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El empoderamiento de las niñas hace avanzar la respuesta al VIH
11 Octubre 2016 11 Octubre 2016GINEBRA, 11 de octubre de 2016—En este Día Internacional de la Niña, ONUSIDA respalda con firmeza el llamamiento de las Naciones Unidas a unos mejores datos específicos por sexo y edad que se puedan utilizar para mejorar la salud y el bienestar de las chicas de entre 10 y 19 años.
La discriminación y las desventajas han frenado el potencial de las niñas y las mujeres durante siglos. Esta generación de niñas, se calcula que unos 1100 millones en todo el mundo en 2016, la mayor de la historia, tiene el poder de cambiar el mundo, pero solo si pueden hacer que progresen sus conocimientos, su voluntad y la libertad para tomar sus propias elecciones y desarrollar todo su potencial.
“¡Las niñas cuentan! Debemos saber qué cuenta para las niñas, para asegurarnos de que tienen un comienzo en la vida sin VIH, que se mantienen sin VIH o permanecen sin sida", declaró Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA.
En 2015 en todo el mundo:
- En torno a 120 millones de niñas (de entre 15 y 19 años) en todo el mundo han sufrido violaciones u otros actos sexuales forzados en algún momento de su vida.
- En zonas con una alta prevalencia del VIH, las mujeres expuestas a violencia dentro de la pareja tenían 1,5 más probabilidades de contraer el VIH, siendo el matrimonio infantil un factor de riesgo para padecer esta violencia.
- Casi 1100 adolescentes y jóvenes (de entre 15 y 24 años) se infectaron por el VIH cada día.
- En torno al 70 % de las adolescentes y las jóvenes (de entre 15 y 24 años) no tenía un conocimiento integral y correcto del VIH.
- El VIH, el virus del papiloma humano (VPH) y el cáncer de cuello de útero están estrechamente relacionados. La administración de la vacuna del VPH a todas las niñas de entre 9 y 13 años, con independencia de su estado serológico, servirá para prevenir el cáncer de cuello de útero en edades posteriores.
Los audaces objetivos de la Declaración Política para Poner Fin al Sida de 2016 que promueven el empoderamiento de las mujeres y las niñas defienden como esenciales los derechos y la igualdad de género para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Estos ofrecen la mayor oportunidad de garantizar que esta generación de niñas desarrolle todo su potencial. La recogida y el análisis de datos específicos por sexo y edad y enriquecidos por las experiencias y las voces de las niñas y las jóvenes del mundo permitirán acelerar el fin del sida.

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Los países del BRICS subrayan el imperativo de avanzar en la cooperación y la acción contra el VIH y la tuberculosis
17 Octubre 2016 17 Octubre 2016GINEBRA, 17 de octubre de 2016—Al cierre de la cumbre 2016 del grupo BRICS en Goa, India, los líderes de los países BRICS (Brasil, Federación Rusa, India, China y Sudáfrica) subrayaron el imperativo de avanzar en la cooperación y la acción para responder a la epidemia de VIH y tuberculosis.
En su declaración, los dirigentes hicieron hincapié en la importancia de la cooperación entre los países del grupo BRICS para promover la investigación y el desarrollo de medicamentos y herramientas de diagnóstico para propiciar el acceso a medicamentos de calidad, seguros, efectivos y asequibles.
La Declaración de Goa, emitida al término de la cumbre de dos días, también se refirió a los esfuerzos realizados por los ministros de sanidad de los países del BRICS para alcanzar los objetivos 90-90-90 para el año 2020, por los que el 90% de las personas que viven con el VIH conocerán su estado seropositivo, el 90% de las personas que lo conocen tendrán acceso al tratamiento y el 90% de quienes están en tratamiento habrán suprimido su carga vírica. Asimismo, la declaración hizo referencia a la Reunión de Alto Nivel de las Naciones Unidas para Poner Fin al Sida, la que tuvo lugar en Nueva York, Estados Unidos de Norteamérica, en junio de 2016, ocasión en la que los países se comprometieron a dar curso a una respuesta acelerada para poner fin a la epidemia de sida para el año 2030.
