Sexual transmission of HIV

Los defensores de los derechos humanos juegan un papel fundamental en la respuesta al VIH

27 de septiembre de 2017

Hace diez años, mientras dirigía un centro de asistencia jurídica para los refugiados, Kene Esom, antiguo director de Hombres Africanos por la Salud y los Derechos Sexuales (African Men for Sexual Health and Rights, AMSHeR), fue testigo de lo difícil que les resultaba a las personas marginadas o en situación de vulnerabilidad acceder a los servicios de atención sanitaria. “Fue entonces cuando me di cuenta de que, como abogado y como defensor de los derechos humanos, podía jugar un papel fundamental en la ampliación del acceso a los servicios de atención sanitaria y en la defensa de los derechos humanos”. En el trabajo que desarrolla actualmente como asesor de iniciativas estratégicas en la junta de AMSHeR, sigue encabezando la lucha contra la discriminación, especialmente la discriminación en África de los gais y los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres.

El Sr. Esom deja bien claro que cuando habla de los derechos humanos en el contexto del VIH, el derecho a la sanidad no es lo único que importa. “En muchos países se violan los derechos humanos de los hombres gais por sistema, y esto se debe en buena medida a la penalización de las relaciones consentidas entre personas del mismo sexo”, dice el Sr. Esom. “Por ejemplo, en una ocasión en que un periódico decidió publicar una historia sensacional sobre unos hombres gais de fiesta, se arrestó a aquellos hombres y se les obligó a hacerse pruebas del VIH. Se violaron todos sus derechos de debido proceso y su derecho a la intimidad se vulneró hasta el punto de que en el periódico se publicaron sus nombres, direcciones y fotografías”.

El Sr. Esom afirma que incidentes como este pueden malograr años de avances en la prestación de servicios para el VIH a las poblaciones clave. “No se pueden prestar servicios sanitarios sin tener en cuenta la situación en relación a los derechos humanos de las poblaciones a las que se los prestas. Puedes construir los mejores centros de asistencia sanitaria, pero los hombres gais no acudirán a ellos si les preocupa que la policía les arreste o que los médicos informen de su comportamiento sexual”.

A nivel mundial, los hombres gais y los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres tienen 24 veces más probabilidades de contraer el VIH que los adultos de la población general. El estigma, la discriminación, la violencia y la penalización ante las prácticas sexuales entre personas del mismo sexo hacen que para estos hombres sea más difícil acceder a los servicios de prevención, pruebas y tratamiento del VIH.

AMSHeR apoya a las organizaciones de derechos humanos para que lleven a cabo una concienciación que se base en pruebas. “Los defensores de los derechos humanos juegan un papel fundamental en sacar a la luz estos problemas y mostrar la repercusión que esas violaciones de los derechos humanos pueden tener en las respuestas al VIH, especialmente en los servicios para las poblaciones clave”, afirma el Sr. Esom.

Aunque sigue imperando el silencio en torno a lo relacionado con la sexualidad, la orientación sexual y la identidad de género, hay esperanza. “Hace seis años, cuando comencé a trabajar aquí, el contexto era completamente diferente. Había muy poca gente dispuesta a trabajar en la concienciación en estos asuntos. Ahora son muchas más las personas con las que podemos contar en los países de África y a lo largo de todo el mundo, y las comunidades se están levantando para defender sus derechos y demandar el acceso a los servicios y que su prestación responda a un enfoque basado en los derechos”.

En las actividades de AMSHeR se destaca el papel que tienen las comunidades para fomentar el cambio y para dirigirse directamente a los responsables de las políticas. “Son las voces y los rostros de los problemas que les afectan”.

El derecho a reunirse es fundamental. “Muchos hombres gais creen que están solos. El aislamiento aumenta su vulnerabilidad. Cuando se reúne a las personas para que aborden sus problemas se crea una comunidad empoderada para hacer oír su voz. Si no existe ese espacio, involucrar a los responsables de las políticas y a los proveedores de servicios supone un desafío mucho mayor”.

