Proteger del VIH y la COVID‑19 a las personas privadas de libertad en México

14 de mayo de 2021

“El sida llegó a mi puerta de manera sorpresiva. Todo comenzó el año 1988 cuando mi pareja, Rafael, empezó a enfermar. En ese momento, ambos teníamos 28 años”, cuenta Georgina Gutiérrez, activista por los derechos humanos de las personas que viven con el VIH en México desde hace más de treinta años.

Hoy es la representante del Movimiento Mexicano de Ciudadanía Positiva, cuyo objetivo es impulsar el empoderamiento de las personas que viven con el VIH privadas de libertad. Además, ella es parte del Movimiento Latinoamericano y del Caribe de Mujeres Positivas.

“En esos años el estigma y la discriminación eran preocupantes. Yo sabía del VIH solo a través de la televisión y muchas mujeres que tenían parejas con VIH asumían que eran positivas sin haberse hecho nunca la prueba”, rememora la activista.

Su pareja fue privada de libertad en la Penitenciaría Santa Martha Acatitla, en la Ciudad de México, donde pasó ocho años. Este periodo fue para Georgina una oportunidad de conocer la realidad dentro de las cárceles y fue finalmente esta experiencia la que encaminaría el rumbo de su vida hacia el trabajo con personas que viven con el VIH privadas de libertad.

“Las personas que viven con el VIH en la cárcel son invisibles ante la sociedad. Recuerdo que hace muchos años, en modo de protesta, quemaban sus colchones solo para pedir un trato digno”, rememora Georgina.

Ella se dio cuenta de que la protección de la salud física y mental de las personas que viven con el VIH privadas de libertad requería medidas inmediatas y urgentes. Fue así como crearon un proyecto contra el VIH y la COVID‑19 en la Penitenciaría Varonil Santa Martha Acatitla.

El proyecto es una de las 30 iniciativas que han recibido financiación, seleccionada de entre más de 190 postulantes a la convocatoria de 2020 de ONUSIDA de propuestas para las organizaciones comunitarias que trabajan con el VIH en América Latina y el Caribe.  Ha recibido un premio de 5000 dólares americanos para ayudar a la labor.

La Penitenciaría Santa Martha Acatitla alberga alrededor de 2000 internos, incluidas 180 personas que viven con el VIH, algunas de ellas en estadio avanzado de enfermedades relacionadas con el sida. Las personas que viven con el VIH están concentradas en el Dormitorio 10 de la prisión.

“El Dormitorio 10 está abarrotado y mantener el distanciamiento físico es difícil. Su acceso a condiciones de higiene y limpieza es muy reducido.  Además, la mayoría no había recibido materiales de protección individual para la COVID-19, y los pocos que han podido acceder a ellos lo consiguieron gracias a sus familias”, afirma la Sra. Gutiérrez.

A parte de las 180 personas que viven con el VIH en la prisión, cada una de las cuales recibió cubrebocas personalizados y otros materiales de protección individual y asistió a una serie de formaciones, aproximadamente otras 1000 personas de entre el personal y los internos se beneficiaron del proyecto.

“He podido ver una transformación en ellos. Me han contado varias veces que se sienten más seguros con las herramientas y el conocimiento que han adquirido”, declara la Sra. Gutiérrez. “Se sienten bien al saber que hay gente que se preocupa por ellos durante esta crisis sanitaria”.

“Ahora, con nuestras formaciones y donaciones los reclusos pueden mantener limpias sus habitaciones y lavar con frecuencia sus manos, su ropa y sus pertenencias”. 

Trabajar en la prevención del VIH es “un compromiso que llevo hasta en la última gota de mi sangre”, admite. “Con estas acciones estamos devolviendo la vida a personas olvidadas. Agradezco a ONUSIDA que haya financiado este proyecto; con él estamos apoyando a población carente en todos los ámbitos”.

Un día cualquiera, se encarcela aproximadamente a 11 millones de personas en todo el mundo.  El riesgo de violencia sexual entre reclusos, junto con el acceso inadecuado a preservativos, lubricantes, profilaxis profilaxis previa a la exposición y servicios de reducción del daño, aumenta sus posibilidades de contraer el VIH, hepatitis C y otras infecciones de transmisión sexual.

COVID-19: hagamos que sea la última pandemia

12 de mayo de 2021

ONUSIDA acoge con gran satisfacción el informe y las recomendaciones del Panel Independiente de Preparación y Respuesta a la Pandemia. Entre otras, el grupo de expertos pide la creación de un Consejo Mundial sobre Amenazas para la Salud, con participación al más alto nivel político, para coordinar la acción mundial contra las pandemias y asegurar el acuerdo entre los gobiernos para liderar los esfuerzos con el objetivo de abordar los desafíos sanitarios, sociales y económicos de las grandes pandemias.

