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En busca de justicia por la discriminación laboral relacionada con el VIH en Guatemala

18 de diciembre de 2023

En el corazón de la bulliciosa Ciudad de Guatemala, Juan solía enfrentarse al ajetreo diario de la vida con un espíritu inquebrantable. Le habían diagnosticado el VIH hacía varios años y había aprendido a gestionar su salud con eficacia. Como empleado dedicado en una empresa de marketing, vertía su creatividad en cada proyecto que tocaba.

Su vida parecía ir viento en popa hasta que se produjo un giro inesperado en su lugar de trabajo. Un compañero se topó con los registros médicos de Juan y, en una violación de su privacidad, descubrió su estado serológico. Pronto, los susurros se extendieron por la oficina y Juan empezó a sentir las miradas frías y las conversaciones cada vez que pasaba. Al final, fue despedido de su empresa por un “motivo de reorganización".

A medida que la discriminación se hizo más evidente, Juan decidió que era hora de tomar medidas. Pidió consejo a Líderes Profesionales, una red de abogados especializados en casos de discriminación para personas que viven con el VIH. Con el apoyo de ONUSIDA, esta red se ha comprometido a luchar por la justicia y la igualdad de las comunidades marginadas.

Al conocer la historia de Juan, los abogados de Líderes Profesionales quedaron consternados por la flagrante violación de la privacidad y la consiguiente discriminación. Rápidamente formaron un equipo jurídico dedicado a garantizar la justicia para Juan. Los abogados explicaron las protecciones legales existentes para las personas con VIH, haciendo hincapié en que la discriminación en el lugar de trabajo basada en el estado de salud es una clara violación de la ley.

Junto con Juan, el equipo jurídico inició una demanda contra la empresa. Presentaron una denuncia por violación de la privacidad, discriminación e incumplimiento de la obligación de proporcionar un entorno laboral seguro e inclusivo, y solicitaron el pago de prestaciones y una indemnización por despido injustificado.

Líderes Profesionales trabajó incansablemente para denunciar el trato injusto que Juan había sufrido, buscando justicia para él y abogando por un cambio más amplio en las políticas del lugar de trabajo. Organizaron talleres para sensibilizar a las empresas, instándolas a poner en práctica una formación y una política integrales en materia de diversidad e inclusión.

A diciembre de 2023, el caso seguía abierto. El objetivo del equipo jurídico es conseguir una indemnización para Juan y fomentar un entorno en el que no se tolere este tipo de discriminación en el futuro.

"La experiencia de Juan y otros cinco casos relacionados con la discriminación en el lugar de trabajo este año nos inspiran para continuar nuestra labor de defensa", afirma Julio Rodríguez, Director de Líderes Profesionales. "Redoblamos nuestros esfuerzos para apoyar a las personas que sufren discriminación, aprovechando cada caso como una oportunidad para concienciar e impulsar un cambio sistémico."

Se calcula que en Guatemala hay 31.000 personas que viven con el VIH. El estigma y la discriminación relacionados con el VIH siguen siendo omnipresentes. Según el último Índice Nacional de Estigma (2017), el 14% de las personas que viven con el VIH informaron haber perdido su trabajo o fuente de ingresos debido a su estado serológico positivo para el VIH, y el 13% de las personas que viven con el VIH informaron que se les negó el empleo o la oportunidad de trabajar debido al VIH.

"Tener acceso a apoyo jurídico representó realmente un punto de inflexión para Juan. Empoderado por ello, es un defensor más vocal de la sensibilización sobre el VIH y de los esfuerzos contra la discriminación", afirma Marie Engel, Directora de ONUSIDA para Guatemala, Honduras y Nicaragua. "A través de su viaje, Juan contribuye a una sociedad más justa e inclusiva para todos".

En las vísperas del Día Mundial del Sida, ONUSIDA pide apoyo urgente para que las comunidades lideren la lucha para poner fin al sida

28 de noviembre de 2023

Un nuevo informe de ONUSIDA demuestra el papel fundamental que desempeñan las comunidades en la respuesta al VIH y cómo la financiación insuficiente y las barreras perjudiciales están impidiendo su trabajo para salvar vidas y obstaculizan acabar con el sida.

LONDRES/GINEBRA, 28 de noviembre de 2023. A medida que se acerca el Día Mundial del Sida (1 de diciembre), ONUSIDA insta a los gobiernos de todo el mundo a liberar el poder de las comunidades locales para liderar la lucha para poner fin al sida. Un nuevo informe de ONUSIDA, Que lideren las comunidades, muestra que el sida puede dejar de ser una amenaza para la salud pública antes de 2030, pero solo si las comunidades de primera línea reciben todo el apoyo necesario de los gobiernos y los donantes.

