Sexual transmission of HIV

Balance de la Conferencia sobre retrovirus e infecciones oportunistas (CROI) de este año

18 de febrero de 2008

20080214-croi.JPG
La XV Conferencia sobre retrovirus e infecciones
oportunistas (CROI) tuvo lugar en Boston
4-6 Febrero 2008. Crédito: CROI

La Conferencia sobre retrovirus e infecciones oportunistas (CROI) empezó en 1994 como una pequeña reunión entre científicos que estudiaban el VIH y médicos que trataban a las personas que vivían con este virus. A día de hoy es una de las reuniones anuales sobre el VIH más importantes y sirve de forum en el que tanto científicos como investigadores clínicos y de salud mundial presentan, analizan y critican las investigaciones realizadas dentro del marco de la epidemiología y biología de los retrovirus humanos, y las enfermedades que estos producen.

La XV sesión de la CROI finalizó en Boston el día 6 de febrero y, aunque los resultados anunciados no hayan sido halagüeños, se trataron varios temas importantes. La falta de avances científicos en el desarrollo de la vacuna del VIH pone de relieve la necesidad de ampliar las estrategias existentes para la prevención y para el tratamiento.

Ensayo con el VHS-2- No se observa reducción en el riesgo

Los ensayos que se están llevando a cabo con el virus que causa el herpes en humanos, el virus del herpes simple tipo 2, que podría reducir el riesgo de transmisión del VIH, han dado malos resultados. En ellos se pidió a varias personas VIH-negativas que iniciaran el tratamiento para evitar brotes de herpes. Sin embargo, los resultados del ensayo no mostraron diferencia alguna en los índices de infección por VIH entre personas que habían tomado medicación y los que no.

Los datos que manejan los científicos muestran una relación entre la infección por VHS-2 y la susceptibilidad a ser infectado por el VIH. Además, se están llevando a cabo otros ensayos para explorar diversos aspectos de dicha conexión, por lo que los investigadores se muestran todavía optimistas con el futuro de esta investigación.

Circuncisión masculina

La investigadora María Wawer presentó los datos ya publicados de los estudios finalizados en diciembre del 2006 sobre la circuncisión masculina en Uganda. El ensayo versó sobre la posibilidad de si al circuncidar a un hombre VIH-positivo se reducía el riesgo de transmisión del virus a su pareja de sexo femenino VIH-negativa. Los resultados arrojados mostraron una tendencia positiva a la transmisión del VIH de los hombres hacia las mujeres. Esta tendencia se acentúa aún más, aunque todavía no es estadísticamente significativa, cuando los varones reanudan sus relaciones sexuales antes de que la herida haya cicatrizado por completo.

A pesar de que estos datos no sean nuevos, su presentación al CROI brindó la oportunidad de discutir y analizar sus implicaciones. Sus partidarios insistieron en la necesidad de que todos los programas de circuncisión masculina abordaran directamente la creciente vulnerabilidad de las mujeres a ser infectadas por medio de las relaciones sexuales con un hombre VIH-positivo recién circuncidado.

La consejera jefa científica, la Dra. Catherine Hankins, afirmó que "esto subraya la importancia de considerar la circuncisión masculina como parte de un amplio conjunto de medidas de prevención que incluye asesoramiento de pareja y de postoperatorio a la pareja”. Además añadió que “éstas deberían comprometerse a asumir la abstención hasta que la herida esté curada por completo".

Las directrices de ONUSIDA recomiendan que se debería instruir y apoyar a todo hombre al que se le haya practicado la circuncisión para que se abstenga de mantener relaciones sexuales antes de que la herida haya cicatrizado completamente, lo cual puede durar unas seis semanas; y de este modo evitar el riesgo de ser contagiado o transmitir el VIH.

Más importante aún, se debe tener en cuenta que la circuncisión masculina no proporciona una protección completa ante la infección por VIH y que no puede reemplazar otros métodos de prevención como el uso correcto y continuado de preservativos tanto masculinos como femeninos, la reducción del número de parejas sexuales, la evitación de penetración, y el tratamiento de las infecciones sexuales ya transmitidas.

Vacunas

El pasado septiembre fracasó la vacuna candidata, que estaba basada en adenovirus, desarrollada por Merk. La respuesta consensuada de los expertos de la CROI indica que sería necesario que los científicos acudieran de nuevo a la ciencia básica para adquirir un mayor conocimiento del funcionamiento del virus así como de las respuestas que ofrece el sistema inmunitario humano. Se ha pedido una mayor inversión en la investigación científica de base y un menor énfasis en los ensayos clínicos, muy caros; aunque se sabe a ciencia cierta que ambos son necesarios.

Existe una mayor aceptación de la idea de que la búsqueda de esta vacuna va a durar algo de tiempo. Esto pone de relieve la necesidad de aumentar las estrategias de prevención y tratamiento actuales y subraya la importancia de mejorar el acceso por parte de las personas a la información sobre salud sexual, a las pruebas de VIH y a servicios de asesoramiento, amén de la disponibilidad de preservativos masculinos y femeninos.

Otros temas interesantes que se trataron en la CROI fueron la mejora de las pruebas para la tuberculosis, la ampliación de la representación del papel de la mujer en los ensayos con el VIH, el envejecimiento y el sida, y el tratamiento del VIH en niños y en adolescentes.

Iniciativa mundial para frenar la propagación del VIH entre hombres que tienen relaciones sexuales con hombres

24 de julio de 2007

20070724_MSMInitiative.jpg


Lamentablemente estamos ante una triste realidad que se repite con demasiada frecuencia: las personas en mayor riesgo y que más necesitan los programas de prevención, tratamiento y atención del VIH son aquellas que cuentan con menos probabilidades de obtener estos servicios. Por ejemplo, se calcula que menos de uno de cada 20 hombres que tienen relaciones sexuales con hombres en todo el mundo cuentan con acceso a servicios de prevención, tratamiento y atención del VIH.

En un intento por intensificar la acción y frenar la propagación del sida entre los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, la Fundación para la Investigación sobre el sida (amFAR) lanzó una iniciativa durante la Conferencia Internacional sobre el sida en Sydney para respaldar a las organizaciones de base de hombres que tienen relaciones sexuales con hombres.

La iniciativa, además de apoyar directamente a este tipo de organizaciones, abogará también por una investigación más amplia en temas relacionados con los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y fomentar los esfuerzos mundiales de sensibilización dirigidos a movilizar los fondos de donantes internacionales y de gobiernos nacionales, entre otros. El programa de sensibilización se centrará también en lanzar campañas para acabar con el estigma, la discriminación y la violencia, factores que amenazan la vida de estas personas y favorecen la propagación del sida.

“Proporcionar los instrumentos de acción e información a los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y a otros grupos marginados para que sean capaces de protegerse del VIH es una de las prioridades de máxima urgencia del mundo”, dijo el Dr. Peter Piot, director ejecutivo de ONUSIDA.

Esta iniciativa es importante, ya que las pruebas y la experiencia demuestran que, al enfocar los programas y los servicios sobre el sida de manera específica sobre las personas que se encuentran en mayor riesgo, se consigue impulsar el progreso en la respuesta y se puede ayudar a reducir el estigma y la discriminación.