"Las recomendaciones del Panel Independiente de Preparación y Respuesta a la Pandemia son una llamada de atención para transformar los sistemas sanitarios en todo el mundo", dijo Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA. "La salud es un bien público universal en esta sociedad interconectada: nadie está a salvo hasta que todo el mundo lo esté, por lo que debemos redefinir la salud para proporcionar la misma calidad de atención independientemente del área geoógrafica, los ingresos o la condición social."

ONUSIDA comparte la preocupación del grupo de expertos sobre el impacto de la COVID-19 en la profundización de las desigualdades dentro de los países y entre ellos.  Las mujeres han tenido que soportar una carga desproporcionada. A pesar de constituir casi el 60 % del personal sanitario y de los trabajadores de primera línea, las necesidades de las mujeres no se han incluido en la mayoría de las respuestas a la COVID-19, lo que ha aumentado la brecha de desigualdad. 

"Al igual que el VIH, la COVID-19 ha explotado los aspectos débiles de la sociedad y ha puesto de manifiesto la fragilidad de los recientes logros en materia de salud pública", añadió Byanyima.  "Las enseñanzas adquiridas de la respuesta al sida pueden contribuir a un nuevo paradigma para la salud mundial en el que las personas se sitúen en el centro, se eliminen las desigualdades y se consagre el derecho a la sanidad en cualquier parte del mundo".  

ONUSIDA también elogia el informe por destacar la urgencia de equidad en el acceso a vacunas pidiendo la redistribución urgente de 1000 millones de vacunas de los países de altos ingresos a los de ingresos bajos y medios para septiembre de 2021, a la que seguirán otros 1000 millones de dosis que se redistribuirán durante 2022.

ONUSIDA apoya firmemente el llamamiento a los países del G7 para que se comprometan a proporcionar el 60 % de los US$ 19 000 millones que el Acelerador del acceso a las herramientas contra el COVID-19 (Acelerador ACT) necesita en 2021 para vacunas, pruebas diagnósticas y tratamientos y para el fortalecimiento de los sistemas de salud y que el resto se movilice a partir de otros países del G20 y de otros con mayores ingresos. Debería adoptarse una fórmula de reparto de la carga basada en la disponibilidad de fondos para financiar estos bienes públicos mundiales de forma continua, previsible, sostenible y equitativa. 

ONUSIDA está dispuesto a apoyar los esfuerzos para aumentar la resiliencia y la preparación ante a pandemias, aprovechando especialmente la experiencia de ONUSIDA con unas respuestas lideradas por la comunidad, el activismo y los enfoques basados en los derechos, así como en el aprovechamiento de las inversiones en las infraestructuras y las redes únicas del VIH para crear sistemas sanitarios resistentes.  ONUSIDA insta a todos los asociados que apliquen las lecciones aprendidas de la respuesta al VIH para garantizar un enfoque dirigido a las comunidades, equitativo y basado en los derechos humanos, con el fin de apoyar una mayor preparación y respuesta ante pandemias que garanticen la salud de todos.

La preparación ante el VIH y la pandemia se abordará en la Reunión de Alto Nivel sobre el VIH de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que se celebrará entre el 8 y el 10 de junio.

ONUSIDA

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

Contacto

UNAIDS Geneva
Sophie Barton-Knott
tel. +41 79 514 68 96
bartonknotts@unaids.org

Más información

theindependentpanel.org

Nuestra acción

COVID-19 y VIH

Declaración de la Directora Ejecutiva de ONUSIDA, Winnie Byanyima, sobre la decisión de los Estados Unidos de América de apoyar la exención de los ADPIC para las vacunas COVID-19

06 de mayo de 2021

Aplaudo el anuncio de la Representante de Comercio de los Estados Unidos, Katherine Tai, de apoyar la exención de la protección de la propiedad intelectual para las vacunas COVID-19.    

Este es el tipo de liderazgo global que el mundo necesita desesperadamente, ya que somos testigos de escenas terribles en países como la India, donde solo nueve de cada 100 personas han sido vacunadas. Hasta la fecha, se han administrado más de 1100 millones de dosis de vacunas en todo el mundo, pero más del 80 % de ellas se administraron en países de renta alta y media-alta, mientras que solo el 0,3 % en países de renta baja.

Estamos intentando vacunar a la mayoría de la población mundial para frenar el número de muertes, y antes de que aparezcan variantes más letales de la COVID-19 que hagan ineficaces las vacunas actuales. Cuanto más rápido podamos ampliar el suministro de vacunas a nivel mundial, más rápido podremos contener el virus y menos posibilidades tendremos de enfrentarnos a un día en el que las variantes resulten resistentes a las vacunas existentes.  Como ha declarado el Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, "nadie está a salvo hasta que todo el mundo esté a salvo".

La exención de los ADPIC permitiría compartir tecnologías, datos, conocimientos técnicos, patentes y otros derechos de propiedad intelectual en todo el mundo.  El anuncio de la administración de Estados Unidos envía una señal clara al resto del G7, y a la Unión Europea, para que también apoyen la exención de los ADPIC de la Organización Mundial del Comercio e inspiren a otros países a adoptar una postura firme a favor de las personas antes que de los beneficios. Esta posición sobresaliente del gobierno de Estados Unidos es un paso fundamental hacia una Vacuna Universal.

