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Un año después: Debemos mantener la respuesta al VIH en Ucrania

23 de febrero de 2023

Un año después, la guerra en Ucrania continúa infligiendo sufrimiento y destrucción masiva. Desde el comienzo de la guerra, el 24 de febrero de 2022, más de 13,5 millones de personas han sido desplazadas internamente o se han visto obligadas a huir a países vecinos como refugiados, incluidas las personas que viven con el VIH y grupos de población clave.

Ucrania, el país con la segunda mayor epidemia de sida de la región de Europa Oriental y Asia Central, se ha visto duramente afectada por la guerra.

El país estaba haciendo grandes progresos con respecto a la respuesta al sida como:  (a) aumentar el número de personas que viven con el VIH que reciben medicamentos que salvan vidas (más de 150.000 personas reciben tratamiento de las 240.000 que viven con el VIH); (b) trabajar mano a mano con las organizaciones de base comunitaria y (c) alcanzar la plena financiación estatal de servicios innovadores de prevención del VIH entre las poblaciones clave.

La conmoción de la guerra empujó a todas las partes interesadas a proteger esos preciados logros. 

El gobierno de Ucrania y los asociados de la sociedad civil han recibido suficiente terapia antirretrovírica (ARV), medicamentos contra la tuberculosis y terapia de sustitución de opiáceos (TSO) para proporcionar tratamiento ininterrumpido a todo el mundo con el respaldo del Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria, del Plan de Emergencia del Presidente de los Estados Unidos para el Alivio del Sida (PEPFAR), de ONUSIDA, y de otros asociados.

La sociedad civil ha sido el motor de la respuesta nacional al sida junto con la Salud Pública de Ucrania antes de la guerra y durante el año. Sin excepción, han prestado servicios, medicamentos y ayuda humanitaria a los necesitados, a pesar de los bombardeos, los atentados, la falta de electricidad y el acceso reducido al este y al sur del país.

Este esfuerzo necesita tanto nuestra financiación como apoyo continuos.  No podemos permitir que la respuesta de Ucrania al VIH dé un paso atrás.

Las agencias de la ONU y sus organismos asociados en el territorio han estado cooperando estrechamente con las autoridades locales para llegar a los necesitados y ayudarlos. Últimamente, han suministrado ayuda humanitaria a los territorios más afectados del país que únicamente ahora pasado a ser accesibles.

«La prestación de ayuda y asistencia esencial depende de la colaboración», manifestó Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA. «Una alianza entre el gobierno, la sociedad civil y los organismos internacionales fue y sigue siendo un pilar fundamental de la eficaz respuesta al VIH en Ucrania durante la guerra. ONUSIDA se solidariza con todas las personas y con todos nuestros asociados que trabajan arduamente en primera línea».   

Un Fondo de Emergencia de ONUSIDA ha permitido que los asociados de todo el país mantengan los servicios de atención y apoyo al VIH, así como que proporcionen ayuda humanitaria y apoyo directo a los más vulnerables. Esto implica, por ejemplo, la creación de docenas de refugios para los desplazados internos, incluidas las personas que consumen drogas, personas LGBTI+ y otros grupos de población clave que vinculan a los proveedores de servicios para el VIH con los programas de ayuda humanitaria disponibles. El Fondo ha recibido apoyo de la Cruz Roja de Mónaco, de los Estados Unidos de América y de Alemania.

Con financiación adicional por parte de Alemania, las organizaciones de la sociedad civil en Moldova, Polonia y otros países vecinos han unido sus fuerzas para mejorar el acceso a los servicios para los refugiados ucranianos que viven con el VIH.

ONUSIDA ha emitido un llamamiento urgente a la comunidad internacional para conseguir más financiación para las organizaciones de la sociedad civil con el objetivo de seguir proporcionando servicios esenciales para el VIH en Ucrania y en países que reciben refugiados que precisen de los servicios para el VIH.

ONUSIDA seguirá apoyando la prevención del VIH, las pruebas, el tratamiento, la atención y el apoyo para las personas de toda Ucrania que se están viendo afectadas por esta crisis.

ONUSIDA

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

Contacto

UNAIDS
Snizhana KOLOMIIETS
kolomiietss@unaids.org

Sitrep: UNAIDS response to the crisis in Ukraine

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War in Ukraine and the HIV response

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Los socios de Tailandia elaboran un programa liderado por la comunidad sobre atención del VIH

23 de febrero de 2023

Durante 20 años, Kochaphan Wangtan ha sido trabajadora comunitaria de la salud al servicio de las personas que viven con el VIH en Tailandia.

"Muchas de mis amistades, que viven con el VIH, han acudido muy tarde a la atención sanitaria con infecciones oportunistas", afirmó.

"Me centro en ayudar a traerlos y proporcionarles apoyo para que empiecen el tratamiento antirretrovírico de inmediato, y también realizo visitas domiciliarias, servicios de asesoramiento y análisis psicosociales para derivarlos a los servicios que necesitan", explicó la Sra. Wangtan.

La Sra. Wangtan pertenece al Centro Integral de Atención Continuada Jai-Prasan-Jai (CCC) del Hospital del Distrito de Phan, en la provincia de Chiang Rai. Es una de los casi mil trabajadores de la salud que viven con el VIH y que atienden en más de 230 hospitales tailandeses a casi 60.000 personas que viven con el VIH al año.

Por primera vez, Tailandia ha creado una certificación nacional de trabajador comunitario de la salud para estos voluntarios. La iniciativa se llama "Atención y apoyo continuo e integral al VIH/sida para y por las personas que viven con el VIH". El programa fue elaborado por el centro Ratchasuda College de la Universidad Mahidol en estrecha colaboración con la Red Tailandesa de Personas que Viven con el VIH/sida, así como con el apoyo de la División de Sida y ETS del Ministerio de Salud y la Oficina Nacional de Seguridad Sanitaria. A través del III Unify Collaboration Programme, USAID-PEPFAR y ONUSIDA proporcionaron apoyo técnico y financiero.

"Los voluntarios que viven con el VIH han proporcionado el primer compromiso comunitario en la respuesta al VIH desde el inicio de la epidemia en Tailandia", afirmó Patchara Benjarattanaporn, directora nacional de ONUSIDA en dicho país. "El apoyo entre iguales favorece el inicio y la permanencia en el tratamiento y es fundamental para la respuesta al VIH", afirmó. Esta iniciativa garantiza que los servicios sanitarios dirigidos por personas que viven con el VIH sean normalizados, reconocidos y valorados.

Se imparten dos módulos a lo largo de 90 horas. El primer módulo se centra en la formación teórica, incluida la atención integral de seguimiento, el asesoramiento sobre el cumplimiento del tratamiento y la elaboración de un plan de servicio integral. El segundo módulo es práctico. Además de centrarse en el VIH, el plan de estudios también integra la tuberculosis, las infecciones de transmisión sexual, la hepatitis C y las enfermedades no contagiosas. La primera cohorte de 46 trabajadores sanitarios que viven con el VIH recibió su certificado a comienzos de este mes.