«Las comunidades de todo el mundo han demostrado que están preparadas y dispuestas y que son capaces de liderar la ruta a seguir. Pero necesitan eliminar las barreras que obstaculizan su trabajo y disponer de los recursos adecuados para poder ampliar su contribución», afirmó Winnie Byanyima, directora ejecutiva de ONUSIDA. «Con demasiada frecuencia, los responsables de la toma de decisiones tratan a las comunidades como problemas que deben gestionarse, en lugar de ser reconocidas y apoyadas como líderes. Las comunidades no se interponen en la ruta a seguir, sino que iluminan la ruta para poner fin al sida».

El informe, presentado en Londres durante un evento del Día Mundial del Sida encabezado por la organización de la sociedad civil STOPAIDS, muestra cómo las comunidades han sido la fuerza impulsora del progreso.

La defensa de la comunidad desde las calles hasta los tribunales y los parlamentos ha garantizado cambios revolucionarios en la política. La campaña de las comunidades ayudó a abrir el acceso a los medicamentos genéricos para el VIH, lo que condujo a reducciones considerables y sostenidas en el coste del tratamiento antirretroviral de 25 000 USD por persona y año en 1995 a menos de 70 USD en muchos de los países más afectados por el VIH a día de hoy.

Que lideren las comunidades muestra que invertir en programas contra el VIH dirigidos por la comunidad aporta beneficios transformadores. Establece cómo los programas realizados por organizaciones comunitarias en Nigeria se asociaron con un aumento del 64 % en el acceso al tratamiento del VIH, una duplicación de la probabilidad de uso de los servicios de prevención del VIH y un aumento cuádruple en el uso constante del preservativo entre las personas en riesgo de contraer el VIH. Señala también cómo entre los trabajadores sexuales, a los que llegó un paquete de intervenciones entre iguales en la República Unida de Tanzania, la tasa de incidencia del VIH se redujo a menos de la mitad (5 % frente al 10,4 %).

«Somos el vehículo del cambio que puede poner fin a las sistemáticas injusticias que siguen impulsando la transmisión del VIH. Hemos visto desarrollos revolucionarios con U=U, hemos mejorado el acceso a los medicamentos y hemos hecho grandes avances en la descriminalización», afirmó Robbie Lawlor, cofundador de Access to Medicines Ireland. «Sin embargo, se espera de nosotros que movamos montañas sin ningún apoyo financiero. Se supone que luchamos por un mundo más equitativo y tenemos la tarea de desmantelar el estigma, pero nos dejan fuera de debates que son cruciales. Estamos en un punto de inflexión. Las comunidades ya no pueden relegarse a la periferia. Ahora es el momento del liderazgo».

El informe destaca cómo las comunidades están a la vanguardia de la innovación. En Windhoek, Namibia, un proyecto autofinanciado por el Grupo de Capacitación de la Juventud está utilizando bicicletas eléctricas para proporcionar medicamentos contra el VIH, alimentos y apoyo a los jóvenes para comprobar que siguen las normas necesarias, ya que a menudo no pueden asistir a las clínicas debido a sus horarios escolares. En China, las organizaciones comunitarias desarrollaron aplicaciones para teléfonos inteligentes que facilitan el autodiagnóstico, lo que contribuyó a que el aumento de las pruebas del VIH fuese casi cuatro veces mayor en todo el país entre 2009 y 2020.

El informe revela cómo las comunidades también están haciendo que los proveedores de servicios sean responsables. En Sudáfrica, cinco redes comunitarias de personas que viven con el VIH inspeccionaron 400 centros en 29 distritos y realizaron más de 33 000 entrevistas con personas que viven con el VIH. En la provincia del Estado Libre, estos resultados llevaron a los funcionarios de salud provinciales a implementar nuevos protocolos de citas para reducir los tiempos de espera en la clínica y dispensar medicamentos antirretrovirales para períodos de tres y seis meses.

A pesar de la clara evidencia de impacto dirigido por la comunidad, las respuestas dirigidas por la comunidad no son reconocidas, tienen pocos recursos y, en algunos lugares, incluso están en el punto de mira. La represión de la sociedad civil y de los derechos humanos de las comunidades marginadas dificulta que las comunidades proporcionen servicios de prevención y tratamiento del VIH. La subfinanciación de las iniciativas lideradas por la comunidad hace que tengan dificultades para seguir operando y les impide expandirse. Si se eliminan estos obstáculos, las organizaciones lideradas por la comunidad pueden añadir un impulso aún mayor para poner fin al sida.

