conjunto con la Agencia Universitaria de la Francofonía (AUF) y la Universidad Senghor de Alejandría.

Este nuevo acuerdo firmado con la Universidad Senghor plasma los lazos existentes entre ONUSIDA y la francofonía al desarrollar la capacidad de los países de habla francesa en términos de recursos humanos como así también al generar conciencia sobre la epidemia del SIDA y el trabajo de ONUSIDA.

Movilidad, migración y vulnerabilidad al VIH: una realidad en los puertos del Mar Rojo y el Golfo de Adén

28 de septiembre de 2010

Su Excelencia Ismail Omar Guelleh, presidente de la República de Djibouti junto al señor Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA. Fotografía: ONUSIDA/P.Virot

Cada año, más de 200 millones de personas se ven obligadas a abandonar sus hogares y convertirse en desplazadas. Según las estimaciones de las Naciones Unidas, habría entre 20 y 30 millones de migrantes en situación irregular. Asimismo, la ONU considera que las guerras y los conflictos han sido la causa del desplazamiento de 16 millones de refugiados.  

Muchos de los países situados en la zona del Mar Rojo y el Golfo de Adén se han visto afectados por una pobreza inestimable y por conflictos violentos internos,  situación que ha forzado a un gran número de migrantes a vivir en los puertos y sus alrededores. A todo ello hay que sumarle la existencia de una gran comunidad de desplazados entre los que se encuentran conductores de camiones, cargadores de muelle, trabajadores portuarios, personal de seguridad, tripulaciones de barcos y trabajadores del sexo que presentan un elevado riesgo de exposición al VIH.

La pobreza, la exclusión social, la separación de las familias y las comunidades, la soledad, el miedo y la marginación son solo algunos de los factores capaces de convertir a los desplazados y los migrantes en un grupo especialmente vulnerable al VIH.  Por si ello no fuera suficiente, la falta de acceso a la prevención, el tratamiento y la atención del virus dificulta aún más las cosas.

Para Michel Sidibé, director ejecutivo del Programa conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA), "es imprescindible que los desplazados y migrantes que viven y se mueven por los puertos tengan acceso a los servicios de VIH. Del mismo modo, urge incluirlos en los planes nacionales de respuesta ante el VIH". Además, declara que "si logramos el acceso universal, sabremos con seguridad que hemos llegado a todos los sectores de la sociedad, especialmente a aquellos más vulnerables al virus".

El gobierno de Djibouti, en estrecha colaboración con ONUSIDA, la Organización Internacional para las Migraciones y la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD, por sus siglas en inglés) están entre las instituciones asociadas que convocaron una reunión con el fin abordar el asunto referente a estos grupos sitos en los puertos del Mar Muerto y el Golfo de Adén y tan expuestos a la transmisión del VIH. El encuentro se celebró del 26 al 29 de septiembre de 2010, y en él participaron líderes tanto de los países del Mar Rojo como de otros del continente africano.

Su Excelencia el ministro de salud de Djibouti valoró positivamente la conferencia ya que, en su opinión, "ha sido muy instructiva para nosotros. Sin duda, hemos aprendido mucho de los expertos y, sobre todo, de las personas que viven con el VIH, quienes se han ofrecido voluntarias para contarnos su propia experiencia". De igual modo, afirma que "este encuentro ha reafirmado mi convicción de que debemos continuar trabajando para alcanzar el acceso universal a la prevención y el tratamiento del virus, y la atención y el apoyo necesarios para quienes viven con él. Tenemos que tener la certeza de que cualquier persona, incluso las más marginadas y vulnerables, tenga acceso a estos servicios cuando así lo precise".

Expertos y líderes han acordado adoptar medidas concretas con el objeto de fortalecer su compromiso con el VIH y la movilidad, incorporar ambas cuestiones en los planes de estrategia nacional y garantizar el perfeccionamiento de los mismos. Por otro lado, su objetivo es promover la capacidad de la sociedad civil y fomentar su relación con el sector privado, todo ello con el propósito de desarrollar una estrategia común de comunicación que haga especial hincapié en los derechos humanos.