En Bangladesh, por ejemplo, la sensibilización que se promueve con éxito desde la Asociación de Bienestar Social de Banhu, en la que se incluye el establecimiento de redes y la participación en reuniones gubernamentales, ha asegurado la inclusión de temas relacionados con hombres que tienen relaciones sexuales con hombres en el Plan estratégico nacional para el sida por un periodo de cinco años.

En Indonesia, los programas “ANSI Stop AIDS” y el de la organización “Family Health Internacional” colaboraron con las autoridades indonesias para destacar la contribución que las comunidades de hombres que tienen relaciones sexuales con hombres pueden ofrecer. En la actualidad, estas comunidades cooperan regularmente con el Ministerio de Sanidad en las consultas sobre temas relacionados con el sida.

Sin embargo, en muchos países los esfuerzos para la prevención se ven obstaculizados por leyes que penalizan las relaciones sexuales entre hombres, lo que supone una dificultad añadida para poder trabajar con este colectivo e impide así que puedan contribuir en la respuesta a la epidemia. Aunque las actitudes sociales, culturales y religiosas hacen que esta cuestión se torne políticamente sensible, los políticos pueden mostrarse reacios a apoyar políticas y programas que pudieran derivar en críticas públicas por parte de los líderes de las comunidades y ciertos grupos.

La escasez de estudios acerca de los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres en los que se pudiesen incluir sus comportamientos y actitudes, junto con la penalización, la estigmatización, y la discriminación legal hacia estas personas, constituyen barreras significativas que entorpecen la puesta en marcha de programas efectivos.

“Tras un cuarto de siglo de epidemia, en muchos países, los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres aún no cuentan con las herramientas básicas para protegerse contra el VIH,” explica Kevin Frost, presidente interino de la amFAR. “Debemos tener el coraje de colaborar codo con codo con las organizaciones de base en primera línea de esta epidemia mediante la provisión de servicios y exigiendo una mayor acción por parte de los gobiernos. Con financiación y respaldo, estas organizaciones pueden transformar las actitudes, cambiar la política y movilizar los fondos para frenar la propagación del VIH entre los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres.”




Enlaces:

Más acerca de la Iniciativa de hombres que tienen relaciones sexuales con hombres (en inglés)
Descargar las Prácticas Óptimas: el VIH y los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres en Asia y el Pacífico (en inglés)
Leer más sobre hombres que tienen relaciones sexuales con hombres
Descargar el Informe de Política sobre HSH de ONUSIDA ( enfresrupt(pdf, 226 Kb I 232 Kb I 237 Kb I 429 Kb I 130 Kb )

Una cadena de preservativos en Tailandia, nuevo récord mundial

02 de abril de 2007

20070402_Condom_chain_300.jpg

El 1 de diciembre de 2006 el ONUSIDA se unió a una amplia gama de asociados de las Naciones Unidas y de Tailandia para organizar el Día Mundial del Sida con una iniciativa innovadora.

Además de acoger la celebración, Tailandia captó la atención mundial al intentar crear la cadena de preservativos más larga del mundo.

A finales de marzo llegó la confirmación: con 2.715 metros de largo, la cadena estableció un nuevo Guinness World Record™.

La elaboración de la cadena de preservativos más larga del mundo fue uno de los acontecimientos del “Condom Chain of Life Festival”, una celebración única en el Día Mundial del Sida, celebrada en el Lumpini Park, en Bangkok. El festival fue preparado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en Bangkok en colaboración con la Cruz Roja tailandesa, PLAN Tailandia, el ONUSIDA y diversas ONG locales, como parte de los esfuerzos para promover la aceptabilidad de los preservativos, enfatizar la necesidad de mantener relaciones sexuales más seguras y pedir que se fortalezcan las políticas nacionales para ampliar el acceso al tratamiento, la atención y el apoyo para las personas que viven con el VIH o se ven afectadas por el virus.

El Senador Mechai Viravaidya, Representante Especial del ONUSIDA conocido por sus innovadores esfuerzos de prevención en Tailandia, dirigió la elaboración de la cadena.

Desde el siguiente enlace se puede acceder a la entrevista que www.unaids.org realizó al Coordinador del ONUSIDA en Tailandia, Patrick Brenny, en la que explica como surgió la idea de batir el récord mundial y su importancia para la respuesta de este país al sida.




Enlaces:

Escuchar la entrevista con el Cordinador del ONUSIDA en Tailandia (mp3, 3 MB)(en inglés)
Leer el comunicado de prensa de la UNESCO sobre el récord mundial de la cadena de preservativos más larga del mundo (en inglés)

Expertos internacionales se reúnen para hablar sobre la circuncisión masculina

07 de marzo de 2007

Expertos de todo el mundo se reúnen esta semana en Montreux, Suiza, para estudiar los resultados de unas pruebas recientes que establecen que la circuncisión masculina reduce en cerca de un 60% el riesgo de que un hombre se infecte por el VIH al practicar el coito vaginal. Los resultados, anunciados en diciembre de 2006 y detallados en publicaciones recientes en la revista médica The Lancet, despertaron el interés y el debate en el mundo del VIH. ¿Es realmente la circuncisión masculina un avance tan importante como afirman sus partidarios?

La Dra. Kim Dickson, del Departamento del VIH de la Organización Mundial de la Salud, es una figura reconocida y respetada en el campo de la salud reproductiva y el VIH. Actualmente coordina el grupo de trabajo OMS/ONUSIDA sobre la circuncisión masculina y la prevención del VIH, así como el Equipo de Trabajo Interinstitucional sobre la circuncisión masculina y la prevención del VIH. Kim Dickson ha aceptado amablemente a hablarnos sobre la reunión y lo que se espera conseguir.

 

Unaids.org: Dra. Dickson, usted coordina el grupo de trabajo OMS/ONUSIDA sobre la circuncisión masculina y la prevención del VIH. ¿Podría explicarnos por qué la OMS y el ONUSIDA han convocado esta reunión sobre la circuncisión masculina?

KD: Cuando los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos decidieron en diciembre de 2006 dar por finalizadas las pruebas que estaban financiando en Kenya y Uganda sobre la circuncisión masculina y el VIH, quedó claro que necesitábamos valorar esta práctica como una posible intervención de salud pública en la respuesta al sida. Las pruebas, tal como se detalla en The Lancet, confirmaron los resultados obtenidos en diversos estudios de observación que se habían realizado previamente, los cuales ya sugerían que la circuncisión masculina reducía significativamente el riesgo de que los hombres se infectaran por el VIH durante el coito vaginal.

Era muy importante que la Organización Mundial de la Salud y el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA estudiaran los resultados de estas investigaciones y consideraran lo que significaban para las políticas de prevención y los programas nacionales del VIH. Se decidió convocar una reunión para juntar a las partes interesadas con el fin de que analicen y debatan los problemas que pueden surgir con la circuncisión masculina, y si es posible, dar orientaciones y recomendaciones a los Estados Miembros y a otros interesados.

 

Unaids.org: ¿Cuántos participantes acudirán a la reunión y qué o a quién representan?

KD: Hemos invitado a los investigadores que participaron en las pruebas para que presenten la metodología que utilizaron y los resultados que obtuvieron. También hemos invitado a otros científicos de diferentes disciplinas como las ciencias sociales, los derechos humanos y las comunicaciones para que puedan realizar preguntas a los investigadores. También contaremos con la presencia de 16 representantes de los Estados Miembros y 11 de la sociedad civil, incluidos los defensores de la salud de la mujer y un representante de la Red Mundial de Personas que Viven con el VIH/SIDA, quienes presentarán su propia valoración de los resultados y hablarán sobre los problemas que surgen en sus países y en el contexto de sus actividades.