A fines de 2015, casi una de cada tres personas que viven con el VIH residía en uno de los países del BRICS, mientras que dichas naciones también representaban aproximadamente una tercera parte de las nuevas infecciones por el VIH.
"El liderazgo continuo de los países del BRICS será esencial para poner fin a la epidemia de sida", dijo el Director Ejecutivo de ONUSIDA, Michel Sidibé. "La cooperación de sur a sur será clave para lograr los objetivos 90-90-90, los que implican acelerar e intensificar nuestros esfuerzos en la respuesta al VIH para salvar vidas", agregó el director.
Los objetivos 90-90-90 son parte de una respuesta acelerada, cuya finalidad es alcanzar metas ambiciosas para el año 2020, entre ellas menos de 500 000 personas con nuevas infecciones por el VIH, menos de 500 000 personas que mueran de enfermedades relacionadas con el sida y la eliminación de la discriminación relacionada con el VIH.
Se calcula que la ausencia de una acción acelerada se traduciría en 17,6 millones de nuevas infecciones por el VIH en todo el mundo y 10,8 millones más de casos de muerte relacionada con el sida en el planeta entre 2016 y 2030.


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ONUSIDA da la bienvenida al nuevo Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres
13 Octubre 2016 13 Octubre 2016GINEBRA, 13 de octubre de 2016—ONUSIDA extiende una cálida bienvenida al nuevo Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres. Guterres tomará el relevo del actual Secretario General de las Naciones Unidas Ban Ki-moon, que deja el cargo a finales de este año tras ocuparlo desde enero de 2007.
El director ejecutivo de ONUSIDA, Michel Sidibé, ha declarado: “Felicito a António Guterres por su nombramiento como Secretario General. Como estadista con experiencia, multilateralista y defensor de los más vulnerables, será un Secretario General excelente”.
ONUSIDA espera con interés trabajar con el señor Guterres para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible, entre los cuales se encuentra poner fin a la epidemia de sida para 2030.
Guterres es un fuerte defensor del acceso a los servicios de VIH y el respecto por los derechos de las personas que viven con VIH. En su declaración de visión para Secretario General hizo hincapié en que hay que “alcanzar totalmente la dignidad y el valor de la persona”.
Guterres cuenta con más de 30 años de experiencia gubernamental y de función pública; fue Primer Ministro de Portugal de 1995 a 2002. En 2005 fue elegido Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados por la Asamblea General de las Naciones Unidas, puesto que ocupó hasta 2015.
Bajo su dirección, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados ha desempeñado un papel importante en asegurar el acceso a los servicios de VIH para los refugiados, desplazados internos y otras personas afectadas por el desplazamiento y el VIH.
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ONUSIDA insta a los donantes a comprometerse a una financiación total del Fondo Mundial
15 Septiembre 2016 15 Septiembre 2016GINEBRA, 15 de septiembre de 2016—Próximo a la V Conferencia de Reposición de Recursos del Fondo Mundial para la Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria (Fondo Mundial), a llevarse a cabo en Montreal, Canadá, los días 16 y 17 de septiembre, ONUSIDA hace una llamado a los donantes a financiar por completo el Fondo Mundial. El Fondo Mundial, institución de financiamiento que recauda e invierte fondos para apoyar los programas de VIH, tuberculosis y malaria, insta a invertir 13 mil millones de dólares estadounidenses durante el período de tres años comprendido entre 2017 y 2019.
La inversión del Fondo Mundial en programas para el VIH ha desempeñado un papel importante en el increíble progreso realizado por los países durante los últimos 15 años. Dicho progreso ha inspirado compromisos a escala mundial para poner fin a la epidemia de sida como amenaza para la salud pública para el año 2030, tarea que requerirá inversiones de mayor monto y una concentración en los costes al principio de la ejecución.
"La reposición exitosa del Fondo Mundial reviste carácter crítico", expresó Michel ´Sidibé, Director Ejecutivo de ONUSIDA. "Nos aproximamos a un punto decisivo que determinará si pondremos fin al sida o si la epidemia se prolongará indefinidamente".