En la Declaración política de 2021 para poner fin al sida, los Estados miembros de las Naciones Unidas reconocieron el papel crítico que desempeñan las comunidades en la prestación de servicios para el VIH, especialmente a personas en mayor riesgo de contraerlo. Sin embargo, mientras que en 2012, cuando más del 31 % de la financiación del VIH se canalizó a través de organizaciones de la sociedad civil, diez años más tarde, en 2021, solo el 20 % de la financiación para el VIH estaba disponible, un retroceso sin precedentes en los compromisos que ha costado y sigue costando vidas.

«En estos momentos, la acción liderada por la comunidad es la contramedida más importante en la respuesta al sida», dijo Solange Baptiste, directora ejecutiva de la Coalición Internacional de Preparación para el Tratamiento. «Sin embargo, sorprendentemente, no es una piedra angular de los planes, agendas, estrategias o mecanismos de financiación globales para mejorar la preparación y la salud de todos ante la pandemia. Es hora de cambiar eso».

Cada minuto se pierde una vida por el sida. Cada semana, 4000 niñas y mujeres jóvenes se infectan con el VIH, y de los 39 millones de personas que viven con el VIH, 9,2 millones no tienen acceso a tratamientos que salven vidas. Existe un camino que pone fin al sida. Se puede acabar con el sida antes de 2030, pero solo lo conseguiremos si las comunidades lideran.

ONUSIDA insta a: Convertir los roles de liderazgo de las comunidades en el núcleo de todos los planes y programas para el VIH; financiar los roles de liderazgo de las comunidades de forma completa y fiable; y eliminar las barreras a los roles de liderazgo de las comunidades.

El informe incluye nueve ensayos de invitados de líderes comunitarios, en los que comparten su experiencia sobre los logros que han alcanzado, las barreras a las que se enfrentan y lo que el mundo necesita para poner fin al sida como amenaza para la salud pública.

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El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

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Un nuevo informe de ONUSIDA demuestra que el sida puede acabar antes del 2030 y describe el camino para conseguirlo

13 de julio de 2023

GINEBRA, 13 de julio de 2023- Un nuevo informe publicado hoy por ONUSIDA muestra que existe un camino claro para poner fin al sida. Dicho camino también nos ayudará a prepararnos para futuras pandemias y abordarlas, así como a avanzar hacia la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. El informe, The Path that Ends AIDS, contiene datos y casos prácticos que ponen de relieve que poner fin al sida es una elección política y financiera, y que los países y líderes que ya están siguiendo este camino están logrando resultados extraordinarios.

Botswana, Eswatini, Ruanda, la República Unida de Tanzania y Zimbabwe ya han alcanzado los objetivos «95-95-95», y al menos otros 16 están cerca de hacerlo. Eso significa que el 95 % de las personas que viven con el VIH conoce su estado serológico, que el 95 % de las personas que saben que viven con el VIH está recibiendo un tratamiento antirretroviral que salva vidas y que el 95 % de las personas que están bajo tratamiento está consiguiendo la supresión del virus. Otros 16 países, ocho de ellos en el África subsahariana, la región donde se concentra el 65 % de todas las personas que viven con el VIH, también están cerca de hacerlo.

«El fin del sida nos brinda una ocasión para un legado excepcionalmente poderoso para los líderes actuales», afirmó Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA. «Las generaciones futuras podrían recordarlos como los que fueron capaces de poner fin a la pandemia más mortal del mundo. Podrían salvar millones de vidas y proteger la salud de todos. Podrían demostrar todo lo que un buen liderazgo es capaz de conseguir».  

El informe destaca que las respuestas al VIH tienen éxito cuando están ancladas en un fuerte liderazgo político. Esto significa seguir los datos, la ciencia y las pruebas; abordar las desigualdades que frenan el progreso; permitir que las comunidades y las organizaciones de la sociedad civil desempeñen su papel vital en la respuesta; y garantizar una financiación suficiente y sostenible.

El progreso ha sido más sólido en los países y en las regiones que han realizado más inversiones financieras, como en África oriental y meridional, donde las nuevas infecciones por el VIH se han reducido en un 57 % desde 2010.

Gracias al apoyo y la inversión para poner fin al sida entre los niños, el 82 % de las mujeres embarazadas y lactantes que vivían con el VIH en todo el mundo lograron acceder al tratamiento antirretroviral en 2022, frente al 46 % en 2010. Esto ha permitido reducir en un 58 % las nuevas infecciones por el VIH entre los niños de 2010 a 2022, el número más bajo desde la década de 1980. 