El Sr. Esom hablará sobre la promoción y la protección de los derechos humanos en el contexto del VIH y otras enfermedades transmisibles en el Foro Social del Consejo de Derechos Humanos que tendrá lugar del 2 al 4 de octubre. Para escuchar al Sr. Esom y otros activistas de los derechos humanos, inscríbase para participar en el Foro Social del Consejo de Derechos Humanos en https://reg.unog.ch/event/6958/.

Human Rights Council Social Forum

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Seguir hablando del VIH con los jóvenes

11 de agosto de 2017

 

Aunque las nuevas infecciones por el VIH y las muertes por el sida entre los jóvenes han descendido, en muchos sitios la información sobre cómo prevenir el VIH sigue siendo alarmantemente escasa. En la víspera del Día Internacional de la Juventud ONUSIDA habló con cuatro jóvenes sobre los retos a los que se enfrentan en relación al VIH.

Pavel Gunaev tiene 16 años y viven en San Petersburgo, donde participa en Teenergizer!, una red juvenil de adolescentes y jóvenes que viven con el VIH. Pavel explica que en su ciudad los jóvenes no están concienciados sobre el VIH.

“El sida no es algo de lo que se hable, así que los jóvenes no conocen los riesgos ni saben cómo protegerse del VIH”, cuenta. “El resultado es que muchos jóvenes desinformados están actuando y tomando decisiones basándose en habladurías”. Pavel cree que si todos hicieran más por informar a los adolescentes y a los jóvenes y por arrojar luz sobre los mitos entorno al VIH, se podría poner fin al sida.

Chinmay Modi nació con el VIH hace 23 años. Es miembro de la Coalición Nacional de Personas que Viven con el VIH en la India y coordinador del Youth LEAD Asia Pacific Network.

“El mayor problema está en concienciar y en dar a los jóvenes información adecuada para su edad”, afirma. Según su punto de vista, los padres se sienten incómodos hablando a sus hijos de sexo, y la sociedad también lo evita. Como consecuencia, explica, los jóvenes mantienen relaciones sexuales y experimentan cosas nuevas sin saber los riesgos que están asumiendo.

“Se debe promover el uso de preservativos, y los colaboradores deben fomentar el empoderamiento de los jóvenes para que cada cual puedan asumir su responsabilidad”, dice Chinmay. Otra de las cosas que le frustran es que en la India la gente joven no tiene acceso a servicios para el VIH libres de estigma.

En su opinión, el autoestigma pone aún más difícil la lucha contra la discriminación, la violencia y las desigualdades relacionadas con el VIH. Ese es el motivo, explica, por el que quiere que más personas compartan sus historias y sean positivas como seropositivas.

Moises Maciel no podría estar más de acuerdo con Chinmay. Es un activista por las personas LGBT y el VIH de 20 años. Se hizo miembro de la Red Nacional de Jóvenes y Adolescentes que Viven con el VIH/Sida en Brasil  hace dos años tras descubrir que era seropositivo. Desde entonces no ha cejado en su empeño de poner fin al estigma relacionado con el VIH. También se ha esforzado por animar a otros jóvenes para que se hagan las pruebas.

“Los jóvenes todavía corren un gran riesgo de infección por el VIH debido a diversos factores, como la marginación social en base al género o las desigualdades raciales”, afirma. “En Brasil los jóvenes transgénero y los gais son especialmente vulnerables”, explica.

Cuenta que no puede entender que siga habiendo estigma y prejuicios pese a que las personas que viven con el VIH gozan de buena salud gracias al tratamiento antirretrovírico. “Tenemos que empezar a hablar a los jóvenes de una manera abierta y responsable sobre la sexualidad, las infecciones de transmisión sexual, los embarazos en la adolescencia y las responsabilidades en sus vidas”, dice Moises.