En junio de 2016, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Declaración Política, en la que los países se comprometieron a dar una respuesta urgente para alcanzar tres objetivos clave para el año 2020:
- Reducir las nuevas infecciones por el VIH a menos de 500 000 mundialmente.
- Reducir las muertes relacionadas con el sida a menos de 500 000 mundialmente.
- Eliminar el estigma y la discriminación relacionados con el VIH.
Todos los asociados en la respuesta al sida necesitan estar bien equipados y contar con la financiación adecuada para permitir que la respuesta al sida supere los desafíos sistemáticos y estructurales no resueltos y logre el hito histórico de poner fin a la epidemia de sida como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Desde el comienzo de la epidemia, más de 78 millones de personas contrajeron la infección por el VIH y 35 millones de personas fallecieron a causa de enfermedades relacionadas con el VIH. Recientemente, ONUSIDA alertó sobre las consecuencias epidemiológicas que conlleva un nivel continuamente elevado de nuevas infecciones por el VIH entre los adultos, incluso frente al hecho de que un número récord de personas que viven con el VIH tienen acceso a la terapia antirretrovírica que salva vidas. ONUSIDA advierte que si el número de nuevas infecciones por el VIH repunta, la epidemia de sida podría resultar imposible de controlar. La imposibilidad de cumplir con las metas mundiales de financiación daría como resultado que más personas contraigan la infección por el VIH y que ocurran más muertes relacionadas con el sida.
"El Fondo Mundial es un pilar clave en nuestro compromiso compartido de poner fin a la epidemia de sida y requiere el completo respaldo político y financiero de sus donantes", agregó el Sr. Sidibé.
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ONUSIDA condena el ataque a una discoteca de Orlando que mató e hirió a docenas de personas de la comunidad LGTBI
14 Junio 2016 14 Junio 2016GINEBRA, 14 de junio de 2016— ONUSIDA expresa su solidaridad con todas las personas lesbianas, homosexuales, bisexuales, transgénero e intersexuales (LGBTI) y condena los ataques a una discoteca de Orlando (Estados Unidos de América) en el que 49 personas murieron y más de 50 resultaron heridas. ONUSIDA se une al Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon y expresa sus más profundas condolencias a las familias de las víctimas y su solidaridad con el gobierno y los habitantes de los Estados Unidos de América y la comunidad LGTBI de todo el mundo.
"No hay lugar para el odio y la violencia basados en la orientación sexual en el mundo actual", declaró Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA. "Debemos crear sociedades inclusivas, donde todas las personas sean tratadas con respeto y dignidad y puedan llevar una vida sin miedos ni exclusión".
Las personas LGBTI se enfrentan a un amplio abanico de violaciones de los derechos humanos. Las Naciones Unidas y otras organizaciones han documentado aportado pruebas de violencia física y psicológica generalizada contra las personas LGBTI en todas las regiones del mundo.
En septiembre de 2015, ONUSIDA, junto con otras 11 entidades de las Naciones Unidas, emitieron una declaración conjunta que hacía un llamamiento a poner fin a la violencia y la discriminación contra las personas LGBTI. La declaración conjunta destaca la necesidad de proteger, respetar y hacer cumplir los derechos de las personas LGBTI para que vivan sin violencia, persecución, discriminación ni estigma.
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ONUSIDA acoge con satisfacción el anuncio de los Estados Unidos de América de crear un nuevo fondo de inversión de 100 millones de dólares para aumentar el acceso a los servicios para el VIH para las poblaciones clave
09 Junio 2016 09 Junio 2016Tras la adopción de la Declaración Política de la Asamblea General de las Naciones Unidas de 2016 el nuevo fondo de inversión reconoce la necesidad de garantizar que nadie quede atrás en la respuesta al sida
NUEVA YORK/GINEBRA, 9 de junio de 2016—ONUSIDA acoge con satisfacción el anuncio hecho por los Estados Unidos de crear un Fondo de inversión para poblaciones clave de 100 millones de dólares para ampliar el acceso a los servicios para el VIH. Este fondo, creado por el Plan de Emergencia del Presidente de los Estados Unidos para el Alivio del Sida (PEPFAR), contribuirá a reducir la disparidad entre las personas que tienen acceso y aquellas que quedan atrás.