Para garantizar que todos, en todas partes, tengan acceso a una vacuna que les salve la vida, también necesitamos que se pongan en común los medios técnicos a través de la tecnología contra la COVID-19 (C- TAP) de la Organización Mundial de la Salud, así como la financiación para ayudar a crear una red de fabricación de vacunas en los países en desarrollo. Estas tres acciones pueden construir conjuntamente un sistema sostenible para vacunar al mundo, alcanzar la inmunidad de grupo necesaria y abrir caminos para que el mundo esté mejor preparado para futuras pandemias.  

Como hemos aprendido en 40 años de lucha contra el sida, el acceso equitativo a las tecnologías médicas es fundamental tanto para salvar vidas como para disminuir el impacto de las enfermedades infecciosas en las personas, las comunidades y las naciones.

Agradecemos al Presidente Biden y a su Administración las generosas promesas de ayuda humanitaria realizadas en el marco de la COVID-19 y por el anuncio.

ONUSIDA

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

Contacto

Nuestra acción

COVID-19 y VIH

El coste de los medicamentos antirretrovirales desciende considerablemente, pero la COVID-19 amenaza con nuevas reducciones de suministro

03 de mayo de 2021

El activismo de la sociedad civil y la competitividad de los fabricantes de medicamentos genéricos provocaron la caída de los precios de los medicamentos antirretrovirales. Así, se pasó de unos 14 000 dólares por persona y año para los tratamientos de primera línea en los países de renta alta en 1990, a cerca de 1200 dólares por año en los países de renta media y baja en 2003. En 2018, el precio por persona y año en el África subsahariana era inferior a 100 dólares en la mayoría de las combinaciones de dosis fijas que incluyen tenofovir. Los precios de otras combinaciones de dosis fijas también han seguido descendiendo en los últimos años.

ONUSIDA calcula que el valor de mercado de los medicamentos antirretrovirales genéricos en los países de renta media y baja fue de unos 1800 millones de dólares en 2018. En la actualidad, aproximadamente el 80% de los medicamentos antirretrovirales genéricos suministrados a los países de renta media y baja se fabrican en un solo país: India.

Si bien sigue existiendo un amplio margen para reducir más los precios en los países donde los medicamentos antirretrovirales genéricos aún no son de fácil acceso, las dificultades causadas por la pandemia de COVID-19 podrían producir el efecto contrario. Los confinamientos, las interrupciones en la producción, las restricciones entre fronteras y la paralización de los transportes amenazan con afectar al suministro de materiales y a la fabricación y distribución de los medicamentos relacionados con el VIH. Además, puede que las restricciones en los factores de la oferta ejerzan presión sobre los precios de mercado.

Nuestra acción

Tratamiento del VIH

Los beneficios de continuar con la prestación de servicios relacionados con el VIH que permiten salvar vidas superan cien veces más el riesgo de transmisión por COVID-19

13 de abril de 2021

En algunos países se ha informado de una interrupción de los servicios del VIH de hasta un 75 %. Para prevenir un incremento de las muertes relacionadas con el sida, los servicios del VIH deben continuar durante la pandemia de COVID-19

GINEBRA, 13 de abril de 2021 — ONUSIDA y la Organización Mundial de la Salud (OMS) han apoyado la modelización matemática para establecer los beneficios de continuar con los servicios del VIH en comparación con el potencial daño de la transmisión adicional de la COVID-19. El análisis muestra que mantener los servicios del VIH evitaría entre 19 y 146 muertes relacionadas con el sida por cada 10 000 personas en un plazo previsto de 50 años, mientras que las muertes adicionales relacionadas con la COVID-19 por una exposición asociada a los servicios del VIH serían de 0,002 a 0,015 por cada 10 000 personas. Se ha demostrado que los beneficios de continuar con la prestación de servicios del VIH durante la pandemia de COVID-19 superan los riesgos de muertes adicionales relacionadas con la COVID-19.

“Ahora, el mundo debería hacer inversiones que no le dejen en un compromiso tan duro en el futuro”, declaró Peter Ghys, Director del Departamento de Información Estratégica y Evaluación de ONUSIDA. “Necesitamos construir futuros sistemas de salud que sean robustos y reconozcan las contribuciones lideradas por la comunidad como parte de un sistema resiliente y no como una ocurrencia en el último momento”.

En este análisis se han detectado cuatro interrupciones en los servicios del VIH: circuncisión médica masculina voluntaria, pruebas de diagnóstico del VIH, pruebas para detectar carga vírica y programas para prevenir la transmisión maternoinfantil del VIH. Se han comparado las muertes por COVID-19 de trabajadores sanitarios y usuarios en 2020 y 2021 causadas por el mantenimiento del acceso a los servicios del VIH con las muertes relacionadas con el sida evitadas tanto en la actualidad como en los próximos 50 años gracias al mantenimiento de estos servicios. En países con una serie de epidemias de VIH y COVID-19 se han aplicado estos modelos.