La Dr. Wachara Riewpaiboon, médica rehabilitadora y antigua decana del Ratchasuda College, elaboró el plan de estudios.

"El sistema sanitario no es solo para los profesionales de la salud... Es de todos", dijo. "Recibir un diagnóstico de VIH no ayuda a los clientes a comprender a qué se enfrentan. Cuando las personas que viven con el VIH cuentan su historia, los conocimientos que transmiten son muy diferentes. Los conocimientos que ayudan a que las personas tomen decisiones por sí mismas suelen proceder de sus iguales, no de los médicos."

Para ella, la atención va más allá de la medicina.

"No solo nos ocupamos de la biología, sino también de la psicología y de nuestra interacción con el entorno social: cómo ve el público a las personas que viven con el VIH y cómo ellas se perciben a sí mismas", añadió la Dr. Riewpaiboon. "Es muy importante ayudar a la gente a ver el lado positivo de su experiencia".

Según la enfermera Chulaporn SingPae, coordinadora de VIH en el hospital del distrito de Phan, los voluntarios que viven con el VIH ayudan con el asesoramiento, el cumplimiento del tratamiento, el seguimiento de las citas perdidas, las visitas a domicilio, la proporción del tratamiento, la superación del estigma social y del propio paciente, y el fomento de la comprensión de I=I, indetectable es igual a intransmisible. (Una carga viral indetectable significa que el virus es intransmisible). La formación garantiza que estas contribuciones sean reconocidas por el sistema sanitario como conformes a las normas de calidad.

Ahora que el programa ya ha sido desarrollado y aprobado, ha sido reconocido por la Oficina Nacional de Seguridad Sanitaria (NHSO). Las organizaciones de la sociedad civil tailandesa que prestan servicios de VIH e ITS con trabajadores comunitarios de la salud certificados han sido acreditadas y pueden registrarse como unidades de servicios sanitarios en el plan de cobertura sanitaria universal. Tras haber apoyado el desarrollo y la prueba piloto del programa, ONUSIDA actualmente respalda un estudio para calcular el coste de dichos servicios. La delegación de ONUSIDA también está tratando de fomentar una financiación suficiente y sostenible de los servicios sanitarios liderados por la comunidad para las personas que viven con el VIH y los grupos de población clave.

“Esta formación va a garantizar de que un educador inter pares presta un servicio de alta calidad, de manera integral, que abarca no solo los aspectos físicos, sino también los mentales, emocionales y sociales”, declaró Apiwat Kwangkeaw, Presidente de la Red tailandesa de personas que viven con el VIH/Sida.  “A medida que se institucionaliza, estamos lanzando un mensaje al sistema sanitario en su conjunto para que permita a la comunidad de educadores inter pares ser un socio en igualdad de condiciones”, afirmó. El señor Kwangkeaw espera que esto se traduzca en una financiación nacional sostenible de los servicios sanitarios liderados por la comunidad y en una mejor calidad de vida para las personas que viven con el VIH. 

ONUSIDA celebra las disculpas públicas de Chile ante caso emblemático de esterilización involuntaria en mujeres con VIH en el pasado

27 de mayo de 2022

Panamá, 26 de mayo de 2022— ONUSIDA celebra el acto público de reconocimiento de responsabilidad internacional por parte del gobierno de Chile en el caso emblemático de violaciones de los derechos de las mujeres que viven con VIH y que fueron esterilizadas sin su consentimiento. Hoy, el presidente chileno Gabriel Boric Font emitió una disculpa pública como parte de un acuerdo resultante de un caso presentado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos contra el Estado chileno por Francisca, una mujer chilena que vive con el VIH y que fue esterilizada sin su consentimiento poco después de dar a luz en 2002.

"Acogemos con satisfacción el reconocimiento de responsabilidad internacional en este caso emblemático de violaciones de los derechos humanos que han sufrido las mujeres que viven con el VIH y su autonomía reproductiva durante mucho tiempo", destacó Luisa Cabal, Directora Regional de ONUSIDA para América Latina y el Caribe. "Reivindica un camino de más de 10 años, tanto para Francisca como para las organizaciones que la acompañaron, en su búsqueda de justicia."

Cuando Francisca—una joven de un pueblo rural de Chile—cumplió 20 años, ella y su pareja recibieron la feliz noticia de la llegada de su primer hijo.  Le diagnosticaron VIH en una prueba prenatal rutinaria. Francisca tomó todas las medidas indicadas para reducir al máximo el riesgo de transmisión vertical del VIH y dio a luz a un bebé seronegativo en noviembre del año 2002.  Sin embargo, al día siguiente del parto por cesárea, Francisca recibió la devastadora noticia de que el cirujano de turno había decidido esterilizarla durante el parto y sin su consentimiento.

En el año 2009, el Centro de Derechos Reproductivos y la organización chilena Vivo Positivo llevaron el caso de Francisca a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Este caso formaba parte de la documentación de relatos de mujeres chilenas que viven con VIH, que a menudo eran presionadas para que no quedaran embarazadas, así como también para someterse a una esterilización quirúrgica. Uno de los relatos documentados cuenta que, a una mujer identificada como Daniela, tras dar a luz, le dijeron que no podía abrazar ni besar a su hijo recién nacido porque le transmitiría el VIH. Ella comentaba en las entrevistas que fue de esta manera como entendió lo que era la discriminación.

Tras más de una década de litigio internacional y después de que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos estudiara el caso, se firmó un acuerdo de solución amistosa con el Estado chileno, en el que el gobierno aceptaba su responsabilidad, se comprometía a reparar las violaciones y a tomar medidas para que este tipo de situaciones no volvieran a producirse.

ONUSIDA interpuso en este caso con un amicus curiae (amigo de la corte), una intervención que informó a la Comisión Interamericana sobre las guías sanitarias y normas de derechos humanos que cada Estado debe seguir para respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de las personas que viven con el VIH.

La Estrategia mundial contra el sida 2021-2026: “Acabar con las desigualdades, Acabar con el sida” se basa en la promoción de los derechos humanos, la igualdad de género y la dignidad, libre de estigma y discriminación para todas las personas que viven con VIH y están afectadas por el VIH. Es un compromiso de ONUSIDA con una ambiciosa visión para acabar con las desigualdades de género y hacer realidad los derechos humanos, incluido el derecho a la salud, haciendo un llamamiento a todos los socios y partes interesadas en la respuesta al VIH en todos los países para transformar las normas de género desiguales y acabar con el estigma y la discriminación.

“Me gustaría de comenzar pidiéndole disculpas a Francisca, que entiendo que estás al otro lado de la cámara, por la grave vulneración, violación de tus derechos y también por la denegación de justicia y por todo el tiempo que tuviste que esperar para esto”, dijo Boric en la apertura de su discurso durante la ceremonia oficial, transmitido en vivo por redes sociales. “¿A cuántas personas como tú no conocemos? Duele pensar que el Estado, que hoy día tengo el honor de representar, es responsable de estos casos. Me comprometo ante ti, y a quienes hoy día te representan acá presencialmente, a que mientras nosotros gobernemos vamos a dar lo mejor de cada uno de nosotros como autoridades para que nunca más se vuelva a repetir algo de estas características y por cierto para que en los casos donde ya se han cometido estas atrocidades sean reparados como corresponde.”