ONUSIDA acoge con satisfacción el interés del fondo por la reducción del estigma y la discriminación, empoderando a los líderes de la comunidad en el diseño y la prestación de los servicios y aumentando la calidad de los datos sobre las poblaciones clave. Las poblaciones clave - profesionales del sexo, hombres homosexuales y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, personas que se inyectan la droga, personas transgénero y reclusos- tienen derecho a la salud y los derechos humanos y deben tener un acceso total a los servicios de prevención, tratamiento, protección social y jurídicos en materia del VIH.
Tras el anuncio realizado en la Reunión de Alto Nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas para Poner Fin al Sida, Deborah Birx, coordinadora mundial de los Estados Unidos para el sida y representante especial para la diplomacia sanitaria mundial, confirmó el compromiso del gobierno de EE. UU. con la salud y los derechos humanos de las poblaciones clave.
Es inaceptable que las poblaciones clave sigan enfrentándose al estigma, la discriminación y la violencia, que dificultan su capacidad de acceso a servicios para el VIH de calidad», afirmó la embajadora Birx. «PEPFAR respalda y defiende de manera firme e inequívoca a las poblaciones clave, definidas por ONUSIDA como los hombres homosexuales y otros hombres que tiene relaciones sexuales con hombres, las personas transgénero, los profesionales del sexo, las personas que se inyectan la droga y los reclusos, y estamos profundamente comprometidos con la protección y el fomento de su salud y los derechos humanos.
Este enfoque integral y plurianual es fundamental para acelerar los resultados y contribuirá a sostener los esfuerzos liderados por la comunidad, incluidos la prestación de servicios y la resolución de las barreras del estigma y la discriminación que impiden que las personas accedan a servicios esenciales.
«ONUSIDA defiende de manera solidaria a toda persona (en especial de las poblaciones clave) a la que se bloquea el acceso a los servicios por quién es o a quién ama», declaró Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA. «Esta audaz iniciativa acelerará el ritmo de la acción; necesitamos que más actores se unan a este movimiento y ONUSIDA está preparado para apoyar la implantación».
La sociedad civil y las poblaciones clave participarán activamente en el diseño y la puesta en marcha del nuevo fondo de inversión.
Los nuevos datos publicados por ONUSIDA muestran que más del 90 % de las nuevas infecciones por el VIH en Asia Central, Europa, Norteamérica, Oriente Medio y África del Norte en 2014 se produjeron entre personas de las poblaciones clave y sus parejas sexuales. En la región de Asia y el Pacífico, Latinoamérica y el Caribe, las personas de las poblaciones clave y sus parejas sexuales representaron casi dos tercios de las nuevas infecciones. En el África subsahariana, las poblaciones clave representaban más del 20 % de las nuevas infecciones y la prevalencia del VIH entre estas poblaciones es, a menudo, extremadamente alta.
Las poblaciones clave están presentes en todas las partes del mundo y los datos epidemiológicos muestran que presentan un riesgo mayor en todo el mundo de infectarse por el VIH. Las personas que se inyectan la droga tienen 24 veces más probabilidades de contraer el VIH que los adultos de la población general, los profesionales del sexo tienen 10 veces más probabilidades de contraer el VIH, los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres tienen 24 veces más probabilidades de contraer el VIH, las personas transgénero 49 veces más probabilidades de vivir con el VIH y los reclusos cinco veces más probabilidades de vivir con el VIH que los adultos de la población general.