Y el progreso en la respuesta al VIH se ha fortalecido garantizando que los marcos jurídicos y políticos no socaven los derechos humanos, sino que los habiliten y protejan. Varios países han eliminado las leyes dañinas en 2022 y 2023, incluidos cinco (Antigua y Barbuda, las Islas Cook, Barbados, Saint Kitts y Nevis, y Singapur) que han despenalizado las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo.

El número de personas que reciben tratamiento antirretroviral se ha cuadruplicado: de 7,7 millones en 2010 a 29,8 millones en 2022

No obstante, el informe también establece que poner fin al sida no llegará automáticamente.  El sida se cobró una vida cada minuto en 2022. Alrededor de 9,2 millones de personas siguen sin acceso al tratamiento, incluidos 660 000 niños que viven con el VIH.

Las mujeres y las niñas siguen siendo con diferencia las más afectadas, especialmente en el África subsahariana. En todo el mundo, 4000 jóvenes y chicas contrajeron el VIH cada semana en 2022. Solo el 42 % de los distritos con una incidencia del VIH superior al 0,3 % en el África subsahariana están actualmente cubiertos por programas específicos de prevención del VIH para chicas adolescentes y mujeres jóvenes.

Casi una cuarta parte (23 %) de las nuevas infecciones por el VIH se produjeron en Asia y el Pacífico, donde las nuevas infecciones están aumentando alarmantemente en algunos países. El aumento pronunciado de las nuevas infecciones continúa en Europa oriental y Asia central (un aumento del 49 % desde 2010) y en Oriente Medio y el norte de África (un aumento del 61 % desde 2010). Estas tendencias se deben sobre todo a la ausencia de servicios de prevención del VIH para los grupos de población clave y marginados, así como a los obstáculos que plantean las leyes punitivas y la discriminación social.  

La financiación para el VIH también disminuyó en 2022, tanto la procedente de fuentes internacionales como la procedente de fuentes nacionales, y volvió al mismo nivel que en 2013. La financiación ascendió a 20,8 mil millones de dólares estadounidenses en 2022, muy por debajo de los 29,3 mil millones de dólares estadounidenses necesarios para 2025. 

Ahora podemos poner fin al sida mediante el aumento de la voluntad política invirtiendo en una respuesta al VIH sostenible mediante la financiación de lo que más importa: la prevención y el tratamiento del VIH basados en la evidencia, la integración de los sistemas sanitarios, las leyes no discriminatorias, la igualdad de género y las redes comunitarias capacitadas.

«Tenemos esperanza, pero no el optimismo relajado que podríamos sentir si todo fuera como debería ir. En su lugar, es una esperanza arraigada en ver la oportunidad de éxito, una oportunidad que depende de la acción», manifestó la Sra. Byanyima. «Los hechos y las cifras reflejados en este informe no dicen que el mundo ya esté en el camino adecuado, pero sí que puede estarlo. El camino está claro». 

En 2022, se estima que:

  • 39,0 millones de personas vivían con el VIH en todo el mundo
  • 29,8 millones de personas tenían acceso al tratamiento antirretroviral
  • 1,3 millones de personas se infectaron por el VIH
  • 630 000 personas murieron por enfermedades relacionadas con el sida

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Diapositivas claves sobre datos epidemiológicos

ONUSIDA celebra el anuncio del gobierno colombiano que permitirá a las personas acceder al tratamiento del VIH más adecuado para ellas

12 de junio de 2023

ONUSIDA da la bienvenida a la emisión de la Resolución 881 de 2023 por parte del Ministerio de Salud de Colombia, la cual inicia el procedimiento administrativo para evaluar la existencia de razones de interés público que justifiquen la emisión de una licencia obligatoria para los regímenes basados en dolutegravir (DTG). Según la resolución ministerial, el impacto de esta medida podría significar una reducción significativa de más del 80% en el precio del DTG.

El dolutegravir (DTG) es un antirretroviral inhibidor de la integrasa, recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como opción de tratamiento de primera línea para las personas que viven con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). En cuanto a la supresión viral y la reducción de la enfermedad, los tratamientos que incorporan regímenes basados en DTG han demostrado una mayor adherencia debido a su menor incidencia de acontecimientos adversos, al tiempo que presentan una mayor eficacia, seguridad y menor probabilidad de desarrollo de resistencias.