Lorraine Anyango, una defensora de la salud y los derechos de los jóvenes de Boston, trabaja para que se escuchen las voces de los jóvenes, especialmente en cuanto al VIH.

“Los jóvenes siguen estando excluidos de los ámbitos y de los debates sobre los problemas que afectan a sus vidas”, apunta Lorraine. “Se sigue sin reconocer su autonomía como seres humanos individuales, y eso les hace vulnerables ante el riesgo de infección por el VIH”.

Según ella, la participación de los jóvenes en las decisiones que afectan a su salud puede contribuir a fortalecer la efectividad de las respuestas a nivel nacional, ya que garantiza que los programas responden de manera eficaz a sus necesidades. Lorraine concluye diciendo, “Reconocer la salud y los derechos sexuales y reproductivos de los jóvenes y seguir hablando del VIH nos situará más cerca de poner fin al sida para el 2030”.

El programa para el VIH de Ciudad Quezón se convierte en un modelo para otras ciudades

13 de julio de 2017

The 2030 Agenda for Sustainable Development takes ​to scale ​what the AIDS response has been working towards for 30 years—a multisectoral, rights-based, people-centred approach that addresses the determinants of health and well-being. The individual stories in this series highlight the linkages between HIV and related Sustainable Development Goals (SDGs), each told from the personal perspective of people affected by HIV. The series paints a picture of how interconnected HIV is with the SDGs and how interdependent the SDGs are with each other. Most importantly, the stories show us the progress we have achieved with the AIDS response and how far we have left to go with the SDGs.  

La Klinika Bernardo, popularmente conocida como la Clínica Atardecer, se encuentra al lado de una bulliciosa carretera. Abre de 15:00 a 23:00, lo que permite que la visiten el máximo número posible de pacientes. “Atendemos a hombres de todas partes de Filipinas que tienen relaciones sexuales con hombres”, dice Leonel John Ruiz, médico jefe de la Klinika Bernardo. “Tan solo el 40% de nuestros pacientes son de Ciudad Quezón”.

En 2012 Ciudad Quezón se convirtió en la primera ciudad de Filipinas en abrir una clínica en la que se ofrecieran servicios para hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y para personas transgénero. Los servicios de la Clínica Atardecer estuvieron muy demandados desde el principio. Durante los primeros dos meses que estuvo abierta se llevaron a cabo cerca de 250 pruebas del VIH, así como servicios de asesoramiento para antes y después de las pruebas, y 18 personas fueron diagnosticadas como seropositivas.

Aunque en Filipinas las relaciones entre personas del mismo sexo son legales, hay un alto grado de estigma y discriminación contra los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres. El miedo a ser marginado y condenado al ostracismo provoca que muchos hombres no accedan a los servicios sanitarios. Los estudios de los funcionarios de salud de la ciudad muestran que en Ciudad Quezón dos tercios de los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres no se han hecho nunca una prueba del VIH.

“Esta es mi primera prueba del VIH. No se qué esperar”, dice un joven mientras rellena los formularios de admisión. “He intentado documentarme sobre el VIH para hacerme una idea sobre el tema, pero me ha tomado algún tiempo reunir el valor para venir aquí”. El personal, comprensivo y experimentado, le ayuda a calmar sus nervios. Aquellos a los que se diagnostica como seropositivos reciben asesoramiento sobre los medicamentos antirretrovíricos y el personal los acompaña durante los primeros meses de tratamiento, que es gratuito en Filipinas.

Ahora mismo hay tres Clínicas Atardecer abiertas en Ciudad Quezón y en los últimos años se han aumentado significativamente las inversiones en sus programas para el VIH. Con sus casi tres millones de habitantes, Ciudad Quezón es el centro urbano más poblado de Filipinas y ha convertido en su mayor prioridad acabar con la creciente epidemia de sida. El alcalde Herbert Bautista ha animado a los habitantes de la ciudad a conocer su estado serológico e incluso se hizo una prueba del VIH en público. Los esfuerzos de la ciudad por que más hombres que tienen relaciones sexuales con hombres se hagan las pruebas del VIH han demostrado ser un éxito, ya que ahora se hacen 30 veces más pruebas que antes. El 40% de las pruebas del VIH que se realizan en la ciudad se hacen en las Clínicas Atardecer, lo que demuestra sin lugar a dudas que la eliminación de barreras aumenta el acceso a los servicios.