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La Declaración política de las Naciones Unidas de 2016 pone en buen camino al mundo para acelerar el objetivo de poner fin a la epidemia del sida para el año 2030
08 Junio 2016 08 Junio 2016Los líderes mundiales se comprometen a alcanzar las tres metas y los nuevos 20 objetivos acelerados para 2020, entre los que se incluye doblar el número de personas en tratamiento y que todo el mundo tenga acceso a servicios de prevención
NUEVA YORK/GINEBRA, 8 de junio de 2016— ONUSIDA la da bienvenida a las nuevas metas, objetivos y compromisos adoptados en la Declaración política del 2016 celebrada durante la Asamblea General de las Naciones Unidas para poner fin al sida. Los países han acordado una agenda urgente sin precedentes para acelerar los esfuerzos que nos permitan poner fin a la epidemia del sida para el año 2030. Esta Declaración política proporciona un mandato mundial para acelerar la respuesta al sida durante los próximos cinco años.
Los líderes mundiales han reconocido que ningún país ha conseguido poner fin al sida y que ninguno puede permitirse rezagarse en la respuesta al sida. Además de la implementación de la Agenda de 2030 para el desarrollo sostenible por parte de los estados miembros, se admitió que poner fin a la epidemia del sida para el 2030 solo sería posible si se alcanzan los objetivos acelerados para el 2020.
En la Declaración política para poner fin al sida: acelerar la respuesta al sida para una rápida acción contra la epidemia del sida y su erradicación en el año 2030, se adoptaron una serie de objetivos y compromisos que guiarán al mundo en la gestión de la crítica relación entre la salud, el desarrollo, la injusticia, la desigualdad, la pobreza y el conflicto.
Una visión común
La Declaración política de 2010 hace un llamamiento a nivel mundial para la consecución de las siguientes metas como forma de respaldar la Agenda de 2030 para el desarrollo sostenible:
- Reducir las nuevas infecciones de VIH a un número inferior a 500.000 en todo el mundo para el año 2020.
- Reducir las muertes relacionadas con el sida a un número inferior a 500.000 en todo el mundo para el año 2020.
- Eliminar el estigma y la discriminación relacionada con el sida para el año 2020.
La Declaración política afirma que estas metas solo pueden alcanzarse a través de un liderazgo sólido y de la participación de las tanto de las personas que viven con el VIH como de las comunidades y de la sociedad civil.
Doblar el número de personas en tratamiento
A finales del año 2015, el número de personas en tratamiento para el VIH alcanzó los 17 millones, lo cual superó la meta establecida para ese mismo año de 15 millones. Los líderes se comprometieron a asegurar que el 90% de las personas que viven con VIH (niños, adolescentes y adultos) conozcan su estado serológico, a que el 90% de las personas que sí lo conocen reciban tratamiento y a que el 90% de las personas que ya lo reciben supriman la carga viral.
Los países han expresado también su compromiso para tratar urgentemente las bajas tasas de cobertura entre los niños que viven con VIH.
- Implementar el objetivo de tratamiento 90–90–90 para asegurar que los 30 millones de personas que viven con VIH tengan acceso a tratamiento para el año 2020.
- Asegurar que el 1,6 millón de niños que viven con VIH tengan acceso a tratamiento para el año 2018.
Acelerar el alcance de la prevención
Los objetivos de prevención del VIH animan a los países a promover el acceso a servicios de VIH completos y adecuados tanto para las mujeres adultas como para las adolescentes, las niñas, así como también a las poblaciones clave: trabajadoras sexuales, hombres que mantienen relaciones sexuales con otros hombres, usuarios de drogas inyectables, personas transgénero y convictos. Se procurará por todos los medios intensificar el alcance de los servicios de prevención en aquellos lugares con mayor tasa de trasmisión de VIH, lugares en los que la población cuenta con un mayor riesgo de contagio.
La Declaración política reconoce la importancia de la localización y la población, ya que la epidemia no es igual en todos los países y en todas las regiones, motivo por el que anima a que las regiones actúen y establezcan objetivos regionales para prevenir y tratar a niños, jóvenes y adultos. Estos objetivos incluyen:
- Proporcionar servicios de prevención completos, entre los que se incluye la reducción de daño, a chicas adolescentes y las poblaciones clave para el año 2020.
- Proporcionar a los 3 millones de personas que tienen mayor riesgo tratamiento de profilaxis pre-exposición para el año 2020.