Las licencias obligatorias son una disposición del Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio ("Acuerdo sobre los ADPIC") de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que permite a los gobiernos suministrar a sus ciudadanos versiones genéricas de tratamientos patentados, ya sea a través de la producción nacional o de importaciones, garantizando que los precios de los medicamentos sean asequibles. La Declaración Interministerial de Doha de 2001 de la OMC reafirmó los derechos de los Estados miembros a hacer uso de todas las flexibilidades del acuerdo para proteger la salud pública, incluidas las licencias obligatorias, "y la libertad de determinar los motivos por los que se conceden dichas licencias". Más recientemente, en la Declaración Política de 2021 de la Reunión de Alto Nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre el SIDA, los países se han comprometido a hacer uso de las flexibilidades del ADPIC "específicamente orientadas a promover el acceso a los medicamentos."

"Esta resolución es un paso adelante para brindar un acceso igualitario y sostenible a las mejores opciones de tratamiento del VIH para todas las personas que viven con el VIH en Colombia, tanto nacionales como migrantes. Esta acción muestra el compromiso del gobierno de cerrar la brecha de tratamiento con medicamentos esenciales de calidad garantizada, asequibles, fáciles de tomar y muy bien tolerados", dice Andrea Boccardi, Directora de UNAIDS para los Países Andinos (Perú, Ecuador, Bolivia y Colombia). "El gobierno emitió directrices nacionales en 2021, de acuerdo con las recomendaciones de la OMS, pero hasta ahora los altos precios del DTG han sido un obstáculo para que sea ampliamente accesible a las personas que viven con el VIH en Colombia."

La Liga Colombiana de Lucha contra el Sida y la Fundación IFARMA también celebraron la decisión del gobierno colombiano. Ambas instituciones participaron en representación de la sociedad civil en la actualización de la Guía de Práctica Clínica (GPC) basada en evidencia científica para la atención de la infección por VIH/SIDA en adultos, mujeres embarazadas y adolescentes.

"La decisión valida iniciativas pasadas de la sociedad civil en Colombia para lograr una mayor cobertura de tratamientos simplificados con menos efectos adversos al menor precio posible, al tiempo que revigorizará los esfuerzos de las organizaciones comunitarias en educación y promoción de la adherencia a los ARV, reconociendo que las barreras estructurales son factores que facilitan o dificultan la adherencia a los tratamientos antirretrovirales", afirma Jorge Pacheco, Director de la Liga Colombiana de Lucha contra el Sida.

"Con esta medida Colombia da un paso importante para garantizar el acceso de las personas a la medicación más adecuada para ellas en línea con las recomendaciones y compromisos internacionales", afirma Luisa Cabal, Directora Regional de ONUSIDA para América Latina y el Caribe. "El acceso oportuno a un tratamiento eficaz contra el VIH puede salvar vidas, mejorar los resultados sanitarios, mejorar la calidad de vida y contribuir al bienestar general de las personas que viven con el VIH. Esta medida muestra el compromiso con el esfuerzo mundial para combatir las desigualdades en el acceso a la salud."

ONUSIDA elogia y apoya al Ministerio de Salud por su enfoque proactivo para perseguir el interés público e insta a todas las partes interesadas a colaborar en la aplicación de la Resolución 881 de 2023.

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El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

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Cómo el trabajo con proveedores de medicina natural y holística para técnicas complementarias de autocuidado está ayudando a Nicaragua a aumentar la adherencia a los medicamentos contra el VIH y reducir las nuevas infecciones

29 de mayo de 2023

Justo después de tomar su tratamiento contra el VIH cada mañana, Antonio Hooker prepara un kit de hierbas y frutas frescas que ha comprado en el mercado local para cruzar la zona de Bilwa, un pueblo de la costa caribeña del norte de Nicaragua, como promotor de salud de la Asociación de Personas que Viven con el VIH (ASONVIHSIDA). Antonio Refuerza los conocimientos sobre prevención del VIH entre los grupos vulnerables de su comunidad indígena miskitu. También enseña a los líderes comunitarios y a las personas que viven con el VIH u otros problemas de salud a utilizar el poder de la medicina natural junto con los medicamentos antirretrovirales para mejorar sus sistemas inmunitarios.

Antonio forma parte de las decenas de voluntarios y promotores comunitarios que han sido certificados por la Comisión Nicaragüense del Sida, el Ministerio de Salud y el Instituto de Medicina Natural y Terapias Complementarias a través de la capacitación en "Autocuidado en Salud Sexual Reproductiva y VIH desde la Perspectiva de la Medicina Natural".

Desde su diagnóstico hace 17 años, Antonio ha aprendido la importancia del autocuidado. Ahora comparte sus conocimientos y experiencias formativas con familiares y otras personas que viven con el VIH en comunidades remotas de la costa nicaragüense.