“Las cosas son totalmente diferentes a cuando abrimos”, explica Leonel. “Antes nos habríamos tenido que dejar la piel tratando de que la gente concertara una prueba. Ahora la mayoría de nuestros pacientes acuden sin cita previa. La gente busca información por su cuenta y de manera activa”. Las autoridades de varias ciudades están comenzando a adaptar el modelo de Ciudad Quezón y a establecer sus propias clínicas.

Aunque el personal de la Clínica Atardecer habla con orgullo de sus logros, esperan tener que cerrar algún día. “Rezo todas las noches”, dice Adel, la única mujer entre los educadores inter pares de la Klinika Bernardo. “Tengo la esperanza de que algún día nadie necesite nuestros servicios. Para eso es para lo que trabajo”.

 


 

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ODS 17: fortalecer la puesta en marcha y revitalizar la colaboración mundial para el desarrollo sostenible

Al comienzo de la respuesta al sida, la ausencia de opciones de tratamiento y el aumento sobrecogedor de personas a las que afectaba el VIH dejaron claro que una repuesta puramente clínica a la epidemia no era suficiente. Los familiares, las organizaciones religiosas y las asociaciones de personas afectadas por el VIH intervinieron e hicieron lo que pudieron para ayudar a las personas a morir con dignidad, para asistir a los huérfanos, viudos y viudas, y familiares al cargo que dejaban, y para luchar por un nueva manera de hacer las cosas. Grupos de personas totalmente diferentes, a los que había unido la experiencia compartida del miedo al estigma y el horror del VIH y el sida, se juntaron para exigir que la respuesta fuera más allá de las clínicas, los hospitales o los servicios sanitarios al uso.

La adopción y la expansión del concepto de colaboración supuso una revolución para el sida, pero también para el ámbito más amplio del desarrollo. Las colaboraciones siguen siendo fundamentales en la respuesta al sida. La coordinación y el trabajo conjunto de una amplia variedad de colaboradores, entre los que se incluyen trabajadores sexuales, científicos, y trabajadores sociales, ayuda a hacer análisis y a aplicar la experiencia de manera más eficaz, a superar más rápido los obstáculos y a distribuir más eficientemente los recursos. Los colaboradores aumentan la concienciación y el conocimiento, y permiten que todo el apoyo y el poder se concentren, de manera que sea más fácil influir sobre los responsables de las políticas y a estimular a las partes interesadas para que tomen medidas.

La historia de la Clínica Atardecer en Ciudad Quezón (Filipinas) encarna el ODS 17: fortalecer la puesta en marcha y revitalizar la colaboración mundial para el desarrollo sostenible. El éxito de la primera clínica y la incorporación posterior de dos clínicas más demuestran que la inclusividad sigue siendo definitiva en la respuesta al sida y proporcionan la inspiración para que las colaboraciones entre una amplia variedad de partes interesadas sean exitosas.

The Sustainable Development Goals and the HIV response: Stories of putting people at the centre

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Cambiando las vidas del colectivo LGTBI

17 de mayo de 2017

La Fundación Martin Ennals ha anunciado los nombres de los tres finalistas de los prestigiosos Premios Martin Ennals para los defensores de los derechos humanos, que se entregarán en octubre del 2017. Una de los tres finalistas es Karla Avelar, mujer transgénero con VIH y procedente de El Salvador, que lleva más de 20 años defendiendo los derechos humanos de lesbianas, gais, bisexuales, personas transgénero e intersexuales (LGTBI) y reivindicando el acceso a la salud de las personas seropositivas.