La pandemia de COVID-19 ha provocado que se propague la interrupción de los servicios de salud, con restricciones en los movimientos de la población y servicios de salud suspendidos o limitados en muchos países. Este análisis demuestra que el potencial daño por la transmisión adicional de COVID-19 en los servicios de salud para el VIH necesita equilibrarse cuidadosamente con los beneficios de aquellos servicios que, según el análisis, incluyen menos muertes relacionadas con el sida. Estos resultados pueden parecer intuitivos, pero es importante darse cuenta de que algunos servicios se han cerrado para proteger a las personas que viven con el VIH frente a la exposición a la COVID-19 y sus potenciales consecuencias letales. Sin embargo, el riesgo de no mantener los servicios del VIH implica un mayor riesgo de muerte relacionada con la falta de prevención del VIH, con el acceso a un diagnóstico y con el tratamiento final, lo cual es inaceptable.

Mientras exista el riesgo de transmisión de la COVID-19 a corto plazo relacionada con la prestación de servicios del VIH, el riesgo de muertes adicionales por COVID-19 es, por lo menos, 100 veces menor que las muertes relacionadas con el sida evitadas por continuar con esos servicios. Puede que se necesiten esfuerzos adicionales para fomentar la búsqueda de servicios sanitarios para el VIH durante la actual pandemia de COVID-19.

“Los ministerios de sanidad tienen en cuenta una serie de factores a la hora de decidir cuándo y cómo ofrecer servicios de salud esenciales durante la pandemia”, declaró Meg Doherty, Directora de los Programas Mundiales contra el VIH, la Hepatitis y las ITS de la OMS. “Este trabajo demuestra que, a largo plazo, los beneficios de continuar con los servicios clave del VIH son mucho mayores que los riesgos de transmisiones adicionales de la COVID-19. Se debe continuar con una prestación de servicios innovadora y segura a la vez que se trata de controlar la pandemia”.

El análisis completo se puede encontrar en: https://doi.org/10.1101/2021.03.01.21252663

ONUSIDA

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

Contacto

UNAIDS Geneva
Michael Hollingdale
tel. +41 79 500 2119
HollingdaleM@unaids.org

Contacto

UNAIDS Media
tel. +41 22 791 4237
communications@unaids.org

Nuestra acción

COVID-19 y VIH

ONUSIDA apoya la campaña comunitaria contra la COVID-19 en Guinea Ecuatorial

29 de marzo de 2021

El Gobierno de Guinea Ecuatorial ha lanzado una nueva campaña comunitaria contra la COVID-19 con el apoyo de ONUSIDA. 

La delegación nacional de ONUSIDA en Guinea Ecuatorial ha estado apoyando al gobierno del País desde el comienzo de la pandemia de COVID-19. Ha financiado campañas de pruebas y de sensibilización para las personas que viven con el VIH y ahora se ha unido a la nueva campaña comunitaria, proporcionando al Ministerio de Salud apoyo económico para respaldar a los voluntarios y facilitar sus desplazamientos. 

Los primeros 10 días de la campaña se centrarán en la isla de Bioko y, a partir de finales de marzo, continuará en el continente. Desde febrero se ha producido un incremento significativo de nuevas infecciones por COVID-19 en Malabo, la capital de Guinea Ecuatorial. La nueva campaña permitirá a las autoridades sanitarias localizar a las personas con COVID-19 y aislar rápidamente a los pacientes de alto riesgo para limitar el riesgo de transmisión. 

El Director General de Coordinación Hospitalaria, Juan José Owono Okiri Nkogo, ha declarado: "En tan solo dos días de campaña ya hemos detectado unos 50 casos positivos, que han sido gestionados y dirigidos rápidamente a los centros de referencia".

Justino Obama, Presidente del Comité Nacional de Lucha contra la COVID-19, elogió los esfuerzos de ONUSIDA. "Guinea Ecuatorial agradece a la delegación de ONUSIDA su apoyo", dijo.

"Como con el VIH, nuestras armas más eficaces contra la COVID-19 son la solidaridad y la responsabilidad. Con ellas ganaremos la batalla contra la COVID-19", dijo Jeanne Seck Ndeng, directora nacional de ONUSIDA en Guinea Ecuatorial.

Nuestra acción

COVID-19 y VIH

Educación digital sobre el VIH para los jóvenes de Jamaica durante la COVID-19 y después de ella

22 de marzo de 2021

Desde que cerraron los colegios el pasado mes de marzo debido a la COVID-19, la mayoría de los estudiantes de Jamaica sigue recibiendo las clases exclusivamente online.   Las redes sociales y los servicios de mensajería son más relevantes que nunca como canal para compartir conocimientos y recursos con los jóvenes, así como para recibir sus comentarios.