"El curso me abrió la mente a la importancia de la medicina natural y las prácticas tradicionales, como los masajes y las actividades meditativas", dice el promotor de salud. "Sabemos que estas técnicas funcionan porque observamos mejoras en nuestra salud a la vez que vemos progresos en la adherencia al tratamiento del VIH, así como en el fortalecimiento de las redes sociales, comunitarias y las relaciones dentro de las familias de las personas que viven con el VIH."

El curso "Autocuidados en Salud Sexual Reproductiva y VIH desde la Perspectiva de la Medicina Natural y Holística" tiene como objetivo proporcionar pautas de autocuidado para las personas que viven con el VIH o afecciones similares y sus familias. A través del uso adecuado de plantas medicinales, reflexología (sistema de masaje utilizado para aliviar tensiones y tratar enfermedades, basado en la teoría de que existen puntos reflejos en pies, manos y cabeza vinculados a cada parte del cuerpo) y terapias complementarias, como la práctica del arte marcial chino y sistema de calistenia bien conocido como Tai Chi Chuan, que consiste en secuencias de movimientos lentos y controlados.

"El objetivo es crear habilidades y destrezas entre las personas que viven con el VIH, personas voluntarias e integrantes activos de la comunidad para desarrollar un enfoque integral de la salud sexual y reproductiva, las infecciones de transmisión sexual (ITS) y el VIH", explica el Dr. Enrique Beteta, Viceministro de Salud de Nicaragua. "También permite a las personas acceder a información y vinculación con servicios de salud a nivel local para cuidar su salud y el bienestar de quienes les rodean".

Los servicios que aprovechan la medicina natural son complementarios, no alternativos, a los medicamentos contra el VIH. De hecho, los programas han contribuido a aumentar la aceptación y la adherencia a los medicamentos contra el VIH.

El enfoque integral y la asociación con las comunidades han ayudado a Nicaragua a avanzar en el tratamiento y la prevención. Desde el 2010, Nicaragua ha experimentado un descenso del 20% en las nuevas infecciones por el VIH, mientras que en América Latina las nuevas infecciones han aumentado un 5% en el mismo periodo. Unas 11 000 personas viven con el VIH en el país, de las cuales el 90% se ha hecho la prueba y conoce su diagnóstico positivo, por encima de las tasas regional (82%) y mundial (85%).

El curso ofrece 84 horas de formación teórica y práctica, una cuarta parte de las cuales se centra en los módulos de Salud Sexual y Reproductiva y VIH. La certificación también se centra en poner a las personas en el centro, no sólo como beneficiarias, sino también como protagonistas clave, participando, ejerciendo y exigiendo el acceso a sus derechos para la igualdad y la equidad.

"El curso también busca identificar en las personas la autonomía para tomar decisiones, como agentes transformadores, en un marco de respeto, solidaridad y justicia social", explica Marie Engel, Directora de la Oficina Multipaís de ONUSIDA para Guatemala, Honduras y Nicaragua. "Trabajar para eliminar el estigma y la discriminación es también un resultado importante de esta iniciativa".

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Nadie puede quedar a atrás, tampoco las personas que consumen drogas

04 de mayo de 2023

Daouda Diouf acude diariamente al recinto del Fann Hospital. Es una de las 250 personas inscritas en el programa de terapia de sustitución de opiáceos (OST) del CEPIAD*. La OST es una intervención reconocida en todo el mundo para reducir las conductas de inyección que ponen a las personas que se inyectan drogas en riesgo de contraer el VIH y otras enfermedades transmitidas por la sangre, como la hepatitis vírica.

«Yo estoy aquí para recibir mi tratamiento. Además, soy sastre, así que enseño a coser a otros usuarios de drogas», explicaba el Sr. Diouf mientras cortaba tela en su improvisado taller al aire libre. Mantenerse ocupado y vender sus prendas es lo que lo ha ayudado a mantenerse sano durante los últimos siete años.

Exactamente igual es el caso de otro de los participantes. Él ha descubierto su pasión por la jardinería, y ahora supervisa a otros pacientes en la zona verde del centro.

Para El Hadj Diallo, plantar semillas y podar árboles se ha convertido en una especie de terapia. «Cuando estamos aquí, nos olvidamos de nuestros problemas. Yo me siento feliz haciendo lo que hago, y es terapéutico para mí», aseguró.

Su otra terapia consiste en una dosis diaria de metadona. Mangane Boutha, el farmacéutico del centro, mide y distribuye cuidadosamente cada dosis en su oficina.

«La metadona es un medicamento que actúa como sustituto de la heroína, en nuestro caso es un jarabe que se dosifica en cantidades de 10 mg/ml con dosis que varían de un paciente a otro», explicó.