En 1996, Avelar fue una de las fundadoras de la primera asociación transgénero de El Salvador y en 2008 fundó la primera organización de mujeres transgénero seropositivas, COMCAVIS TRANS. La organización trabaja para fomentar, defender y promover los derechos humanos del colectivo LGTBI, aumentar la prevención y la asistencia contra el VIH y mejorar el acceso a los servicios para las personas con VIH y para los presos.

"Diariamente lesbianas, gais, bisexuales, personas transgénero e intersexuales están expuestos a amenazas de muerte, extorsiones, acoso, violencia física y verbal, y discriminación por su identidad u orientación sexual", aseguró Avelar. "Esta situación nos hace vulnerables al VIH".


En El Salvador, la epidemia del VIH se concentra en poblaciones clave: los hombres que mantienen relaciones con otros hombres tienen un índice de VIH del 10,3%, muy superior al índice de la población general que se sitúa en un 0,5%.


Avelar, junto con los compañeros educadores de COMCAVIS TRANS, promueve los análisis, la prevención y la asistencia ante el VIH entre el colectivo LGTBI mediante actividades divulgativas como la difusión de información en diferentes partes de El Salvador.

Avelar y su equipo también trabajan para reforzar el acceso a los servicios de prevención y tratamiento contra el VIH para presos LGTBI en dos centros penitenciarios. "Estamos trabajando en dos frentes: con lesbianas, gais, bisexuales, personas transgénero e intersexuales formándoles en salud sexual y reproductiva y en prevención contra el VIH; y sensibilizando a los funcionarios de la administración y al personal de la prisión acerca de los derechos humanos y de la discriminación cero", explicó Avelar.

En 2013, la colaboración entre COMCAVIS TRANS y el centro penitenciario de SENSUNTEPEQUE tuvo como resultado la adopción de un acuerdo que permitía a los presos disponer de preservativos todos los meses. COMCAVIS TRANS también apoya a los presos LGTBI infectados por VIH para que se sumen a su tratamiento y para vigilar su acceso, de manera que se garantice su bienestar psicosocial y emocional. 

En El Salvador, la comunidad LGTBI sigue padeciendo discriminación y violencia, exacerbadas por el alto grado de impunidad y por el acceso limitado a la justicia. "El Salvador es un país con uno de los índices más elevados de violencia en Latinoamérica; como ocurre en toda la región, la esperanza de vida de una mujer transgénero no supera los 35 años", contó Avelar.

Apoya al colectivo LGTBI que ha sufrido violaciones de los derechos humanos y actos violentos. Junto con su equipo y con el grupo de voluntarios, les aconseja y acompaña en las denuncias. Gracias a la colaboración de otras organizaciones, se asegura de que las personas que lo necesitan tengan canales abiertos para obtener ayuda legal y económica. "Sigue habiendo múltiples barreras", asevera. "Sin embargo, estamos promoviendo el diálogo con los representantes de la policía civil nacional y con la Oficina del Consejo Nacional para la Defensa de los Derechos Humanos, así como con otras autoridades para mejorar los mecanismos de denuncia, investigar las violaciones de los derechos humanos, y proporcionar un seguimiento y una evaluación adecuados y constantes".

Avelar también ha desempeñado un papel fundamental reivindicando reformas legislativas para proteger y promover los derechos del colectivo LGTBI y satisfacer sus necesidades. Por ejemplo, junto con ONUSIDA y otras organizaciones nacionales, ha participado en una revisión de la ley sobre VIH aprobada el pasado mes de enero. Entre otras cuestiones, la ley permite al colectivo transgénero recibir una mejor asistencia sanitaria sin estigma ni discriminación, mejorar su calidad de vida y su acceso al sistema de salud, a la educación y al mercado laboral, garantizando que se respete su identidad de género.