“Me encantaría haber sido yo con mi voz, mi cara y mi cuerpo la que después de tantos años de lucha estuviese presente para liderar en nombre propio este acto. Sin embargo, dar a conocer mi identidad me hubiese cerrado un sinfín de puertas”, dijo Carmen Martínez, Directora Asociada de Estrategias Legales para América Latina y el Caribe para el Centro de Derechos Reproductivos, al leer las palabras compartidas por Francisca al público presente.  “Hasta la fecha se sigue mirando con menosprecio a las personas que portamos el VIH como si hubiese sido decisión de nosotras contagiarnos. Sin embargo, quiero pensar con convicción que esto cambiará.”

"Por fin se hizo justicia; a través de este caso pedimos a todos los gobiernos que sigan invirtiendo en la eliminación de la discriminación por VIH en todos los servicios, incluida la atención sanitaria", afirma Sara Araya, Coordinadora de Género en Vivo Positivo. "El mensaje es claro: la autonomía y la integridad física de las mujeres y de todas las personas que viven con el VIH deben ser garantizadas sin discriminación. No más violaciones de derechos contra las mujeres que viven con el VIH."

El estigma y la discriminación relacionados con el VIH repercuten significativamente en la salud, la vida y el bienestar de las personas que viven con el virus o corren el riesgo de contraerlo. El estigma y la discriminación impiden la respuesta al VIH, limitando el acceso a servicios más amplios de salud sexual y reproductiva, entre otros servicios sanitarios. ONUSIDA continúa trabajando diariamente para garantizar que los gobiernos inviertan en prevenir y dar respuesta a las violaciones vinculadas a las formas de discriminación interseccional a las que se han visto sometidas las personas que viven con VIH.

ONUSIDA

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

Retransmisión

Comunicado de la oficina de ONUSIDA en América Latina

 

Consideraciones clave para integrar las intervenciones sobre el VIH y la salud mental

28 de abril de 2022

Una nueva publicación de ONUSIDA y la Organización Mundial de la Salud (OMS) enfatiza la importancia de integrar los servicios relacionados con el VIH con los de la salud mental y otras intervenciones, incluidas las vinculaciones a los servicios de protección social, para las personas que viven con el VIH y demás poblaciones vulnerables.

Los trastornos mentales aumentan el riesgo de infección por el VIH. Además, las personas que viven con el VIH tienen más probabilidades de padecer un trastorno mental, lo que está asociado con una menor permanencia en la atención para el VIH, un aumento de los comportamientos de riesgo y una menor participación en la prevención.

Cada vez existen más pruebas que demuestran que existen métodos de prevención, detección, diagnóstico y tratamiento de los trastornos mentales comunes (incluidas la depresión y la ansiedad), y que, además, pueden implementarse en países de renta media y baja. A pesar de esto, los servicios relacionados con la salud mental, los trastornos neurológicos y el uso de sustancias a menudo no están integrados en los paquetes de servicios y atención básicos, incluidos los del VIH.

“Sabemos que la integración de la detección, el diagnóstico, el tratamiento y la atención para los trastornos de la salud mental y el apoyo psicosocial con los servicios del VIH no tiene por qué suponer un coste elevado”, ha dicho Eamonn Murphy, director ejecutivo adjunto, a.i., del Programa. “Las soluciones integrales, centradas en las personas y específicas para los contextos locales aseguran mejores resultados en lo referente al VIH y la salud en general, así como al bienestar y la calidad de vida”.

La publicación está dirigida, principalmente, a los legisladores nacionales y locales; a los ejecutores de programas a nivel global, nacional, regional y local; a las organizaciones y proveedores de servicios relacionados con la salud, el VIH, la salud mental y otros; a la sociedad civil; y a las organizaciones y promotoras comunitarias y lideradas por la comunidad.

Aunque el foco se encuentra en la integración de los servicios para la salud mental con los del VIH y otras intervenciones, las consideraciones de la publicación pueden ser relevantes para otros servicios, incluidos aquellos para las comorbilidades del VIH como la tuberculosis, la hepatitis viral y las infecciones de transmisión sexual.

“Nuestra publicación reúne en un mismo documento y proporciona una compilación de numerosas herramientas, prácticas óptimas, directrices (incluidas las de la OMS) y análisis casuísticos que pueden inspirar a los países y facilitar la integración de las intervenciones y los servicios, con el objetivo de abordar sobre el terreno los problemas interconectados de la salud mental y el VIH”, afirmó Meg Doherty, directora de los programas mundiales de VIH, hepatitis e infecciones de transmisión sexual de la OMS.

“Con esta publicación conjunta de ONUSIDA y la OMS esperamos poder apoyar a los países, los proveedores de servicios y otros profesionales de la salud, así como a los legisladores, ejecutores de programas y comunidades, en sus esfuerzos para enfrentarse de manera eficaz al VIH y a los trastornos de la salud mental, los neurológicos y los causados por el uso de sustancias, de cara a las personas afectadas” , dijo Devora Kestel, directora del Departamento de Salud Mental y Abuso de Sustancias de la OMS.

La integración del apoyo psicosocial y para la salud mental con los servicios e intervenciones relacionados con el VIH, incluidos los liderados por las comunidades, es una de las acciones prioritarias clave de la Estrategia Mundial sobre el Sida 2021-2026: Poner fin a las desigualdades, poner fin al sida, y de la Declaración política de 2021 de la Asamblea General de las Naciones Unidas: Acabar con las desigualdades y estar en condiciones de poner fin al sida para 2030. Ambos documentos piden que se aborden los problemas interconectados del VIH y la salud mental a través de servicios integrales a base de inversiones en sistemas para la protección social robustas, resilientes, justas y financiadas públicamente, así como de la eliminación de las desigualdades, el estigma y la discriminación.

La nueva publicación recalca que la epidemia de sida no puede acabar sin antes tratar la salud mental de las personas que viven con el VIH, las que tienen riesgo de infectarse o las afectadas por él. Esto aseguraría el acceso a los servicios del VIH para las personas con problemas y trastornos de la salud mental, y lograría la cobertura sanitaria universal.

Integration of mental health and HIV interventions — Key considerations

Fomentando la generación de ingresos y el emprendimiento social entre las personas que viven con el VIH en Brasil

29 de marzo de 2022

En la ciudad de Recife, capital del estado de Pernambuco, en la región nordeste de Brasil, una bicicleta modificada transporta productos elaborados por personas que viven con el VIH para venderlos directamente a los consumidores. Se trata de la Diversibike, una de las estrategias de generación de ingresos impulsadas en el contexto de la Cocina Solidaria, un proyecto desarrollado por la organización no gubernamental Grupo de Trabajo en Prevención Positiva (GTP+). GTP+ es una de las tres organizaciones brasileñas que se han beneficiado de los recursos del Fondo de Solidaridad de ONUSIDA, cuyo fin es apoyar actividades emprendedoras lideradas por personas que viven con el VIH y grupos de población clave. 