El U-Report del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) es una herramienta innovadora basada en mensajes y diseñada para involucrar a los jóvenes, proporcionarles información y darles la oportunidad de opinar sobre cuestiones de importancia nacional. Jamaica se convirtió en el primer país del Caribe en lanzar U-Report, uniéndose a un movimiento mundial de más de 5 millones de U-Reporters. ONUSIDA Jamaica colaboró recientemente con UNICEF para averiguar lo que saben los jóvenes, o no, sobre el VIH. El cuestionario de 10 preguntas también proporcionó información correcta a los participantes.

Casi 2.000  jóvenes respondieron al estudio, y sólo 214 obtuvieron una puntuación perfecta. El cuestionario reveló algunas lagunas preocupantes en cuanto a los conocimientos básicos sobre el VIH y el acceso a la información sobre la prevención del VIH. Uno de cada 10 encuestados pensaba de forma equivocada que el VIH podía ser transmitido por los mosquitos, por ejemplo. Casi uno de cada tres no conocía la solución local para impartir educación sexual en las escuelas, el Programa de Educación para la Salud y la Vida Familiar.

Los resultados del estudio corroboran los datos de la última investigación de Conocimientos, Actitudes y Prácticas (CAP) de Jamaica y demuestran que sigue habiendo flagrantes lagunas de conocimientos sobre el VIH entre los jóvenes. El estudio reveló que sólo el 33% de los jóvenes de entre 15 y 24 años identificó correctamente las formas de transmisión del VIH. Esto supuso un declive del 6% del nivel de conocimientos en comparación con el estudio CAP de 2012. El estudio de 2017 también constató que el 40% de los encuestados con múltiples parejas no utilizó un preservativo durante su último encuentro sexual.

«Los resultados del cuestionario U-Report sobre el VIH han reforzado la necesidad de que se realicen esfuerzos para hacer frente a la disminución de los conocimientos sobre la información del VIH entre los jóvenes en Jamaica», afirmó la directora nacional de ONUSIDA para Jamaica, Manoela Manova. «Especialmente en el contexto de la COVID-19, es fundamental que innovemos para asegurar que la mensajería y el compromiso tengan lugar en las plataformas digitales y con el fin de garantizar que no se deje atrás a los niños o los jóvenes».

La herramienta de mensajería social U-Report ha demostrado ser una forma rápida y útil de recopilar información que puede utilizarse para elaborar programas y planes centrados en los jóvenes de Jamaica. UNICEF Jamaica ha apoyado innovaciones para garantizar que los niños y jóvenes tengan acceso a la educación y al apoyo durante la COVID-19, incluidos los servicios de telesalud mental, la formación de instrucción virtual para profesores y las estrategias para terminar con la brecha digital.  

Durante la COVID-19 se han ampliado los diálogos virtuales y la comunicación para el cambio de comportamiento. Una iniciativa apoyada por UNICEF tiene como objetivo subsanar las lagunas en los conocimientos sobre el VIH y la salud sexual y reproductiva de los jóvenes en Jamaica. La Campaña sobre Salud Sexual y Reproductiva de los Adolescentes de la Junta Nacional de Planificación Familiar se centra en la salud de los jóvenes, y se dirige a aquellos sexualmente activos con mensajes sobre el uso del preservativo y disipando los mitos sobre la transmisión del VIH. La campaña difunde información sobre salud sexual y reproductiva/VIH a través de las redes sociales y utiliza personajes animados para llegar a los adolescentes. La campaña también habla de los beneficios de la abstinencia y el control de la natalidad.

Nuestra acción

Jóvenes y VIH

 

COVID-19 y VIH

ONUSIDA saluda el valiente apoyo de los Estados Unidos de América en la respuesta a las pandemias coexistentes

18 de marzo de 2021

GINEBRA, 18 de marzo de 2021—ONUSIDA acoge con gran satisfacción la aprobación del Plan Estadounidense de Rescate de 1,9 billones de dólares estadounidenses. Esta legislación histórica proporcionará un alivio muy necesario en lo que respecta a la COVID-19, tanto en los Estados Unidos de América como en el resto del mundo.

La inclusión en el proyecto de ley de 11 mil millones de dólares estadounidenses para inversiones mundiales en la COVID-19 ayudará a salvar muchas vidas. La asignación de 250 millones de dólares estadounidenses para el Plan de Emergencia del Presidente de los Estados Unidos para el Alivio del Sida (PEPFAR) y 3,5 miles de millones para el Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria (Fondo Mundial) ayudará a prevenir que el progreso contra el VIH, la tuberculosis y la malaria se vea perjudicado.

«El apoyo de los Estados Unidos para la respuesta mundial a la COVID es muy loable, especialmente cuando se enfrenta al devastador impacto de esta enfermedad en su país», ha afirmado Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA. «Con el Plan Estadounidense de Rescate, los Estados Unidos demuestran una vez más su firme compromiso con la respuesta al sida y con la lucha contra otras pandemias mundiales. Esperamos continuar con nuestra fuerte asociación con los Estados Unidos en nuestro compromiso común para poner fin al sida y superar la COVID-19», declaró la Sra. Byanyima.