"Para todos aquellos que la conocen, Karla Avelar ya es la ganadora de los Premios Martin Ennals", asegura Celina Miranda, directora de ONUSIDA para El Salvador. "A pesar de las adversidades, es una defensora incansable de los derechos humanos, cambiando la vida de lesbianas, gais, bisexuales, personas transgénero e intersexuales de El Salvador".

Sobre los Premios Martin Ennals

Los Premios Martin Ennals son un galardón anual que se concede a los defensores de los derechos humanos. Los finalistas y el galardonado son seleccionados por un jurado de diez personas de entre las organizaciones no gubernamentales por los derechos humanos más importantes del mundo.

ONUSIDA está trabajando con sus socios para ratificar que el pleno disfrute de todos los derechos humanos y de las libertades fundamentales para todos apoya la respuesta global a la epidemia del sida, incluso en áreas de prevención, tratamiento, asistencia y apoyo, y combate el estigma y la discriminación contra las personas que están infectadas, se cree que están infectadas, sufren riesgo de padecer o padecen VIH como elemento fundamental para poner fin a la epidemia de VIH tal y como se estableció en la Declaración política de las Naciones Unidas para poner fin al sida de 2016

Un taller sobre salud conciencia a jóvenes en la India

24 de marzo de 2017

Ayushi Tripathi es una estudiante de la Universidad Banaras Hindu en Benarés, ciudad del norteño estado de Uttar Pradesh.

Explica que proviene de una familia donde los actos sexuales son un tema de conversación tabú: “Nunca hablamos de eso en casa. Mis padres se sienten incómodos incluso viendo un anuncio sobre preservativos”. Pero, a pesar de ello, estaba decidida a asistir a un taller sobre salud para jóvenes.

Esta semana, se unió a otros 27 estudiantes en un taller de tres días que tiene por objeto concienciar a los jóvenes sobre su salud y derechos sexuales y reproductivos. La formación la encabezaba la Fundación Dove, una organización liderada por jóvenes con sede en Benarés y que cuenta con el respaldo de ONUSIDA. Los materiales de concienciación empleados fueron desarrollados por la PACT, una coalición global formada por 25 redes de jóvenes que trabajan en el ámbito del VIH y la salud y derechos sexuales y reproductivos.

“Cuando era más pequeña, no sabía dónde obtener información y acceso a los servicios para el VIH”, confesó la Srta. Tripathi. “Antes de asistir a este taller no sabía que los jóvenes en la India hacen frente a distintos retos a la hora de acceder a las pruebas y servicios del VIH”.

Monique Long, de la Red de jóvenes de Jamaica para la concienciación, dirigió la formación que proporcionó a los jóvenes y adolescentes las habilidades y la información necesarias para afrontar las diferentes barreras que afectan a su salud.

“Trabajar con este grupo tan diverso de jóvenes inteligentes y energéticos me recuerda por qué decimos que la juventud es el futuro. Esta formación también reitera que los jóvenes tienen la capacidad y la voluntad, aquí y ahora, de hacer cosas asombrosas para cambiar el mundo”, dijo la Sra. Long.

La región que concentra el mayor número de jóvenes del mundo es la de Asia y el Pacífico. En esta zona se están empezando a mantener relaciones sexuales a una edad cada vez más temprana y a tener parejas sexuales múltiples, lo que supone que los jóvenes estén más expuestos al riesgo de infección por el VIH.

Durante la formación, los participantes hicieron hincapié en el número de países que no adaptan sus programas a los jóvenes. Por ejemplo, la India exige a los menores de 18 años el consentimiento de sus padres para acceder a servicios del VIH y otros servicios de salud sexual y reproductiva. Además, a menudo, la educación integral sobre sexualidad no se enseña en los colegios. Los bajos niveles de conocimiento acerca del VIH y la discriminación que afrontan los centros de atención sanitaria agravan todavía más la situación.