Hemos intentado invitar a personas que representen posiciones diferentes. Por último, pero no por ello menos importante, también su unirán a nosotros ocho organismos de financiación y seis asociados en la ejecución. En total, esperamos unos 80 participantes en Montreux. No es necesario mencionar que probablemente los debates serán intensos, ya que tocarán cuestiones muy delicadas.

 

Unaids.org: ¿Cuáles cree que serán los resultados de la reunión?

KD: Ya hay un primer resultado: el debate que va a celebrarse esta semana. Es la primera vez que una gama tan diversa de partes interesadas intercambia opiniones y estudia las consecuencias de la circuncisión masculina como un método de prevención adicional en la respuesta al sida. En este momento, no podemos adelantar cuales serán los resultados. Puede que finalicemos la reunión con más interrogantes de los que teníamos al empezar, aunque espero que al menos se resuelvan algunas cuestiones y seamos capaces de poner en práctica algunas recomendaciones.

También se identificará que pasos hay que dar para seguir avanzando. En cualquier caso, se elaborará un informe sobre la reunión que publicaremos poco después.

Finalmente, me gustaría recalcar una y otra vez que nuestro objetivo es examinar la circuncisión masculina como un método de prevención adicional que debe siempre formar parte de un conjunto de medidas más amplio que incluya, entre otros elementos, el uso del preservativo masculino y femenino de manera sistemática y correcta, la demora en la iniciación sexual y la reducción del número de parejas sexuales. En la reunión se debatirá cómo podemos fortalecer las comunicaciones para no socavar otros métodos de prevención si queremos ampliar los servicios de circuncisión masculina.

Si las Naciones Unidas deciden seguir avanzando y orientar a los países para que consideren la circuncisión masculina como una intervención de salud pública para la prevención del VIH, siempre promoverá esta práctica como una intervención adicional a las medidas para prevenir el VIH, y nunca como una alternativa. Las personas deben comprender que la circuncisión masculina no ofrece protección total y se les debe animar a que utilicen más de una de las opciones de prevención a las que pueden acceder.




Enlaces:

Lea la serie de tres partes sobre la circuncisión masculina:

Parte 1 – Circuncisión masculina: contexto, criterios y cultura
Parte 2 – Circuncisión masculina y VIH: aquí y ahora
Parte 3 - Avanzando: Políticas y acción de las Naciones Unidas sobre la circuncisión masculina

Avanzando: Políticas y acción de las Naciones Unidas sobre la circuncisión masculina (Parte 3)

02 de marzo de 2007

En la última parte de la serie especial sobre la circuncisión masculina y su relación con la prevención de la infección por el VIH, www.unaids.org habla sobre las acciones que las Naciones Unidas pondrán en práctica en una entrevista especial con la Dra. Catherine Hankins,  Asesora Científica Principal del ONUSIDA.

 


Del 6 al 8 de marzo de 2007, un grupo de expertos en salud pública de la Organización Mundial de la Salud, el ONUSIDA y otras organizaciones asociadas, se reunirán en Montreux, Suiza, para debatir el delicado tema de la circuncisión masculina y su relación con la prevención del VIH. También definirán una serie de orientaciones, que las Naciones Unidas ofrecerán en un futuro a los países, sobre las implicaciones políticas y de planificación de los últimos resultados de las investigaciones
La Dra. Catherine Hankins, Asesora Científica Principal del ONUSIDA, da un anticipo de los diferentes temas que pueden surgir en la consulta y una visión sobre los posibles resultados y acciones de las Naciones Unidas.

 
Unaids.org: Dra. Hankins, lleva muchos años estudiando el tema de la circuncisión masculina y su relación con el VIH. ¿De qué manera corroboran los descubrimientos actuales la afirmación científica de que hay una relación entre la circuncisión y la reducción de infecciones por el VIH?

CH: Durante muchos años, los investigadores y los científicos se habían dado cuenta de que en algunas partes de África subsahariana donde la circuncisión es común, así como en algunos países del oeste de África, los niveles de infección por el VIH eran mucho más bajos que en el sur de África, donde la circuncisión es poco frecuente.  Antes de disponer de los datos de estas tres pruebas, diferentes estudios de observación ya habían indicado que la circuncisión masculina reducía considerablemente el riesgo de infección por el VIH. Los últimos resultados indican que la circuncisión masculina reduce el riesgo de infectarse por el VIH entre un 50 y un 60%.

Actualmente los investigadores de la Universidad Johns Hopkins están realizando otra prueba en Uganda para estudiar si la  circuncisión masculina puede tener un efecto en el riesgo de que la mujer se contagie por el VIH, y se espera tener los resultados para el 2008. 

 
Unaids.org: ¿Qué está haciendo la Organización de las Naciones Unidas después de que las últimas pruebas demostraran que la circuncisión masculina reduce el riesgo de infección por el VIH?


CH: Aunque estos resultados demuestran que la circuncisión masculina reduce el riesgo de que los hombres se infecten por el VIH, los organismos de las Naciones Unidas que se ocupan de este tema subrayan que esta práctica no ofrece una protección total y, por lo tanto, es absolutamente necesario que hombres y mujeres comprendan que los hombres circuncidados pueden infectarse por el virus e infectar a sus parejas sexuales.

La próxima semana, la Organización Mundial de la Salud, la Secretaría del ONUSIDA y sus asociados estudiarán detalladamente los resultados de las pruebas en una consulta en la que definirán una serie de recomendaciones para promover la circuncisión masculina. Estas tendrán que tener en cuenta una serie de temas clave, entre los que se encuentran las consideraciones culturales y de derechos humanos; el riesgo de complicaciones en la intervención debido al entorno donde se practica; la posibilidad de que la circuncisión masculina socave los comportamientos y estrategias de prevención existentes para reducir el riesgo de infectarse por el VIH o que, por el contrario, actúe en sinergia con ellos; y las implicaciones financieras y de recursos humanos en diferentes entornos de prestación de servicios.

Para apoyar a los países e instituciones que decidan incrementar los servicios de circuncisión, estamos desarrollando con nuestros asociados orientaciones técnicas para abordar la circuncisión masculina de manera ética, clínica y respetando los derechos humanos. También estamos elaborando orientaciones sobre la formación, los entornos normalizados y los procedimientos certificados.
 

Unaids.org: ¿Cuáles serán las principales cuestiones sobre el fomento de la práctica de la circuncisión masculina que se debatirán durante la consulta?


CH: Al promover la circuncisión masculina como una intervención de sanidad pública surgen una serie de temas delicados. La circuncisión en adultos tiene un mayor riesgo de efectos adversos que en niños, y solo deben practicarla profesionales de la atención de salud con un equipo y condiciones higiénicas adecuadas, y con el asesoramiento previo y seguimiento posterior a la intervención. Es absolutamente necesario que se haga una distinción entre las intervenciones de circuncisión masculina, que suponen mejoras para la salud, y la ablación femenina, a la que las Naciones Unidas se oponen rotundamente ya que no mejora la salud y sí puede tener graves consecuencias para mujeres y niñas.