Fundada en el año 2000, GTP+ fue la primera organización no gubernamental de la región nordeste de Brasil dirigida exclusivamente por personas que viven con el VIH. Entre los proyectos desarrollados por la organización, además de la Cocina Solidaria, están el Espacio Positivo, que acoge a las personas que viven con el VIH que buscan apoyo, y Mercaderes de Ilusiones, que colabora con trabajadores sexuales para fortalecer su autoestima y asistirlos en el ejercicio de su ciudadanía. 

La Cocina Solidaria surgió en 2005 con el objetivo inicial de proporcionar comidas a las personas con VIH que buscaban el apoyo de GTP+. En 2019, incorporó un nuevo proyecto, la Escuela de Pastelería, para ofrecer a trabajadores sexuales, exreclusos y otras personas vulnerables que viven con el VIH una forma de generar ingresos a través de la cocina. Con los recursos recibidos del Fondo de Solidaridad, GTP+ pudo impulsar iniciativas para comercializar los productos desarrollados en la Cocina Solidaria y formar a los participantes en diferentes aspectos de emprendimiento. 

“El proyecto ha transformado la vida de personas que viven con el VIH en situaciones vulnerables. Gracias a él, encontraron una oportunidad de generar ingresos mediante actividades empresariales y desarrollaron sus competencias en gastronomía, a través del aprendizaje de recetas y técnicas para mejorar sus productos”, dijo Wladimir Reis, Coordinador General de GTP+. 

Sérgio Pereira, uno de los fundadores de GTP+ y Coordinador de la Cocina Solidaria, concuerda y añade: “Cuando el mercado laboral tiene conocimiento de que vivimos con el VIH, no nos acepta. La Cocina Solidaria aporta a sus participantes la posibilidad de sustentarse a largo plazo y les abre las puertas para poder acceder al mercado laboral”.

Karen Silva, una de las beneficiarias de la Escuela de Pastelería de la Cocina Solidaria, dijo: “Me acogieron en GTP+ con mucha atención y cariño. Primero, acudí al Espacio Positivo. Luego, poco a poco, empecé a ayudar en la cocina y aquí estoy. Participar en la Cocina Solidaria me cambió la vida y la autoestima”. En total, la Cocina Solidaria, con el apoyo del Fondo de Solidaridad, ha ayudado directamente a 20 personas.

Como el objetivo era encontrar y promover las mejores formas de comercializar los productos elaborados en la Cocina Solidaria, el equipo responsable del proyecto celebró reuniones semanales de planificación, organización y producción. También realizaron estudios de mercado para averiguar los gustos e intereses de los clientes potenciales, lo cual fue especialmente útil para determinar la viabilidad de Diversibike. 

Según el Sr. Reis, una parte importante del desarrollo de las capacidades y los conocimientos de los participantes del proyecto fue la formación virtual en gastronomía y administración que se ofreció con la colaboración de la Universidad Federal Rural de Pernambuco. Dos becarios de dicha institución ayudaron al grupo en las reuniones y elaboraron materiales de apoyo.

Algo que destaca el Sr. Reis es que el proyecto nació en una época de extrema desigualdad social. “Por eso, es fundamental que pongamos en marcha más iniciativas como esta, con el apoyo del Fondo de Solidaridad, para que otras personas en situación de vulnerabilidad puedan tener las mismas oportunidades de desarrollo. Con el proyecto pudimos ver el impacto que tiene la generación de recursos financieros para los participantes, además de fortalecer sus conocimientos para llevar a cabo sus proyectos y asegurar su durabilidad durante la pandemia de COVID-19”.

“El apoyo del Fondo de Solidaridad a GTP+ pone de manifiesto la importancia de garantizar la generación de ingresos por parte de organizaciones dirigidas por grupos de población clave vulnerables. Se trata de una acción estratégica que genera protección social para estas personas, permitiéndoles el acceso a recursos básicos para cuidar de su salud y a los servicios de prevención y tratamiento del VIH”, dijo Claudia Velásquez, directora de país de ONUSIDA para Brasil.

«Con los miles de millones que se han gastado en esta guerra sin sentido, podríamos encontrar la cura del VIH, acabar con la pobreza y solucionar otras crisis humanitarias»

23 de marzo de 2022

Yana Panfilova es ucraniana y nació con VIH.  Cuando tenía 16 años creó Teenergizer, una organización de la sociedad civil para apoyar a los adolescentes y jóvenes que viven con el VIH en Ucrania.  Desde 2016, Teenergizer ha estado trabajando internacionalmente promoviendo los derechos de los adolescentes y los jóvenes en Ucrania y en siete ciudades de cinco países en Europa oriental y Asia central.  En 2019, la organización empezó a facilitar asesoramiento inter pares y apoyo psicológico a adolescentes y ha formado a más de 120 consultores-psicólogos online para ayudar a los jóvenes de la región.  En junio de 2021, participó en la apertura de la Reunión de alto nivel sobre el sida en la Asamblea General de las Naciones Unidas. Cuando estalló la guerra en Ucrania, ella y su familia abandonaron Kiev y se trasladaron a Berlín, Alemania. Desde allí continúa trabajando para apoyar a los jóvenes que viven con el VIH en Ucrania.

¿Por qué y cómo saliste de Kiev?

Cuando vi a personas patrullando las calles con metralletas a los pocos días del comienzo de la invasión rusa, me di cuenta de que teníamos que tomar una decisión que nos iba a cambiar la vida.  Tuve que convencer a mi madre de que teníamos que irnos porque no quería marcharse.  Hicimos las maletas en menos de una hora, condujimos hasta la estación de tren de Kiev, dejamos allí nuestro coche y nos montamos en el primer tren que encontramos.  Había mucha gente, madres, niños, padres y hermanos despidiéndose de sus familias. Todo el mundo estaba aterrorizado.  Estuvimos 12 horas de pie en el tren, con las maletas y nuestro gato.  Cuando nos reunimos con nuestra abuela y su perro en la primera parada, viajamos juntas desde Ucrania, cruzamos la frontera a Polonia y seguimos hasta Berlín. El viaje duró siete días. Fue el viaje más arduo y difícil de mi vida —no quería irme de mi hermosa Kiev sin saber dónde acabaríamos.  Ahora estamos aquí en Berlín como refugiadas, sanas y salvas, pero aún no asimilo todo lo que hemos pasado y estoy muy preocupada por todo lo que está pasando el pueblo ucraniano. Pero al menos estamos a salvo y juntas —mi madre, mi abuela y su perro y mi gato y yo. He tenido suerte de haber traído suficiente tratamiento antirretroviral para unos dos meses.

¿Estás asentada en Berlín?