- Proporcionar circuncisión voluntaria a los 25 millones de hombres jóvenes que viven en áreas con alto porcentaje de VIH, así como proporcionar a los países de rentas bajas y medias 20.000 millones de condones para el año 2020.
La Declaración política, a pesar de todo, no logra darles la visibilidad necesaria a las poblaciones clave más afectadas de las distintas regiones.
Detener las nuevas infecciones entre niños
El compromiso a eliminar las nuevas infecciones entre niños, y a asegurar la salud y el bien estar de sus madres es una promesa renovada en la nueva Declaración política. Se subraya la importancia de asegurar que las madres tienen acceso inmediato a terapia antirretrovírica de por vida.
- Eliminar las nuevas infecciones de VIH entre niños mediante la reducción de dichas infecciones en un 9% en cada región para el año 2020.
Nuevo enfoque para las mujeres, adolescentes, muchachas y la igualdad de género
Dos mil nuevas infecciones tienen lugar todos los días entre los jóvenes, lo cual supone un tercio de todas ellas, pero solo el 28% de las mujeres jóvenes tienen información precisa acerca del VIH. Los líderes se han comprometido a apoyar y empoderar a los jóvenes para que desempeñen un papel crítico en cuanto al liderazgo de la respuesta al sida mediante la promoción de sus derechos a la sanidad y a una educación sexual completa que incluya la educación reproductiva y la prevención del virus. La Declaración política también reconoce la importancia del acceso universal a la salud reproductiva, así como a sus derechos.
Los líderes han hecho especial hincapié en tratar los inmensos obstáculos relacionados con la epidemia del sida y las mujeres, especialmente las jóvenes y adolescentes del África subsahariana.
La Declaración política se compromete a alcanzar la igualdad de género, a invertir en el liderazgo de las mujeres y a poner fin a toda forma de violencia y discriminación contra las mujeres y jóvenes como manera de incrementar su capacidad para protegerse del VIH. Para ello, es indispensable la participación tanto de hombres adultos como de jóvenes.
- Reducir por debajo de 100.000 el número anual de chicas adolescentes y jóvenes de entre 15 y 24 años que se contagian al año en todo el mundo para el año 2020.
- Eliminar las desigualdades, violencia y abuso de género.
- Poner fin a todo tipo de violencia y discriminación contra mujeres y niñas, como la violencia doméstica o el abuso sexual, entre los que se incluye un marco de actuación humanitario efectivo durante y después del conflicto.
- Promover y apoyar el liderazgo de los jóvenes, y fomentar una educación sexual completa sobre la salud reproductiva que proteja sus derechos humanos.
La Declaración política, no obstante, ha dejado (en cierta manera) de incluir objetivos explícitos para dicha educación sexual completa, a pesar de que la principal forma de trasmisión del virus es sexual. En el África subsahariana, más del 98% de las nuevas infecciones son por trasmisión sexual. La Declaración política excluye los derechos sexuales, incluye el derecho a la información, a la autonomía, al consentimiento y a la no discriminación, lo cual es un pilar esencial para una efectiva respuesta al sida.
El derecho a la salud, un derecho para todos en todos lados
La Declaración reconoce que el progreso en cuanto a la protección y promoción de los derechos humanos de las personas que viven con VIH o que tienen riesgo de contagio ha estado lejos de ser adecuado, y que la violación de los derechos humanos todavía es un gran obstáculo en la respuesta al sida. Los estados miembros se han comprometido a revisar y reformar la legislación que pueda generar barreras o reforzar el estigma y la discriminación, así como a promover el acceso a servicios sanitarnos libres de discriminación, especialmente para las poblaciones con mayor riesgo de contagio (trabajadores sexuales, hombres que mantienen relaciones sexuales con otros hombres, usuarios de drogas inyectables, personas transgénero y convictos).
- Revisar y reformar aquellas leyes que refuercen el estigma y la discriminación, restrinjan el acceso a los servicios y a la movilidad, la comprobación obligatoria del estado serológico y las leyes penales relacionadas con la confidencialidad del VIH, su exposición y trasmisión para el año 2020.