También debemos tener presentes las cuestiones culturales: en culturas y tradiciones religiosas donde la circuncisión masculina es inaceptable, la promoción de esta práctica puede ser un desafío. Es completamente necesario que hagamos comprender a hombres y mujeres que la circuncisión masculina no es una panacea: no ofrece una protección total y no significa que las personas puedan dejar de tomar precauciones, como el uso del preservativo masculino o femenino, el retraso del inicio sexual, la abstención de las relaciones sexuales con penetración y la reducción del número de parejas sexuales. Debemos seguir fomentando la prevención combinada y asegurarnos de que la circuncisión se percibe como un beneficio adicional que se debe combinar con otras estrategias para evitar el contagio por el VIH. No queremos que se deposite una gran confianza en los beneficios y se adopten comportamientos de riesgo.

Si las Naciones Unidas siguen adelante y aconsejan a los países que incluyan la circuncisión masculina como una intervención de salud pública para la prevención del VIH, se promoverá como una intervención “adicional”, no como una alternativa.

Una comunicación efectiva sobre la circuncisión será esencial y supondrá una oportunidad para reforzar los mensajes sobre la necesidad de acercarse a la prevención de manera global y animar a que las personas utilicen más de una de las opciones de prevención de las que disponen.
 

Unaids.org: ¿Formará la circuncisión masculina parte de la respuesta de prevención del VIH en todos los lugares?


Los países con alta prevalencia del VIH y donde la circuncisión masculina es prácticamente inexistente, deberían ser los primeros en considerar el papel que esta intervención puede desempeñar en los programas de prevención del VIH. Otros países pueden decidir procurar servicios para la circuncisión a grupos específicos de la población, quienes se podrían beneficiar de la protección adicional que la circuncisión puede ofrecer.

Las Naciones Unidas y sus asociados son completamente conscientes de que la circuncisión masculina puede hacer surgir problemas culturales y religiosos, y por lo tanto, nunca debe ser impuesta y, si se promueve, se deben respetar las culturas de los lugares donde tradicionalmente no se practica.
 

Unaids.org: ¿Qué riesgos comporta la circuncisión masculina?

CH: Como todos los tipos de operaciones quirúrgicas, no está exenta de riesgos. La circuncisión realizada por personas no cualificadas, en condiciones antihigiénicas y con un equipo deteriorado puede suponer complicaciones graves, inmediatas y a largo plazo, que pueden llevar incluso a la muerte. En aquellos lugares donde los profesionales tienen una formación y un equipo adecuados para realizar esta práctica con seguridad, la tasa de complicaciones postoperatorias es inferior a un 5% y la mayoría de estas complicaciones se solucionan simplemente con cuidados postoperatorios apropiados.

También se ha registrado algún caso raro de complicación grave, como la amputación del pene o el fallecimiento en entornos tradicionales. Es difícil ofrecer cifras generales, en parte porque hay pocos estudios bien documentados sobre las tasas de complicaciones en los países de ingresos medianos y bajos.  

Unaids.org: ¿Existe una necesidad real de mejorar las prácticas de circuncisión?


CH: Por supuesto. Hay que actuar en muchas regiones y asegurarnos de que tanto los proveedores de atención de salud como el público tengan información actualizada sobre los riesgos y los beneficios. Muchos hombres y jóvenes que quieren someterse a esta intervención no tienen acceso a servicios de circuncisión seguros ni a cuidados postoperatorios. Independientemente de los beneficios en la prevención del VIH, es cada vez más importante hacer que esta práctica sea más segura. Allí donde la circuncisión es legal, las autoridades deben asegurarse de que los médicos tengan una formación adecuada y la autorización para realizar esta operación. Asimismo, es necesario supervisar que las intervenciones se ejecutan con seguridad y asegurarse de que los médicos no cualificados no continúan con esta práctica.
 

Unaids.org: ¿Puede la circuncisión masculina originar problemas de derechos humanos?


CH: Sí, al igual que todas la intervenciones médicas. En consonancia con los principios éticos y de derechos humanos aceptados internacionalmente, el ONUSIDA y la OMS defienden que ninguna intervención quirúrgica ha de realizarse si comporta efectos negativos para la salud o la integridad del organismo y no se espera ninguna mejora en la salud. Tampoco se debe realizar sin consentimiento informado del paciente, o de sus padres o tutores si el niño no puede dar este consentimiento. La circuncisión masculina implica la extirpación de una parte del cuerpo y por lo tanto debe realizarse bajo las siguientes condiciones: a) los pacientes deben estar perfectamente informados de los riesgos y los beneficios de la intervención; b) los pacientes deben dar su consentimiento informado; c) la intervención solo puede practicarse en condiciones higiénicas adecuadas, por médicos capacitados para ello, con un equipo adecuado y con un seguimiento postoperatorio apropiado.
 

Unaids.org: ¿Qué efecto se espera que pueda tener la circuncisión masculina en la epidemia de VIH si se empieza a practicar en lugares donde actualmente no se hace?

Un grupo de expertos internacionales ha llevado a cabo un ejercicio de modelización matemática sobre el impacto de la incidencia del VIH en un programa de circuncisión masculina universal realizado en África subsahariana. Este modelo asume que el programa funcionó, como lo hizo en Orange Farm, y que todos los hombres iban a ser circuncidados en 10 años. Prevé que en 20 años se evitarán 5,7 millones de infecciones y 3 millones de muertes de hombres y mujeres, y aunque todavía hay muchas incógnitas sobre el ejercicio, predice que la circuncisión masculina ofrecerá beneficios significativos, similares a los de una vacuna parcialmente eficaz. Pero también es importante señalar que el modelo también muestra que la circuncisión masculina por si sola no puede eliminar la epidemia de VIH en África subsahariana.
 

Unaids.org: ¿Puede la circuncisión masculina eliminar el riesgo de infección por el VIH?


CH: No, la circuncisión masculina por sí sola no evita la infección por el VIH. Tampoco evita que los hombres que han sido circuncidados infecten a sus parejas sexuales. La circuncisión debe verse como uno de los métodos para reducir el riesgo del VIH (entre los que se encuentran la abstención de las relaciones sexuales con penetración, el retraso del inicio sexual, la reducción del número de parejas sexuales y el uso sistemático del preservativo masculino o femenino). La circuncisión masculina reduce el riesgo de infección por el VIH durante el coito vaginal, pero se desconoce si puede tener un efecto en otras vías de contagio sexual: puede que el riesgo que corre la pareja receptora en el coito anal no sea menor y, si este es un varón, tampoco correrá un riesgo menor si está circuncidado.

Tampoco se sabe si la circuncisión masculina reduce el riesgo de infección por el VIH para la pareja activa. La circuncisión masculina no tiene ningún efecto en el caso del contagio por consumo de drogas inyectables.

 

Unaids.org: Tras estas consideraciones, ¿es probable que las Naciones Unidas recomienden a los hombres adultos que se sometan a la circuncisión como forma de protegerse del VIH?

CH: Esto es lo que se debatirá en la consulta, y los asociados esperan ofrecer información sobre los debates y los posibles siguientes pasos al final de las reuniones de la semana.