El generoso apoyo bipartidista de los Estados Unidos ha permitido realizar grandes avances contra la pandemia del sida. Las inversiones de los Estados Unidos a lo largo de los últimos 18 años a través de PEPFAR y el Fondo Mundial han demostrado ser transformadoras, puesto que han prevenido millones de infecciones por el VIH y han salvado la vida de millones de personas. Las personas que viven con el VIH que están en terapia antirretroviral ahora pueden disfrutar de vidas largas y sanas, y el número de nuevas infecciones por el VIH y de muertes relacionadas con el sida está descendiendo, aunque el ritmo de descenso todavía es demasiado lento.

«A pesar de los grandes éxitos, el trabajo no ha terminado. El sida sigue siendo una crisis sanitaria mundial», afirmó la Sra. Byanyima.

La media mundial oculta la realidad de que demasiadas personas todavía siguen quedándose atrás. El mundo no alcanzó en 2020 los objetivos de la Acción Acelerada para la prevención y el tratamiento incluidos en la Estrategia de ONUSIDA 2016–2021 y en la Declaración Política sobre el VIH/SIDA de las Naciones Unidas. Muchos países y muchas comunidades no están actualmente avanzando para poner fin a la epidemia del sida en 2030.

Mientras que 26 millones de los 38 millones de personas que viven con el VIH tienen acceso al tratamiento que les puede salvar la vida y que sirve también de prevención al detener la propagación del virus, otros 12 millones siguen sin recibirlo. La tasa de nuevas infecciones por el VIH, especialmente en el caso de las adolescentes y las mujeres jóvenes de África subsahariana, así como de los miembros de los grupos de población clave, sigue siendo elevada. En 2019, otros 1,7 millones de personas en todo el mundo contrajeron el VIH y 690 000 personas murieron de enfermedades relacionadas con el sida. La tasa de nuevas infecciones y muertes por el VIH, especialmente entre las poblaciones más difíciles de alcanzar, significa que el éxito continuo requiere mayor esfuerzo, enfoque y compromisos. Esto es especialmente cierto ahora que el impacto de la COVID-19 ejerce una presión adicional sobre la respuesta al VIH.

"La respuesta mundial al sida estaba mal encaminada antes de la COVID-19. Si no se controla, la COVID-19 amenaza con revertir los valiosos progresos realizados en la respuesta al VIH. Esta confluencia de pandemias requiere una aceleración de los esfuerzos para acabar con las diferencias en lo que se refiere a las pruebas, la prevención y el tratamiento del VIH mientras se trabaja para detener la propagación de COVID-19", dijo Byanyima. "Identificar dónde, por qué y para quién podría mejorarse la respuesta al VIH ha puesto de manifiesto las desigualdades que contribuyen a la propagación del VIH, dentro de los países y también entre ellos. El marcado contraste entre el éxito en algunos lugares y entre algunos grupos de personas y el fracaso en otros confirma que el VIH sigue siendo una pandemia de desigualdades. Por ello, la nueva estrategia mundial contra el sida 2021-2026 contiene nuevos objetivos para ayudarnos a llegar a los que se están quedando atrás".

Afortunadamente, las inversiones para acelerar la respuesta al VIH no se realizan a expensas de la respuesta a la COVID-19, sino que apoyan muchos de sus requisitos más críticos. Las naciones que combaten la COVID-19 ya están aplicando las lecciones aprendidas de la respuesta al VIH, utilizando los sistemas, los recursos humanos, el saber hacer y los laboratorios construidos en las dos últimas décadas.

Los esfuerzos para reforzar y aprovechar la infraestructura construida para acabar con la epidemia de sida pueden optimizar el impacto sanitario y la sostenibilidad de la respuesta a la COVID-19. Aprovechar la experiencia de la respuesta al VIH ofrece una oportunidad única para recuperarse mejor del impacto de la COVID-19.

"Estas nuevas inversiones de los Estados Unidos en COVID-19 salvarán muchas vidas en países de renta media y baja y ayudarán a reforzar los sistemas sanitarios que proporcionan asistencia relacionada con el VIH, la COVID-19 y otras emergencias sanitarias", añadió Byanyima.

ONUSIDA

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

Contacto

UNAIDS Geneva
Sophie Barton-Knott
tel. +41 79 514 68 96
bartonknotts@unaids.org

Contacto

UNAIDS Media
tel. +41 22 791 4237
communications@unaids.org

En tus manos: Los socios caribeños abogan por la autoprueba del VIH durante la COVID-19

17 de marzo de 2021

Las partes interesadas de la respuesta al VIH en el Caribe han lanzado una campaña dedicada a las autopruebas del VIH llamada «En tus manos», que aboga por el desarrollo y la aplicación de políticas a favor de las autopruebas en el marco de una estrategia exhaustiva para garantizar que los diagnósticos del VIH no disminuyan durante la pandemia de COVID-19.