Sigo en un limbo, como millones de mujeres y niños ucranianos que han hecho este viaje.  Pero todas las personas que hemos conocido han sido muy amables y acogedoras.  Ahora estamos aclarando algunos aspectos legales sobre cómo residir en Berlín durante las próximas semanas y cómo podemos acceder a los servicios sociales y médicos locales.  Tampoco sabemos todavía cómo podemos alquilar un apartamento.  Hemos pedido cita online en el Ayuntamiento de Berlín para aclarar algunos detalles con ellos.  Están trabajando para proporcionarme un seguro médico y así conseguir atención médica y acceso ininterrumpido al tratamiento del VIH.

También estoy en contacto con Berliner Aids-Hilfe, una de las organizaciones no gubernamentales dedicadas al VIH más antiguas de Europa; desde la guerra en la antigua Yugoslavia tienen mucha experiencia trabajando con migrantes que viven con el VIH.  Han sido maravillosos, dispuestos a ayudar proporcionando acceso a terapia antirretroviral, así como a otras necesidades que los ucranianos que viven con VIH pueden tener aquí en Berlín.

Así que estás más o menos a salvo ahora. ¿Cómo les va a los otros jóvenes de Teenergizer?

La mayoría de nuestros adolescentes que viven con VIH ya han abandonado Ucrania y ahora están en Estonia, Alemania, Lituania, Polonia y otros países.  Estamos en contacto con la mayoría de ellos todos los días.  Algunos de nuestros activistas han elegido permanecer con sus padres en Kiev y otras ciudades que están siendo atacadas.  Ahora estamos esclareciendo la información más reciente e intentando localizar a todo el mundo y comprobar si están a salvo.  Pero este proceso no es ni fácil ni rápido.  Todo el mundo está intentando sobrevivir y mantener el contacto en estos momentos.  Nuestro personal, educadores inter pares y clientes se encuentran ahora repartidos entre distintos países, cada uno con sus propias leyes, pautas de administración del tratamiento y acceso a Internet.  Los que permanecen en Kiev están conectados con nuestros asociados, que les siguen proporcionando acceso a terapia antirretroviral y asistencia humanitaria de emergencia.  La mayoría de nuestros consultores-psicólogos continúan proporcionando asistencia online a aquellos que más lo necesitan.

¿Cuáles son las dificultades con las que tienes que lidiar para permanecer en Berlín?

Las personas de Berlín y todos los alemanes que hemos conocido desde que hemos llegado han sido muy amables y acogedores. Estamos muy agradecidas.  Sé que las ciudades de toda Europa están esforzándose para apoyar a millones de ucranianos, pero dudo que hubiésemos podido encontrar un lugar más seguro y tolerante que Berlín.

Por supuesto, nuestras dudas más urgentes son de naturaleza legal, relacionadas con el estatus temporal aquí y, en segundo lugar, con el acceso a la atención médica y a la terapia antirretroviral.  En tercer lugar, el acceso a una vivienda. Nunca pensé que buscar alojamiento pudiera ser tan importante y tan estresante.  Voluntarios locales están ayudando sin cesar y millones de europeos han ofrecido sus viviendas.  Pero para los cientos de miles de ucranianos que todavía están viviendo en almacenes, refugios y otros alojamientos temporales, la ausencia de un lugar al que puedas llamar hogar temporalmente es desmoralizador.

¿Qué crees que es fundamental que sigamos haciendo ahora?

Independientemente de lo que suceda con la guerra, tenemos que continuar apoyándonos entre nosotros en la familia de Teenergizer.  En Ucrania, luchamos durante años para que se protegieran los derechos y la salud de los jóvenes que vivimos con el VIH.  Y ahora parece que todo lo que nos ha costado tanto lograr ha desaparecido de la noche a la mañana.  En plena crisis, tenemos que seguir luchando por nuestros derechos y centrarnos en las necesidades urgentes a las que se enfrentan los miembros más vulnerables de la red de Teenergizer.  Tengo mucha suerte de estar viva y a salvo aquí en Alemania.  Pero muchos de nuestros amigos siguen en Kiev y en otras ciudades de Ucrania, luchando por sus vidas y por nuestro país.  Algunos no tienen forma de escapar y otros no quieren abandonar sus hogares ni a sus familias.  Ahora más que nunca necesitan que les respaldemos y les aseguremos que continuaremos haciendo todo lo que esté en nuestras manos para apoyarlos cuando más lo necesiten.

En primer lugar, debemos guiarlos en esta nueva crisis y continuar con los servicios de emergencia: tratamiento contra el VIH para aquellos que lo necesiten urgentemente y servicios de prevención y pruebas. En segundo lugar, durante esta crisis, debemos continuar proporcionando a los jóvenes servicios de salud mental, especialmente asesoramiento inter pares.  En nuestra región, el VIH es más un problema social que médico.  Hoy en día, los jóvenes ucranianos que viven con el VIH se enfrentan a una triple crisis: de salud, de seguridad y de depresión y estrés grave provocado por la guerra.  Los psicólogos lo llaman TEPT. Este trauma persistirá durante toda una generación completa de ucranianos.  Los jóvenes que necesitan apoyo psicológico profesional empezarán a consumir drogas y algunos contraerán el VIH, pero estarán demasiado asustados o avergonzados como para pedir ayuda en la crisis actual.  Lo mismo sucede con las adolescentes y las mujeres que no pueden ejercer sus derechos sexuales y reproductivos, o los jóvenes que no utilizan preservativo durante los actos sexuales, o los millones de mujeres ucranianas que corren el riesgo de ser explotadas al estar solas en Europa, lejos de sus familias y amigos.  Actualmente, miles de adolescentes que siguen en Ucrania y que viven con el VIH tienen miedo de revelar su estado.  Muchos todavía no saben ni cómo protegerse del VIH ni de la violencia de la guerra.  Millones de jóvenes ucranianos tienen que lidiar solos con su ansiedad y sus miedos, y una generación al completo va a enfrentarse a trastornos de estrés postraumático. Esto requiere atención inmediata.  Estoy segura de que si proporcionamos aunque sea solo servicios básicos de asesoramiento y apoyo, los jóvenes que se enfrentan a múltiples crisis tendrán más herramientas para lidiar con sus problemas en el futuro.

Pase lo que pase tenemos que presionar a los políticos para que escuchen a los jóvenes y les permitan formar parte de los procesos de toma de decisiones sobre su propia salud y su futuro.  La voz de los jóvenes, especialmente de las mujeres jóvenes, debe alzarse para acabar con la guerra y reconstruir Ucrania.

¿Cómo se presenta el futuro de Teenergizer?

Ahora mismo, mi país, mi familia y yo nos enfrentamos a la mayor crisis de nuestras vidas.  Así que si no estoy segura de lo que ocurrirá mañana, es muy difícil ver lo que nos depara el futuro.  A lo largo de los años, hemos construido una familia de verdad: equipos de jóvenes líderes de Teenergizer en diversas ciudades de Europa oriental y Asia central —en Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán, Ucrania e incluso en Rusia.  Pero ahora estamos divididos.  Tras la Segunda Guerra Mundial, Winston Churchill afirmó que se levantaría un muro.  Y creo que un nuevo muro se está alzando ahora.