Para la dirección y acción en el futuro, las Naciones Unidas y sus asociados subrayarán en todos los casos que la circuncisión no ofrece una protección total frente al VIH. Por lo tanto, nunca debe remplazar a otros métodos de prevención eficaces, como el uso del preservativo masculino o femenino de manera sistemática y correcta, la reducción del número de parejas sexuales, la demora en la iniciación sexual y la abstención de las relaciones sexuales con penetración.

Es muy importante señalar que si los hombres circuncidados son VIH-positivos, todavía pueden infectar a sus parejas sexuales si no utilizan preservativos durante el coito sexual con penetración.


 

Enlaces:

Leer parte 1 - Circuncisión masculina: contexto, criterios y cultura
Leer parte 2 - Circuncisión masculina y VIH: aquí y ahora
Leer más sobre la reunión de expertos internacionales sobre la circuncisión masculina

Circuncisión masculina y VIH: aquí y ahora (Parte 2)

28 de febrero de 2007

En la segunda parte de un especial de tres series sobre la circuncisión masculina y su relación con la reducción de la infección por el VIH, www.unaids.org  analiza los resultados de investigaciones actuales.

 


Es un tema que aparece constantemente en los titulares, alimenta debates y discusiones y hace que algunos hombres que oyen hablar sobre él hagan una mueca de dolor y crucen las piernas.  La circuncisión masculina y su relación con el VIH es uno de los temas más recurrentes de los últimos años en la respuesta al sida. Los resultados de las últimas investigaciones pueden desembocar en un cambio en la manera en la que se practicará y se implantará esta intervención en el futuro en relación con la prevención del VIH.

Dentro del círculo científico, la relación entre la circuncisión masculina y la infección por el VIH no es nada nuevo. Durante años, los investigadores del sida han observado que en muchas tribus africanas que circuncidaban a niños y a jóvenes, las tasas del VIH eran más bajas que en aquellas que no lo hacían, y que en los países islámicos africanos, donde la circuncisión es prácticamente universal, se daban menos casos de sida que en los países cristianos. Actualmente, las pruebas realizadas en Kenya, Uganda y Sudáfrica han demostrado que la circuncisión reduce significativamente el riesgo de que un hombre contraiga el VIH. En estos lugares, los hombres circuncidados tienen de un 50 a un 60% menos de posibilidades de infectarse por el VIH al mantener una relación sexual.


Resultados de las investigaciones

La primera prueba de investigación se realizó en 2005. Se trató de un estudio en Sudáfrica, apoyado por la Agence national de recherches sur le sida (agencia nacional francesa de investigación sobre el sida) y se conoció como el “Orange Farm Intervention Trial”, que se dio por finalizado antes de tiempo ante la evidencia de que entre los hombres que habían sido asignados al azar para ser circuncidados había un 60% menos de infecciones por el VIH que entre los hombres que habían sido asignados para controlar al grupo.

En diciembre de 2006, bajo la recomendación del Data and Safety Monitoring Board (DSMB), los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos (NIH) dieron por concluidos dos estudios similares en Uganda y Kenya debido a que los resultados provisionales mostraban que la circuncisión tenía un efecto significativo en la prevención de la infección por el VIH en los hombres.

Las pruebas que un grupo de investigadores de la Universidad de Nairobi, la Universidad de Illinois en Chicago, la Universidad de Manitoba y RTI Internacional llevaron a cabo en Kisumu (Kenya) a 2784 hombres de edades comprendidas entre los 18 y los 24 años mostraron que había un 53% menos de infecciones por el VIH entre hombres circuncidados que entre los que no lo estaban.

En Uganda, las pruebas que realizaron unos investigadores de la Universidad de Makerere, el Uganda Virus Research Institute, la Universidad Johns Hopkins y la Universidad Columbia de Nueva York a 4996 hombres de edades comprendidas entre los 15 y los 49 años, confirmaron que la circuncisión reducía en un 51% el riesgo de infectarse por el VIH.

El Dr. Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, declaró que el instituto daba por finalizadas dos pruebas y ofrecía la posibilidad de circuncidarse a todos los hombres que habían participado en ellas. Las pruebas comenzaron en 2005 y tenían que haber continuado hasta mediados de 2007.

La biología

La circuncisión masculina consiste en una intervención quirúrgica para extirpar el prepucio, la piel que cubre el glande. Diferentes estudios muestran que la extirpación del prepucio ofrece una serie de beneficios para la salud: disminuye, por ejemplo, las infecciones del tracto urinario en los bebés que se circuncidan y reduce el riesgo de algunas inflamaciones y problemas de salud asociados al prepucio.

Los científicos afirman que la circuncisión masculina probablemente reduce el riesgo de infección por el VIH porque elimina el tejido del prepucio, que es especialmente vulnerable al virus, y porque la zona bajo el prepucio se araña o se daña con facilidad cuando se mantienen relaciones sexuales. “Los hombres que no están circuncidados son más vulnerables a las enfermedades de transmisión sexual, lo que aumenta el riesgo de contraer el VIH porque los gérmenes pueden crecer en la zona húmeda y oscura que está bajo el prepucio”, explica la Dra. Catherine Hankins, Asesora Científica Principal del ONUSIDA.

No es una panacea universal

Los resultados de las pruebas en Sudáfrica, Uganda y Kenya indican que, en algunos lugares, la circuncisión en adultos puede pasar a formar parte de las estrategias de prevención del VIH en hombres. “Las pruebas indican que la circuncisión masculina puede disminuir el riesgo de que un individuo se infecte por el VIH y la tasa de propagación del VIH en la comunidad,” afirmó el Dr. Fauci.
Sin embargo, los expertos, incluidos los de los organismos de las Naciones Unidas que trabajan en este ámbito, advierten de que la circuncisión no es una panacea ya que no ofrece protección total contra la infección por el VIH, sino que solo disminuye las posibilidades de que un hombre contraiga el virus.

La circuncisión “no es un remedio milagroso, sino una intervención potencialmente importante”, dijo el Dr. Kevin M. De Cock, director del departamento del sida de la Organización Mundial de la Salud.

 “Tanto hombres como mujeres deben entender que los hombres circuncidados todavía pueden ser infectados por el VIH y pueden infectar a sus parejas sexuales”, señaló la Dra. Hankins.

 “La circuncisión masculina nunca debe reemplazar a otros métodos de prevención y debe considerarse como un elemento más de las medidas de prevención, entre las que se encuentran el uso adecuado y sistemático del preservativo masculino o femenino, la reducción del número de parejas sexuales, el retraso de la iniciación sexual y la abstención de las relaciones sexuales con penetración”, añadió.

Seguridad, higiene y comunicación

Para asegurar que las intervenciones se realizan en condiciones seguras e higiénicas, la circuncisión solo puede ser practicada por médicos que tengan una formación adecuada, en centros de salud y bajo las condiciones de consentimiento informado, confidencialidad, asesoramiento y seguridad. “Si hay que fomentar la circuncisión masculina, debe hacerse de una manera culturalmente apropiada y las personas deben recibir información adecuada sobre la prevención del VIH para evitar que adquieran un falso sentido de seguridad y adopten comportamientos de riesgo”, afirmó la Dra. Hankins.