Incluso antes de la COVID-19, el Caribe estaba lejos de alcanzar el objetivo de que el 90% de las personas que viven con VIH fuesen diagnosticadas para finales de 2020. En 2019, el 77% de todas las personas que viven con el VIH en el Caribe conocían su estado serológico. Una encuesta realizada por la Alianza pancaribeña contra el VIH y el sida (PANCAP) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) mostró que durante 2020 los servicios de pruebas del VIH en los centros y en la comunidad se redujeron en el 69% de los países debido a la COVID-19.

"Este descenso significa que las personas a las que no se les ha diagnosticado el VIH no están recibiendo el tratamiento antirretroviral que les salva la vida y, por supuesto, siguen sin conocer su estado serológico, lo cual conlleva el riesgo de exponer a otros", dijo Sandra Jones, asesora técnica de la OPS para el VIH/ITS, la tuberculosis y la hepatitis viral en el Caribe.

"La pandemia de COVID-19 nos ha brindado la oportunidad de explorar enfoques nuevos e innovadores que estén centrados en los resultados", declaró Rosmond Adams, director del PANCAP.

Según James Guwani, director de la Delegación Subregional de ONUSIDA del Caribe, es especialmente importante aumentar el número de pruebas entre los hombres, ya que tienden a ser diagnosticados más tarde. En 2019, el 85% de las mujeres caribeñas que viven con el VIH conocían su estado serológico, en comparación con solo el 72% de los hombres. También es necesario aumentar el alcance de las pruebas entre los miembros de los grupos de población clave, quienes tienen un acceso reducido a los servicios relacionados con el VIH debido al estigma y la discriminación. 

La Organización Mundial de la Salud recomienda que la autoprueba del VIH se ofrezca como método adicional a los centros y a los servicios de base comunitaria. Hay indicios de que las autopruebas son seguras y precisas, además de que aumentan el número de pruebas del VIH entre personas que, de lo contrario, no serían diagnosticadas. 

Mediante esta campaña, los socios abogan por políticas nacionales que incluyan un paquete de comunicación con información para vincular a las personas que se someten a las pruebas con los servicios de prevención y tratamiento del VIH, así como unas normas mínimas en materia de adquisición y distribución del equipo de autopruebas del VIH en los sectores tanto público como privado.

“Creemos firmemente que las autopruebas del VIH pueden ayudar a poner fin a la carencia de los primeros 90.  Puede dirigirse a las personas que no reciben los servicios de pruebas del VIH existentes, especialmente a las poblaciones con baja cobertura de pruebas y con alto riesgo de infección por el VIH. No es un sustituto de todos los servicios de pruebas, pero debería incluirse en el conjunto de herramientas”, afirmó Victoria Nibarger, coordinadora del Programa Regional del Caribe del Plan de Emergencia del Presidente de los Estados Unidos para el Alivio del Sida (PEPFAR).

En el marco de un proyecto del Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria para la región, se está trabajando en la puesta en marcha de una evaluación de verificación y viabilidad para implantar las autopruebas del VIH en todos los países. Guyana ya ha anunciado sus planes de incorporar las autopruebas del VIH este año, mientras que varios países se han comprometido a desarrollar políticas o están en proceso de hacerlo. 

ONUSIDA está ayudando a coordinar la campaña en el Caribe, centrándose en respaldar una estrategia de gestión de conocimientos que garantice que todas las partes interesadas dispongan de la información, los mensajes y las herramientas que necesitan para ejercer presión con éxito a nivel nacional. Una prioridad clave es garantizar la participación de la sociedad civil y abordar las preocupaciones de la comunidad sobre cómo se aplicarán las políticas de las autopruebas.  

Si bien los representantes de las comunidades de personas que viven con el VIH y los grupos de población clave respaldaron el llamamiento a las autopruebas del VIH, han aconsejado que es necesario aumentar las inversiones en el asesoramiento posterior a las pruebas y el asesoramiento sobre el cumplimiento para la respuesta al VIH en general. 

Deneen Moore, representante caribeña de la Comunidad Internacional de Mujeres Viviendo con VIH/SIDA, dijo: “Tenemos que mejorar la promoción comunitaria para que cuando las personas se sometan a pruebas positivas tengan a alguien que las ayude. También necesitamos más contratación social para que las organizaciones de la sociedad civil puedan llegar a las personas que dan positivo. Definitivamente, es necesario que nos involucremos en el proceso”.

La iniciativa de promoción está respaldada conjuntamente por ONUSIDA, la OPS, PANCAP, PEPFAR y la Fundación Med Labs del Caribe (Caribbean Med Labs Foundation).

Nuestra acción

Prevención del VIH

Atrapado en Nepal sin medicamentos para el VIH

15 de marzo de 2021

Wang Tang (nombre ficticio) nunca había estado en Nepal, pero a finales de marzo de 2020 era uno de los pocos países que no había cerrado sus fronteras con China. Dado que estaba desesperado por irse de Pekín, tras haber tenido que quedarse en casa durante meses después de que el brote de coronavirus se propagara por toda China, compró un billete.

Pero, unos días después de su llegada, mientras estaba en Pokhara, la cuarta parada de su viaje, el gobierno local anunció el cierre de la ciudad. Escuchó que el confinamiento no duraría más de un mes.