- Eliminar las barreras (incluido el estigma y la discriminación) en los entornos sanitarios para el año 2020.
- Reforzar los sistemas de protección social nacional para niños con el fin de asegurar que, para el año 2020, el 75% de las personas que viven con el VIH, tienen riesgo de contagio o se ven afectadas por él pueden beneficiarse de protección social a este respecto.
Sacar al sida del aislamiento
La Declaración política afirma que la respuesta al sida incentivará el progreso a lo largo de toda la Agenda de 2030 por el desarrollo sostenible. Hace un llamamiento universal para la cobertura sanitaria y el acceso a la protección social. Al adoptar objetivos que van más allá del VIH, los estados miembros enfatizan en la importancia continua de integrar un enfoque amplio que contemple diversas cuestiones sanitarias como la tuberculosis, la hepatitis B y C, el cáncer de útero, el papiloma humano, las enfermedades no transmitibles y aquellas enfermedades que estén volviendo a brotar.
- Reducir el número de muertes relacionadas con el sida y la tuberculosis en un 75% para el año 2020.
- Proporcionar tratamiento al 90% de las personas que padecen tuberculosis (entre las que se incluye el 90% de las poblaciones que tienen mayor riesgo de contagio) y alcanzar una tasa de éxito de tratamiento de al menos un 90% para el año 2020.
- Reducir en un 30% los nuevos casos de hepatitis crónica viral B y C para el año 2020.
- Proporcionar tratamiento para los 5 millones de personas que tienen hepatitis B y a los 3 millones de personas que tienen hepatitis C crónica para el año 2020.
Financiar el fin del sida
Para asegurar que se alcanzan todos estos objetivos, los líderes han adoptado compromisos ambiciosos y concretos para una financiación y asignación efectiva de la implementación de la respuesta al sida acelerada. Los estados miembros también pidieron 13.000 millones de dólares estadounidenses para la reconstitución del Fondo mundial de lucha contra el sida, la tuberculosis y el paludismo. Los estados miembros también arengaron a un mayor compromiso estratégico por parte del sector privado para que apoye a los países mediante inversiones y prestación de servicios con el fin de reforzar la cadena de proveedores, las iniciativas de trabajo, la mercadotecnia social de productos sanitarios y el cambio de actitud.
- Incrementar las inversiones anticipadas para aminorar las diferencias de recursos mediante la inversión anual mínima de 26.000 millones de dólares estadounidenses para la respuesta al sida para 2020.
- Invertir al menos un cuarto del gasto capital de ONUSIDA en la prevención del VIH y dedicar como mínimo el 6% de los recursos totales en actores sociales (entre los que se incluyen abogacía, movilización política y de comunidades, control comunitario, programas de alcance y comunicación pública) para el año 2020, así como asegurar que al menos el 30% de toda la prestación de servicios está gestionada por las comunidades para el año 2020.
- Abordar las regulaciones, políticas y prácticas que impidan el acceso al diagnóstico, tratamiento y tecnologías sanitarias asequibles y de calidad (de entre las que se incluyen el uso íntegro de las flexibilidades del Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC), y también reforzar la capacidad local y regional de desarrollo, manufacturación y entrega de productos sanitarios asequibles.
Responsabilidad y sostenibilidad
Los miembros estado han adoptado una serie de compromisos con el objetivo de mejorar el control y la responsabilidad para, de esta manera, conseguir una participación más activa de las personas que viven con el VIH, están afectadas por él o tienen riesgo de contagio. Dichos compromisos apelan a la Secretaría general de las Naciones Unidas —junto con el apoyo de ONUSIDA— a que continúen proporcionando revisiones anuales a la Asamblea general. Así pues, se ha decidido que se reunirán en la Reunión de alto nivel para poner fin al sida para comprobar el progreso de la respuesta al sida con respecto a sus dimensiones sociales, económicas y políticas. La Declaración política también apela a los estados miembros para asegurar que las Naciones Unidas y ONUSIDA reúnen los requisitos para cumplir con la Agenda de 2030 por el desarrollo sostenible.