Esta y otras consideraciones relacionadas con la respuesta al sida, incluidos los hechos de que la circuncisión sea una intervención bastante cara, que hay que seguir investigando para averiguar si la circuncisión masculina reduce el riesgo de que la mujer contraiga el VIH y que con esta práctica surgen diferentes cuestiones éticas y de derechos humanos, estarán presentes en la consulta de las Naciones Unidas sobre la circuncisión masculina que se celebrará en Ginebra a partir del 5 de marzo.

En ella, la Organización Mundial de la Salud, la Secretaría del ONUSIDA y sus asociados recibirán los resultados de las pruebas y, si lo consideran apropiado, definirán un conjunto de recomendaciones para ampliar o fomentar esta práctica. “La circuncisión masculina es un tema complicado porque a veces hace que surjan debates sobre temas delicados de cultura, tradición, religión, etnicidad, derechos humanos y género. La consulta será una ocasión excepcional para avanzar en el diálogo y las políticas sobre este tema dentro de las Naciones Unidas”, añadió la Dra. Hankins.



Enlaces:

Leer parte 1 – Circuncisión masculina: contexto, criterios y cultura 
Leer parte 3 – Avanzando: Políticas y acción de las Naciones Unidas sobre la circuncisión masculina

Circuncisión masculina: contexto, criterios y cultura (parte 1)

26 de febrero de 2007

La relación entre la circuncisión masculina y la infección por el VIH aparece en titulares y alimenta debates en todo el mundo. En la primera parte de un total de tres series sobre este tema, www.unaids.org estudia en profundidad las causas históricas, tradicionales y sociales que subyacen a esta práctica.

La circuncisión masculina es una de las intervenciones quirúrgicas más antiguas y comunes. Tradicionalmente se ha considerado una marca de identidad cultural o religiosa.
Los pueblos semitas, incluidos los egipcios y los que profesaban la fe judía, ya practicaban la circuncisión, cuyas primeras representaciones, encontradas en un templo egipcio, datan del año 2300 a.C.

En el siglo XIX, se produjeron avances en el procedimiento quirúrgico y, con el aumento de la movilidad de personas durante el siglo XX, la intervención se abrió paso por razones sanitarias y sociales en culturas que anteriormente no la practicaban.

Según las estimaciones actuales, cerca de un 30% de los hombres de todo el mundo, lo que representa un total de aproximadamente 670 millones, están circuncidados.  De este número, un 68% profesa la fe islámica, menos de un 1% la fe judía y un 13% son americanos que no son ni musulmanes ni judíos. 

 “Con el descubrimiento reciente de que la circuncisión masculina reduce significativamente el riesgo de que un hombre contraiga el VIH, se está volviendo a prestar interés a esta práctica y el mundo quiere saber lo que puede significar para la prevención del VIH”, afirmó la Dra. Catherine Hankins, Asesora Científica Principal del ONUSIDA. “Observando qué factores determinan la circuncisión masculina y cómo se acepta en las sociedades donde tradicionalmente se practica, se puede conseguir una visión adecuada de cómo utilizar los últimos descubrimientos y seguir avanzando.”


Práctica religiosa

En la religión judía, los bebés son tradicionalmente circuncindados cuando tienen ocho días de vida, a no ser que haya una contraindicación médica. El libro sagrado de los judíos, el Torah, habla de un pacto entre Abraham y Dios, y el signo visible de este pacto es la circuncisión de todos los hombres judíos. En el Torah está escrito: “Este es mi pacto, que guardaréis entre mí y vosotros y tu descendencia después de ti: Será circuncidado todo varón de entre vosotros” (Génesis 17:10). Los judíos siguen practicando la circuncisión prácticamente de manera universal.

El Islam es el mayor grupo religioso que practica la circuncisión. Al igual que en el judaísmo, los islámicos confirman así su relación con Dios. También la llaman “tahera”, que significa purificación. Con la expansión mundial del Islam desde el siglo VII d.C., la práctica fue adoptada por pueblos en los que previamente no se realizaba.

No hay una edad determinada para la circuncisión en el Islam, aunque el profeta Mahoma recomendó que se hiciera a una edad temprana y circuncindó a sus hijos cuando tenían siete días. Muchos musulmanes celebran el rito en el séptimo día, pero pueden hacerlo en cualquier momento entre el nacimiento y la pubertad.

El cristianismo copto en Egipto y el cristianismo ortodoxo etíope, dos de las formas de cristianismo más antiguas, mantienen muchos de los rasgos del cristianismo inicial, incluida la circuncisión masculina, mientras que en otras iglesias cristianas no se contempla. 

En el Nuevo Testamento, San Pablo escribió: “porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo ni la incircuncisión” (Gálatas 5:6), y una bula papal expedida por la Iglesia Católica Romana afirmaba que la circuncisión era innecesaria: “Manda, pues, absolutamente a todos los que se glorían del nombre cristiano que han de cesar de hacer la circuncisión en cualquier tiempo, antes o después del bautismo, porque ora se ponga en ella la esperanza, ora no, no puede en absoluto observarse sin pérdida de la salvación eterna”.

En África subsahariana, se celebraron diferentes debates centrados en la circuncisión masculina que no llegaron a un consenso claro sobre la compatibilidad de esta práctica con las creencias cristianas. Algunas iglesias cristianas en Sudáfrica se oponen, ya que lo consideran un ritual pagano, mientras que en otras, como en la iglesia Nomiya en Kenya, los miembros tienen que estar circuncidados. Los participantes en debates en Zambia y Malawi mencionaron creencias similares, como por ejemplo la idea de que los cristianos deben practicar la circuncisión ya que Jesús fue circuncidado y la Biblia enseña la práctica.


Etnicidad

La circuncisión se ha practicado por motivos no religiosos durante miles de años en África subsahariana y entre muchos grupos étnicos de todo el mundo, como por ejemplo los aborígenes australasianos, los aztecas y los mayas en las Américas, los habitantes de Filipinas, del este de Indonesia y de varias islas del Pacífico, incluidas las islas Fiji y la Polinesia.

En la mayoría de estas culturas, la circuncisión es una parte integral del rito de paso a la edad adulta, aunque puede que originalmente fuera una prueba de valor y resistencia. “La circuncisión también está asociada a factores como la masculinidad, la cohesión social entre muchachos de la misma edad que son circuncidados a la vez, la identidad y espiritualidad”, explicó la Dra. Hankins.

El etnógrafo Arnold Van Gennep, en su libro de 1909 Los ritos de paso, describe diferentes ritos de iniciación presentes en muchos rituales de circuncisión. Estos incluyen tres fases: separación de la sociedad, un periodo durante el cual el neófito se transforma y finalmente la reintegración tras adoptar un nuevo papel social.

 “La explicación psicológica de este proceso es que la ambigüedad en la identidad social origina tensiones, y hay que hacer una reclasificación simbólica cuando los individuos se acercan a la etapa de transición y pasan de ser definidos como niños a ser definidos como adultos. Esto se ve apoyado por el hecho de que muchos rituales dan significados específicos a la circuncisión que justifican su propósito dentro de este contexto”, afirmó la Dra. Hankins.

La tradición tiene una importancia primordial para muchos grupos étnicos. En el estado de Bende, en el sur de Nigeria, el 43% de los hombres que pertenecen a grupos étnicos afirman que el motivo para circuncidarse es mantener la tradición. En aquellos lugares donde la circuncisión es habitual, se discrimina a aquellos hombres que no se han sometido a la intervención. Para las tribus Lunda y Luvale en Zambia, o Bagisu, en Uganda, es inaceptable no hacerlo, hasta tal punto que son frecuentes las circuncisiones forzadas. Entre los Xhosa, en Sudáfrica, los hombres que no han sido circuncidados pueden ser duramente castigados, intimidados y golpeados.