Un proyecto de ONUDD ofrece servicios del VIH transfronterizos a los consumidores de drogas afganos

16 de abril de 2010

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Para ayudar a poner el proyecto en práctica con éxito y capacitar al personal de organizaciones no gubernamentales y del gobierno, se llevaron a cabo unas jornadas de formación sobre el VIH durante cinco días en Kabul.  Fotografía: ONUDD

Proporcionar servicios relacionados con el VIH integrales a los consumidores de drogas inyectables es crucial para conseguir que la respuesta al virus sea eficaz. Como consecuencia, la Oficina del las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) apoya la puesta en marcha de una iniciativa que facilita el acceso a estos servicios a los refugiados afganos en Irán y Pakistán que consumen drogas, así como a los usuarios afganos que han regresado a su país.

Utilizar agujas y jeringas sin esterilizar constituye una de las formas de transmisión del VIH más eficaz y sigue siendo una de las principales actividades de riego que alimenta la epidemia entre los consumidores de drogas, que pueden contagiar a sus parejas sexuales y a otros grupos de población vulnerables, como los trabajadores del sexo.

El proyecto pretende crear un entorno que apoye a una red regional transfronteriza de servicios relacionados con el VIH para que los refugiados afganos puedan acceder a ellos cuando regresen a su país. ONUDD concedió dos subvenciones a organizaciones no gubernamentales para que proporcionen servicios a los consumidores de drogas afganos que se encuentran en la provincia de Herat, en la frontera con Irán, y en Nangarhar, que limita con Pakistán.

La Organización Khatiz para la Rehabilitación, en Herat, y la Organización para el Desarrollo Social y Sanitario, en Nangarhar, utilizan unidades móviles de difusión para ofrecer una amplia variedad de servicios. Entre sus tareas se encuentran las de facilitar información específica y materiales educativos a los consumidores de drogas; distribuir agujas y jeringas esterilizadas; promover el uso del preservativo y repartirlos; tratar y ayudar a prevenir las infecciones de transmisión sexual; suministrar atención sanitaria primaria, como servicios de asesoramiento y pruebas voluntarias del VIH, así como tratamiento antirretrovírico.

Formación sobre VIH y consumo de drogas 

Para ayudar a poner el proyecto en práctica con éxito y capacitar al personal de organizaciones no gubernamentales y del gobierno, se llevaron a cabo unas jornadas de formación sobre el VIH durante cinco días en Kabul, en las que participaron médicos, enfermeros, trabajadores sociales, directores de proyecto y empleados de la cárcel de mujeres.

Durante estas jornadas, a las que también acudieron delegaciones de alto nivel pertenecientes al gobierno, organismos de las Naciones Unidas y organizaciones no gubernamentales, se habló sobre la gravedad de la situación de Afganistán. El Dr. Mohammad Zafar, viceministro encargado de la lucha contra los estupefacientes, informó a los participantes de que, según una encuesta realizada por UNODC en 2005, un millón de personas consume drogas en el país, de las cuales, entre 19.000 y 25.000 son usuarias de drogas inyectables. Esta cifra supone el 3,8% de la población total.

De acuerdo con el Dr. Ajmal Sabaoon, Director del programa nacional de control del sida, Afganistán está pasando de una epidemia del VIH de nivel bajo a una concentrada. El Dr. Sabaoon habló a los participantes sobre los resultados de una encuesta biológica y conductual integrada que llevó a cabo la Universidad John Hopkins en 2009, que señalan que la prevalencia del VIH entre los usuarios de drogas inyectables en tres ciudades importantes del país (Kabul, Herat y Mazar) había pasado del 3% al 7% entre 2007 y 2010.

Los conocimientos sobre el VIH entre los consumidores de drogas inyectables también son muy escasos. Según el estudio, solo el 29% pudo identificar correctamente las formas de prevenir la transmisión sexual del virus y rechazar las principales ideas equivocadas que se tienen en torno a la misma. Cerca del 22% se había hecho alguna vez las pruebas de detección del VIH y conocía su estado serológico.