¿Qué dirías hoy si volvieras a estar en el podio de la Asamblea General de las Naciones Unidas?

Estamos viviendo una guerra entre el viejo mundo y el nuevo mundo.

Somos jóvenes que quieren vivir en un nuevo mundo, donde no existan las guerras, donde se erradiquen las pandemias como el VIH, la tuberculosis y la COVID-19, donde la pobreza y el cambio climático sean algo del pasado.   En este nuevo mundo, todas las personas, independientemente de quiénes sean o a quién amen, del idioma que hablen o el pasaporte que tengan, pueden disfrutar de la libertad, vivir su vida con dignidad, viajar y desplazarse en un mundo en paz con países que abran sus fronteras.  Hemos aprendido lo importante y valioso que esto es en los últimos años cuando los ucranianos podían viajar.  Hemos visto cómo las personas pacíficas vivían en otros lugares del mundo y nos ha hecho valorar la belleza y la libertad que tenemos en Ucrania.  Hoy más que nunca, solo entendemos lo que queremos reconstruir en nuestro país cuando lo comparamos con los valores de otros países.

Y es el viejo mundo el que está financiando y manteniendo esta guerra.  Esto es un camino a ninguna parte.

Con los miles de millones que se han gastado en esta guerra sin sentido, podríamos encontrar la cura del VIH, acabar con la pobreza y solucionar otras crisis humanitarias.

El nuevo mundo consiste en desarrollo, no en destrucción.  Se trata de ser capaz de mejorarte a ti mismo y la calidad de tu vida apoyando a los demás para que hagan lo mismo.

Todo tiene un final.  Y la guerra acabará en algún momento.  ¿Qué harás el primer día después del fin de la guerra?

Empezaré a leer Guerra y paz de Leo Tolstoy. 

ONUSIDA acoge positivamente la decisión parlamentaria de derogar la ley que penaliza la transmisión del VIH en Zimbabwe

18 de marzo de 2022

GINEBRA, 18 de marzo de 2022— ONUSIDA felicita al parlamento de Zimbabwe por derogar la sección 79 del Código Penal, que criminaliza la transmisión del VIH. El presidente va a firmar un nuevo proyecto de ley de matrimonio, adoptado por el parlamento y que deroga la sección del Código Penal, para su entrada en vigor. La penalización de la transmisión del VIH es ineficaz, discriminatoria y mina los esfuerzos de reducir las nuevas infecciones por el VIH. Ese tipo de legislación disuade a las personas de realizarse pruebas del VIH y de que se les derive al tratamiento y los servicios de prevención apropiados. 

«Los objetivos de salud pública no se cumplen si a las personas se les niegan sus derechos individuales y elogio a Zimbabwe por haber dado este paso tan importante», dijo la directora ejecutiva de ONUSIDA, Winnie Byanyima.  «Esta decisión refuerza la respuesta al VIH en Zimbabwe, a través de la reducción del estigma y de la discriminación que, con demasiada frecuencia, impiden a los grupos de personas que están en una situación social vulnerable recibir servicios de prevención del VIH, atención y tratamiento».

ONUSIDA ha trabajado en estrecha colaboración con el Consejo Nacional sobre el Sida de Zimbabwe, la organización Zimbabwe Lawyers for Human Rights, parlamentarios, activistas de la sociedad civil y comunidades para promover la derogación de la ley que penaliza el VIH.  La aplicación demasiado amplia e inapropiada de la legislación penal contra las personas que viven con el VIH sigue siendo una constante preocupación por todo el mundo.  Más de 130 países todavía penalizan la ocultación, exposición y transmisión del VIH a través de legislación penal específica o general. 

En 2018, ONUSIDA, la Asociación Internacional de Proveedores de Atención al Sida y la Sociedad Internacional de Sida reunieron a un grupo de expertos científicos que desarrollaron una Declaración de Consenso de Expertos en la Ciencia del VIH en el Contexto de la Legislación Penal. La declaración hace un llamamiento para que el sistema de justicia penal garantice que la aplicación de la ley en las causas penales relacionadas con el VIH se base en evidencias científicas. 

Zimbabwe ha progresado mucho en la respuesta al VIH a lo largo de la última década. Se estima que 1,2 millones de las 1,3 millones de personas que viven con el VIH en el país se tratan con medicamentos que salvan vidas. Las muertes relacionadas con el sida han disminuido en un 63 % desde 2010 y las nuevas infecciones por el VIH se han reducido un 66 % en el mismo periodo.

ONUSIDA

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

Contacto

UNAIDS Geneva
Michael Hollingdale
tel. +41 79 500 2119
hollingdalem@unaids.org

Pensar y planificar rápido es fundamental para la red del VIH en Ucrania

08 de marzo de 2022

Cuando los bombardeos despertaron a Valeriia Rachynska en Kiev el 24 de febrero, el primer día del conflicto, se dio la vuelta y trató de seguir durmiendo. Como nativa de Lugansk, ya había vivido el conflicto de 2014.

“Creo que mi cerebro analizó el ruido y se dio cuenta de que estaba fuera de peligro”, dijo por videoconferencia desde un pequeño pueblo del oeste de Ucrania. “Pero cuando vi a mis hijas llorando y asustadas, supe que tenía que volver a trasladarme”.

La noche siguiente, ella y sus dos hijos permanecieron en un refugio antibombas y luego dejaron su casa en la capital con su hermano y su familia.

Como directora de Derechos Humanos, Género y Desarrollo Comunitario de 100% Life, la mayor red de personas que viven con el VIH en Ucrania, subrayó que, para seguir ayudándolas, necesitaba trasladarse a un lugar más seguro.

“Es como cuando estás en un avión y te falta oxígeno”, explicó Rachynska. “Primero te pones tú la máscara y luego se la pones a los demás”.

La clave para ella y para su organización fue poder tener acceso a Internet, un servicio de telefonía móvil estable, bancos abiertos y una relativa sensación de seguridad. Estos días se sentía como si estuviera manejando una centralita.

“Respondo a todas las llamadas e intento redirigirlas a las personas adecuadas”, dijo. “Ha sido un sin parar y, como hay tantos ataques y tanta imprevisibilidad, solo puedo avanzar paso a paso”.

Agradece al responsable de 100% Life, Dmytro Sherembey, por haber hecho una planificación previa.

«Mucha gente nos dijo: “Están locos por entrar en pánico”, pero en 100% Life trasladamos nuestros servidores informáticos, documentos y todo lo que se consideraba sensible al oeste de Ucrania e incluso a Polonia y a Alemania».

Algunos de sus colegas se quedaron en Kiev diciendo que aguantarían, pero 10 días después muchos de ellos también se fueron.