La circuncisión como expresión social

Cada vez es más normal que la circuncisión se realice por motivos sociales. “El deseo de ser como los demás es una motivación importante para la circuncisión en lugares donde la mayoría de los chicos se han sometido a la intervención”, explica la Dra. Hankins.

Una encuesta llevada a cabo en Denver (Estados Unidos), donde la circuncisión se realiza normalmente poco después de los nacimientos, muestra que los padres de los niños recién nacidos señalaban las razones sociales como el factor que les empujó a realizar esta práctica (por ejemplo, el deseo que el niño no sea diferente al padre).

En Filipinas, donde la circuncisión es prácticamente universal y se suele practicar entre los 10 y los 14 años, se realizó una encuesta en la que dos tercios de los encuestados afirmaron que decidieron someterse a la intervención simplemente para “no ser un no circuncidado”, y un 41% porque es “parte de la tradición”. Las cuestiones sociales también eran la principal causa para someterse a esta operación en Corea del Sur, donde un 61% de los hombres que participaron en un estudio pensaban que les ridiculizarían si no estuvieran circuncindados.

El deseo de “formar parte de” es probablemente el principal factor de la alta tasa de circuncisiones en hombres adultos que emigran a Israel desde países que no tienen esta tradición (especialmente de la antigua Unión Soviética).

En un número significativo de países, los factores socioeconómicos también influyen en el aumento del número de circuncisiones, especialmente donde recientemente se está adoptando esta práctica, como por ejemplo en los países industrializados de habla inglesa. Cuando la circuncisión masculina se empezó a realizar en el Reino Unido a finales del siglo XIX y principios del XX, era más común entre las clases altas de la sociedad. En los Estados Unidos, entre 1988 y 2000, se realizó un estudio sobre 4,7 millones de circuncisiones en recién nacidos que también mostró que el aumento de esta práctica podía deberse a los seguros privados y a mejoras socioeconómicas.


Mejoras en la salud y en las relaciones sexuales

Recientemente, la circuncisión se ha difundido por el mundo industrializado debido a que mejora la higiene personal y disminuye el riesgo de contraer infecciones.

En un estudio sobre los bebés recién nacidos en los Estados Unidos en 1983, las madres declararon que la higiene era el factor que determinó que decidieran circuncidar a sus hijos. En Ghana, la circuncisión masculina se considera parte de la higiene del recién nacido. Un 23% de 110 chicos circuncidados en Filipinas y en Corea del Sur también aludieron a la mejora en la higiene y nombraron dos motivos para ser circuncidados: “mejorar la higiene del pene” y prevenir enfermedades como el cáncer de pene y las enfermedades de transmisión sexual y el VIH (71% y 78% respectivamente). En la provincia de Nyanza, en Kenya, el 96% de los hombres sin circuncidar y el 97% de las mujeres afirmaron que, con independencia de sus preferencias, pensaban que a los hombres circuncidados les resultaba más fácil mantener la higiene.

La mejora en las relaciones sexuales también puede motivar la circuncisión. En una encuestas realizada a jóvenes de Filipinas, el 11% afirmó que decidía someterse a esta intervención porque las mujeres preferían mantener relaciones sexuales con hombres circuncidados, y el 18% de los hombres que participaron en un estudio realizado en Corea del Sur apuntó que la circuncisión podía aumentar el placer sexual. En la misma línea, la mayoría de las mujeres en Nyanza cree que el sexo es más placentero con hombres circuncidados aunque es probable que la mayoría nunca haya mantenido relaciones sexuales con ellos. En el noroeste de Tanzanía, los jóvenes asociaban la circuncisión con un mayor placer sexual tanto para el hombre como para la mujer, y en el distrito de Westonaria, en Sudáfrica, cerca de la mitad de los hombres afirmó que las mujeres preferían que su pareja estuviera circuncidada.
 

Se prevé un aumento en la demanda

Las estimaciones mundiales en 2006 sugieren que cerca de un 30% de los hombres, aproximadamente 670 millones, están circuncidados.

Debido a que recientemente se ha descubierto que los hombres circuncidados tienen menos riesgos de ser infectados por el VIH, se prevé que el número de hombres que solicitará someterse a una intervención segura y asequible aumentará con rapidez.

“Ya que se ha demostrado que la circuncisión reduce el riesgo de contraer el VIH, ahora se debe tener cuidado y asegurarse de que los hombres y las mujeres comprendan que la intervención no ofrece protección completa contra la infección”, afirmó la Dra. Hankins, quien también subrayó que estos temas serán debatidos en la Consulta Internacional “Circuncisión masculina y sida: Investigación en prevención - Implicaciones políticas y programas” que se celebrará en Montreux del 6 al 8 de marzo de 2007.

 “La circuncisión masculina debe considerarse como un elemento más de las medidas de prevención del VIH, entre las que se encuentran el uso del preservativo masculino o femenino de manera sistemática y correcta, la reducción del número de parejas sexuales, la demora en la iniciación sexual y la abstención de las relaciones sexuales con penetración. De la misma manera que el tratamiento de combinación es la mejor estrategia para tratar el VIH, la prevención combinada es la mejor estrategia para evitar la infección o el contagio por el VIH”, añadió.

 “También hay que actuar en muchos países para que las prácticas de circuncisión sean más seguras y para que los proveedores de atención de salud y el público tengan información actualizada sobre los riesgos y los beneficios de la circuncisión masculina.”



Enlaces:

Leer parte 2 – Circuncisión masculina y VIH: aquí y ahora
Leer parte 3 – Avanzando: Políticas y acción de las Naciones Unidas sobre la circuncisión masculina

Male circumcision and HIV: a web special series

23 de febrero de 2007

20070223_circumcision_300x.jpg

Male circumcision is one of the world’s oldest surgical practices; carvings depicting circumcisions have been found in ancient Egyptian temples dating as far back as 2300 BC.

In recent months, the issue of male circumcision and its links to the transmission of HIV has hit the headlines and sparked debates across the world. Trials in Kenya, Uganda and South Africa have now all shown that male circumcision significantly reduces a man’s risk of acquiring HIV.

As UNAIDS, the World Health Organization and other partners prepare to look at how to take these findings forward, in terms of UN guidance to countries on policy and programming, at a consultation to be held in Geneva from 5-8 March 2007, www.unaids.org takes an in-depth look at the issue of male circumcision in a special three-part series. Where did male circumcision originate, who practices it and why? These questions and others relating to the history and determinants of male circumcision will be considered in part one of the series – ‘Male Circumcision: context, criteria and culture’, published on Monday 26 February. On Wednesday 28 February, part two –‘Male circumcision and HIV: The here and now’ will summarize current research findings on male circumcision and HIV acquisition. Part three, to be published on Friday 2 March will discuss future action and developments from the United Nations and feature a special interview with UNAIDS Chief Scientific Adviser, Dr Catherine Hankins.