Los usuarios de drogas inyectables encuestados eran personas móviles, ya que casi el 80% indicó que había cambiado de residencia al menos una vez. Gran parte de esta movilidad parece estar relacionada con las diferentes fases del conflicto en el país, ya que la mayoría se había trasladado a Pakistán o Irán. ONUDD y sus asociados confían en que los servicios del VIH que van a proporcionar a los consumidores de drogas inyectables de estas zonas fronterizas les permitan invertir el crecimiento de la prevalencia del VIH entre este grupo de población en el país, así como en el área subregional.

Proteger a los usuarios de drogas de la infección por el VIH es una de las nueve áreas prioritarias de acción del Marco de resultados de ONUSIDA 2009-2011, a la que se puede contribuir mediante intervenciones integrales contrastadas y basadas en el respeto de los derechos humanos (como la reducción de daños y de la demanda) accesibles para todos aquellos que las necesiten.

Finaliza en Casablanca la 5ª Conferencia francófona sobre el VIH y el sida

31 de marzo de 2010

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Sidibé pronunció un discurso durante la ceremonia de clausura de la conferencia. 31 de marzo de 2010.

Debido a que un amplio espectro de epidemias de sida se producen en el mundo francófono, sus países se han unido esta semana en Casablanca para hablar con una voz común y un objetivo único: evitar que el sida siga abriéndose camino en los países de habla francesa. Hoy, los representantes de unos 50 de estos países han clausurado la 5ª Conferencia francófona sobre el VIH y el sida.

"Estoy impresionado por el liderazgo mostrado por los países francófonos" afirmó el director ejecutivo de ONUSIDA, Michel Sidibé. "Aquí, en Casablanca, hemos oído cómo los países de habla francesa están contribuyendo significativamente en la respuesta al sida".

Sidibé pronunció un discurso durante la ceremonia de clausura de la conferencia en el que afirmó que “En colaboración con los países francófonos, mi sueño puede convertirse en realidad: podemos detener las nuevas infecciones por el VIH”.

En colaboración con los países francófonos, mi sueño puede convertirse en realidad: podemos detener las nuevas infecciones por el VIH.

Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA,

Durante la conferencia, orador tras orador pusieron de relieve las dificultades financieras con las que se ha topado la respuesta al sida desde el inicio de la crisis económica mundial. Philippe Douste-Blazy, presidente de UNITAID, pidió que se ofreciera un nuevo enfoque al abordar las necesidades de financiación. “Necesitamos mecanismos de financiación innovadores que complementen la financiación institucional clásica".

Esta ha sido la primera vez que el evento, que comenzó el 28 de marzo, se ha celebrado en el continente africano. Ha reunido a científicos, responsables de formular políticas y expertos en salud y desarrollo de más de 40 países.

“Durante los últimos días hemos tenido muchos intercambios fructíferos. Hemos llegado a algunas conclusiones importantes y ahora debemos ponerlas en acción" afirma Patrice Debré, embajador francés responsable de la lucha contra el VIH, el sida y otras enfermedades infecciosas.

Esta también ha sido la primera conferencia francófona sobre el VIH que ha contado con una participación significativa por parte de ONUSIDA. El Programa Conjunto de las Naciones Unidas pretende seguir fortaleciendo su cooperación con los países francófonos.

“Considero la presencia de ONUSIDA aquí como el comienzo de una nueva era de una colaboración más profunda con los países francófonos”, afirmó Sidibé. “Deseamos reconocer el valor de sus competencias y reforzar el intercambio de experiencias entre naciones".

ONUSIDA estima que 4,1 millones de personas seropositivas vivían en los países francófonos en 2008 y que en ese año se produjeron 340.000 nuevas infecciones. Las tasas de prevalencia varían considerablemente de unos países a otros: por ejemplo, Argelia tiene una tasa de un 0,1 por ciento mientras que la República Centroafricana tiene una tasa de un 6,3 por ciento.

La siguiente Conferencia francófona sobre el VIH y el sida se celebrará en Ginebra en 2012.

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