Fundado en 2014, CEPIAD ha atendido a más de mil personas y es uno de los primeros centros de reducción del daño en África occidental. Además de la sustitución de opiáceos, el intercambio limpio de agujas y el apoyo psicosocial, también ofrecen atención sanitaria.

«El CEPIAD se ha convertido en un centro de pruebas y diagnóstico tanto del VIH,  como de tuberculosis y hepatitis, y aparte también distribuimos preservativos», dijo el Dr. Idrissa Ba, quien coordina el centro.

En Senegal, la prevalencia del VIH entre las personas que se inyectan drogas es del 9 %, muy por encima del 0,5 % entre la población general. En todo el mundo, debido al estigma y la criminalización, las personas que se inyectan drogas se enfrentan a un riesgo 35 veces mayor de infección por el VIH que las personas que no se inyectan drogas.

Aunque tres cuartas partes de los pacientes son hombres, CEPIAD trabaja duro para llegar a más mujeres. De acuerdo con el Dr. Ba, entre las personas que consumen drogas, es más probable que sean las mujeres las que vivan con el VIH. 

Mariama Ba Thiam, que antes consumía drogas, vivió durante años en las calles. Ahora es educadora entre iguales en Dakar.  «Me muevo entre la comunidad y visito a los colegas para concienciarlos respecto de la importancia de dejar las drogas. También les insisto en todo lo referente a los riesgos para la salud. Para ello los remito a CEPIAD, donde, igual que a mí, pueden ayudarlos a dejar las drogas», explicó.

Su ruego: Conseguir una mayor financiación para que más mujeres y jóvenes acudan al centro.

En Senegal, aunque el consumo de drogas es un delito penal, el trabajo de CEPIAD cuenta con el apoyo del Gobierno, las Naciones Unidas y otros socios.

En el Día Internacional de la Reducción del Daño, ONUSIDA cree firmemente que, si de verdad queremos poner fin al sida para 2030, no podemos dejar a nadie atrás. Y ahí se incluye a todas las personas que consumen drogas.

* El Centro de Prise en Charge Intégrée des Addictions de Dakar (CEPIAD)

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Mensaje de la Directora Ejecutiva de ONUSIDA en el Día Mundial de la Tuberculosis: “Podemos y debemos acabar con la tuberculosis entre las personas que viven con el VIH"

24 de marzo de 2023

Hoy, en el Día Mundial de la Tuberculosis, debemos reconocer la urgente necesidad de acabar con la epidemia de la tuberculosis en todo el mundo, especialmente entre las personas que viven con el VIH. La tuberculosis sigue siendo una de las principales causas de enfermedad grave y muerte entre las personas VIH-positivas.

Según el Informe Mundial sobre la Tuberculosis del 2022 publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), las personas VIH-positivas tienen entre 14 y 18 veces más probabilidades de enfermar de tuberculosis que las personas VIH-negativas. En 2021, alrededor de una de cada tres muertes relacionadas con el sida fue causada por la tuberculosis. No podemos permitir que esta situación continúe así. Debemos garantizar que todas las personas que viven con el VIH y aquellas que son vulnerables a la tuberculosis tengan acceso a los servicios de prevención, diagnóstico y tratamiento.

Seguimos desaprovechando oportunidades para implementar las herramientas que disponemos contra la coinfección por VIH y tuberculosis. Casi la mitad de las personas que viven con el VIH que desarrollaron tuberculosis en 2021 no fueron diagnosticadas ni se les informó que padecían tuberculosis. La cobertura de la terapia preventiva contra la tuberculosis entre las personas VIH-positivas que reúnen los requisitos sigue siendo de solo el 42%.

Al igual que en las respuestas al VIH y a la COVID-19, las desigualdades son la causa principal que expone a algunas personas a correr mayor riesgo de contraer tuberculosis, debido a factores socioeconómicos, geográficos y de género y a situaciones humanitarias y de crisis. El marco legal y político también repercute en el acceso a servicios sanitarios para aquellos que más lo necesitan. No debemos olvidar que para que un programa sanitario funcione, tenemos que poner el foco sobre las personas e implicar a los beneficiarios, especialmente a las comunidades menos atendidas, para que formen parte de la planificación, la ejecución y la monitorización de la respuesta.

Hoy, en el Día Mundial de la Tuberculosis, me gustaría hacer un llamamiento a todos nuestros asociados para que dupliquen sus esfuerzos con el objetivo de asegurar la detección precoz, el tratamiento y la prevención de la tuberculosis en personas que viven con el VIH, mediante las siguientes medidas: la ampliación de las herramientas de detección y diagnóstico recomendadas, la prestación de tratamiento y atención integrados y de calidad, la implementación de tratamientos preventivos de corta duración contra la tuberculosis y la eliminación de obstáculos que dificulten el correcto desarrollo de los programas.