Male Circumcision: context, criteria and culture (Part 1)
Male Circumcision and HIV: the here and now (Part 2)
Moving forwards: UN policy and action on male circumcision (Part 3) 

‘Butterfly Brigade’ takes flight to promote HIV prevention in the Philippines

28 de agosto de 2006

In an unusual partnership with provincial authorities, a group of gay activists calling themselves the ‘Butterfly Brigade’ are leading an innovative community awareness campaign on sexual health and HIV prevention in the Philippines. Their work combines wide-reaching public education with social marketing of condoms and care for people living with HIV.

20060828-bfly2.jpgHealth education class is mandatory for massage parlour workers in Kalibo.

The Brigade was founded five years ago by a small group seeking to share knowledge within their own community. Since this time their efforts have blossomed into a network of 164 volunteers, mostly gay men, who run classes in 17 municipalities throughout Aklan province—in high schools and colleges, and within health programmes for women and men involved in sex work.

The Aklan province contains many booming resort areas where the campaign is making a critical difference. By day, the idyllic beaches are full of sunbathers, children frolicking in the water and tourists taking scuba diving lessons. By night, much of the province is a party zone, as local and foreign travellers sway to the music of reggae bands or drink beer in waterfront bars.

“Almost anyone could be at risk of acquiring HIV or another sexually transmitted infection,” said Municipal Health Officer Dr Adrian Salaver. “We can educate people about HIV prevention to try to help reduce those risks.”

HIV prevalence in the Philippines is estimated to be less than 0.1 per cent, one of the lowest rates in the region. But few people have been tested, and experts suspect the real numbers of people living with HIV to be higher. Widespread sex work, inconsistent condom use, early sexual initiation and multiple partnerships could trigger a more serious epidemic, as has occurred in other countries.

Aklan health officials recognize that the Butterfly Brigade’s frank approach to sexuality and strong prevention messages are part of an effective response to this threat. They started working with the initial core group in 2001 with support from the United Nations.

Members were trained to teach other gay men about the ways HIV is spread and how to protect themselves. As the trainers’ expertise increased, they developed their own curriculum and innovative techniques. They became known in their towns as health advocates and were asked to work with wider audiences.

One group that has benefited are the women who work in Aklan’s massage parlours and similar entertainment venues. Following awareness raising drives, employees are now required to have a health certificate indicating they have been tested for sexually transmitted infections (STIs) and have attended a class on disease prevention and condom use.

20060828-bfly1.jpgPhoto: Albert Ilarina teaches sex workers to use condoms and avoid infection.

Albert Ilarina, chairperson of the Butterfly Brigade, teaches these classes at the Social Hygiene Clinic run by the Women’s Health and Safe Motherhood Project in Kalibo’s hospital.

Twenty-year old Grace has participated in some of Albert’s classes. Grace works in a massage parlour to support her small son and daughter. She earns 200 pesos (about $4) a day, but can make more if she leaves with a client and negotiates a price for other “services”. She explains how the Butterfly Brigade classes have underlined how important it is to try to negotiate condom use with clients. “Sometimes I use condoms, but about three of every five customers don’t want to use them,” she says. “I have had gonorrhoea but I never knew about HIV before. Now I am scared. I want to buy condoms and start using them every time.”

Benefits from the Butterfly Brigade’s initiative are evident throughout the province. The Aklan health system now offers a “full package” of HIV-related services, including condom promotion, voluntary testing and counselling, and care. Last year the United Nations provided antiretroviral drugs for 14 people living with HIV; the Global Fund to Fight AIDS, Tuberculosis and Malaria now supports their treatment.

“The Butterfly Brigade is fun to be a part of and we do help,” says Butterfly co-founder Nono Bantigue, a municipal counsellor in Balete and chair of the town’s Committee on Women’s and Children’s Welfare.

The programme also provides HIV awareness training to police officers and merchants, as well as to boatmen and tricycle drivers.  Brigade members have also persuaded Boracay officials to let them install a condom vending machine in an area known as a pickup spot.

“Local governments, the provincial health office and the local business sector have all recognized our work,” reports Bantigue. With support from the United Nations, municipal mayors and provincial health officials from all over the country have visited Aklan with a view to replicate its peer education network.

“The Butterfly Brigade are helping raise awareness and break down stigma – which is key to getting ahead of the epidemic in the Philippines,” said UNAIDS Country Coordinator for the Philippines, Dr. Marlyn Filio-Borromeo.

 

ONUSIDA reclama un análisis urgente y una mayor investigación en anticonceptivos hormonales y riesgo de infección por el VIH

04 de octubre de 2011


GINEBRA, 4 de octubre de 2011—El Programa conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA) sigue con preocupación los datos de estudios recientes que apuntan que las mujeres que hacen uso de anticonceptivos hormonales tienen un mayor riesgo de contraer el VIH de sus parejas y de transmitirles el virus. Se ha demostrado que la anticoncepción hormonal de calidad tiene beneficios, y éstos han de tenerse en cuenta a la hora de evaluar el potencial de un mayor riesgo de infección por el VIH.

Todas las mujeres deberían tener acceso a métodos seguros de planificación familiar a fin de satisfacer sus necesidades de salud tanto sexuales como reproductivas. Asimismo, el acceso a anticonceptivos seguros es esencial para reducir la mortalidad materna e infantil, y contribuye a disminuir las nuevas infecciones por el VIH en niños.

Se han llevado a cabo numerosos estudios en materia del impacto que pueden tener los anticonceptivos hormonales en lo que se refiere al riesgo de infección por el VIH. Algunos de ellos han demostrado que existe un mayor riesgo, mientras que otros apuntan a que no se produce un aumento significativo de la infección por el virus. Dichos estudios han de analizarse con mayor profundidad a fin de orientar las decisiones políticas y de determinar las implicaciones programáticas.

La Organización Mundial de la Salud reunirá a expertos e investigadores el próximo enero de 2011 para debatir los descubrimientos relacionados con la preparación con el fin de actualizar las guías mundiales sobre el VIH y el uso de anticonceptivos. ONUSIDA está trabajando estrechamente con asociados para facilitar las mejores guías posibles a los países en lo que se refiere a las opciones de anticoncepción y de prevención del virus.

Las mujeres jóvenes se encuentran en un mayor riesgo de tener embarazos no deseados y de contraer el virus en todo el mundo. Esto ocurre especialmente en países de África subsahariana. Hacer llegar a las mujeres jóvenes los servicios relacionados con el VIH es una prioridad importante, sobre todo en este país, donde las mujeres tienen mayores probabilidades que los hombres de contraer el virus.

Los datos más recientes sobre la prevalencia del VIH, del año 2009, muestran que en África subsahariana por cada 13 mujeres que han contraído el virus, son 10 los hombres que lo han hecho. La mitad de las personas que viven con el VIH en todo el mundo son mujeres, y el 76% de todas las mujeres seropositivas residen en África subsahariana. Por ejemplo, una investigación reciente llevada a cabo en la población rural de Vulindlela, en Sudáfrica, muestra que entre los años 2005 y 2008 la prevalencia del VIH en mujeres jóvenes de edades comprendidas entre los 19 y los 20 años era de un 33%, de un 44% entre los 21 y los 22 y de un 51% entre los 23 y los 24 años de edad.


Contacto

ONUSIDA Ginebra
Sophie Barton-Knott
tel. +41 79 514 6896 / +41 22 791 1697
bartonknotts@unaids.org

Pages