“Ahora nos centramos en evacuar y ubicar a las personas que viven con el VIH y sus familias, así como en los grupos marginados, contratando autobuses para ellos”, dijo Rachynska, enfundada en una sudadera azul con capucha. “A los que no viven en Kiev, les estamos enviando dinero a través de transferencias bancarias para que compren alimentos y otros artículos de primera necesidad”.

El país cuenta con suficientes reservas de medicamentos contra el VIH hasta el mes de abril, pero con la ayuda de los socios internacionales y la coordinación de ONUSIDA, 100% Life ha planificado urgentemente la entrega de más medicamentos que salvan vidas en Polonia. El gobierno polaco ha conseguido un almacén y ha aceptado ayudar con la logística, haciendo llegar la terapia antirretroviral a las personas que viven con el VIH en Ucrania.

Ucrania sufre la segunda mayor epidemia de sida de la región. Se calcula que 250 000 personas viven con el VIH en Ucrania, y más de la mitad en terapia antirretroviral, medicación que deben tomar las personas que viven con el VIH diariamente para mantenerse sanas.

“Nuestro mayor reto ahora mismo es salvar vidas, proporcionar seguridad y hacer que la gente siga el tratamiento”, dijo. La red 100% Life ya ha rediseñado aspectos clave de su programa con el objetivo de conseguir financiación del Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria para satisfacer las necesidades inmediatas.

Tras incorporarse a 100% Life en 2011, la Sra. Rachynska ha sido testigo de los avances que ha realizado Ucrania para revertir la epidemia de sida. Está especialmente orgullosa del impacto positivo que han tenido en Ucrania los programas de reducción del daño, así como la terapia de sustitución de opiáceos y el intercambio de agujas y jeringuillas, para reducir las nuevas infecciones por el VIH. El VIH en el país sigue afectando de forma desproporcionada a las personas que se inyectan drogas y la actual ofensiva militar puede dificultar las opciones de terapia de sustitución. Dijo que 100% Life estaba trabajando activamente para evitarlo.

Su otra preocupación era proteger a las trabajadoras del sexo, a las lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales y a las personas que se inyectan drogas. Basándose en la violencia y el estigma que sufrieron estos grupos durante el conflicto en el este de Ucrania, teme que las poblaciones clave sean el blanco de la violencia.

“Nuestra próxima tarea será iniciar y supervisar las violaciones de los derechos humanos”, dijo. “Esto es muy importante para mí”.

Argumentos a favor de legislación antidiscriminatoria en Jamaica

01 de marzo de 2022

Michael James (nombre ficticio) estaba totalmente desconcertado cuando lo despidieron. Escaneó la carta de despido. Esta citaba su rendimiento y su impuntualidad como motivos de la pérdida de empleo. Sin embargo, años de evaluaciones de desempeño contaban una historia diferente. Siempre había recibido evaluaciones positivas y en su expediente no había notas sobre retrasos o trabajo deficiente. La única razón que pudo discernir fue que sus colegas se habían enterado recientemente de que vivía con el VIH.

Los prejuicios relacionados con el VIH permanecen muy presentes en Jamaica. Un tercio de las personas que viven con el VIH que respondieron al Índice de estigma de las personas que viven con el VIH en Jamaica en 2020 reportaron haber sufrido estigma y discriminación. El acoso verbal, los cotilleos y los comentarios discriminatorios fueron las infracciones más comunes. Sin embargo, una de cada diez personas dijeron que se les había negado un empleo o habían perdido una fuente de ingresos debido a su estado serológico. Ninguna legislación prohíbe a un empleador jamaicano discriminar en base al estado serológico.

Esto tiene importantes implicaciones para la respuesta al VIH. El veintiún por ciento de los encuestados estaban preocupados por el maltrato o la violación de la confidencialidad por parte de los trabajadores sanitarios. El treinta y ocho por ciento retrasó las pruebas y el 29 % retrasó el inicio del tratamiento debido a la preocupación por la forma en que serían tratados.

Shelly John (nombre ficticio) cuenta cómo ha ido saltando de un centro de tratamiento a otro hasta llegar al Jamaica AIDS Support for Life. En otros centros escuchó a las enfermeras cotillear sobre los historiales médicos de los pacientes.

“Me sentí incómoda. Si yo oigo hablar de otros clientes, otros clientes pueden entrar y oír hablar de mí también”, razonó.

“El miedo al estigma lleva a algunas personas a la clandestinidad y a alejarse de los tan necesarios servicios sanitarios. Debido al estigma y la discriminación, varias personas retrasan el acceso a los servicios necesarios y, en consecuencia, se les diagnostica el VIH en una fase avanzada”, reconoció la ministra de Estado de Salud y Bienestar y presidenta de la Asociación Jamaicana para la Acción para Eliminar Todas las Formas de Estigma y Discriminación relacionadas con el VIH, Juliet Cuthbert Flynn.

Los resultados de las pruebas y del tratamiento en Jamaica lo confirman. Mientras que se estima que el 86 % de las personas que viven con el VIH eran conscientes de su estado en 2020, solo el 40 % de las personas que viven con el VIH estaban en tratamiento contra el VIH.

Pese a que la Carta de Derechos y Libertades Fundamentales de Jamaica garantiza la protección contra la discriminación, su alcance es limitado. Los motivos de protección son la raza, el sexo, el lugar de origen, la clase social, el color, la religión y las opiniones políticas. Existen disposiciones antidiscriminatorias parciales en diferentes actos legislativos, como la Ley de Discapacidad de 2014 y la Ley de Empleo de 1975. Pero ni la Constitución ni la legislación ordinaria hacen ilegal la discriminación por otros motivos.

Desde 2020, ONUSIDA y el Programas de las Naciones Unidas para el Desarrollo han prestado apoyo técnico y económico a organizaciones no gubernamentales locales, entre ellas Jamaica AIDS Support for Life, para apoyar la realización de una encuesta nacional sobre las perspectivas y experiencias del público con el estigma y la discriminación en Jamaica y sobre la necesidad de contar con protecciones más adecuadas en la ley. Los resultados del estudio se utilizarán para abogar por una legislación que aborde adecuadamente la discriminación que sufren los grupos vulnerables y marginados.

La legislación propuesta debe ofrecer protección en todos los ámbitos, incluida la discriminación basada en la condición médica, el embarazo o el parto, las decisiones de contratación o despido y la denegación de servicios a grupos minoritarios. También debe abordar las conductas discriminatorias basadas en suposiciones sobre la competencia, las capacidades, la edad, la expresión personal, el nivel de ingresos, el barrio en el que vive o su formación académica.

“Una legislación antidiscriminatoria integral reforzará el marco legal para la protección de los derechos humanos con el fin de lograr la igualdad para todos”, explicó Manoela Manova, directora de país de ONUSIDA para Jamaica.

En términos reales, esto significa que los titulares de obligaciones tendrán que considerar cómo sus políticas, programas y servicios afectarán a las personas con las características protegidas. En términos críticos, la atención a los marcadores relacionados con la pobreza significaría que, por primera vez, los organismos públicos tendrán la obligación de tener en cuenta las desventajas socioeconómicas a la hora de tomar decisiones estratégicas sobre cómo ejercer sus funciones y cuando propongan el uso de financiación pública.