La PACT y ONUSIDA han estado trabajando con gobiernos y otros asociados para defender la revisión y la reforma de las leyes sobre la edad de consentimiento. La formación del taller proporcionó a los jóvenes las técnicas y habilidades necesarias para priorizar las cuestiones relacionadas con la concienciación, confeccionar listas de interesados directos, elaborar mensajes de concienciación claves y ejercer presión.

“ONUSIDA sabe que el futuro de la respuesta al VIH está en manos de los jóvenes”, afirmó Aries Valeriano, representante de la juventud en el Equipo de apoyo regional de ONUSIDA para Asia y el Pacífico. “Estamos trabajando mano a mano con organizaciones de jóvenes y grupos comunitarios para derribar las barreras a las que los jóvenes tienen que hacer frente y que les impiden mantenerse sanos y productivos”.

Una vez terminado el taller, la Srta. Tripathi expuso que planea empezar una comunidad de defensores en su universidad para ejercer presión y poner fin a las leyes sobre la edad de consentimiento en la India. Cuando la Srta. Tripathi recibió su certificado de finalización, sonrió. “Este taller me ha ayudado a abrir los ojos sobre el activismo social”, dijo. “Estoy muy entusiasmada y espero, de verdad, influir en las políticas de mi universidad y de muchos otros lugares”.

ONUSIDA está trabajando para asegurar que se cumpla el objetivo establecido en la Declaración Política de las Naciones Unidas de 2016 sobre el VIH y el sida de asegurar que el 90% de los jóvenes cuentan con las habilidades, el conocimiento y la capacidad para protegerse a sí mismos del VIH y para tener acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva para el año 2020, de manera que se reduzca el número de nuevas infecciones por el VIH entre chicas adolescentes y mujeres jóvenes por debajo de las 100 000 al año.

Women Deliver: garantizar un programa de desarrollo para las mujeres y las niñas

17 de mayo de 2016

Annie Lennox, embajadora internacional de buena voluntad para ONUSIDA, transmitió su ánimo a los participantes de la conferencia de Women Deliver, que se celebra en Copenhague (Dinamarca) del 16 al 19 de mayo. La Sra. Lennox señaló que las mujeres debían romper las barreras que afianzaban la desigualdad de género y poner fin a toda forma de violencia de género. Su discurso entusiasmó a los más de 5000 delegados que participan en la conferencia, la mayor a nivel mundial sobre la salud, los derechos y el bienestar de las niñas y las mujeres que se ha celebrado en los últimos diez años. La conferencia de 2016 de Women Deliver está transcurriendo bajo el principio de "Aplicar los Objetivos de Desarrollo Sostenible para que afecten más a las niñas y las mujeres”. La conferencia se centra específicamente en la salud, y en particular, en la salud y derechos maternales, sexuales y reproductivos. Otros temas tratados son la igualdad de género, la educación, el medio ambiente y el empoderamiento económico.El programa de Women Deliver es el eje central del enfoque de acción acelerada de ONUSIDA que hace un llamamiento al empoderamiento de la mujer y el progreso de la salud y derechos sexuales y reproductivos para poner fin a la epidemia del sida.

La ceremonia de inauguración contó con otros oradores como su alteza real, la princesa María de Dinamarca, Jill Sheffield; la directora ejecutiva y presidenta de Women Deliver, Babatunde Osotimehin; el director ejecutivo del Fondo de Población de las Naciones Unidas, Gro Harlem Brundtland: la ex primera ministra de Noruega, Margaret Chan, directora general de la Organización Mundial de la Salud, y Tawakkol Karman, periodista, activista de los derechos humanos y Premio Nobel de la Paz.

Citas

"Para poner fin a la epidemia del sida, necesitamos una respuesta unificada a la hora de enfrentarnos a las causas más profundas de la injusticia social. Si queremos lograrlo, debemos romper las barreras de la desigualdad de género, desmontar los conceptos de patriarcado y poner fin a todas las formas de violencia de género".

Annie Lennox, embajadora internacional de buena voluntad para ONUSIDA

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