Si ponemos fin a la tuberculosis entre las personas que viven con el VIH, salvaremos más vidas, reduciremos su sufrimiento y estaremos más cerca de erradicar ambas epidemias para siempre.

ONUSIDA

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

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TB and HIV

Un año después: Debemos mantener la respuesta al VIH en Ucrania

23 de febrero de 2023

Un año después, la guerra en Ucrania continúa infligiendo sufrimiento y destrucción masiva. Desde el comienzo de la guerra, el 24 de febrero de 2022, más de 13,5 millones de personas han sido desplazadas internamente o se han visto obligadas a huir a países vecinos como refugiados, incluidas las personas que viven con el VIH y grupos de población clave.

Ucrania, el país con la segunda mayor epidemia de sida de la región de Europa Oriental y Asia Central, se ha visto duramente afectada por la guerra.

El país estaba haciendo grandes progresos con respecto a la respuesta al sida como:  (a) aumentar el número de personas que viven con el VIH que reciben medicamentos que salvan vidas (más de 150.000 personas reciben tratamiento de las 240.000 que viven con el VIH); (b) trabajar mano a mano con las organizaciones de base comunitaria y (c) alcanzar la plena financiación estatal de servicios innovadores de prevención del VIH entre las poblaciones clave.

La conmoción de la guerra empujó a todas las partes interesadas a proteger esos preciados logros. 

El gobierno de Ucrania y los asociados de la sociedad civil han recibido suficiente terapia antirretrovírica (ARV), medicamentos contra la tuberculosis y terapia de sustitución de opiáceos (TSO) para proporcionar tratamiento ininterrumpido a todo el mundo con el respaldo del Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria, del Plan de Emergencia del Presidente de los Estados Unidos para el Alivio del Sida (PEPFAR), de ONUSIDA, y de otros asociados.

La sociedad civil ha sido el motor de la respuesta nacional al sida junto con la Salud Pública de Ucrania antes de la guerra y durante el año. Sin excepción, han prestado servicios, medicamentos y ayuda humanitaria a los necesitados, a pesar de los bombardeos, los atentados, la falta de electricidad y el acceso reducido al este y al sur del país.

Este esfuerzo necesita tanto nuestra financiación como apoyo continuos.  No podemos permitir que la respuesta de Ucrania al VIH dé un paso atrás.

Las agencias de la ONU y sus organismos asociados en el territorio han estado cooperando estrechamente con las autoridades locales para llegar a los necesitados y ayudarlos. Últimamente, han suministrado ayuda humanitaria a los territorios más afectados del país que únicamente ahora pasado a ser accesibles.

«La prestación de ayuda y asistencia esencial depende de la colaboración», manifestó Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA. «Una alianza entre el gobierno, la sociedad civil y los organismos internacionales fue y sigue siendo un pilar fundamental de la eficaz respuesta al VIH en Ucrania durante la guerra. ONUSIDA se solidariza con todas las personas y con todos nuestros asociados que trabajan arduamente en primera línea».   

Un Fondo de Emergencia de ONUSIDA ha permitido que los asociados de todo el país mantengan los servicios de atención y apoyo al VIH, así como que proporcionen ayuda humanitaria y apoyo directo a los más vulnerables. Esto implica, por ejemplo, la creación de docenas de refugios para los desplazados internos, incluidas las personas que consumen drogas, personas LGBTI+ y otros grupos de población clave que vinculan a los proveedores de servicios para el VIH con los programas de ayuda humanitaria disponibles. El Fondo ha recibido apoyo de la Cruz Roja de Mónaco, de los Estados Unidos de América y de Alemania.

Con financiación adicional por parte de Alemania, las organizaciones de la sociedad civil en Moldova, Polonia y otros países vecinos han unido sus fuerzas para mejorar el acceso a los servicios para los refugiados ucranianos que viven con el VIH.

ONUSIDA ha emitido un llamamiento urgente a la comunidad internacional para conseguir más financiación para las organizaciones de la sociedad civil con el objetivo de seguir proporcionando servicios esenciales para el VIH en Ucrania y en países que reciben refugiados que precisen de los servicios para el VIH.

ONUSIDA seguirá apoyando la prevención del VIH, las pruebas, el tratamiento, la atención y el apoyo para las personas de toda Ucrania que se están viendo afectadas por esta crisis.

ONUSIDA

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

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Snizhana KOLOMIIETS
kolomiietss@unaids.org

Sitrep: UNAIDS response to the crisis in Ukraine

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