“Nuestra conclusión general ha sido que, independientemente de la condición médica, el sexo, la edad o la orientación sexual, el factor que alimenta la discriminación y hace a las personas más vulnerables es la pobreza. De cara al futuro, es fundamental que no tratemos el VIH como una preocupación aislada, sino que abordemos el panorama completo de lo que hace que las personas sean marginadas y vulnerables en Jamaica”, dijo el asesor de apoyo comunitario de ONUSIDA para Jamaica, Ruben Pages Ramos.

Día de la cero discriminación 2022

“Un diagnóstico de VIH no debería ser una condena: solo es un diagnóstico”

01 de marzo de 2022

Nargis nació en Dusambé, Tayikistán, en el seno de una familia grande. La vida no era fácil y la enviaron a un internado para familias con ingresos bajos. Su asignatura favorita era educación física y destacaba especialmente en natación y baloncesto. Esperaba, tras graduarse con un título en educación física en 1991, poder continuar sus estudios de formación profesional.

Sin embargo, como consecuencia de la agitación política en su país, no pudo continuar sus estudios. “Lloré durante seis meses: era muy importante para mí seguir estudiando, pero, en lugar de llevarme a un centro de formación profesional, mis padres concertaron mi matrimonio. No tenía ni 16 años entonces”, relata Nargis. Cuando tenía 17 años, dio a luz a su primer hijo. Cinco años después, cuando estaba embarazada del segundo, se enteró de que su marido estaba involucrado en tráfico de drogas y este acabó en prisión.

Desde entonces, Nagris ha tenido que cuidarse a sí misma y a toda su familia. Encontró trabajo en un casino. Estaba bien pagado, pero allí empezó a consumir drogas. “Era tímida, así que, para relajarme, tomaba drogas. A partir de entonces, me volví adicta. Ni siquiera soy consciente de cómo sucedió”, recuerda.

Finalmente la echaron del trabajo por su drogadicción y tuvo que buscar otras formas de sobrevivir.

Nargis estuvo drogándose durante 14 años, pero comenzó la terapia de sustitución de opiáceos tan pronto como estuvo disponible en su país. “Cuando tomaba metadona, me contrataron como consultora. Trabajaba con consumidores de drogas y con personas que vivían con el VIH. Trabajaba como asesora en varios proyectos de prevención del VIH”, dijo Nargis.

Nargis siguió tomando metadona hasta mayo de 2021. “El año pasado tuve que dejar de tomar metadona porque entré en prisión y ahí no podía conseguirla. Fue muy duro, pasé ahí varios meses, pero gracias a ello salí de la metadona y, por ahora, no he recaído.”

Nargis fue condenada en virtud del artículo 125 del Código Penal de Tayikistán, que señala que es un delito contagiar o poner a alguien en riesgo de infección por el VIH. De conformidad con este artículo, las fuerzas del orden inician procesos penales contra personas que viven con el VIH simplemente sobre la base del peligro potencial de transmisión del VIH o simplemente por su estado seropositivo.

“Llevo en terapia antirretroviral desde 2013. Nunca la he dejado. Tengo una carga viral indetectable. Nadie me denunció. Ni he infectado a nadie. La acusación se basó en la nota de un hombre que conocía porque estábamos saliendo”, dijo Nargis.

La ley no tiene en cuenta el consentimiento informado de la pareja sexual, el riesgo de transmisión del VIH ni si la persona que vive con el VIH toma precauciones contra su transmisión. Además, la legislación no determina cómo las personas que viven con el VIH deberían declarar su estado serológico. Como consecuencia, todas las personas que viven con el VIH y mantienen relaciones sexuales pueden tener que responder penalmente.

Nargis explicó la vergüenza que le hicieron sentir. Las fuerzas del orden llamaron a todo el mundo: mis médicos, compañeros, parientes... les contaron mi diagnóstico de VIH, les preguntaron qué tipo de relación teníamos y me deshonraron.

“El artículo 162 del Código de Salud da a los médicos el derecho a revelar información sobre el estado de los pacientes seropositivos cuando así se lo soliciten las autoridades, sin que exista para ello ninguna justificación. Algunos de los casos penales iniciados de acuerdo con el artículo 125.1 comenzaron después de que las clínicas revelaran información sobre el VIH a las autoridades. Durante la investigación y el juicio, no se garantizaron los derechos de intimidad de la defensa en relación con su estado serológico, ya que los investigadores, funcionarios, letrados y magistrados pudieron solicitar información médica sin garantías de acuerdo con lo establecido en el Código de Salud”, señala Larisa Aleksandrova, abogada.

Nargis es libre ahora, pero señala que ha tenido suerte. “Me dejaron el libertad por una amnistía que se aprobó en celebración del trigésimo aniversario de la república.”

Ha salido de prisión, pero aún hay decenas de personas condenadas por el artículo 125. Ahora que todo el mundo sabe que vive con el VIH, Nargis está dispuesta a luchar sin descanso por el derecho a vivir, trabajar y amar, con independencia de su estado serológico.

Nargis sigue trabajando como asesora voluntaria sobre prevención del VIH. Tiene muchos planes, pero la causa por la que lucha fundamentalmente es la revisión de los artículos que criminalizan la transmisión del VIH en Tayikistán.

“Siempre digo que tendría que haber más información sobre el VIH y la gente que vive con él, para que no nos tengan miedo como hasta ahora. Ahora todo ha cambiado: hay tratamiento y prevención. “Un diagnóstico de VIH no debería ser una condena: solo es un diagnóstico”

La mayoría de países de Europa oriental y Asia central tienen tipos penales y diferentes tipos de castigo, entre ellos la pena de prisión, por ocultar el origen de una infección por el VIH, por poner a alguien en riesgo de infección por el VIH o por transmitirlo. La criminalización del VIH afecta enormemente a las poblaciones marginadas, especialmente a las mujeres. Las mujeres tienen más probabilidades de conocer su estado serológico cuando acceden a la atención sanitaria, por ejemplo, por el embarazo, y tienen más posibilidades de verse criminalizadas y castigadas.

“Estamos seguros de que las leyes que criminalizan el VIH son contraproducentes y, en lugar de ayudar, afectan negativamente a los esfuerzos por prevenir nuevas infecciones por el VIH. Esperamos que pronto, con la consolidación de los esfuerzos de los gobiernos y administraciones públicas, sea posible revisar estas leyes retrógradas teniendo en cuenta los últimos datos sobre el VIH, que permiten que las personas que viven con el VIH o aquellas que se encuentran en riesgo de infección puedan tener una relación más abierta con sus organizaciones médicas, informarles sobre su estado serológico y usar servicios médicos asequibles”, señala Eleanora Hvazdziova, directora a.i. del Equipo de Apoyo Regional de ONUSIDA en Europa oriental y Asia central.

Día de la Cero Discriminación 2022

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