Además, se ha animado también a las partes interesadas de ONUSIDA a que aumenten la presión para solventar los obstáculos más arraigados y a que aseguren que la Declaración política puede cumplir con su papel como instrumento para la dignidad y la justicia social.
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Instar a innovadores, ejecutores, inversores, activistas y líderes a acelerar el fin de la epidemia de sida para 2030
04 Junio 2016 04 Junio 2016UNAIDS Executive Director, Michel Sidibé, stresses the importance of a people-centred approach at up-coming United Nations General Assembly High-Level Meeting on Ending AIDS
NEW YORK/GENEVA, 3 June 2016—The AIDS epidemic has defined the global health agenda for an entire generation. The first AIDS-related deaths were diagnosed over 30 years ago and HIV rapidly became a global crisis. The epidemic threatened all countries and had the power to destabilize the most vulnerable nations. By 2000, AIDS had wiped out decades of development gains.
Today, many nations have taken great steps in getting ahead of the epidemic. South Africa, for example, has reduced the number of new HIV infections from 600 000 in 2000 to 340 000 in 2014. Life expectancy has risen in many of the most severely affected countries in sub-Saharan Africa as access to HIV prevention, testing and treatment has been scaled up. Worldwide, there are now more than 17 million people living with HIV accessing live-saving antiretroviral treatment.
But as world leaders grapple with a growing number of global concerns and threats, including massive displacement, climate change and an uncertain economic outlook—it would be a misstep to let up on the response to HIV. Here are three reasons why AIDS deserves continued attention and a Fast-Track approach:
- To restore dignity, health and hope to the people left behind in the AIDS response.
- To build robust and resilient societies ready to face future health crises
- To serve as a beacon for what can be achieved through international solidarity and political will.
Our generation has been presented with an opportunity that must not be thrown away. We have the technology, medicines and tools to end the AIDS epidemic by 2030, averting more than 17 million new HIV infections and saving almost 11 million lives.
In a few days, the United Nations General Assembly High-Level Meeting on Ending AIDS will bring people together around a common objective: ending AIDS by 2030 within the framework of the Sustainable Development Goals.
This global platform for innovators, implementers, investors, activists and leaders will challenge all of us to chart a course to end the AIDS epidemic by 2030. It will take our combined efforts to source sustainable solutions to close the gaps and reach a set of new global targets.
These targets are urgently needed. AIDS-related illnesses are the leading cause of death among women of reproductive age globally and the primary cause of death among adolescents in Africa. Stigma and discrimination continue to stop people accessing health care, including HIV prevention and treatment services that reduce new infections and save lives. In some regions of the world, the numbers of HIV infections are actually increasing.
Currently, of the 36.7 million people living with HIV, less than half are accessing treatment. We are failing to reach the people most in need. These include adolescent girls and young women, sex workers, gay men and other men who have sex with men, transgender people, prisoners and people who inject drugs.
Achieving the 90-90-90 treatment target by 2020 will be a key factor to ending the AIDS epidemic. This calls for 90% of people living with HIV to know their status, 90% of people who know their HIV positive status to access antiretroviral treatment and 90% of people on treatment to have suppressed viral loads.
Meeting this treatment target will set the world on course to ending the AIDS epidemic by 2030. But bold leadership and stronger investment are required. By 2020, combined domestic and international resources will need to increase by about one third to peak at an estimated US$ 26.2 billion to achieve this vision. A lack of investment now will result in the epidemic being prolonged indefinitely and that would be a false economy.
A Fast-Track approach to ending the AIDS epidemic requires a set of ambitious time-bound targets, including reducing the number of people newly infected with HIV from 2.1 million in 2015 to fewer than 500 000 in 2020, reducing the number of people dying from AIDS-related illnesses from 1.1 million in 2015 to fewer than 500 000 in 2020 and eliminating HIV-related discrimination.
In New York, brave decisions and new ambitious commitments need to be made—based on human rights and leaving no one behind—if we are to meet the Sustainable Development Goal of ending the AIDS epidemic as a public health threat by 2030.
AIDS is not over yet but it can be.