Como es una persona que vive con el VIH, había llevado suficiente tratamiento contra el VIH para un mes. Sin embargo, pronto se enteró de que la reapertura de la ciudad se iba a posponer, lo que significaba que corría el riesgo de quedarse sin los medicamentos que necesitaba tomar con regularidad para suprimir su carga vírica y mantenerse sano.

El Sr. Wang tragó saliva mientras contaba las pastillas que le quedaban. No tenía ni idea de cómo conseguir más.

A medida que el confinamiento se prolongaba, parecía no ver el final. El Sr. Wang empezó a tomar sus medicamentos cada dos días para que su suministro durara un poco más. 

Se puso en contacto con sus amigos, con la esperanza de que le enviaran medicamentos a Nepal, pero no pudieron. El país estaba confinado, no se podía importar nada.

Entonces, el Sr. Wang se puso en contacto con su amigo Mu-Mu, director de Beijing Red Pomegranate, una organización no gubernamental que presta servicios voluntarios a personas que viven con el VIH. Con la ayuda de Mu-Mu, el Sr. Wang había aprendido cómo conseguir el tratamiento contra el VIH después de ser diagnosticado. Puesto que se conocían desde hace muchos años, Mu-Mu contaba con la confianza de su amigo. Mu-Mu se puso en contacto con la Oficina de ONUSIDA en China para ver si era posible entregar los medicamentos al Sr. Wang. Un miembro del personal de ONUSIDA enseguida se puso en contacto con la Oficina de ONUSIDA en Nepal.

Todo pasó tan rápido que el Sr. Wang se quedó asombrado cuando recibió un mensaje de Priti Acharya, que trabaja para AHF Nepal y con la que se había puesto en contacto la Oficina de ONUSIDA en Nepal, en el que decía que le llevaría los medicamentos.

Al día siguiente, la Sra. Acharya recorrió 15 km en moto por un camino polvoriento antes de llegar al lugar donde se iba a reunir con el Sr. Wang. Cuando bajó de las montañas para reunirse con ella, la Sra. Acharya, empapada en sudor, lo estaba esperando bajo el sol del mediodía.

«Estaba muy feliz y agradecido por su duro trabajo. A cambio, ella me ofreció una alegre sonrisa nepalí e instrucciones detalladas acerca de la dosis del medicamento», dijo el señor Wang.

Se hicieron una fotografía juntos y luego el señor Wang observó cómo la señora Acharya se marchaba en su motocicleta. Su imagen, desvaneciéndose en la distancia, ha quedado grabada en su memoria. Para asistir al encuentro, que duró cinco minutos, la señora Acharya tuvo que hacer un viaje de más de 30 km ida y vuelta.

«Durante aproximadamente medio mes había estado padeciendo dolor y ansiedad casi de forma diaria debido a la ausencia de medicación y a la soledad que me provocaba estar sola en un país extranjero. No me podía creer que hubiera conseguido los medicamentos para el VIH en tan poco tiempo», dijo el señor Wang. Después del viaje le escribió a la señora Acharya explicándole lo importantes que eran los medicamentos que ahora estaban a su alcance: «son capaces de salvar vidas».

Al finalizar su estancia en Nepal, el señor Wang quiso hacer algo por ONUSIDA. Como es un fotógrafo experimentado, se ofreció voluntario para llevar a cabo una sesión de fotos para la oficina de Nepal de ONUSIDA.

El tema que escogió fue el antiguo jugador de fútbol Gopal Shrestha, la imagen de una organización benéfica que lucha contra el VIH en Nepal y la primera persona que vive con el VIH en alcanzar la cima del Monte Everest. Tras haber sido diagnosticado con VIH en 1994, el señor Shrestha lanzó la campaña Step-Up y dedicó muchos años a escalar montañas alrededor del mundo, con la ilusión de dar fuerza y esperanza a aquellas personas que viven con el VIH.

En 2019 el señor Shrestha alcanzó el pico de la montaña más alta del mundo, el Monte Everest, registrando un logro histórico para las personas que viven con el VIH. «Si 28 000 personas ya han sido capaces de escalar el Monte Everest, ¿por qué no iba a poder hacerlo yo?», añadió. «Al escalar la montaña más grande del mundo, lo que quiero es probar que no somos diferentes al resto y que todos podemos marcar la diferencia».

«En cuanto lo vi, me di cuenta de que era un hombre sofisticado», dijo el señor Wang. El señor Shrestha posó de forma natural delante de la cámara sin necesidad de ninguna instrucción. Irradiaba confianza y encanto. Sus ojos, felices y satisfechos, reflejaban la belleza de la naturaleza. «Los ojos son verdaderamente el espejo del alma», confesó el señor Wang.

El señor Wang está deseando volver a Nepal. Con el fin de la pandemia, las orillas del lago Pokhara se inundarán de turistas y espera ver la pequeña ciudad de la montaña repleta de gente, como en los viejos tiempos.

Nuestra acción

COVID-19 y VIH

Pages